Carmen Montoro

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Espacio y transformaci贸n

Carmen Montoro

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Presentar a Carmen Montoro en Jaén no es fácil. Comprometida con el arte de su tiempo, y comprometida en promocionarlo en esta nuestra tierra, lleva trabajando intensamente desde hace mucho, y a pesar de ser una mujer joven, por elevar la cultura artística de su tierra. Digo esto porque incrementa su mérito el haber conseguido el prestigio de una consolidada artista por llevar trabajando por el arte de nuestra provincia desde muy temprana edad. Licenciada en Bellas Artes, ha ejercido una importante labor docente como profesora de Educación Artística, siendo ahora asesora del Centro del Profesorado de Jaén. También me honra presentarla como compañera de la Universidad de Jaén, adscrita al área de Didáctica de la Expresión Plástica. Este catálogo recoge en su segunda parte la manera en la que la artista integra su labor creativa con el compromiso educativo, llevando personalmente la exposición por algunos centros de enseñanza de Jaén. Su trayectoria artística no solo viene avalada por sus exposiciones tanto colectivas como individuales, más allá de nuestras fronteras, sino por la importante producción de obra, tanto en pintura, como en fotografía y estampa. Siendo la parte más importante de sus estampaciones producto de la investigación en las técnicas aditivas del grabado del siglo XX. La presente exposición es una selección de su obra pictórica y su trabajo fotográfico más reciente. De este modo, podremos hacer una revisión del trabajo más conocido de Carmen, al tiempo que descubriremos cuáles son sus últimas investigaciones a través de las artes visuales. Como decía al comienzo, no es fácil hablarles de alguien bien conocido en Jaén por su trabajo; no obstante es un placer introducir proyectos en términos de calidad como es éste que nos trae nuestra compañera Carmen Montoro.

Manuel Parras Rosa Rector de la Universidad de Jaén

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De la creación artística y sus complejidades O el porqué de Carmen Montoro Cuántas veces nos hemos preguntado por la trascendencia de las obras de arte. ¿Para qué sirven? Si deben tener un sentido, si debe entendérseles un mensaje. Nos hemos preguntado qué representan. La aparición de la Fotografía como proceso de recreación naturalista de la realidad supuso un importante cambio en el concepto de necesidad de reconocimiento del entorno a través de sus representaciones pictóricas. Pero esta tecnología mecánica para la recogida de la imagen y su reproducción se vio rápidamente afectada de los nuevos conceptos para la representación de la realidad; perviviendo de este modo, tanto en la Fotografía como en otras modalidades plásticas, la poética de la imagen reconocida y la de la imagen inventada, si es que cabe el separarlas. En el sentido de diferenciar estas dos concepciones, el uso que de ellas hace Carmen Montoro es bastante claro. Al pintar, reivindica la invención absoluta de los resultados; y al realizar fotografías, manifiesta la complicidad del referente como creador a medias. Ninguna de estas dos apuestas es absoluta, pues la abstracción más radical tiene deuda con las fuentes de las que se alimenta la mente que las concibe y la recreación naturalista jamás será el traslado molecular de la “cosa” representada.

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Uno de los problemas que ella intenta resolver es la apariencia como expresión de nuestra representación espacial de la realidad. Que, como diría Hildebrand1, de partida ya se ve afectada por la imposibilidad de trasladar el movimiento, por ejemplo, desde la realidad a la obra, limitándonos a hacer una sugerencia del mismo. Según Valeriano Bozal, nuestra sensibilidad se ha ampliado aceptando ya como “cosa” reconocible, objetos de la categoría de los “ready-made”. En este avance hay que dejar clara la diferencia entre sensación y sensibilidad, es decir, la misma que hay entre reconocimiento y conocimiento estético2. Los primeros de cada caso, es decir, sensación y reconocimiento se producen aunque no queramos: son inmediatos. La sensibilidad y el conocimiento estético reclaman experiencia y aprendizaje; su inmediatez en el observador estará en función de la preparación de éste. ¿A dónde vamos a parar con estas observaciones? A que no podemos reducir las categorías de la obra de Carmen Montoro a algo tan simple como pinturaabstracción y fotografía –realidad. Calabrese comenta sobre Hegel que en la Estética dice que lo infinito pertenece a lo divino y lo humano sólo puede acercarse a él por medio de lo indefinido. Es decir, estableceremos una equivalencia entre “infinito” e “indefinido” de manera que la representación del segundo tenga como significado el primero3. Esta referencia la hace Calabrese a propósito de Turner, quien ha sido calificado como el precursor de la abstracción. El énfasis cromático que tanto perturba en la apreciación de la obra de Turner, está sujeto a una intención de representación del espacio infinito. Espacio que se había resuelto en el Renacimiento con la perspectiva, reduciéndolo todo a un punto en el que todo el espacio representado confluía. De esta manera, todo desaparece pues el punto geométricamente carece de dimensión, es decir, no existe. La pérdida de la percepción nítida de lo que va hacia la lejanía se resuelve en Turner con la indefinición. De modo que la interpretación simple historicista que reduce la abstracción al juego de la sensación y de la composición del cuadro, sin despreciar éstos, suele estar fundamentada en la percepción expresionista que pasa por alto planteamientos más vinculados 1 2 3

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Hildebrand, A. von (1988). El problema de la forma en la obra de arte. Madrid, Visor. Bozal, V. (1987). Mímesis: las imágenes y las cosas. Madrid, Visor. Calabrese, O. (1994). Cómo se lee una obra de arte. Madrid, Cátedra, pag. 66.


