Miguel Ayala
Miguel Ayala
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Vicerrectorado de Extensión Universitaria Secretariado de Actividades Culturales
EXPOSICIÓN COMISARIO M. Isabel Moreno Montoro Josiane Phélix Francisco Moral Moral COORDINACIÓN TÉCNICA Manuel Correa Vilches Juan Carlos Cárdenas López Vicenta Garrido Carrasco
CATÁLOGO TEXTOS Manuel Parras Rosa Josiane Phélix Francisco Moral Moral Miguel Ayala Montoro Víctor Yanes Córdoba M. Isabel Moreno Montoro Maribel Olivares Palacios
MONTAJE Universidad de Jaén
MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN Gráficas La Paz de Torredonjimeno, S. L.
FOTOGRAFÍA Juan Antonio Partal Montoro
ISBN: 978 - 84 - 8439 - 573 - 7 Depósito Legal: J - 253 - 2011
SEGUROS Mapfre
Miguel Ayala
del 8 de marzo al 10 de abril de 2011
Sala de Exposiciones Centro de la Universidad de Jaén, C/ Federico Mendizábal, nº 2, 2ª planta. Jaén
a g r a d e c i m i e n t o s Organizado por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Jaén, es este homenaje, un proyecto que arranca en la confluencia de voluntades entre esta Universidad y Josiane Phélix, José Olivares y Francisco Moral. Por esto, el primer agradecimiento es para la colaboración de ellos en conseguir que este trabajo vea la luz. También, de acuerdo con ellos, queremos agradecerle su ayuda a Gisela, viuda de Miguel Ayala, Maribel Olivares, Emma Vacher y a Pepa Muro, cuyo Patrimonio particular de la obra de Miguel viene a unirse al de Josiane y Pepe Olivares y al de Paco Moral además del de la Universidad. Y también a Pedro Melguizo que nos facilitó las grabaciones de esos documentos radiofónicos. Y a otros más que han colaborado, desde aquí, nuestro más sincero agradecimiento.
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Siempre es un honor presentar a un compañero; un artista reconocido entre nosotros que presenta su obra y además era profesor de educación artística en nuestra Universidad. Hoy, por tanto, tenemos la satisfacción y el honor de estar presentando la obra de Miguel Ayala. Pero también tenemos la tristeza de estar haciéndolo sin él. Miguel falleció a finales de 2009; nos dejó su quehacer artístico. No fue un artista prolijo, pero la densidad de su obra suple con creces la medida con la que nos concedió contemplar su arte. El pasado año se le rindió un sentido homenaje en el seno de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, a la que se encontraba adscrito como docente de la Universidad de Jaén. Sin olvidar su faceta artística, fue el recuerdo a un entrañable compañero. Hoy queremos abundar en lo que no solo es un deber para nosotros sino un motivo de orgullo.
Las oportunidades de compartir experiencia junto a personas de la valía de Miguel Ayala debemos aprovecharlas para enriquecernos con lo que maestros como él nos pueden enseñar.
La obra de Miguel es un espacio para que los jiennenses nos preguntemos por nuestra sociedad y la vida que desarrollamos; algunas de sus obras que forman parte del Patrimonio de la Universidad de Jaén dan buena cuenta de ello. A él le hubiera gustado ver que su obra provoca estas reflexiones, por eso esperamos que este homenaje al artista dé lugar a que nos hagamos más preguntas aunque no siempre encontremos respuestas. Como buen docente, él sabría que se aprende más preguntándose. Miguel, donde quiera que tú estés, hoy y siempre, estamos contigo gracias a tu obra.
Manuel Parras Rosa Rector de la Universidad de Jaén
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Más que un homenaje La Sala de Arte Jabalcuz deseaba dar a Miguel Ayala un homenaje por ser un pilar fundamental en la existencia de la misma, reseñando su entusiasmo vital en su funcionamiento.
