No. 1 / 8 DE FEBRERO DE 2014
ESPECIAL DE LA GUALDRA EN LA BERLINALE
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
La película The Grand Budapest Hotel, de Wes Anderson, abrió el pasado 6 de febrero la 64 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín. Anderson (Estados Unidos, 1969), además de dirigir y producir la cinta, escribió el guión basado en las historias de Stefan Zweig y en la cinematografía de Ernst Lubitsch.
ESPECIAL DE LA GUALDRA EN LA BERLINALE No. 1 / 8 DE FEBRERO DE 2014
La Berlinale
Día 1 (6 de febrero) Una vez más, La Gualdra tiene para ustedes las noticias más relevantes de uno de los festivales internacionales de cine más importantes del mundo, el de Berlín, también conocido como La Berlinale. Después de haber sido corresponsal del Festival de Cannes y el de Venecia el año pasado, ahora Carlos Belmonte viajó a Alemania para cubrir periodísticamente la edición 64 de este prestigiado festival. El Día 1 presenció la primera proyección, The Grand Budapest Hotel, del Dir. Wes Anderson; y el Día 2, además de ver la película Los Angeles, filmada en nuestro país y dirigida por Damian Harper, tuvo la oportunidad de realizar una entrevista exclusiva al director.
En este número además, encontrará la información relacionada con la manifestación realizada por la comunidad LGBT de Alemania, en el marco del festival, con la intención de pedir un alto a la homofobia. A la par de estas publicaciones, le recordamos que de lunes a viernes, Estéreo Plata en el 91. 5 de FM, estará transmitiendo las cápsulas informativas del día en su noticiero de las 6 de la tarde; y que la información puede ser consultada diariamente en el periódico La Jornada Zacatecas. Que disfrute su lectura. Comenzamos.
Por Carlos Belmonte Grey La Berlinale Este jueves 6 de febrero comenzó el 64 Festival Internacional de Cine de Berlín, La Berlinale, con la presentación del jurado oficial de la Competencia presidido por James Schamus y la exhibición de la primera cinta de la categoría estelar, The Grand Budapest Hotel. Desde el primer día de festival se puede constatar un hecho que ha estereotipado a Alemania: la organización del programa y un alto sentido del respeto. A partir de hoy y hasta el 16 de febrero caminaremos los alrededores de la Potsdamer Platz y el Berlinale Palast para visitar el mercado del cine, las proyecciones, las conferencias y presentaciones de cintas. Esperamos que esta nueva cobertura especial sea de su agrado y consigamos despertar un poco el ánimo por ver más y diferente cine.
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
El Gran Hotel Budapest abre la Berlinale Por Carlos Belmonte Grey
“Me gustaría que respondiera a eso si pudiera”, comentó entre bromas el actor Bill Murray, cuando en la conferencia de prensa para la presentación de la mega producción The Grand Budapest Hotel se le preguntó al director Wes Anderson cómo había conseguido dirigir a tantos primeros actores en una misma película y conseguir que se conformaran con aparecer unos breves minutos. La pregunta era obvia y la broma de Murray era una duda general,
escribió basado en las historias de Stefan Zweig y en la cinematografía de Ernst Lubitsch, se limitó a señalar con gracia lo emocionante que fue repartir los roles de los personajes entre tantas estrellas. Entre risas de la prensa, Murray sólo finalizó la respuesta con su impresión de lo que debió de costar movilizar a todo ese personal, “Porque, por ejemplo, yo pasé una semana en Londres y una semana en París, todo pagado, sólo para filmar 19 minutos”, aunque su aparición en la pantalla no llega a los 4.