con el espacio y su estructuración. Y no me estoy quedando en la composición del cuadro, insisto, sino en el análisis del espacio que nos contiene y en la parte de éste que no podemos alcanzar y sin embargo queremos capturar y dominar en un lienzo. La poética de la Pintura no estriba de forma exclusiva en la “belleza” del juego cromático sino en su estructura y composición, estando la “indefinición” que caracteriza la abstracción en la interacción de la estructura con el cromatismo. Si la indefinición puede sugerir el espacio hacia el infinito de los paisajes, también puede aparentar la aproximación del infinito. La indefinición en la obra de Carmen Montoro no está en la “difusión” de las formas y composiciones sino en la “no identificación” de las formas. Estructuras desconocidas que se asemejan a composiciones familiares como cuando vemos algo en el horizonte. Después de muchos año de conocer estos estudios en la obra pictórica y estampada de Carmen Montoro, comprendemos en ellos la relación infinito-indefinición cuando nos la vincula con un extenso repertorio de paisajes fotográficos. La indefinición es un elemento importante en estos paisajes por varias razones y a pesar de contemplar la perspectiva. Fundamentalmente porque las cosas, independientemente de representar el referente, son utilizadas por ella como elementos que yuxtapuestos, sobrepuestos o enlazados nos traen reminiscencias de espacios y estructuras que en la lejanía se aprecian difusas, pero al aproximarlas se presentan como composiciones no identificables aunque contengan elementos que en la realidad son algo conocido. No obstante esta contundente intención que he puesto en poner de manifiesto cuán alargada puede ser la sombra que hay detrás de un cuadro, en la obra de Carmen Montoro hay mucho de sus “necesidades y emociones”. Quiero decir que he querido dejar claro que, además de intuición, tema, expresión y estilo, también hay juicio4, y que como Parsosns dice, aunque el Arte expresa nuestras necesidades y emociones, las interpretaciones del Arte pueden ser más o menos razonables y los juicios más o menos defendibles para que el Arte nos permita comprender lo que la artista necesariamente no pretendía comunicar. De modo, que a pesar de conocer la obra de Carmen Montoro a través de su evolución, el hecho de que los juicios tampoco son los mismos en el mismo 4

Parsons, M. J. (2002). Cómo entendemos el arte. Barcelona, Paidós.

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observador, pues cambian con el tiempo, cuanto más busco en su indefinición más infinitos encuentro, que creo es, al fin y al cabo, su intención. Es decir, creo que pretende que sus obras y su contenido sean estímulos y evocaciones de las cosas (necesidades y emociones) del espectador. De hecho, en los talleres en los que integra su trabajo con la educación por el Arte, utiliza el color meramente como recurso a través del que las cosas toman una forma indefinida o parecida a cualquier otra cosa, cargando el peso de la construcción de la obra en la búsqueda de estructuras espaciales más o menos cotidianas pero que sirvan para que niños y niñas, y otros mayores, asuman el espacio en el que vivimos y que lo entiendan como algo sobre lo que podemos afectar. Si identificamos infinito e indefinición, espacio real y espacio creado, la obra de arte se convierte en algo real y necesario para comprender el mundo en el que vivimos. Para muestra, sólo tenemos que ver las obras de Carmen y las que recogió a niños y niñas de los colegios Alcalá Venceslada y María Zambrano de Jaén, con los que trabajó para mostrar en este proyecto que este discurso no surge de un supuesto sino de la experiencia.

Mª Isabel Moreno Montoro Jaén, 2010.

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El mundo que nos rodea… a través de una cámara A través de esta cámara quizá encontremos una mirada a nuestro entorno natural con una visión no desprovista de romanticismo, pero que analiza las formas de manera casi geométrica, enfatizando aspectos que en algunos casos pueden pasar desapercibidos para el espectador que observa sin buscar nada más allá de lo que nos ofrece la realidad a simple vista. La fotografía mostrada evidencia, de manera objetiva, composiciones en las que se han enfatizando las líneas de fuga, las líneas horizontales y verticales; todo esto, poniendo de manifiesto la riqueza de las formas simples. Son muchos los usos que se le han venido dando a la Fotografía como instrumento validado dentro del mundo de la creación plástica contemporánea, remontándonos para ello a los movimientos artísticos que rondaron la Primera Guerra Mundial. Los futuristas, los dadaístas, constructivistas, surrealistas, entre otros, utilizaron la Fotografía como lenguaje y como recurso para sus composiciones y creaciones más vanguardistas. Marcel Duchamp y su Desnudo bajando la escalera, inspirado en la cronofotografía, introduce el concepto de movimiento, utilizado por otros autores, en este caso, vinculado al ready made. En ocasiones, el hilo conductor de la Fotografía ha sido la luz, o el movimiento, o el tema: desnudo, paisaje… o, simplemente, ha servido para inmortalizar una obra, casi con carácter testimonial o documental, como podría ser el caso de la fotografía utilizada por los artistas del Land Art, quienes de esta forma garantizan “perdurabilidad” de la

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obras; obras que desaparecen físicamente y sólo perviven gracias a la Fotografía. La inmortalización del instante, sujeto a su vez a múltiples variables, encuentra en un tipo de artistas la vía de comunicación perfecta. Así, artistas contemporáneas como Ouka Lele despliegan una escenografía para captar el instante, la “pose” elegida; conociendo el resultado antes de obtener la copia y modelando todos los detalles para que el resultado sea lo más ajustado posible a la idea preconcebida. Hay otro tipo de fotografía que evidencia lo que existe, prácticamente sin manipulación, una fotografía realista, ¿y qué fotografía no lo es?... la abstracta; aquella en la que identificar el objeto dibujado con la luz cuesta un esfuerzo al espectador. Para mostrar un ejemplo de ello nos podemos remontar a Moholy-Nagy, en 1928, con la obra Vista de la Torre de Radio Berlín. La fotografía que presento en esta exposición no es exactamente fotografía abstracta, aunque como en la pintura, la abstracción está suficientemente presente. Así, en estas obras pasamos de la abstracción a la figuración a través del paisaje, mientras que en el caso de fotografía pasamos del realismo del paisaje a referencias abstractas y geométricas. La Fotografía es un medio que permite al autor desarrollar multitud de vertientes, como casi todos los lenguajes plásticos, pero estableciendo una diferencia sustancial con respecto a otras formas de manifestaciones artísticas, ya que pone de manifiesto la importancia de la mirada del autor o del artista, una mirada que casi le pertenece de forma exclusiva. Por otra parte, las nuevas tecnologías han facilitado la socialización de la Fotografía, la era digital ha puesto a nuestra disposición excelentes tecnologías que nos permiten que hoy todos seamos un poco fotógrafos. Estas tecnologías nos proporcionan herramientas potentes para que el aficionado menos talentoso obtenga buenas reproducciones fotográficas. Es por ello que la diferencia, si es que concluimos que existe… la diferencia la marcaría el ojo visionario, llamémosle el ojo crítico, que todo lo encuadra, que va obteniendo fotografías sin cámara, porque el mundo lo puede llegar a ver en secuencias impresas a todo color, en sepia o en blanco y negro, según las circunstancias, pero siempre bajo una óptica parcializada por su propia creatividad, por su propia personalidad. El ojo que desdeña una parte del mundo que percibe, que no le interesa y que, por tanto, no retiene en su retina, para ser selectivo en sus encuadres. El ojo que filtra cuando mira la realidad que le rodea y que simplemente dibuja composiciones con la mirada. En realidad, sólo se trata de otra forma de mirar.

