Autocultivo medicinal ¿ley o reglamento?

Héctor Brotons Albert (abogado, Director del Estudio Jurídico Brotsanbert, portavoz del Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis)

SUBCOMISIÓN SOBRE CANNABIS MEDICINAL

¿ CÓMO REGULAR EL AUTOCULTIVO MEDICINAL DE CANNABIS?: LEY O REGLAMENTO

El Cannabis en el Estado español es un fenómeno con múltiples dimensiones. Podríamos analizarlo desde una perspectiva sociológica, industrial, agrícola, criminológica o económica. Sin embargo, nos centraremos en el autocultivo medicinal, una de sus vertientes más comentadas durante los últimos meses. Un debate que a buen seguro se extenderá, al menos, durante lo que resta de 2022.

Hablamos de Cannabis medicinal, una puerta que se abrió definitivamente a raíz de la reciente exclusión de dicha sustancia de la Lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, en la que se incluyen algunas de las más peligrosas como la heroína. Dicha exclusión se aprobó mediante mayoría simple de los 53 Estados que conforman la comisión en una votación celebrada en noviembre de 2020, con el voto a favor de casi todos los miembros de la Unión Europea, con la excepción de Hungría, gobernada por el ultraconservador Viktor Orban. La base para este cambio de parecer fue un dictamen de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizado casi dos años antes, en la que recomendaba la retirada del Cannabis de la citada lista. Dicha decisión, adoptada por el máximo órgano de la Organización de las Naciones Unidas en lo que a los estupefacientes se refiere supuso un paso fundamental para el cambio de parecer de muchos Gobiernos en lo que a regulación del Cannabis se refiere. En España se ha traducido en la creación de la llamada “Subcomisión al objeto de analizar experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal (154/11)” Son muchos los rumores, los dimes y los diretes que han rodeado a la subcomisión para estudiar la regulación del cannabis para uso medicinal y terapéutico. Desde su génesis, se han generado muchas expectativas acerca de las conclusiones que la misma pudiese arrojar, pero si bien es cierto, esta subcomisión apenas ha echado a andar. Una de las cosas más llamativas de su constitución ha sido el cambio de postura por parte del Partido Socialista, que hasta el momento había mantenido un “no” rotundo a cualquier iniciativa relacionada con la materia, refugiándose en una supuesta falta de evidencia científica y cerrando los ojos ante los avances legislativos en materia de cannabis medicinal que se han ido produciendo en todo el mundo durante las últimas tres décadas.

Sin embargo, ante la proposición enunciada por el Partido Nacionalista Vasco en mayo de 2021, los socialistas unieron sus votos a los de otros partidos que ya habían mostrado su predisposición a profundizar en la senda de la regulación, como Más País, Unidas Podemos o Esquerra Republicana, aprobándose la creación de la referida subcomisión por un total de 206 votos a favor, 141 en contra y no contabilizándose ninguna abstención. Desde que tuvimos conocimiento de esta buena noticia, se han debatido en las Cortes Generales dos iniciativas que pretendían “ir mas allá”, es decir, no circunscribir el ámbito de una presumible regulación a lo sanitario, extendiéndolo también al consumo recreativo. En primer lugar, se discutió en la Cámara Alta sobre la propuesta presentada por el senador navarro Koldo Martínez en representación de Geroa Bai y e integrado en el grupo parlamentario Izquierda Confederal. Martínez, médico de profesión, enfocó su proposición de Ley hacia los clubes de consumidores de cannabis, una de las fórmulas más extendidas a lo largo del Estado español como forma de consumo compartido, cifrándolos el propio senador en unos 1500. La propuesta no superó la admisión a trámite, en una votación en la que el Partido Socialista unió sus escaños a los del Partido Popular y Vox para evitar que la iniciativa siguiese su curso. Posteriormente, corrió la misma suerte la iniciativa defendida por el diputado Íñigo Errejón, de Más País, esta vez en el Congreso de los Diputados. A pesar de una argumentación basada en motivos de salud pública, seguridad, economía y libertad individual, tampoco se aprobó su admisión a trámite como consecuencia de un nuevo bloqueo propiciado por una composición prácticamente idéntica a la conformada semanas antes en el Senado; con PP, PSOE y Vox votando en contra. Resulta conveniente destacar que, por lo contrario, Ciudadanos sí se mostró dispuesto a apoyar la tramitación de sendas iniciativas, votando a favor y mostrando un discurso que en esta ocasión sí podría entrar dentro de los estándares de los partidos liberales europeos. A las dos iniciativas comentadas, hay que añadir otras dos, presentadas por Esquerra Republicana y Unidas Podemos respectivamente, y que más allá de encontrar puntos de convergencia y divergencia entre unas y otras, de todas se puede extraer una conclusión bastante clara: Es necesario avanzar en una regulación del Cannabis, no pudiendo España quedar atrás en una materia en la que, de facto, somos una potencia mundial. No creemos que exista ninguna otra materia en la que nuestro país presente una posición de vanguardia y, a la vez, todos los agentes del mercado se encuentren con una cantidad ingente de trabas burocráticas y legales. Hechas estas aclaraciones previas, que sirvan para dar contexto sobre la situación que atraviesa el Estado español en esta materia, volvemos sobre nuestros pasos para retomar el tema principal que orienta a este artículo: La Subcomisión al objeto de analizar experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal. Hemos podido escuchar y leer muchas cosas acerca de ella, pero hay dos que, por su trascendencia, consideramos imprescindible comentar, una, y desarrollar, otra. La primera cuestión es la relativa a una frase que no por manida pierde verosimilitud: “Las conclusiones de esta subcomisión están escritas desde antes de su inicio”.