pues se tiene en una misma cinta a tres premiados con un Oscar, Adrian Brody, Tilda Swinton y F. Murray; a los merecedores de una Palma de Oro, Léa Seydoux y Mathieu Amalric; al de un León de Plata, Harvey Keitel; y a los multipremiados Ralph Fiennes, Jude Law, Edward Norton, Owen Wilson, Tom Wilkinson, Bill Murray y Willem Dafoe. Un reparto algo espectacular, ¿no? Wes Anderson, quien además de dirigir y producir la cinta también la
Una caricatura The Grand Budapest Hotel, película que inauguró el 64 Festival de Cine de Berlín, se acerca a los dibujos animados, con personajes humanos con actuaciones caricaturizadas, como si fueran muñequitos de plastilina La historia es en verdad un novelón en el que unos familiares se pelean por la herencia de una señora anciana, que tenía un amante y a quien aparentemente dejó todos sus bienes incluyendo el Gran Hotel Budapest, una mansión perdida en algún lugar del mundo que sirve como asilo para las almas solitarias y que quieren mantenerse así, aisladas. Toda una delicia resultó ver las transformaciones de actores que se tienen por serios en sus papeles tradicionales, y que en esta ocasión se de-
Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
jaron envejecer, ironizar y tomar, en pocas palabras, a la ligera. Además, las escenas rodadas en estrechos interiores son una remembranza al estilo Lubitsch y a su legendaria The shop around the corner. El detalle mexicano Un detalle llamó la atención, al menos a la prensa mexicana –por cierto, poco numerosa-, fue que la joven actriz Saoirse Ronan quien interpreta a la panadera de la mansión, tiene un mapa de México tatuado en una de sus mejillas, una marca que resalta desde su primera aparición en escena pedaleando una bicicleta. Así que se le preguntó a Anderson el por qué de esta mención a México. Anderson, titubeante, respondió que él siendo texano conocía un poco de la historia de México y sabía que Texas le había pertenecido antiguamente, aunque en realidad, concluyó “No hay una razón especial”. No se trata aquí de levantar los ánimos patrioteros por una simple mención, pero no puede evitarse el pensar que estas referencias son todavía rezagos de una imagen que la cinematografía norteamericana ha repetido hasta el cansancio, la de México como el país subordinado, incivilizado y recurso para la mofa fácil. Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
Edición especial de la Gualdra EN LA BERLINALE No. 1 / 8 DE FEBRERO DE 2014
Se alumbra la flama por la igualdad en La Berlinale Un festival internacional de cine siempre será un momento ideal para hacerse publicidad y la Berlinale no podía ser la excepción, tanto y más cuando Berlín es una de las ciudades líderes en las manifestaciones por el respeto a las preferencias sexuales. Los manifestantes se estacionaron en la mitad de la Potsdamer Plaza: justo en donde inicia el bulevar Potsdamer con su camellón adornado con las estrellas de los actores de cine; en la intersección de la calle que termina en la Plaza Marlene Dietrich enmarcada por el Palacio del Festival y el hotel Hyatt; y en la perpendicular al Hotel Marriot que alberga a una parte del mercado del cine. Era el sitio perfecto para ser vistos por los periodistas. La manifestación tuvo a unos 500 entusiastas y comprometidos, heterosexuales, transexuales, homosexuales y lesbianas que instalaron un sistema de sonido y una pebetero para alumbrar la flama de la igualdad y dar soporte físico a su campaña “Open your mouth”. El motivo es doble: por una parte rebelarse contra la ley que el presidente ruso Vladimir Putin ha promulgado y que criminaliza la homosexualidad al grado de penalizar toda manifestación neutral o a favor de ella. En consecuencia, el segundo motivo es demandar una legislación precisa al gobierno alemán para el reconocimiento de los derechos homosexuales. El compromiso de la Liga Lesbiana, gay, bisexual y transexual (LGBT) en apoyo a la Rusia nace, además de la solidaridad, del temor de que una situación similar se pueda propagar a otros países. La ley de Putin se extiende a la familia y a los amigos que quedan bajo la vigilancia del Estado ante cualquier manifestación de apoyo a la LGBT; al mismo tiempo, la educación pública pretende orientar a la sociedad hacia “la normalidad” de los sexos para evitar toda contaminación. Esta ley ha dado luz verde a los grupos neo-nazis para que inicien una caza contra la LGBT en pos de lo que ellos llaman, “una purificación del país”. Los grupos neo-nazis se hacen pasar por homosexuales para ligar con una persona, llevarla a su casa, y una vez ahí filmarla, humillarla, golpearla y hasta asesinarla, para después colgar el video en el internet y hacer pública su osadía patriótica. La Berlinale, cabe recordar, está comprometida con el movimiento de la LGBT, por lo que periodistas, directores de cine y actores apoyan desde hace dos décadas el Teddy Award que reconoce a la mejor película de temática homosexual. Además, el festival incluye proyecciones especiales de las cintas
