La Tajea
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REVISTA CULTURAL Ilustre Ayuntamiento de San Miguel de Abona
Antiguas Redes de Comunicaciรณn La Ladera Centinela San Miguel de Abona Descubre el Mar
LA TAJEA. Nยบ 44/2015
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Introducción
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Declaración del Núcleo Urbano de San Miguel de Abona
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Antiguas Redes de Comunicación
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La Ladera del Centinela
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Bien de Interés Cultural Mecanismos de protección
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La Puesta en Valor de los BIC como Recurso Turístico
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Manifestaciones Rupestres Camino de Las Lajas
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San Miguel de Abona Descubre el Mar
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El Caserío de La Hoya de San Miguel
Edita: Ilustre Ayto. de San Miguel de Abona Ctra. a Los Abrigos, 30 - 38620 web: www.sanmigueldeabona.org E-mail: cultura@sanmigueldeabona.org Dirección y coordinación: Concejalía de Cultura Ocio Deportivo y Cultural : CazafotoSub 2014 Diseño e impresión: Imprenta Reyes, S.L. Depósito Legal: TF 937/2002
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ANTIGUAS REDES DE COMUNICACIÓN
INTRODUCCIÓN
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Las antiguas redes de comunicación de la vertiente meridional de Tenerife como factor de desarrollo territorial. El caso de la comarca de Chasna* on motivo de las VI Jornadas Juan Bethencourt Alfonso, celebradas recientemente en nuestro municipio y dedicadas a los Bienes de Interés Cultural de San Miguel de Abona, la Concejalía de Cultura ha querido editar un número especial de La Tajea en el que se recogen las diferentes ponencias que se presentaron durante las jornadas, las cuales contaron además con la colaboración del Gobierno de Canarias, AIDER TF y Fondos LEADER. Unas jornadas en las que hemos querido ahondar más y descubrir todo aquello que tenga que ver con nuestro patrimonio tras las recientes declaraciones de BIC que hemos tenido en el municipio. Hemos considerado, pues, que éste era el momento de reconocer nuestra propia riqueza patrimonial. Cabe destacar que este número 44 cobra una especial importancia dentro de los editados hasta el momento, puesto que además cuenta con la colaboración de grandes profesionales del mundo de la historia, arqueología, museología y turismo, tales como Iván González Gó-
Por José Juan Cano Delgado
mez, Jose Carlos Cabrera, José Antonio Torres Palenzuela, Vanesa Rosa Serafín, Nuria Álvarez Rodríguez y Dolores Delgado Miranda, así como José Juan Cano Delgado, Alejandro de Vera, Juan J. Bacallado y Leopoldo Moro, quienes también se han querido sumar a esta edición especial.
Geógrafo Vicepte. Asociación de Amigos del Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife
El Museo de Historia Casa de El Capitán fue el lugar en el que se concentraron estas VI Jornadas Juan Bethencourt Alfonso, cuyos participantes fueron testigos de ponencias que versaron sobre los Mecanismos de Protección del Patrimonio, el arte prehispánico y etnografía de la ladera de La Centinela, El Caserío de La Hoya, el BIC como recurso turístico, El Camino de Las Lajas o sobre Conjunto Histórico de San Miguel de Abona. Disfruten por tanto de su lectura, a la vez que contribuyan en el fomento y divulgación de nuestra cultura. . Valentín E. González Évora Alcalde-Presidente
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José Juan Cano Delgado, Camino de Vilaflor de Chasna al núcleo histórico de Las Vegas. 2008
n Canarias hay una correlación positiva que relaciona La red de comunicaciones que desde la época prehispánica hasta nuestros días se entrelaza en la vertiente meridional de Tenerife, y más concretamente, en la comarca de Chasna1, posee un gran valor histórico y etnográfico.
cionados con la memoria colectiva de la población, puede ser un factor a tener en cuenta en la implementación de iniciativas que creen economías de escala y desarrollo territorial en esta vertiente de la isla de Tenerife, siendo un modelo que podría servir de ejemplo en otros ámbitos similares.
Los senderos y caminos que existían, y aquellos que aún se conservan en la actualidad, en épocas pretéritas tenían una utilidad vital para los habitantes no sólo de esta Comarca sino del resto de la Isla.
INTRODUCCIÓN
Esta verdadera malla comunicacional ha vertebrado el territorio a lo largo de su historia y debe ser tenida en cuenta tanto desde el punto de vista territorial como social, siendo un factor de desarrollo territorial aún por implementar en la comarca de Chasna. Estas redes de comunicación primarias que son elementos de nuestro patrimonio cultural y están rela-
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Las antiguas redes de comunicación: caminos, calzadas, vías, cañadas, senderos, las cuales explicaremos más adelante, aparecieron cuando el ser humano fijó su residencia como consecuencia de la revolución agraria del Neolítico. En el viejo continente, la red imperial romana cubre 8.500 km., y durante muchos siglos sus vías serán las principales arterias de la vida económica y cultural de España (MENÉNDEZ-PIDAL, G., 1992), uniendo todos los territorios a la Roma imperial y desarrollan-
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do una red caminera sin parangón en la historia de Europa. Siendo en España donde aún se conservan algunas de estas calzadas, que sirvieron de verdaderos corredores para mercancías y personas, es decir, el origen del desarrollo y la cohesión territorial. Según algunos estudiosos españoles del siglo XIX, las carreteras principales que en todas direcciones cruzaban la Francia, y muchísimas de las travesías particulares de pueblo a pueblo, se encuentran en un estado excelente, debido a la configuración particular del suelo, mucho más llano en general que el de España, a la sólida y bien entendida construcción de la calzada, y al crecido presupuesto destinado a su constante entretenimiento (MESONERO ROMANOS, R. de, 1841). En el caso de las Islas Canarias, se trata de territorios que poseen formas de relieve muy diversas, consecuencia de la acción de diferentes factores naturales que han creado un relieve abrupto en el que durante siglos fue imposible construir carreteras pero que no impidió el trazado de caminos aptos para bestias de carga y seres humanos. En este sentido, en los últimos años, fruto del cambio en los usos del territorio y del desarrollo de medios de transporte, vías de comunicación y áreas urbanas, muchos caminos han quedado sepultados bajo el asfalto y las construcciones, han sido objeto de interrupción por cerramientos de fincas o, simplemente, se han ido desdibujando de forma progresiva por su uso escaso. José Juan Cano Delgado, Puente perteneciente al tramo del Camino Real del Sur sobre el barranco del Río, limite administrativo entre los términos municipales de Granadilla de Abona y Arico. 2005
La decadencia de la ganadería y la agricultura, la aparición de medios de transporte alternativos y la profunda modificación de los usos y costumbres tradicionales del entorno, fueron y siguen siendo factores determinantes del progresivo abandono de estas arterias tradicionales de comunicación. En la zona objeto de estudio, además, y como recurso importantísimo, desde el punto de vista económico como cultural existe un sistema agrario muy característico, único y singular denominado: paisaje de los jables del Sur2. Un paisaje único en el mundo donde se han combinado simbióticamente elementos naturales y las actividades humanas, creando un espacio de gran belleza plástica (MARTÍN MARTÍN, V., 1999) Asimismo, el desconocimiento general existente actualmente en la isla de Tenerife sobre los llamados caminos tradicionales es consecuencia de la falta de valoración y conservación que existe para estas redes camineras. Estas antiguas vías de comunicación, son elementos que conforman el patrimonio cultural del territorio, siendo conveniente conocer la definición del concepto de patrimonio cultural. La Ley de Patrimonio Histórico Español considera a éste como un bien social y lo define en su artículo primero como el conjunto de “los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnicos”, señalando que “también forman parte del mismo, el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico, histórico o antropológico” (Ley 16/1985 de 25 de Junio). Por lo tanto, desde el marco legal establecido, el patrimonio cultural viene ya protegido y debe ser conservado, recuperado y rehabilitado para las generaciones futuras. UNA SENDA LEGAL “POCO TRANSITADA”: EL MARCO LEGAL DE LOS CAMINOS PÚBLICOS
Los caminos públicos en el ámbito objeto de estudio corresponden a la escala local y, por tanto, son los Ayuntamientos los que con la legislación actual deben ser los garantes de su conservación, mantenimiento y vigilancia. Siendo la Comarca de Chasna un territorio que cuenta con varias corporaciones municipales es de vital conocer y hacer cumplir las leyes sobre esta materia. Los ayuntamientos están obligados, según el artículo 17 de la Ley 7.1985, Reguladora de Bases del Régimen Local, a contar con inventarios de todos sus bienes y derechos y tratándose de vías publicas, en el inventario deberán constar los datos necesarios para su individualización, con especial referencia a los límites, longitud y anchura de estas redes viarias3. Desde un punto de vista funcional, a pesar de indefi-
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niciones que presentan las normas jurídicas, los caminos pueden clasificarse según este marco legal en: • Vecinales: aquellos viales de titularidad municipal que comunican los núcleos de población de un municipio entre sí, o núcleos de municipios colindantes, con la red de carreteras. • Rurales: aquellos viales de uso principalmente agropecuario que comunican casas y explotaciones entre sí y con los núcleos de población cercanos, conectándolos con la red vecinal o de carreteras. • Forestales: pistas construidas para el aprovechamiento de bosques y pastos. • Ganaderos: “las rutas o itinerarios por donde discurre o ha venido discurriendo tradicionalmente el tránsito ganadero” según define la Ley 3/1995, de 23 de marzo de Vías Pecuarias. Se trata de la única categoría de caminos que no se obtiene por exclusión de la red de carreteras. A diferencia del resto cuentan con un marco legal y jurídico perfectamente definido. ESTUDIO RECIENTE DE LAS ANTIGUAS REDES DE COMUNICACIÓN EN LA COMARCA DE CHASNA. BREVES APORTACIONES
En el caso particular de la vertiente meridional de Tenerife, se debe destacar la red caminera que desde la época prehispánica hasta nuestros días se entrelaza en la Comarca de Chasna. El entramado de arterias de comunicación que existía y aquella que aún perdura, en épocas pretéritas tenía una utilidad vital para los habitantes no sólo de esta Comarca sino del resto de la Isla. Como sucede hoy con la red de carreteras, la trama de caminos era muy heterogénea en su funcionalidad y fisonomía. Su papel era el de conectar los espacios habitados entre sí, con las tierras de producción y con los puertos de mar. Su estructura, por tanto, se encontraba adaptada a las necesidades cotidianas de la población y a la abrupta orografía. Hasta la segunda mitad del siglo XVI, solo existía un camino que unía la antigua capital insular (San Cristóbal de La Laguna) con el Sur y que llegaba hasta el valle de Güímar, pero al irse colonizando Adeje y principalmente Granadilla y Arico, se comienza a construir un camino real que uniría estas poblaciones entre sí. (MELO DAIT, R. 2001) A lo largo de los últimos decenios y por el paulatino abandono del campo en las medianías del territorio objeto de estudio, debido al cambio en el régimen económico, estas redes de comunicación primarias se han visto relegadas a un segundo plano y, en la actualidad, han desaparecido o presentan un estado de abandono importante a causa del abandono de los transeúntes habituales y la consiguiente invasión de vegetación o por la desaparición física de las redes de comunicación para la ampliación de carreteras, urbanizaciones, entre otros.
En los últimos años, se observa un paulatino interés por la conservación del patrimonio arquitectónico, del desarrollo de actividades turísticas en regiones desfavorecidas y de la promoción del turismo rural, como es el caso de las medianías de la vertiente meridional de Tenerife. La práctica de deportes y el desarrollo de acciones vinculadas con el disfrute directo en la naturaleza, y el paulatino interés creciente de la población local, determina de manera clara que estas actividades y el turismo vinculado a la revalorización de los elementos patrimoniales de las medianías, deben constituir el soporte idóneo para un desarrollo turístico alternativo, y un factor de desarrollo territorial fundamental para las poblaciones locales de la vertiente meridional de Tenerife, y en este caso, de la Comarca de Chasna. La escasez de medios para mejorar las redes de comunicación ha provocado, conjuntamente a la inexistencia de usuarios de esas vías del pasado, el cerramiento de itinerarios que actualmente aparecen abandonados y degradados. La salvaguarda de la red caminera pasa necesariamente por la reutilización y revalorización de la misma, mediante la definición de nuevos usos compatibles con la legalidad vigente y que encajen dentro de las actuales tendencias de la sociedad: ocupación del ocio, turismo cultural, educación ambiental, entre otros. CLASIFICACIÓN DE LOS CAMINOS EN TENERIFE: EL ORÍGEN DEL DESARROLLO TERRITORIAL
El sistema de caminos tradicionales de Tenerife lo podemos caracterizar según su trazado, según su funcionalidad, según su propiedad y titularidad4 (MORENO MEDINA, C., 1997), presentando una tipología única y original según algunos autores en comparación con las demás Islas Canarias, siendo la clasificación de dichas vías la siguiente. Según su trazado: • Caminos de costa a cumbre: son aquellas vías de comunicación que transcurren desde la costa de los diferentes municipios del Sur de Tenerife hacia la cumbre, por ejemplo, el Camino del Hermano Pedro, entre los municipios de Vilaflor de Chasna y Granadilla de Abona. Atravesando los núcleos de población más importantes de las medianías y siendo, en este caso, caminos que eran usados en su mayoría por personas ligadas a la ganadería, el transporte de mercancías y productos de la tierra y vecinos de la zona. • Caminos reales: son aquellos que unían la antigua ciudad capital de la Isla, San Cristóbal de La Laguna, con los diferentes centros municipales administrativos que en la actualidad son, en su mayoría, los cascos urbanos de los diferentes municipios de la vertiente meridional de Tenerife. En la zona ámbito de estudio, el Camino Real del Sur llegaba hasta lo que hoy conocemos como Santiago del Teide, siendo el más importante por su número de usuarios. En el Norte de Tenerife, el Camino Real del Norte, en cambio, LA TAJEA. Nº 44/2015
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no siempre atraviesa zonas de medianías sino que varía en función de la orografía y los asentamientos humanos. • Caminos dorsales: eran aquellos que atravesaban las dorsales de la isla de Tenerife, como ejemplo podemos nombrar el caso del camino de Las Lagunetas, en la actual carretera dorsal en las cumbres de Tenerife.
