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Tema 42: El evangelio de la empatía

TEMA 42

El evangelio de la empatía

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COMIENZA LA CONVERSACIÓN

La palabra empatía se utiliza bastante en nuestro universo de convivencia. Podemos definirla como una herramienta que tiene por objetivo la solidaridad y la afinidad entre las personas. Para simplificar, empatía es “ponerse en los zapatos del otro”, sentir lo que el otro siente. Es compartir sentimientos afines.

Entonces, definir el término empatía es fácil. Difícil es ponerla en práctica, pues al final, estamos mucho más preocupados por nuestra propia vida, nuestras dificultades y dolores.

HACEMOS UN GANCHO Charla

En la era del periodismo sensacionalista, en que se exploran los incidentes policiales “a sangre fría”, casi nos acostumbramos a las imágenes de violencia. Finalmente, es una realidad diaria. Vemos una noticia trágica tras otra y ya no manifestamos alguna reacción. a. Pensando así, traten de recordar cuando realmente se “pusieron en los zapatos” de alguien, y se preocuparon verdaderamente, para tratar de captar exactamente lo que está sintiendo. Si alguno vivió esa experiencia, cuéntela. b. Cuando pensamos en la predicación del evangelio. ¿En qué sentido es importante la empatía? ¿Cómo ejercitar la empatía con los amigos que visitan nuestra iglesia? ¿Será que intentamos conocer un poco más sobre el adolescente que vino por primera vez a nuestra clase? Tenemos interés en que venga a la iglesia, pero eso no es suficiente. Necesitamos traerlos a nuestra vida; desarrollar una amistad verdadera a tal punto que pueda sentir por medio de esa relación el amor del Padre.

Douglas fue a la iglesia adventista por primera vez debido a la dedicación al Señor de su hermanita. Nadie de su núcleo familiar era adventista. Él estaba asistiendo a otra denominación religiosa y le gustaba esa iglesia porque había una banda de música y la alabanza era animada, lo que en la Iglesia Adventista no existía.

Fue muy bien recibido por la maestra y los compañeros de la clase. Ese día, la clase participaría de un trabajo voluntario para ayudar a gente que vive en la calle. Lo invitaron pero no aceptó inmediatamente la invitación porque era tímido. Aceptaron su manera de ser y dijeron que podría ir, pero no necesitaba participar. Podría quedar allí observando. Douglas fue y al notar que era fácil abordar a los que viven en la calle y que se sentían felices con lo que recibían, tomó la iniciativa y también participó. De esa experiencia inicial surgió una amistad verdadera entre él y Pedro, un adolescente adventista.

Fue aceptado y amado por el grupo y esas relaciones profundas y verdaderas fueron más importantes para él que la banda de música que lo atraía mucho en la otra iglesia. Él, y más tarde su madre Ana, fueron bautizados en la Iglesia Adventista. c. ¿Cómo ejercitar la empatía y el amor pueden dejar una puerta abierta para el desarrollo de un contacto o amistad intencional? (Al demostrar amor y empatía al otro, estamos creando lazos para una amistad, para que de esa forma, el otro note en nosotros a Cristo y su amor hacia él).

¿Qué dice la Biblia?

El apóstol Pablo recibió un ministerio especial de Jesucristo: evangelizar a los gentiles, abarcaba a todos los que no tenían ascendencia judía, como por ejemplo, los romanos y griegos.

Si Pablo hubiera predicado a los gentiles de la misma forma que lo hacía a un judío, ¿habría conseguido identificarse con personas tan diferentes? Claro que no. El gran apóstol necesitaba ejercitar su empatía.

Cuando Pablo estaba en su segundo viaje misionero, visitó Atenas, una ciudad entregada a la idolatría. ¿Cómo hacer para crear algún punto de contacto con los habitantes de esa ciudad? Mientras observaba sus altares, Pablo notó la existencia de uno de ellos dedicado al “dios no conocido” Vean el texto bíblico:

“Porque al pasar y observar los monumentos de vuestro culto, hallé también un altar con la inscripción: ‘Al Dios desconocido’. A ese, que vosotros honráis sin conocerlo, os anuncio yo” (Hechos 17:23). a. ¿Pablo actuó con empatía al interactuar con los habitantes de Atenas al decirles eso? b. Según 1 Corintios 9:20-23 ¿cómo podemos mantener el equilibrio entre ejercer la empatía sin romper los principios?

¡Miren el consejo!

Si miramos a Jesús veremos que él era la “empatía en persona”. Cristo lograba colocarse en el lugar de las personas, comprendía (y todavía comprende) los sentimientos, las necesidades y las perspectivas de cada uno. ¡Él estuvo en nuestro lugar en la cruz!

“Sería bueno que dedicásemos una hora de meditación cada día para repasar la vida de Cristo […] Al contemplar así sus enseñanzas y sus sufrimientos, y el sacrificio infinito que hizo para la salvación de la familia humana, podemos fortalecer nuestra fe, vivificar nuestro amor e imbuirnos más profundamente del espíritu que sostuvo a nuestro Salvador” (Maranata: El Señor viene, p. 80). Ya que la empatía es un comportamiento que puede aprenderse, la solución es seguir su consejo “[…] aprended de mí […]” (Mateo 11:29).

“Se nos pide que amemos a las almas como Cristo las amó, que sintamos un anhelo del alma por que los pecadores se conviertan. Presentad el incomparable amor de Cristo. Ocultad el yo de la vista” (El evangelismo, p. 316).

UN PUNTO EXTRA

Aprendan qué diferencia a las personas empáticas del resto, y pongan en práctica esas actitudes en la vida diaria. Siguen seis consejos prácticos: (Google: 6 hábitos das pessoas altamente empáticas – Blog do Agendor).

La psicóloga Isabella Nunes, en una charla rápida, explica la diferencia entre ser empático y simpático. Sean más empáticos. Pónganse siempre en el lugar del otro. (YouTube: Descubra se você é simpático ou empático | Canal: Psicóloga Isabella Nunes).

¿Saben lo que es empatía? La Biblia está llena de ejemplos de empatía. (YouTube: Empatia – Série Excelência Emocional – Eu Escolhi Esperar Responde 106 | Canal: Eu escolhi esperar).

UNA CHARLA AFINADA

Uno de los versículos más complicados de poner en práctica en nuestra vida es: “No mirando cada uno sólo a lo suyo propio, sino también a lo de los otros. Haya en vosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús” (Filipenses 2:4, 5).

Vivimos en un tiempo en el que las personas se aman a sí mismas, y solo mediante la ayuda del Espíritu Santo logramos vivir ese amor no fingido. Muchos hasta logran llorar con otros, pero a la hora de sonreír, de alegrarse con la victoria, ahí se hace más difícil. Por eso necesitamos mantener nuestros ojos fijos en Cristo, para recibir poder y ser empáticos como lo fue él.

EL DESAFÍO DE LA SEMANA

Durante esta semana ejerciten la empatía con alguien que esté cerca y que necesite conocer a Jesús. Recuerden siempre pedir la orientación del Espíritu Santo para ser instrumentos en la vida de otros.

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