Desconocemos si es cierto, si bien, sería preocupante tanto para la imagen institucional del Congreso de los Diputados y sus miembros como para la credibilidad de cara a la opinión pública que las comisiones y subcomisiones fuesen un mero “paripé”, y no un ejercicio honesto de análisis, estudio y debate sobre un tema de interés público. De hecho, y reiteramos, de ser cierta esta afirmación, no solo supondría un dispendio para las arcas públicas, sino una enorme falta de respeto para con todas esas personas que, por un motivo u otro, deben de acudir al cannabis como forma de paliar sus dolencias. No en vano, la mayoría de las patologías que pueden ser tratadas con productos basados en el cannabis resultan graves, como por ejemplo los dolores neuropáticos, los efectos adversos de la quimioterapia o la esclerosis múltiple. Consideramos que estos ciudadanos y ciudadanas merecen un trato diligente y

empático por parte de sus señorías, dado que hay situaciones que, literalmente, no pueden esperar. Además, podríamos afirmar con rotundidad que, en tiempos de división, fraccionamiento y polarización, pueda haber una cuestión que genere más consenso que la necesidad de establecer una regulación sobre el Cannabis para uso terapéutico. Si acudimos a las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), casi el 90% de los españoles y españolas se muestra a favor de autorizar el uso de esta sustancia con fines medicinales, lo que nos sumaría a las decenas de Estados que ya han implantado regulaciones similares. El segundo ítem merece un análisis más sosegado y, evidentemente, de mayor calado técnico. Algunas fuentes consultadas comentan que el resultado de esta subcomisión puede ser una regulación del cannabis medicinal que, más allá de aspectos de índole material, como la inclusión o no del llamado “autocultivo”, se produzca mediante la vía reglamentaria y no en forma de Ley. Esta cuestión, que no es meramente formal, lleva aparejada una gran cantidad de derivadas que, pudiendo parecer a priori secundarias, generarían multitud de situaciones indeseables. Pero vayamos al principio.

¿QUÉ ES UN REGLAMENTO?

El reglamento es una norma escrita de rango inferior a la Ley dictada por una Administración Pública, y que se integra plenamente en nuestro ordenamiento jurídico. Su anclaje constitucional lo encontramos en el artículo 97 de la Carta Magna, aunque podemos leer diversas definiciones y características repartidas por varios textos legales, sirva como ejemplo el artículo 128 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.