Miguel cuenta con muchas facetas. Pintor, grabador, profesor, pequeño viticultor, gran hombre de tertulia, militante político. Era entusiasta en todo nuevo proyecto colectivo, y es que le gustaba trabajar con sus amigos pintores.
Miguel Ayala entre José Viñals (primero por la izquierda) y Josiane Phélix
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Miguel Ayala en la Sala Jabalcuz
Se incorporó tarde al taller de grabado de Jaén pero editó dos carpetas de grabados con sus compañeros de taller: Manuel Kaiser, José Olivares, Paco Huete y con la participación de Dimitri Papageorgio, José Duarte, Jose Luis Verdes y Dolores Montijano. En 1980, Miguel, Pepe Olivares, el arquitecto Paco Moral y Antonio Cañada abren la Galería Jabalcuz, donde se han presentado artistas internacionales como Picasso, Dalí (sus joyas), Jose Duarte o Jose Luis Verdes; así como, por supuesto, artistas de Jaén y de España. Jabalcuz fue lugar de encuentro de numerosos artistas plásticos, poetas, escritores, profesores con tertulias que se prolongaban hasta altas horas de la noche, siempre enriquecidas por los aficionados.
La Asociación de Artistas Plásticos se creó en 1978 en Andalucía. Miguel Ayala fue su presidente en Jaén, ésta fue una de las razones por las que nuestro pintor realizó más exposiciones colectivas que individuales, sentirse rodeado de sus colegas artistas.
Miguel trasladó su domicilio y estudio a las faldas del “Paraje de la Mella” en Jaén, lugar que sirvió de encuentro para los amigos y personas de la cultura de la ciudad. Sus lumbres de San Antón eran cita obligada cada año, al igual que sus vendimias de las cuales extraía un vino tinto de gran sabor que elaboraba él solo.
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Miguel era (que duro es hablar de Miguel en pasado cuando está todavía presente), un gran amigo y gran pintor conocedor de todo lo que hizo artísticamente. Su obra pictórica es más simbolista (pasando por el realismo social) que surrealista, pues sus arquitecturas, enanos, panes volando, desnudos de mujer, aceitunas, habas, etc…, todas estas imágenes, no eran gratuitas sino un enfrentamiento a la sociedad burguesa y conservadora en la cual vivimos. Ha sido Miguel Ayala un profundo demócrata íntegro en sus ideas e ideales. Gracias Miguel por todo lo que nos has enseñado.
Josiane Phélix Directora de la Sala de Arte Jabalcuz
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AMiguelAyala Recuerdos De Paco Moral MIGUEL:
Nos conocimos a principios de los setenta, ¡CLARO, JO, JO! del pasado siglo. Fue en el Instituto de Bachillerato de Torre del Campo. Hablamos de Arte y de Libertad. Como amigos formamos con Pepe (Olivares) y Josiane, sobre todos, el grupo gestor de la Sala de Arte “Jabalcuz” de Jaén. ¿Recuerdas el éxito de la exposición de grabados de Picasso? Antes de la inauguración se celebró un concierto del Grupo
Miguel Ayala junto a Manuel Moral, Pepe Olivares, Paco y Juan Moral entre otros
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Andaraje en el patio del Museo Provincial que se llenó hasta los topes. En aquellas fechas yo era el mejor cliente de “Jabalcuz”: recuerda que tengo un cuadro tuyo con un pan grande encadenado, que está colgado en el salón de mi piso-vivienda, y también otro cuadro y un dibujo colgados en el piso-estudio. En esos años hablamos mucho de Arte, Urbanismo, Flamenco, etc.
Urbanismo. ¿Te acuerdas cuando decías: yo de Urbanismo no sé “ná”? Yo te respondía, es muy fácil: ¿Cuál es tu barrio? Dijiste La Alameda. Y yo urbanista libre remachaba: La ordenación urbana en La Alameda debe ser que los jardines crezcan desparramándose sobre el Hípico y más hacia el sur y serían tan hermosos como los Jardines del Generalife.
