Obra de la Sociedad de San Pablo
San Lucas 2º Domingo de Cuaresma
AÑO 72 N° 10 / SEMANARIO DE INSTRUCCIÓN RELIGIOSA / Ciclo C / 13 de marzo de 2021 / ISSN 1405-6453
G ru p o E d itoria l S a n P a b lo p on e su c on fia n za e n D io s n u e s t r o Se ñ o r , e s t a m o s s e g u r o s q u e é l n o s a c om pa ñ a rá h oy y siem pre, y q u erem os q u e tú ta m bién sien ta s su presen c ia y te sien ta s acom pañado por él y por nosotros, por eso, h em os prepa ra d o pa ra ti esta versión espec ia l d e n u estro sem a n a rio "E l D om in g o", pa ra d ec irte q u e esta m os siem pre c erc a d e ti y n os u n im os en ora c ión , rog a n d o a n u estro S eñ or J esu c risto por tod a la h u m a n id a d p a ra q u e su fe se ac re c ie n te y p od a m os, e n e stos tie m p os d ifíc ile s, d a r te stim on io d e e sp e ra n za y solid a rid a d .
-Al Servicio de la Verdad en la Caridad¡P roh ib id a s u re p rod u c c ión tota l o p a rc ia l!
REFLEXIÓN INICIAL
“Éste es mi Hijo, mi Elegido, escúchenlo” Jesús, tomando a Pedro, Santiago y Juan, es decir, a los primeros discípulos a los que llamó en Galilea a orillas del lago de Genesaret, subió a una montaña para orar; en lo alto, el cielo y la tierra se unen. Para el evangelista Lucas, los momentos más importantes de la vida de Jesús son aquellos en los que se encuentra en oración, dialogando a solas con el Padre. El relato de la transfiguración está precedido de las condiciones para seguir a Jesús. “Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada día y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, se salvará”. Ocho días después de estas palabras es que se dirige a la montaña a orar, pero esta vez no va solo. Requiere de unos testigos que den testimonio a los demás de lo que va a pasar. Ya arriba, estando en oración, la manifestación de Dios se dio en todo su esplendor, en toda su gloria, junto con el mensaje de lo que pronto iba a suceder en Jerusalén revelado en labios de los profetas Moisés y Elías. Jesús había ya anunciado que iba a padecer y morir. Pedro, Santiago y Juan habían visto a Jesús predicar y realizar obras portentosas, y habían quedado maravillados. Ahora lo ven en su gloria. Consternados por el hecho y presos de temor, pretenden construir tres chozas, “pero no sabían lo que decían”. Jesús no dice nada en el relato. Es el Padre quien confirma la identidad de Jesús: “Éste es mi Hijo, mi Elegido, escúchenlo”. Y con esta revelación también queda dicho en qué consiste su mesianismo. Jesús va a padecer en Jerusalén. La gloria no es lo mismo que el éxito.
P. Reyes Muñoz Tónix, SchP
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CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
II Domingo del Tiempo de Cuaresma Monición
Durante este tiempo de preparación para la celebración de los misterios que nos dieron vida eterna debemos incrementar la comunicación con Dios por medio de la oración y la escucha de su Palabra, sólo entonces podremos mirar la gloria de Dios en nuestras vidas. Bienvenidos a esta celebración.
Ritos iniciales Antífona de entrada
Mi corazón me habla de ti diciendo: “Busca su rostro”. Tu faz estoy buscando, Señor; no me escondas tu rostro.