Como traducción a un lenguaje no jurídico podríamos resumir diciendo que los reglamentos son los “hermanos pequeños” de las leyes, teniendo algunas diferencias importantes y, debiendo hacer unas precisiones al respecto como son: - Mientras que las leyes están aprobadas (por lo general) por el Poder Legislativo o la asamblea de una Comunidad Autónoma, los reglamentos son aprobados por una Administración Pública, como por ejemplo el Gobierno o un Ayuntamiento. - El control sobre las leyes recae sobre el Tribunal Constitucional, mientras que el control sobre las

disposiciones reglamentarias será ejercido por la jurisdicción Contencioso- Administrativa. Esto supone, de facto, que el procedimiento de impugnación de una ley sea mucho más garantista (y especializado) que el de las disposiciones reglamentarias. Dentro de la categoría de “Reglamentos”, existen varias clases: En función del órgano que los dicta, según su rango jerárquico, según su contenido o, la que nos interesaría para el caso que nos ocupa, su posición con respecto a la Ley. La posición que mantiene la gran parte de la doctrina es clasificar los reglamentos en función de su relación con la ley en los siguientes tipos: - Reglamentos de necesidad: Se adoptan sobre materias propias de una ley, justificándose en una necesidad de carácter extraordinario. - Reglamentos ejecutivos: Son la tipología más habitual. Desarrollan una ley previa, completándola en lo necesario, especialmente en las materias que necesitan de una mayor precisión técnica o que requieren de una especial meticulosidad. - Reglamentos independientes: Se dictan en materias sobre las que no existe una Ley previa.

NO PUEDE REGULARSE EL AUTOCULTIVO SIN LEY

En el caso de una regulación medicinal del Cannabis, y poniéndonos en el escenario anteriormente relatado, en el que el Gobierno optase por la vía reglamentaria en detrimento de una ley formal, seguramente optaría por alguna de las dos últimas opciones: un reglamento ejecutivo en base a alguna de las leyes sanitarias ya en vigor, o bien establecer un reglamento independiente. Esta decisión, más allá de los peros que se le podrían poner desde la técnica legislativa, tendría una consecuencia adicional: hurtaría a las Cortes Generales de un debate de suma importancia y que afecta, siquiera potencialmente, a millones de españoles y españolas. Pero a pesar de que esto podría ser una ventaja para un Gobierno, librándose de los peajes a nivel comunicativo que tiene el trámite parlamentario y evitando la necesidad de buscar apoyos en otras fuerzas políticas, sería, de hecho, una “regulación con pies de barro”. ¿Y por qué decimos esto? Porque si de uno u otro modo se llegase a establecer una suerte de regulación del cannabis medicinal mediante un reglamento y no mediante una Ley, los pacientes estarían al albur de las decisiones unilaterales del Gobierno de turno, ya que podría “derogarla” con suma facilidad, de un plumazo.

Desde el punto de vista de una correcta técnica jurídica, y en nuestra humilde opinión, lo sensato sería establecer una regulación por la vía del proyecto de Ley, es decir, planteada desde el Ejecutivo, que diese paso al natural trámite parlamentario, permitiendo la enmienda por parte del resto de grupos de la cámara baja. Esto, además de enriquecer el texto, lo dotaría de la deseable legitimidad que hiciese realmente complicado dar marcha atrás en un futurible cambio de correlación de fuerzas en las distintas cámaras. Posteriormente, se podría matizar mediante el correspondiente reglamento que desarrollase los aspectos más técnicos de la misma, interviniendo en su formación los distintos Centros Directivos así como los dictámenes técnicos que sean necesarios para no dejar cabos sueltos en una materia que, de una u otra forma, puede afectarnos a todos y a todas en algún momento. Supuesto esto, no solo no es preferible por solidez de la norma en el futuro. Sino que por una cuestión técnica podría incluso pasar que el reglamento no llegará ni siquiera a ejecutarse, pues podría recurrirse. En este sentido, el reglamento podría contradecir el contenido de la Ley si se quiere hacer una ley que de verdad respete el autocultivo, pues hemos de recordar que la ley del 67 sobre estupefacientes, exige que el cultivo se procese por productor autorizado, lo que sería inviable y costoso para los pacientes. Por lo que, si se quiere modificar esta cuestión y otros detalles como la necesidad de partir de semillas de origen lícito, las cuales actualmente no están disponibles en el mercado para los consumidores finales, se deberá hacer por Ley, sí o sí.

AUTOCULTIVO, UNA CUESTIÓN DE PRIORIDADES

Tan importante como el “cómo”, incluso más, es el “qué”. Cuando se piensa en una regulación del Cannabis se puede cometer el error de poner el foco sobre una industria, la farmacéutica, que ya domina con puño de hierro el sector cannábico en algunos de los Estados que han legalizado el Cannabis para uso medicinal.

