OFRECIMIENTO DIARIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Divino Corazón de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado de María, yo me consagro a Tí y contigo me ofrezco a Dios Padre, por el Espíritu Santo, en tu Santo Sacrificio del Altar, con todas mis obras y oraciones, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de mis pecados y los del mundo entero y para que venga a nosotros tu Reino. Te ofrezco todo esto en especial por el Papa y las dos intenciones que propone para este mes al Apostolado de la Oración. Elevo a Tí, Padre Misericordioso, una plegaria especial por la santificación de todos los Sacerdotes. Amén.
**PROGRAMA DE VIDA ESPIRITUAL Es un programa espiritual muy completo que contiene cinco elementos para ayudarme a vivir como consagrado a Cristo por el Bautismo y ungido por el Espíritu Santo mediante la Confirmación. 1.- El Sacrificio de la Misa y la Ofrenda Diaria. Vida Eucarística, es decir, Misa y comunión frecuentes, sobre todo con la participación en la Misa los domingos y, también en especial los viernes primeros; visitas y adoración al Santísimo.
Nosotros, como Socios del Apostolado de la Oración hemos adquirido un Compromiso, por Amor a Cristo y a su Iglesia. Consiste en: a) Hacer diariamente el Ofrecimiento de Obras. Cumplir en la medida de nuestras posibilidades con el Programa de Vida Espiritual.
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b) Todos los viernes primero:
2.- El culto al Sagrado Corazón. Devoción al Sagrado Corazón de Jesús, que con su inmenso amor da vida a toda la Iglesia.
. Asistir a la Junta formativa. Recibir la Hoja de Intenciones del Apostolado de la Oración y orar cada día por ellas, enseguida...
3.- Devoción a la Santísima Virgen. Devoción a la Santísima Virgen María, en especial a su Inmaculado Corazón, la cual, íntimamente unida a su Hijo, es Madre de toda la Iglesia.
. Hacer la Hora Santa de reparación.
4.- Sentir con la Iglesia. Amor a la Iglesia, al Papa muy especialmente, al Obispo, al Párroco, a todos sus miembros. 5.- Asiduidad en la oración. Vida de oración y servicio, es decir, de trato con Dios y ayuda al prójimo por amor.
. Concluir con la Santa Misa.
“EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN
propone un camino hacia la santidad a partir del ofrecimiento diario que transforma nuestra vida y que nos une en comunión universal de oración por la fuerza del Espíritu que habita en nuestros corazones
y nos hace desear tener los mismos sentimientos que tuvo el Corazón de Cristo para que, alimentados y modelados por él en la Eucaristía y reconciliados con él mediante el sacramento de la Reconciliación podamos ponernos plenamente y de todo corazón a su disposición y a disposición de su Iglesia, a ejemplo de María, para que venga su Reino.”
Peter-Hans Kolvenbach, SJ, Director General del Apostolado de la Oración. Roma, 8 de Junio de 2003, Solemnidad de Pentecostés
Sigamos adelante con nuestro Apostolado, ofreciendo, nuestra vida, obras y oraciones en reparación de nuestros pecados y los del mundo entero. Recordando el mensaje de la Santísima Virgen María en Fátima, en su cuarta aparición, en Agosto de 1917: "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se
condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas".
NOVIEMBRE 2: Conmemoración de todos los fieles difuntos.
APOSTOLADO DE LA ORACIÓN “Un servicio a la Iglesia desde el Corazón de Cristo.”
Oremos por nuestros difuntos. En efecto, quienes ofrecen esos sufragios –oraciones y sacrificios por los difuntos– ejercitan de modo admirable, no solamente la fe en la eficacia de la oración, sino que hacen asimismo actos espléndidos de amor generoso y desprendido, para ayudar a quienes sufren viéndose aún detenidos en su tránsito a la Bienaventuranza Eterna de intimidad con Dios. También son los sufragios actos de esperanza, pues conocemos que nada de esa plegaria se pierde, que redunda en eternidad gozosa para los que han muerto encaminados hacia Dios. Y ¿acaso podrán olvidarnos, estando tan cerca de Dios y con tanta fuerza intercesora, a quienes desde aquí les impulsamos al Cielo? ¿Acaso no serán nuestros entusiastas valedores cuando finalmente alcancen la morada celestial? Es, pues, el orar por los difuntos, una de las manifestaciones más delicadas de amor entre nosotros; una manera de vivir la caridad con los que nos han precedido en el camino hacia la santidad. Tengamos presentes en nuestras oraciones, cada día de nuestra vida a los difuntos; recordemos que es una Obra de Misericordia Espiritual: 7.- Orar por vivos y difuntos.
Comentamos, en algunas ocasiones, a nuestros familiares y amigos con mucho orgullo y alegría: “Soy miembro del Apostolado de la Oración”... y seguramente nos harán preguntas al respecto... ¿cuál es el compromiso? ¿Lo tenemos claro?... Hoy, de manera breve, recordemos a qué me he comprometido como Miembro Activo del AO. El Apostolado de la Oración es la unión de los fieles con Jesucristo en la Eucaristía, para colaborar con Él mediante la oración y la entrega diaria de sí mismos y de la vida cotidiana de cada uno, en la edificación de la Iglesia y salvación de todos los hombres. Se logra por medio del OFRECIMIENTO
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DIARIO DE OBRAS ( ), llevando a cabo un “PROGRAMA DE VIDA
**).
ESPIRITUAL” (
* Ofrecemos, cada mañana al despertar, nuestra vida y obras, uniéndonos a Jesucristo que continuamente se ofrece en la Sagrada Eucaristía. (Con tus propias palabras o una oración compuesta para este fin). Pedimos por la Iglesia y por el mundo y en especial por las DOS INTENCIONES que señala el Papa para cada mes.