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Con nombre de mujer

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Madrinas de guerra

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Fotonoticias

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Una visión de San Miguel en un realato breve

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Ondas Deportivas

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D. Ramón Herrera Suárez

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Recuerdos ...en blanco y negro

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Referencias históricas de Aldea Blanca

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El trotamundos

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Club San Miguel

25

El padre flores

13

Los orígenes del nombre San Blas

28

Coleccionable de cocina

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ULTURA

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TF 937/2002

Abona

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de

Introducción

Miguel

2

AYUNTAMIENTO DE SAN MIGUEL DE ABONA

CONCEJALÍA DE CULTURA

MADRINAS DE GUERRA Elongino estaba ligeramente abstraído en la lectura de una cuartilla escrita a mano. Con sonrisa picaresca asentía moviendo la cabeza con cada palabra que leía, pues había obtenido respuesta de Julia. Una muchachita de El Valle , de “11 años corriendo los 12”, a la que no conocía, pero a la que había decidido escribirle para solicitarle que fuera su madrina durante la guerra .

La carta que el soldado tenía entre sus manos, escrita por Doña Urbana y su madre Felisa, describía a Julia con bastante precisión: una jovencita guapa, que apuntaba maneras en el mundo de la costura y que, con apoyo de las anteriormente mencionadas, aceptaba la proposición de Elongino para ser su madrina de guerra y darle apoyo moral en aquella cruenta contienda entre rebeldes y leales al Gobierno de la República que, para finales de 1938, con la firma del Pacto de Munich y el progresivo reconocimiento internacional de Franco, parecía tocar fondo.

INTRODUCCIÓN

E

n esta primera década de siglo, que ya vamos dejando atrás, la información que nos va llegando de los diferentes medios de comunicación, y que está relacionada con el ámbito cultural, sigue suponiendo un porcentaje bastante bajo respecto a otros temas que puedan resultar de más interés a la sociedad actual. Quizás por ello, y con la intención de ir incrementando ese porcentaje, de una manera humilde y discreta, además de querer aumentar la cantera de entusiastas de este mundo, es por lo que La Tajea sigue acudiendo a su cita.

En este año que empieza, el cual contará con la publicación de dos números menos de la revista, puesto que somos conscientes de la situación por la que se está pasando actualmente y de las medidas de prudencia que debemos adoptar, La Tajea llega cargada nuevamente de artículos en los que se refleja la vida de un San Miguel que dista mucho de las costumbres de ahora, pero que siguen siendo la base y los cimientos del actual municipio.

Como ya es costumbre, seguimos contando con la colaboración fiel de Octavio Rodríguez, que esta vez nos presenta la segunda parte de la vida profesional del corresponsal periodístico D. José Bello y Feo, además de los apuntes que nos hace Miguel Ángel Hernández sobre la obra de María José Hernández García, “La suerte de los mirlos”, en el que se nos aporta Una visión de San Miguel de Abona en un relato breve desde sus múltiples escenarios y parajes. Nuevamente, Roberto Darias Herrera, se acerca a La Tajea con la intención de presentarnos al Padre Flores, párroco de este municipio desde 1936 hasta 1942.

Completan las páginas de esta revista los artículos Madrinas de Guerra, de Samuel De León, Referencias históricas de Aldea Blanca, de Francisco Donate, nuestro habitual Personaje, recordando a D. Ramón Herrera Suárez por Kina Pérez y muchos otros que junto con las habituales secciones de El Trotamundos, de la mano de Marián Tur, y Ondas Deportivas, con Álvaro Toledo, cierran un amplio abanico de información cultural expuesto en este escaparate llamado La Tajea.

Valentín E. González Évora 1er Teniente de Alcalde Concejal de Cultura, Juventud y Fiestas

AYUNTAMIENTO DE SAN MIGUEL DE ABONA

ABC Sevilla, 24 de junio de 1938

L

a carta que el soldado tenía entre sus manos, escrita por Doña Urbana y su madre Felisa, describía a Julia con bastante precisión: una jovencita guapa, que apuntaba maneras en el mundo de la costura y que, con apoyo de las anteriormente mencionadas, aceptaba la proposición de Elongino para ser su madrina de guerra y darle apoyo moral en aquella cruenta contienda entre rebeldes y leales al Gobierno de la República que, para finales de 1938, con la firma del Pacto de Munich y el progresivo reconocimiento internacional de Franco, parecía tocar fondo.

Tres cartas fueron suficientes para que, antes de que acabara la guerra, Julia El Valle de San Lorenzo, en el municipio tinerfeño de Arona. La historia transcurre en el Sur de Tenerife, entre los municipios de Arona y San Miguel de Abona.

Elongino había solicitado a su amigo Tomás que le recomendara alguna mujer que pudiera ser su madrina de guerra. Éste, también en el frente, pero con mayor contacto con las Islas, le sugirió dos opciones, ambas con el mismo nombre: Julia. A una la conocía, pues había sido su pretendienta. A la otra, Julia Delgado Alayón, no. Fue, precisamente este desconocimiento, el que le llevó a decidirse por ella.

LA TAJEA. Nº 31/ 2010

supiera que Elongino regresaría a El Roque nuevamente, y lo más importante; sano y salvo. La tercera, escrita por el soldado, era la prueba fehaciente de que la guerra tocaba su fin. En ella, no sólo señalaba su fecha de regreso, sino que también le indicaba a Julia el día que iría a visitarla a El Valle .

Tras varios meses llegó el día del encuentro (…). Julia lo había preparado todo. Mientras Elongino bajaba de El Roque en busca de su madrina, ella se había encargado de escabullirse del trabajo y salir corriendo para su casa a recibirlo . Exhausta, y al borde de la asfixia, su camino resultó ser más tortuoso de lo que esperaba . No lo fue así para su ahijado, que según bajaba por la Casa La Capellanía, se había encontrado con el padre de Julia y, ni corto ni perezoso, le preguntó que si sabía dónde vivía ésta. ¡Quién se lo iba a decir! Ni el uno ni el otro fueron conscientes, hasta pasadas varias horas, del fortuito encuentro que había tenido lugar.

Para cuando Elongino llegó a la casa de su madrina, ella ya estaba allí, pero acompañada de otra pretendienta de éste, que por fuentes que se desconocen, había sabido que el joven quería conocer a Julia. Y así fue. Elongino le pidió que se marchara y se quedó hablando con Julita. Un saco de vergüenza y nervios que apenas musitaba palabra delante de aquel hombre al que había estado escribiendo a ciegas.

La historia de Elongino y Julia bien podría servir como hilo conductor de un libro o una película basada en la Guerra Civil. La vida en el frente, al igual que en la retaguardia, no fue fácil, sobre todo para los soldados. Las noches se volvían largas y frías, y las cartas, ¡benditas cartas!, se convertían en refugio y aliciente para vivir y aliviar sus deprimentes imaginarias.

Desde prácticamente el principio de la guerra, pero sobre todo en los últimos meses de la misma, las Madrinas de Guerra se constituyeron en el mejor antídoto para todos los males y fatigas de trinchera; corresponsales voluntarias que escribían al soldado, y sobre todo, que recibían las cartas de éste. Como bien señala Juan Eslava Galán, “lo que al principio había comenzado espontáneamente, fue prontamente estimulado por las autoridades militares rebeldes cuando advirtieron que la correspondencia elevaba la moral de los soldados” . No nos ha de extrañar, por tanto, que existieran muchas Madrinas de Guerra en la zona rebelde, y no tantas en la zona leal a la II República , donde la institución no fue estimulada desde el mando por miedo al quintacolumnismo fascista .

Con la concreción de su carta Elogino había despuntado respecto a otros soldados y eliminaba por completo la incógnita que suponía la nueva situación – fin de la guerra - para las madrinas de guerra respecto a sus ahijados. SALTOS, Carlos, “Porvenir de las madrinas de guerra”, El Alcázar, Toledo, nº 543, 19-04-1938, p. 2 Señala Julia que, por aquel entonces, se encontraba trabajando para una empaquetadora de tomates en Las Mesas, siendo sus labores; despedregar, seleccionar y empaquetar. Un trabajo por el que le pagaban 2 pesetas de la época, y del cual había conseguido ausentarse para conocer a su ahijado gracias a la comprensión de su jefe.

“Me fugué corriendo hasta que llegué a Malpaso. Pero justo antes de llegar allí, comencé a sangrar por la nariz. De la impotencia me puse a llorar, pero por suerte encontré a gente que estaba segando en una huerta y fueron ellos quienes, tras hacerme fumar tres caladas de un cigarro, me cortaron la hemorragia” ESLAVA, Juan, en SANCHEZ, Rosario, Entre la importancia y la relevancia.

Sección femenina: De la República a la Transición, Editora Regional de Murcia, Murcia, 2007, p. 214 Las madrinas de guerra republicanas, desarrolladas sólo, y tímidamente, a partir de 1938, tuvieron un carácter muy distinto. En lugar de escribir cartas visitaban el frente para lavar la ropa de los soldados o cocinar para ellos. Un aumento significativo de la correspondencia con retaguardia habría desbordado de trabajo a la censura militar que leía todas las cartas.

“Dentro del conjunto de enemigos emboscados, el de más entidad y más dañino para la República fueron las organizaciones clandestinas de la Quinta Columna (…).

La Quinta Columna realizaba labores de espionaje, sabotaje, derrotismo y en general

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No fueron pocas las publicaciones, especialmente “diarios del frente” rebeldes, en las que menudearon peticiones de militares que, con las mismas inquietudes que Elongino, solicitaban la correspondencia de madrinas. El semanario La Ametralladora (precursor de La Codorniz) y el diario ABC de Sevilla fueron, sin duda, dos de las publicaciones que mayor cabida dieron a este tipo de peticiones de los militares y ofrecimientos de las chicas para mantener correspondencia.

Si bien es cierto que algunos soldados llegaron a tener varias madrinas, también es cierto que muchas de éstas no se conformaron con un solo soldado y extendían su correspondencia a varios. Era una correspondencia gratuita que, no necesariamente amorosa, si que dio lugar a muchos amores imposibles de soldados con sus madrinas o, en otros casos, a noviazgos serios que después acabaron en matrimonio. Así sucedió con Elongino y Julia, que poco que terminaron casándose y formando una familia. Paradójico o no, la guerra se convirtió en el nexo fundamental para ensamblar las vidas de dos vecinos del sur de Tenerife en la distancia.

En Canarias el número de madrinas de guerra fue considerable; la rapidez con la que los rebeldes se hicieron con las islas, y la lejanía respecto a los frentes de combate se convirtieron en factores determinantes. Desde la barrera se veían morir a hijos, nietos, maridos, amigos… Fueron muchas las madres que, como Doña Felisa, por unos motivos u otros, se volcaron en proporcionar ayuda a los soldados . Convenciendo a Julia para que amadrinara a Elongino, Doña Felisa había conseguido resarcir, en parte, sus anhelos, y llevarle un poco de calor de la retaguardia, una porción de compañía espiritual.

Las Madrinas de Guerra, republicanas o rebeldes, rojas o azules, cumplieron una misión fundamental que fue y es reconocida por todos aquellos soldados que “se dejaron el lomo” en una guerra injusta e innecesaria. Aquellas cartas, aquellos pedazos de papel… fueron los que les permitieron saber al uno del otro en esos momento difíciles, intercambiar sus miedos, anhelos, transmitir sentimientos. Si entonces las cartas consiguieron hacerles presentes en la ausencia, con los años, éstas se convirtieron en el verdadero retrato de aquel tiempo, en el testimonio de sus vidas.

