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© Texto y maquetación: Elena López Rico © Cubierta e ilustraciones: Raúl Fernández Gómez © Edición: EXITBooks Fecha de edición, octubre 2018 Todos los derechos reservados. No está permitida la reproducción total, o parcial de este libro en ningún formato o cualquier medio, sin el consentimiento previo y por escrito a EXITBooks. (exitbooks@agenciaexit.com) (www.agenciaexit.com)
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A mis padres, por darme la vida y dejarme hacer, siendo yo misma. Lo que soy y serĂŠ, es siempre gracias a vosotros dos. PapĂĄ, hoy y siempre... eres un luchador de la vida y ejemplo constante para mĂ.
Os quiero.
PRÓLOGO
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Somos castellanos, de pueblo, de lo que ahora se llama el “Mundo Rural”, y digo somos porque Elena es mi hermana; la pequeña, y sí, es de pueblo. Somos nietos de Carmen La Milana y de Edmundo Romito, biznietos de Lidia La Sortijera y Emiliano Caeno e hijos de Elena Chapitas… En fin, castellanos, y no solo por el hecho de haber nacido en esta tierra, que puede ser calificado como un capricho del destino, sino porque además somos hijos de Jose Castellana y por tanto Castellanas todos los hermanos.
Elena es Castellana y castellana, donde dicen que nadie es profeta en su tierra, aunque para mí se ajusta más el dicho: al clavo que asoma, mazazo. Y en este acto es
donde
está
la
verdadera
dificultad
para
conformarte como un ser humano evolucionado, como alguien sensible, alguien que te pone la otra mejilla para recibir una nueva bofetada y al tiempo, descuelga su teléfono a altas horas de la noche para escuchar tus inquietudes, desvelos y desdichas.
En nuestro entorno el tiempo y las gentes han sustituido los buenos días por un Ale o un Vamos e incluso por un leve movimiento de cabeza… todo un ejercicio de concreción. Sin embargo, en las casas, sobre la mesa, hablamos rápido, alto y todos a la vez. La verdad es que Elena no ha adquirido estas “virtudes”, ya que su tono de voz es melódico y transmite cariño, cercanía y comprensión; pero escribiendo todo cambia, ha sabido canalizar esa concreción, ese grito, esa rapidez y lo inmediato de su pensamiento. A mi parecer ejemplifica a la perfección el concepto filosófico de Compartir; como buena artista, no necesita nada, y al compartir sus pensamientos sacia la necesidad que tiene de que conozcamos o probemos algo que ella ya ha sentido. Yo creo que es un don maravilloso que Elena descubrió hace tiempo, pero que ahora ha tenido la valentía de compartir con todos nosotros. Diego López Rico 10
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«Mírame a la cara, te juro que lo siento. Yo andaba perdido y tú buscando sueños. Ahora te escribo desde mi cama en el desierto, noches de frío y días en silencio…»
“El mundo que no conocí”. Fragmento inédito del próximo álbum de Alejandro Parreño, titulado “Infinito”.
@alejandro_parre
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INTROITO Ahora estás con tu libro, que ya será siempre
nuestro;
En
este
instante
la
emoción se entremezcla con las ganas que tengo de que disfrutes, vivas y sientas cada relato como tuyo. Empieza por donde quieras, la vida muchas veces
no
lleva
ningún
orden
y
así
lo
reflejo en esta obra; cada reflexión trata sobre
unos
sentimientos
y
emociones
distintas que he ido viviendo, sintiendo o percibiendo en otras personas a lo largo de mi vida. ¡Disfruta de cada pensamiento, hazlos tuyos y déjate sentir!
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Menos casi siempre es más . Menos desesperar y más actuar. Menos gente que no aporta y más personas que aporten. Menos llamadas y más visitas inesperadas. Menos pensar y más sentir. Menos películas y más realidad. Menos frenos y más acción. Menos pasado y más presente. Menos recriminar y más aceptar. Menos sobrevivir y más vivir. Menos miedos y más valentía. Menos egoísmo y más altruismo. Menos conclusiones y más comienzos. Menos pesimismo y más entusiasmo. Menos adversarios y más amigos. Menos celos y más confianza. Menos odio y más amor.
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Siempre queremos más, nos enseñaron que seríamos más felices, hasta que nos damos cuenta de que necesitamos muy poco para sentirnos afortunados: benditas sonrisas, miradas, aire puro, muestras de cariño, respiraciones aceleradas, olor a tomillo o el disfrute de la compañía que extrañamos y queremos un ratito más… Incluso menos tiempo, pero de mayor calidad. Y esto es todo lo que yo sé, por mi experiencia en esta vida que no paso de puntillas.
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