que compiten por este premio, una situación que permite consagrar sesiones especiales al movimiento para darle espacio al debate. Si desean ver más información sobre esta manifestación pueden visitar su página de internet: www.open-your-mouth.eu
Por Carlos Belmonte Grey La Berlinale ya está en pleno apogeo, y este día 7 de febrero comenzamos a ver las colas de gente para comprar los boletos de entrada a las salas, y el ir y venir de empresarios en el Mercado del cine. Comenzamos el día con una entrevista en exclusiva a Damian John Harper, estadounidense que participa en la categoría Forum con su película Los Angeles. Harper es güero, flaco y bigotón y responde cuando se grita “oye, güey”, accedió a platicar con nosotros en exclusiva en las instalaciones del Filmhaus por cerca de 40 minutos para contarnos algunos detalles de su cinta, su amor por el cine y su carrera profesional. Antes de comer y de comenzar a escribir, a eso de las 3 de la tarde, salí a dar una vuelta por el Hotel Marriot que alberga una parte del mercado del cine y ver con qué sorpresas nos toparíamos en el festival. Y las hubo. Conseguimos platicar brevemente con algunos gerentes de productoras y distribuidoras españoles y austriacas. Nuestra primera intención era escribir sobre esas pláticas que giraron en torno a la apertura de mercados en Latinoamérica y la influencia de los festivales de cine, sin embargo, al salir del Marriot nos topamos con una manifestación de la LGBT en plena Potsdamer Platz. La Plaza se encuentra en la línea divisoria de la antigua Berlín del este y del oeste, además cuenta con algunos restos del derrumbado muro de Berlín y es el punto de acceso para las instalaciones del festival de cine. Su posición le permitió hacerse visible ante la multitud de periodistas que cubre la Berlinale y nosotros hemos preferido consignar un espacio para contarles un poco de la manifestación de la LGBT que no está desligada del festival, al contrario, éste brinda espacios de proyección para las cintas y un premio. Para este festival he querido variar un poco el formato con respecto a los anteriores, entonces, en lugar de presentar una de las películas estelares de la jornada daré más espacio a otras categorías tenidas por alternativas y mantener así, una cierta coherencia con los principios de la Berlinale. Además, buscaré tener una entrevista en exclusiva con los directores de las cintas para empatarlas con el comentario de la película y tener una visión, digamos, más completa de la producción.
La Berlinale
Por Carlos Belmonte Grey
Día 2 (7 de febrero)
4
Edición especial de la Gualdra EN LA BERLINALE no.1 / 8 DE FEBRERO DE 2014
Los Angeles (de Damian John Harper)
La Berlinale
Por Carlos Belmonte Grey
Damian Harper, Director de la película Los Angeles.
“Me gusta que mis historias, mis películas, terminen con un poco de esperanza”, comentó el director norteamericano radicado en Alemania desde hace 14 años, Damian John Harper, en entrevista exclusiva. Los Angeles es el nombre del primer largometraje de Harper que compite en la categoría Forum y por el premio al Best First Feature Award en la 64 edición de la Berlinale. La película de 97 minutos está hablada en zapoteca y español, con la característica de que Harper, en congruencia con su propuesta cinematográfica, no ha utilizado a actores profesionales sino que ha recurrido a los pobladores reales de la comunidad de Santa Ana, en el Estado de Oaxaca. Su propuesta es un guiño al documental, aunque al ser una historia basada en un guion –escrito, por cierto, por el propio Harper- se incluye en el cine de ficción. Los Angeles, rodada en el pueblo de Santa Ana, -en donde Harper vivió cerca de 10 meses en el año 2000 como parte de un proyecto etnográfico- cuenta la tragedia de una población resignada a sobrevivir gracias a las remesas provenientes de sus emigrados en el vecino país del norte.