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…a través de un pincel La abstracción ha sido y es una forma muy rica de interpretar la realidad. Bajo el paraguas de la abstracción, se han abrigado multitud de artistas plásticos en el siglo XX y lo siguen haciendo hoy. Es el lenguaje con el que he venido trabajando en los últimos años, pero… las etapas van concluyendo también en la producción plástica. Los proyectos cierran ciclos y van dando paso a otros nuevos. Esto no significa que haya terminado de hacer abstracción, no mientras este lenguaje me siga ofreciendo satisfacciones, puesto que, en definitiva, de eso se trata: de disfrutar a través del Arte, a través de una cámara, de un pincel o del efecto del ácido nítrico sobre la plancha de zinc. Pero sí es cierto, que de alguna forma cierro una etapa productiva que queda aquí perfectamente recogida en este catálogo. En las fases de trabajo, de creación, hay diferentes periodos: de búsqueda, de evolución, de afianzamiento, de experimentación. Esta última no debe de decaer nunca y nos llevará de nuevo a la búsqueda y a la investigación; en definitiva, a una actitud inquieta que nos permita evolucionar. A través del pincel, de la espátula y de todo tipo de objetos mis cuadros han ido recogiendo espacios abstractos, con alusiones a realidades concretas. Espacios que se han ido transformando dando cabida a paisajes, a veces oníricos y otras no tanto, a ciudades, a calles, a construcciones geométricas, a realidades ficticias que han impregnado de color mi entorno y que me han permitido descubrir la riqueza plástica que encierran las formas más sencillas.

Carmen Montoro

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a través de la fotografía…

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Paisajes mentales En toda la obra de Carmen Montoro late la idea como elemento esencial en el Arte, en un último paso de la senda abierta por las vanguardias hace más de un siglo, cuando las distintas escuelas artísticas se empiezan a distanciar de la figuración como única posibilidad de las artes plásticas, iniciándose así el camino de la abstracción en sus más variadas formas. Una de las últimas etapas de este camino es el arte conceptual, etiqueta que quizás no sea la más adecuada pues en realidad todo arte es conceptual, tras toda manifestación artística existe un concepto, una noción o idea que quiere transmitirse, ya que la idea es el motor de arranque de cualquier actividad humana, y por ende de cualquier actividad artística; pero bajo la corriente conceptual en sentido estricto yace algo más profundo pues se nutre de cierto impulso a la idealización en su sentido etimológico (ideal = ειδολον−eidolon = alma, idea, imagen). En este sentido, tras la imagen que nos procura el artista conceptual, hay una idea que remite a un ideal o proyecto artístico o vital, y bajo ese proyecto late una concepción del mundo. Evidentemente esta apuesta artística, como en general sucede con buena parte del Arte Contemporáneo, exige una educación artística en el espectador, exige una contemplación activa para poder percibir e interpretar la obra. Es necesario el aprendizaje de un lenguaje, del lenguaje del Arte Contemporáneo, que evidentemente debe ser compartido, es necesaria una población que lo entienda y hable en su código. Aunque esto puede llevar a equívocos, pues no se trata de un lenguaje que tenga una posibilidad de traducción directa sino que se trata de un lenguaje plástico, que como tal posibilita la interpretación, pero eso sí, una interpretación informada. Tiene así su propia narratividad, que no es la clásica, y que en ocasiones nos viene dada por la propia palabra del artista, como es el caso de Piet Mondrian que interpreta y nos da la clave de su pintura en sus textos. La obra de Carmen Montoro viene dada por la elaboración de formas exteriores que posiblemente den cuenta de estados interiores, que posiblemente nos informen sobre su concepción del mundo: manchas, grafismos, texturas, colores, una materia que nos introduce en una emotividad y una cognición que le son propias. Y la materia de la obra puede recibir diferentes tratamientos, puede verse encar-

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nada en distintos formatos, puede tratarse de grabado, pintura, fotografía, arte digital o diseño gráfico, pero siempre buscando objetivos expresivos análogos. La obra reciente aquí reunida muestra obra pictórica y fotográfica. Por lo que atañe a la primera, tenemos una serie de composiciones pictóricas abstractas o cuasiabstractas en las que la textura es importante, existe una primacía de la gama de colores fríos con un alto valor expresivo y muy pocas concesiones a los cálidos, y la forma puede mutar en nuestra percepción generándose paisajes abstractos o abstracciones que podemos entender como visiones de la naturaleza; mientras que en relación a la segunda se nos muestra una serie de fotografías en las que la naturaleza deja de serlo sirviendo tan sólo de pretexto para canalizar una idea. En esta serie fotográfica hay un tratamiento de las plantas, de los árboles, del mundo vegetal, que me recuerda a la manera en que Fechner se representa el mundo en Nanna, donde nos muestra el mundo vegetal como un mundo anímico, dotado de alma, siendo así las plantas que vemos en estas imágenes, como las de Fechner, sujetos activos que alzan sus brazos-ramas al cielo quizás para escapar del abrazo de la Tierra, del abrazo materno que por un lado protege y alimenta, pero que por el otro retiene y anula, en una interpretación de la encrucijada paradójica que debemos resolver para convertirnos en seres adultos. Me interesan mucho estas imágenes, estas fotografías con un valor testimonial prácticamente nulo que nos muestran paisajes más bien anodinos, hileras de árboles todas iguales que alzan sus ramas al cielo, filas de vida vegetal ordenada, una naturaleza en último término trabajada por el hombre y convertida así en parte de la civilización, pero imágenes en suma con un alto valor plástico, paisajes tratados como sumas de formas, texturas y colores. Tenemos así en estas imágenes una figuración tratada y trabajada como si de una abstracción se tratara pues los paisajes fotográficos, realistas, que nos muestra se convierten en paisajes geométricos, en paisajes abstractos, mientras que las composiciones pictóricas de las que hablábamos más arriba hacen el recorrido inverso, son abstracciones que se convierten en paisajes, en posibles visiones de la naturaleza; ambas conforman una unidad dualista, pinturas y fotografías se podrían definir como paisajes mentales, ideas, conceptos de la artista que se encarnan en la materialidad de la obra y que nuestra interpretación devuelve al espacio de lo mental.