En definitiva, un cambio de tendencia que obligue a que el interés económico, social y cultural vayan de la mano hacia un proceso de desarrollo integral y sustentable en el que los diferentes actores implicados en el territorio sean copartícipes y beneficiarios directos de esta estrategia territorial.
• Caminos de banda a banda: son vías de comunicación que unen las dos vertientes o bandas de la isla de Tenerife, esto es, la vertiente Sur y la vertiente Norte. Estos caminos cruzan el centro de la Isla, atravesando el Parque Nacional de Las Cañadas del Teide. Como paradigma más importante, el camino de Chasna5 ha sido una de las principales rutas históricas de Tenerife. (CODECH, M., E ISIDRO, A., 2001) El estado de las vías terrestres a lo largo de los siglos, fue bastante deplorable. En este sentido, cabe destacar el comentario que se realiza en el siglo XIX sobre los caminos reales: horrorosos senderos, decorados con el nombre un poco pretencioso de caminos reales (VERNEAU, R., 1981). Los caminos públicos que no estuviesen comprendidos en la clase de carreteras nacionales y provinciales, según el Real Decreto de 1848, se denominarían caminos vecinales de primer y segundo orden. (PÉREZ BARRIOS, C.R., 2004) Los de primer orden eran los que por diferentes motivos interesaban a varios pueblos, teniendo un tránsito activo y frecuente, por el contrario, los de segundo orden, pese a que interesaban a uno o más pueblos, eran poco transitados. (PÉREZ BARRIOS, C.R., 2004) Un ejemplo de tipologías, según la funcionalidad y la titularidad de los caminos en la isla de Gran Canaria también podría aplicarse a la zona objeto de estudio y sería dividido en cuanto a la funcionalidad, la propiedad y la titularidad. (MORENO MEDINA, C., 1997) UN CAMBIO DE TENDENCIA NECESARIO EN EL DESARROLLO TERRITORIAL: INTERÉS VIAL VERSUS INTERÉS VITAL6
En la comarca de Chasna siendo ésta el territorio elegido como base para el estudio de la recuperación de las antiguas redes camineras como factor de desarrollo, solamente ha existido hasta fechas recientes un interés vial que ha provocado relegar a un segundo plano el interés social y cultural por las mismas. Por lo tanto, sería deseable un cambio de tendencia en el que el desarrollo local sea efectivo, es decir, que las comunidades que residen en esta Comarca puedan percibir al turismo cultural y la recuperación y puesta en valor de los elementos relacionados con el patrimonio natural y cultural como una posibilidad real de entrada de liquidez, de creación de puestos de trabajo, de capacitación de especialistas.
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José Juan Cano Delgado, Camino de las Crucitas (Tramo del Camino del Hermano Pedro-Granadilla), con mujeres pertenecientes al taller de empleo “Santa Lucía”. Trabajos de recuperación de muretes del camino. 2008
EL TURISMO CULTURAL, LAS ACTIVIDADES SENDERISTAS Y LA RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO: UNA SIMBIOSIS NECESARIA
El concepto de turismo cultural ha evolucionado considerablemente en los últimos años, al igual que los productos turísticos demandados por los visitantes y las actividades relacionadas con el senderismo que cada vez practican más vecinos de la vertiente meridional de Tenerife. Inicialmente se consideraba al turismo cultural, como recorridos o visitas por sitios históricos, o bien, visitas a museos, asistencia a espectáculos de alto nivel como la opera. Por lo general, este tipo de turismo en Tenerife era complementario al heliotrópico, comúnmente conocido como turismo de masas, de sol y playa tradicionales. Es básico entender que el turismo rural (aquel relacionado con el mundo agrario, en el caso de la Comarca de Chasna) tenga en su desarrollo, un contenido importante, o cuando menos algunos aspectos de turismo cultural, ligado necesariamente a lo que en términos generales se considera como Patrimonio Cultural. Los elementos que constituyen el patrimonio histórico-cultural son testigos de la forma en que una sociedad o cultura se relacionan con su ambiente (CASASOLA, L., 1990). En este caso, el territorio objeto de estudio muestra un conjunto de elementos relacionados con la red caminera siendo el paisaje agrario de las medianías el más representativo, esto es, prevalece un patrimonio cultural (costumbres, tradiciones y fiestas) y arquitectónico-rural adaptado a las condiciones medio am-
bientales (casa tradicional, viviendas en cuevas, cuevas para aperos, y conservación de las producciones agrícolas, canteras de pómez, hornos, pasiles, muros de bancales, cortavientos, etc) (MARTÍN MARTÍN, V., 1999). Por lo tanto, el desarrollo de iniciativas donde el turismo cultural requiere de la acción de todos los agentes involucrados en este tipo de acciones y muestra, como señala la O.M.T. (1993): “...un tipo de actividad económica que satisfaga las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras de hoy día, pero que también proteja y mejore las oportunidades del turismo futuro. El turismo sostenible no puede funcionar únicamente a base de imposiciones de la administración pública; es preciso, además, que el sector turístico privado acepte ese concepto y coopere en su ejecución, así como que las comunidades locales y los turistas mismos presten su colaboración al proceso”. En el marco de los nuevos productos relacionados con el turismo cultural cabe destacar, cada vez con más importancia, que en los últimos años en Canarias se ha ido consolidando un producto único y singular en el desarrollo de iniciativas, proyectos y actividades como son el senderismo y el redescubrimiento del patrimonio natural y cultural. Se define senderismo como la actividad deportiva no competitiva, que se realiza sobre caminos balizados, preferentemente tradicionales, ubicados en el medio natural; busca acercar el persona al medio natural y al conocimiento del país a través de los elementos patrimoniales y etnográficos que caracterizan las sociedades preindustriales, recuperando el sistema de vías de comunicación. (FEDME, 1997)
así alcanzar una visión integrada de la actividad turística y su implantación en el territorio. Para la actividad turística el espacio geográfico es soporte y es recurso (patrimonio natural y cultural), pero a su vez es factor de desarrollo y de implantación territorial. Por lo tanto, es primordial estudiar las relaciones que se establecen en un marco espacial concreto y las combinaciones particulares de elementos que individualizan las distintas áreas de la superficie terrestre. Así como, elaborar una síntesis de los fenómenos que entran en la combinación regional. (CAPEL H. y URTEAGA L., 1991) Esta valoración de lo natural y lo rural posibilita que el turismo se convierta en un instrumento de desarrollo de las áreas deprimidas. Este tipo de turismo se basa principalmente en una conciencia de cuidado que demanda una mejora en la calidad de vida de las comunidades que residen en su entorno. El turismo aparece como un instrumento capaz de generar nuevos espacios de crecimiento y desarrollo territorial. (GUZMAN RAMOS, A. F., 2002) ACERCAR EL PATRIMONIO A LA COMUNIDAD: EL CAMINO DEL HERMANO PEDRO, UNA EXPERIENCIA COMPARTIDA
Se define también como senderismo, aquel que se realiza por grandes urbes y que tiene por fin realzar los elementos del medio natural y de la cultura tradicional que perviven en ella. El senderismo tiene por objetivo la mejora de las condiciones físicas y psíquicas de los individuos, a través del ejercicio de una actividad deportiva adaptable a la escala del practicante; busca también recuperar el paisaje para la persona y reencontrarlo con el sistema de vida tradicional, devolviendo al camino el concepto de lugar de encuentro, de intercambio, de superación de particularismos, que ha tenido a lo largo de la historia; todo desde un respeto escrupuloso al medio natural por el que discurre. Como medio para conseguir los objetivos, se plantea necesariamente la recuperación del patrimonio viario enriqueciéndolo generando elementos que aparecen como propios del senderismo: señales, guías, refugios, etc. (FEDME, 1997) LAS ACTIVIDADES TURÍSTICAS DE CARÁCTER CULTURAL Y EL ESPACIO GEOGRÁFICO COMO SOPORTE
En el caso del estudio del desarrollo territorial, en el que se basa este trabajo a través de la ciencia geográfica, ésta disciplina nos permite obtener un conocimiento integral y de posibles repercusiones territoriales del turismo, por la convergencia de las vertientes sociales y ecológicas de otras disciplinas, permitiendo
Perteneciente al Archivo Fotográfico Municipal de Granadilla, Típica excursión que realizaban los vecinos del Sur de la isla de Tenerife a la Cueva del Hermano Pedro. Trabajos de recuperación de muretes del camino. 1945-1945
El Camino del Hermano Pedro, es una vía tradicional localizada en la vertiente Sur de Tenerife que tiene 17 kilómetros de longitud, aproximadamente, y que se extiende entre los municipios de Vilaflor y Granadilla de Abona. Se trata de una de tantas rutas que el Hermano Pedro7, como los demás cabreros de su época, recorrió para trasladarse con su rebaño a lo largo de la Comarca de Chasna hace ya más de 350 años. La propuesta del Camino del Hermano Pedro, en la isla de Tenerife trata de recuperar, conservar y rehabilitar una red de comunicaciones que une los núcleos LA TAJEA. Nº 44/2015
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de la Comarca de Chasna. Este camino de peregrinación se realiza de manera espontánea por parte de los vecinos desde hace décadas y, gracias a numerosas personas, se ha logrado mantener en la memoria colectiva. (DELGADO GÓMEZ, J.F., 2009) Se trata de un corredor ambiental que comienza a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar y que muestra al caminante entre otros elementos del patrimonio natural y cultural: bancales, nateros y huertos de frutales; además de una flora singular con matorral de cumbre, pinar, tabaibal-cardonal y matorral de costa; y a su vez una fauna de gran interés que puede observarse a lo largo de todo el recorrido. Cabrían destacar para comprender el espíritu de esta propuesta varios conceptos: el primero, interés histórico, por el protagonista en el que se fundamenta esta iniciativa; el segundo, conservación, por tratarse de una iniciativa que propone entre otras la recuperación y conservación de esta vía y aquellas que aún en la actualidad existen; y el tercero, admiración, por mostrarse a lo largo de este camino un conjunto de paisajes de gran belleza para propios y extraños. Por todo ello, desde el año 2005, en que comenzó el estudio del Camino del Hermano Pedro, se han desarrollado un conjunto de actuaciones y fases8: • Involucrar a la población local y a los ayuntamientos respectivos en la recuperación de este verdadero símbolo de la memoria colectiva. • Iniciar el análisis y diagnóstico de la red de caminos de la Comarca de Chasna. • Recuperar varios kilómetros de este camino histórico. • Crear puestos de trabajo en su recuperación, rehabilitación e interpretación. • Coordinar un curso de formación, una escuela-taller, varias conferencias y un taller de empleo. • Desarrollar varias rutas guiadas por el trazado original del camino: cuatro ediciones hasta 2009 con más de 4.000 participantes. • Estudiar la posibilidad de incluir al Camino del Hermano Pedro, siguiendo el modelo de la isla de La Palma o el Camino de Santiago, en una red municipal de senderos. • Lograr que la red de caminos de la Comarca de Chasna sea cada vez más conocida por vecinos y visitantes. CONCLUSIONES
Como se ha ido comentando a lo largo de este trabajo, la población local que reside en las medianías y cumbres de las bandas del Sur de Tenerife en general, y en la Comarca de Chasna en particular, advierte cómo, paulatinamente, un mayor número de vi-
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sitantes recorre los caminos tradicionales que antaño fueron cordones umbilicales entre los núcleos de este sector de la Isla. Estos caminos tradicionales: caminos reales, caminos de herradura, caminos vecinales, entre otros, han sido hasta fechas recientes, un recurso patrimonial, turístico y económico, desatendido y en algunos casos, un recurso desaparecido o destruido. El Camino de Chasna, el Camino del Hermano Pedro y el Camino Real del Sur, verdaderas cicatrices y huellas del pasado y brechas en la piel del territorio, podrían suponer un factor de desarrollo territorial si las autoridades locales, los empresarios, las administraciones y, sobre todo, la población local, los revaloriza y conserva para implementar con todos los actores que participan en este territorio aquellas acciones que creen vínculos entre los pueblos de este sector de la Isla, e integrarlos, y que de esta manera supongan un activo socioeconómico complementario, como ya se viene demostrando en los últimos años de las islas de La Gomera, El Hierro y La Palma, a las actividades más características de las medianías y cumbres del Sur de Tenerife. En conclusión, la puesta en valor del patrimonio en el marco de un desarrollo territorial en relación al binomio turismo cultural-comunidades locales, requiere un trabajo participativo que involucre a la sociedad en la búsqueda de las imágenes representativas (los símbolos de la memoria colectiva) y la transformación del patrimonio como producto turístico siempre en beneficio sustentable de los recursos, la sociedad y el territorio. Todo ello para que a corto, mediano y largo plazo se avance hacia un turismo de cuidado que contribuya a un verdadero desarrollo territorial y a la recuperación de las antiguas redes camineras de la comarca de Chasna. *Este artículo es un extracto del presentado por el autor en las “II Jornadas de Historia del Sur de Tenerife”. Arona, julio de 2009.
