Revista La Bene Edición 2022-2023

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Dirección Comercial Edición Diseño Gráfico Publicidad Edición 2023 WWW.ELPILAR.GT INFORMACION@ELPILAR.GT (502) 2279 5000 ISABEL VELÁSQUEZ ANA MENÉNDEZ ROCÍO CASTELLANOS HEIDY VANESA RODRÍGUEZ

Humanidad y vanguardia

CONTEN

NOVEDADES EL PILAR 08

¿CONOCES A LA DRA. LAIKA? 14

LA MOTIVACIÓN DIARIA DE UNA ENFERMERA 16

EL PILAR, MI LUGAR SEGURO 18

TUMOR, YA NO ESTÁS AHÍ 22

TIENES CÁNCER Y ERES ALÉRGICA AL TRATAMIENTO, ¿LO IMAGINAS? 26

CADA MINUTO CUENTA ¿SABES IDENTIFICAR UN STROKE? 28

REHABILITACIÓN CARDÍACA 30

UN DEPORTISTA DE CORAZÓN 34

¿CÓMO IMPACTA LA BENE EN LA VIDA DE UN ESPAÑOL? 36

GASTRONOMÍA ESPAÑOLA 38

2023 2022

Estamos cerca de que nuestra querida Asociación Española de Beneficencia (nuestra Bene), cumpla 160 años de existencia. Hecho que debe llenarnos de orgullo, puesto que su desarrollo en servicio, su modernización y crecimiento de los últimos años contrasta con lo que ha sucedido a lo largo del continente americano, donde la gran mayoría de asociaciones benéficas españolas han desaparecido; hoy prácticamente somos una de las pocas Asociaciones que continúan, no solo existiendo, sino prestando un servicio de altura a todos los asociados y familiares, promoviendo además la preservación de nuestra cultura y costumbres fuera de España.

Gracias a la labor de las diferentes Juntas Directivas, se ha logrado colocar al Hospital El Pilar, en una de las más altas categorías de servicio de salud en el país, implementando nuevos servicios de atención, modernizando sus áreas e introduciendo nuevos y actualizados equipos de diagnóstico y tratamiento, así como personal altamente cualificado, haciendo con ello que se pueda llevar a cabo la atención de los asociados con servicios de calidad.

Dentro de los servicios que presta la Bene, está el Hospital El Pilar, bastión que brinda cada día más beneficios de cobertura médica y de salud con una calidad indiscutible, no solo a todos nuestros asociados, sino a la población en general. Muy importante es, también, la cobertura a nuestros mayores, de los cuales algunos de ellos de escasos recursos, o sin familia que los ayude, gozan del soporte por parte de la Bene así como de un departamento de atención, que hace que su vida sea un poco mas llevadera.

Mantener en funcionamiento El Club Español es también un logro, con el que se mantienen los lazos de unión, no solo entre los asociados que lo frecuentan, sino con nuestro pasado de costumbres y cultura española. El Club debería ser el punto de convergencia donde todos y cada uno de los miembros de esta institución se dieran cita para compartir, celebrar y gozar de nuestra identidad como españoles y/o descendientes.

Podemos resumir que gracias a la iniciativa de aquellos primeros emigrantes que tuvieron la visión de fundar esta institución, y por el trabajo y dedicación que han aportado las consecutivas juntas directivas, hoy contamos con una entidad inigualable, la cual es un ejemplo de servicio y solidaridad.

La Bene, es una entidad que debe ser cuidada por todos y cada uno de los que somos asociados y estar pendientes de su funcionamiento y de sus actividades, participando no solo con los aportes sino estando pendientes de las decisiones y trabajo que día a día se realizan, y por qué no, participando en las diferentes directivas, a fin de hacerla cada día mejor y lo más importante contribuir a que perdure en el tiempo, para que nuestras futuras generaciones mantengan nuestro ancestro en alto y conozcan de la labor altruista e incondicional que se ha realizado a través del tiempo para que ellos reciban y valoren la importancia que representa contar con una institución como esta en el aspecto social comunitario y de servicio.

Juan Antonio Luz López

- 2023

PRESIDENTE JUNTA DIRECTIVA 2022
IDO

“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar”.

Estos versos de nuestro ilustre poeta Antonio Machado, nos habla de la vida como un camino que no está marcado, que vamos creando con nuestras acciones en función de la meta que tenemos en la mente y el espíritu.

Esta sensación la extrapolo al grandioso proyecto de la Asociación Española de Beneficencia, un proyecto con un éxito sin precedentes en Latinoamérica, que ha despertado el entusiasmo de muchos en todo el mundo como acción cultural, armoniosa, creativa y sostenible.

Me gusta imaginar qué pensarían de la Bene sus precursores, fundadores hace más de 150 años, si viesen dónde estamos ahora.

En la charla, podríamos mencionarles que mantenemos perenne la ayuda benéfica, aumentando año tras año el número de

asociados, ahora más de 8,000, que aportan y se benefician del buen hacer de un grupo de españoles que buscan el mejor apoyo a la comunidad española residente en Guatemala.

También podemos mostrarles el Hospital El Pilar, el centro sanitario privado más grande del país, que atiende más de 40 mil pacientes al año, entre los que se encuentran más de 10 mil emergencias, 3 mil cirugías y 1,200 partos.

Ahora podríamos “sacar pecho” de la Unidad de Cardiología y Neumología, primera en Centroamérica, la cual ha llegado a hitos tan importantes como realizar el cambio de una válvula del corazón a través de un catéter o realizar las primeras cirugías abiertas cardíacas de nuestra historia, gracias a un equipo profesional de primer nivel y unas instalaciones sin parangón en el país.

Tenemos dos tomografías, una de ellas a la vanguardia del país con 380 cortes, capaces de afrontar cualquier emergencia, atendiéndole con la prestancia que se merece el socio y cada paciente que llega a nuestro hospital.

Contamos con un personal en completa sinergia con planes como el Código Infarto e Ictus, que nos permiten responder de una forma ágil a un infarto de miocardio o a un derrame cerebral, con casos de éxito cada mes que salvan vidas.

Todo esto, certificados con la Fase III de la conocida Acreditación Hospitalaria Canadian Healthcare Council, siendo sólo tres hospitales en Latinoamérica con esta efeméride, y convirtiéndonos en el hospital que mayor calificación obtuvo en esta fase a nivel mundial.

En definitiva, todas las personas que estuvieron ligadas a la Bene desde tanto tiempo atrás, hasta ahora, hemos aportado en el desarrollo de una institución admirada en todo el mundo, con motores de aporte benéfico tan importantes como el mejor hospital de Guatemala, el cual seguiremos viendo crecer con más proyectos que nos ilusionan a todos.

Como Director Ejecutivo y Socio, siento que tenemos los mimbres para convertir nuestra querida Bene en una institución aún más grande, sostenible y orientada a nuestro fin último, el socio.

Les agradezco la oportunidad de ser parte del presente eslabón en la cadena de éxitos que forjó hace tanto tiempo nuestra gente.

Ing. Daniel Visa

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En julio del 2019 asumí la responsabilidad de la Dirección Médica, bajo la premisa “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y con el apoyo de la distintas Juntas Directivas y de la Dirección Ejecutiva hemos logrado cambios sustanciales.

