Misiones, en la creencia de que, entre más preparados estuvieran, en cuanto al conocimiento de la India, -lugar a donde los Jesuitas de la Provincia de Toulouse recientemente iban a evangelizar- tendrían más posibilidades de ser enviados, acudían a la biblioteca a estudiar todo, todo, sobre ese país, descuidando sus estudios de teología y filosofía. Esto era muy preocupante para catedráticos y profesores. Tanto es así que su Padre Espiritual, el P. Francisco Javier Gautrelet, la víspera de la fiesta de San Francisco Javier, 2 de diciembre de 1844, les exhortó a volver al estudio de la filosofía y la teología. Lo expresó sin rodeos: "¡Vuestra misión no es la India, vuestra misión es el aula a la que vais a ir esta tarde! Vuestra misión es la filosofía y la teología. Vuestra misión es PREPARAROS para ser enviados. La peor preparación para ser misionero es hacer vuestra voluntad y no la voluntad de Dios. ¡Si quieres ser misionero, sé misionero hoy! ¡Sé misionero en este seminario! ¡Sé misionero haciendo la voluntad de Dios HOY!" Entonces el P. Gautrelet continuó: Os haré una sugerencia práctica en cuanto a lo que podríais hacer para convertiros en misioneros hoy un poco más claramente y aseguraros de que sois misioneros auténticos hoy. Cuando os levantáis por la mañana, ofrecéis el día a Dios. Añadid una oración más a las oraciones de la mañana. Que vuestra primera oración sea, "Dios mío, te doy este día; Tú me lo diste, yo lo devuelvo. Tú me has dado todo lo que soy y todo lo que tengo. Me has dado mi mente, mi cuerpo, mi tiempo, mi energía, mi salud, mis amigos, mi familia, mi fe, todo. Y lo quiero devolver. Deseo devolver amor por amor, todo lo que soy y tengo. Tú me los has dado por amor y yo deseo devolverlo por
amor. Deseo usarlo como te gustaría que yo lo usase. De modo que aquí está, Señor. Hasta cierto punto, el programa ya está hecho: mi horario de estudio, mi horario de trabajo, mi horario de recreo. Simplemente anhelo hacer tu voluntad en cada una de estas actividades, con cada persona que entra en mi existencia, con cualquier persona en cuya existencia entro yo hoy durante estas actividades. ¡Quiero ser instrumento de tu paz y tu amor y tu justicia y tu fe, tu verdad, tu vida!" Los Escolares Jesuitas jóvenes empezaron a hacer este ofrecimiento de la mañana. En está oración descubrieron que realmente se estaban centrando en hacer la voluntad de Dios, más bien que su propia voluntad, en las cosas pequeñas que hacían durante el día. Se dieron cuenta de que la Eucaristía empezaba a ser más valiosa. La Misa empezaba cuando se levantaban por la mañana y hacían este ofrecimiento, "Señor, te doy este día para que hagas con él lo que Tú quieras." Jesús vivía en el corazón de cada uno de ellos, y ellos comenzaban a darse cuenta de que el corazón de cada uno era una capilla, donde Jesucristo celebraba continuamente la Eucaristía y su sacrificio en el Calvario, con plena colaboración de cada uno de ellos cada mañana. El mensaje que los seminaristas anunciaban a las gentes era un mensaje sencillo: Sois personas muy valiosas para Dios, precisamente tal como sois. Nadie es tan pobre, nadie tan viejo, nadie tan enfermo que no pueda ofrecer su vida al Señor. La gente que se embarcaba en el Apostolado de la Oración, se convertían en misioneros de la oración, misioneros de la Eucaristía, misioneros de la dimensión
apostólica de la oración en la labor de reconstruir el Reino de Dios. Cuando el segundo fundador Ramière llevó este programa a Roma para obtener las bendiciones de los Papas, estos ansiaban aprobarlo. Los Papas decían: "Este es el camino para hacerse santo. Quien comienza el día con un ofrecimiento auténtico de su vida a Cristo o al Padre para la construcción del Reino y entonces vive ese ofrecimiento y lleva ese ofrecimiento a la Eucaristía, de modo que Cristo mismo lo asume y lo une como parte del suyo propio, esta persona está en el camino de la santidad" Más del Apostolado de la Oración: http://www.apostor.org.ar