Angel Cagigas

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FotografĂ­a digital. Series Perspectiva


100 x 70cm


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100 x 70cm


100 x 70cm


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100 x 70cm


70 x 100cm 24



FotografĂ­a digital. Series Paisajes horizontales 26


70 x 100cm


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70 x 100cm


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70 x 100cm


FotografĂ­a digital. Series verticales 32


70 x 100cm


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70 x 100cm


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31 x 105 cm


31 x 105 cm


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38,5 x 86 cm


38,5 x 86 cm


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FotografĂ­a digital. Encuadres

38,5 x 86 cm


38,5 x 86 cm


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100 x 100 cm


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FotografĂ­a digital. Series Las lĂ­neas del paisaje

100 x 42,5 cm



FotografĂ­a digital. Serie Trazos 46

100 x 100 cm



FotografĂ­a digital. Serie Tonalidades 48

100 x 42,50 cm



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FotografĂ­a digital. Serie Los colores del paisaje

50 x 70 cm


50 x 70 cm


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FotografĂ­a digital. Serie Carreteras

100 x 42,5 cm



FotografĂ­a digital. Serie Verticales 54

50 x 100 cm



FotografĂ­a digital. Serie Verticales 56


100 x 70 cm


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FotografĂ­a digital. Serie La geometrĂ­a del paisaje

70 x 100 cm



FotografĂ­a digital. Serie Perspectivas 60


120 x 84 cm


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FotografĂ­a digital. Serie La geometrĂ­a del paisaje

70 x 100 cm



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Fotografía digital. Construcciones geométricas

70 x 100 cm



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FotografĂ­a digital. Serie horizontales/verticales

70 x 100 cm



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FotografĂ­a digital. Texturas del agua

70 x 100 cm



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Fotograf铆a digital. Cambio de estaci贸n

100 x 70 cm



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a travÊs de la pintura‌


El espacio imaginado La obra de Carmen Montoro tiene algo de arquitectónico, pues supone la búsqueda constante de una geometría con la que articular el espacio. Esa geometría puede resultar más o menos evidente al ojo del espectador: es clara en los juegos de simetrías de los trabajos fotográficos y es algo más sutil y soterrada en la obra pictórica. En cualquier caso, el eje que vertebra la obra de Carmen Montoro es la arquitectura y sus fines. Y digo fines porque, al igual que la buena arquitectura, la obra de esta pintora crea espacios –en parte reconocibles y en parte imaginarios– en los que habita el alma. A diferencia de otros artistas, que logran en nosotros el peor de los desasosiegos, Carmen Montoro consigue que nuestra mirada se pasee por lugares en los que queremos quedarnos, pues transmiten una sensación profunda de armonía. Esa armonía hace su obra sustancial y sustantiva, en el sentido de que logra llegarnos al centro, dondequiera que se encuentre. Lo armonioso de su obra se alcanza gracias a la combinación de geometría y color. El juego de formas, articuladas y desarticuladas a placer, nos pone en conexión con la naturaleza, pues ella es en todo geométrica: geométricas son las hojas de los árboles y geométrico, el crecimiento de sus ramas. Nosotros mismos somos geométricos (tenemos dos pies, dos manos y dos ojos) y proyectamos nuestra ambición por la geometría regular a aquello que, aunque muchas veces armónico, creemos desordenado. El colmo de la regularidad se alcanza cuando el

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agricultor planta en línea sus árboles y consigue así crear cierto goce estético que calma los sentidos. Como ese paciente agricultor que cree domar la Naturaleza, Carmen Montoro utiliza la cámara para diseccionar los paisajes, ya de por sí ordenados, y ordenarlos de nuevo, recreando a través de la imagen el misterio que nos suscitan las sucesiones regulares de árboles en línea. La desnudez de los árboles anclados al suelo nutricio y con sus ramas al cielo captan la esencia de aquello a lo que aspiramos: ser perdurables; llegar a lo alto; subir, subir al cielo. La obsesión por la forma arquitectónica está presente también en su obra pictórica, si bien la armonía se obtiene ahora a partir de una combinación siempre tensa entre la morfología interna del cuadro –aparentemente irregular– y el color –generalmente frío–. La composición, que surge del caos formal, resulta en equilibrio, y en ese final insospechado radica su misterio y su grandeza. Pero no se equivoquen: toda aspiración armónica deja una puerta abierta a la melancolía, pues aquello a lo que se aspira por norma general no se alcanza. La obra de Carmen Montoro es esa puerta, que, una vez abierta, nos permite ver a lo lejos aquello que deseamos.

Carmen Contí


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Pintura. Serie Ciudades abstractas

70 x 50 cm



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100 x 100 cm



80

80 x 80 cm



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Pintura. Geometr铆a y abstracci贸n

80 x 80 cm



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Pintura. Serie Ciudades abstractas

200 x 200 cm



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87 x 120 cm



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100 x 100 cm



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80 x 60 cm



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50 x 60 cm



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100 x 100 cm



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Pintura. Torres de Babel

60 x 40 cm



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Pintura. Torres de Babel

60 x 40 cm



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Pintura. Espacios transformados

80 x 100 cm



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Pintura. Paisaje y abstracci贸n