Grandes conglomerados farmacoempresariales han encontrado un enorme nicho de negocio y cultivan, incluso en nuestro país, miles de hectáreas con instalaciones altamente tecnificadas. Si la Ley se orienta hacia el beneficio de estas multinacionales, corremos el riesgo de dejar fuera a miles de personas que, ya sea por motivos económicos o simples barreras de acceso, no pueden obtener productos cannábicos de índole medicinal por esa vía. Por ello, consideramos imprescindible la inclusión del autocultivo con fines medicinales en una regulación como la que nos ocupa. Y lo hacemos por varios motivos: 1.- Por una cuestión de derechos fundamentales: Mientras que una regulación orientada a los beneficios industriales solo contribuiría al desarrollo empresarial, la inclusión del autocultivo supondría reforzar el derecho de los pacientes a elegir su tratamiento, siendo el cultivo, además, parte de la terapia para algunas de las dolencias, según algunos expertos. En este sentido, se ha de tener en cuenta la superioridad jerárquica del derecho a la dignidad, al libre desarrollo de la personalidad, dentro del derecho a la libertad, incluso el derecho a la igualdad (en relación con el uso de otras plantas o medicinas) frente el derecho a la salud pública que no es un derecho fundamental. Este tipo de derechos son a los que mayor protección otorga la Constitución, estando por encima de los derechos sociales (que por su parte tienen tendencia a manipularse por diversos intereses). Y, por tanto, en respeto a nuestra texto fundamental, primero se debiera regular esta cuestión sobre el derecho de la personas y no de las empresas. 2.- Por una cuestión económica: El autocultivo sería, por motivos obvios, más barato que la obtención de productos cannábicos en una farmacia o dispensario. Por la experiencia comparada en otros estados, sabemos que el precio de estos productos se puede disparar, suponiendo un coste inasumible para los pacientes. Aquí se debe de traer a colación el concepto de renta disponible, es decir el menor gasto que tienen que hacer las personas hace que su renta disminuya menos. Igualmente el gasto para la Seguridad Social sería menor. 3.- Por una cuestión de ecología y eficiencia energética: Un pequeño autocultivo de exterior, como el que se puede producir en una pequeña terraza o un patio, solo necesita la luz del sol para crecer, sin embargo, las grandes instalaciones de la industria farmacéutica suelen encontrarse en naves industriales, que utilizan enormes cantidades de energía para alimentar a los sistemas de iluminación y riego. Si queremos que la huella de carbono que produce el Cannabis sea lo más pequeña posible, son detalles como estos los que debemos de cuidar.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Para finalizar, una nota de carácter técnico que avala la posibilidad de regular el autocultivo: En caso de querer incluir el autocultivo con fines medicinales en una regulación del cannabis medicinal, ni siquiera sería necesaria una reforma del Código Penal, bastaría con una pequeña reforma de la Ley 17/1967, de 8 de abril (que es la que rige en España en materia de estupefacientes), donde ya se contempla la legalidad de determinados cultivos de estupefacientes.

Yakandi yakandi.medicinal@gmail.com

PREPARADOS CANNÁBICOS PARA SALUD Y BELLEZA

Las múltiples aplicaciones de la planta de Cannabis y sus propiedades medicinales están revolucionando la industria cosmética estos últimos años. Cada día nuevos productos elaborados a base de marihuana aparecen en el mercado, algunos muy refinados y costosos, otros más accesibles. También es posible realizar en casa y con ingredientes naturales productos cannábicos de salud y belleza para uso diario ¡En este artículo te ofrecemos recetas para la preparación de productos saludables veganos de uso cotidiano a base de marihuana y otros ingredientes naturales, con los que podrás sustituir cremas, jabón, bálsamo, champú y otros productos para el cabello!

Podemos combinar aceites esenciales con el aceite de marihuana. Terpenos como el limoneno pueden incrementar el efecto curativo del Cannabis y hasta facilitar su absorción transdérmica.

Una nota personal

Todos estos preparados cannábicos no sólo han sido personalmente realizados, probados y comprobados por el autor de este artículo, sino que también han aportado un gran beneficio para su salud y bienestar personal.