Con frecuencia menciono que “no todos los hospitales son iguales” y hoy podemos reafirmarlo al asegurar que el Hospital El Pilar siempre va un paso adelante, siendo pionero en muchos aspectos y además el único hospital privado de Guatemala sometido a una acreditación internacional, lo cual nos coloca a nivel mundial.

Nos hace diferentes el contar con Médicos Internistas y Pediatras las 24 horas apoyando a los Médicos Residentes en todos los servicios, pero especialmente en la Emergencia en donde se ofrecen los servicios para niños y adultos por separado, además de disponer de tres Unidades de Cuidado Intensivo, una para Recién Nacidos, otra para Pediatría y la de Adultos y ahora, el único hospital que provee una Unidad de Cuidado Intermedio.

Desde un inicio nos propusimos cambiar el sistema de atención privada de la salud y para ello, estamos promoviendo y organizando distintas Unidades de Especialistas donde los médicos de mucha experiencia en conjunto con médicos recién entrenados participan en la evaluación de los pacientes desde la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y por supuesto el seguimiento del mismo.

Recientemente hemos aperturado la nueva área de Cardiología y Neumología, la cual cuenta dentro de los servicios que ofrece el Laboratorio de Fisiología Pulmonar y el área de Rehabilitación Cardíaca, siendo ambos los primeros en Guatemala y por ello, marcando una sustancial diferencia a los servicios convencionales de esas especialidades. Además, inauguramos una nueva área de hospitalización que incluye la Unidad de Cuidado Intermedio a donde serán ubicados especialmente los pacientes con patología neurovascular, pero también permite ubicar a pacientes delicados de todo tipo ya que cuenta con un sistema de monitoreo similar a los mejores hospitales del extranjero.

La Pandemia nos puso un freno, y tuvimos que cambiar muchos planes, sin embargo, somos creyentes que si el plan no funciona, hay que cambiar el plan, pero no cambiar la meta y prueba de ello, son el nuevo Laboratorio Clínico y el reacondicionamiento del Departamento de Radiología, así como las nuevas instalaciones, servicios, equipo técnico y recurso humano que hoy ofrecemos a los pacientes y a los médicos para cumplir con nuestro lema personal “El Pilar para todo y para todos”.

Dr. Federico Ranero Cabarrús

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MÉDICO
DIRECTOR

1Nueva Unidad de Cardiología y Neumología

La nueva y moderna Unidad de Cardiología y Neumología cuenta con equipo de alta tecnología y con especialistas en Falla Cardíaca, Cardiología Deportiva, Cardiología Clínica e Intervencionista, Rehabilitación Cardíaca y Neumología Adultos y Pediátrica para atender al paciente desde la prevención, el diagnóstico temprano, el tratamiento oportuno y por supuesto la rehabilitación del mismo.

El nuevo Laboratorio de Fisiología Pulmonar permitirá apoyar de forma integral a los pacientes pediátricos y adultos con trastornos respiratorios.

“Nosotros nos hemos propuesto cambiar el paradigma de la atención privada de la salud en Guatemala implementando las distintas unidades de especialistas que permitan el manejo integral de los pacientes, con la calidad y buen servicio de atención”.

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Tecnología Centrada en el Paciente

Hospital El Pilar ha adquirido un nuevo Tomógrafo, preparado para atender a pacientes con patología cardíaca o neurovascular.

La sala de tomografía está especialmente diseñada para el confort del paciente con un diseño moderno y minimalista e iluminación confortable. La moderna sala es agradable a la vista, el olfato y al oído, ya que cuenta con un paisaje retroiluminado, aromaterapia y música ambiental.

Acompañada, por supuesto, del profesionalismo y calor humano de técnicos calificados dedicados a la intención de nuestros pacientes.

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10 | LA BENE

Reestructuración del Laboratorio Clínico

Hospital El Pilar es uno de los primeros hospitales en Guatemala que cuenta con un Sistema Integrado en su laboratorio, contando con el primer modelo de analizadores de nueva generación Cobas Pure.

Este nuevo modelo de gestión, agiliza los procesos, permitiendo simplificar la operación diaria, minimizando las tareas manuales, lo que se traduce en resultados precisos y a tiempo para los pacientes de Hospital El Pilar.

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4Certificación en su etapa III del Canadian Healthcare Council

Hospital El Pilar avanza en el proceso de acreditación hospitalaria internacional desarrollado por El Consejo Canadiense de la Salud, y ha obtenido la placa que lo certifica en la tercera fase, siendo el primero y único en Guatemala que recibe dicha distinción.

La acreditación tiene como objetivo evaluar a los centros hospitalarios en la atención integral del paciente, bajo un alto estándar de calidad de la atención al paciente e innovación. A través de este programa se determina el cuidado del paciente a lo largo de todo el proceso, desde su llegada al hospital, hasta el momento del alta. Se destaca la seguridad del paciente en el proceso de atención, la reducción de riesgos en los procesos clínicos y se impulsan las mejores prácticas.

Remodelación del Encamamiento C

El Encamamiento C fue remodelado e inspirado en personajes españoles, creado con acabados de diseño e iluminación que ofrecen un ambiente agradable y acogedor.

La remodelación incluye 10 habitaciones que funcionarán como UCIM (Unidad de Cuidados Intermedios), equipada con monitores de signos vitales con su respectiva central y toma de gases médicos O2, aire y vacío.

Las nuevas áreas incluyen el Código Infarto y el Código Ictus para asistir al paciente de inmediato cuando este sufra de un accidente cerebrovascular o un infarto. La velocidad de reacción desde que se activa ambos códigos es clave para evitar mayores secuelas y complicaciones físicas o cognitivas en los pacientes, por lo que se envía la alarma a todas las áreas del hospital. El tiempo es vital.

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Laika? ? Conoces A LA DOCTORA

- ¡Campeón, ya puedes irte a casa!

- No me quiero ir.

-¿Y por qué querrías quedarte en el hospital?

- Quiero esperar a que Laika venga de nuevo.

La Dra. Laika no es una doctora como cualquier otra. Ella –cuando no se encuentra compitiendo en eventos nacionales e internacionales de Agility–viste un chaleco color rosa y mueve emocionada su cola cuando se prepara para ir a trabajar. Sus ojos cafés brillan de felicidad porque sabe que se acerca la hora de ver a los niños, de recibir sus caricias en su liso y sedoso pelaje, y claro, ¡que le den galletas! Es lo que más le gusta de su trabajo.

Laika es una pastora de Shetland que forma parte de la Red Doctores Caninos, fundada por su dueña Teresita de Amaro. Nacida en Colombia, Laika vino a Guatemala con la vocación de compartir su maravillosa energía y amor a los niños que la necesitan. Su trabajo consiste en visitar a los pacientes de pediatría, acompañarlos y motivarlos. Está preparada para ello, conoce los límites de cada paciente, sabe cuándo ser juguetona, dejarse acariciar y cuándo el niño necesita solamente sentirse acompañado en silencio.

Llega al Hospital El Pilar dos veces al mes y entra como si fuera su casa, después de diez años de visitarlo conoce el camino de memoria. Saluda a las enfermeras que –al igual que los niños– siempre están felices de verla y luego se dirige a una habitación para hacer su primera visita.

“No solo la medicina es el tratamiento para la enfermedad, sino la motivación que se le dé al paciente”.