Arte Integrado. Para el proyecto de un edificio en la Carrera constituimos un equipo multidisciplinar: Pepe, el escultor y profesor José Luis de Dios, tú y yo. Para el portal a la derecha, Pepe y tú hicísteis unos bocetos de un mural con cerámica. ¡Era fabuloso! pero los promotores no lo quisieron. ¡Se equivocaron!
Cante flamenco. También colaboramos Pepe, tú y yo en la rehabilitación del edificio para la sede actual de la Peña Flamenca de Jaén. Al final pedí que quitaran mi nombre de la entrada, pues yo no quería tener responsabilidades de las obras, que no habían seguido trámites legales, en un edificio que en la planta 1ª se usaba para ensayos de todos los componentes de la Banda Municipal de Música. Últimamente, cuando nos veíamos, más de una vez me hablaste del vino tinto de tu viña al lado de La Mella y siempre acababas prometiéndome una botella, ¡JO, JO! Josiane me ha dicho que hace un tiempo estuviste sin pintar casi cinco años seguidos. Esto me ha cabreado mucho. Y perdona, pero pienso que en esas fechas fuiste menos libre y si me entero te lo echo en cara.
Y ahora deseo leerte unos versos del poema “Uno se va…” escrito por el poeta profundo Manuel Moral Roca: *
*
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La flor cae sobre el suelo
pero su aroma por su nombre queda en labios esculpidos; *
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Amigo MIGUEL AYALA, artista libre, yo te recuerdo y recordaré en el resto, ¡CLARO, JO, JO! de mi vida. Paco Moral
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Impresiones a dos voces en torno a la obra de Miguel Ayala Al plantearnos abordar un comentario sobre la obra de Miguel Ayala, artista local de compleja clasificación, hemos creído oportuno antes que clasificarlo, pues el mismo artista lo rehuía, atrevernos a ofrecer al lector del presente catálogo, un esbozo de lo que podrían ser puntos de anclaje en dicha complejidad.
Complejidad que nos lleva a la tentativa siempre arriesgada de querer situar el quehacer de Miguel Ayala en el marco de un proyecto artístico. Cobrando sentido este proyecto se articularía en torno a la coherencia a partir de cinco ejes: idea, medio, estilo, ejecución y valores.
Cuestionar la idea nos lleva a preguntarnos primero si Miguel tenía un propósito que estuviera por delante o encima de la mera creación de la obra. Encontramos aquí el eterno dilema entre si el arte debe dar respuesta a una finalidad concreta o debe prevalecer su inefabilidad; idea siempre vinculada a lo sublime en el arte. ¿Responde, por tanto, la obra de Miguel Ayala a un fin concreto o bien a la idea de sublimidad?
Atreviéndonos a dar respuesta a esta cuestión vemos en la obra de Miguel Ayala mayor concreción que sublimidad. Ajeno a cualquier tipo de tendencia o corriente artística, o al menos eso nos contaba, podemos encontrar en Miguel Ayala el prototipo de artista inconforme con la época que le ha tocado vivir. Es decir, él mismo se desmarcaba de cualquier compromiso o idea estética más allá de la de realizar la obra, sin embargo, y ahí es donde radica su concreción, no pudo escapar a la seducción del tiempo que le tocó vivir.
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Si bien en su creación no se compromete con estilo artístico alguno, en su obra se reflejan influencias de muchos más artistas y corrientes estilísticas de las que Miguel jamás hubiera llegado a pensar. De este modo hemos entrado en otro de los ejes que nos guían para referirnos a su obra: el estilo. Coherentemente con el medio social en el que se desenvuelve su vida y su obra, donde las imágenes proliferan de manera constante, relacionándose promiscuamente entre si y con nosotros, en donde la fragmentación y el pastiche visual son los órdenes imperantes de presentación de la cultura contemporánea. Órdenes de los que el arte de vanguardias ha dado buena cuenta y a los que ha servido, y de los que, de manera quizá no premeditada, Miguel no pudo desentenderse.