100 x 100 cm



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Pintura. Sugerencias

100 x 100 cm



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Pintura. Puentes

65 x 55 cm



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De la fotografía reverencial de la naturaleza a la pureza de la pintura abstracta Carmen Montoro nos muestra en un mismo espacio fotografías de la naturaleza y pinturas abstractas. Se trata de espacios y transición. En un bloque, el de la fotografía, podemos admirar espacios abiertos, perspectívicos, con juegos claros de verticalidad, contrastes cromáticos, pulcras alineaciones, silencios que refuerzan la belleza del medio natural, simetría ordenadora, altos horizontes: se trata de admirar y disfrutar casi religiosamente del espectáculo sublime de la naturaleza. En el otro bloque, el de la pintura, predomina la negación del mundo sensible, se intuye la búsqueda de otro mundo, el de la representación mental, que busca la emancipación de la dependencia de la creación plástica respecto a la realidad fenoménica. El paisaje representado, o dicho con más propiedad fotografiado, adquiere su sentido en la armonía totalizadora, en la invitación a mirar y escuchar esos fragmentos “encantados” en que, como diría Hegel, se espera la manifestación del absoluto. Esta naturaleza, convertida en paisaje, adquiere una admirable condición estética. Deviene forma de conciencia urbana del paisaje: se presiente el lamento de pérdida de la comunión hombre / naturaleza. Ahí anida el sueño nostálgico de una naturaleza no arrasada en su totalidad por el ímpetu “civilizador”. Se trata


del regreso a la exploración de la memoria geográfica y territorial. Lo capta la fotografía desde su imposibilidad de convertirse en arte, o al menos de adquirir el aura que el arte tuvo en épocas anteriores a la vanguardia, cuando aún se le sacralizaba por su carácter único e irrepetible. Son instantáneas transitivas que nos aferran a la realidad tangible, natural, de contenidos claros e identificables. Pero la vida de los hombres o mujeres cultivados de hoy, como afirmaba Piet Mondrian en La nueva imagen de la pintura, se va alejando cada más de lo natural, la vida se vuelve cada vez más abstracta. “Allí donde lo natural (lo exterior) se autonomiza vemos que la atención por la vida se va concentrando en el interior”. La diferencia radical entre fotografía y pintura abstracta viene a evidenciar una concepción moderna del arte que renuncia definitivamente a basarse en la imitación de un modelo exterior, para convertirse en expresión de una iluminación interior. El código clásico de la belleza trascendente y eterna deja paso al proceso inmanente y temporal de la creación. En esta transición del naturalismo a la abstracción, Carmen Montoro no sólo refleja el estado psíquico en que se encuentra frente a la naturaleza, sino también su apuesta por hacer artísticamente visible esa verdad que consideramos real. El arte no reproduce lo visible, lo hace visible. Esto es, al menos, lo que creían pintores abstractos como Mondrian, Kandinsky o Klee que supieron captar la secreta llamada de lo invisible. Puede que el deseo de abstracción proceda de la inquietud hacia ese mundo exterior que nos engloba sin que sepamos interpretar el destino que nos marca. Pero la abstracción nace también de la necesidad de sobrepasar el mundo fenoménico exterior empleando como recursos alternativos el signo, el color, la geometría o la luz. Nuestra pintora-fotógrafa se plantea la creación como una trasgresión, un desafío de límites, un distanciamiento de esa perspectiva que acaba perturbando la apariencia de las cosas y buscando la afirmación de una representación en plano con la que hacer más pura la representación.

Gabriel Ureña Portero

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La transformaci贸n del espacio escolar a partir del arte. Una propuesta did谩ctica desde Espacio y transformaci贸n.


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Comprender el arte para la construcción social Hacer posible una educación diferente, creer en las personas y no en los postulados, tener en mente las necesidades del discente y no las propias, comprender el medio que nos rodea, situarnos en un microcosmos concreto, dar para no recibir, sentir que lo que hacemos importa y todo ello basado en nuestras pasiones, aficiones y conocimientos es lo que artistas como Carmen Montoro nos demuestran cuando ponen un proyecto artístico como Espacio y transformación a disposición de una propuesta integrada en centros educativos de Jaén. Hemos podido contar con una artista cercana, que trabaja en sus proyectos artísticos activamente, y que está fuertemente implicada en su faceta docente, tanto como asesora del Centro del Profesorado de Jaén como en la Universidad de Jaén, adscrita al área de Didáctica de la Expresión Plástica. Ella ha integrado su obra, su alumnado de Magisterio y la colaboración del extraordinario profesorado de los colegios Alcalá Venceslada y María Zambrano de Jaén para hacer del proyecto algo más que una mera exposición. Trabajando con el alumnado de Magisterio preparó la acción que ella misma presenta en este libro, de tal manera que las obras realizadas por los niños son expuestas en el entorno de la sala donde se monta su obra. Esto tiene muchas lecturas, desde apear el Arte del podio en el que sólo parece que puedan tocarlo los artistas para que niños y niñas puedan ver sus pinturas en un lugar donde otras personas podrán observarlas hasta la proyección de la autoestima del alumnado al comprobar que alguien ha mostrado el mayor interés por lo que ellos han hecho.

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Pero trabajar en proyectos artísticos, por esquemáticos que parezcan sus planteamientos supone mucho más. Los principales beneficios del aprendizaje basado en proyectos artísticos son: • Preparar a los estudiantes para los puestos de trabajo. Los muchachos se exponen a una gran variedad de habilidades y de competencias tales como colaboración, planeación de proyectos, toma de decisiones y manejo del tiempo (Blank, 1997; Dickinsion et al, 1998). • Aumentar la motivación. Mayor participación en clase y mejor disposición para realizarlas tareas (Bottoms & Webb, 1998; Moursund, Bielefeldt, & Underwood, 1997). • Hacer la conexión entre el aprendizaje en la escuela y la realidad. Los estudiantes retienen mayor cantidad de conocimientos y habilidades cuando están comprometidos con proyectos estimulantes. Mediante los proyectos, los estudiantes hacen uso de habilidades mentales de orden superior en lugar de memorizar datos en contextos aislados sin conexión con cuándo y dónde se pueden utilizar en el mundo real (Blank, 1997; Bottoms & Webb, 1998; Reyes, 1998). • Ofrecer oportunidades de colaboración para construir conocimiento. El aprendizaje colaborativo permite a los estudiantes compartir ideas entre ellos o servir de caja de resonancia a las ideas de otros, expresar sus propias opiniones y negociar soluciones, habilidades todas, necesarias en los futuros puestos de trabajo (Bryson, 1994; Reyes, 1998). • Aumentar las habilidades sociales y de comunicación. • Acrecentar las habilidades para la solución de problemas (Moursund, Bielefeld, & Underwood, 1997). • Permitir a los estudiantes tanto hacer como ver las conexiones existentes entre diferentes disciplinas. • Ofrecer oportunidades para realizar contribuciones en la escuela o en la comunidad. • Aumentar la autoestima. Los estudiantes se enorgullecen de lograr algo que tenga valor fuera del aula de clase. • Permitir que los estudiantes hagan uso de sus fortalezas individuales de aprendizaje y de sus diferentes enfoques hacia este (Thomas, 1998).