Mis palabras sirvan para contribuir a dicho reconocimiento a todas las madrinas de guerra, a Julia Delgado, a las mujeres que, durante años, vivieron la guerra desde la retaguardia, pero como si estuviesen dentro de ella.

S. de León Licenciado en Ciencias de la Información

cualquier actividad subversiva contra el gobierno republicano, pero con una nota característica, todo se realizaba en el marco de una organización y, por tanto, de forma sistemática y estudiada”. CERVERA, Javier, “La Quinta Columna en la Retaguardia Republicana en Madrid” en, AA.VV., Historia Antropología y Fuentes Orales, nº 17, Universidad de Barcelona, Centro de Investigaciones Etnológicas Angel Ganivet, Barcelona, 1997, pp. 95-96 El interés de Doña Felisa porque Julia fuese madrina de guerra respondía, fundamentalmente, a motivos personales: su hijo Antonio Miguel, pretendiente de la protagonista de la historia, había sido llamado a filas, y poco tiempo después de estar en el frente resultó herido de muerte.

UNA VISIÓN DE SAN MIGUEL EN UN RELATO BREVE Con la publicación del relato “La Suerte de los Mirlos” de la Abogada y Periodista María José Hernández García por el Servicio de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias (publicación nº: 419), se aborda una visión de San Miguel de Abona, que viene a confirmar las observaciones que muchos viajeros habían descrito sobre esta población.

Hierbas, margaritas, coles, las frutas más diversas y los más variados insectos y aves se entremezclan en este microcosmos que cruzan y bañan las “tajeas” y sombrean los naranjos.

E

l escritor y artista Alfredo Reyes Darias lo describía en 1969, después de cruzar el caserío de Tamaide, con sus cultivos de papas en las enarenadas huertas, como el pintoresco y amable pueblo de San Miguel de Abona. Su caserío se extiende entre frutales y naranjos, descollando la alta torre de su templo parroquial. Sus calles revelan una extremada limpieza, con el cuidado núcleo urbano en el que se destacan las viviendas que exteriorizan una cierta prosperidad, debida a la pujanza agrícola de su comarca.

En el relato que nos ocupa, estos rasgos se destacan con diáfana claridad. La historia se desarrolla en unos escenarios, comúnmente conocidos como los sitios, es decir, las huertas que bordean las casas, plantadas de árboles frutales, especialmente naranjos: “En eso que, caminando por los naranjeros, vio un mirlo con sus plumas negras y un pico amarillo anaranjado. Lo acechó y lo persiguió sigilosamente. Observó cómo extraía con su pico un gusano de entre unas coles.

Inmediatamente remontaba el vuelo y se dirigía a uno de los naranjos con el bicho agarrado por la mitad” ( Pág.: 50) La estrecha relación que se establece entre el mundo natural y el de sus habitantes es una constante en el cuento: “Absortos en estos pensamientos y mientras caminaban por el barrio de “El Pino”, pasó un señor mayor con una jaula vacía. Javier se le quedó mirando, no sabía cómo preguntarle. En un alarde de fuerza, se atrevió:¡Señor! ¡Señor!. El hombre se paró. Miró fijamente a los muchachos, y con la curiosidad que revelaba su mirada, le respondió:-“¿Sí?” “-Mire, señor -respondió Javierqueremos saber si los mirlos pequeños pueden comer algo que no sea insectos”. El señor mayor contestó: “-

¡Claro que sí! Pueden comer papilla de leche con migas de pan. Eso sí, hay que dársela con una pajita, porque si son pequeños no salen del nido para comer”. Con la misma siguió su camino, con paso lento, hacia la calle de Garañaña” ( Pág. 56) Hierbas, margaritas, coles, las frutas más diversas y los más variados insectos y aves se entremezclan en este microcosmos que cruzan y bañan las “tajeas” y sombrean los naranjos.

El relato nos trae a la memoria un cuento de Leopoldo Alas, titulado “Adiós Cordera”. En ambas historias, los personajes se caracterizan por un halo de extrema candidez, representada, en el escritor ovetense, por los personajes de Rosa y Pinín, y en la narración de la periodista tinerfeña, a través de Colás, Ernesto y Javier.

Por el escenario donde se desenvuelve la anécdota: el prao de Somonte, un recorte triangular de terciopelo verde, tendido como una colgadura, cuesta abajo por la loma, en “ Adiós Cordera”; los sitios, aledaños de las casas, poblados de naranjeros, en “ La Suerte de los Mirlos”.

Y un final siempre incierto, conseguido, en el escritor peninsular, en el acto de la triste despedida que protagonizan Pinín y La Cordera. En la periodista canaria, el suspense se consigue a través de las interrogaciones retóricas con las que finaliza su relato: ¿Vivirán todavía los pajaritos? ¿Les darían los chicos la libertad? ¿Qué será ahora de aquellos muchachos?

Merece la pena volver a descubrir un San Miguel no tan lejano que emerge entre la niebla, y ello se consigue con la lectura de este bello relato.

Miguel Ángel Hernández González

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EL PERSONAJE

Entrevista realizada a D. Ramón el 2 de febrero de 2007, meses antes de su fallecimiento.

D. RAMÓN HERRERA SUÁREZ Hoy es día 2 de febrero, día de Nuestra Patrona la Virgen de Candelaria. A pesar de estar en invierno hace una mañana espléndida, con unas ligeras brumas formando unas ventanas en el cielo, las cuales dejan asomar los rayos del sol. Rayos que aprovecha nuestro Personaje de hoy para sentarse por fuera de su casa y coger calorcito.

M

e encuentro en el barrio de Las Zocas y tengo el honor de poder sentarme con D. Ramón Herrera Suárez, más conocido por todos como el Sr. Ramón, el de La Peña. Me recibe con una sonrisa y un bienestar, como siempre, y muy cortés. Todo un caballero. D. Ramón nace en San Sebastián de La Gomera allá por el año 1922, un 2 de agosto, a las cuatro de la tarde. Enseguida me cuenta que es gemelo de una hermana de nombre Quiteria y aún está viva; dice que su madre pensó tenerlos de dos en dos para así poder terminar antes, pero de todas formas no se paró ahí porque son nueve hermanos.

Me casé con una gomera, igual que yo. ¿Cómo se llama su esposa? Antonia Padilla Padilla y en mi matrimonio nacen nueve hijos.

Mi Ramón, Cecilia, Miguel Ángel, Sebastián, José, Fernando, Teresa, Carmen y Paco. También tengo a mi Fabio, que es nieto, pero lo crié por cosas de la vida y lo quiero como a un hijo. Trabajé mucho, pero los saqué adelante.

Yo viví en San Sebastián hasta los 24 años porque a los 20 hice la mili, que entonces se hacían 2 años. Fueron tiempos difíciles. ¿Cómo fue su niñez D. Ramón? Pues, mira tú, no fue tan mala junto a mis padres y a mis ocho hermanos, somos nueve conmigo. Mis padres son Sebastián Herrera y Concepción Suárez Morales. Mis padres trabajaban en la agricultura, teníamos vacas, cabras y teníamos que ayudar con las faenas del campo. Pero la comida nunca nos faltó.

Pero llegó la guerra de España y ahí se complicaron las cosas. Éramos muchos y poco que comprar y pocas perras pa’ gastar. ¿Y los Reyes? A los Reyes ni los conocíamos. Mi madre nos compraba una perra de pastillas que nos daban diez pastillas y una naranja en la venta de D. Leopoldo. La ropa no es como ahora, ¡qué va! ¿Cómo era? Nos la hacía mi madre y la cosía a mano, pues no había máquinas. Compraba la tela a una señora, los pantalones de dril y la camisa de percal, y los calzoncillos nos los hacía con sacos de azúcar, que eran de una tela fuerte. La ponían al sol pa’ blanquearla y le rociaban agua. ¿Dónde lavaba su madre? En un baño y sacaba el agua de un pozo que también era pa’ regar la finca, que dicho de paso existe en la actualidad.

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¿Y los amores cómo fueron? A mi me llegó el amor a los 24 años. Resulta que como no había agua las mozas del pueblo tenían que ir al pozo y traerla en un cubo o un bidón a la cabeza; entonces los chicos aprovechábamos pa’ pasar pa’ allá y pa’ acá, y ahí le caíamos para decirle algún piropo a la que nos gustara. Alguna mirada y así, poco a poco, surgió el amor.

A mi novia no la dejaban ni salir, ni ir a los bailes, pues ella la pobre se había quedado huérfana de madre muy pequeña. Entonces hablé con el padre, le pedí casarme y así lo hicimos. Las bodas no eran como las de ahora. ¿Pero sí había amor, no? Sí, a nuestra manera, sí.

Luego quedó embarazada. A nacer nuestro primer hijo ya pensamos en salir de La Gomera y cuando nació el segundo, mi Ramón y Cecilia, ya decidí venir a Tenerife pensando encontrar mejor vida, pa’ sacar la familia adelante. ¿Y Quién lo animó a venir? Yo tenía un amigo en la jurisdicción de Arona que se llamaba Juan Moreno y me contaba que aquí había más trabajo. Cuando llegué me aposenté en Las Laderas, en la finca de D. Eugenio Domínguez. El primer día que llegué lo trabajé con Dña. Amalia sachando tomates en Los Cristianos. Al otro día me dijo mi amigo Juan que había venido D. Nicasio y que le había comentado D. Eugenio Domínguez que las carreteras estaban destrozadas pero que no había muchos peones y entonces él le dijo: -pues mire, ayer llegó un muchacho de La Gomera, muy trabajador- y al día siguiente ya me dieron el trabajo arreglando carreteras con el Cabildo.

Me dieron un cuarto y ahí vivía, y así estuve siete años y medio. Luego me mudé pa’ la barriada de Las Zocas, de D. Ángel Cruz.

Entonces me salió comprar este solar donde hoy resido y me fabriqué mi casa, con mucho esfuerzo, y unos huertitos. ¿A quién le compró esto D. Ramón? Se lo compré a Félix Martín, me pidió 9.000 pesetas, pero yo sólo tenía 3.000 pesetas. Me llené de valor y se las pedí a mi tío José y me prestó las 6.000 pesetas que me faltaban. Como ganaba algo, cuando pude me fabriqué mi casa y pagué la deuda. ¿Cuánto se ganaba? Yo ganaba 300 pesetas al mes, eso era bastante, por eso pensé hacerme la casa, pero claro, me costó muchas penurias hacerla. Estuve tres días bajando los materiales con una carretilla de noche y luego en tres días la levanté. Pedí permiso en el trabajo y junto con Ramón Brito, él de albañil y yo de péon, la terminamos.

Los materiales me los traía el camión de Baute, el chófer era José Brito, y todo lo bajé por la ladera de La Peña. ¿Cuántos años trabajó con el Cabildo? 30 años, pues ya después a los 60 años me enfermé. ¿De qué D. Ramón? Me dio una angina de pecho y me repitió cuatro veces, después me dieron tres infartos y una trombosis. Me han operado ocho veces y al final me han puesto este aparatito que cuando se afloja tengo que cambiarle las pilas, y a vivir de nuevo.

En mi vida, lo que hice fue trabajar mucho pero siempre con ilusión pa’ sacar mi familia adelante. ¿Fue al colegio D. Ramón? ¡Qué va, mi niña! Yo no sé ni leer ni escribir. Cuando chico iba a cuidar las cabras me ponía con un palito a hacer unos garabatos en el suelo, alisaba la tierra y eso era mi pizarra. Me hinchaba de hacer garabatos, yo creía que eso era escribir.