Un niño que pasa días encerrado en cuatro paredes puede sentirse deprimido; desesperado, cansado, pero al ver a la Dra. Laika entrando en la habitación el cambio en su energía y en su actitud es inmediato. Eso es lo que hace Laika, les transmite su energía positiva que los deja activos, felices y positivos, lo que además facilita que puedan continuar de mejor manera con el resto de su tratamiento médico.

Y así va la doctora de cuatro patas de habitación en habitación, hasta que no queda ningún otro paciente al cual moverle la cola y ofrecerle la patita con cariño en señal de “estoy contigo”. Y aunque sabe bien cuándo termina su trabajo, la Dra. Laika no siempre se quiere ir del hospital. Los abrazos, las caricias y la energía que los niños le devuelven como agradecimiento provoca que Laika en muchas ocasiones prefiera quedarse en el regazo de un niño que irse a casa.

Su compromiso con el trabajo parecía humano, así era ella. Pero desde hace algunos meses, las huellitas de la Dra. Laika le han hecho falta al hospital. La vida de los caninos es demasiado corta para lo mucho que llenan la vida de nosotros los humanos. Triste y sorpresivamente, el 29 de julio, Laika murió de un ataque al corazón, dejando un vacío en el de su dueña, el de sus compañeros peluditos del programa y todo aquel que alguna vez la conoció.

Red Doctores Caninos se fundó en 2005 y la Asociación entró a colaborar con El Pilar en 2007. Han sido muchas las patitas peludas que han entrado al área de pediatría para llevar alegría y consuelo a los pacientes, pero Laika era una perrita visitante y de terapia espectacular que se ganó cada uno de los corazones que llegó a tocar con cada puerta en la que entró.

Ella era especial. Que en el cielo de los seres más nobles que han tocado esta Tierra, la sigan apapachando como a ella le gustaba que los niños del hospital lo hicieran.

Gracias por tu entrega siempre, Laika.

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Isabel Velásquez

Esa persona no se puede morir en mi turno”

LA MOTIVACIÓN DIARIA DE UNA ENFERMERA

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Rebeca Guamuch es enfermera desde hace seis años y ama su trabajo como Técnico de Cardiología –Unidad en la que se ha especializado en Guatemala y Costa Rica–. Decidió estudiar Enfermería por su deseo de ayudar a las personas y en Cardiología encontró la satisfacción que necesitaba.

Tal es el caso de una señora madura que llegó inconsciente al hospital y a la que pidieron le realizara un electroencefalograma para descartar muerte cerebral (no siempre su trabajo se queda en la Unidad de Cardiología).

“Le dije a Dios que tuviera misericordia de ella, que si tenía algún pendiente en esta tierra le diera una segunda oportunidad”.

La señora despertó y le dieron egreso. A los dos meses la volvió a ver en silla de ruedas y al próximo mes y medio ya podía hablar. “Quizás ella nunca sepa sobre mí, pero yo sí sobre ella. Yo la vi postrada en cama, la vi mal. Y aunque solo realicé el estudio, el haber contribuido a que no la desconectaran y ser testigo de su mejoría es algo que marca la vida”.

Y aunque el miedo puede asomarse al ver entrar a la Unidad de Cardiología a un paciente en riesgo, es justamente ese miedo lo que motiva a Rebeca en su trabajo. “Pienso que podría ser un familiar mío y que en ese momento yo daría todo para mantenerlo con vida”. Es entonces cuando siente el impulso de darlo todo, de hacer las cosas bien a la primera, porque no hay espacio para cometer errores. La vida del paciente está también en sus manos y esa es una gran responsabilidad.

Hace algunos meses una paciente de 80 años llegó a la emergencia del hospital por una caída. Tras hacerle los exámenes pertinentes se comprobó que la causa fue un desmayo provocado por una falla cardíaca. Tenía varios factores de riesgo, pero Rebeca recuerda con especial melancolía haber dicho: “Ella no se va a morir en mi servicio”. Pronunciar esas palabras fue algo que la marcó y así lo vive con todos los pacientes desde ese momento. “Dejan huella –agrega–, cada paciente deja una huella”.

Ser enfermera no es solo ser la mano derecha del doctor, sino también ser el apoyo que el paciente necesita en un momento en el que se encuentra vulnerable. “El paciente trae una carga interna que siente necesario ir soltando y la enfermera es quien está ahí para escuchar y convertirse en confidente de quien lo necesite. Puede que no pueda aliviarle el malestar, pero sí suelen irse más tranquilos tras ser escuchados”.

Y aunque el día a día en la Unidad de Cardiología y Hemodinamia – en donde se encuentran los pacientes que han sufrido una falla cardíaca – no es fácil y el “corre corre” no falta, Rebeca admite nunca sentir que trabaja. Ella disfruta desde la realización de electrocardiogramas, brindar la atención y satisfacer la necesidad del paciente, –llegue con o sin cita–, hasta brindar charlas de autocuidado con el plan terapéutico cuando un paciente ya ha sido diagnosticado con insuficiencia cardíaca.

Estas 8 charlas de autocuidado – que elaboró junto con el Dr. Rivera – complementan la atención que se brinda en la Unidad de Cardiología de El Pilar, que cuenta además con la última tecnología en aparatos y un gimnasio de Rehabilitación Cardíaca para que el paciente pueda fortalecer su corazón y sus músculos. De manera que en este espacio, el paciente encuentre todo lo que necesita para su recuperación.

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De todos nuestros órganos el corazón es el único indispensable.
“Ver cómo un paciente viene a media noche de emergencia por un ataque cardíaco y saber que contribuyes a su mejora da una gran satisfacción. Saber que esa vida no se fue y que ayudaste en su rescate”.
¿Y si el corazón de una persona por un momento estuviera en tus manos?

Mi lugar seguro El Pilar

La historia de Beatriz, Socia de la Asociación Española de Beneficencia

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Beatriz nació el 16 de febrero de 1984 en el Hospital El Pilar y dio a luz a su hijo 18 años después en el mismo lugar. Y desde ese momento, donde su vida como la conocía habría acabado, El Pilar se ha convertido en su lugar seguro.

Bea, como suelen llamarla, es mamá soltera y llegó al hospital con el temor de sentirse sola en un momento tan vulnerable e importante en su vida. — Pero me sentí tan apoyada, tan bien cuidada, que nunca llegué a sentirme sola — dice al recordar la cesárea de Sebastián, su hijo.

Su parto fue entonces el punto de partida para crear un vínculo con el hospital que no ha hecho más que fortalecerse con el paso de los años. A los 11 meses tuvo que hospitalizar a su bebé por rotavirus y recuerda que a pesar de la angustia, siempre tuvo la certeza de que todo iría bien.

A los 3 años de Sebastián decidió hacerse socia de La Beneficencia, ya que su padre es español y cumplía con los requisitos. — Fue sencillo, cuestión de llenar formularios y presentar mi pasaporte. Y la he utilizado muchísimo — dice al recordar la que considera la mejor inversión para su familia. Y es que sin saberlo, Bea estaba garantizándose una ayuda que la sacaría de apuros en más de una ocasión.

Ya hasta mi teléfono se conecta solo al Wifi, me da vergüenza, pero ya soy fan de El Pilar — menciona riendo.

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Bea ya se conoce el protocolo, llega con la recepcionista con el carné de La Bene, el del seguro y su DPI en mano.