José Juan Cano Delgado, Camino de Chasna (Tramo del Granadilla). 2006
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA CARÁCTER GENERAL ���������������������������� CAPEL H. y URTEAGA L.: Las Nuevas Geografías, Barcelona: Ed. Salvat, 1991, pp. 35-36. CASASOLA, L.: Turismo y ambiente, México: Ed. Trillas, 1990. p. 31 GUZMAN RAMOS, A. F.: “El turismo desde la Geografía”, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, (vol. VII, nº 365), Universidad de Barcelona, abril de 2002. MENÉNDEZ-PIDAL, G.: España en sus caminos, Madrid: Caja de Madrid, 1992, pp. 4-5.MESONERO ROMANOS, R. DE: Recuerdo de viaje a Francia y Bélgica (1840-1841), Madrid: D. M. de Burgos, 1841. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO (OMT): “Desarrollo turístico sostenible” Guía para planificadores locales. Madrid: OMT, 1993. pp. 235. VV. AA.: “Manual de Senderos”, Comité de Senderos de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada Madrid: F.E.D.M.E., 1997, pp. 72.
NOTAS: . La comarca de Chasna, abarca la vertiente meridional de Tenerife, es decir, el Sur y Suroeste. Ocupa una superficie total de 566,44 km², dividiéndose administrativamente en seis municipios: Arona, San Miguel de Abona, Vilaflor de Chasna, Granadilla de Abona, Arico y Fasnia. Constituye desde las paredes del Circo de Las Cañadas hasta el litoral, la comarca más extensa en las que se puede dividir Tenerife. 1
Fuente: elaboración propia. . En las medianías del Sur de Tenerife, la escasez de suelos aptos para el cultivo se solventó en parte gracias a la gran abundancia de dichos depósitos, dando lugar al paisaje agrario de los enarenados artificiales de los «jables», que es el nombre local con el que se conoce a los piroclastos ácidos. 2
Inicialmente, sobre todo con anterioridad a los alumbramientos de agua de las décadas de los treinta y cuarenta, se produjo un aprovechamiento directo sobre una amplia superficie de terreno en la que básicamente las tierras de cultivo zorribadas fueron pumitas más o menos edafizadas o mezcladas con los escasos suelos disponibles. En las medianías altas (entre los 700 y 900 m) se desarrolló este cultivo directo sobre pumitas que originó un paisaje agrario de secano constituido por miles de pequeños canteros de colores blanquecinos que se distribuían por los interfluvios alomados de la vertiente de sotavento de la Isla. Aquí se instauró un policultivo (cereal, legumbres, papas, viña, frutales, etc.) en el que la papa fue haciéndose predominante a medida que se fue convirtiendo en un producto agrícola de exportación. Fuente: MARTÍN MARTÍN, V., 1999.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA CARÁCTER GENERAL ����������������������������
3. Categorización y legislación de la red viaria en España:
CODECH FIGUEROA, M., e ISIDRO DE LIS, A.: La excursión histórico-científica como recurso didáctico: El Teide y los naturalistas del XVIII, La Laguna-Tenerife: Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia, 2001, pp. 1-2.
Categoría
Titularidad *Estatal
*Estatal
Carreteras1
*Autonómica
*Autonómica
*Provincial
DELGADO GÓMEZ, J. F.: Los dos mundos del Santo Hermano Pedro, Tenerife: 2009, pp. 69-70.
Camino vecinal
MARTÍN MARTÍN, V., “Aproximación tipológica a los paisajes agrarios actuales de Canarias”, Papeles de Geografía, Universidad de La Laguna: La Laguna (Tenerife),( nº XXXII), 2000, pp. 97-115.
Camino rural
MELO DAIT, R. E.: Caminos reales y comunales. Las antiguas comunicaciones terrestres entre los pueblos de Tenerife, Tenerife: 2005, p.1.
Pista forestal
MORENO MEDINA, C.: Los caminos de Gran Canaria, Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria, 1997, pp. 174.
Camino de herradura y sendero
Vía pecuaria
*Municipal
*Municipal
Gestión
*Provincial *Municipal / entidad municipal descentralizada *Municipal / entidad municipal descentralizada
*Autonómica
*Municipal / entidad municipal descentralizada
*Autonómica
*Autonómica
*Municipal
*Municipal
*Municipal / entidad municipal descentralizada
Marco legal específico estado Ley 25/1988, de carreteras Ley de caminos vecinales de 296-19113 Ley de caminos vecinales de 296-19113 Ley de caminos vecinales de 296-19113 Ley 3/1995, de Vías Pecuarias -
*Estatal
PÉREZ BARRIOS, C. R.: Las redes de comunicación terrestre en Arona (Tenerife): Precariedad Viaria, Arona (Tenerife): Editorial Llanoazur, 2004, pp. 30-31.
Vía de servicio
VV. AA.: Estudio Histórico del Camino Real de Chasna, Tenerife: ICONA, 2003, pp. 94 y 99.
*Estatal
*Autonómica
*Autonómica
*Provincial
*Provincial *Municipal *Privada
VERNEAU, R.: Cinco años de estancia en las Islas Canarias, Madrid: Ediciones J.A.D.L Orotava, 1981, pp. 105.
Servidumbre de paso
*Municipal / entidad municipal descentralizada
Ley 25/1988, de Carreteras
*Privada
*Privada
*Privada
Código Civil
*Pública
*Pública
Ley 25/1988, de carreteras4
La zona de dominio público comprende, en las vías preferentes, una franja de 8 metros de anchura y en las carreteras convencionales de 3 metros por las que puede desplazarse el transeúnte, ciclista o jinete. 1
La disposición final segunda de la ley dice que “La red de caminos rurales se regula por la normativa específica que será dictada por la Generalitat de Cataluña”. Esta normativa existe por ahora. 2
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La absolencia de esta ley impide su ampliación en ningún caso.
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Esta ley establece la posibilidad de ampliar la franja de dominio público de las carreteras con el fin de “incluir una o dos vías de servicio para peatones, bicicletas, ciclomotores...” 4
Fuente: FEDME, 1997.
. En cuanto a la funcionalidad de los caminos tradicionales se puede distinguir entre: 4
- Caminos de carro o carreteros: Vías de comunicación que permitían el paso de un carro o carreta. Fueron los más importantes, los más transitados y unían las mayores poblaciones, además de buscar los espacios agrícolas más fértiles. Morfológicamente se caracterizaban por presentar un empedrado continuo y uniforme, para evitar el deterioro del firme por el tráfico frecuente o por la acción de las aguas, una pendiente moderada, inferior a ocho grados, y un ancho de tres a cinco metros a lo largo de todo el recorrido. - Caminos de herradura: Caminos arreglados para el paso de un animal de carga. Unían los principales enclaves agrícolas con los núcleos de población secundarios. Formaban una gran red de comunicaciones, sobre todo en el sector de medianías de toda la isla y su origen estuvo muy condicionado por la abrupta orografía. Solían estar empedrados y contar con canalizaciones y zonas de descanso (cruces, fuentes, etcétera). Su ancho medio variaba de dos a cuatro metros en aquellos que unían entidades de cierta importancia, y entre uno y dos metros los que comunicaban asentamientos menores. - Sendas o veredas: Senderos trazados para el paso de la gente, con pocas o ninguna obra de acondicionamiento. Se encuentran representados en todos los sectores de la isla, ya que eran pequeñas vías de penetración o paso por lugares que no tenían una importancia vital en cuanto a comunicaciones entre núcleos o en relación a la disponibilidad de recursos. En cuanto a la titularidad y propiedad de los caminos tradicionales se puede distinguir entre: PÚBLICOS - Caminos reales: El término camino real, en la actualidad aplicado genéricamente a los caminos tradicionales, debe limitarse exclusivamente a aquellos caminos de propiedad real que unían los grandes núcleos de población. Su origen se remonta al reinado de los Reyes Católicos, momento en el cual el hecho de que el centro de la monarquía no se encontrara nunca en una capital fija, sino en las propias personas de los reyes, es un dato fundamental. Los reyes procuraban administrar justicia de forma directa, y la pacificación en el interior la lograron a fuerza de multiplicar su presencia a lo largo y ancho de todo el territorio. - Caminos vecinales: Coincidían en la mayor parte de los casos con los caminos de carros, sobre todo en la costa, y con los caminos de herradura del interior. Estuvieron bajo la titularidad de los Ayuntamientos, que eran los que se encargaban de su construcción y conservación, bien con ingresos propios o con la prestación personal de los vecinos. Tenían un ancho que variaba entre los tres y cinco metros. - Serventías: La servidumbre de paso era un camino que discurría por una finca particular utilizado por los habitantes de otras fincas, por lo que su distribución fue muy amplia y vinculada también a la extracción de recursos. También en algunos sectores de medianías se denominaba pasada, a los tramos en los que se atravesaba un cauce de barranco cercano a propiedades o fincas entre particulares. PRIVADOS Los caminos de titularidad privada eran aquellos construidos por particulares para su servicio o el de sus propiedades. La acción privada es la que, por ejemplo, abrió los numerosos caminos forestales necesarios para el transporte de maderas, brea, carbón, pinocha, etcétera, mediante licencia del Concejo de la isla en los años posteriores a la Conquista. En época más cercana se tiene noticia que algunas personalidades isleñas contribuyeron también a la apertura o mantenimiento de los caminos. Tanto los caminos rurales como los forestales pueden ser declarados “vías de servicio” por sus titulares, lo que permite establecer limitaciones de tránsito, con independencia de su titularidad pública o privada (a diferencia de los caminos vecinales, los caminos rurales pueden ser públicos o privados). Fuente: MORENO MEDINA, C., 1997. . Este camino partía de la villa de La Orotava y ascendía hasta El Portillo para luego bordear el circo de Las Cañadas, atravesar la vertiente en la Degollada de Guajara y, por último, descender por dos ramales hasta Granadilla y Chasna (Vilaflor), desde donde se podía seguir la ruta hasta otros pueblos de esa parte de la isla. Es decir, es uno de los caminos que iban de banda a banda, que comunicaban algunas comarcas del norte y sur de Tenerife, atravesando la cordillera dorsal por los pasos de montaña o “degolladas”. 5
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Aparte de servir de comunicación, el uso más importante del camino fue el agrario ya que, a través de él, los habitantes de una y otra banda intercambiaban o vendían productos obtenidos en ambas vertientes. Así, por ejemplo, el sur de la isla se convirtió en el granero del norte a causa del rápido crecimiento de la población de La Orotava a partir de la primera mitad del siglo XVI, y de la especialización agrícola de esta zona, primero en el cultivo del azúcar y luego en el del vino. Fuente: CODECH FIGUEROA, M., e ISIDRO DE LIS, A.: 2001. .
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. El Santo Hermano Pedro de San José Betancur nace en Vilaflor, en la isla de Tenerife el 21 de marzo de 1626 y muere en Guatemala el 25 de abril de 1667. 7
Se trata del primer santo canario, considerado verdadero precursor de la educación y en la atención sanitaria y humanitaria en Centroamérica en la segunda mitad del siglo XVII. Visitó hospitales, cárceles, las casas de los pobres; los emigrantes sin trabajo, los adolescentes descarriados, sin instrucción. Fundó un centro para acoger a los pequeños vagabundos blancos, mestizos y negros. Construyó un oratorio, una escuela, una enfermería, una posada para sacerdotes y para estudiantes universitarios, necesitados de alojamiento seguro y económico. Atendió la instrucción religiosa y civil con criterios todavía hoy calificados como modernos. Un personaje destacado e influyente del siglo XVII tanto en Guatemala como en Canarias. Fuente: elaboración propia. . La iniciativa del Camino del Hermano Pedro se divide en tres fases (según lo propuesto en el año 2009) 8
Primera fase-objetivos principales • Propuesta de recuperación física del Camino del Hermano Pedro que sea conocido por vecinos y visitantes, teniendo siempre en cuenta la participación y asesoramiento de los informantes locales e informantes cualificados. • Establecer una mayor colaboración entre organismos públicos: Cabildo Insular, Ayuntamiento de Granadilla de Abona y Ayuntamiento de Vilaflor. • Implementar actividades turísticas de carácter complementario ligadas al desarrollo local: rutas guiadas o autoguiadas. • Fomentar la concienciación de los vecinos y vecinas y de los posibles visitantes de la riqueza patrimonial natural y cultural que encierra este territorio. Segunda fase-líneas de actuación • Propuesta de incoación como B.I.C. (Bien de Interés Cultural), de la totalidad o de algunos tramos del recorrido. • Posibilidad de ampliar esta iniciativa a otros sectores de la red caminera de la vertiente Sur de Tenerife. • Creación de un Plan de Interpretación y un Plan de Educación Ambiental del Camino, de carácter demostrativo, y posterior puesta en marcha en otros sectores municipales y de la Comarca. Tercera fase-desarrollo y revisión de actuaciones • Implementación de ulteriores iniciativas tales como: relacionar el Camino del Hermano Pedro con otras vías que secularmente han marcado la historia de la Isla. Ejemplo: el Camino de Chasna. • Fomentar la interrelación entre administraciones y diferentes colectivos. • Revisión de las actuaciones realizadas en el pasado. Fuente: elaboración propia.