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• Posibilitar una forma práctica, del mundo real, para aprender a usar la Tecnología. (Kadel, 1999; Moursund, Bielefeldt, & Underwood, 1997). Los trabajos artísticos en la escuela provienen de diferentes fuentes y se desarrollan de distintas maneras, no existe una forma única de trabajar. Los conocimientos se van adquiriendo al mismo tiempo que se desarrollan los proyectos. Dime qué quieres hacer y el profesor te da las pautas para aprenderlo. Herman, Aschbacher y, Winters (1992) han identificado cinco cuestiones o elementos que se deben tener en cuenta cuando se plantean objetivos de aprendizaje y qué debemos tener en cuenta al programar una actividad artística: • ¿Qué habilidades cognitivas importantes quiero que desarrollen mis estudiantes? • ¿Qué habilidades afectivas y sociales quiero que desarrollen los estudiantes? (Ej: desarrollar habilidades para trabajar en grupo o en equipo). • ¿Qué habilidades metacognitivas deseo que desarrollen los estudiantes? (Ej: reflexionar sobre el proceso de investigación que realizaron, evaluar su efectividad y determinar métodos para mejorarlo). • ¿Qué tipo de problemas quiero yo que estén en capacidad de resolver los estudiantes?; (Ej; saber indagar, resolver un problema…) • ¿Qué conceptos y principios quiero yo que los estudiantes estén en capacidad de aplicar? (Ej: aplicar en sus vidas principios básicos de comunicación, valorar la importancia o la relatividad de los elementos visuales, etc.). Otras consideraciones importantes serían: • ¿Tienen los estudiantes acceso fácil a los recursos que necesitan? Lo anterior es especialmente importante si un estudiante requiere conocimiento en el uso de un material específico. • ¿Saben los estudiantes cómo utilizar los recursos? Qué conocimientos previos tienen y cuáles son los conocimientos de apoyo serán necesarios para “leer”, interpretar y construir una creación pictórica a partir de los elementos dados en clase. • ¿Tienen los estudiantes los recursos suficientes para trabajar en casa? • ¿Tienen claro los estudiantes los roles y las responsabilidades de cada una de la personas del grupo?

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Debemos reconocer que no siempre confluyen en la misma persona la intención artística con la pedagógica, es una suerte contar con Carmen Montoro, pero en otras ocasiones distintas personas, los artistas y los “demás” (profesorado, estudiantes, familias), pueden colaborar para seguir acercando el arte a todos.

Alfonso Ramírez Contreras

Referencias Blank, W. (1997). Authentic instruction. In W.E. Blank & S. Harwell (Eds.), Promising practices for connecting high school to the real world (pp. 15–21). Tampa, FL: University of South Florida. (ERIC Document Reproduction Service No. ED407586) Bottoms, G., & Webb, L.D. (1998). Connecting the curriculum to “real life.” Breaking Ranks: Making it happen. Reston, VA: National Association of Secondary School Principals. (ERIC Document Reproduction Service No. ED434413) Bryson, E. (1994). Will a project approach to learning provide children opportunities to do purposeful reading and writing, as well as provide opportunities for authentic learning in other curriculum areas? Unpublished manuscript. (ERIC Document Reproduction Service No. ED392513) Dickinson, K.P., Soukamneuth, S., Yu, H.C., Kimball, M., D’Amico, R., Perry, R., et al. (1998). Providing educational services in the Summer Youth Employment and Training Program [Technical assistance guide]. Washington, DC: U.S. Department of Labor, Office of Policy & Research. (ERIC Document Reproduction Service No. ED420756) Herman, J.L., Aschbacher, P.R., & Winters, L. (1992). A practical guide to alternative assessment. Alexandria, VA: Association for Supervision and Curriculum Development. (ERIC Document Reproduction Service No. ED352389) Kadel, S. (1999, November 17). Students to compile county’s oral history. Hood River News. Retrieved July 9, 2002, from http://www.gorgenews.com/Archives/HRarch/HR121.htm Moursund, D., Bielefeldt, T., & Underwood, S. (1997). Foundations for The Road Ahead: Projectbased learning and information technologies. Washington, DC: National Foundation for the Improvement of Education. Retrieved July 10, 2002, http://www.iste.org/research/ roadahead/pbl.html Reyes, R. (1998). Native perspective on the school reform movement: A hot topics paper. Portland, OR: Northwest Regional Educational Laboratory, Comprehensive Center Region X. Retrieved July 10, 2002, from http://www.nwrac.org/pub/hot/native.html Thomas, J.W. (1998). Project based learning overview. Novato, CA: Buck Institute for Education. Retrieved July 10, 2002, from http://www.bie.org/pbl/overview/index.html

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Desarrollo didáctico de actividades artísticas en las aulas Conscientes de la importancia de llevar el Arte a la escuela, de trabajar desde abajo con el alumnado y con maestras y maestros motivados, diseñamos una proyecto dirigido a despertar el interés artístico en diferentes etapas educativas, concretamente las de infantil y en primaria. Trabajamos con niños y niñas de 3, 4 y 10 años. La experiencia debía de ser diferente en cada una de las etapas para comparar datos y poder valorar el desarrollo de la actividad en los diferentes colegios y para contrastar el resultado. Las actividades planteadas dentro del proyecto perseguían el objetivo fundamental de implicar a los niños y niñas en la compresión de la obra pictórica y fotográfica, que tendrían ocasión de ver más adelante en la propia sala de exposiciones. Además, pretendíamos implicarlos en primera persona, es decir, queríamos hacerles partícipes de la muestra, ya que ellos y ellas tendrían que elaborar su propia obra a partir del proyecto de experimentación colectivo que habíamos diseñado. Las fases del proyecto eran claras y concisas: entender el mensaje de las obras, participar del discurso narrativo de las mismas, realizar cuestionamientos en cuanto a la forma y al fondo, investigar sobre el proceso constructivo del discurso, participar en él, comprender la ejecución técnica y pasar a la acción construyendo su propia obra interpretativa aportando lo más importante: ingenio, creatividad y frescura. Para el desarrollo del proyecto diseñamos una serie de tareas encaminadas al fin propuesto. Hablamos con las maestras, explicamos nuestra intervención y nos pusimos manos a la obra. Pero antes de desarrollar las tareas del proyecto es interesante que conozcamos el lugar elegido para llevarlas a cabo.