Es increíble pensar que con sencillos productos elaborados en casa con pocos ingredientes, podemos sustituir una gran cantidad de productos químicos a los cuales exponemos nuestro cuerpo constantemente. Condiciones crónicas como la resequedad de la piel, del cuero cabelludo, del cabello, la irritación o la sensibilidad cutánea, son muchas veces causadas por la exposición a una gran cantidad de productos químicos de lo cual ni siquiera nos damos cuenta. El jabón de Cannabis puede también ser utilizado como champú en barra ¡ya no hay que comprar jabón ni champú! El aceite puede eliminar la necesidad de usar acondicionador y otros productos que se aplican al cabello después de lavarlo. El bálsamo de Cannabis puede sustituir todas las cremas varias: hidratante de cuerpo, de manos, de cara, aceites para masaje, e incluso algunas pomadas para la irritación de la piel. ¡Se nota un gran cambio y el cuerpo lo agradece! Cuando creamos preparados de Cannabis para uso tópico, debemos recordar que la piel puede absorber aproximadamente un 1% de los cannabinoides del preparado. No es necesario intentar obtener un material con alto contenido de THC o CBD para aplicaciones dérmicas, es decir, en casos en los que tratamos directamente la piel y no necesariamente hace falta que el preparado sea absorbido por todas las capas de la piel hasta incorporarse al sistema circulatorio. Esto es lo que llamamos absorción transdérmica y es más efectiva a través de parches y tinturas a base de alcohol.

Sí es necesario y beneficioso que el preparado a base de aceite tenga la mayor variedad de cannabinoides en pequeñas cantidades. Por este motivo, en muchas ocasiones es bueno utilizar para la extracción marihuana descarboxilada, pero también una porción de marihuana sin descarboxilar. De esta manera, procuramos incluir todos los cannabinoides posibles en nuestra mezcla. También, por este mismo motivo, es buena idea integrar en el preparado una parte de flores ricas en CBD.

Igualmente es importante combinar el extracto de marihuana resultante con otras plantas que pueden potenciar el efecto del producto y también facilitar su absorción. Para este fin son particularmente eficaces los aceites aromáticos, ya que contienen terpenos que contribuyen al efecto medicinal de la mezcla. Por ejemplo, el limoneno favorece la difusión a través de la piel y la absorción transdérmica. Podemos elegir estos compuestos aromáticos según las necesidades específicas de nuestra salud. Una mayor concentración de THC en bálsamos, cremas y aceites puede incrementar su efecto analgésico y calmante.

¿La aplicación tópica coloca? No coloca. Calcula que se absorbe máximo el 1% de los cannabinoides del preparado, por lo que para sentir algún mínimo efecto psicoactivo se necesitaría una gran cantidad de algún preparado aceitoso o alcohólico con una muy alta concentración de THC que pueda permanecer en la piel durante muchas horas.

Bálsamo de Cannabis

Este preparado que presentamos a continuación ayuda a reducir la inflamación e irritación de la piel, al igual que problemas crónicos como dermatitis, excema y psoriasis. Puede incluso ayudar a disminuir el dolor articular. Es excelente para hidratar la piel y también puede usarse para masajes. Cuando se prepara este bálsamo con el objetivo de tratar alguna enfermedad de la piel, se puede añadir a la lista de ingredientes una cucharada de raíces de Cannabis en polvo. Para obtener este ingrediente, se deben lavar bien las raíces de marihuana con agua tibia, una y otra vez con mucha paciencia hasta lograr que el agua salga completamente limpia. A continuación se secan las raíces, preferiblemente al sol y protegidas con una malla o tela de algodón. Después de varios días (dependiendo de las condiciones ambientales) cuando las raíces estén totalmente secas, se deben moler utilizando un mortero hasta que se reduzcan a un polvo fino. Las raíces de marihuana son uno de los ingredientes medicinales más poderosos utilizados desde la antigüedad para tratar una gran cantidad de enfermedades, tanto tópicas como internas.

Ingredientes (preferiblemente orgánicos):

• 2 gramos de flores de cannabis descarboxiladas (o 6 gramos de recortes descarboxilados) • 1 gramo de Cannabis curado (o 3 gramos de recortes sin descarboxilar) • 40ml de aceite oliva extra virgen • 170g de aceite de coco • 35g de cera de abejas • 2ml de vitamina E en aceite • 6 gotas de aceite del árbol del té • 3 gotas de dos o tres aceite esenciales de su elección (se recomiendan aceites ricos en limoneno como aceite esencial de limón, naranja dulce, bergamota, rosa, pistacho) • *Opcional: 1 cucharada de raíces de

Cannabis en polvo, si se prepara este bálsamo para tratar enfermedades de la piel.