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BIEN DE INTERÉS CULTURAL MECANISMOS DE PROTECCIÓN a legislación vigente, la ley de Patrimonio Histórico de Canarias dice que se declararán bienes de interés cultural del patrimonio histórico canario aquellos bienes que ostenten notorios valores históricos, arquitectónicos, artísticos, arqueológicos, etnográficos o paleontológicos o que constituyan testimonios singulares de la cultura canaria. Esta declaración de bien de interés cultural conlleva el establecimiento de un régimen singular de protección y tutela. Los restantes bienes integrantes del patrimonio histórico se protegerán a través de su inclusión en los catálogos arquitectónicos municipales, en el Inventario Regional de Bienes Muebles, o en las cartas arqueológicas o etnográficas, según corresponda. Los bienes declarados de interés cultural en San Miguel de Abona serán de las siguientes categorías: • Conjunto Histórico: agrupación de bienes inmuebles que forman una unidad de asentamiento de carácter urbano o rural, continua o dispersa, o núcleo individualizado de inmuebles condicionados por una estructura física representativa de la evolución de una comunidad humana por ser testimonio de su cultura o constituir un valor de uso y disfrute para la colectividad. • Zona Arqueológica: lugar o paraje natural donde existen bienes muebles o inmuebles representativos de antiguas culturas. • Sitio Etnológico: lugar que contiene bienes, muebles o inmuebles, representativos de los valores propios de la cultura tradicional o popular. En San Miguel de Abona, los Bienes de Interés Cultural incoados son el Camino de las Lajas, el Caserío de La Hoya, el conjunto histórico de San Miguel de Abona y el Roque de Jama-La Centinela. La incoación del expediente para la declaración del Bien de Interés Cultural del Camino de las Lajas obedece a las siguientes motivaciones. En primer lugar, por tratarse de un conjunto rupestre con una previsible adscripción
prehispánica que requiere mantener intacto el entorno natural inmediato en el que se localiza, no sólo para lograr una la percepción visual más idónea del mismo, sino para conservar el ambiente físico-natural en cuyo contexto fueron ejecutadas estas manifestaciones culturales, al existir una íntima relación entre ambos, cuyos fundamentos se nos escapan en el estado actual de conocimientos. Y en segundo lugar, al ser un conjunto de manifestaciones rupestres con una elevada fragilidad y muy vulnerables a la acción antrópica, se intenta establecer una zona de seguridad en torno al camino y sus márgenes inmediatos donde se ubica, de manera que, además de asegurar la percepción plena del yacimiento, permita su protección frente a los procesos de ocupación y uso del suelo. Se trata de una estación de cazoletas y canales ubicada en la margen izquierda del Barranco del Lomo o del Pilón, en la zona conocida como Ifaya. Se localiza sobre un depósito de tobas pumíticas que forman parte del trazado de un antiguo camino tradicional, conocido como de las Lajas o de los Muertos; por el que se han transportado históricamente los difuntos de los pagos de Aldea Blanca y alrededores hasta el cementerio de San Miguel. La estación consta de seis paneles, en todos los cuales coincide la presencia de canales de dimensiones variables, comprendidos entre 1 m de longitud genérica, hasta los 2,50 m, que conectan cazoletas o huecos de diámetro variable. En algunos de los paneles aparecen motivos cruciformes. La técnica de ejecución de los motivos rupestres es el picado continuo, realizado con instrumento de punta roma, que genera un surco amplio de sección en “U”. La presencia de cazoletas y canales en las islas ha sido interpretada como receptáculos para el vertido ritual de líquidos, como la leche, o para recibir el agua de la lluvia, en el contexto de ceremonias destinadas a su demanda. La interpretación de este tipo de estaciones se ha vinculado a ritos propiciatorios de la lluvia o de la fertilidad, en general, en virtud de los cuales se celebrarían ceremonias de derramamiento de líquidos, tal y como dan testimonio LA TAJEA. Nº 44/2015
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las crónicas y documentos de la conquista, así como las primeras historias generales del Archipiélago. La presencia de motivos cruciformes ha sido atribuida, tradicionalmente, a un proceso de cristianización de lugares de culto pagano ya en épocas históricas, aunque no se pueden descartar otras interpretaciones. En cuanto al Caserío de La Hoya, la incoación del expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural se justifican por a necesidad de proteger un caserío rural, en relativo buen estado de conservación, y en el que a lo largo de los últimos años se han venido produciendo algunas actuaciones que, de proseguir, podrían suponer una amenaza para la conservación de sus valores patrimoniales ante la introducción de tipologías y formas arquitectónicas y constructivas ajenas a nuestra arquitectura rural tradicional. El caserío de La Hoya se nos presenta como un testimonio material que refleja lo que fue la vida rural hasta hace pocas décadas en las medianías del sur de la isla. Contiene todos los elementos característicos y representativos de esta cultura campesina, como las viviendas, las dependencias anejas, un horno de tejas, una era, aljibes, dos fuentes, caminos tradicionales, así como las zonas de cultivo abancaladas y en los que se ha empleado el sistema de cultivo en jable tan característico de las comarcas de Chasna y Abona. El entorno de protección incluye, no solo estos espacios antiguamente cultivados mediante bancales y que contribuyen a la mejor comprensión de las formas de vida rurales, sino también algunos sectores de ladera que conforman el soporte paisajístico de este enclave, todavía poco alterado por los procesos edificatorios y de urbanización, así como el horno de tejas, y las fuentes de La Hoya y Tamaide. El establecimiento de este entorno obedece a la necesidad de preservar estos elementos característicos de la vida rural, íntimamente asociados a los usos y actividades desarrolladas por los antiguos habitantes del caserío, como por servir de escenario escasamente transformado de este asentamiento tradicional y soporte paisajístico del mismo. Se pretende, asimismo, ejercer una labor de control de los futuros procesos edificatorios de nueva planta o de transformación de las edificaciones existentes, con objeto de evitar que se introduzcan nuevos elementos morfológicos y constructivos que devalúen los valores propios de la arquitectura tradicional presentes en el lugar. La declaración como Bien de Interés Cultural del conjunto histórico de San Miguel de Abona se fundamenta en que constituye el núcleo urbano tradicional mejor conservado, desde la perspectiva arquitectónica y de sus valores ambientales de carácter rural, de todo el sur de la isla de Tenerife. . El hecho de que la ca-
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rretera general del sur, con- figurada desde mediados del pasado siglo, optara por un trazado situado más al norte y sin atravesar el casco primigenio, permitió que el antiguo camino real a Valle San Lorenzo se conservara íntegramente, junto con los inmuebles que se levantaron en sus márgenes desde el siglo XIX e, incluso, desde el XVIII. Se configuró así un núcleo urbano marcadamente lineal, en el que las edificaciones delimitaban esta vía principal, mientras que hacia su parte posterior se extendían las huertas, bancales y terreno de cultivo, algunos aún en producción. La delimitación se justifica por englobar la práctica totalidad del núcleo urbano de carácter histórico y tradicional, cuyas edificaciones fueron construidas entre el siglo XVIII y la primera mitad del XX, con una tipología muy característica de las medianías del sur de la isla y un aceptable estado de conservación, a pesar de las intrusiones experimentadas en décadas recientes. Y, finalmente, la declaración como Bien de Interés Cultural del Roque de Jama-La Centinela se justifica por la existencia de estaciones de grabados rupestres con una adscripción cronológica que va desde la etapa prehispánica hasta fechas posteriores a la conquista de la isla, que requieren mantener intacto el entorno natural en el que se localizan. Estas manifestaciones rupestres se imbrican, espacialmente, con otro tipo de evidencias arqueológicas situadas en la misma zona y entre las que desatacan las cuevas de habitación y las sepulcrales. Parece evidente que debió existir una relación funcional y/o ideológica entre los diferentes yacimientos presentes en la zona, por lo que resulta esencial establecer un entorno único para todos ellos. A su vez, tal declaración obedece a que se trata de un conjunto de yacimientos arqueológicos con una elevada fragilidad y muy vulnerables a la acción antrópica, se intenta establecer una zona de seguridad en torno a sus ubicaciones, que, además de asegurar la percepción plena de los conjuntos, permita su protección frente a los procesos de expansión urbanística y los usos y aprovechamientos que se vienen desarrollando en el área circundante. Francisco Miguel Donate González Coordinador del Área de Patrimonio Histórico Ayuntamiento de San Miguel de Abona
MANIFESTACIONES RUPESTRES CAMINO DE LAS LAJAS
Manifestaciones rupestres en el Camino de Las Lajas (San Miguel de Abona). Los canalillos y cazoletas.
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Nuria Álvarez Rodríguez
Arqueóloga
l municipio de San Miguel estaría enmarcado en lo que entonces sería el Menceyato de Abona, uno de los más extensas demarcaciones territoriales de Tenerife en época aborigen ya que también habría incluido los actuales municipios de Fasnia, Arico, Granadilla y Vilaflor. Con los límites no muy bien definidos, este menceyato ha sido uno de los que mejor ha representado la vida pastoril de los guanches debido a sus grandes explanadas, poca vegetación, difícil acceso al agua, sequedad y poca pluviosidad, etc. (L. D. Cuscoy, 1962). Este hecho hizo que los aborígenes de la zona practicaran un pastoreo de trashumancia trasladando el ganado a las zonas de montaña en épocas cálidas y a los espacios costeros y tierras de medianías durante el invierno. Esto queda constatado por los paraderos pastoriles que se encuentran desperdigados así como por una serie de manifestaciones rupestres donde destacarían los canalillos y cazoletas. Para el caso de San Miguel de Abona y en época histórica, algunas de estas rutas usadas por los aborígenes para trasladar al ganado se transformaron en caminos comunales o se crearon esas vías muy próximos a esas rutas trashumantes como sucedió con el Camino de Las Lajas. Este camino, que comienza en el Cementerio, descendería por la Calle Abejera, barranco de las Pitera, montaña de Ifaya y el barranco del
Lomo, une el casco urbano de San Miguel de Abona y el barrio de Aldea Blanca. Su funcionalidad principal es la comunicación terrestre entre los dos puntos, hecho que no siempre existió. Así pues, hay una referencia de 1530 en el que un otorgante renuncia a las posesiones de Aldea Blanca alegando entre otras cosas, la incomunicación existente en la que se encontraba la zona (E. Borges Domínguez y A. Barro Roiz, 1996). No sería hasta la mitad del siglo XIX cuando el Ayuntamiento empieza a preocuparse por comunicar los distintos núcleos de San Miguel apareciendo la primera mención sobre el Camino de Las Lajas en 1849. Esta vía también fue conocida como el Camino de los Muertos porque era la ruta que seguía la comitiva fúnebre entre Aldea Blanca y el cementerio (se piensa que fue creado el cementerio entre finales de los años treinta o principio de los cuarenta del s. XIX (M. A. Hernández González y P. P. Pérez Torres, 1998)) para enterrar a sus difuntos. En el camino iban haciendo una serie de paradas para poder descansar. Se cree que una de esos descansaderos sería en los canalillos y cazoletas que se encuentran en la ruta. Se llega a esa conclusión por presentar un grabado peculiar, un cruciforme hecho en época histórica. Los Canalillos y Cazoletas hasta hace dos décadas eran prácticamente desconocidas en Tenerife. Estos son unos hoyos excavados en el suelo a los que comúnmente denominamos cazoletas que se comunican entre sí por medio de unos canalillos, generalmente de dimensiones reducidas, por donde se vierte líquido que pasa de un recipiente a otro. Estos yacimientos se descubrieron por primera vez en Gran Canaria (J. Pais Pais y A. Tejera Gaspar, 2010). LA TAJEA. Nº 44/2015
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En la actualidad, el municipio de San Miguel de Abona ya cuenta con algunos conjuntos arqueológico que cumplen las características antes mencionadas. Habría que destacar además de los canalillos y cazoletas del Camino de Las Lajas, las estaciones de Viñas Viejas (en la ladera suroeste de la montaña de Viñas Viejas), cuatro estaciones en el Camino Real Tamaide-Centinela y en el Pinar de Ochoa. La estación del Camino de Las Lajas se encuentra en la margen izquierda del barranco de El Lomo en una zona donde se conserva aproximadamente 300 metros del recorrido original del Camino de Las Lajas. Su trazado tuvo que haber sido mayor pero en la actualidad se encuentra perdido. Este conjunto se localiza a 375 metros de altitud. El soporte de ejecución de estos grabados es sobre toba pumítica. Está formado por 6 paneles cuya técnica empleada para elaborar los canalillos como las cazoletas es por medio del picado continuo hechos con un instrumento romo. También se observa el uso del metal por lo que nos permite hablar de dos tiempos cronológicos: época prehispánica y época histórica. La descripción de los 6 paneles es la siguiente: • Panel 1. Compuesto por una cazoleta circular de la que parte un canal. La longitud total es de 2,22 metros. • Panel 2. A 12 metros de distancia respecto del panel 1 nos encontramos con 5 cazoletas que se enlazan con una serie de canalillos. El motivo presenta un tamaño de 3,65 metros de largo por 0,7 metros de ancho. • Panel 3. Se localiza a 5 metros del panel anterior, se trata de una cazoleta, un canal y una cruz latina grabada con metal (época histórica) mediante picado continuo que uso como peana una cazoleta. • Panel 4. Se sitúa a 5 metros del panel anterior y se caracteriza por estar compuesto por una cazoleta y varios canales cuyas dimensiones totales son de 2,3 metros de longitud • Panel 5. Una vez más se aprecia una cruz latina aprovechando las cazoletas y canalillos existentes. También están presentes una cazoleta y un canal. • Panel 6. Si las otras estaciones se encuentran junto a los muros, ésta está justamente en la calzada a unos 50 metros de distancia. Está formada por tres cazoletas, dos de ellas con canales. (E. Borges Domínguez y A. Barro Roiz, 1996). Hay que tener en cuenta que las manifestaciones rupestres son la expresión gráfica de la forma en que una determinada sociedad, en este caso la guanche, ve y entiende su mundo en el sentido más global del término (E. Borges Domínguez y C. Borges Domínguez). Al
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no ser figurativos estas manifestaciones nos plantea un problema de partida que está relacionado con la interpretación del mensaje gráfico ya que son los miembros de la comunidad guanche los que sabían exactamente lo que significaban los canalillos y cazoletas grabados en la toba. Es por ello que tenemos que recurrir a las fuentes arqueológicas y a las fuentes escritas por los conquistadores de la isla para poder obtener información sobre la funcionalidad. A todas luces, si los aborígenes eligieron ese lugar para efectuar los motivos estudiados es porque el emplazamiento reunía una serie de condiciones para realizar ritos, muy probablemente propiciatorios, en el que se libarían ciertos líquidos. Sin embargo, en el estado actual en el que se encuentra el estudio de las manifestaciones rupestres en Canarias poco más se puede aportar para desentrañar el significado exacto del conjunto de Canalillos y Cazoletas del Camino de Las Lajas.