Además de una evidente recurrencia a Goya o la tradición heredada de la Escuela de Madrid en la que se formó, entre las referencias no premeditadas, nos atrevemos a traer a colación lo que para nosotros es una evidente conexión con el revisionismo artístico de determinadas tendencias postmodernas con las que quizá Miguel Ayala no pensó jamás identificarse.. Vemos así ecos de la nueva expresión postmoderna en sus obras realizadas a partir de imágenes superpuestas, mezclando técnicas y estilos, como en su momento hiciera David Salle en el contexto norteamericano, al utilizar indistintamente la imagen, el vídeo, el cine, el diseño y la moda; y al nutrirse por igual de artistas clásicos y contemporáneos. De este modo Miguel Ayala asume referencias de artistas clásicos como Goya, surrealistas como Magritte y De Chirico, sin despreciar alguna que otra evidencia expresionista, y desde luego el espíritu del Pop-art.
Por otra parte, es seguro que Miguel no se reconociera en la Transvanguardia italiana, que responde a una nueva lógica individual y subjetivista. De este modo, nuevamente nos encontramos con una recuperación de las raíces culturales y de la herencia iconográfica de su ámbito local, reelaborando el concepto de memoria, no entendida en este caso como memoria personal, sino concebida como el hilo conductor o la raíz milenaria que une el presente con el pasado. Las referencias que Miguel Ayala toma derivan de artistas de diversos estilos y épocas históricas, como de De Chirico y de Piero della Francesca, entre otros, y del carácter popular e ingenuo de los exvotos y el culto que nos describen el devenir transcultural o ahistórico mediante metáforas surgidas de intuiciones personales de origen diverso y complejo, con una gran capacidad de conexión con el mundo exterior y más concretamente con la sociedad jiennense. A través del fragmento, Miguel nos hace coparticipes del acotamiento de territorios personales que reflejan las pasiones, la ficción y el enigma de la tradición cultural. Participándonos, a través de sus referentes, de su deseo por mostrar la inexistencia de fronteras entre el sujeto y el objeto, el dentro y fuera del ser humano.
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La característica principal del estilo de Miguel Ayala es la yuxtaposición de imágenes, una superposición aparentemente desorganizada e incoherente de imágenes provenientes tanto de la Historia del Arte como de la tradición local, la cultura popular o la cultura de masas. Recurre en sus imágenes a la inserción de signos e iconos de variada procedencia, recordando frecuentemente la tradición de géneros como el bodegón. Sus imágenes conjugan un cierto aire onírico, rigor académico, y una composición y estructura cuidadas; lo que nos hace comprender que el proyecto de Miguel Ayala se inscribe en una tradición académica que acaba dándonos una visión de conjunto a través de la superposición de imágenes, reflejo de un estilo artístico irónico y autocrítico.
A menudo, crea una disposición teatral en la situación de los motivos, la ambientación y la iluminación de las escenas. De este modo, muchos aspectos compositivos de Ayala recuerdan a las obras de René Magritte por su disposición de elementos flotantes, así como el recurso a la repetición o al silueteado en las figuras. También recuerda a De Chirico en la recreación escénica de los espacios arquitectónicos deshumanizados, en contraste con otras referencias, como las de Piero Della Francesca, de donde toma prestada su estructura para la disposición y composición de personajes. O en esas composiciones neoexpresionistas a dos planos, propias de la Transvanguardia italiana, en las que las figuras humanas aparecen flotando sobre ciudades en una estructura de dos planos contrapuestos. Cuyo exponente más relacionado con la configuración que observamos en la obra de Miguel Ayala es Sandro Chia, a quien Ana María Guasch se refería calificando su primera etapa de “Conceptualismo mágico” destacando unas pinturas en las que, sobre fondos densamente trabajados con trazos gestuales, el pintor inscribía figuras animadas flotando en el espacio. En el marco de los valores la obra de Miguel nos sitúa ante tres niveles de comprensión. Un primer nivel que podríamos llamar formal nos enfrenta a un conjunto de impresiones de índole estructural que nos invitan a apreciar la diversidad de valores compositivos con los que Miguel Ayala juega en sus obras. Desde las tradicionales composiciones en triángulo hasta encuadres cuasi cinematográficos en los que nos presenta sus mundos oníricos. En este primer nivel, destacamos además los valores plásticos surgidos de la integración del componente técnico y el tratamiento cualitativo de la materia: cromatismo, veladuras, texturas y gesto gráfico que refuerzan la expresividad compositiva y la abren a la apreciación sensible.