Sebastián también siente la misma sensación de seguridad en el hospital. Desde niño ha atravesado rotavirus, una operación de la nariz, bronconeumonías; fracturas y esguinces en su adolescencia por el fútbol, y en cada ocasión ambos se han sentido bien recibidos y atendidos con especial cariño.

Bea recuerda con nostalgia a su hijo pequeño mirando las instalaciones tan bonitas, los murales; jugando en las áreas de juego, con los videojuegos, o pintando con las enfermeras que siempre estaban al pendiente de él; y entre sus recuerdos guarda un cuaderno didáctico para rellenar que le brindó el hospital y que le ayudó a su hijo a comprender por qué estaba ahí y qué iba a pasar. Todo lo que un niño necesita para organizar su experiencia y sentirse seguro.

Pero su hijo no es el único que se ha visto beneficiado, Bea es una mujer que cuida mucho su salud y asegura que ser socia de La Bene tiene mucho que ver con ello. Cada año se realiza sus chequeos de rutina, es algo que para ella es importante y tiene como prioridad, pero es consciente de que si no fuera por el apoyo económico que le otorga La Bene probablemente no sería así.

El Pilar es su hospital familiar, asegura que su mamá tampoco iría nunca a otro lugar y cuando otros familiares suelen llamarla para preguntarle a qué médico ir no duda en recomendar a los que conforman su red. Confía en la excelente capacitación de cada uno de los médicos y en su experiencia siempre sale de la consulta o la emergencia con una sonrisa. ¡Y ni qué hablar de los beneficios en pandemia! Cuando el laboratorio LAB&GO le facilitó cada una de las pruebas de Covid-19 para no quedarse con la duda ante un posible contagio y tras su único positivo su médico de cabecera le brindó todo el apoyo necesario sin tener que salir de casa.

“Cuando eres mamá y algo le sucede a tu hijo, te sueles preguntar: ¿qué tan grave es? ¿Es necesario llevarlo a emergencias?
Gracias a La Bene ya no me hago esas preguntas. Voy para sentirme segura, tengo la confianza de no dudarlo, de solo tomar la decisión”.

“El mejor regalo que me ha dado La Bene ha sido su red de médicos”.

“Los beneficios por ser parte de La Bene son muchísimos: lo que pagas vs. lo que recibes, la red de médicos capacitados para acompañarte en lo que sea que necesites, el apoyo en cuanto a porcentaje a pagar de la cuenta y el trato, esa confianza que te brinda todo el personal por ser de La Bene”.

Actualmente, a su hijo le quedan 7 años como beneficiario, pero Sebastián y ella lo tienen claro: “Al cumplir sus 25 años, se hará socio de La Bene”.

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Tumor

ya no estás ahí

LA HISTORIA DE CLAUDIA , SOBREVIVIENTE DE CÁNCER DE MAMA

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El diagnóstico de cáncer siempre te mueve el piso — dice Claudia Muñoz, esposa y mamá de dos hijas. Claudia fue diagnosticada con cáncer de mama a sus 47 años, cuando en diciembre del 2021 se realizó un chequeo de rutina que por la exhaustiva pandemia llevaba un tiempo aplazando.

Un par de meses antes me sentí una pequeña protuberancia al lado de la costilla, pero pensé que era porque venía haciendo mucho ejercicio. Me dije: ¡Estoy tan delgada que hasta me siento las costillas! — ríe al recordarlo. ¿Cómo es que desconocemos tanto del cáncer? ¿Cómo es que pensamos que puede ser cualquiera menos nosotros mismos a quien le toque?.

Recuerdo justamente preguntarle a mi ginecóloga sobre las probabilidades de tener cáncer para las mujeres que no tenían hijos y ella me cortó de golpe: “Silencio. Estoy tocando algo que no me gusta”. Y ahí comenzó todo.

Primero llegó la negación: “No puede ser. Yo tengo dos hijas, yo amamanté. Nunca utilicé métodos anticonceptivos, hago ejercicio, no fumo, mantengo una dieta balanceada, ¿por qué a mí?”.

No era posible. Toda su vida pasó frente a ella en cuestión de segundos, sus prioridades se acomodaron y en lo único que podía pensar era en sus hijas de 9 y 15 años. Dios, realmente quiero verlas de adultas — rezó.

Sabía que la palabra cáncer daba miedo, lo sentía en su cuerpo y por ello decidió no decir nada a su familia hasta no tener claro el diagnóstico.

Pero todo fue tan rápido, cuestión de días, para que los médicos le aclararan el panorama: tenía 95% de probabilidades de tener cáncer.

“Fue como ponerme la muerte al frente”.

Claudia es una persona radical y retadora, así se define a sí misma. Con el miedo y la incertidumbre por el futuro encima se planteó: “Sí, tengo cáncer. Y ahora, ¿cómo lo afronto?”.

El primero en conocer su diagnóstico fue su papá, quien vive en Colombia, su país natal, y también lucha contra el cáncer. Junto a su familia, sus hijas y su esposo en Guatemala; y el resto de su familia en Colombia, emprendió entonces su propia lucha un día a la vez.

El tiempo no la hizo esperar y el 2 de febrero se encontraba en el quirófano donde los médicos le pusieron la difícil

decisión en sus manos: podían retirar únicamente el pequeño tumor o realizar una mastectomía completa. Hasta ese momento la biopsia había demostrado que su cáncer era “rarísimo, pero tranquilo”, sin embargo, ella optó por la mastectomía.

“Los médicos trataron de convencerme, pero tomé la decisión correcta. Al despertar de la operación me vi y pude decir: Tumor, ya no estás ahí, ya te fuiste”.

A veces nuestro instinto es el más sabio. Cuando los médicos realizaron la biopsia completa le dieron la noticia de que el tumor era más invasivo y agresivo de lo que creían al inicio. Claudia sintió una oleada de temor, sabía lo que eso significaba: quimioterapia. La historia no había terminado. Fue así como llegó al Hospital El Pilar.

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“El doctor es un súper ángel, me llevó de la mano en todo el proceso”.

Si la palabra cáncer asusta, la palabra quimioterapia no hizo más que aumentar los niveles de preocupación de toda su familia. Pero, en sus palabras, la quimioterapia no fue agresiva, pues su cáncer se encontraba en Fase I B (un tumor de tamaño pequeño, 1.2 cm al momento de la extracción, que respondía a hormonas). Además, el equipo médico y las instalaciones le brindaron la seguridad y comodidad que necesitaba.

Fue muy gracioso —cuenta—, tras la primera quimioterapia mi esposo me preguntó: “¿Qué sentís?” y yo respondí “nada”. Preocupada le escribí al doctor, que había creado un chat y estaba pendiente de mí a diario, porque creía que no había funcionado la quimio, pero los efectos se hicieron presentes al día siguiente.

Y aunque el resto del camino no fue fácil, su valentía y ganas de vivir la mantuvieron de pie. Mi cabello comenzó a caerse a las dos semanas de iniciada la quimioterapia y decidí cortármelo todo.

Le encontré el gusto, no fue algo que me afectara realmente. Me adelantaron la menopausia, me mataron los ovarios a la fuerza por seguridad. Los calores son lo peor, pero trato de no ponerles atención. Mi mayor lección es “vive tu vida” — dice con una sonrisa y su cabello corto que ha dejado crecer.

Afrontar el cáncer es un trabajo de equipo, no se vive solo. El paciente, el doctor, las enfermeras y la familia completa se ven involucradas de distintas maneras.