D. Ramón, ¿no había fiestas? Mira, cuando llegaban los carnavales se usaba vestirse de máscaras y la moda era hacer “tapetes”, que los hacíamos con papelitos picados y los metíamos dentro de la cáscara de un huevo, se

le tapaba el hueco con papel y el pegamento era papa guisada. Se hacía un baile en el Salón de Junonia y los músicos eran los barberos.

Con sus 84 años D. Ramón me contó sus vivencias, costumbres, sus amores… a lo largo de su vida. Al final, me quiso deleitar con estos versos: Octubre noche del treinta, año del 41 no puedo mortalizar con sentimientos profundos.

Lamentos que en este mundo no se pueden olvidar, era fatal y violento, octubre noche del 30, año del cuarenta y uno.

Los cigarrones Salieron del extranjero sin rumbo ni dirección, llegaron al Camisón estos pobres pasajeros.

Llegaron a La Caldera les cayeron con cacharros, se escapó la platanera, fueron a tener al fin al millo de las laderas Me despedí de D. Ramón con un cordial saludo. Ha sido para mi una vivencia inolvidable; tenía muy buen semblante y quisiera recordarle con una muletilla que él solía utilizar mientras conversaba: “se dijo”.

Kina Pérez

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Referencias históricas de Aldea Blanca

A

ldea Blanca, lugar donde Guanches del menceyato de Abona se establecieron con sus familias y rebaños, dejándonos una gran cantidad de importantes yacimientos arqueológicos, únicos grabados Líbico Bereber que se han dado a conocer en la isla de Tenerife, además de nuemerosos grabados rupestres en Cambados y Cabuquero, cazoletas y canalillos, cuevas sepulcrales, cuevas habitación (algunas de ellas tan importantes como las del Samar o Camarines), hasta refugios hechos de piedra. Un lugar con mucha Historia.

Se trata de uno de los núcleos de población más antiguos del Sur de Tenerife, cuyo nombre hace alusión a un antiguo poblado guanche.

Aldea Blanca aparece ya citado en el año 1516, cuando apenas habían transcurrido 20 años de la conquista, en una data o repartimiento de tierras por la que se le concedieron al licenciado Cristóbal de Valcárcel y a su suegro, Pedro de Lugo, 600 fanegadas de terreno: “en el reino de Abona… dende allá hacia Jamar a la banda de Aldea Blanca con el corral q. hizo Martín Vays a dar al corral grande q. dicen de los Cristianos… 14-IV-1.516” Bethencourt Alfonso nos habla de este caserío en la época aborigen cuando nos dice: Los Samara o Samarines era la clase sacerdotal educada en los especies de seminarios, llamados Sámaras, de donde el nombre de la cuevas de esta denominación “Cueva de Samar o Samarin” en la Aldea, San Miguel (Bethencourt Alfonso, 1991, 295).

El Dr. Niels Crack, fallecido en el año 2007 y afincado en Aldea Blanca, con su esposa Ute Crack, en la Casa Granero desde el año 1982, tuvo la posibilidad en el año 1993 de estudiar unas cuevas cerca de la montaña La Estrella que, según él, fueron las cuevas del Samar o Samarines, localizando en ellas y en su entorno restos de fragmentos de cerámica aborigen y obsidiana a una distancia de no más de 50 metros, donde además se encuentran unos grabados, uno con forma de barco, y otras, lineales, diagonales y cruzadas.

Nuestro amigo Raúl Melo Dait, también fallecido, en los trabajos de investigación histórica que realizó durante muchos años en nuestro municipio, y en la isla entera, también nos habla de las cuevas

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Cazoletas y canales, Cabuquero del Samar o Samarines, aunque no coincide con la descripción del Dr. Niels, afirmando que se encuentran a una distancia la una de la otra de unos 100 metros. Las cuevas que estudió Raúl están orientadas al naciente en el barranco Los Erales a su paso por Aldea Blanca y en las inmediaciones de La Valeria.

“no siempre se comprende en toda su dimensión que la importancia o el interés de pinturas y grabados rupestres reside en que a través de ellos los primeros canarios expresaron ideas, sentimientos y creencias o lo que es lo mismo, su mundo intelectual y espiritual, más difícil de encontrar reflejado en los restos de la cultura material”. (Navarro, 1990: 11).

Otro lugar de gran interés de la zona es al que llaman La Poyata, por encima de Aldea Blanca cuyo topónimo fue recogido por un vecino de San Miguel para referirse a la zona inmediata a la estación de grabados del Barranco de Arujo. El término no aparece reflejado para esta zona en las cartografías actuales, no obstante, nos viene el recuerdo de la denominada “Mesa de la Poyata”, una gran losa de piedra levantada y calzada con piedras que da nombre a la Punta de La Poyata en Anaga - t. m. de Santa Cruz de Tenerife-, donde según la información oral, ésta sirvió para el secado o mirlado de cadáveres en la preparación de las momias guanches.

Volviendo al principio de este artículo, queremos que los lectores conozcan la importancia que tuvo Aldea Blanca en la época Prehispánica.

Referente a los grabados aborígenes, tenemos un gran número de ellos de diferentes formas de ejecución o de interpretación:

Francisco Miguel Donate González

VIVENTE VALENCIA, V. (2.005) “Investigaciones Arqueológicas y Manifestaciones Rupestres en San Miguel de Abona”, Ayuntamiento de San Miguel de Abona.

DIAZ FRIAS, N. (2001) “Linajes de San Miguel de Abona”, Ayuntamiento de San Miguel de Abona.

HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, M A, PÉREZ TORRES, P P “San Miguel de Abona y su Historia” Ayuntamiento de San Miguel de Abona.

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Club San Miguel Discurso con motivo del 40 Aniversario de la construcción del Club de Instrucción y Recreo Casino San Miguel

“Señor Presidente y Directiva del Club San Miguel.

Señoras y señores.

Siendo el primer ex-presidente a quien se le distinguió con el nombramiento de Presidente Honorario del Club San Miguel, he recibido de su honorable directiva una especial invitación para tomar parte en este acto, donde estamos conmemorando la celebración del cuarenta Aniversario de la construcción de su sede social.

Cuarenta años que nada significan en el orden de las cosas materiales, pero sí mucho en el orden de la vida humana. Somos ya un reducido número de todos los que éramos y formábamos la lista de Socios del Club San Miguel y cumpliendo la ley de la vida, donde los hombres se van y sus obras quedan, ¡aquí os queda nuestra obra! Primeramente concebida con ilusiones y esperanzas en el trazado de unas líneas sobre un pedazo de papel, después, trabajo y responsabilidades. Y ahora, el recuerdo de un pasado lejano que por un acaso del destino fuéramos nosotros a quienes les tocara realizarla.

En estas horas que estamos viviendo cruzan por mi mente los inolvidables recuerdos de los buenos amigos y compañeros de Directiva, y también de los amigos y compañeros que, por su destacada labor, colaboraban en las Comisiones que habíamos creado. Ellos, físicamente, ya no nos acompañan en estos actos que celebramos, pero espiritualmente los tenemos siempre presentes. Y, en recuerdo en su memoria, les agradeceré observar un minuto de silencio.

Sería injusto, si en estos momentos no dedicara unas breves palabras a los hechos más sobresalientes en fechas anteriores a esos cuarenta años ya pasados. En las elecciones celebradas en el año 1933 para la renovación de su Directiva tuve el honor de ser elegido Presidente y conmigo un grupo de amigos conscientes y responsables en los puestos

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AYUNTAMIENTO DE SAN MIGUEL DE ABONA

para los cuales fueron elegidos. Ya ejerciendo nuestros cargos, nos fue completamente imposible encontrar la casa ideal para el desenvolvimiento de nuestras actividades sociales, y se nos presentaban dos alternativas. O seguir anquilosados en la pequeña casa que nos daba su albergue, o ir a la construcción de nuestra sede social para su expansión y futuro desarrollo.

Optándose por la Construcción, presentamos nuestro proyecto a la Junta General Extraordinaria, convocada con el fin de su aprobación o rechazo en el mes de febrero del año 1934.

Aprobado por mayoría. Inmediatamente nos lanzamos a los preparativos para la construcción. No contábamos con recursos de ninguna naturaleza que pertenecieran al Club, ni con el solar donde debíamos construirlo. No obstante, esos no fueron obstáculos para seguir el camino que nos habíamos impuesto. Un señor de la Directiva aportó el dinero para la compra del solar. La generosidad de muchos de los hijos de nuestro pueblo y de otros residentes en el extranjero dándonos sus donativos. Las muchas horas de trabajo y el transporte de materiales por varios de nuestros socios. La entusiasta colaboración de nuestra juventud y, por fin, nuestra emisión de bonos de cien pesetas cada uno, con el interés anual del cinco por ciento y rescatables a los cinco años, nos aportó la cantidad de unas quince mil pesetas. Hago un alto en mi narración para manifestarles que los señores que tomaron esos bonos eran en su mayoría socios del Club. Y siguiendo el mismo ejemplo de los demás, a su vencimiento o algunos años después tuvieron la gentileza de hacer de ellos su donación al Club, liberándole de ese pago.

Así fue como, todos unidos, trabajando con los mismos ideales y la misma voluntad, conseguimos su terminación. Y el día siete de diciembre del mil novecientos treinta y cuatro, se abrieron por primera vez esas puertas para dejar entrar a todas las personas que asistan a su inauguración.

Este salón y esa terraza, completamente llenos por sus socios e invitados, con sus caras sonrientes y sus corazones rebosantes de alegría, esperaban ansiosos a que yo, desde este mismo lugar, y en estas mismas horas de aquel día, anunciara: - ¡Hemos terminado nuestra casa!, ¡nuestra propia casa! La que, de hoy en adelante, será nuestra sede social - . Y también terminamos con la casa de las ilusiones y las fantasías, como la llamaban, y que jamás sería hecha según nuestros opositores.

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Aquí tenéis a este pequeño grupo de personas de las muchas que nos acompañaban.

No les hago de ellas su presentación porque de todos son bien conocidos. Formaban parte en las Comisiones de la construcción, en organización de fiestas y en la representación de obras teatrales. Ellos, junto con todos los demás, fueron los artífices de esta obra; para ellos nuestra gratitud y nuestros aplausos.

En nombre de mis compañeros y en el mío propio, quisiéramos hacerles llegar, al señor Presidente, Comisión Directiva y Comisión de Damas del Club San Miguel y, en general, a todas las personas que nos acompañan en este acto, nuestro mayor y sincero agradecimiento por todo lo que significa y representa para nosotros este cariñoso homenaje que nos estáis ofreciendo, en este venturoso día de la vida Social del Club San Miguel.

Vosotros también habéis tenido las perentorias necesidades por el crecimiento de socios y familiares de la Institución. Por eso, habéis aceptado la gran responsabilidad que significa esta importantísima, necesaria y bien concebida obra de reformas que habéis ejecutado de ampliación y embellecimiento de nuestra Sede Social.

Por lo tanto, nosotros queremos y pedimos hacer partícipes de este cariñoso homenaje a su Presidente, Comisión Directiva y Comisión de Damas y a todas las personas que, con vosotros, han contribuido a esta feliz realización, aunando esfuerzos y voluntades para conseguir la inauguración de estas obras, en el mismo día que se cumplen y celebramos su cuarenta Aniversario.