Acto penitencial
Sacerdote: Al comenzar esta celebración eucarística, pidamos a Dios que nos conceda la conversión de nuestros corazones; así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos (Silencio). Sacerdote: Tú que conoces nuestros pensamientos: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. Sacerdote: Tú que iluminas las tinieblas de nuestro corazón: Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad. Sacerdote: Tú que nos exhortas a una sincera conversión: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. Sacerdote: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
No se dice Gloria
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Oración colecta
Señor Dios, que nos mandaste escu¬char a tu Hijo muy amado, dígnate alimentarnos íntimamente con tu palabra, para que, ya purificada nuestra mirada inte¬rior, nos alegremos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo…
Liturgia de la palabra Monición
Abraham cumple su misión, contando sólo con la Palabra de Dios que le promete descendencia y tierra, señal de felicidad. La fe y la obediencia a Dios son la mejor respuesta cristiana. Escuchemos. Primera lectura Del libro del Génesis (Gén 15, 5-12. 17-18) En aquellos días, Dios sacó a Abram de su casa y le dijo: “Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes”. Luego añadió: “Así será tu descendencia”. Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el Señor lo tuvo por justo. Entonces le dijo: “Yo soy el Señor, el que te sacó de Ur, ciudad de los caldeos, para entregarte en posesión esta tierra”. Abram replicó: “Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?”. Dios le dijo: “Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos de tres años; una tórtola y un pichón”. Tomó Abram aquellos animales, los partió por la mitad y puso las mitades una enfrente de la otra, pero no partió las aves. Pronto comenzaron los buitres a descender sobre los cadáveres y Abram los ahuyentaba. Estando ya para ponerse el sol, Abram cayó en un pro¬fundo letargo, y un terror intenso y misterioso se apoderó de él. Cuando se puso el sol, hubo densa oscuridad y sucedió que un brasero humeante y una antorcha encendida, pasaron por entre aquellos animales partidos. De esta manera hizo el Señor, aquel día, una alianza con Abram, diciendo: “A tus descendientes doy esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río Éufrates”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial (Sal 26) R. El Señor es mi luz y mi salvación. L. El Señor es mi luz y mi salvación,/ ¿a quién voy a tenerle miedo?/ El Señor es la defensa de mi vida,/ ¿quién podrá hacerme temblar?. /R. L. Oye, Señor, mi voz y mis clamores/ y tenme compasión;/ el corazón me dice que te busque/ y buscándote estoy. /R. L. No rechaces con cólera a tu siervo,/ tú eres mi único auxilio;/ no me abandones ni me dejes solo,/ Dios y salvador mío. /R. L. La bondad del Señor espero ver/ en esta misma vida./ Ármate de valor y fortaleza/ y en el Señor confía.. /R.
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Monición
San Pablo se presenta como modelo porque él imita a Jesús, alertando que hay quien vive como enemigo de la cruz de Cristo. Ustedes, le dice a la comunidad, manténganse fieles al Señor. Escuchemos. Segunda lectura De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (Flp 3, 17–4, 1) Hermanos: Sean todos ustedes imitadores míos y observen la conducta de aquellos que siguen el ejemplo que les he dado a ustedes. Porque, como muchas veces se lo he dicho a ustedes, y ahora se lo repito llorando, hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su dios es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en cosas de la tierra. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que venga nuestro Salvador, Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para someter a su dominio todas las cosas. Hermanos míos, a quienes tanto quiero y extraño: ustedes, hermanos míos amadísimos, que son mi alegría y mi corona, manténganse fieles al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio (Cfr. Mt 17, 5) Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: “Éste es mi Hijo amado; escúchenlo”. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Monición
Moisés y Elías ya gozan de la gloria de Dios. Pedro, Santiago y Juan tienen la experiencia y, fascinados, quieren permanecer. La voz del Padre es clara: mi Hijo debe ser escuchado y seguido. Escuchemos.
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan (Lc 9, 28-36) Gloria a Ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús se hizo acompañar de Pedro, Santiago y Juan, y subió a un monte para hacer oración. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se hicieron blancas y relampagueantes. De pronto aparecieron conversando con él dos personajes, rodeados de esplendor: eran Moisés y Elías.Y hablaban del éxodo que Jesús debía realizar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño; pero, despertándose, vieron la gloria de Jesús y de los que estaban con él. Cuando éstos se retiraban, Pedro le dijo a Jesús: “Maestro, sería bueno que nos quedáramos aquí y que hiciéramos tres tiendas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías”, sin saber lo que decía.
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No había terminado de hablar, cuando se formó una nube que los cubrió; y ellos, al verse envueltos por la nube, se llenaron de miedo. De la nube salió una voz que decía: “Éste es mi Hijo, mi escogido; escúchenlo”. Cuando cesó la voz, se quedó Jesús solo. Los discípulos guardaron silencio y por entonces no dijeron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.