Claudia tuvo la fortuna de encontrar en el hospital y en su hogar el equipo que necesitaba para hacerla sentir segura y sobrellevar su enfermedad.

Hoy, 9 meses después de que todo inició, festejó que sobrevivió a las quimioterapias y se encuentra libre de cáncer. Y aunque la anhelada remisión tiene que esperar, pues como sus doctores le han dicho: “sigues siendo paciente 5 años después del diagnóstico”, Claudia vive su vida día a día acompañada de sus pastillas que le recetó el médico y pensando siempre de forma positiva.

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En la fotografía: Claudia, acompañada de su esposo Edgar y sus hijas Paula Daniela y María José.

El cáncer te cambia. A Claudia la ha hecho más consciente y perceptiva, trata de leer y escuchar más las luchas de las personas. ¿No es esta una forma de cambiar el mundo? Su misión de vida siempre ha ido encaminada a buscar el bienestar de las personas y ahora tiene la clara intención de visibilizar a las personas el cáncer. Hablar sobre él, convertirlo en un tema cotidiano, porque así lo viven miles de personas, incluida ella.

“Sé que desafortunadamente miles de mujeres no tienen la posibilidad del apoyo que yo tuve. Por eso me siento afortunada por el tiempo tan corto de manejo que tuvo mi proceso, solo puedo decir gracias.

gracias,gracias”.

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Isabel Velásquez
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TIENES CÁNCER Y ERES ¿LO IMAGINAS? AL alérgica tratamiento

“Nuestro cuerpo busca la manera de ser salvado”.

Lisbeth inició con dolores abdominales dos meses antes de acudir con un médico. Cuando finalmente fue, el gastroenterólogo que palpó su abdomen, ya para entonces muy abultado, le indicó que no procedería con un chequeo más exhaustivo por su parte ni le recetaría medicamentos, era necesario realizar exámenes y un ultrasonido de manera urgente. El ultrasonido estaba programado para el día siguiente, pero el dolor empeoró esa misma tarde y comenzaron los calambres en las piernas que la hicieron llegar a la emergencia del hospital.

La mañana del ultrasonido programado estaba ingresando a quirófano para que le retiraran la matriz y sus dos ovarios debido a unos quistes. “Vas a quedar como nueva” le dijo el médico. Entró confiada, pero mientras la anestesia la adormecía por completo, escuchó al cirujano decir: “Llame a la hija, necesitamos una autorización (…) Tenemos un CA de ovario, es urgente”.

“En ese momento tuve mucho miedo. Esa mujer que toda la vida había sido valiente y que había enfrentado tantas situaciones difíciles, se desmoronó”.

Al despertarse de la cirugía y llamar a su hija confirmó su diagnóstico: cáncer de ovario en etapa 3, casi llegando a etapa 4. Así comenzó el camino que nunca esperó recorrer, pero siempre temió. Su madre había muerto de cáncer. Lo que Lisbeth no sabía era que su trayectoria contra la enfermedad traería complicaciones que jamás hubiese imaginado.

Los tumores de 12x12 y 10x10 cm, uno en cada ovario, ya habían comenzado a salirse de su lugar. La quimioterapia debía iniciar de manera inmediata y así fue.

20 gotitas. Eso bastó para que sintiera cómo su cuerpo rechazaba el medicamento. Sintió un golpe en el pecho y en los pulmones, su boca se puso seca. No sabía lo que le estaba

pasando, pero definitivamente algo no estaba bien y el miedo se apoderó de ella. “Creí que me iba a morir. Se me estaba saliendo el corazón del pecho”.

35 minutos después salió con ronchas en todo el cuerpo y la sensación de haberle ganado a la muerte, pero con la incertidumbre de si a la próxima quimioterapia lo haría. Para la segunda los síntomas se agudizaron, tuvieron que quitarle el medicamento y pasó dos meses y medio sin quimioterpia.

“Tuve que prepararme a mí y a mis hijas. Compramos un seguro funerario; comencé a heredarles mis cosas y les dije cómo quería que me vistieran y me maquillaran si me moría. Incluso compramos una peluca”.

La tercera quimio probaron con un nuevo medicamento que el oncólogo le garantizó que nunca le había dado alergia a nadie. Resultó ser el más tóxico de todos. Sin saber cómo, porque tuvieron que dormirla, logró terminarla. Pero al despertar el médico le indicó que no podían seguir intentando. Lisbeth, sabiendo que no podía seguir retrasando más su tratamiento, pidió probar otro, pero la respuesta fue contundente:

“No quiero entregarle el cadáver a su hija, la próxima vez su corazón va a sufrir”.

Efectivamente, su corazón y sus riñones sufrieron daños por las tres quimioterapias que le habían realizado. Comenzó entonces la búsqueda de alergólogos que pudieran ayudarla, pero de cada uno obtuvo la misma respuesta: no trataban ese tipo de alergias.

El calvario de Lisbeth vio su fin cuando su oncólogo la remitió al Hospital El Pilar, donde su colega, la Doctora Vega, le devolvería la esperanza gracias a un procedimiento llamado desensibilización.

La desensibilización consiste en administrar al paciente por vía intravenosa la dosis terapéutica prescrita por el oncólogo en

pequeñas cantidades, incrementándolas de forma progresiva hasta conseguir la tolerancia a la alergia. “Es una técnica de alto riesgo porque se expone al paciente a un fármaco al que ha presentado hipersensibilidad” menciona la Doctora. En otros países, como en España, donde ella se formó, este procedimiento es habitual. En Guatemala es la primera vez que se realiza.

Lisbeth tuvo que reiniciar su tratamiento en El Pilar debido a que todas sus quimioterapias anteriores habían sido irregulares. Pero desde la primera desensibilización, en el intensivo, toleró el medicamento. Las reacciones y complicaciones son cosa del pasado, su marcador tumoral ha bajado y su penúltima quimioterapia ya no fue en el intensivo.

estoy viva gracias a que llegué aquí”.

Las quimioterapias son ahora un momento donde Lisbeth recupera la fe y tiene la esperanza de que todo va a estar bien. “Es un día que me gusta” dice al contar la relación de confianza que ha generado con sus médicos y las enfermeras y lo consentida que se siente al poder recibir el tratamiento en una camilla, porque no soporta sentarse en una silla café, trauma derivado de sus experiencias anteriores. Además —añade—, la comida del hospital es muy rica.

Hoy Lisbeth se encuentra agradecida con la vida y con Dios por haberle dado una oportunidad y ponerla en el camino indicado con médicos que supieron encontrar su afección y pudieron tratarla. Cuenta su historia con la esperanza de que otras personas que se encuentren en la misma situación —pues asegura que durante sus primeras quimios vio a otros pacientes sufriendo al igual que ella— sepan que existe la desensibilización y que puede salvarles la vida. De no ser por este procedimiento, su historia no sería la misma.

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El cuerpo es el primero en saber cuando hay algo mal y lo manifiesta. Si no lo escuchamos, probablemente grite hasta que le prestemos atención.
“Yo

Cada minuto cuenta

¿SABES CÓMO

IDENTIFICAR UN STROKE ?

Imagina que estás en una reunión con amigos. Todos los presentes están compartiendo amenamente una deliciosa comida, entablando una conversación; algunos bromean, otros ríen, todos parecen estar saludables y felices. De pronto, de un momento al otro, sin previo aviso, uno de los invitados parece no estar bien. La mitad de su cara ha perdido la movilidad, no puede mover un brazo y trata de comunicarse, pero nadie consigue entenderle.