ROSARIO MISIONERO Oremos por los continentes y por la EVANGELIZACIÓN. Recemos el SANTO ROSARIO en una dimensión MISIONERA, pidamos por nuestras necesidades y al mismo tiempo por todos nuestros hermanos del mundo, para que se extienda cada día más el Reino de Dios sobre la Tierra. Imploremos también por todos los MISIONEROS y por todos aquellos que aún no han recibido el mensaje de Salvación. PRIMER MISTERIO (Decena verde) Pidamos para que la Santísima Virgen siga acompañando la labor de todos los misioneros en ÁFRICA, para que así como el Verbo se encarnó en la humanidad, el mensaje del Evangelio siga inculturándose en tierras africanas y para que surjan
grandes evangelizadores entre los mismos africanos. SEGUNDO MISTERIO (Decena roja) En este misterio queremos pedir para que la Virgen María siga visitando nuestros pueblos de AMÉRICA para socorrer nuestras necesidades; pero sobre todo para traernos a su hijo Jesús que es camino, verdad y vida. TERCER MISTERIO (Decena blanca) En este misterio pidamos para que la Iglesia en EUROPA, que tradicionalmente ha sido evangelizadora, recupere su vitalidad y para que se mantenga abierta a la generación y al intercambio con las iglesias jóvenes. CUARTO MISTERIO (Decena azul) Pidámosle a María, la Madre de Jesús y de los cristianos que afiance el corazón de los misioneros y misioneras con esa confianza total en su maternal protección para que nuestros hermanos de OCEANÍA, incluso Ios que habitan en las islas más pequeñas y remotas, puedan experimentar el poder de su intercesión delante de Jesús, para que llegue para todos ellos el día de la redención. QUINTO MISTERIO (Decena amarilla) Pidamos a la Virgen María, reina del cielo y de la tierra, para que consiga con su intercesión que también para nuestros hermanos de ASIA llegue el Reino de Dios y que todos ellos formen un día con nosotros el pueblo de la nueva y eterna alianza, sellada nuestro redentor en la sangre del Cordero, Cristo nuestro redentor. PUEDE REZARSE LA SIGUIENTE ORACIÓN "Señor, Tú has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los
hombres, a fin de que la obra redentora de Cristo persevere hasta el final de los tiempos; mueve ahora los corazones de tus fieles y concédenos la gracia de sentir que nos llamas con urgencia a trabajar por la salvación del mundo, para que, de todas las naciones, se forme y desarrolle un solo pueblo, una sola familia, consagrada a tu nombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén." JACULATORIA: MARIA, REINA DE LAS MISIONES: ¡RUEGA POR NOSOTROS! *************************************************
Santa Teresita del Niño Jesús “Teresa de Lisieux” Patrona de las Misiones y Doctora de la Iglesia. (2 de Ene. de 1873 – 30 de Sep. de 1897)
“Tengo vocación de apóstol... Quisiera recorrer la tierra, predicar tu nombre y plantar tu cruz gloriosa en suelo infiel. Pero, Amado mío, una sola misión no sería suficiente para mí. Quisiera anunciar el Evangelio al mismo tiempo en las cinco partes del mundo, y hasta en las islas más remotas... Quisiera ser misionero no sólo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y seguirlo siendo hasta la consumación de los siglos...”
APOSTOLADO DE LA ORACIÓN “Un servicio a la Iglesia desde el Corazón de Cristo.”
Octubre ¿CÓMO NACE EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN? El Apostolado de la oración nació en un seminario, en un pueblo del sur de Francia, llamado Vals en un tiempo en que la mayor parte de los Seminaristas y religiosos, soñaban con ser misioneros. Fue un periodo misionero en la Iglesia cuyos frutos, de hecho, la Iglesia todavía hoy está disfrutando. Actividad misionera y actividad apostólica eran una misma cosa; la actividad apostólica era más amplia en cuanto actividades asociadas con la propagación del mensaje de Cristo, mientras que la palabra misionero significaba ir lejos, ir a otro país, a otra tierra, otra gente, otra cultura y hablarles de Jesucristo. Este fuego inflamaba a muchos jóvenes: incluso los seglares lamentaban no poder ser misioneros y, por tanto, rezaban por los misioneros. La única manera en la que podían estar asociados con las misiones era rezar por las misiones. Estos jóvenes, estudiantes en el Seminario de Vals, tan entusiasmados por ir a