Vosotros también habéis tenido las perentorias necesidades por el crecimiento de socios y familiares de la Institución.

Por eso, habéis aceptado la gran responsabilidad que significa esta importantísima, necesaria y bien concebida obra de reformas que habéis ejecutado de ampliación y embellecimiento de nuestra Sede Social.

LOS ORÍGENES DEL NOMBRE DE SAN BLAS DESDE LAS FUENTES ORALES

El Club San Miguel ha tenido la suerte que en los años anteriores de su existencia hayan salido, de las diferentes Directivas que han ostentado su dirección, los hombres que lo han elevado a la categoría que hoy representa tener. Estos hombres han sido muy pocos, y en fechas bastante distanciadas, pero muy eficaces.

Hemos tenido un Presidente joven y por sus relevantes méritos quiso impulsar y dar aliento a esta sociedad que parecía dormirse en los primeros auxilios de su construcción. Su principal interés en el que puso su entusiasmo y voluntad fue en las obras de reforma que deseaba realizar, empezando por hacer sus planos, luego transformando y embelleciendo el salón de juegos y cantina, para seguir con la construcción de la planta donde hoy vais a ubicar las salas de biblioteca y televisión.

Pasaron varios años y, nuevamente, el letargo nos quería paralizar. Pero lo que el destino nos reserva aparece en el día menos pensado. Y entre los hombres que habéis elegido en la última elección empezaron a perfilarse la personalidad de dos soñadores, y serían ellos los que nuevamente volverían a impulsar y poner en movimiento todos los engranajes para, de una vez por todas, poder terminar con lo que tanto habíamos deseado.

Estos hombres a quienes me refiero son, el primero de ellos, D. Antonio Miguel Alfonso Izquierdo y, los segundos, D. Aurelio Hernández Delgado y D. Benito Santiago Rodríguez Quintero.

Nosotros, socios del Club San Miguel, tenemos la obligación de premiar con algo más que nuestros aplausos, el esfuerzo y los sacrificios de estas personas que, robando horas de su trabajo y a sus familiares han cumplido tan dignamente con las obligaciones a que se habían comprometido.

Yo quisiera pedirle a la honorable Directiva del Club San Miguel y les pido tengan la generosidad, que en la primera Asamblea Extraordinaria que celebren, pongan en la orden del día el nombramiento de presidente Honorario Póstumo para D. Miguel Alfonso Izquierdo, ex-presidente del Club San Miguel y también el nombramiento de Socios de Mérito a D. Aurelio Hernández Delgado, actual Presidente, y a D. Benito Santiago Quintero, Presidente de obras del Club San Miguel. Esto es lo que les propongo, es muy poco para todo lo que ellos se merecen.

Por todo lo que representa para la Institución las nuevas obras que habéis creado, para el solaz recreo de sus socios, os consideramos que sois más que merecedores de recibir nuestra admiración y nuestros aplausos. Nosotros nos sentimos verdaderamente orgullosos porque hemos visto que nos fueron sucediendo, lo han llevado por el camino ascendente de su progreso.

Y, así como ayer San Miguel ostentaba sin orgullos ni vanidades poseer en su clase una de las Instituciones más importantes de la isla, hoy también puede levantar su frente y ostentar con orgullo el espíritu siempre creciente y renovador de sus hijos”.

Miguel Calcerrada Fumero 7 de diciembre de 1974

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l nombre más antiguo por el que era conocida la zona costera que hoy comprende Los Abrigos y San Blas, es Lulaya. Topónimo con el que los guanches designaron este lugar (Gerardo Pérez Marcelino).

El origen del uso del nombre de San Blas tiene dos teorías que parten de la tradición oral. Por un lado, encontramos algunos relatos sobre el descubrimiento de una imagen del santo en una de las cuevas de la playa y, a raíz de este hallazgo, se instaló una pequeña capilla en el mismo lugar de su aparición. Por otro, se cree que una familia muy devota de Buzanada lo dejó allí, construyéndole la capilla. Posteriormente, se levantó la actual ermita de San Blas.

Desde que el santo tuvo presencia en esta zona, no han dejado de surgir historias de milagros y venganzas que demostraban el poder de San Blas. Se decía, que era el santo protector de la garganta, “que si tienes algún mal en la garganta tienes

que decir San Blas y dirigir la cabeza hacia arriba y llamar por San Blas” (Mª Elena Marcelino Ramos); o que si tienes hipo, nombrando al santo se te quita. Existen otros dichos que también tienen que ver con la comida, como: “San Blas, ya comiste ya te vas”, entre otros. También se cuentan historias en las que personas que no respetaron al santo sufrieron su venganza: “San Blas es donde estaba el santo y vinieron tres hombres, decían de Buzanada y Cabo Blanco y entonces esos hombres cogieron y cogieron a San Blas y lo llevaron a la playa y dice, báñate ahí cabrón y le hicieron perrerías y todas las perrerías que le hicieron a San Blas, que le esconcharon los deditos y todo esto, murieron ellos con las perrerías que le hicieron a San Blas” (Mª Elena Marcelino Ramos)

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CON NOMBRE DE MUJER Así se denominó el acto-homenaje que organizó la Concejalía de Igualdad dentro del 8º Encuentro Informativo sobre la Mujer, para conmemorar el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer.

Esta iniciativa surgió en mayo de 2009, cuando se propuso designar calles del municipio con nombres de mujeres relevantes.

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Otra de las historias que se cuentan, se remonta a la construcción del primer hotel que se levantó en el risco del Golf del Sur en el que estaba la capilla.

Al construirlo, el santo se quedó sin su capilla y el hotel no obtuvo beneficios.

Cuentan, que no paraban de sufrir hechos misteriosos de carácter paranormal, como ascensores que se movían solos o luces que se encendían y apagaban por si mismas.

Hay muchos relatos de este tipo que han ido pasando de generación en generación a través de la tradición oral.

Otra de las historias que se cuentan, se remonta a la construcción del primer hotel que se levantó en el risco del Golf del Sur en el que estaba la capilla. Al construirlo, el santo se quedó sin su capilla y el hotel no obtuvo beneficios. Cuentan, que no paraban de sufrir hechos misteriosos de carácter paranormal, como ascensores que se movían solos o luces que se encendían y apagaban por si mismas.

Todo esto producía gran temor entre los trabajadores. Al segundo dueño le ocurrió lo mismo y al tercero, al abrir el hotel, los habitantes de Los Abrigos le aconsejaron que le pusiera una capilla al santo y todo eso se acabaría. Así lo hizo y el hotel funcionó correctamente.

Como ocurre en otras partes de la isla, la aparición de una imagen religiosa y las historias que lo acompañan, acaban dándole nombre a la zona. Así es como este lugar fue conocido como San Blas, refiriéndose sobre todo a la parte más costera. En cuanto a las referencias topo-

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nímicas, podemos encontrarnos con la propia playa de San Blas, que aparece así referenciada en los mapas de Tenerife. La ermita de San Blas y el Centro comercial San Blas, en el núcleo urbano del Golf del Sur. También aparece dentro de la red de senderos insulares una referencia al paisaje lunar de San Blas. Y, muy recientemente, se ha creado el complejo turístico-cultural San Blas Reserva Ambiental.

La elaboración de este artículo se ha basado fundamentalmente en la información obtenida de forma directa de los protagonistas reales de las historias, aquellas personas que fueron testigo de los hechos que se narran o que les fueron transmitidos por generaciones anteriores. Son los “guardianes” del patrimonio intangible y la memoria histórica de sus recuerdos. Esta publicación, rinde un pequeño homenaje a esas personas que han custodiado en su memoria esas historias y han querido compartirlas.

Por Iván González Gómez (Historiador y arqueólogo)

n el I Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (2005-2009), más concretamente en el Área de Urbanismo, en la acción 1.4. se señala “Rotular las nuevas calles, exclusivamente con nombres de mujeres relevantes, hasta que exista una equiparación numérica con las que llevan nombres de hombres”. Por lo expuesto, la aprobación de dicha propuesta se recoge en el Decreto de Alcaldía nº 942/2009 de fecha 16 de junio de 2009 y es el pasado mes de marzo cuando la Concejalía procede al acto que conmemora el reconocimiento a nuestras sanmigueleras que, sin duda, marcaron un referente en la historia del municipio.

Los nombres que exhibirán las calles del municipio son: Doña Cándida Peña Bello, para quien se ha asignado la Calle del Centro de Salud. Doña Cándida proviene de una familia arraigada a la historia del municipio por las distintas actividades desempeñadas en el ámbito agrícola, empresarial y turístico contribuyendo al desarrollo socioeconómico de San Miguel de Abona.

En el núcleo de Las Chafiras, se ha asignado: Calle 1. Doña Natividad Hernández Delgado, natural de San Miguel, única de sus tres hermanos que tuvo la oportunidad de estudiar ya que fue su tío quien le propuso a su padre que “la enviara” a La Laguna. Con mucho esfuerzo por parte de su padre que desempeñaba la profesión de cartero, y con el suyo propio porque no tenía recursos para trasladarse hasta la ciudad del Adelantado, estudió magisterio y comenzó a desarrollar su profesión en La Gomera, después en Charco del Pino y más tarde en Aldea Blanca, donde estuvo durante seis años y tuvo a sus tres primeros hijos. Se trasladaba hasta el barrio de Aldea muchas veces caminando y embarazada y en otras ocasiones la llevaba un caminero del casco de San Miguel o el dueño de un taller que había justo al lado del colegio.

Finalmente comenzó a dar clases ejerciendo su profesión durante cuarenta y dos años.

Calle 2. Doña Dolores Medina Marrero. Nació en San Miguel de Abona el 4 de Octubre de 1927. Cursó Magisterio en La Laguna en el año 1948, y comenzó su carrera docente en La Cuesta, siguió por Adeje y Charco del Pino, donde estuvo 11 años. En 1970 y a instancias del párroco de San Miguel, el Padre Flores, acepta la Dirección de un colegio católico en Dublín. Ejerció este cargo durante dos años y medio y cuando regresó dio clases en las escuelas unitarias del municipio y en algunos barrios de Granadilla de Abona.

Calle 3. Doña María del Carmen Delgado Díaz. Maestra y natural del municipio. Empezó ejerciendo en El Paso (La Palma), y estuvo allí hasta que en San Miguel se crea la escuela Parroquial, siendo su padre el responsable de costear el mobiliario y accesorios de dicha escuela. Por este motivo se le ofreció a ella ser la maestra de dicha escuela para las niñas del pueblo. Realizó cursos para especializarse en lengua y literatura, y cuando la escuela dejó de ser escuela parroquial y se constituyó como escuela pública ella desarrollaba su profesión como maestra de lengua y literatura para niñas de 14 años que, cuando accedían a Bachillerato, poseían un alto nivel en dicha asignatura. Con el paso de los años se formó la escuela mixta, siendo ella profesora de lengua y literatura de niños y niñas del municipio.

Calle 4. Doña Andrea Galván Marrero. Maestra y natural del municipio en el que ejerció la docencia. Nació alrededor de 1895 y fue la única de sus cuatro hermanos que estudió, porque los tres varones emigraron a Cuba, su hermana se casó joven y pronto fue madre, y ella, Andrea Galván, estudió porque sus padres podían costear sus estudios en La Laguna. Comenzó dando clase en La Florida (en La Orotava), después en Arona, que fue donde nació su única hija y en 1932 regresó a su pueblo natal, San Miguel de Abona, y permaneció dando clase en la calle José Hernández Alfonso hasta su jubilación. Siempre ejerció en escuelas femeninas y daba clases a niñas de 14 años.