Estos son los tres síntomas cardinales de un ataque cerebrovascular – lo que coloquialmente se conoce como un derrame cerebral–. Ocurre debido a que el riego sanguíneo se interrumpe a cualquier parte del cerebro. Existen dos tipos de ataques cerebrovasculares; uno provocado por una arteria tapada, lo que sería una hemorragia cerebral, y otro en el que una arteria se rompe, provocando así un infarto cerebral.

Una de sus características principales es que consiste en un cuadro súbito, no hay una forma de preveer que va a ocurrir, por lo que es de vital importancia reconocer los síntomas y acudir a emergencias lo más pronto posible.

“La ventana terapeútica en un caso de ataque cerebrovascular es muy corta, de 4.5 horas” – menciona el Neurólogo José Barrientos.

El Dr. Barrientos desde hace dos años ha sido parte de la implementación del Código Stroke, que consiste en una serie de pasos ordenados para atender a un paciente con la rapidez que lo necesita.

Esta implementación ha requerido capacitar al personal del hospital – desde el guardia de seguridad de la emergencia hasta las enfermeras y el personal médico – para que todos sepan identificar los síntomas de un ataque cerebrovascular. A partir de ese momento todos hablan el mismo idioma para actuar rápidamente y destapar la arteria, buscando así la recuperación del paciente. Aunque la efectividad del código depende mayormente del tiempo en que este se tarde en llegar al hospital y de la gravedad de su caso.

El Hospital El Pilar cuenta con modernas instalaciones y tecnología de primer nivel para brindar la atención sanitaria integral y la rehabilitación que el paciente necesita en estos casos. Y actualmente se encuentra en proceso de certificación internacional para avalar que su implementación del Código Stroke funciona.

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Conoce la estrategia mano

cara

Debilidad o falta de movilidad en la mitad de la cara

Falta de movilidad en una mano, brazo o pierna

leDificultad para comprender

el lenguaje

on

Dale “ON” al teléfono y llama a emergencias inmediatamente

Cuando se trata de un infarto cerebral, el tiempo es valioso, ya que por cada minuto que deja de llegar oxígeno al cerebro se pierden aproximadamente 2,000,000 de neuronas, por lo que es una enfermedad que debe ser tratada de forma inmediata, porque de ello dependerá su recuperación.

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El programa de Rehabilitación Cardíaca consiste en una intervención multidisciplinaria que tiene como objetivo el fortalecimiento de las condiciones cardíacas, físicas, mentales y sociales para que los pacientes con enfermedades cardiovasculares y cardiorrespiratorias o pacientes con alto riesgo cardiovascular recuperen las condiciones para reincorporarse a sus actividades cotidianas de la manera más saludable posible.

El Cardiólogo con alta especialidad en Rehabilitación Cardíaca realiza una adecuada estratificación del riesgo cardiovascular y formula una prescripción del entrenamiento físico, el cual será supervisado de manera presencial por el equipo multidisciplinario en cada sesión de entrenamiento. Además, el paciente es valorado por una nutrióloga quien realizará una antropometría basal, con la cual se formulará una dieta cardiosaludable.

Una psicóloga realiza una consulta clínica para el asesoramiento de reducción de niveles de estrés, ansiedad, cese de tabaquismo y todo lo que concierne a la salud mental.

La estructura del programa inicia con una valoración médica por el cardiólogo rehabilitador, el fisioterapista, la nutrióloga y la psicóloga, tras lo cual se realiza una prueba de esfuerzo idealmente cardiopulmonar. Con estos elementos se realiza el diseño del programa individualizado de cada paciente de acuerdo con sus condiciones clínicas.

En promedio, el programa tiene una duración de cuatro semanas, con una sesión de entrenamiento al día, tres días a la semana. Al finalizar el programa, se realiza una nueva valoración cardiológica para establecer las ganancias y realizar la prescripción individualizada del entrenamiento domiciliario.

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Cada sesión de entrenamiento consiste en treinta minutos de ejercicio aeróbico y treinta minutos de ejercicio de fuerza, con monitoreo cardiorrespiratorio continuo bajo la supervisión presencial del cardiólogo rehabilitador para asegurar las ganancias dentro del programa.

El paciente cumple una adecuada dosis de entrenamiento, asegurando una frecuencia, tiempo, tipo de ejercicio, intensidad que asegure las ganancias con margen de seguridad, volumen de entrenamiento, densidad y progresión que permita alcanzar un adecuado fitness cardiorrespiratorio.

En términos generales todos los pacientes tienen ganancias, unos en mayor medida que otros.

El paciente logra mejoría en el fitness cardiorrespiratorio, en su: capacidad física, fortalecimiento del sistema cardiovascular y muscular, mejoría en la calidad de vida, mejoría en la sexualidad, mayor eficiencia en su sistema energético, mejoría en la regulación de la glucosa y colesterol, reducción de la fragilidad, con lo que es reincorporado a su vida cotidiana de la manera más cardiosaludable posible. Se reduce de manera importante el riesgo cardiovascular, las rehospitalizaciones y en algunas ocasiones la polifarmacia (alta cantidad de medicamentos prescritos). Además de esto, el paciente logra ahorro económico a mediano y largo plazo acompañado de mayor calidad y tiempo de vida.

Con lo anteriormente descrito, este programa tiene el mayor grado de indicación médica por las sociedades de cardiología a nivel mundial.

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Los pacientes ideales para ser incluidos en este programa son aquellos con afecciones cardiovasculares, como ejemplo: quienes han tenido infarto agudo de miocardio, cateterismo cardíaco, cirugía cardíaca, insuficiencia cardíaca, portadores de marcapasos, pacientes con secuelas de COVID-19, disautonomía, cardiopatías congénitas o aquellos pacientes que deseen reducir su alto riesgo cardiovascular, mejorar su fitness cardiorrespiratorio y de esa forma evitar enfermedades crónico-degenerativas.

La Cardiología Deportiva es la rama de la medicina que se encarga del estudio cardiovascular de pacientes que practican deporte de alto rendimiento o competitivo. Idealmente el deportista debe llevar seguimiento médico y evitar efectos deletéreos del deporte de alta intensidad.

Los pacientes de mediana edad que deseen iniciar un deporte competitivo o de alto rendimiento también deben ser evaluados para que la práctica deportiva sea de la manera más segura posible. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares pueden realizar deporte incluso competitivo con margen de seguridad, siempre y cuando hayan completado un Programa de Rehabilitación Cardíaca.

Cardiólogo-Ecocardiografista

Rehabilitación Cardíaca y Cardiología Deportiva Medicina Interna

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Dr. Róbinsson José Vásquez Orozco

Un Deportista corazon DE

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Enrique Blas es un atleta de alto rendimiento que ha dedicado su vida al deporte de la pelota vasca, más conocido como frontón, originario de España. Ha participado en dos campeonatos mundiales –uno en 2006, en México, donde ganó el 5º lugar– y en un Juego Panamericano, también obteniendo el 5º lugar.

A sus 66 años continúa practicando mínimo 3 veces por semana alrededor de 3 horas, no ha parado nunca desde que tocó la pelota a los 15 años.