Primero que nada, asegúrate de que los dos gramos de cogollos estén descarboxilados. Para esto debemos molerlos y colócalos dentro de un recipiente para horno, sellado con papel aluminio. Luego, los calentamos en el horno a 105° C durante 20-30 minutos, dependiendo de la hume-

La aplicación tópica de preparados de Cannabis trae incontables beneficios para la piel, el cabello y el cuero cabelludo.

El bálsamo de Cannabis proporciona hidratación intensa para las manos y la cara. También puede utilizarse para tratar cualquier tipo de resequedad, picor, inflamación o irritación de la piel.

Bálsamo de Cannabis recién preparado, decorado con una curiosa hoja de marihuana que tiene una mutación en su pigmentación.

dad de la materia prima. Luego continuamos con la extracción.

1. Derretir el aceite de coco a baño maría. 2. Agregar toda la marihuana, tanto la que hemos descarboxilado como aquella sin descarboxilar. 3. Mantener a fuego mínimo durante una hora, mezclando de vez en cuando. El aceite nunca debe llegar a cocinarse sino que debe mantenerse siempre por debajo de 90ºC (que el agua nunca hierva). 4. Transcurrida una hora, retirar del fuego, dejar enfriar unos minutos y colar el aceite con un filtro de tela. Dejar a un lado este aceite de coco con marihuana. 5. Nuevamente preparar un baño maría y derretir en él la cera de abejas. 6. *Opcional: si estás utilizando raíces de marihuana en polvo, puedes añadirlas a la cera en este momento. 7. Una vez derretida la cera, mantenerla a fuego mínimo. 8. Agregar el aceite de coco con marihuana, el aceite de oliva, la vitamina E y los aceites esenciales. 9. Mezclar hasta que todos los ingredientes estén combinados de manera totalmente uniforme. 10. Retirar inmediatamente del baño maría y transferir a recipientes de vidrio para su conservación. 11. Dejar enfriar a temperatura ambiente por media hora, luego hacer que se endurezca en la nevera.

¡Ahora tienes un potente bálsamo medicinal de Cannabis! Puedes utilizarlo cuantas veces al día sea necesario, sus ingredientes naturales no te harán daño. Cuando es aplicado sobre la piel irritada o sensible, el alivio es inmediato. Se debe conservar a baja temperatura y en un lugar oscuro, de esta manera puede perfectamente durar un año o más. Es importante tener las manos limpias al momento de tocar el bálsamo para evitar la contaminación del producto.

Jabón de marihuana y aloe vera

Este jabón es a base de glicerina y aloe vera. Gracias a su composición natural e hipoalergénica puede también utilizarse como champú. Su acción hidratante es profunda y muy delicada, por lo que es apta para todo tipo de cuero cabelludo, incluso aquellos que sufren de resequedad, caspa o irritación. Debido a la combinación de gel de aloe vera, aceites esenciales y aceite de Cannabis, este jabón brinda una hidratación inmediata. Es increíble sentir la piel tan suave después de lavarla, que ni siquiera es necesario utilizar crema u otros productos hidratantes.

Debido a que este jabón puede utilizarse para todo el cuerpo, incluido el cabello, y a que hidrata radicalmente la piel, podríamos decir que es en realidad todo en uno ¡jabón, champú, acondicionador y crema hidratante! Además, al utilizar regularmente productos hechos con ingredientes naturales no contaminas tu cuerpo ni el ambiente que te rodea y que recibe los residuos de tantos productos de limpieza.

Ingredientes (preferiblemente orgánicos):

• 200g de glicerina vegetal en bloque para hacer jabón • 20ml de aceite de Cannabis hecho con aceite de oliva • 10g de gel de aloe vera • 5 gotas de aceite esencial del árbol del té • 5 gotas de aceite esencial de aroma dulce (por ejemplo azahar, geranio, rosa, vainilla, sándalo, almizcle vegano) • *Opcional: dos cucharadas de semillas de Cannabis, si deseas hacer un jabón exfoliante para cuerpo y cara (no para el pelo)