BIBLIOGRAFÍA ������������������������ • Borges Domínguez, E.; Barro Rois, A. (1996): “Cambios y pervivencias culturales en el Menceyato de Abona: Las manifestaciones rupestre del Camino de Las Lajas”, XII Coloquio de Historia Canario-Americana, pp. 290-310. • Borges Domínguez, E.; Borges Domínguez, C. (1998): “Las manifestaciones rupestres en el conjunto arqueológico de Achbinicó” XIII Coloquio de Historia Canario-Americana, pp. 1824-1840. • Chávez Álvarez, Mª. E.; Pérez Caamaño, F.; Pérez González, E.; Soler Segura, J.; Goñi Quinteiro, A.; Tejera Gaspar, A. (2006): “El Barranco de San Blas (San Miguel de Abona, Tenerife). Breve secuencia de un modelo por definir”, Tabona 14, pp. 163-284. • Concejalía de Cultura (2008): “Cazoletas y Canales en el Camino de Las Lajas”, La Tajea 25, Ilustre Ayto. de San Miguel de Abona. • Cuscoy, L. D. (1962): “Un enterramiento infantil en el Barranco del Pilón”, en Tres cuevas sepulcrales guanches, Excavaciones arqueológicas en España, 37, pp. 23-32. • Hernández González, M. A.; Pérez Torres, P. P. (1998): San Miguel de Abona y Su Historia. Ilustre Ayuntamiento de San Miguel de Abona. • Pais Pais, J. F.; Tejera Gaspar, A. (2010): La religión de los benahoaritas. Fundesculp. • Perdomo Pérez, C. J. (2008): “La investigación sobre el arte rupestre de Tenerife (Islas Canarias)”, Tabona 16, pp. 167-192. • Perdomo Pérez, C. J. (2010): “Las manifestaciones rupestres de Tenerife y algunas de sus problemáticas arqueológicas: El poblamiento.”, VII Congreso de Patrimonio Histórico.
E
EL CASERÍO DE LA HOYA DE SAN MIGUEL l caserío de La Hoya se considera uno de los primeros asentamientos humanos de San Miguel de Abona. Actualmente se encuentra en proceso de incoación como Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Etnológico. Se desconoce qué familias se asentaron en esta zona después de la conquista pero sí sabemos que los primeros lotes de tierra y agua se otorgaron entre 1505 y 1522. El Caserío de la Hoya es algo más que la pervivencia en el tiempo de la primera muestra de arquitectura doméstica de esta localidad. Este enclave es relevante porque se sitúa en una encrucijada de caminos, así como por la cercanía a fuentes de abastecimiento de agua, fundamentales para el desarrollo de la vida, y además por ser ejemplo de la importante tradición alfarera del sur de Tenerife. El asentamiento es, en definitiva, un reflejo de lo que fue la vida rural del sur de la isla hasta hace unas décadas. De ahí que la protección de la incoación como BIC (Bien de Interés Cultural) abarca no solo el caserío sino el entorno que lo rodea, formado por bancales, fuentes, caminos, eras y un horno de teja. Los bancales son cultivados mediante el sistema del jable, característico de las zonas de medianías del sur de la isla. El paisaje agrario se ha transofrmado desde el siglo pasado a causa del color blanquecino que presenta esta piedra pumítica.
La elección de La Hoya como primer asentamiento humano se explica por su situación en un terreno de medianías, lo que permite a los habitantes aprovechar los recursos tanto de las zonas altas como de la costa. Las comunicaciones del lugar son otro punto relevante. Los caminos conectaban el caserío con Vilaflor a través de Jama y con los pagos de Arona y Valle del Ahijadero, actual Valle de San Lorenzo. Otro factor fundamental para el desarrollo humano es la cercanía del agua. En este sentido, el pago de La Hoya fue también un enclave privilegiado, ya que se situaba próximo a tres manantiales: la fuente de Tamaide, la del Lunchón y la de La Hoya. Teniendo aseguradas las necesidades de agua, recursos y comunicación, es esencial la seguridad del asentamiento. Este aspecto se resuelve también en la Hoya, ya que como indica su nombre, por su situación en una hondonada no es visible desde el mar. A esto se le une un elemento de observación que permitía vigilar la costa y advertir un posible ataque pirático. Se trata de la montaña de La Centinela, una elevación del terreno situada a 579 m. En cuanto a las vías de comunicación, este caserío es atravesado por el camino real del sur. Es una ruta empedrada que se ha conservado en buenas condiciones y conduce por el oeste hasta Aldea Blanca, pasando por la fuente de La Hoya. Dicha fuente consta de un depósito sobre pumitas en el que se almacena el agua. Hacia el este, el camino pasa por la fuente de Tamaide y se dirige a San Miguel de Abona. Este mantiene el estado original con el empedrado característico de este tipo de vías. La fuente presenta un depósito principal labrado en tosca de donde parte por una tajea hasta una pila empleada como lavadero o abrevadero. Otro depósito conducía el agua vertiente abajo hacia Aldea Blanca. El horno de teja es un elemento representativo del primigenio asentamiento. En La Hoya hubo tres, aunque solo uno de ellos se conserva en la actualidad. Fue construido a finales del siglo XIX por Andrés Delgado Marrero y restaurado en 1993 por Manuel Lorenzo Perera, director del Aula de Etnografía de la Universidad de La Laguna y un grupo de alumnos de la Escuela de
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DECLARACIÓN DEL NÚCLEO URBANO DE SAN MIGUEL DE ABONA
Declaración del núcleo urbano de San Miguel de Abona, como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico.
Magisterio. Este horno presenta doble cámara, un interior recubierto de barro refractario y unas dimensiones de 3 m de altura y 2,50 m de diámetro. La tejería se asienta en Canarias de la mano de la conquista, iniciada en 1496. En Tenerife se alude a ella desde el año 1507. El Cabildo impulsa la sustitución de las techumbres de paja, extremadamente vulnerables al fuego, por las de teja como material más duradero y a la vez más noble. En todas las poblaciones de la isla se hizo común la existencia del horno de teja. Como ocurre en La Hoya, el horno se construía en los lugares accesibles al agua y al barro. También la leña era necesaria y se tomaba de los alrededores. Para la confección de las tejas se requieren tres artesanos, que trabajaban en verano por cuestiones climáticas. Se trata de un oficio que se transmitía de padres a hijos y contribuía a completar una economía familiar basada en la agricultura. Sin embargo, la tejería artesanal se encuentra hoy completamente extinguida. La construcción de las casas se hizo posible gracias a que La Hoya disponía de los elementos necesarios para ello, como el barro y las piedras para construir muros y tejas. Son viviendas que han resistido el paso de los siglos, en su conformación se puede apreciar esa antigüedad.
tas a dos aguas se resuelven con el sistema de par e hilera, que consiste en unas viguetas separadas 40 cm que actúan de apoyo de las cubiertas de teja. En este caso las cubiertas se anclan directamente en los muros, lo que ha favorecido su deterioro. Presentan escasos elementos decorativos como remates y gárgolas. El Caserío de La Hoya constituye por tanto un enclave con una importancia histórica y etnográfica indudable en San Miguel de Abona, tanto por las muestras arquitectónicas como el entorno en que se encuentran, ya que fue este el condicionante para constituirse como originario asentamiento humano del municipio. Vanesa Rosa Serafín Licenciada en Historia del Arte
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Manuel Almenara Rosales
Técnico Especialista en Construcciones y Obras. Delineante proyectista . l patrimonio urbano nos permite conectar tres dimensiones de la cultura: la cultura en cuanto a que es en primer lugar una herencia a conservar, en segundo lugar un componente fundamental de nuestra conciencia como pueblo y en tercer lugar como generadora de riquezas. Estos municipios se explican como una realidad compleja dado que en su paisaje se interrelacionan elementos del medio ambiente, herencias de la historia, fuerzas económicas, progreso técnico, creaciones del hombre, tensiones sociales, modos de vida de sus habitantes y las aspiraciones y los deseos de los ciudadanos. Su núcleo, además de ser un paisaje cultural, es una realidad dinámica donde los problemas de reorganización del espacio urbano han estado siempre presentes. El asentamiento urbano de San Miguel de Abona ha tenido que responder a las necesidades que cada época y a las coyunturas que la historia le plantea. De aquí que, de cara a la valoración del patrimonio cultural, a la superación de las visiones museísticas de los centros históricos y también a la intervención urbanística. Es necesario tomar conciencia sobre el hecho de que cada espacio urbanístico tiene una etapa histórica en su formación y articulación. En la mayoría de los pueblos, lo viejo y lo nuevo, lo tradicional y lo moderno se combinan. Los rasgos de un asentamiento urbano se advierten en la fachada de sus edificios, en
El caserío de La Hoya se compone de una serie de viviendas de una sola planta con patio interior. Cada una de las plantas se divide en espacios donde se alternan las cubiertas a una y dos aguas y la cubierta plana. Entre las diversas dependencias podemos encontrar habitaciones, zaguán, cocina, granero y establo, entre otras. Algunos de los materiales empleados son la roca basáltica, la losa chasnera, las tobas volcánicas, la arcilla de la zona, cales, arenas, cañizo... En la carpintería se utiliza la madera de tea. Los gruesos muros presentan entre 60 y 70 cm de espesor. Las cubier-
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Panorámica cedida por Octavio Rodriguez Delgado,
del Centro de Fotografía “Isla de Tenerife”.
sus cascos antiguos, en sus iglesias y en el conjunto de sus trazos. Es en el lenguaje de las casas históricas en las que se ha escrito la tradición de los pueblos, algunas de las cuales han sabido transmitir su mensaje y son un libro abierto para mostrar su historia y cultura, tanto a sus habitantes como a sus huéspedes, conformando parte importante de su patrimonio. Es así que, las localidades tradicionales con sus referencias al pasado, son los nuevos lugares que llaman al turismo alternativo. Pero existen núcleos poblacionales que por negligencia o por el deseo de dar paso a la modernidad no han preservado la fisonomía que antaño las identificaba, (no es el caso de San Miguel de Abona, afortunadamente) y en las que deben participar una serie de organismos especializados y la misma población, a fin de salvaguardar el patrimonio arquitectónico, apoyados en una serie de leyes y reglamentos que decretan la obligación de conservarlo y mantenerlo en buen estado; determinando asimismo el nivel de intervención en cada uno de los edificios, que van desde la remodelación hasta la demolición, según el caso. Es importante señalar que una pronta y eficaz intervención en los edificios y un uso apropiado de los mismos podrían incrementar la oferta turística y podría aumentar la estancia promedio de sus visitantes. Un Bien de Interés Cultural, también conocido como BIC, es una figura jurídica de protección del patrimonio histórico español, tanto mueble como inmueble regulada por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español. Posteriormente esta figura fue asumida en las competencias derivadas a las comunidades autónomas, entidades que participan en la incoación de expedientes y estudios, con la supervisión del Ministerio de Cultura para la declaración definitiva. En el territorio del archipiélago canario recae en la Ley 4/99 de 15 de marzo, Ley de Patrimonio Histórico de Canarias. Es en el caso del Pueblo de San Miguel de Abona que ahora en concreto protege este valor histórico, comprendido entre la Iglesia parroquial y la Casa de El Capitán, en la zona de El Calvario. Calle principal o de La Iglesia con viviendas de una planta alineadas.