Calle 5. Doña Clara Toledo Gómez. Nació en San Miguel de Abona, en la calle Estanco, el 12 de Agosto de 1919, en el seno de una familia humilde pero con terrenos que les proporcionaban las cosechas suficientes para vivir durante y después de la Guerra. Se casó con Don Antonio González, de Las Zocas y allí vivió formando una familia compuesta por cuatro varones y dos hembras. Era una mujer muy sensible y viendo la situación en la que estaba el barrio ayudaba y colaboraba con el vecindario repartiendo su cosecha entre las familias más humildes.

Heredó terrenos convirtiéndose en una familia con suficientes recursos económicos, siendo de las primeras promotoras del impulso y desarrollo comercial del núcleo de Las Chafiras.

Y en la zona de El Monte, en Guargacho, para seguir en la línea de literatos canarios, el callejero contará con los nombres de Mercedes Pinto Armas de la Rosa y Clós, María Rosa Alonso, María Joaquina Viera y Clavijo Victoria Bridoux Mazzini.

Una vez mencionadas y homenajeadas, a cada una de ellas, se les hizo entrega, a manos del Señor Alcade-Presidente y de la Concejala de Igualdad, un ramo de flores y un obsequio que representaba a las tradicionales placas que darán nombre a las calles del municipio de San Miguel de Abona.

El acto, que se desarrolló en el Salón de Plenos, tuvo un carácter íntimo ya que las personas que asistieron eran familiares de las homenajeadas. Así mismo, cabe señalar la importante carga emotiva que se pudo respirar en la Sala, con la entrega de obsequios y con las palabras de algunas de éstas que nos llevaron a recordar lo que significaba aprender con cada una de ellas y a valorar la humanidad y los valores familiares y humanos carentes en la actualidad.

Concejalía de Igualdad

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Fotonoticias

“DEJANDO HUELLA 2010”. DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER. El Ayuntamiento de San Miguel de Abona, a través de la Concejalía de Igualdad, conmemoró, por octavo año consecutivo, el Día Internacional de la Mujer, enmarcado dentro del I Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades (2005-2009) y prorrogado un año más (2010).

De entre las distintas actividades que se realizaron durante el mes de marzo cabe destacar la exposición fotográfica de Rostros de Mujeres en la Sala de Exposiciones El Aljibe, la tradicional Cena-Celebración que congregó a casi 200 mujeres del municipio o el acto-homenaje a Mujeres ilustres del Municipio a través de la designación de Calles con Nombres de Mujer. Igualmente, en uno de esos días se pudo contar con la presencia de Fayna Curbelo, presentadora de Televisión Canaria, quien dio una conferencia sobre Crisis de lo Femenino en la Sociedad Actual, cerrando estas jornadas con el monólogo El despertar de una Mujer, además de actividades lúdicas para toda la familia.

EL CAMINO DE LA FUENTE DE TAMAIDE a través de paneles informativos.

El Área de Patrimonio Histórico de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de San Miguel de Abona, ha diseñado un proyecto para poner en uso el camino de la fuente de Tamaide con la elaboración de paneles informativos con textos, cartografía y fotografías de aquellos espacios de interés paisajísticos, así como paneles de divulgación de actividades tradicionales relacionadas con lo agrario.

La estrategia pensada para la intervención de la ruta de interés paisajístico se ha realizado mayoritariamente en términos de colocación de los paneles de información, manteniendo el camino o ruta de interés paisajístico en su estado natural.

La mejora y señalización de este camino, no sólo ofrece una visión bastante completa de la relación del hombre con el agua e incluso algunos ámbitos naturales interesantes en las propias laderas del barranco y el fondo del mismo, sino que, al mismo tiempo, se puede apreciar en él un ámbito con un interés agrario, etnográfico-cultural y paisajístico significativo, lo suficientemente bien conservado como para poder pensar en él como un hito turístico indispensable en el municipio. Igualmente, el Cabildo Insular ha realizado el mismo proyecto para el Camino Real del Sur. CARNAVAL 2010 El pasado 7 de marzo se celebraba el Coso del Carnaval en San Miguel de Abona, organizado por las Concejalía de Deportes y Cultura. Alrededor de unas 2.000 personas se dieron cita en este desfile de luz y color, el cual se lleva celebrando desde hace tres años.

Durante el trayecto se contó con la participación del Ballet Beanky, Asociación Banda de Música de San Miguel, Comparsa Kuliquitacas del Sur, Murga Las Noveleras, Murga Los Suricatos, Murga Los Retorciditos, Murga Los Triqui Traques, Murga Mamelucos y las Ludotecas Municipales El Globo y Jardín de La Estrella.

El coso, que comenzaba su recorrido desde la Cooperativa de San Miguel, terminaba en el Centro Deportivo Cultural con el gran festival de Murgas.

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VISITAS POR LOS CASCOS HISTÓRICOS DE LA ISLA La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de San Miguel de Abona ha puesto en marcha su nuevo programa de visitas guiadas, tanto nocturnas como diurnas, a los cascos históricos más importantes de la isla. Recientemente se ha realizado la visita al casco histórico de La Orotava, y se tiene previsto dos más a los municipios de La Laguna, Güímar y Tacoronte. De igual manera, la Concejalía tiene previsto reanudar el proyecto de divulgación cultural San Miguel de Noche, que también recoge la visita nocturna por el casco histórico de San Miguel de Abona.

El objetivo de estas visitas es, fundamentalmente, informar sobre el patrimonio histórico-artístico de la isla, así como su puesta en valor. Informar a los vecinos sanmigueleros sobre el valor patrimonial de su municipio y de otros municipios que precisen ser conocidos por sus tesoros patrimoniales

“CRECIENDO CON SALUD” - PREVENCIÓN DE LAS DROGODEPENDENCIAS. El Ayuntamiento de San Miguel de Abona, a través de la Concejalía de Asuntos Sociales, y en colaboración con Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo de Tenerife, ha decidido apostar por la puesta en marcha de un nuevo proyecto comunitario de prevención de drogodependencias: CRESA “Creciendo con salud”. Un proyecto que se implementará durante todo el periodo 2010 y que, con disponibilidad de recursos municipales y externos, contará con la colaboración de profesionales y expertos en la materia.

A través de este proyecto se fomentará la prevención de las drogodependencias desde la perspectiva del ocio y tiempo libre, buscándose, en cualquier caso, la implementación de nuevas acciones y líneas de financiación que nos permitan desarrollar programas y proyectos encaminados a la prevención del consumo de drogas, especialmente entre la población juvenil. Igualmente, se busca favorecer la formulación y el desarrollo de programas de prevención compensados según zonas y tipologías; sensibilizar a la comunidad sobre la necesidad de atender al fenómeno de las drogodependencias desde su propio espacio y desde los ámbitos escolar, sanitario, de los servicios sociales, comunitario, laboral y familiar y promover el empleo saludable del ocio y tiempo libre como medida preventiva en el uso y/o abuso de sustancias nocivas para la salud.

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Ondas Deportivas

Ondas Deportivas, por motivos de espacio, resalta lo más destacable, previo conocimiento del entrevistado.

ANTONIO TOLEDO. TOTO. Sacrificarse, para nada. Sí, sí, así suele ser, se sacrifican, trabajan y luchan por el amor de unos colores, por el pueblo, por el barrio…, en definitiva, por un club que es de todos y al final lo hagan mal o lo hagan bien, terminan siendo criticados por aquellos que menos han apoyado o colaborado con el equipo. Es más, me atrevo a decir que algunos de estos que tanto hablan, ni tan si quiera asisten al campo con asiduidad, donde, con el simple hecho de hacerlo y pagando una entrada, ya se hacen partícipes, no sólo con el pequeño aporte económico, sino con su presencia en ayuda a un club que por lo general siempre agradece el apoyo a la hora de sentirse arropado en los encuentros en casa.

Toto, como siempre se le conoció en el mundillo del fútbol, es recordado por aquellos que en los años 70 ya acudían a los campos de fútbol, como un jugador disciplinado, bastante duro y de mucha fortaleza física. Hasta que una lesión le obligó a abandonar la práctica del fútbol siendo bastante joven. Una vez colgadas las botas siempre estuvo ligado al fútbol de una u otra manera

Antiguo campo de fútbol de San Lorenzo, año 1974 (1ª Regional)

A

lgún que otro lector, se estará preguntando en estos momentos qué plato se le ha roto esta vez a este humilde escribiente. Créanme, y pueden estar seguros, que lo que es un plato, no he roto ni uno, pero lo que sí entiendo es que estos, los aludidos, se tienen bien merecidos que esta revista municipal, en la sección de Ondas Deportivas, les tenga en cuenta y les mencione en su justa medida.

Ondas Deportivas tiene el gusto de resaltar en esta nueva edición a esos personajes que tanto tiempo han dedicado, dedican y dedicarán a nuestros Clubes del municipio; restando tiempo a sus familias, a sus hijos e incluso a su trabajo. Me refiero a esos sufridos presidentes, quienes rara vez reciben palabras de aliento y ánimo y, en definitiva, de agradecimiento por su labor en los Clubes a los que representan. Es por lo general todo lo contrario aunque, claro está, que estos parlanchines no se lo dicen en persona o en una reunión del club, en el caso de que los mencionados sean directivos o socios. No señor, las críticas las van regando por las esquinas y mentideros. Aquí no se salva ni el gato, ocurre en Las Zocas, Guargacho, El Roque, Las Chafiras…

Ondas Deportivas se ha decidido por el expresidente D. Antonio Toledo, entre otros muchos más, por la sencilla razón de que él ha vivido muy de cerca la historia del San Miguel, no sólo como jugador, sino como miembro de la directiva, como presidente, como socio, como entrenador, etc.

Puestos en contacto con el expresidente, ya nos contaba no sólo lo que queríamos saber, sino mucho más. A lo que

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Toto, como siempre se le conoció en el mundillo del fútbol, es recordado por aquellos que en los años 70 ya acudían a los campos de fútbol, como un jugador disciplinado, bastante duro y de mucha fortaleza física. Hasta que una lesión le obligó a abandonar la práctica del fútbol siendo bastante joven. Una vez colgadas las botas siempre estuvo ligado al fútbol de una u otra manera.

Como jugador. ¿Cómo jugador, comenzaste jugando en el…? C.D. I’Gara. ¿Qué año? En la temporada 69/70. ¿Y en qué otros clubes jugaste? San Miguel Arcángel. ¿Hasta qué edad jugaste? Hasta los 25. ¿Y en qué posición? Defensa. ¿Jugaste en fútbol aficionado? No. ¿Motivos? La rodilla. ¿Lesiones graves? Rotura de ligamento cruzado. ¿Una anécdota positiva de la época de jugador? El día que debuté siendo juvenil con el I’Gara contra el C.D. Marino. ¿Un momento para olvidar? Cuando me lesioné, contra el Leones Gomera.

Como Directivo. ¿Cómo, cuándo y por qué llegaste a la presidencia del San Miguel? Llegué al club en el año 1992 a través de una petición de D. Aurelio Delgado, a lo que yo acepté. ¿Está remunerado el ser presidente de un club modesto? No, al menos para mi no fue así.

Sabemos que trabajar, lo que se dice trabajar, trabajaste mucho, pero… ¿alguna vez te tocó poner dinero de tu bolsillo? Sí, desde luego. ¿Qué te proporcionó el ser presidente, aparte de nervios, disgustos y malos momentos?