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Dos han sido los colegios seleccionados para este fin: el Colegio María Zambrano y el Colegio Alcalá de Wenceslada, ambos en Jaén. El porqué de seleccionar estos dos colegios y no otros se debe a que en ellos realizan su labor docente dos personas:, Blanca Aguilar, Teresa Ávalos y el equipo de Educación Infantil del Alcalá Venceslada especialmente sensibilizadas con el hecho a artístico, que han trabajado y trabajan a través del Arte, motivando e incentivando la creatividad en sus aulas con total naturalidad. De esta forma, su alumnado muestra un especial interés hacia las manifestaciones artísticas y tiene un bagaje muy superior al que nos podemos encontrar en otras aulas en las que el Arte no ocupa un papel tan importante. Ellas trabajan sin una formación artística específica, especialización, por otra parte, que no es necesaria, puesto que poseen suficientes recursos y estrategias para propiciar en su alumnado un acercamiento a los maestros de la pintura, para fomentar la creatividad y los valores a través del Arte, la estética, las técnicas, los materiales y lo más importante: el disfrute y el goce estético. Pero además… estas dos profesionales son capaces de dinamizar y de involucrar a sus compañeros y compañeras, que como ellas se impregnan de ilusión en el desarrollo y la recreación del Arte, participando activamente en todo lo planteado y aportando su experiencia docente en el desarrollo del proyecto.

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Experiencias educativas realizadas sobre un hilo conductor: la creatividad La experiencia en los centros resulto gratificante en todos los sentidos, ya que son varios los frentes involucrados: por una parte, las maestras y el alumnado de los propios centros; por otra, el alumnado de la Universidad de Jaén, de 2º de Magisterio, de la asignatura Desarrollo de la Expresión Plástica y su Didáctica. Para nuestros alumnos y alumnas de la Universidad de Jaén, este tipo de actividades son una ocasión única para comprobar, in situ, algo sobre lo que le venimos insistiendo desde el principio de la materia: la importancia de diseñar y desarrollar experiencias globalizadoras desde la expresión plástica y visual, para potenciar el desarrollo de la estimulación creativa en infantil. El discurso narrativo de la exposición, y de las obras que configuraron el proyecto didáctico es el siguiente: De la abstracción a la figuración a través del paisaje, en la pintura; y Del realismo del paisaje a la abstracción geométrica, en la fotografía. Por tanto, en la pintura abstracta que presento hay alusiones paisajísticas. Estos paisajes imaginarios o figurados, encierran en su interior todo tipo de elementos de forma sugerida, no desvelada: casas, arboledas, vallas, ríos, mares, puentes y castillos, están ahí, a veces sólo hay que encontrarlos. La exposición Espacios y transformación recopila una forma de creación plástica, un discurso narrativo en la obra pictórica y fotográfica que las conecta entre sí, a pesar de la distancia existente entre ambas técnicas. Por tanto, mi primera intención era que comprendieran el discurso narrativo de las obras que iban a ver y que iban a tener ocasión de trabajar e incluso, interpretar. Para ello un juego sería lo ideal ¿cómo podían lo más pequeños adentrarse en el mundo de la abstracción? Estaba claro, a través de la imaginación: Veo, veo

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y encuentro… Arte; o lo que es lo mismo: Si busco… encuentro. Fueron los títulos manejados para presentar la obra. Por lo que, como si estuvieran buscando en las nubes personajes, o escenarios, ellos y ellas buscaron dentro de los cuadros que se les iban presentando todo tipo objetos, de seres y de paisajes. Y… empezaron a encontrar dragones, serpientes, peces y una serie de especies animales de los que yo no había tenido constancia cuando realizaba las obras. Y, por qué no, que las obras les fuesen contando pequeñas historias. Cuando esta fase hubo acabado, pasamos a otra un poco más intimista: simplemente les propuse que las obras les hablasen, ahora sin buscar nada, se trataba de una invitación a la sugestión del color y la composición a través de la contemplación. Trabajar las gamas cromáticas y la geometrización de los espacios nos ayudaría a entender cómo han sido construidas y generadas las obras expuestas; nos ayudaría también a sintetizar las formas y a marcar las pautas para la realización de la obra que ellos debían de elaborar. Para la primera parte, en ambos centros educativos, explicamos previamente los esquemas de composición. Y para la segunda compusimos una amplia paleta cromática inspirada en las obras de las que partíamos. A partir de esta gama, ellos y ellas tendrían que manchar a base de gouche diferentes superficies, creando texturas y sin preocuparse por el motivo a representar, se trataba de sentir el color. Los más pequeños no tuvieron problema en manchar el papel y todo lo demás… sin aludir a la figuración, dejándose llevar por el goze que les suponía mancharse las manos de pintura y aplicarla libremente. Enseguida comprendieron el mensaje, vieron cómo de las mesas surgían tonalidades diferentes y cómo la producción era clasificada con esmero. El grupo de alumnos y alumnas de 10 años, prácticamente tampoco tuvieron problema para desvincularse de la figura y producir manchas de color, tremendamentre sugerentes y con una amplia riqueza cromática, conviertieron esta producción en una valiosa materia prima a partir de la cual intervenir para producir la obra. Sólo en algunos casos hubo que incidir en el hecho de que la figuración no era necesaria para realizar esta fase del proyecto. A partir de esta producción y clasificación, pudieron elegir las manchas y texturas más interesantes del trabajo que habían realizado para que pasasen a formar parte de la obra final y como si de un puzle se tratase analizaron lo espacios de la obra que iban a realizar y construyeron un collage, que sería la rica interpretación de la

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obra propueta, una obra colectiva realizada entre todos y todas bajo la dirección de nuestro alumnado de segundo de Magisterio. El resultado fueron dos obras en cada uno de los grupos en los que se realizó el proyecto; obras de indudable riqueza plástica y que superaron sobradamente nuestras espectativas, por lo que, con ello, los objetivos se habían cumplido. El análisis y la evaluación de la producción plástica, tanto en infantil como en primaria, pone de manifiesto en este proyecto la importancia de realizar actividades

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motivadoras en el aula para conseguir un mayor estímulo en el ámbito educativo, ya que tenemos perfecta conciencia sobre las múltiples ventajas que la enseñanza de las Artes Plásticas y la Cultura Visual, en general, ofrecen en la educación del alumnado: desarrollo de la conciencia creativa, de la capacidad de representación, de la capacidad de captación y de la capacidad de apreciación. Además, a través de la realización de proyectos artísticos de esta índole podemos mejorar la comprensión y reconocimiento de la diversidad cultural y la multiculturalidad, desarrollar el juicio crítico, los criterios estéticos y el juicio valorativo, enriqueciéndonos con las posibilidades que nos ofrece el trabajo en equipo, especialmente si trabajamos, como en esta ocasión, de forma cooperativa.

