Historia con ortografia, dieresis

HISTORIAS CON ORTOGRAFÍA Diferencia

(uso de la diéresis)

CURSO 2.012 - 13

Alumn@s de 3º de EP CEIP SAN JUAN BOSCO – San Carlos del Valle

Diferencia

(uso de la diéresis)

La diéresis (ü) se pone sobre la vocal u de las sílabas “gue” o “gui” cuando queremos que la u se pronuncie: pingüino, cigüeña

LOS JUGUETES VERGONZOSOS José Campillo Mateos - Cáceres UN SEÑOR MUY BUENO

Ramón Kevin López Armas

EL ESCURRIZÓN Lorena Martínez Artesero LOS JUGUETES VIVOS

María Mateos de la Higuera Torrijos

EL TANQUE DE LA HIGUERA

Alvaro Soler Alvarez

UN JUGUETE NUEVO María Teresa Torres Torres LA TRAGEDIA VOY A LONDRES

Ainhoa Torrijos Torres Alfonso Vinuesa Delgado

PALABRAS CLAVE juguete, higuera, vergüenza y paragüero

LOS JUGUETES VERGONZOSOS

Había una vez dos juguetes que eran un rey y una reina. Los reyes tenían una higuera que siempre tenía higos. Los juguetes siempre se escondían bajo la higuera porque les daba vergüenza que los viera la gente.

Un día el rey iba corriendo y se choco con un paragüero. Era tan bonito como un campo lleno de flores y no se enteró del golpe de lo hermoso que era.

José Campillo Mateos-Cáceres

UN SEÑOR MUY BUENO

Una vez en Inglaterra, en la juguetería de Persie, vendían juguetes de autobuses, pistolas, aviones, coches, balones y hasta chucherías.

Un día fueron a comprar juguetes unos niños pobres, entonces Persie les dijo que para comer, les daba su higuera. Pero para eso tendrían que ir a Francia, París. A los pobres les dio vergüenza por su gran obra de caridad, hasta les regaló los pasajes.

Cogió su coche y fueron al aeropuerto, su vuelo salía a las doce y eran las once y cincuenta y ocho minutos. Justo cuando se tenían que ir les dio un paragüero muy bonito para que metieran los higos y llegaron a Francia a las nueve de la noche, el hijo se apuntó a un campeonato de coches y al final vivieron felices.

Ramón Kevin López Armas

EL ESCURRIZÓN Ayer fui a una tienda de juguetes. Había muchísimos pero el que más me gusto fue un peluche que tenía forma de higuera. Mi mamá lo compró y nos fuimos a mi casa.

Al bajar del coche me escurrí y me caí con el paraguas porque estaba lloviendo. Yo parecía un mono que se había caído de un árbol. Pasé a mi casa y dejé el paraguas en el paragüero.

Al volverme estaban mis amigos porque era mi cumple y yo, como iba empapada de agua, me dio una vergüenza terrible y me puse colorada como un tomate.

Lorena Martínez Artesero

LOS JUGUETES VIVOS

Erase una vez unos juguetes que vivían en un paragüero, eran muy malos menos uno que tenía mucha vergüenza.

Entonces se fueron de aventuras a una higuera. .Allí vieron a un humano y el líder de los juguetes le dio una patada a un niño y se creía que le había hecho cosquillas.

Luego se encontraron con una bruja que era muy buena, tan buena como las hadas mágicas. La bruja les ayudó a seguir sus aventuras.

María Mateos de la Higuera Torrijos

EL TANQUE DE LA HIGUERA

En una higuera había colgado un tanque de guerra. También tenía un paragüero. Un niño que pasaba por allí se moría de vergüenza al ver el tanque porque disparaba bolas igual que su padre recoge uvas.

Había pensado llevárselo a su casa pero tenía muchos juguetes y no podría meter el tanque en ningún sitio.

Alvaro Soler Alvarez

UN JUGUETE NUEVO

Una vez se me rompió un juguete y tuve que ir a la tienda, pero estaba lloviendo. Cogí un paraguas del paragüero y me fui a comprarlo.

Por el camino vi una higuera, tenía las hojas tan verdes como la piel de una pera. Me dio mucha vergüenza entrar a la tienda porque había mucha gente.

María Teresa Torres Torres

LA TRAGEDIA Erase una vez donde existía una higuera y siempre bajo ella había un paragüero mágico que te llevabas un paraguas y salía otro.

El paragüero tenía cara, por lo cual su vergüenza cada vez era más extrema. Allí vivía una niña llamada Tenebrosa con muchos entretenimientos como juguetes y los llamaba “Juguetes de Tenebrosa”. La mayoría eran tan lilas tan lilas como un calcetín.

Un día se destruyeron los troncos de la higuera pero menos mal que sus juguetes no estaban ahí, ella se pegó un susto al venir de Haway, luego se calmó gracias a su siesta de todos los días o al menos así lo llama ella.

Ainhoa Torrijos Torres

VOY A LONDRES Hoy me he comprado un juguete en una juguetería de Londres que era tan naranja como la piel de una mandarina.

Al lado había una higuera con higos y me daba vergüenza cogerlos alrededor de la gente y mientras se me pasaba la vergüenza mi madre paso a comprar un paragüero azul a la tienda.

Alfonso Vinuesa Delgado

SAN CARLOS DEL VALLE

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DICIEMBRE DE 2.012