El disfrutar de lo que me gusta. ¿En alguna ocasión te has sentido agradecido por los halagos, ánimos y apoyos procedentes de socios y aficionados? Sí, alguna. ¿Volverías a presentarte a la presidencia del C.D. San Miguel u otro club? No. Realmente, ¿se disfruta o se sufre la presidencia? Se sufre más que se disfruta. ¿Lo sufre la familia? Sí. ¿Crees que las instituciones municipales apoyan lo suficiente? No. ¿Ha cambiado tanto el fútbol con respecto a cuando jugabas? Demasiado. ¿El fútbol se ha encarecido demasiado? Sí. ¿Crees que es justo lo que cobran hoy en día los futbolistas? No. ¿Y los trencillas en colaboración con el colegio arbitral? Se pasan tres pueblos con lo que cobran, es demasiado. ¿Qué opinas del colectivo arbitral y su labor? Mi opinión, en líneas generales es buena, entiendo que su labor no es fácil. ¿En alguna ocasión se te pasó por la cabeza abandonar el barco? Sí. ¿Por qué? Por el poco apoyo de las instituciones y aficionados. ¿A quién hubieses premiado en su labor como directivo, socio, entrenador… mientras fuiste presidente? A Miguel González. ¿Y a quién mandarías al carajo? Me lo reservo. ¿Sabes de alguien que te diese palmaditas en la espalda y después puñaladas traperas?

Sí. ¿Por cuántos ascensos y descensos has pasado? Por dos, un ascenso de primera a preferente y un descenso.

En la actualidad, aparte de trabajar, algo que se ha convertido en un lujo, ¿qué haces?

Ver fútbol y la familia, aparte de alguna partidita de cartas… ¿Qué consejo le darías a un presidente amigo? No atender a los malos comentarios de la calle. ¿En algún momento te arrepentiste de haberte metido en semejante berenjenal? No, en cierto modo me gustaba, me sentía útil.

En estos momentos, ¿cómo ves la actualidad deportiva del municipio: San Miguel, Las Zocas, Guargacho, El Roque y Chafiras? Bien, en general. Son momentos difíciles y no se puede pedir mucho más. ¿Qué siente un presidente cuando ve cómo avanza la temporada y las mensualidades se acumulan de forma impaga, las entradas económicas al club no dan para mucho y, además, todos le miran como si sólo él fuera el culpable de todo? Frustración, impotencia. Álvaro Toledo

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DON JOSÉ BELLO Y FEO (1882-1944).

BACHILLER, CORRESPONSAL PERIODÍSTICO, PROPIETARIO Y POLÍTICO.

Alcalde, cabo jefe del Distrito de San Miguel del Somatén Armado, presidente del Comité Local de Acción Popular Agraria, juez municipal, jefe de Acción Ciudadana y propietario.

P

or segunda vez, don José Bello Feo fue designado juez municipal suplente de San Miguel de Abona y, como tal, estuvo al frente del Juzgado el 5 de enero de 1924 y del 27 de enero al 6 de febrero de 1924. Asimismo perteneció a la Corporación municipal de San Miguel de Abona, pues en mayo de 1924 fue nombrado concejal de su Ayuntamiento por el gobernador civil de la provincia; y de ella fue elegido alcalde-presidente, cargo que ostentó desde el 1 de junio inmediato hasta el 10 de marzo de 1930. Como curiosidad, la prensa de la época se hacía eco de los viajes que en virtud de su cargo realizaba a Santa Cruz, como ocurrió en 1927: “En esta capital hemos tenido el gusto de saludar al alcalde de San Miguel, nuestro estimado amigo particular, don José Bello Feo”a.

Además, fue nombrado cabo jefe del Distrito de San Miguel del Somatén Armado de Canarias, cargo que ya ostentaba en septiembre de 1925; se trataba de un cuerpo de orden público, constituido por civiles armados, casi todos propietarios agrícolas o comerciantes. En 1929, don José figuraba entre los principales propietarios del municipio de Vilaflor, donde pagaba de contribución 4,16 ptas. por urbana. También fue una de las primeras personas de San Miguel de Abona que poseía un vehículo particular.

Y, por tercera vez, fue nombrado juez municipal suplente, quedando al frente del Juzgado del 4 al 26 de marzo de 1930.

El domingo 12 de julio de 1931 asistió al homenaje de adhesión y simpatía al diputado electo a las Cortes Constituyentes por esta circunscripción don Andrés de Arroyo y González de Chávez, celebrado en el Hotel Orotava de Santa Cruz de Tenerife y al que asistieron más de 300 personas de todos los sectores sociales de la capital y pueblos de la islab. Y figuró entre los principales partícipes de la comunidad encargada de la construcción de un canal entre San Miguel de Abona y Las Galletas, constituida el 25 de agosto de 1932, pues poseía cuatro acciones (de tres horas quincenales cada una), de un total de 120 emitidas.

Asimismo, perteneció a la Comisión organizadora del Comité Local de Acción Popular Agraria de San Miguel, desde el 11 de julio de 1934, y el 12 de febrero de 1935 fue elegido presidente de su primera junta de gobierno.

Simultáneamente, el 16 de agosto de 1934 fue nombrado juez municipal de San Miguel de Abona por la Junta de Gobierno de la Audiencia Provincial; debía continuar en el cargo hasta el 31 de diciembre de 1936c, pero sólo permaneció en él desde el 1 de septiembre de 1934 hasta el 3 de marzo de 1935, en que renunció al mismo. En febrero de ese último año fue nombrado vocal de la Junta Provincial de Acción Popular Agraria de Santa Cruz de Tenerife, elegida por la asamblea general extraordinaria celebrada por dicho partido el 17 de dicho mesd. El 12 de junio de 1935 donó 100 ptas. para el monumento que se pretendía construir en honor de don Santiago García Sanabria, a través de la lista del Sindicato Unión de Exportadorese. Y al final de la II República fue elegido por segunda vez alcalde de San Miguel de Abona, cargo que ejerció de enero a marzo de 1936, en que cesó al hacerse cargo del Ayuntamiento el Frente Popular de Izquierdas.

Luego, tras el golpe de estado que inició la Guerra

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Civil, el 18 de julio de dicho año 1936, fue nombrado jefe de Acción Ciudadana en San Miguel de Abona, cuerpo paramilitar que ayudó a mantener el orden en la localidad y a detener a los elementos afines al Frente Popular, sobre todo a los más caracterizados y hostiles con el levantamiento militar. En esta situación, durante la larga contienda bélica mostró su generosidad con el bando nacional, a través de numerosos y cuantiosos donativos. Así, en el mes de agosto del primer año regaló un automóvil al Ejército: “Don José Bello Feo, jefe de Acción Ciudadana de San Miguel, ha cedido al comandante militar un automóvil de su propiedad marca Ford, el cual, pasadas las actuales circunstancias, quedará de propiedad de Falange Española”f. En septiembre de ese mismo año donó 110 ptas. en oro para el soldado combatiente, consistentes en “una guardapelo, una caja reloj, dos cadenas, una caja reloj, un anillo y una moneda”g. En el mes de octubre inmediato participó en la suscripción abierta para premiar a cierto número de Regulares o del Tercio que más se distinguiesen en su actuación en la campaña de África, para lo cual continuaba contribuyendo en febrero de 1938 h. En marzo de 1937 donó 500 ptas. para el auxilio de Málaga, donativo que fue entregado en la Sección de Prensa y Propaganda de Falange Española y de las J.O.N.S.i. En el mes de abril inmediato entregó otras 1.000 ptas. en la Comandancia General de Canarias “para atender a las necesidades de Madrid cuando sea liberado”j. En junio de ese mismo año donó 1.000 ptas. para construir el nuevo acorazado “España”k. En agosto de ese reiterado año 1937 se le reconocía su continuo apoyo: “Es mi deber también hacer resaltar el agradecimiento que sentimos hacia don José Bello Feo por sus repetidos donativos en tabaco

y metálico para distribuir entre los chicos que componen la Falange de San Miguel”l. En marzo de 1938 contribuyó con otro donativo de 500 ptas. para el Sanatorio antituberculosom. Y en mayo del mismo año donó 1.000 ptas. a los fondos del Subsidio Pro-Combatientes, que ingresó en el Banco de Españan.

Desde su elección como consejero del Cabildo, don José alternó su residencia entre la capital de la provincia y su pueblo natal, donde tenía sus propiedades. En agosto de 1937 se le autorizó la construcción de una casa en la calle Enrique Wolfson de Santa Cruz de Tenerife, acogida a los beneficios del Paro Obrero, y en 1940 ya estaba empadronado en ella (calle E. Wolfson nº 19); don José figuraba como propietario, con 48 años de edad, 9 de ellos en la capital; le acompañaba su sirvienta doña Herminia Trujillo Fumero, de 45 años, natural de Vilaflor, que llevaba 2 años en dicha ciudad.

Don José dedicó toda su vida a la Agricultura, en cuyo fomento volcó todos sus esfuerzos, y cuidó sus propiedades hasta el final de sus días. En este sentido, fue accionista-fundador de la sociedad “Aguas del Sur”, creada en 1941 para promover la construcción del Canal del Sur de Tenerife, y al año siguiente fue elegido vocal 1º de su primer Consejo de Administración, que presidía el ilustre güimarero don Tomás Cruz García, permaneciendo en el cargo hasta 1950.

En San Miguel de Abona ostentó don José diversos cargos públicos.

Fallecimiento y descendencia Hacia 1912 nuestro biografiado había contraído matrimonio con doña Juana Bello Rodríguez, hija de don Tomás Bello Gómez, administrador de los Chirino y propietario, y de doña Mónica Rodríguez Gómez, todos naturales y vecinos de San Miguel de Abona.

Don José Bello Feo falleció en su domicilio de Santa Cruz de Tenerife, calle Enrique Wolfson nº 9, el miércoles 22 de marzo de 1944, a las cinco de la madrugada, a consecuencia de colapso cardíaco; contaba 61 años de edad. Ese mismo día se oficiaron las honras fúnebres en la iglesia de San Francisco de Asís y a continuación recibió sepultura en el cementerio de Santa Lastenia de dicha capital. Dos días después de su muerte, el 24 de marzo, el periódico El Día se hizo eco de la importante pérdida en un artículo necrológico: “Nos ha sorprendido dolorosamente la inesperada muerte de don José Bello Feo, víctima de rápida enfermedad, que en pocos días ha tenido tan fatal desenlace.

Distinguía al señor Bello, a más de su laboriosidad, inteligencia y caballeroso trato para todos aquellos que en vida le trataron, un acendrado cariño por todos cuantos problemas afectaron a nuestra isla, y muy especialmente a la región Sur, de la que fue consejero en nuestro Cabildo Insular, y que por estar vinculado a los problemas agrícolas, supo dar impulso a los mismos, realizando todas aquellas mejoras que estaban a su alcance y protegiendo con desprendimiento a la clase trabajadora, la que con su fallecimiento pierde uno de sus más fervientes bienhechores.

El sepelio del finado, efectuado el miércoles último, constituyó una verdadera manifestación del aprecio que en todas las clases sociales se le tenía.