Por ello el infarto que tuvo a sus 60 años fue desconcertante tanto para Blas como para su médico: “Vos sos el último que tendría que estar aquí con la vida que tenés” recuerda que le dijo su amigo y doctor de toda la vida. Tras esa primera falla cardíaca le fue colocado un stent –pequeño tubo de malla de metal que se expande dentro de una arteria del corazón– y todo volvió a la normalidad.

Pero después de un infarto aprendes a escuchar a tu corazón y sus señales, a no exigirle cuando te está avisando que algo no está bien. 6 años después de su primera intervención comenzó a sentir una presión en el pecho y falta de aire que aunque se le quitaba a los pocos minutos se volvió recurrente durante sus entrenos.

Después de algunos estudios aún no del todo concluyentes, Blas se sometió a un segundo cateterismo para encontrar de dónde provenía el problema y resolverlo cuanto antes.

Salió de cirugía con un diagnóstico certero, pero sin solución. Tenía una arteria tapada por calcificación. Esto significaba que no se podía realizar el mismo procedimiento que la primera vez, pues bajo el sitema de cateterismo tradicional no podían romper el tapón y reestablecer el flujo de sangre. Sin embargo, el Dr. Illescas, cardiólogo especializado en

Francia y México, le devolvió la esperanza y le aseguró poderle realizar el procedimiento que necesitaba.

La aterectomía rotacional es un procedimiento que elimina las obstrucciones existentes en las arterias coronarias y para el cual se utiliza un rotablador –por lo que el procedimieno también suele llamarse rotablación–, que es un dispositivo basado en una pequeña oliva impregnada en partículas de diamante que tiene una rotación de 180,000 revoluciones por minuto y es capaz de pulverizar la obstrucción respetando las estructuras de la arteria.

Este procedimiento no se había realizado en Guatemala con el nivel de complejidad que implicaba el caso de Blas, lo cual le fue notificado y lo hizo analizar junto con su familia sus opciones. “Que te digan, en pocas palabras, que te tienen que barrenar el corazón no es bonito”. Sabía que la rotablación implicaba grandes riesgos, pero por primera vez en Guatemala se encontraba un médico que sabía realizarlo y en el Hospital El Pilar contaban con el equipamiento necesario.

“Sabía de los riesgos, pero también sabía que mi corazón en ese momento era una bomba de tiempo. Dije: Aquí se alinearon las estrellas, se puede hacer aquí”.

Al entrar a quirófano el sábado 16 de julio a las 7:00 am, Blas contó a 9 personas; incluidos un técnico para armar y controlar el rotablador y el Dr. Félix Damas, ambos de México.

“Si aquí hay un equipo multidisciplinario de 9 personas, donde cada quien sabe perfectamente lo que tiene que hacer y las 9 personas están enfocadas en mí, esto es humanamente todo lo que se puede hacer”.

Tras salir de la operación fue llevado al intensivo, el lugar de los “héroes desconocidos” según Blas, que recuerda a Feliciana; una enfermera

muy amorosa y cuidadosa que estuvo siempre pendiente de él y a Byron; otro enfermero que –junto con la primera–, lo mantuvo arropado y contenido en un lugar que por sí mismo puede resultar tenso.

Han pasado 4 meses desde la rotablación del Sr. Blas, que en el primer momento que pudo le preguntó al doctor si iba a poder retomar el ejercicio.

estoy como si nada. He recuperado mi vida: el deporte”.

Tal y como le respondió en aquel momento su médico, sus fallas cardíacas proceden de problemas hereditarios, pero tras colocarle otros dos stents en la última cirugía su corazón ha vuelto a la normalidad. “Si no hubieras hecho deporte, tu primer infarto te hubiera dado a los 40 años y no estarías vivo. Lo que te ha permitido aguantar lo que te ha pasado, es el deporte que has hecho” fueron las palabras de su amigo doctor, quien tras un mes de recuperación le dio la autorización para volver a las canchas.

“Para mí jugar es como comer. Si me hubieran dicho que no podría volver a jugar me habrían matado” y por su pronta recuperación y la bendición que resultó todo su tratamiento hoy ve esta experiencia angustiante como una de mucho aprendizaje y agradecimiento hacia Dios y el hospital de su vida, El Pilar. Pues gracias a que es socio de La Bene desde sus inicios –ya que su padre fue uno de los socios fundadores–, pudieron realizarle el procedimiento que lo salvó.

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“Hoy

¿Cómo impacta La Bene en la vida de un espanol

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Pedro Marcet, nacido en Villa Real, España, tocó tierra guatemalteca a sus 25 años. Poco después, en 1988, tuvo su primer trabajo como Gerente de la Asociación Española de Beneficencia, lo que lo llevó por lógica a formar parte de La Bene como socio. Desde ese momento han transcurrido ya 34 años.

La Beneficencia ha impactado su vida en muchos aspectos, uno de ellos el ámbito de las relaciones interpersonales, pues asegura que la mayoría de sus amistades fueron forjadas entre las paredes del Hospital y el Club Español, a donde todavía asiste como actividad recreativa. Pero además, como logros profesionales, el ser parte de los inicios de lo que hoy en día es La Bene y el Hospital El Pilar, lo ha llenado de satisfacción.

Ser miembro de la junta directiva fue algo que deseaba hacer y logró para ayudar a otros españoles recién llegados al país a su adaptación, uno de los objetivos de La Bene. Y tal es su sentido de vocación a lograr y mantener vivo ese objetivo, incluso estando retirado, que Marcet asegura que trata de utilizar los beneficios de La Bene en el hospital lo menos posible.

Beneficencia es mucho más que un seguro médico”.

Sin embargo, el hospital ha sido su hogar en muchos momentos y se ha sentido como en casa en cada uno de ellos. Sin duda alguna, como para todos los españoles, para Marcet ha sido una tranquilidad y una ayuda económica en casos de emergencia, como una vez cuando asegura que el hospital con su red de médicos le salvó la vida. “Si el hospital tiene un fan, ese soy yo” –dice feliz con su gran sentido del humor, dos cualidades que lo caracterizan.

Pues enfatiza que la ayuda debe ir dirigida primordialmente a aquellos españoles sin recursos, como una forma de impulsar planes de ayuda mutua.

“No quiero ser una carga para el hospital, por eso tengo un seguro privado”.
“La
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España en tu mesa

Ingredientes

12,5 lb de cordero 1 chile pimiento 1 lb de tomate ciruelo 1 lb de cebolla blanca

0,18 lb de ajo 2,5 lb papa súper 1 litro de vino tinto Sal y pimienta

Paso a paso

Cortamos el cordero en trozos no muy grandes, salpimentamos y sellamos en una sartén bien caliente con un poquito de aceite vegetal. Cuando ya esté bien sellado el cordero, desglasamos con el vino tinto, cubrimos de agua y dejamos cocinar a fuego lento aproximadamente 1 hora.

Luego hacemos un sofrito con los vegetales picados: ajo, cebolla, chile pimiento y tomate.

Cuando ya esté el sofrito, apartamos la mitad, la otra mitad se la incorporamos al cordero.

Con la mitad que reservamos, la metemos a la licuadora y también incorporamos a nuestra caldereta las papas. Las pelamos y cortamos en trozos medianos.

Cuando al cordero le falte 20 minutos, agregamos las papas, dejamos cocinar, probamos que la carne esté tierna ¡y listo para disfrutar!

