Desarrollo de los programas

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DESARROLLO DE LOS PROGRAMAS DE ANIMACIÓN: PLANIFICACIÓN, MÉTODOS Y EVALUACIÓN 1. QUE SIGNIFICA PROGRAMAR?.

Programar o planificar es un proceso "...mediante el cual y a partir de una revisión de la situación inicial, se realiza la previsión y la racionalización de las necesidades personales y materiales para alcanzar unas metas propuestas."

Planificar dentro del movimiento scout será pues, preveer las metas que deseamos alcanzar y racionalizar unas actividades que deberán llevar a cabo aquellas personas que estén inmersas en el proceso, así como los medios materiales y el tiempo requerido.

En líneas generales podemos decir que una programación o planificación educativa es una reflexión previa y detallada que hace todo educador para transmitir un mensaje educativo, fijando unas metas y comprobando la eficacia de éste para alcanzar dichas metas.

Para que este proceso sea eficaz y tenga en cuenta las necesidades de las personas a quienes vamos a transmitir el mensaje educativo, su entorno, su medio social y cultural, etc., debemos tener siempre en cuenta unas bases previas: 1. La sociedad: puesto que es el medio en que nos hallamos inmersos, un medio que avanza rápidamente y donde los cambios son frecuentes a todos los niveles. Así pues, cuando nos planteemos planificar un proceso educativo debemos hacer, ante todo, un análisis de las exigencias sociales del momento.

2. La cultura: el medio social es también un medio cultural, cuyo conocimiento proporciona unas bases sólidas para la educación. Así pues en el momento de plantearnos una educación debemos tener en cuenta las posibles diferencias culturales de los individuos que van a recibir dicha educación.

3. Las teorías del aprendizaje: todo educador debe tener en mente, en el momento de planificar, alguna teoría del aprendizaje o una mezcla de ellas que permitan saber que puede aprender el niño en cada momento, teniendo en cuenta su psicología y su maduración.

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2. LA PROGRAMACIÓN­EL PROCESO PLANIFICADOR. Planificar consiste en formar un plan mediante el cual los educandos alcancen unas metas propuestas.

Todo proceso educativo se realiza en función de unos fines, para alcanzar unas metas.

Así pues, dentro del escultismo contemplamos tres opciones con unos fines generales:

EDUCACIÓN ACTIVA HACIA LA RESPONSABILIDAD

EDUCACIÓN EN EL PAÍS

EDUCACIÓN EN LA FE

­ Habilidad manual. ­ Formación del carácter. ­ Salud y desarrollo corporal. ­ Servicio a los demás. ­ Sentido de Dios.

Estos fines últimos del Escultismo son las metas que los niños/as y los jóvenes deben ir alcanzando de una forma paulatina. Así pues debemos contemplar tres etapas dentro del proceso planificador: 1. Etapa lejana: orientada a preveer los pasos necesarios para alcanzar las metas últimas.

2. Etapa intermedia: encaminada a la consecución de metas en determinadas fases del proceso educativo.

3. Etapa próxima: en la que se proponen formulaciones más específicas de los resultados esperados.

Además de estas etapas, todo proceso programador consta de una serie de elementos que son: 1. Los objetivos.

2. Los contenidos.

3. Las actividades.

4. Los medios.

5. La evaluación.

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2.1. Los objetivos. ¿Que es un objetivo?

Podemos definir un objetivo como el comportamiento que esperamos de los chicos/as como consecuencia de la actividad educador­educando, comportamiento que debe ser susceptible de observación y evaluación.

En general los objetivos pueden clasificarse en: OBJETIVOS GENERALES: son aquellos que enuncian el comportamiento último del niño/a, es decir aquellos que hacen referencia a la meta final que debe alcanzar éste, tras un proceso educativo.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS: son aquellos que enuncian el comportamiento del niño/a en determinadas fases del proceso educativo, metas anteriores a la meta última. Son una especificación de los anteriores.

OBJETIVOS OPERATIVOS: Son aquellos que indican lo que esperamos que el alumno sea capaz de hacer después de un proceso de aprendizaje.

Es lo que podríamos llamar la conducta manifiesta del niño/a.

Veamos un ejemplo: Tomemos uno de los objetivos generales del escultismo: Desarrollo de la habilidad manual.

A partir de este objetivo general surgen unos objetivos específicos, que suponen, como ya hemos mencionado antes, una especificación del general.

Así por ejemplo, un objetivo específico sería: Aprendizaje de técnicas de cabuyería.

Y finalmente a partir de este objetivo específico, surgen una serie de objetivos operativos, es decir, objetivos que indican la conducta que esperamos del niño/a tras el aprendizaje de las técnicas de cabuyería. Un objetivo operativo quedaría formulado de la siguiente forma: Que el niño/a, durante la preparación del campamento realice actividades con cuerdas que le lleven a hacer cinco nudos " as de guía" .

Que el niño/a, durante la preparación del campamento realice actividades con cuerdas que le lleven a hacer cinco nudos " ballestrinque" .

Etc...