El componente icónico es el que aporta mayor complejidad por la diversidad de repertorio figurativo y la indiscriminación con la que los integra en una misma composición. Desde exvotos, enanos, toreros, gitanas, los poderes públicos, elementos arquitectónicos, frutas y otros comestibles, etc. Componente formal, éste,
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que nos conectará directamente con los valores simbólicos a los que nos vamos a referir a continuación.
En el plano simbólico predomina la capacidad de evocar que tiene la obra: evocar más allá del referente visual, y, en consecuencia, guiarnos hacia la emoción y/o la provocación. La identificación localista con elementos de la cultura popular, a pesar de su evidente alusión a aspectos controvertidos de los temas a los que se refieren estos elementos, conducen a despertar en los observadores, antes la emoción por la simpatía con los temas que aparecen que con esos aspectos controvertidos. Pongamos por ejemplo al enano torero, icono inevitable de la cultura popular, que aparece en la obra de Miguel con un doble golpe al observador: por un lado remite a un juego retórico de sustitución del icono religioso por un icono absolutamente profano; teniendo en común ambos la capacidad de captar el fervor popular. Siendo en ese juego de sustitución en el que se desencadena la capacidad de la obra, de transitar entre la emoción inicial del reconocimiento icónico, su valor como recuerdo de esas experiencias taurinas, pensadas para el disfrute irónico y su reubicación en un nuevo marco interpretativo como el religioso; en cuya contraposición de patrones interpretativos radica el potencial provocador de la obra.
Y por otro lado, los juegos retóricos a los que nos enfrentan las propuestas visuales de Miguel Ayala, no siempre adquieren ese talante de radicalidad, funcionando como juegos casi oníricos de fragmentación y condensación de ámbitos experienciales, por los que ya el surrealismo nos invitara a transitar.
No obstante estas intenciones dialécticas con el espectador, no acaban de vincularse al paradigma práxico dominante en la contemporaneidad, donde el papel activo del espectador, en relación al proceso estético de la obra, son parte de la finalidad con la que el artista concibe la creación. Vinculándose, más bien, a la tradición del paradigma poético dentro del objeto artístico, donde el resultado final esperado es la obra artística en sí, siendo su uso más evidente el contemplativo, especialmente si optamos por mantener la trayectoria de Ayala anclada a su contexto cultural. Pero insistimos en no encontrar tan desorientada la idea de asociar al artista con la tendencia de nuestro entorno mediterráneo con la que fue coetáneo, la Transvanguardia, pues lo vemos muy enraizado con las descripciones de obras y artistas que a dicho movimiento pertenecieron. Como en palabras de uno de sus máximos exponentes teóricos y creadores, Achile Bonito Oliva, podemos ver también reflejado a Miguel Ayala cuando se refiere al artista de la Transvanguardia como un “sujeto dulce”, autoexcluido de los grandes debates sociales, que, ante la falta de un punto de vista unitario, reclama el eclecticismo como método de neutralizar las diferencias y anular las distancias entre pasado y presente; un sujeto, continua diciendo Bonito Oliva, que genera una obra construida fuera de la idea de proyecto, consecuencia, en definitiva, de una constelación de distintos vectores y de distintas
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temperaturas que no privilegian una sino muchas direcciones en un sistema móvil de relaciones espaciales.
