Proyecto "Natural de Jaén" - Camen Linares by secacult_uja

Carmen Linares

Proyecto Natural de JaĂŠn

Carmen Linares

Universidad de JaĂŠn

EDICIÓN: Servicio de Publicaciones, 2011. Universidad de Jaén Colección “Natural de Jaén” - Fundaciones Culturales, Universidad de Jaén EDITOR COORDINADOR: José Ángel Marín Gámez TEXTOS: Manuel Parras Rosa Juan Fernández Gutiérrez José Luis Ortiz Nuevo Antonio Garrido Gámez TRANSCRIPCIÓN ENTREVISTA: Ana Tirado de la Chica José Ángel Marín Gámez IMAGEN PORTADA Y GUARDAS: Carme Riera, “Ojo Ciudadano” (2005) Acrílico sobre tela, 58x44 cm. Imagen tomada de la exposición “La invasión de la poesía”, Universidad de Jaén, del 29 de enero al 22 de febrero de 2009 ENTREVISTA: Antonio Garrido FOTOGRAFÍAS ENTREVISTA: Miguel Espín Pacheco DISEÑO: José Ángel Marín Gámez IMPRESIÓN: Gráﬁcas La Paz de Torredonjimeno, S. L. Depósito legal: J-2495-2011

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El Proyecto ‘Natural de Jaén’ es ya un hecho que rueda con el objetivo, en primer término, de efectuar desde la Universidad el reconocimiento de personas destacadas por su trayectoria en alguno de los ámbitos del conocimiento o de las artes. Reconocimiento institucional que no es un ﬁn en sí mismo, sino la consecuencia del esfuerzo sostenido y el trabajo continuado que en este caso obtiene su recompensa en forma de gratitud académica. No en vano una de las virtudes del buen uso de los reconocimientos reside en que pueden ser una valiosa herramienta estratégica dentro de las organizaciones. Quizá no se descubra nada, pero creo que conviene recordar la utilidad social de la cultura del reconocimiento como un indicador del avance colectivo a través de la observación cientíﬁca del devenir individual. Así lo hemos considerado al ofrecer un referente profesional y vital como el que hoy reseñamos en la persona de Carmen Linares. Cantaora de prestigio internacional que merece la atención

no sólo de nuestros oídos. Atendiendo a su fructífera trayectoria artística no parece una quimera que la evolución personal sea al mismo tiempo una cualidad que nos permite madurar y nos hace día a día mejores. Observándola el derrotismo se ausenta. De manera que son muchas las cosas que pueden cambiar al apreciar como una semejante nuestra, Carmen Linares, que pertenece a la misma comunidad provincial, armada de tesón y ahínco ha conocido también las mieles del éxito tranquilo y la admiración ciudadana. Esa admiración que sirve a muchos de referencia y que todavía seguirá dando frutos. El Rectorado de la Universidad de Jaén impulsa con Carmen Linares el Proyecto ‘Natural de Jaén’, y concreta en ella el compromiso decidido que la Universidad tiene con nuestra provincia y con su desarrollo integral. Hoy el Proyecto ‘Natural de Jaén’, es una realidad que ya adquirió en su día la cualidad de Marca Nacional, y que hoy distingue honrosamente a la cantaora de to-

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dos conocida que nació aquí mismo, en Linares. Artista que ha conquistado por méritos propios, un lugar destacado en el mundo del flamenco, habiéndose convertido en una de las artistas más reclamadas y con más proyección internacional del cante actual. De todo ello es expresión su rigurosa obra discográfica y la multitud de galardones que ha recibido. En efecto, Carmen Linares es un pilar fundamental del cante vigente que bebe de la tradición secular, que se renueva y nutre con la mejor lírica que brota de nuestros más hondos poetas. También es Carmen Linares quien ha sabido transmitir y optimizar mediante su impronta la herencia de un legado femenino que entronca con los mismos orígenes del arte jondo. Carmen Linares ahonda, traslada, investiga y desde luego aporta nuevas sendas cuando canta. Su contribución al flamenco -que ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad- es notoria por su particular acento, por su voz cromática y por su intensidad interpretativa. Carmen Linares determina la puesta al día de un legado musical y literario de primera magnitud. En el proyecto “Natural de Jaén” contamos con el patrocinio de la empresa Gráficas La Paz de Torredonjimeno, con cuyo apoyo decidido, la Universidad quiere reconocer y distinguir a distintas personas nacidas o vinculadas a Jaén y su provincia. Se trata, pues, de un reconocimiento desde el ámbito universitario aunque con alcan-

ce general, con particular atención a la raíz local del que provienen los homenajeados. Todos ellos, jiennenses de acreditada trayectoria profesional que por su proyección pública dentro o fuera de nuestras fronteras han desplegado y desarrollan una labor merecedora de distinción en el campo cientíﬁco, artístico, cultural o técnico. Los reconocimientos proyectados tendrán un efecto tangible y una repercusión en la sociedad de Jaén mediante una serie de actuaciones concretas que dejarán constancia de los mismos para todos los jiennenses y para las generaciones futuras. Así se realizarán las respectivas entrevistas concéntricas en las que se abordará en profundidad la personalidad y trayectoria del protagonista. En la presente obra documental se ofrece junto con la publicación un audiovisual que contiene una entrevista en profundidad con Carmen Linares. Creo que el proyecto ‘Natural de Jaén’ puede contribuir a dejar atrás viejas rémoras que todos tenemos en mente y que tanto han pesado sobre nuestra tierra. Con el Proyecto ‘Natural de Jaén’ los argumentos sombríos y agoreros se neutralizan y pasan a ser mera crónica.