Profesión de fe (Símbolo de los apóstoles)
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor (en las palabras que siguen, hasta “María Virgen”, todos se inclinan), que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
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Oración universal Sacerdote: Oremos, hermanos, a nuestro Padre por las diversas necesidades de nuestra comunidad, para que continuemos con ánimo firme y fe profunda en el camino cuaresmal. Por ello unidos digamos: Te lo pedimos, Señor. 1. Por la santa Iglesia de Dios, para que fiel a las enseñanzas del Evangelio continúe siendo la puerta de entrada al verdadero conocimiento de Cristo. Roguemos al Señor. 2. Por quienes trabajan en alguna instancia gubernamental, para que vuelvan su corazón al Evangelio y velen por la paz, la justicia y el respeto. Roguemos al Señor. 3. Por quienes trabajan en el servicio a los pobres y enfermos, para que Dios los bendiga y a nosotros nos mueva a seguir su ejemplo orientando nuestra vida al servicio de los demás. Roguemos al Señor. 4. Por nuestra parroquia (comunidad), para que durante estos días de Cuaresma se solidarice más todavía con quienes viven en dificultades, a fin de hacer manifiesta la caridad perfecta. Roguemos al Señor. Intenciones de la Iglesia local. Sacerdote: Señor, Padre Santo, escucha nuestras súplicas y fortalécenos en la fe, para que, renovados por el Espíritu Santo, salgamos con premura al encuentro de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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Liturgia eucarística Sacerdote: Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios Padre todopoderoso. Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas
Te rogamos, Señor, que estos dones borren nuestros pecados y santifiquen el cuerpo y el alma de tus fieles, para celebrar dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Antífona de la comunión (Mt 17, 5)
Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo.
Comunión Espiritual Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
Oración después de la comunión Al recibir, Señor, este glorioso sacramento, queremos darte gracias de todo corazón porque así nos permites, desde este mundo, participar ya de los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración sobre el pueblo Bendice, Señor, a tus fieles con una bendición perpetua, y haz que de tal manera acojan el Evangelio de tu Hijo, que puedan debida y felizmente desear y alcanzar la gloria que él manifestó a los apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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CATEQUESIS SOBRE LA EUCARISTIA -En la Misa nos unimos a Cristo crucificadoNo sólo contemplamos la muerte de Cristo cada Semana Santa, sino que la vivimos en cada Eucaristía. “En la Misa nos unimos a Él —afirma el Papa—, es más, Cristo vive en nosotros y nosotros vivimos en Él: ‘Yo estoy crucificado con Cristo —como dice san Pablo— y ya no vivo yo, sino es Cristo quien vive en mí: la vida que sigo viviendo en la carne, la vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí’ (Gál 2, 19-20)”. (Audiencia del Papa Francisco, 22 de noviembre de 2017 / Adaptación: Padre Emmanuel)
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CALENDARIO LITÚRGICO
13 MARZO
14 MARZO
II DOMINGO DE CUARESMA
Sta. Matilde
1Lectura
15 MARZO Sta. Luisa de Marillac
1Lectura Dan 9, 4-10 Salmo 78 Evangelio Lc 6, 36-38
1Lectura Is 1, 10. 16-20 Salmo 49 Evangelio Mt 23, 1-12
16 MARZO
17 MARZO
18 MARZO
S. Heriberto
S. Patricio
1Lectura Jer 18, 18-20 Salmo 30 Evangelio Mt 20, 17-28
1Lectura Jer 17, 5-10 Salmo 1 Evangelio Lc 16, 19-31
Gén 15, 5-12. 17-18
Salmo 26
2 Lectura Flp 3, 17 - 4, 1
Evangelio Lc 9, 28-36
S. Cirilo de Jerusalén
1Lectura Gén 37, 3-4. 12-13. 17-28 Salmo 104 Evangelio Mt 21, 33-43. 45-46
19 MARZO SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA SMA. VIRGEN MARÍA
1Lectura
2Sam 7, 4-5. 12-14. 16
Salmo 88
2 Lectura
Rom 4, 13. 16-18. 22
Evangelio Lc 2, 41-51
1a Semana del Salterio
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