Descanse en paz y reciban sus familiares muy especialmente su viuda, la distinguida señora doña Juana Bello, y sus hijos doña Eulalia y don Ildefonso, y sus hijos políticos, doña Clementina Varona y don Emilio Jimeno, la expresión de nuestro más sentido pésame”.o El lunes 27 de ese mismo mes de marzo, a las nueve de la mañana, se celebraron, simultáneamente, misas por su alma en la iglesia del Pilar, en Santa Cruz de Tenerife, y en las parroquiales de San Miguel de Abona y Arona, que se volvieron a repetir al día siguiente.

Le sobrevivió su esposa, doña Juana Bello Rodríguez, con quien había procreado dos hijos, nacidos en San Miguel de Abona y con descendencia: don Ildefonso (1913), teniente de complemento de Infantería, casado con doña Clementina Varona Brage; y doña Eulalia Palmira Bello Bello (1917), esposa de don Emilio Gimeno Martín, Dr. en Derecho y político.

Octavio Rodríguez Delgado Profesor titular de la Universidad de La Laguna

a “Ecos de Sociedad. Viajes”. Gaceta de Tenerife, 14 de mayo de 1927, pág. 2. b “De actualidad política”. Gaceta de Tenerife, 14 de julio de 1931, pág. 1. c “De justicia municipal”. Gaceta de Tenerife, 19 de agosto de 1934, pág. 3. d “Acción Popular Agraria”. Gaceta de Tenerife, 17 de marzo de 1935, pág. 2. e “Comisión Ejecutiva del monumento a don Santiago García Sanabria”. Hoy, 13 de junio de 1935, pág. 7. Gaceta de Tenerife, 14 de junio de 1935, pág. 8. f “Regalo de un automóvil a Falange Española”. Gaceta de Tenerife, 13 de agosto de 1936, pág. 12. g “Notas de la Comandancia Militar. Donativos en oro en San Miguel”. Gaceta de Tenerife, 26 de septiembre de 1936, pág. 2. h “Notas de la Comandancia General. Suscripción para premiar a los Regulares y Tercio”. Gaceta de Tenerife, 31 de octubre de 1936, pág. 6; “Vida oficial. Comandancia General. Suscripción para Tercio y Regulares”. Amanecer, 20 de febrero de 1938, pág.

3. i “¡Auxilio a Málaga!”. Gaceta de Tenerife, 5 de marzo de 1937, pág. 3. j “Importantes donativos” y “Donativos”. Gaceta de Tenerife, 29 de abril de 1937, pág. 2. Esta noticia se duplicó en la misma página. k “Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Servicio de Prensa y Propaganda. Suscripción para el nuevo acorazado España”. Gaceta de Tenerife, 22 de junio de 1937, pág. 2. l Antonio Hernández. “La voz de las trincheras. Al pueblo tinerfeño”. Amanecer, 5 de agosto de 1937, pág. 1. m “Gobierno Civil. Donativos para el Sanatorio antituberculoso”. Amanecer, 29 de marzo de 1938. n “Vida oficial. Gobierno Civil. Para el Subsidio Pro-Combatientes”. Amanecer, 11 de mayo de 1938, pág. 3. o “De Sociedad: Muerte sentida”. El Día, 24 de marzo de 1944.

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Recuerdos

Gasolinera del Casco, años 60.

Desde la azotea del Casco Histórico,, años 50.

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AYUNTAMIENTO DE SAN MIGUEL DE ABONA

...en Blanco y Negro

Familia sanmiguelera, años 60.

Panorámica de San Miguel de Abona, años 50.

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El trotamundos Marián Tur Iglesias

C

on manos temblorosas colgó el auricular del teléfono, encendió el pequeño televisor de su cuarto y buscó algún canal que hablara de la noticia; mientras, apresuradamente, preparaba un pequeño bolso de viaje.

Las imágenes de una ciudad devastada, el baile de cifras de muertos, heridos y desaparecidos en continuo incremento divulgada por los periodistas produjo en él sensaciones que creía olvidadas. Hacía mucho, muchísimo tiempo que no había vuelto a sentir esa sensación de queja en su cuerpo. No se trataba de un dolor físico, sino peor aún, de un cúmulo de desasosiego, temor y desesperanza. La última vez fue hace dieciocho años, cuando con apenas quince años de edad abandonó su país en busca de una vida digna en algún lugar de Europa. El mismo país que ahora llenaba los noticiarios y programas de actualidad de todo el mundo a través de imágenes, testimonios y buenos propósitos tras sufrir uno de los terremotos más devastadores de su historia.

“Haití una tierra llena de riquezas naturales y preciosas ciudades coloniales, a pesar de ser el país más pobre de América y el décimo del mundo. La ocupación francesa del país duró desde 1697 hasta 1804, donde proclamó su independencia gracias a la rebelión de los esclavos.

Más tarde fue EEUU la que ocupó Haití en 1915 hasta 1934. La mayoría de sus habitantes son de raza negra en un 60%, un 30% de mulatos y un 10 % de blancos”.

Descendió por la escalinata del avión. El caos en el aeropuerto internacional Toussaint Louverture de Puerto Príncipe era impresionante; decenas de aviones militares con ayuda humanitaria se hacían hueco por la maltrecha pista de aterrizaje y despegue. Cientos de militares y cooperantes que, igual que él, se organizaban a contra reloj para ofrecer ayuda. Una maraña de recuerdos infantiles, de luces y sombras vividos en aquella tierra, provocaron en él sentimientos que creía olvidados. Sus ojos se humedecieron: “En la isla caribeña de La Española, en su parte occidental, existe un pedazo de tierra llamada República de Haití, y fue en su capital, Puerto Príncipe (Port-au-Prince), donde transcurrió mi infancia. A pesar de la pobreza, de las carencias tanto materiales como humanas que viví, puedo decir que fui un niño feliz. Creo que todo se lo debo al espíritu de superación de sus gentes, a sus ganas de vivir, a pesar de las continuas adver-

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AYUNTAMIENTO DE SAN MIGUEL DE ABONA

El Padre Flores

HAITÍ, ANTE SU AÑO CERO sidades que sufre el país con asiduidad; huracanes, violencia, golpes de Estado y terremotos. Siempre con una sonrisa, siempre con alegría, en un país lleno de color, de merengue, de arte, de espiritualidad.

Mis primeras palabras en creole (criollo haitiano) fueron al cumplir un añito –Es un niño muy precoz - decía mi abuela orgullosa. Considerada una de las lenguas oficiales del país, es una lengua a base de francés que contiene influencias africanas. El francés, la otra lengua oficial, la aprendí ya en mi etapa escolar.

Lo de ser precoz creo que se lo debo a mi abuelo. Él era sacerdote vudú, una práctica religiosa traída por los esclavos africanos y muy arraigada en el pueblo haitiano. Su casa se llenaba de gente, viendo cómo mi abuelo, una y otra vez, alcanzaba el éxtasis invocando el espíritu de algún familiar fallecido de los allí presentes. Lo que más me gustaba de los ritos del vudú era cuando tomaban el klerec, bebida autóctona de fuerte graduación alcohólica que, acompañada de música, comida y sacrificios de animales, formaba un conjunto ceremonial digno de las mejores “fiestas paganas”. Con ello, mi abuelo conseguía que entrara algunos guardes (moneda oficial) a casa.

Para alejarme de las “malas influencias” de mi abuelo, todas las mañanas acompañaba a mi tío al Marché de Fer, cerca de la bahía de Puerto Príncipe, un caótico, sucio y ruidoso mercado lleno de puestos y vendedores donde se podía encontrar casi de todo. A mi tío lo conocían con el mote de “Manos de Oro”. Sus esculturas en madera, sus pinturas Naïf, típicas de Haití, de colores brillantes y contrastados, de figuras con una perspectiva intuitiva, donde predominan temas folclóricos y populares, destacaba por encima de los demás artistas que, como él, se afanaban en vender alguna que otra obra. No hay que olvidar que las gentes de Haití, a pesar de sus carencias, son gentes muy creativas.

Como niño que era, necesitaba jugar. Había días que me escapaba de las garras de mi tío y, junto a la pandilla del mercado, correteábamos por rincones de una ciudad que no duerme nunca. Nos colábamos en los Tap – Taps, el típico transporte público de Puerto Príncipe, con su bulliciosa música, sus pinturas coloridas tanto en el exterior como en el interior del vehículo, con temas tan dispares, como eran los religiosos, deportivos o eróticos, invitaba a ello.

Recorríamos lugares como el Palacio Nacional, copia del Petiti Palais de Versalles, la plaza de Champ de

Óleo de Marie Toussaint, Pintura naif haitiana.

Mars, el museo de arte del Panteón Nacional, la casa Defly, convertido en museo de la vida criolla y almacén de antigüedades, la Catedral de la Santa Trinidad, donde destaca los murales bíblicos de la corriente de arte Naïf, la iglesia de Notre – Dame… Incluso nos ofrecíamos como improvisados guías a los pocos turistas que encontrábamos a cambio de unas pocas monedas.

Pero, sin duda alguna, son las excursiones que por sorpresa organizaba mi tío lo que añoro con más fuerza. Recuerdo aquellos “juegos de batallas” en la Ciudadela Laferriére, también conocida como Citadella. Una gran fortaleza situada en un cerro al norte de la isla. Símbolo de la emancipación de los esclavos negros tras la independencia en 1804 y construida para defender al país en el caso de que los franceses decidieran volver para recuperar su vieja colonia. Junto con las fortificaciones de Ramiers, que contienen cuatro fortines, fue declarado todo el conjunto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982 por su alto valor histórico y cultural.

Añoro esas tardes de baño en aguas cristalinas en el Golfo de Gonaives donde, a pulmón, nos sumergíamos para explorar los restos navales de decenas de embarcaciones inglesas, holandesas, francesas y españolas que yacían en el fondo del mar como muestra de la lucha por la conquista de la isla. Añoro.”

Pasaban las horas, los días, y en sus calles siempre confusión, caos, gritos, sirenas, pillajes, violencia, hedor, muertes, heridos, llantos, rezos… y, entre tanto dolor, siempre una mano amiga. Una de tantas, que como la mía, y junto a la ayuda económica internacional, ponen su grano de arena para que Haití inicie una vez más su año cero.

S

u verdadero nombre era José Flores Ghobber y nació en Guadalajara (Méjico) en 1911, pariente del conocido actor mejicano Mario Moreno "Cantinflas" . Tras la revolución mejicana, donde su madre fue martirizada, terminará recalando en nuestra isla en 1930 de la mano del Obispo Fray Albino, entra en el seminario y se hace sacerdote siendo nombrado párroco de San Miguel de Abona desde 1936 hasta 1942. Antes ya había estado de párroco

Recibió en el Seminario Diocesano de Tenerife: ADMISIÓN TONSURA 21/09/1933 LECTOR 23/09/1933 ACÓLITO 20/12/1933 SUBDIÁCONO 23/12/1933 DIÁCONO 21/05/1934 PRESBÍTERO 15/06/1935

coadjutor en la Isla de El Hierro.

Se reconoce un hombre de trato exquisito y cuidado para con todas las personas. Entre sus costumbres, el Padre Flores solía dar la vuelta de rigor todas las mañanas por el pueblo; donde encontraba una parada para un saludo él lo convertía en una conversación obligada, y cuando nadie encontraba, llamaba a las puertas de las casas. No era un hombre cualquiera, nació en medio de una revolución y creció viendo la sangre en sus manos; bajo cambios políticos manipulados desde entonces por Estados Unidos en México, este hombre llega a España en medio de una guerra y del comienzo de una dictadura, no recibiendo la nacionalidad española hasta 1953 . No es de extrañar que en la Casa Parroquial de San Miguel de Abona, continuamente y llegado el final de la tarde, muchos hombres del pueblo entrasen en su casa, pues era el sabio que escuchaba, que comprendía y sobre todo, el que hablaba con la autoridad de la experiencia vivida.