No obstante queda claro que la obra de Miguel Ayala, en perfecta coherencia con esta tendencia de su época, escapa a la idea de proyecto compacto, podemos jugar a plantear una idea de proyecto artístico que Miguel Ayala nos deja abierto así, a la búsqueda de la coherencia entre las ideas propuestas, los medios utilizados, los recursos formales empleados, sus referentes estilísticos, y el conjunto de valores que de ellos se desprenden y su conexión con el sentido socioestético que los mismos puedan adquirir. Queda a juicio del espectador fijar los límites y el carácter de dicho sentido. Víctor Yanes Córdoba M. Isabel Moreno Montoro
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Colecci贸n Francisco Moral
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Colecci贸n Pepa Muro
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Colecci贸n Pepe Olivares y Josiane Ph茅lix
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Colecci贸n Maribel Olivares
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Colecci贸n Gisela Zeitner
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Y hay pintores que pintan, a lo mejor, cuatro manzanas y un plato y dicen “bodegón de manzanas”. Eso ya se ve. ¿para qué ponerle el título? ¿no? Realmente no le pongo título porque mi obsesión, o mi manera de ver el arte es que sea comunicación. Es un lenguaje que se está perdiendo. Se está quedando en manos de los “gurús” de la publicidad; el lenguaje de la imagen…, …como yo quiero manejar la imagen como lenguaje, dejo que cada espectador interprete el cuadro como quiera. Si le pongo el título ya está dirigido. Fragmento de la entrevista radiofónica (Cadena SER Jaén) realizada por Pedro Melguizo a Miguel Ayala en 2008 con motivo de su exposición individual en Caja Jaén.
Colección Gisela Zeitner
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Colecci贸n Universidad de Ja茅n
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Colecci贸n Maribel Olivares
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Colección José Olivares y Josiane Phélix
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Colecci贸n Emma Vacher
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Colecci贸n Gisela Zeitner
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Colecci贸n Gisela Zeitner
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Colecci贸n Gisela Zeitner
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Yo parto de una idea, cada cuadro mío responde a una idea, pero la dejo abierta y se puede interpretar de muchas maneras. Fragmento de la entrevista radiofónica (Cadena SER Jaén) realizada por Pedro Melguizo a Miguel Ayala en 2008 con motivo de su exposición individual en Caja Jaén.
Colección Gisela Zeitner
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Miguel nació en Fuensanta de Martos en 1940.
Desde su tierna infancia, sin embargo, vivió en la capital, donde estudió Magisterio.
Fue alumno predilecto del recordado Pablo Martín del Castillo en la Escuela de Artes y Oficios de Jaén. Lleno de inquietudes artísticas, en los sesenta dio el salto a Madrid. Allí despertó a la política, al teatro y al amor.
A su vuelta, junto a su flamante licenciatura en Bellas Artes, Miguel se trajo una promesa de reencuentro de la que poco después se convertiría en su mujer, Gisela.
Como pintor y grabador han dicho de él que buscó en los paisajes el alma de la naturaleza y en los rostros de la gente los interiores de nuestra sociedad. Miguel forjó una trayectoria pictórica valiente que unía crítica, didáctica y poética. Él mismo se definió como el pintor del Jaén dormido. Su obra es una invitación a la interpretación. Cada cuadro, sugerente, tiene múltiples lecturas, atrayendo y sorprendiendo, tanto por la forma como por el mensaje, a todos los amantes de la plástica. Fue maestro, como nadie, en el difícil mundo de conjugar el saber con el hacer. Simbólica. Onírica. Volátil. En los límites del surrealismo. Y siempre, con un marcado acento andaluz. Su obra estaba enraizada en el Sur. Azul… y flamenca.
Porque Miguel fue un gran conocedor y apasionado del cante jondo, como atestiguan las numerosas portadas de “Candil”, revista de referencia para el mundo flamenco editada por la Peña Flamenca de Jaén. Pero a Miguel, sobre todo, lo que le dolía era el letargo y la complacencia que durante años ha caracterizado a esta tierra y a sus paisanos.