Si no tienes aceite de Cannabis hecho, puedes elaborarlo fácilmente. Es suficiente colocar 100ml de aceite de oliva en un recipiente para horno junto con 3g de cogollos (o 6 g de recortes) previamente triturados y descarboxilados en el horno a 105°C durante 25-30 minutos. Luego se debe sellar de nuevo el recipiente con papel aluminio y calentar todo en el horno a 90ºC por un mínimo de una hora. Una vez que esté a temperatura ambiente, se debe filtrar el aceite con un colador de tela. Si en lugar de gel de aloe vera tienes la planta, puedes utilizar 10g de pulpa de aloe vera. Para esto, primero corta una hoja de aloe y luego corta sus lados, que parecen pequeñas sierras. Coloca el trozo en posición vertical en un lavabo donde pueda escurrir la aloína, ese exudado amargo de color amarillo que tiene la planta, durante mínimo dos horas. Una vez transcurrido este tiempo se puede lavar y abrir la hoja de aloe retirando delicadamente con un cuchillo afilado las capas verdes de cada lado. Nos quedamos sólo con el gel transparente del centro. No se debe utilizar más del 5% del peso total del jabón en aloe vera, en este caso usamos 10g. Esta pequeña cantidad de aloe vera la podemos triturar en un mortero o licuar ligeramente con 1 cucharada de agua en una licuadora. Ahora lo podemos utilizar para la receta.

1. Cortar la glicerina vegetal en pequeños cubos y derretirla en una olla a baño maría. 2. Cuando esté totalmente derretida, incorporar el gel de aloe vera y mezclar con un batidor de mano, no eléctrico, durante 2 minutos. 3. Reducir la temperatura al mínimo. 4. Agregar el aceite de Cannabis y los aceites esenciales. 5. Mezclar vigorosamente con el batidor para que todos los ingredientes se integren correctamente. 6. *Opcional: si deseas hacer un jabón exfoliante para cuerpo y cara (no para el pelo) puedes moler ligeramente las semillas de marihuana en un mortero y distribuirlas en el fondo de los moldes que vas a utilizar. Puedes utilizar dos o más cucharadas de semillas en total, según la textura que prefieras. 7. Retirar la mezcla del fuego y, si se ha utilizado pulpa de aloe, filtrarla con un colador de malla fina. Si se ha utilizado gel, no es necesario filtrar la mezcla. 8. Verter en los moldes de su preferencia (se recomienda utilizar moldes de silicona limpiados con alcohol). 9. *Opcional: si has añadido semillas de marihuana trituradas, agita el contenido de cada molde con un palillo de dientes, rápidamente después de verter la mezcla. 10. Dejar enfriar a temperatura ambiente por media hora. La glicerina se endurece rápidamente. Puedes colocarla en la nevera por media hora antes de sacarla de los moldes. 11. Dejar secar durante un día y almacenar lejos de la humedad y el calor.

Si lo deseas, puedes agregar otros aceites esenciales, además del árbol del té. Si te apetece, puedes también agregar algún colorante natural a la glicerina apenas se derrita. Esta receta da para aproximadamente 8 jabones pequeños o 4 barras de jabón.

Aceite de marihuana para el cabello y el cuero cabelludo

El aceite de marihuana, ya sea rico en CBD o de cualquier tipo, contiene aminoácidos que son base de las proteínas que también

CUATRO NUEVAS VARIEDADES QUE SUPERAN LOS LÍMITES

Arriba, el bálsamo de marihuana se comienza a secar rápidamente, en pocos minutos. Abajo, jabones de marihuana. Los que tienen semillas trituradas son exfoliantes para la piel, los que no tienen semillas pueden ser también utilizados como champú.

El aceite de Cannabis, rico en THC y CBD actúa rápidamente al ser aplicado directamente sobre cuero cabelludo, hidratándolo y reforzando las raíces del cabello.

componen las hebras de los cabellos. Por esto tienen un efecto reparador casi instantáneo cuando lo aplicamos sobre nuestro cuero cabelludo. Además, el aceite de Cannabis también contiene vitaminas (especialmente vitamina A, E y C) y antioxidantes, lo cual contribuye a fortalecer el cabello y protegerlo.

El aceite que presentamos a continuación es para ser aplicado directamente sobre el cuero cabelludo. A partir de éste, el aceite se distribuye naturalmente por todo el cabello. Es inútil emplear productos para el cabello si descuidamos la salud del cuero cabelludo. Este aceite combina varios aceites con poderosos ingredientes activos (marihuana, aceite de neem, de limón, de onagra y del árbol del té) y mejora visiblemente la hidratación del cuero cabelludo, lo protege de agentes atmosféricos y funciona como antiinflamatorio tópico.