2,5 lb de lomito 1,25 lb de queso mozarella 0,6 lb de jamón serrano 0,5 lb de pimiento del piquillo 5 huevos

1 lb de harina 2 lb de miga de pan 1 litro de aceite vegetal Sal y pimienta

Cortamos el lomito en medallones de 4 onzas.

A cada medallón le aplicamos un corte mariposa y aplastamos con un martillo de carne.

Una vez estirada ponemos dos rodajas de queso, una de jamón serrano y medio pimiento piquillo sal y pimienta al gusto y cerramos “el sobre”.

Salpimentamos por la parte de fuera y nos ponemos a empanar.

Usaremos tres recipientes (uno con los huevos, otro con la harina y el tercero para la miga de pan), pasamos nuestros cachopos por harina, huevo y miga de pan.

Los freímos en aceite caliente hasta que doren ¡y listo para disfrutar!

1 1 2 2 3 3 4 4 5 5 6 Paso
de
Cachopo
a paso
ternera
10 Porciones Ingredientes
Caldereta de cordero 10 Porciones

Arroz

negro

5 Porciones

Paso a paso

Hacemos un sofrito con el ajo, cebolla y chile pimiento, dejando la mitad en nuestra olla. La otra mitad la vamos a licuar.

Cuando el sofrito esté listo, dejamos caer el fondo de pescado y dejamos caer también lo que licuamos.

Por otro lado, cortamos las tubas de calamar en cuadros de una pulgada aproximadamente y agregamos al fondo.

En nuestro fondo agregamos la tinta, sal y pimienta al gusto y dejamos cocinar durante 20 minutos a fuego lento ¡y listo para disfrutar!

Ingredientes

2,5 lb de calamar tuba 7 sobres de sopa de tinta de calamar 0,12 lb de ajo 1,5 lb de cebolla blanca 1,5 lb chile pimiento 2 litros de fumet de pescado Sal y pimienta

Pulpo

a la gallega

6,25 lb de pulpo fresco 2,5 lb de papa 0,4 litros de aceite extra virgen 1 litro de aceite vegetal Pimentón en polvo Escamas de sal

Paso a paso

Ponemos una cazuela grande al fuego con agua, no añadimos sal.

Cuando rompa a hervir añadimos el pulpo, lo cogemos por la cabeza y «lo asustamos».

Cocemos el pulpo durante unos 35-40 minutos a fuego medio dependiendo del tamaño; hay que pincharlo de vez en cuando para ver como está de duro.

Mientras está cociendo, pelamos, lavamos y troceamos las patatas a la mitad.

Cuando acabemos de cocer el pulpo lo dejamos reposar unos minutos y luego lo sacamos a una fuente. En la misma agua echamos las patatas y cocemos durante 15 minutos.

Cortamos el pulpo con unas tijeras de cocina, las patas en trozos de 1 cm de grosor.

Lo servimos en plato de madera con una base de patatas.

Salamos con sal gorda, espolvoreamos con el pimentón (picante o dulce) y rociamos con un poco de aceite de oliva extra virgen ¡y listo para disfrutar!

1 2 3 4
3 4 5
7
1 2
6
8 5 Porciones Ingredientes

5 lb de rabo de toro

litros de vino tinto

lb de cebolla blanca

lb de zanahoria 1 lb de tomate ciruelo

sobres de sopa de cola de res Sal y pimienta

lb de ajo

lb de bisque de camarón

Paso a paso

Ponemos el rabo en una olla y le ponemos el vino tinto. Dejamos reposar en el frío toda la noche.

Los vegetales los cortamos en medias lunas delgadas.

En una sartén bien caliente y unas gotas de aceite vegetal vamos sellando los vegetales a manera que tomen un color bien dorado.

Cuando ya estén sellados, le ponemos un poco del vino que tiene nuestro rabo.

La cola de res y todo va a la licuadora y reservamos.

En una sartén bien caliente sellamos el rabo y vamos desglasando con el vino.

Cuando esté todo sellado, cubrimos de agua y dejamos cocinar aproximadamente 5 horas a fuego lento.

Cuando haya pasado este tiempo y el agua haya reducido, agregamos nuestra salsa reservada.

Incorporamos todo, salpimentamos, dejamos hervir 15 minutos ¡y listo para disfrutar!

Ponemos un sartén con unas gotitas de aceite vegetal y doramos nuestra pasta.

Reservar los vegetales cortados en cuadritos y el ajo picado.

Reservamos los mariscos pelados y cortados en trozos.

Ya que tenemos todo listo, ponemos una paellera al fuego y agregamos: aceite, ajo y los vegetales. Hacemos un buen sofrito, agregamos el bisque de camarón y azafrán.

Luego, dejamos que rompa a hervir por unos 5 minutos, salpimentamos y agregamos la pasta y dejamos cocinar por 5 minutos más.

Ahora incorporamos el marisco 4 minutos más en el fuego ¡y listo para disfrutar!

No dejemos secar la pasta para que nos quede jugoso.

1 2 3 4 5 0,5
0,5
0,5
0,6
Fidedua 6 Porciones Ingredientes 0,25
0,12
1
1,1
Paso a paso
lb de mejillones
lb de calamar tuba
lb de camarón pelado
lb de camarón U10
lb de chile pimiento
lb de pasta fideuá Azafrán
Raboestofado 5 Porciones Ingredientes 1 2 3 4 5 6 7 8 9
0,25
1
1
2

Leche frita

1 litro de leche entera líquida

6 huevos

0,8 lb de harina

0,25 lb de azúcar

1 raja de canela

catalanaCrema

0,25 lb de azúcar

0,1 lb de maicena 1 raja de canela

Paso a paso

Poner al fuego una olla con medio litro de leche, canela y azúcar.

El otro medio litro de leche la mezclamos con 6 huevos y 0,30 lb. de harina.

Luego incorporamos las dos mezclas y llevamos a fuego lento por 40 minutos, hasta que se forme una masa que desprenda de la olla.

En un molde ponemos unas gotas de aceite vegetal y vertemos la mezcla.

Dejamos reposar la mezcla en el congelador por toda la noche. Desmoldamos y cortamos en cuadros.

Ponemos 0,50 lb. de harina en un bowl, 5 huevos batidos en otro y una sartén con 1 litro de aceite vegetal a fuego medio.

Hacemos un rebozado con nuestra leche y doramos los cuadros de ambos lados en aceite.

Finalmente, esparcimos un poco de canela en polvo, azúcar ¡y listo para disfrutar!

Paso a paso

Comenzaremos cascando los huevos y separando la yema de las claras.

En una olla ponemos medio litro de leche al fuego con azúcar y canela hasta que rompa a hervir.

Por otra parte en un bol mezclamos la maicena, añadimos las yemas batidas y unimos todo con unas varillas.

Cuando la leche rompa a hervir vertemos la mezcla de yemas, azúcar y maicena y a fuego medio durante 15 minutos y sin parar de remover con una varilla.

Dejamos enfriar sin tapar y espolvoreamos con el resto del azúcar que habremos repartido entre nuestras cremas.

Requemamos con un soplete de cocina hasta que el azúcar se caramelice. Servir fría ¡y listo para disfrutar!

1 1 2 2 3 3 4 4 5 6 5 6 7 8
1/2 litro de leche entera líquida 6 huevos
5 Porciones
10 Porciones
Ingredientes
Ingredientes

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