En 1980, junto al también pintor, José Olivares, y junto al arquitecto Paco Moral, Miguel estuvo en la creación de la primera galería de arte de la ciudad. La Galería Jabalcuz, que después durante muchos años pasó a manos de Josianne Phelix, quien la ha dirigido hasta su cierre no hace mucho. Habiendo sido en la ciudad un importante centro cultural y artístico.
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Comprometido con la época que le tocó vivir, Miguel amaba la vida. Y la buena conversación. Y la proximidad que da compartir una copa de vino.
Miguel fue un ser libre, vital, inconformista, generoso... Para sus muchos amigos, Miguel podía ser cualquier cosa menos común. Puro humanismo urdido a pinceladas.
Por eso, por su calidad humana y por su apego a la transgresión y a la rebeldía, incluso en el aula, Miguel también será recordado como docente, primero como profesor de dibujo en distintos centros de la provincia, después en la antigua Escuela de Magisterio y, finalmente, en el área de Didáctica de la Expresión Plástica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Jaén. Muchos compañeros y alumnos de Magisterio recordarán las entrañables tertulias en la cafetería de Manolo. “Quiero mover a la gente a que sea solidaria. El mundo no es ni la soledad, ni la riqueza” dijo en una entrevista concedida a Diario JAEN en junio de 2008.
Miguel no tomaba partido sólo como observador, sino que se implicaba activamente.
Fue un hombre político en el más estricto sentido de la palabra, pero al que le sobraba ideología y romanticismo. En noviembre de aquel año, tras jubilarse, Miguel pudo dedicarse, al fin, por entero, a su pintura y a sus viñedos. Al tiempo que las vides en La Mella se preparaban a dar fruto, supo de su enfermedad. Hoy brindamos a su salud.
Maribel Olivares
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EXPOSICIONES COLECTIVAS 1969
Jaén (Económica)
1972
Madrid (Galería Elipa)
1976
Jaén (Galería Vandelvira)
1975 1978
1984 1990 1995 2001 2002 2007
Jaén (Casa de la Cultura) Madrid (Galería El coleccionista, “Realismo Español Actual”) Almuñécar (Granada, “Cinco Pintores de Jaén”) Córdoba (Sala Asociación Artistas Plásticas) Aranjuez (Ayuntamiento) Jaén (Galería Jabalcuz)
Feria internacional deArte Contemporáneo, Granada.
Jaén (Galería Jabalcuz) Alcalá la Real (Ateneo para la cultura, PalacioAbacial)
Jaén (Galería Jabalcuz) Jaén (FeriaJaén 2007)
EXPOSICIONES INDIVIDUALES 1970
Málaga (Caja deAhorros de Ronda)
1976
Jaén (Sala del Castillo)
1971
1977 1981 1988 1992 1994 2008
Madrid (Galería Elipa)
Valladolid (Galería Olenka) Santander (Galería Rua)
Guadalajara (Caja de Ahorros) Jaén (Sala del Castillo)
Jaén (Galería Jabalcuz) Jaén (Ayuntamiento)
Málaga (Universidad)
Elche (Museo del Parque Municipal) Jaén (Sala Caja de Jaén)
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EXPOSICIONES HOMENAJE 1977
Granada (Palacio de la Madraza, “Homenaje Generación del 27”)
1981
Jaén (Museo Provincial, “Homenaje a Fícasso)
1978
Bujalance (“Pintores Andaluces en Homenajea Juan Díaz del Moral’) Jaén (Museo Provincial, “Homenaje a ManuelÁngeles Ortiz”)
EXPOSICIONES INTERNACIONALES 1980
Berlín (Intergrafik 1980)
1984
Madrid (Arco 84)
1983
1985
Madrid (Arco 83)
Berlín (Intergrafik 1984)
París (Galería Régime Lussan)
OBRA GRÁFICA Se incorpora al Taller de Grabado de Jaén junto con otros grabadores. Introduce dentro de la panorámica artística jiennense la necesidad de la obra gráfica como medio cultural.