El padre Flores, que destacó por su esfuerzo humanitario, ante la injusticia que sufrían Misioneras Hijas de las Sagrada Familia de Nazaret en toda España, decidió traerlas a San Miguel, y es así cómo se funda el Colegio San Vicente Ferrer en 1937. Ello permite el regreso de las exiliadas y la reorganización de la Congregación. Todo el pueblo se volcó en ayudarlas dándoles una casa situada en la C/ General Franco nº 15, donando todos los utensilios necesarios para acomodarla: vajilla, camas, sábanas... hasta un piano cedieron. Estas monjas agradecidas abrieron una Escuela para los niños y niñas, jovencitas y mujercitas sanmigueleras. http://cultura.puertodelacruz.es/index.php/home/el-per

BOE nº18 pag 359 18 de Enero 1953.

DÍAZ REYES, Marta. Revista Cultural La Tajea nº10

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Se recuerda también la coincidencia en el tiempo de su paso por San Miguel cuando D. José Hernández Alfonso dotó a todas las escuelas de la zona con el material escolar que en aquel tiempo se podía obtener, desde esferas, mapas, planetarios, balanzas de pesas, cuadernos, etc. No sabemos si el Padre Flores tuvo que ver con la motivación de la donación, pero lo que sí es cierto es que se encargó de dar las gracias a D. José encabezando una representación de profesores y alumnos hasta la casa del donante.

En 1951 el padre Flores publica la poesía lírica Azteca, esbozo de una síntesis crítica . La profundidad de este escrito demuestra la altura intelectual de este sacerdote que en tan sólo cuarenta y dos páginas realiza una síntesis aclaratoria sobre la poesía azteca llamada a los moradores de México y a la cultura trasmitida a través de los tiempos, enraizándola con el pensamiento cristiano. No es de extrañar que aquella cabeza amueblada de cultura elaborara lo que todavía hoy se recuerda en San Miguel de Abona como el gran acontecimiento de Los Juegos Florales, los cuales se celebraban en muchos lugares, siendo certámenes literarios promotores y difusores de una lengua, premiándose obras literarias en prosa y en verso. Así se recogía el nacimiento de estos juegos: el párroco recordando aquello de Sor Juana Inés de la Cruz, de que, “en materia de caprichos no aconsejes nunca a una mujer porque después de oír tus consejos hará siempre lo que quiera”, se concretó aplaudir sus entusiasmo y a decirles que trabajaran si querían ver realizados sus anhelos. Y Ellas trabajaron: pocos días después la radio y la prensa anunciaban a los cuatro vientos y con una serie de ditirambos unos Juegos Florales en San Miguel de Abona y en honor a la Santísima Virgen. Y decían:”el certamen será el día 8 de diciembre y el tema es Ella, la Virgen” . Es impresionante la labor cultural que en aquellos días tuvo su esplendor pues, en el pueblo de San Miguel, ya no sólo se contó con la presencia de muchos forasteros sino que hasta tuvo en la velada de presentación de las obras la asistencia del Obispo Fray Albino Menéndez Reigada.

En torno 1940 un soldado que padecía una discapacidad había desertado por el hambre que en aquella época existía, muriendo bajo las balas de sus compañeros que habían sido enviados en su búsqueda, lo encontraron en la zona de El Roque, no atendiendo al alto que en un primer momento se pronuncia, disparando y provocando el terrible desenlace. El entierro se realiza en San Miguel de Abona y, siendo el padre Flores sensible a las desgracias ajenas, realiza un entierro de primera, según la costumbre de aquel momento. En su homilía aludió a la muerte de aquel joven con las siguientes palabras: Siendo vilmente asesinado. Los testigos afirman que esto pudo al Padre Flores costarle la condena, bajo juicio militar, de ser alejado del pueblo de San Miguel por un tiempo determinado, otros, por el contrario, piensan que aunque fue motivo de enfrentamiento entre autoridades, no fue la razón de su partida de San Miguel de Abona. Lo cierto es que el Padre Flores, en tan solo seis años, dejaría un pueblo marcado por su ser de Pastor En 1942 el Padre José Flores Ghobber fue coadjutor de la Peña de Francia primero, y luego, párroco de La Peñita y San Francisco en El Puerto de La Cruz, donde construiría la Ciudad de los Muchachos, que más tarde pasaría a ser el Colegio de los Agustinos. Tras un tiempo en las parroquias del Arciprestazgo de Santa Cruz de Tenerife, volverá a El Puerto de la Cruz, a la parroquia de San Amaro, donde morirá el 17 de noviembre de 1978.

HISTORIAL DE CARGOS Y MINISTERIOS DESEMPEÑADOS DEL PADRE FLORES CARGOS-MINISTERIOS ENTIDAD O PARROQUIA

LUGAR

ECÓNOMO S AMARO ECÓNOMO NS FÁTIMA ENCARGADO Sta. TERESA - S JUAN CRUZ ENCARGADO S MARTÍN P –Sta. BARBARA- S PIO X PÁRROCO S. AMARO ECÓNOMO S. FERNANDO PROFESOR de RELIGIÓN COLEGIO ECÓNOMO LA PEÑITA COADJUTOR PEÑA DE FRANCIA REGENTE SAN MIGUEL ARCÁNGEL COADJUTOR NS CONCEPCIÓN ARCHIVERO CURIA

PUERTO DE LA CRUZ

S/C TENERIFE S/C TENERIFE

SANTA CRUZ DE TENERIFE PUERTO DE LA CRUZ GARCÍA ESCÁMEZ

PUERTO DE LA CRUZ

PUERTO DE LA CRUZ

PUERTO DE LA CRUZ

SAN MIGUEL DE ABONA VALVERDE

LA LAGUNA

DESDE HASTA 1970

1978

1970 1967 1963 1970

1959

1942 1936 1935

Hay siete estrellas radiantes en el espacio celeste, son siete estrellas rupestres que irradian altisonantes.

Sus culturas cuantifican el grandioso resplandor, dándoles férreo valor cuando se les clasifican.

Hermosas gemas bravías que enmarcan cultura eufórica, exquisitas y pletóricas de exuberante cuantía.

Grupo heterogéneo, bello donde se aprecian virtudes.

Así grandes multitudes valoran sitio perfecto.

Siete estrellas destilando sobre la mar su arrebol, estrellas de alto valor que el mundo sigue aclamando.

Por sus cualidades varias alcanzar ser afamadas.

Si ayer, Las Afortunadas hoy son; las islas Canarias.

Ediberto Fernández Díaz

“De verdad creo que es muy importante mantener viva esta historia de modo de no repetirla. Creo que cada cosa que hagamos con este fin, cada paso que demos para poder hacer que una persona mire el mundo de una manera diferente, valdrá la pena”.

John Boyne

1970

Un paseo por la Biblioteca Municipal

1959

El niño con el pijama de rayas

1943 1942 1936

1933

Roberto Darias Herrera

AYUNTAMIENTO DE SAN MIGUEL DE ABONA

Gemas o estrellas fulgentes aquilatando grandezas que por su eficaz presteza destacan copiosamente.

1978

FLORES GHOBBER, Mons. José - La Poesía Lírica Azteca: Esbozo de síntesis crítica. (Impreso bajo el signo de "U.C.A.E.", Unión del Clero de América en Europa, y para el concurso de estudios mejicanos).

Juego Florales, Poema en Blanco y Azul (Homenaje a la Inmaculada) pag. 5.

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H

ay siete gemas hermosas en el atlántico inmenso siete insignias, gran portento por tener valías cuantiosas

1964

1944 1943

POESÍA

John Boyne, escritor irlandés nacido en 1971, escribe las doscientas páginas de esta novela con una rapidez increíble y desde el punto de vista infantil de su protagonista permite que pueda ser leído con facilidad, mas no por esta razón llega a ser una novela fácil de leer y profundizar. Apta para jóvenes y adultos, traducida a más de veinte idiomas y galardonada con numerosos premios, ha sido también llevada a la gran pantalla.

En su contenido nos narra los diferentes puntos de vista de dos niños ante una etapa de la historia que no debe pasar desapercibida y que está prohibido olvidar.

Esta historia inverosímil nos cuenta la amistad entre estos dos niños de nueve años que solamente se encuentran separados por la alambrada de un campo de concentración de Berlín en 1942.

Dos vidas contrapuestas. De un lado de la alambrada, Bruno, representa una vida de bienestar, libertad, salud e inocencia; del otro lado, Schmuel, símbolo del dolor, hambre, prisión y barbaridad. Sin embargo, ambos representan el potencial que tienen los niños para superar las diferencias culturales y crear nexos de amistad cuando dentro de su inocencia no se les ha sembrado el odio que los gobiernos, instituciones y medios pueden, llegando incluso a desatar conflictos y desconfianzas con ideas que la infancia no puede comprender.

Es un libro para pensar, una novela para reaccionar y comprender que la bondad de las personas puede superar el horror experimentado ante lo desconocido y que la amistad y el cariño pueden nacer en cualquier lugar y hasta en situaciones horribles.

Es una historia que te hará reflexionar y ponerte en el lugar de los demás, porque... ¡Cómo puede cambiar la realidad dependiendo del lado de la cerca en el que te encuentres!

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COLECCIONABLE DE COCINA En esta ocasión, La Tajea ha querido acercarse al Bar –Restaurante Héctor Flores, el cual abrió sus puertas hace más de 30 años. Atendido por don Juan Flores León y doña Mª Nieves García, podremos disfrutar de un ambiente acogedor, donde todos los detalles están cuidados, especialmente sus platos, destacando las judías pintas compuestas y el pulpo guisado con aceite, vinagre y pimienta verde.

BAR RESTAURANTE HÉCTOR FLORES CTRA. GRAL. DEL SUR Nº 61. TFNO.: 922 70.01.33 SAN MIGUEL DE ABONA CERRADO LOS DOMINGOS

PULPO GUISADO CON ACEITE Y VINAGRE INGREDIENTES: 1 Pulpo fresco de ½ kilo a 2 kilos.

4 Papas y 1 batata de la tierra.

Aceite de oliva y vinagre.

2 pimientas verdes.

JUDÍAS PINTAS COMPUESTAS INGREDIENTES: 2 Kilos de judías pintas.

1 Cebolla.

1 Pimiento.

1 Cabeza de ajo.

2 Tomates.

150 grs. de Chorizo.

100 grs. de Panceta.

Aceite de oliva virgen.

1 Vaso de vino blanco. Éstas se preparan con una fritura de ajos, pimientos, cebolla, tomates, aceite de oliva y vinagre. Una vez pochada la fritura se le añade el chorizo y la panceta con un poco de agua y cuando esté concentrada se ponen las judías y se deja cocer durante 35 minutos para servirlo posteriormente.

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AYUNTAMIENTO DE SAN MIGUEL DE ABONA

Vino tinto o blanco de “Viña Vieja” o vino blanco de “Las Galgas” En un caldero se hierve agua y sal. A continuación, se introduce el pulpo en el agua por unos segundos, repitiendo esto hasta tres veces. A la cuarta vez lo introducimos nuevamente y se deja cocer entre 25-30 minutos, se aparta, se deja reposar y se sirve a la mesa con un poquito de aceite de oliva, vinagre y con una o dos pimientas verdes.