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Los valores patrimoniales que justifican la declaración de San Miguel de Abona como Conjunto Histórico se fundamentan en que constituye el núcleo urbano tradicional mejor conservado, desde la perspectiva arquitectónica y de sus valores ambientales de carácter rural, de todo el sur de la isla de Tenerife. El hecho de que la carretera general del sur, configurada desde mediados del pasado siglo, optara por un trazado situado más al norte y sin atravesar el casco primigenio, permitió que el antiguo camino real a Valle San Lorenzo se conservara íntegramente, junto con los inmuebles que se levantaron en sus márgenes desde el siglo XIX e, incluso, desde el XVIII. Se configuró así un núcleo urbano marcadamente lineal, en el que las edificaciones delimitaban esta vía principal, mientras que hacia su parte posterior se extendían las huertas, bancales y terreno de cultivo, algunos aún en producción. Por tratarse de un conjunto de inmuebles de notable fragilidad y muy sensibles a las afecciones urbanísticas que sufren en la actualidad los conjuntos históricos tradicionales de carácter rural, así como a las modificaciones entendidas como “restauraciones”, que experimentan algunos de los inmuebles; o, incluso, por su estado de abandono, resulta esencial preservar el ámbito urbano y su entorno inmediato propuesto en la delimitación, no sólo para lograr una percepción visual más idónea desde el punto de vista del equilibrio armónico entre valores paisajísticos, ambientales, volumétricos, tipológicos y urbanísticos; sino para evitar actuaciones que alteren gravemente su fisonomía. San Miguel de Abona responde al modelo característico de traza lineal a lo largo de la calle de la Iglesia en todo su recorrido. Este conjunto histórico se dispone a lo largo de esta vía, que se corresponde con el antiguo camino real que discurría por las medianías de la comarca de Abona y conectaba Granadilla y San Miguel con el Valle San Lorenzo. Esta vía de comunicación histórica no sólo poseía una importancia económica y social, por ser la principal vía de transporte de personas y comunicaciones entre los principales enclaves habitados del sur de la isla, sino que ostenta, además, un marcado carácter simbólico. Desde la portada principal de la iglesia parroquial, parte el vía crucis que culmina en El Calvario, ya en el extremo del pueblo y frente a una gran hacienda rural como es la Casa del Capitán. Desde el punto de vista arquitectónico, el conjunto está constituido por edificaciones de 1 y 2 plantas. Sus tipologías muestran, en gran parte los rasgos propios de la arquitectura doméstica tradicional, aunque modificadas por las corrientes estilísticas que se imponen a lo largo del XIX y principios del XX, alternando casas terreras vinculadas a la población más humilde, con otras de alto y bajo de mayor empaque, que han pertenecido históricamente a agricultores acomodados, cuando no a familias más pudientes de este ámbito del sur de la isla. Se trata, en general, de viviendas espaciosas, organizadas en torno a un patio central, con habitaciones comunicadas mediante corredores. Las variaciones ofrecen una distribución simétrica de huecos en fachada, con predominio de
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ventanas de guillotina con metopas y cristales, ausencia de balcones exteriores y alternancia de cubiertas de teja o de azotea -como resulta característico de las edificaciones del sur de la isla. Es frecuente la cubierta plana y el remate de la fachada mediante un parapeto de mampostería. Éstas muestran la sobriedad propia de un ámbito tradicionalmente alejado de los grandes centros urbanos en los que cuajaron las influencias exteriores adaptadas a su propio medio. BREVE RESEÑA HISTÓRICA
Para entender la formación de este asentamiento histórico desde el principio, debemos hacer un poco de historia, por lo que hay que remontarse casi cuatro siglos atrás, ya que San Miguel de Abona, no siempre fue independiente, si no que perteneció al municipio de Vilaflor hasta su segregación administrativa en 1798. Hay que decir que ya dos años antes en 1796 su antigua ermita había dejado de depender de este pueblo chasnero.
mentos, mientras las urbana presenta fachadas mas formales con paramentos bien enlucidos y acabados mas cuidados, además de dependencias mas espaciosas por lo general. Ambas provistas de patios interiores o traseros de tamaños pequeños o medianos (según el poder adquisitivo de sus propietarios) y suelen estar provistos de aljibes en ocasiones, sobre todo en las viviendas mas pudientes.
Arquitectura doméstica canaria. Aula de Cultura del Excmo. Cabildo Insular de Tenerife. Fernando G. Martín Rodríguez Revista de la Tajea. Nº 42. El templo de San Miguel Arcángel. 1665-2015. Parroquia de San Miguel Arcángel.
Sus cubiertas se presentan en dos tipos básicos: la cubierta plana y la cubierta inclinada que se suelen alternar con gracia en el alineado de sus calles. Siguiendo con las cubiertas inclinadas se suelen ver en sus variantes de cuatro aguas, a dos y mas ocasionalmente en las casas de tipología rural de una sola agua conocido como pajeros o alpendes. Asi mismo dentro de estas tipologías tambien se pueden diferenciar las casas en tres rangos diferentes:
Mientras el recién segregado municipio iba creciendo al amparo de su ermita y a lo largo de la calle principal , esta se consolidaba hacia el este con casas de una y dos plantas.
- las casas de la burguesía. - Agricultores ricos, grandes propietarios y grandes comerciantes.
Ya en 1865 este asentamiento cuenta con una plaza y 16 calles y en 1888, se habían ampliado sus edificaciones considerablemente acogiendo a 1.171 vecinos. Toda esta amalgama de acontecimientos históricos nos forman un legado que nos llega hasta la actualidad en un muy aceptable estado de conservación y que ha sido clave para su merecimiento de Conjunto histórico, ahora declarado BIC.
- Las casas populares. – Jornaleros, artesanos menores, obreros y campesinos.
La casa rural y urbana en la arquitectura tradicional de San Miguel de Abona.
BIBLIOGRAFÍA �����������������������
- Las casas de la clase media.- Pequeños propietarios, pequeños comerciantes, el clero, funcionarios y artesanos mayores principalmente.
Todas esas viviendas constituyen diferencias tipológicas y volumétricas importantes que las distinguen con el afán de que se sigan conservando en buen estado y resguardadas por las formulas patrimoniales de protección como es este conjunto histoórico de San Miguel de Abona y primer BIC del municipio que abarca 90.000 m2.
NOTAS:
Vivienda tipo casona tradicional perteneciente a la familia Alfonso.
En San Miguel de Abona se puden diferenciar dos grupos de viviendas atendiendo al tipo de fachadas y cubiertas. Siendo la tipología rural de formas mas sencillas en sus carpinterías y acabados de sus para-
BOC - 2010/062. Lunes 29 de Marzo de 2010 - 1775 Portal de Noticias del Gobierno de Canarias. Acuerdos de Gobierno 16 de Mayo de 2013
Patio de la Casa del Capitán. San Miguel de Abona
WAISMAN, Marina. [199-]. El patrimonio es la construcción de la ciudad. Rev. Summa. 23
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LA LADERA DEL CENTINELA “La Ladera de la Centinela: Arte prehispánico y Etnografía.”
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Dolores G. Delgado Miranda (UNED) l expediente administrativo que conlleva la declaración de un Bien de Interés Cultural (BIC, en adelante), lleva un procedimiento regulado en la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias . En el caso que nos ocupa, esta declaración es a favor del Roque de Jama-La Centinela, espacio geográfico compartido por dos municipios: Arona y San Miguel de Abona. La charla impartida con este título, en las 6ª Jornadas dedicadas a la figura de d. Juan Bethencourt Alfonso, trató de poner en valor la declaración de este BIC, con una categoría de Zona Arqueológica , la cual se define como lugar o paraje natural donde existen bienes muebles o inmuebles representativos de antiguas culturas. La propuesta para la declaración de este BIC, se realizó tras todo los documentos formales incluidos en el mismo entre ellos, el informe de la Sección Técnica del Servicio de Cultura y Patrimonio Histórico, el dictamen favorable de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico, etc... dando lugar a la resolución que de forma preventiva se anota en el Registro General de Bienes de Interés Cultural a fin de proteger y conservar este recurso arqueológico. La elevada concentración de yacimientos arqueológicos que se hallan en el entorno del Roque de Jama y del morro de la Centinela conlleva que se preserven estos como sitios, lugares, cuevas, abrigos o soportes pétreos que contengan manifestaciones rupestres. Existen documentados un total de 52 yacimientos de entre los que destacan 32 estaciones de graba-
dos rupestres, subrayando la existencia de seis conjuntos de canales y cazoletas. La circunscripción geográfica recorre el Barranco de Arujo, el Barranco de Mantible, el Barranquillo de La Fuente, zona de la Fajana, la ladera de Cho Máximo, el Morro y el Lomo de la Centinela, el Roque de las Mesas de Aldea, así como el islote del Roquete. En la declaración se considera probable, una cronología abierta ya que el período de tiempo en el que se confeccionaron los grabados puede abarcar entre el período prehispánico y fechas posteriores a la conquista, varios siglos, todo ello en un entorno natural que puede ayudar a desvelar el significado de los mismos si se mantiene intacto. Sin adentrarnos en los análisis arqueoastronómicos, es decir de orientación de estos lugares arqueológicos en la protohistoria canaria, se puede observar en el terreno como se relacionan grabados rupestres con otras evidencias arqueológicas tales como cuevas de habitación y cuevas sepulcrales, haciendo evidente la analogía funcional-religiosa entre los diferentes yacimientos que se encuentran dentro la zona en cuestión, que ve reforzado su valor patrimonial por el número de asentamientos, por el espacio conectivo entre ellas y por los testimonios tradicionales. Por todas las razones expuestas anteriormente se debe proteger el entorno por su extrema fragilidad frente a la expansión urbanística, los usos y aprovechamientos rurales.
Imágenes que muestran el entorno y grabados rupestres en soporte pétreo de la zona propuesta como BIC, categoría de Zona Arqueológica.
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CAZOLETAS Y CANALES
Las estaciones de cazoleta y canales están constituidos por huecos de dimensiones variables horadados en el sustrato rocoso, habitualmente en tobas o ignimbritas que pueden aparecer aislados o interconectados entre si por medio de los canales labrados en la roca. La tendencia es a hallarse en posiciones elevadas, en afloramientos rocosos que en su mayoría presentan un cierto dominio visual del terreno en el que se ubican. Así mismo se sitúan en planos con mayor o menor inclinación, como rasgo que contribuye a explicar su posible función. Las pocas fuentes documentales señalan la relación de los actos de derramamiento de líquidos (agua o leche, principalmente) y su vinculación religiosa entre el mundo aborigen y los ritos propiciatorios relacionados con la lluvia o la fecundidad, aunque algunos investigadores los señala como divisiones intertribales de áreas de pastoreo, señalizaciones de puntos de agua o sitios estratégicos para el control del ganado y posibles recintos cultuales. La correlación mágico-religiosa aborigen se encuentra mezclada entre los fenómenos naturales y el ciclo vegetativo. Los cultos astrales constituyeron una constante en casi todas las islas, pues según las crónicas más antiguas, el Sol y la Luna fueron venerados por los antiguos canarios. Este posible seguimiento astral no es extraño ya que la economía agraria y pastoril dependía de los ciclos del cielo además de su observancia cultual hacia aquello que les permitía vivir. La técnica utilizada para la ejecución de los grabados es variada, combinando la incisión superficial con algunos trazos de cierta profundidad. La percusión o
Cazoletas y canalillos, Camino Real Caserío de la Hoya-Aldea Blanca.
picado es menos habitual, observándose también la presencia de rayados de factura moderna, que en mu chos casos se superponen a los anteriores. Siendo la temática predominante la de estilo geométrico fundamentalmente en su variante de líneas, ya sean paralelas, cruzadas o formando retículas, aunque también hay una interesante representación de otras figuras cerradas, denominadas dameros. Concretamente en el Barranco de Arujo se registran varias decenas de dameros asociados a otros motivos geométricos. En menor número aparecen sobre el cauce del propio Barranco a la altura de las charcas de Mantible. Una zona con elementos destacables es El Cabuquero con una serie de paneles geométricos de gran singularidad en el que se localiza las únicas inscripciones líbico-bereber inventariada en la isla de Tenerife hasta el momento, relacionada formalmente con inscripciones líbicas documentadas en una amplia zona del norte de África, que se extiende desde Marruecos hasta Libia. Si bien la mayoría de los grabados rupestres se encuentran al aire libre, los factores que dificultan su conservación son básicamente ambientales , como la erosión eólica, los cambios de temperatura, entre otros, sin olvidar los efectos negativos que puede ejercer el ser humano, como actos vandálicos así como roturaciones agrícolas, es por ello que debemos concienciar a la población y a las visitas foráneas para la conservación de estas estaciones rupestres, divulgar su conocimiento y valor cultural para valorar con mayor encomio este patrimonio arqueológico.