Desde esta propuesta nacerán las siguientes ediciones: 1979 Carpeta de Serigrafía 1980 Presencias y Ausencias (aguafuertes) 1981 Grabado en la Memoria (aguafuertes) Málaga (Primer encuentro de Grabadores Andaluces) Exposición Itinerante por la región andaluza, patrocinada por la Junta de Andalucía. 1989 Obra Gráfica de Artistas Jiennenses Contemporáneos Exposición Itinerante, patrocinada poda Diputación de Jaén
BIBLIOGRAFÍA “Historia de Jaén” Ed. Colegio Uníversitario y Diputación Provincial”. Jaén, 1984
“Andalucía” cap. Arte Ignacio Henares Cuéllar Ed. Andaluces Reunidos. Granada, 1983 “El arte en Jaén durante el siglo XX” (“Jaén”, tomo I) Manuel Urbano Ed. Andalucía. Granada, 1989
“Diccionario de Pintores y Escultores Españoles delsiglo XV” Ed. Forum Artis S.A. Madrid, 1994 “Jaén, Pueblos y Ciudades” (Tom IV Córdoba) 1997
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EXPOSICIONES HOMENAJE 1977
Granada (Palacio de la Madraza, “Homenaje Generación del 27”)
1981
Jaén (Museo Provincial, “Homenaje a Fícasso)
1978
Bujalance (“Pintores Andaluces en Homenajea Juan Díaz del Moral’) Jaén (Museo Provincial, “Homenaje a ManuelÁngeles Ortiz”)
EXPOSICIONES INTERNACIONALES 1980
Berlín (Intergrafik 1980)
1984
Madrid (Arco 84)
1983
1985
Madrid (Arco 83)
Berlín (Intergrafik 1984)
París (Galería Régime Lussan)
OBRA GRÁFICA Se incorpora al Taller de Grabado de Jaén junto con otros grabadores. Introduce dentro de la panorámica artística jiennense la necesidad de la obra gráfica como medio cultural.
Desde esta propuesta nacerán las siguientes ediciones: 1979 Carpeta de Serigrafía 1980 Presencias y Ausencias (aguafuertes) 1981 Grabado en la Memoria (aguafuertes) Málaga (Primer encuentro de Grabadores Andaluces) Exposición Itinerante por la región andaluza, patrocinada por la Junta de Andalucía. 1989 Obra Gráfica de Artistas Jiennenses Contemporáneos Exposición Itinerante, patrocinada poda Diputación de Jaén
BIBLIOGRAFÍA “Historia de Jaén” Ed. Colegio Uníversitario y Diputación Provincial”. Jaén, 1984
“Andalucía” cap. Arte Ignacio Henares Cuéllar Ed. Andaluces Reunidos. Granada, 1983 “El arte en Jaén durante el siglo XX” (“Jaén”, tomo I) Manuel Urbano Ed. Andalucía. Granada, 1989
“Diccionario de Pintores y Escultores Españoles delsiglo XV” Ed. Forum Artis S.A. Madrid, 1994 “Jaén, Pueblos y Ciudades” (Tom IV Córdoba) 1997
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Índice Agradecimientos........................................................................................5 Presentación
Manuel Parras Rosa, Rector de la Universidad de Jaén.............................7 Más que un homenaje
Josiane Phélix..............................................................................................9 A Miguel Ayala. Recuerdos De Paco Moral
Francisco Moral Moral................................................................................13 Impresiones a dos voces en torno a la obra de Miguel Ayala.
Víctor Yanes Córdoba & M. Isabel Moreno Montoro..................................15 Miguel Ayala
Obra...........................................................................................................21
Biografía por Maribel Olivares....................................................................85