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currĂ­culum

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Carmen Montoro Exposiciones individuales: 2010 2009 2005 2005 2003 2001 2001 1997 1996 1994 1992 1991

Espacio y transformación. Universidad de Jaén A través de la mirada. Instituto Andaluz de la Mujer.. El sonido de las formas. Centro Cultural Joan Miró. Móstoles. Madrid. Sentir espacios. Diputación Provincial de Albacete. Sala de exposiciones Juan Valera. Ayuntamiento de Doña Mencía. Córdoba. Ritmos. Galería Jabalcuz. Jaén. Espacio y Materia. Galería Pau d`arara. Sitges (Barcelona). Naturaleza Interpretada. Ayuntamiento de Cárcheles. Formas, figuras y paisajes. U. P. M. de Jaén. Pintura. Ayuntamiento de Jódar. “Taller de artesanos”. Ayuntamiento de Jaén. Visiones del grabado. U.P.M. de Jaén.

Exposiciones colectivas: 2010 2009 2009 2008 2007 2007 2006 2006 2005 2005 2004 2004

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Sala Maestra. IES Fuentezuelas. Exposición Colectiva Premio Ollero. Diputación de Jaén. Exposición Mater. Universidad de Jaén. Sala Maestra. Arte y feminismo. Ayuntamiento de Jaén. Camisetas. Proyecto expositivo Universidad de Jaén. Museo Fausto Olivares. Atelier. Hurbache. Francia. Proyecto expositivo Universidad de Jaén. Colegio de Arquitectos. Jaén Exposición 8 x 8. Consejería de Educación. Itinerante Andalucía. Arad biennale. 1º BIENAL de arte de Arad . Rumanía. Ars latina. Terra dell’Arte. Italia. Ventipertrenta. Arte digital. Potenza. Italia. La experiencia de la pintura. Universidad de Jaén.


2004 2004 2004 2002

Campos de color. Caja Provincial de Jaén. Exposición arte digital. Potenza. Italia. Intervención escultórica Etnosur 2004. Alcalá la Real. Grabado. Exposición Experimenta. Antiguo Hospital de San Juan De Dios. Jaén. 2002 Museo Fausto Olivares. Atelier. Hurbache. Francia. 2002 Colectivo Arteaparte. Galería de Arte Aljaba. Jaén. 2002 Colectivo Arteaparte. Convento de Santa María. Plasencia. 2002 La Huella de la Conciencia. El Brocense. Diputación Provincial de Cáceres. 2001 Regalarte. Galería Jabalcuz, de Jaén. 2001 ESTAMPA. IX Edición de la Feria Internacional de Arte Gráfico. Madrid. 2000 Pintura. Sala IES Jabalcuz, de Jaén. 2000 Regalarte. Galería Jabalcuz, de Jaén. 2000 Aproximación a las Artes Plásticas jiennenses en el umbral del siglo XXI. Museo Provincial de Jaén. 2000 Arte y mujer. Diputación de Jaén. Itinerante de los fondos del Centro Andaluz de Arte Seriado. 2000 Sin techo. Centro Miguel Castillejo. Jaén. 2000 Sala de Exposiciones del Instituto de Estudios Jiennenses. Jaén. 1999 XIII Premio de Pintura Emilio Ollero. Jaén. 1998 Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Mancha Real. 1998 Obras seleccionadas en el XI Premio Nacional de Pintura Villa de Arjonilla. 1998 Obras seleccionadas en el Premio Nacional Rafael Zabaleta de Quesada. 1998 Proyecto Hombre. Centro Cultural Miguel Castillejo, Jaén. 1997 Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Mancha Real. 1997 IV Bienal de Pintura Luis Aldehuela, de Andújar. 1997 Sala de Exposiciones del Hospital de San Juan de Dios. Diputación Provincial de Jaén. 1996 Reinos. Universidad Popular Municipal de Jaén.

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1996 Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Mancha Real... 1995 Obras seleccionadas en el XVI Certamen Nacional de Pintura Ciudad de Martos. 1995 Color, figuras y texturas. Universidad Popular Municipal de Jaén. 1991 Sala de Exposiciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Jaén. 1991 Certamen Andaluz de Bellas Artes. Ateneo de Sevilla. 1990 Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Gandía. Valencia. 1987 Sala de Exposiciones del Colegio de Aparejadores de Granada. 1986 Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Alfáfar. 1986 Facultad de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, homenaje a Manuel Ferrand. Sevilla. Otros Ha creado, escrito, publicado, conferenciado, organizado talleres, Jornadas, eventos artísticos... En definitiva se ha movilizado, en la medida de sus posibilidades, por potenciar, difundir y fomentar el Arte en su entorno.

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Índice Presentación Manuel Parras Rosa................................................................................................................. 5 De la creación artística y sus complejidades. O el porqué de Carmen Montoro. M. Isabel Moreno Montoro...................................................................................................... 7 El mundo que nos rodea... a través de una cámara Carmen Montoro Cabrera........................................................................................................ 11

A través de la fotografía Paisajes mentales Ángel Cagigas.......................................................................................................................... 16 Catálogo de fotografía...................................................................................................... 19

A través de la pintura El espacio imaginado Carmen Conti Jiménez............................................................................................................. 74 Catálogo de pintura.......................................................................................................... 77 De la fotografía reverencial de la naturaleza a la pureza de la pintura abstracta Gabriel Ureña Portero ............................................................................................................ 109

La transformación del espacio escolar a partir del arte. Una propuesta didáctica desde Espacio y transformación Comprender el arte para la construcción social Alfonso Ramírez Contreras...................................................................................................... 115 Desarrollo didáctico de actividades artísticas en las aulas Carmen Montoro Cabrera........................................................................................................ 119 Currículum.......................................................................................................................... 136

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