Siendo que este aceite posee también cualidades antibacterianas, puede ser muy eficaz para combatir condiciones como la caspa, la dermatitis seborreica, el eccema, la inflamación y el picor del cuero cabelludo. Como si fuera poco, al mejorar la salud del cuero cabelludo el cabello se fortalece y aumenta su crecimiento, por lo que también es posible utilizar este aceite para favorecer el crecimiento del cabello y combatir su caída.

Ingredientes (preferiblemente orgánicos):

• 40ml de aceite de marihuana hecho con aceite de oliva. Si no lo tienes hecho, puedes prepararlo siguiendo las indicaciones que encuentras en la receta del jabón de marihuana y aloe vera en este artículo. • 2 ml de aceite de vitamina E • 4 ml de aceite de onagra • 5 gotas de aceite de neem • 5 gotas de aceite esencial del árbol de té • 10 gotas de aceite esencial de limón o naranja • *Opcional: 5 gotas de aceite esencial de rosa u otra esencia de su preferencia

La preparación es muy sencilla: es suficiente mezclar todos los aceites en una olla a baño maría, a la temperatura mínima, mezclando hasta que estén totalmente integrados. Luego se debe transferir la mezcla a una botella de vidrio, preferiblemente con cuentagotas, donde conservaremos el aceite en un lugar fresco y oscuro, aunque no en la nevera.

Este aceite se puede aplicar una o dos veces por semana, según sea la condición del cuero cabelludo a tratar. Se deben aplicar entre 5ml y 10ml de aceite (dependiendo del volumen del cabello) con un gotero o pipeta, directamente sobre el cuero cabelludo (no en el cabello) en pequeñas porciones sobre toda la superficie de la cabeza. Luego es necesario cubrir la cabeza y el cabello, y dejar que el aceite actúe por una o dos horas. Para casos extremos de inflamación y picor es posible incluso dejarlo actuar durante toda la noche.

Una vez transcurrido el tiempo de actuación, el aceite se habrá naturalmente distribuido a lo largo del cabello. Ahora se puede aclarar utilizando un champú preferiblemente 100% natural, como el presentado en la receta anterior. El resultado es un cabello que no necesita otros productos para tener brillo y suavidad ¡un efecto aterciopelado duradero y saludable!

ÍNDICE DE ANUNCIANTES

Nombre Página

Absolute Cannabis Seeds 67 Advanced Hydroponics of Holland 7 Advanced Nutrients 11 Advanced Seeds 13 Agrogrowpro 62/63 Atami 15

Author Seeds

26 Autocultiva 62/63 Barney's Souvenirs 27 Bioled 26 Bud Life 65 Buddha Seeds 28 Cali Terpenes 1 Cañimo 62/63 Canna España 2 Chaouen 62/63 Ciber Flora 62/63 Cogolandia 62/63 Cyco-Hortitec 34 Druid Nutrients 26 Dutch Passion 21 Dutch Trimming Company 59 El Jardin Urbano 62/63 Emerald Harvest 47 Excellent Nutrients 1 Exclusive Seeds 43 Gea Seeds 1 Geneseeds & Nemeseeds 31 Gramovatio 62/63 Grotek-Hortitec 49 Grow Bosque Verde 62/63 Grow City 62/63 Grow Low Cost 29 Guano Kalong 33 Highbranch 62/63 Hortitec 53 Houseplant BCN

48 HRG 35 Humboldt Seed Organization 46 Jah Seeds 26 Juicy Fields 18 La Semilla Automatica 59 Le Salon du CBD 3 Legalize 9 Lumilight 45 Mallorca Green 62/63 Medical Seeds 56 Milwaukee Instruments 39 Monkey Soil 67 Mr. Hide 1 Mycoterra-Hortitec 23 Paradise Seeds 1 Paradise Seeds 69 Photosystem 40 Plagron 36/37 Planta Loca Shop 62/63

Pro XL 46

Pro-XL 1

Psycodelice+Raw

5 Psycodelice+Raw 31 Que Rule Growshop 62/63 RQS 17 Sativa Grow 62/63 Sativa World Sitges 62/63 Sinsemilla Inca 62/63 Sipco Innovations 57 SW Distribucions 57 Sweet Seeds 1 Sweet Seeds 72 Tempo Box 51 Tierramadre 62/63 Vanguard-Hortitec 71 Vermax Solutions 25

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