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LA SEMILLA DE ACAI SE CONVIERTE EN PLÁSTICO 100% BIODEGRADABLE
MEDIO AMBIENTE LA SEMILLA DE ACAI SE CONVIERTE EN PLÁSTICO 100% BIODEGRADABLE
Luego de ser desechado, el plástico desarrollado por Polimex se disuelve en el medio ambiente en unos 150 días, convirtiéndose en fertilizante, sin generar ningún tipo de residuo tóxico para el medio ambiente.
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Con una idea en mente, Paulo Henrique Cardoso y otros estudiantes del Instituto Federal do Rio de Janeiro (IFRJ) se unieron en 2018 para fundar una startup capaz de ofrecer tecnologías que reemplazarían al plástico petroquímico, responsable de gran parte de la contaminación del océano. otros ecosistemas – para una solución sostenible.
Así nació Polimex Bioplásticos, que produce plásticos 100% biodegradables a partir de residuos agroindustriales, el principal, el grano de açaí.
“Reutilizamos la semilla de açaí para producir PNB – plástico natural biodegradable. Este material se puede aplicar en diversas industrias, como la industria de procesamiento de plásticos desechables de un solo uso, o como empaques para las industrias de alimentos y cosméticos”, dice Cardoso, director general de Polimex.
Desde PNB es posible fabricar cubiertos, empaques, popotes, bolsas, costales, vasos, desechables en general, además de las demandas específicas de cada industria.
Tras ser desechado, el plástico desarrollado por la startup se disuelve en el medio ambiente en unos 150 días, convirtiéndose en fertilizante, sin generar ningún tipo de residuo tóxico para el medio ambiente.
“Nuestro objetivo es fabricar productos 100% renovables y biodegradables”, dice el director general de Polimex.
Contaminación por plásticos petroquímicos
La contaminación por plásticos petroquímicos avanza, contribuyendo a la crisis climática.
Un informe de la ONU de 2021 destaca que el plástico representa el 85% de los desechos que llegan a los océanos y advierte que para 2040, los volúmenes de plástico que desembocan en el mar casi se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas.
Esto significa alrededor de 50 kg de plástico por metro de costa en todo
el mundo. Estudios en sociedad con la consultora Mckinsey, ya advirtieron que, si no se hace nada, para el 2050 habrá más plástico que peces en los océanos.
“La propuesta de valor de Polimex es ser una alternativa a los plásticos petroquímicos, que provocan diversos impactos ambientales, como la generación de microplásticos en los océanos”, dice Cardoso.
Hub de startups en Río de Janeiro
Polimex Bioplásticos es una de las startups que formará parte del SNA Startup Hub – SNASH, en la sede de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), en Río de Janeiro.
“Buscamos nuevos socios que quieran desarrollar nuevas soluciones”, dice Cardoso.
SNASH reunirá a startups con mayor enfoque en agronegocios, con el objetivo principal de generar alianzas y oportunidades de negocios.
“No hay ambiente de innovación en el Estado de Río y, por otro lado, tampoco hay integración entre los diferentes polos del país. Son temas que queremos resolver”, explica el director de la SNA, Leonardo Alvarenga, líder de la iniciativa.
Los emprendedores del Hub tendrán a su disposición, en el SNA, una estructura física con salas de juntas, auditorio, ambientes con acceso a Internet, entre otros espacios.
También contarán con el apoyo de las conexiones de redes creadas por la SNA, que incluye desde grandes empresas y productores agrícolas hasta cooperativas, investigadores y agencias gubernamentales.
El centro también ofrecerá programas de aceleración y servicios de tutoría y consultoría con especialistas agrícolas. En el área de publicidad, las startups contarán con el apoyo de las agencias de marketing y los canales de comunicación de SNA.
La institución será responsable de financiar los proyectos, pero también establecerá fondos de inversión para terceros, además de consolidar alianzas con otros fondos. “Queremos atraer inversiones, fomentar la investigación y la innovación y solucionar los obstáculos legales y regulatorios para que las startups puedan desarrollarse”, dice Alvarenga.
Fuente: A Lavoura
MEDIO AMBIENTE UN ENJAMBRE DE ABEJAS PUEDE POTENCIALMENTE CAMBIAR EL CLIMA
Las abejas pueden electrificar el aire hasta 1.000 voltios por metro, o más que una tormenta eléctrica. Las abejas en enjambre producen tanta electricidad que pueden afectar el clima local, sugiere una nueva investigación.
El hallazgo, que los investigadores realizaron midiendo los campos eléctricos alrededor de las colmenas de abejas (Apis mellifera), revela que las abejas pueden producir tanta electricidad atmosférica como una tormenta eléctrica.
Esto puede desempeñar un papel importante en la dirección del polvo para dar forma a patrones climáticos impredecibles; y su impacto puede incluso necesitar ser incluido en futuros modelos climáticos.
Los diminutos cuerpos de los insectos pueden adquirir carga positiva mientras se alimentan, ya sea por la fricción de las moléculas de aire contra sus alas que se mueven rápidamente (las abejas pueden batir sus alas más de 230 veces por segundo) o por aterrizar en superficies cargadas eléctricamente.
Anteriormente se suponía que los efectos de estas diminutas cargas eran a pequeña escala. Ahora, un nuevo estudio, publicado el 24 de octubre en la revista iScience, muestra que los insectos pueden generar una cantidad impactante de electricidad. “Recientemente descubrimos que la biología y los campos eléctricos estáticos están íntimamente relacionados y que existen muchos vínculos insospechados que pueden existir en diferentes escalas espaciales, que van desde los microbios en el suelo y las interacciones planta-polinizador hasta los enjambres de insectos y el circuito eléctrico global”. Comentó Ellard Hunting, biólogo de la Universidad de Bristol.
Este gradiente de potencial electrostático, que puede darte una descarga al tocar el pomo de una puerta después de caminar sobre una alfombra, también puede cargar un rayo a través de la fricción de los grumos de hielo dentro de las nubes.
Los efectos electrostáticos surgen en todo el mundo de los insectos; permiten que las abejas atraigan el polen hacia ellas y ayudan a las arañas a tejer redes cargadas negativamente que atraen y atrapan los cuerpos cargados positivamente de sus presas.
Fuente: AgroAvances