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La importancia de los objetivos operativos Como acabamos de ver, los objetivos operativos son los más concretos y como ya hemos mencionado en ocasiones anteriores, enuncian el comportamiento manifiesto del niño/a. La consecución de éstos nos acercará al objetivo general o meta última de la actividad educativa.

Es por ello que el objetivo operativo debe cumplir unos requisitos para estar correctamente formulado y acercarnos a los objetivos específicos. Las características que deben cumplir estos objetivos son: ­ Para definir el comportamiento esperado, debe utilizar verbos que expresen una conducta susceptible de observación. Para ello muchos autores proponen una serie de listas de lo que se consideran verbos de conducta observable y que nos facilitan la tarea en el momento de formular un objetivo operativo. ­ Deben precisar en que situación concreta se ha de expresar la conducta definida por el verbo. ­ Deben indicar el nivel de calidad de la ejecución de la conducta, es decir deben establecer el margen de error. ­ Deben ser unívocos. La univocidad es la característica principal de los verbos operativos y significa que un objetivo debe de estar planteado con suficiente claridad para que solo pueda hacerse una interpretación de él.

Veamos un ejemplo de formulación de objetivo operativo: Tomemos uno de los objetivos operativos que hemos formulado en el apartado anterior y analicemos si cumple estas cuatro características.

Que el niño/a, durante la preparación del campamento realice actividades con cuerdas que le lleven a hacer cinco nudos " as de guía" Así pues tenemos un verbo de conducta observable "hacer", precisa una situación concreta "durante la preparación del campamento", indica el nivel de calidad de la conducta "cinco nudos" y es unívoco puesto que no admite otra interpretación que no sea "hacer nudos as de guía".

2.2. Los contenidos.

Los contenidos son el vehículo de transmisión de los conocimientos, actitudes y valores. Se considera que un contenido es bueno si sirve para los fines que pretende servir.

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Para seleccionar los contenidos, es decir, saber lo que deseamos transmitir, son necesarios una serie de criterios. Actualmente para seleccionar los contenidos se usan cuatro criterios que permiten ver al educador si un determinado contenido es bueno o no. Estos cuatro criterios son: ­ Validez: el contenido debe adecuarse y ser congruente con los objetivos previamente determinados. ­ Significación: un contenido será significativo siempre que transmita pensamientos concernientes a la realidad. ­ Adecuación: los contenidos deben de estar adecuados a los intereses y necesidades de las personas a las que van dirigidos. ­ Interdisciplinariedad: Todos los contenidos deben converger en algún punto.

En el Escultismo los contenidos son: ­ Una ley y una promesa. ­ Una educación por la acción. ­ Una vida en pequeños grupos de coeducación. ­ Una educación al aire libre. ­ Una educación cívico­social. ­ Una educación del sentido religioso.

Y a través de ellos transmitimos todos los conocimientos, actitudes y valores propios del Escultismo y que nos ayudan a alcanzar el fin último de nuestra asociación, es decir "...formar hombres y mujeres libres, críticos, comprometidos con su fe y en el momento histórico que les ha tocado vivir, abiertos a los demás, capaces de amar y de vivir en grupo" (ver Carta MSC 1980).

2.3. Las actividades.

Para que el proceso de aprendizaje sea completo y eficaz, debemos seleccionar aquellas actividades que sean más adecuadas para la consecución de los objetivos.

Las características principales de una actividad son: ­ Congruencia con la conducta fijada. ­ Adecuada a los intereses y capacidades de las personas a las que van dirigidas. ­ Significativas, es decir, relacionadas con la realidad actual.

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­ Relacionadas entre sí.

En definitiva podemos decir que para que una actividad sea válida ha de estar adaptada: ­ a los objetivos generales, específicos y operativos, ­ a la psicología de las personas a las que van dirigidas, ­ al ambiente social en que se vive, ­ a la cultura del lugar.

Además de estas características tenemos que tener en cuenta que hay que fijar actividades suficientes y diversas de forma que ayuden, no solo a alcanzar los objetivos mínimos, sino también los libres de máxima creatividad.

2.4. Los medios.

Un medio es cualquier forma de recurso que se utilice para transmitir información.

Los recursos didácticos (medios) facilitan la consecución de los objetivos planteados a través de las actividades propuestas. Para ello es necesario llevar a cabo una selección de estos medios. En resumen podemos decir que en el momento de seleccionar un recurso didáctico hay que tener en cuenta: ­ el costo ­ la disponibilidad ­ la facilidad de uso ­ la eficacia estimada para el propósito ­ la familiaridad con los tipos de medios disponibles ­ los problemas de mantenimiento ­ etc.

2.5. La evaluación.

La evaluación es una parte integrante de todo proceso pedagógico y educativo. La evaluación no solo evalúa al niño/a sino que lo hace con todo el proceso que hemos ido analizando. Al hablar de evaluar no hablamos de poner una nota, sino de todo un proceso mucho más complejo que nos ayudará a mejorar la educación en todos sus aspectos.

Se considera que la evaluación entendida como un proceso, cumple las siguientes funciones: ­ Función formativa: ya que permite, tras un proceso de aprendizaje, ver cuales de los objetivos se cumplieron y cuales no, ayudándonos a analizar las causas que motivaron la consecución o no de una meta.

