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15 años de trabajo y una pandemia
El principal desafío de cada año es recibir más de 600 documentales de más de 40 países, analizarlos y programarlos. Esto supone meses de mirar una pantalla y la consulta con colegas, no sólo de Uruguay, para seleccionar los mejores. Y esto es así desde que comenzamos a diseñar Atlantidoc.
Mantenemos el espacio “Documentales en construcción”, de manera virtual esta vez, y los jurados y premios que de dan a Atlantidoc su categoría de festival y su reconocimiento nacional e internacional. Sobre todo seguimos apostando fuertemente a la diversidad, los que conocen bien el festival saben que no nos casamos con ninguna corriente, moda o mirada particular. Siempre buscamos dar un panorama, lo más completo posible, de la producción internacional de los últimos dos años. De eso se trata y en ese rumbo seguimos transitando. Y no hay pandemia que nos pare.
Esa selección se basa en la calidad artística pero también en pensar a qué público estamos dirigiéndonos. Ahí es que se nos complicó con el “estado de emergencia sanitaria”. Además de la competencia que significó el festival de Cinemateca, casi los mismos días que Atlantidoc. Los aforos de las pocas salas que podemos programar actualmente son mínimos: Casa de la Cultura de Atlántida, Sala B del SODRE, Politeama, Casa de la Cultura de Libertad, 3 salas del Municipio A de Montevideo y el local de espectáculos de Ideas más. Tampoco disponemos de muchos días de exhibición. Y las plataformas de streaming también tienen sus limitaciones: Vera TV, TV Ciudad y Trama Sur. Es así que más que programador de festival hay que convertirse en Mandrake!
Ricardo Casas Director del ATLANTIDOC
Todo esto es para explicar a los productores y realizadores que quedaron fuera de esta programación no ha sido porque sus obras sean malas, es porque no tuvimos espacio donde presentarlas, por más que lo intentamos y muchos responsables de espacios de difusión son testigos. Por otro lado debimos cambiar el Taller de guión, un clásico del festival y sus resultados lo demuestran, año a año, donde la presencialidad es indispensable, por una serie de “diálogos con documentalistas latinoamericanos”, cuyas grabaciones están disponibles en Instagram. También se complicó el concurso Filmadoc, que se transformó en “Plano-cuarentena”, con los colegas de la Mesa de Cine y Educación. 5