Grabado con técnica incisa con forma de damero. Bco.Arujo. San Miguel de Abona.
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ETNOGRAFÍA
En San Miguel de Abona encontramos un paisaje natural en el que se mezclan las tradiciones, la arquitectura y un mundo rural que nos relatan la historia de este rincón del sur isleño. Los cultivos habituales de la zona como cereales, papas, frutales y viñas fueron durante años, la principal actividad económica de esta tierra de agua escasa y fuerte insolación que perteneció al menceyato de Abona, uno de los reinos en los que se dividía la isla en época anterior a la conquista castellana. Las gentes del lugar lucharon contra las condiciones climáticas y geográficas que dificultaban la actividad agrícola, indispensable entonces para la supervivencia. Junto a este sistema de cultivo que forma parte de la identidad de las medianías de esta zona de Tenerife, la introducción a partir del siglo XX de cultivos de regadío destinados fundamentalmente a la exportación, del grano (cereales) y del tomate, diversificando y enriqueciendo la actividad agraria de San Miguel de Abona y transformaron su paisaje.
Esta casa tradicional canaria de una sola planta y tejado a dos aguas, dividida en dos cuartos. Es una vivienda de medianeros que presenta en su entorno una era, terrazas de cultivo con muros de piedra seca, algunas cuevas que se utilizaron como corrales, además de algunos pequeños pasiles destinado al secado de fruta. A partir de aquí el camino se adentra en un espacio marcadamente agrícola que resume a pequeña escala el paisaje agrario del sur de Tenerife. Este territorio casi totalmente marcado por los bancales, hoy en su mayoría abandonados, pero que fueron creados con el esfuerzo de varias generaciones en una lucha contra la naturaleza, intentando así suplir las escasas cosechas que se producían en un territorio con clima riguroso en una orografía muy accidentada, atravesado por barrancos.
La Casa del Gato es un ejemplo de la explotación histórica de los recursos agrícolas y ganaderos. Lugar de referencia para los transeúntes del Camino Real del Sur, ya que todos estaban “obligados” necesariamente, a pasar por ese camino.
El valor patrimonial va enlazado con las fuentes del valle, las infraestructuras hidráulicas, la arquitectura tradicional y los caminos históricos. Las vías de comunicación lo son todo para conformar los pueblos, sorteando barrancos, laderas y descampados. Actualmente, los restos de antiguas vías de comunicación se conservan en lugares concretos. Son restos de un gran valor patrimonial pues por sus empedrados pasaron las incontables historias populares. Situados estratégicamente, cerca de los recursos naturales básicos como el agua de las fuentes de La Hoya y las buenas tierras de cultivo de este pequeño valle, doto a este rincón de los factores necesarios para una producción de subsistencia.
Panorámica de la conocida como “Casa del Gato” con una era delante del inmueble.
Actividad Cultural del Ayuntamiento S. Miguel de Abona. Fuente de la Hoya.
BIBLIOGRAFÍA ������������������������ BOC nº 21de 13 de noviembre de 2014 MARÍN DE CUBAS, Tomás. 1694. Historia De las Siete Yslas de Canaria Origen Descubrimiento y conquista Dividida en Tres Libros compuesta por D. Thomas Arias Marin y Cubas natural de Telde ciudad en la Ysla de Canaria. Año, de 1694. DE ARRIBAS Y SANCHEZ, Cipriano: A través de las Islas Canarias. 1900 DIRECCIÓN GENERAL DE PATRIMONIO HISTÓRICO, VICECONSEJERÍA DE CULTURA Y DEPORTES, GOBIERNO DE CANARIAS, Manifestaciones rupestres de las Islas Canarias. 1996
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LA PUESTA EN VALOR DE LOS BIC COMO RECURSO TURÍSTICO
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Iván González Gómez
Historiador y gestor de proyectos de turismo y patrimonio an Miguel de Abona cuenta en la actualidad con tres Bienes de Interés Cultural ya declarados y otro en proceso. En un futuro muy próximo, este municipio será de los pocos que cuenten con cuatro espacios con esta categoría dentro de sus fronteras. San Miguel de Abona está reconocido ya por su buena gestión del patrimonio, como se puede apreciar en el alto grado de conservación de su Conjunto Histórico, la recuperación de la Casa de El Capitán, la creación de su red de senderos con interpretación de los mismos, etc. En definitiva, este municipio cuenta con recursos patrimoniales suficientes como para hacer de su legado cultural una de las principales herramientas de promoción turística que lo diferencie del resto de lugares ya que la cultura de un pueblo es única y difícilmente copiable. En un momento en el que el mundo del turismo se encuentra en pleno debate sobre cual será la tendencia del futuro, el sol y playa ya es un recurso que funciona por si sólo y no necesita de demasiadas atenciones. Los destinos que basaban su oferta en el modelo de sol y playa se han dado cuenta de que difícilmente van a poder seguir siendo competitivos si no diversifican su oferta. Además, es necesario captar clientela más allá de los meses de verano, por lo que la búsqueda de nuevos
atractivos para los visitantes se hace más que necesaria. A todo esto se une el auge en las últimas décadas del turismo rural, que ha sabido encontrar en determinados lugares, como las medianías del sur de Tenerife, un espacio ideal para ofertar experiencias basadas en el disfrute de la naturaleza y el paisaje aislado de nuestro mundo rural. Los tres BIC ya declarado son el de el sendero de Las Lajas, el Conjunto Histórico de San Miguel de Abona y el caserío de La Hoya. El primero por sus valores arqueológicos, el segundo por el alto grado de conservación de la arquitectura del casco antiguo de San Miguel, y el caserío de La Hoya por sus características como sitio etnológico. El de El Roque de Jama – La Centinela, que ya está incoado, adquiere relevancia por sus recursos arqueológicos, fundamentalmente grabados rupestres. El buen estado de conservación y la política de difusión que ha desarrollado el ayuntamiento sobre estos espacios hace de este municipio un lugar ideal en el que poder comprender la historia de esta zona de la isla, tanto su pasado aborigen como posterior.
NOTAS: Ley 4/1999, de 15 de Marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias. Art. 2 de la Ley PHC señala que: “El patrimonio histórico de Canarias está constituido por los bienes muebles e inmuebles que tengan interés histórico, arquitectónico, artístico, arqueológico, etnográfico, paleontológico, científico o técnico. (...)” Tomás Marín de Cubas (1694): “…hacían raias en tablas, pared o piedras…” «[...] que en Canaria y otras islas adyacentes, llamadas Islas Afortunadas, hay personas de uno y otro sexo que no tienen leyes ni siguen secta alguna, sino que sólo adoran al Sol y la Luna [...]» [Urbano V (Bula de 2-IX1369), en Álvarez Delgado 1945: 12]. Investigaciones arqueológicas y manifestaciones rupestres en San Miguel de Abona Tenerife (2006)
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Los paradigmas de la nueva museología, que promulgan museos abiertos y con interpretación más cercana a sus visitantes, unido a la proliferación de los museos de sitio o ecomuseos, y el nacimiento de nuevas tendencias turísticas basadas en la vivencia de experiencias y la autenticidad, han generado la necesidad de poner en valor los recursos patrimoniales como nuevo polo de atracción de visitantes a los destinos. El patrimonio no debe verse como un ente estático que solamente hay que conservar sino que puede cumplir importantes funciones sociales, educativas y económicas. Los cuatro espacios que San Miguel de Abona tiene declarados o incoados como BIC cuentan con paneles interpretativos en 3 idiomas, lo que facilita mucho su visita tanto para los propios vecinos como para los turistas. La puesta en valor de estos recursos patrimoniales y su intergación dentro de la oferta turística municipal puede y debe traducirse en dinamización de la economía local. Cuantos más visitantes se desplacen hasta ellos más gasto dejarán en el destino a través de la gastronomía o las compras. Pero para que todo esto funcione se deben desarrollar acciones paralelas desde las instituciones públicas dirigidas a ofertar estos recursos y potenciar la economía local al mismo tiempo. San Miguel de Abona cuenta con un plan estratégico para el turismo en el que tiene en uno de sus ejes la inclusión de su rico patrimonio cultural como uno de los principales reclamos. La instalación de una oficina de información turística en pleno Conjunto Histórico es señal de que el municipio va en buena dirección para convertirse en un referente en la isla en cuanto al nuevo modelo turistico se refiere. La mejor forma de poner en uso el patrimonio como reclamo turístico es a través de la tematización del municipio en coherencia con su historia. Esto se logra a partir de la unificación del mensaje y la planificación de cómo se van a transmitir estos valores culturales. Sin duda, técnicas de marketing turístico como el storytelling aceleran estos procesos y consiguen llegar de forma más efectiva hasta las personas interesadas en vivir este tipo de experiencias. Se trata de vender un destino a través de las historias que encierra su patrimonio. Es una forma ideal de autentificar un lugar y diferenciarlo del resto, transmitir su cultura y diversificar la economía. Para el desarrollo correcto de un proyecto de puesta en valor de los recursos patrimoniales como componentes de la oferta turística de un destino hay que seguir una serie de pasos: 1- Tener el patrimonio en buen estado de conservación. 2- Invertir en la recuperación de aquellos elementos que así lo precisen. 3- Indagar en las historias que encierra su legado cultural. 4- Hacer un plan de comunicación de la información y ejecutarlo. 5- Hacer partícipe a la población local del proyecto ya que también forman parte de su patrimonio y son los mejores comunicadores que podrá tener.
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SAN MIGUEL DE ABONA DESCUBRE EL MAR
6- Unificar la imagen y el mensaje de la oferta turística del destino en torno a los valores patrimoniales. Tener en cuenta elementos como gastronomía, comercio, artesanía, etc.
Alejandro de Vera
7- Buscar el sector de mercado propicio para esta oferta y situarse en él. San Miguel de Abona ya tiene ejecutado gran parte de este plan y puede convertirse en un destino referente en cuanto a tematizar su oferta en el patrimonio. El Caserío de la Hoya, el Roque de Jama - la Centinela, el sendero de Las Lajas y el Conjunto Histórico de san Miguel, son elementos patrimoniales extraordinarios para construir a partir de ellos la oferta turística del municipio. Por su puesto, no de una manera separatista del resto de recursos con que cuenta el municipio sino apoyándose en ellos pero haciendo del patrimonio el elemento diferenciador y que aporte un distintivo de calidad a un destino completo y de oferta variada que puede llegar a satisfacer a todo tipo de visitantes.
Secretario de la Asociación de Amigos del Museo de la Naturaleza y el Hombre Juan J. Bacallado Biólogo y Presidente de la Asociación de Amigos del Museo de la Naturaleza y el Hombre
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Leopoldo Moro Biólogo y Miembro de la Asociación de Amigos del Museo de la Naturaleza y el Hombre Una de las demarcaciones territoriales más importantes de Tenerife o “menceyatos” en que se encontraba dividida la isla cuando se produce la conquista es, sin duda, Abona. De límites imprecisos, prácticamente cubre el extremo más meridional de Nivaria, desde el Bco. de Herques al E (límite con el menceyato de Güímar) hasta el Bco. del Rey al O (menceyato de Adeje), abarcando desde la costa hasta el sur de Las Cañadas que aparece destacado por sus estribaciones montañosas. En general un territorio marcadamente árido en zonas bajas, de mejores condiciones en medianías y de hermosos pinares abiertos en las cumbres. Formando parte de esta comarca y con una extensión de unos 42 km² de mar a cumbre se asienta el municipio de San Miguel de Abona. Su escudo nos lo dice casi todo: «En campo de oro, la imagen de San Miguel Arcángel al natural, portando en la diestra y en la siniestra espada y balanza de plata, en punta de ondas de azur (azul) y plata. Bordura componada de ocho piezas, cuatro de gules (rojo), que corresponden a los cantones, los del jefe con un racimo de uvas de oro, y los de la punta con una espiga de trigo, de oro; y cuatro de plata, correspondientes al jefe y flancos con unas tuneras al natural cargadas de cochinilla, y el de la punta con un gánigo al natural. Timbre: corona real cerrada.» Así pues aparecen marcados tres de los cultivos que fueron la base de su agricultura primariamente cerealista, tuneras para la cría de cochinillas y, como no, las vides. El agua, conseguida a base de enormes esfuerzos en la segunda mitad del siglo pasado, vino a cambiar el agro del municipio de secano a regadío, de tal forma que a día de hoy podemos hablar de las mejores papas de la isla, cultivadas en bancales enarenados con una capa de jable o zahorra que recoge el rocío, a la par que evita la evaporación del agua; a ello se suman los frutales y las cosechas hortícolas que con tanto esmero tratan los labradores locales. Su litoral, abierto a la corriente de Canarias, parece mirar al infinito e invita a la calma y al
sosiego allá en San Blás, donde la papa sanmiguelera se funde con el mejor pescado y otros productos del mar. Así lo decía nuestro inolvidable poeta Pedro García Cabrera: Que no, que no sigo más que aquí en San Miguel me quedo quiero mirar como el jable transforma el erial en huerto Hablemos pues del mar, de ese contenedor milagroso pleno de vida en el que conviven algas y plantas con flor, peces y crustáceos, esponjas y gusanos, medusas y estrellas, erizos y bucios, babosas marinas y plancton, delfines y tiburones, lapas y aguas vivas, calderones y viejas, pulpos y calamares, morenas, fulas y pejeverdes, hasta casi perder la cuenta de lo que puede albergar el sistema ecológico por excelencia, dueño y señor de la mayoría de la diversidad biológica de Gaia. De allende los mares nos visitan las aves migratorias, nómadas del aire que reposan en estos portaaviones lávicos que son las islas para reponer fuerzas y buscar otros territorios de invernada en el vecino continente africano. Zarapitos, vuelvepiedras, chorlitejos y correlimos son sólo algunas de las especies más frecuentes en estos parajes; mientras que nuestras omnipresentes gaviotas patiamarillas patrullan la costa afirmando un territorio del que se sienten propietarias. El litoral del municipio de San Miguel de Abona se orienta hacia el suroeste de Tenerife, y está delimitado en su extremo occidental por el volcán de Montaña Amarilla, mientras que en el lado oriental termina en la desembocadura del Barranco de San Blas, culminando en el entrante de tierra denominado Punta del Jurado. LA TAJEA. Nº 44/2015
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Los 7,33 kilómetros de litoral del municipio de San Miguel de Abona aparecen señalados en rojo.