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­ Función de feed­back: puesto que la evaluación es el control que alimenta el sistema enseñanza­aprendizaje. Con ello podemos constatar: ­ si los objetivos se cumplen, pudiendo así dirigirla acción hacia la consecución de otros nuevos, ­ si los objetivos no se cumplen, volviendo a reformular toda la programación utilizando nuevos medios, formulando otras actividades, etc. ­ Función motivadora: puesto que el conocimiento por parte del niño/a de los resultados del proceso de enseñanza que ha seguido, puede actuar como motivación.

2.

UNA APROXIMACIÓN SISTEMÁTICA DESARROLLO DEL PROGRAMA

AL

DESARROLLO DEL PROGRAMA SEGÚN UNA SERIE DE ETAPAS. De forma esquemática resumiremos las etapas de desarrollo de un programa.

1.­ Determinar la naturaleza de las necesidades.

2.­ Estudiar ­y escribir­ las metas, y los objetivos.

3.­ Establecer y organizar el contenido del programa.

4.­ Ejecutar el programa.

5.­ Decidir lo que se tiene que evaluar y como hacerlo.

Estas etapas se describen en un orden lógico, pero no se tiene que pensar que se han de seguir siempre así, ya que algunas de ellas se deciden simultáneamente.

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1.­ NECESIDADES. Todo lo que resta entre la situación real y la situación deseada.

Situación deseada ­ situación real = necesidades.

2.­ METAS. Las líneas generales que indican la intención de un programa desde el punto de vista del equipo de Ramas.

OBJETIVOS. ¡Atención! En este caso son las explicaciones más detalladas y observables de las Metas deseadas.

Es importante que tanto las METAS como los OBJETIVOS sean motivo de un debate profundo para poder clarificar y llegar a un consenso global.

Pensemos qué es lo que queremos conseguir con la educación que proponemos.

También es imprescindible ordenarlas por escrito, de lo contrario no las podremos ni convertir en contenidos, ni evaluarlo todo junto.

Ejemplo: ­ La evaluación hecha por B.P. de las necesidades de los chicos y chicas de su tiempo, le llevó a enunciar una Meta del Escultismo "Inculcar carácter al hombre del mañana".

Profundizando esta Meta y escribiendo que consideraba carácter, desarrollo una serie de objetivos que formaron la base del programa descrito en "ESCULTISMO PARA MUCHACHOS".

La Conferencia Mundial de Escultismo del año 1.977 (Montreal) adoptó una definición de Metas y Objetivos que reflejaron las necesidades actuales del Escultismo.

3.­ ESTABLECER Y ORGANIZAR EL CONTENIDO DEL PROGRAMA. Esta etapa puede ser fácil si se han determinado con detalle Metas y Objetivos. Cada contenido que se introduce tiene que dar respuesta a los Objetivos.

Es importante que cada actividad que componga el programa corres­ ponda a una respuesta de las Metas y Objetivos.

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Una vez determinado el contenido y las actividades que lo harán posible, se ordenarán de forma lógica teniendo presente los siguientes aspectos: ­ Las dificultades, de más fácil a más difícil, de las actividades propuestas. ­ La capacidad evolutiva de los que la han de realizar.

Las siguientes cuestiones pueden orientar a ordenar las actividades: ­ Qué parte del contenido ­suponiendo que haya alguna­ tiene que ser obligatoria y cuál voluntaria. ­ ¿Cuál será la amplitud de la oferta? ­ ¿El programa se dirige a una etapa de edad capaz de decidir el propio programa, escogiendo entre una diversidad de ofertas? ­ ¿Cuáles de estas actividades habrán de ser individuales y cuáles dirigidas al grupo?

El trabajo de la selección y organización de los contenidos, y por tanto, de las actividades de un programa es un trabajo laborioso.

Es necesario tener siempre presente las Metas y los Objetivos para no programar actividades que por inercia o costumbre se hagan sin tener demasiado sentido.

4.­ EJECUCIÓN DEL PROGRAMA. Un programa no se sabe si es acertado hasta el momento en que se pone a la práctica.

No es necesario esperar que todo el programa esté absolutamente diseñado antes de comenzar a practicarlo. Puede haber partes ya acabadas que se pueden iniciar, y en base a su desarrollo y resultados pueden servir para modificar y corregir las que aún no están iniciadas. Para que esto sea posible, hay que tener ya desde el inicio, el proceso de revisión del programa, como también la formación que necesitan para poder llevarla a cabo las personas implicadas. El material de soporte sea para presentar el programa, sea para realizarlo, se tiene que preveer también al inicio, si no luego no habrá tiempo para prepararlo.

5.­ EVALUACIÓN. Ya hemos indicado que la evaluación se tiene que planificar inmediatamente después de las Metas y Objetivos. Una vez iniciada una parte, hemos de buscar los sistemas adecuados para evaluarla e ir llevando un proceso de evaluación que nos permita introducir modificaciones en las partes aún no desarrolladas y también en las ya experimentadas en alguna otra ocasión

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