El movimiento de población incluye la importación de la cultura pocha, sin embargo, y esto es uno de los aspectos más interesantes en la propuesta de Harper, los principios de cohesión comunitaria basados en la familia consiguen conservar tradiciones e imaginarios. Los rostros cercanos Para conseguir la sensación de intimidad, y podríamos decir, hasta de asfixia, la cinta está rodada casi en su totalidad con la cámara al hombro, siguiendo desde las espaldas o ligeramente en diagonal y en medium close shots y close ups a los personajes, y con muy pocas tomas largas de panorama. De esta forma, evadiendo los paisajes naturales y las plazas pueblerinas, Harper consiguió evitar un mexican curios y centrarse en una temática más etnográfica, algo que se debe muy posiblemente a su primera formación académica: la antropología. La sensación de intimidad y agobió aparecen desde la toma de apertura de la cinta: en negros, sólo se escuchan los sonidos de una golpiza, la imagen se abre sobre un rostro tirado en el suelo, golpeado y lleno de sangre, por fin la toma se abre y vemos partir
a un grupo de pochos que se marchan tranquilamente caminando por entre los senderos terregosos. El impacto de esta primera imagen no se disuelve, al contrario, la tensión se intensifica al conocer las razones de la golpiza y la sensación de soledad comunitaria que sufre el pueblo al encontrarse sin más recurso para sobrevivir que el de enviar a su joven población a cruzar la frontera. Pero la curva de la violencia y la angustia de la soledad consigue tener un declive al final de la cinta sin llegar a un happy ending hollywoodense, sino a una escenificación de solidaridad comunitaria: en un camión que parte al norte del país se encontrarán dos vecinos de Santa Ana que parten para solucionar el presente de sus familias. Una verdad que molesta Harper escribió el guión en tan solo 6 meses durante el año 2012, un año después, para la Berlinale del 2013, consiguió que la productora alemana Weydemann Bros se interesara por su proyecto y lo financiara. Ya con la financiación logró filmar, editar y post-producir toda la cinta en menos de un año, el tiempo justo para presentarla en la Berlinale del 2014.
Es una película que está hecha por un estadounidense que muestra cariño por México, en especial por el pueblo de Santa Ana y su población que lo acogió e invitó a su mesa durante diez meses, además está financiada por alemanes, y seguramente tendrá una pequeña circulación en algunos festivales y quizás, en cines europeos, pero no está claro que pueda ser distribuida en México. En conclusión, es una película que difundirá la ya no tan nueva imagen violenta de México en el extranjero, mientras que en México pasará posiblemente inadvertida, aunque Heli de Amat Escalante haya causado un gran revuelo recientemente. Ampliamente influencia por el neorrealismo italiano, Harper considera que con su trabajo muestra, además de una cierta gratitud, un aspecto de la cultura mexicana sumergida contada por sus propios sujetos, sin maquillaje ni poses artificiales. Las pandillas internacionales con miembros en México y Estados Unidos tienen una historia de más de medio siglo, como lo muestran en sus preferencias musicales y los códigos de sus tatuajes a lo largo de la cinta, éstos son aspectos que suelen estar subordinados o pasar desapercibidos, cinematográficamente, por las tragedias familiares tras “la pérdida del hijo ausente”. No se trata de negar la realidad mexicana censurando estas producciones, sino de cuestionarse la función y los alcances de esta cinematografía que tiene, sin dudas, objetivos sociales, tal como lo hemos discutido durante la entrevista con el director de Los Angeles. Espero que la película pueda ser vista en México, bien vale la pena. Para más información pueden visitar la página de internet http://www. losangeles-film.com/index.html.