Son 4,63 km lineales de costa que se reordenan en un perfil de 7,33 kilómetros de litoral, a través del que se suceden unas ocho playas. Destacan por su extensión la de San Blas, las de El Guincho de Arriba y de Abajo, la de la o la de El Colmenar. Creadas gracias a la acumulación de callaos, dependiendo de la época del año pueden colmatarse con mayor o menor cantidad de fina arena negra de origen volcánico. A mitad de camino encontramos la única estructura artificial del litoral municipal: el muelle deportivo de Amarilla Golf, cuyo espigón de 500 metros de longitud se adentra en el mar unos 200 metros.
Una de las características más relevantes que afectan a todo el infralitoral del municipio es su inclusión en la Zona de Especial Conservación (ZEC) “Sebadales
del Sur”. Esta figura de protección, de relevancia europea, se integra en los espacios de la “Red Natura 2000”, cuya finalidad no es otra que la de contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. En el caso que nos ocupa, el medio a preservar está caracterizado por la existencia de bancos de arena sumergidos a poca profundidad. En Canarias este es el ambiente idóneo para el establecimiento de la seba (Cymodocea nodosa), fanerógama marina con ancestros terrestres que, evolutivamente, volvieron a colonizar el medio marino conservando buena parte de sus características fisiológicas de adaptación aérea (raíces, tallo, flores y frutos). Los sebadales son praderas submarinas que se desarrollan sobre estos fondos arenosos someros (entre 2 y 40 m de profundidad) con una gran productividad y biodiversidad específica; un auténtico bosque sumergido, un ecosistema irrepetible y muy frágil que sirve de refugio, cría y alevinaje de varias especies de invertebrados y peces de interés comercial, sobre todo para la pesca artesanal. Lo hemos repetido en numerosas ocasiones: el sebadal viene a ser la laurisilva del medio marino en Canarias, y aunque la comparación parece tendenciosa desde el punto de vista ecológico -al tratarse de un bosque monosespecífico- no lo es bajo una visión funcional, pues la enorme variedad de organismos que crecen a su amparo y la biomasa que sustenta lo hacen equiparable en importancia biológica a nuestro singular monteverde. Es un ecosistema necesario para la sostenibilidad de la biodiversidad marina canaria, y por ello se hace obligatorio protegerlo de amenazas como extracciones de arenas para playas artificiales, construcción de infraestructuras litorales, fondeo de embarcaciones o pesca de arrastre, entre otras.
Abigarrado sebadal que recubre los fondos someros arenosos.
Abade y fulas patrullan los fondos de Montaña Amarilla.
Pero sin duda alguna, el lugar más emblemático del litoral sanmiguelero es el entorno submarino influenciado por el volcán Montaña Amarilla, cuyo cráter de 250 metros de diámetro se abre en la cúspide de un montículo de 71 metros de altitud formado como consecuencia de una erupción freatomagmática (hidrovolcánica) acaecida bajo el fondo marino hace poco más de medio millón de años. La introducción de agua de mar en el cono magmático genera este tipo de erupciones caracterizadas por explosiones de gran magnitud debido al vapor de agua liberado, y las estructuras geológicas formadas de esta manera tienen unas características muy definidas que también están presentes en esta montaña. Este Monumento Natural fue declarado Espacio Natural Protegido por el Gobierno de Canarias en 1987 debido a sus valores ecológicos y geomorfológicos.
meros metros de infralitoral, comenzamos a observar la habitual fauna íctica somera: multitud de pejeverdes (Thalassoma pavo) y fulas negras (Abudefduf luridus) acuden curiosos a nuestro encuentro, mientras que las barrigudas (blénidos) y cabosos (góbidos) permanecen inmóviles confiando pasar desapercibidos gracias a su mimetismo. Si superamos los primeros metros de profundidad nos adentramos rápidamente en un ambiente sobrecogedor, donde numerosas montañas de tosca amarilla sobresalen del fondo de arena adoptando las formas caprichosas de las que los procesos erosivos son responsables. Es una especie de paisaje lunar submarino en el que los colores amarillos de la tosca y la arena del fondo se entremezclan con el azul del mar, rematado por la alfombra verde del sebadal que, a modo de parches, cubre gran parte de los arenales circundantes.
Las formas geológicas sumergidas formadas por estos procesos eruptivos submarinos han convertido a Montaña Amarilla en uno de los principales “hotspots” del submarinismo insular, siendo un referente tanto para los buceadores tinerfeños como para el turismo nacional e internacional, tal y como se puede constatar al observar la multitud de embarcaciones de centros de buceo que llegan a diario. Además, para mayor facilidad, los buceadores también pueden entrar al agua cómodamente desde tierra a través del pequeño espigón artificial que se adentra en el mar en su lado occidental.
Con algo de paciencia podemos observar algunos de los pequeños invertebrados que habitan entre las oquedades rocosas, enterrados en la arena o buscando el refugio que proporciona la maraña de ondulantes sebas. Entre la fauna habitual aparecen diminutos crustáceos; por citar solo algunos, el cangrejo real chico (Cryptosoma cristatum) permanece enterrado en el sedimento, desde donde solo asoman sus ojos pedunculados; otros habitan generalmente asociados a determinados invertebrados, como la gambita de peineta (Pontonia pinnophylax) que vive en el interior del abanico de mar (Pinna rudis), o la que lo hace asociada al sebadal (Hippolyte varians), el cangrejo araña (Stenorhynchus lanceolatus) que busca refugio entre los tentáculos de la anémona gigante (Telmatactis cricoides), o entre las púas del omnipresente erizo
Una vez nos sumergimos, avanzando a través de las comunidades de algas pardas dominantes en los pri-
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de lima (Diadema africana) –al igual que la gamba específica de este equinodermo (Tuleariocaris neglecta)-. Los moluscos también están presentes, tanto las babosas marinas, con especies de tamaño considerable como el conejo de mar (Aplysia dactylomela) o la babosa marina de Webb (Hypselodoris picta webbi), y también numerosas casi microscópicas, siendo incluso algunas endémicas del municipio sanmiguelero (Doto fluctifraga, D. escatllari, Okenia mica, Eu-
branchus telesforoi, E. arci o Cuthona fidenciae, etc.); además de algunas caracolas como el ceritio común (Cerithium vulgatum), conos (Conus spp.), la porcelana (Luria lurida) o la caracolita voltereta (Columbella spp.), abundantes a muy poca profundidad. Cefalópodos como los pulpos (Octopus vulgaris) o chocos (Sepia officinalis), de carácter huidizo pero dotados de una mayor capacidad de desplazamiento, también hacen acto de presencia.
Estrella picuda (Marthasterias glacialis).
ejemplares del ya señalado tamboril espinoso, especie igualmente protegida por la legislación dada su importancia ecológica en el control de las poblaciones del erizo de púas largas.
Erizos más comunes del litoral sureño.
Especies de babosas marinas presentes en el litoral del municipio en el que Okenia mica es endémica.
Erizo de púas largas (Diadema africana), responsable de los blanquizales.
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De mayor tamaño son la mayoría de equinodermos que viven asociados a los fondos arenosos y rocosos, como las estrellas de mar (Marthasterias glacialis, Coscinasterias tenuispina, Narcissia canariensis, etc.); los pepinos de mar o pingaburros (Holothuria spp.), o el ya mencionado erizo de púas largas (Diadema africana). Es esta última especie la que predomina en la mayoría de las zonas rocosas aplaceradas en la vertiente de sotavento de las islas, y en el litoral de San Miguel no es una excepción. Al resguardo del fuerte oleaje que habitualmente procede del noreste, esta especie de reciente descripción –anteriormente oculta bajo el nombre de D. antillarum, especie que vive en la costa este americana- se ha visto favorecida en las últimas décadas por diversos factores entre los que se incluye el calentamiento de los océanos generado por el cambio global o la sobrepesca de sus depredadores naturales, bien con fines gastronómicos como la sama roquera (Pagrus auriga), los sargos (Diplodus spp.), el gallo cochino (Balistes capriscus),
o el pejeperro (Bodianus scrofa); o bien con intención decorativa como las estrellas picudas azul (Coscinasterias tenuispina y Marthasterias glacialis), el tamboril espinoso (Chilomycterus atringa) o el bucio (Charonia spp.). Gracias a ello este gran herbívoro ahora campa a sus anchas en la mayoría de las islas del archipiélago y, libre de depredadores, sus poblaciones han aumentado de forma excesiva. Los ejemplares arrasan con las algas que recubren los fondos rocosos del infralitoral, dejando a la vista únicamente aquellas especies vegetales calcáreas que no son capaces de vivir expuestas directamente a la luz solar. Éstas, una vez mueren se tornan blanquecinas, dándole a esta comunidad el característico nombre de “blanquizal”, auténticos desiertos submarinos carentes de productividad y, por ende, de biodiversidad. Pero este litoral nos ofrece algo más que blanquizales. También conviven peces de interés pesquero asociados al fondo como los mencionados sargos, viejas (Sparisoma cretense), abades (Mycteroperca fusca), o a media agua como las bogas (Boops boops), bicudas (Sphyraena viridensis) o medregales (Seriola spp.). Además, si el submarinista demuestra algo de intuición se pueden observar ejemplares de angelote (Squatina squatina), especie amenazada a nivel mundial y protegida en Canarias, y la más frecuente de los tiburones presentes en nuestras aguas; más activo de noche, durante el día permanece generalmente enterrado en la arena a la espera de alguna presa que se acerque a sus dominios. También se han avistado
Si se tiene algo de suerte, también se pueden observar tortugas marinas, pues tienen aquí su residencia temporal algunos ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta), que se alimenta principalmente de crustáceos y moluscos; y de tortuga verde (Chelonia mydas), eminentemente herbívora que hace lo propio arrancando a mordiscos las algas y sebas que recubren el fondo. Para finalizar, levantemos la vista hacia el horizonte en busca de visitantes que llegan a la deriva, procedentes de demarcaciones oceánicas remotas. Como ya se ha señalado, todo el litoral de San Miguel se encuentra orientado al sureste, y por ello gran parte de la costa se sitúa paralela a la dirección habitual de la corriente que gobierna el movimiento de las aguas oceánicas en el archipiélago durante la mayor parte del año, la corriente de Canarias. El punto meridional de la costa sanmiguelera marca precisamente el límite de influencia directa de esta corriente, comenzado a partir de Montaña Amarilla la zona a sotavento de Tenerife. Es ésta un área de mezcla de masas de agua, una encrucijada formada por las que vienen del noreste con las procedentes del sur de la isla. Las consecuencias del efecto “masa de isla” son remolinos que generan movimientos de nutrientes que dotan a estas zonas de transición de unas características oceanográficas particulares. Se pueden producir algunas abundancias temporales o blooms de plancton que se hacen notar en la costa durante las que las medusas (Pelagia noctiluca) y sifonóforos como la fragata portuguesa (Physalia physalis) son los principales protagonistas, sobre todo en épocas primaverales y veraniegas, en las que los vientos alisios soplan con mayor fuerza dotando por tanto de mayor actividad a la corriente de Canarias.
LA TAJEA. Nº 44/2015
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Porcelana ratón (Luria lurida).
Sifonóforo planctónico (dífido) común en nuestras aguas.
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