Manuel Parras Rosa Rector de la Universidad de Jaén

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Linares es cuna de artistas, a través de la historia hombres y mujeres de nuestra ciudad han llegado a lo más alto en sus respectivas modalidades, el mundo ha reconocido su arte y con ellos y ellas el nombre de Linares ha estado presente en los cinco continentes. Aunque hayan sido muchos, sin embargo una mujer destaca por los múltiples reconocimientos que por su arte ha recibido, una artista cuyo nombre incorpora el de su ciudad natal, Linares. A pesar de lo mucho que podamos destacar de la carrera de Carmen Linares, en estas líneas quisiera destacar sobre todo el reconocimiento de los linarenses ya que dicen que lo más difícil es ser profeta en tierra propia, lo cual en el caso de Carmen Linares podemos decir que no se cumple. Carmen es una linarense no sólo querida por su humanidad y la cercanía que transmite sino también por el reconocimiento de todos a su trabajo. Las aﬁrmaciones y alabanzas sobre Carmen vienen abaladas por las muchas ocasiones en que la ciudad de Linares le ha pedido su presencia en actos y eventos y para las cuales Carmen siempre ha mostrado su disposición, por ello nuestra artista ha sido pregonera de eventos, incluida la Feria, ha asesorado y orientado en temas culturales, es ﬁgura de referencia en nuestro Certa-

men Nacional de Tarantas y han sido muchas las ocasiones en las que Carmen ha sido nuestra embajadora, prestando su imagen y prestigio para fomentar la imagen de Linares. Si decíamos que Carmen Linares es una artista de las más reconocidas de Andalucía, una linarenses reconocida en su ciudad y querida por los linarenses así comprenderemos que al hablar de Cante en Linares la referencia obligada sea nuestra Carmen, por ello el reconocimiento del mundo local del flamenco con la peña flamenca que lleva su nombre, una de las peñas más activas de la localidad, por las múltiples muestras de afecto vertidas a través de invitaciones a participar en actos ciudadanos organizados por asociaciones y colectivos y sobre todo tenemos que destacar y agradecer la disposición de Carmen para orientar y engrandecer con su imagen el museo de interpretación de la ciudad de Linares el cual inauguramos recientemente en el rehabilitado edificio del antiguo Pósito contando con su presencia. Por todo quiero transmitir el orgullo que para todo Linares supone este reconocimiento a nuestra artista así como sumarnos al mismo para que Carmen Linares sepa que su pueblo está con ella. Juan Fernández Gutiérrez Alcalde de Linares

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Entrevista realizada por Antonio Garrido

Antonio Garrido (AG): ¿Cómo se lleva más de 40 años en el cante y todos los actos del programa ﬂamenco?

pero siempre desde esa perspectiva. Yo siempre todo lo llevo al terreno del ﬂamenco. A mí “cantaora” me gusta mucho.

Carmen Linares (CL): Yo lo llevo de una manera muy natural porque llevo cantando muchísimos años y para mí el ﬂamenco forma parte de mi vida y lo tengo siempre presente. Prácticamente desde los siete u ocho años, que yo recuerde, estoy cantando de una manera natural.

AG: Es lo más que le pueden decir…

AG: Hay ua disco muy característico suyo que se llama Cantaoras y parece que en su caso es mucho más que una profesión. ¿Le gusta que le llamen así, simplemente cantaora? ¿Cree que le define? CL: Sí. Para mí “cantaora” es lo que me define porque yo soy cantaora de flamenco. Lo que pasa es que la vida va evolucionando y tú vas incorporando al flamenco cosas nuevas,

CL: Sí, yo soy cantaora, soy artista y hago otras cosas. Pero, como digo, siempre desde la perspectiva del flamenco. De ahí no me salgo. AG: ¿Qué se siente siendo “una grande”, una persona que ha hecho mucho por el flamenco y que seguramente va a pasar a la Historia por lo mucho que ha hecho por él? CL: He dedicado mi vida al flamenco, eso es verdad. He tenido una dedicación plena. Pero yo creo que también a mí el flamenco me lo ha devuelto con creces. AG: La vocación por el arte flamenco en su caso creo que fue muy temprana. Me pare-

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ce que su padre era guitarrista aficionado y eso pudo llamarle en su momento la atención. Exactamente, ¿cómo lo recuerda ahora y qué experimenta al volver atrás con la memoria en esos primeros pasos de esa larga y fructífera carrera? CL: Sí, mi padre ha sido una persona definitiva en mi iniciación al flamenco porque él tocaba la guitarra, como tú has dicho, tocaba la guitarra como aficionado y, claro, cuando en una casa hay un instrumento, siempre hay un motivo para sacar la guitarra y ponerse a cantar. Esos recuerdos de niña. Yo ya sabía qué tono cantaba y ese tipo de cosas que si no tienes un instrumento al lado… Estoy muy acostumbrada a cantar con una guitarra y eso me ayudó luego mucho, a parte del apoyo personal porque mi padre estaba muy contento de que su hija cantara y que fuera artista y siempre me decía: “Dios te ha dado unos dones, tienes que aprovecharlos y tener tu vida en eso”.

en la radio, en “Radio Linares”, con Emilio Gijón y Esteban Covarrubias, Antoñita también. Eso lo considero yo un poco la primera vez que dices: “no estoy en mi casa cantando ni en el colegio”. Pero luego sí me acuerdo muy bien de la primera vez que yo canté en el Teatro Alcalá de Madrid, que gané un concurso en la radio, en “Radio Madrid” y ese día fue cuando yo me encontré con ese escenario grande. Aunque ya había cantado en algún escenario, pero en sitios más chiquititos. En “Radio Madrid” debía yo de tener trece o catorce años. AG: Ese debió ser el debut en serio… CL: Sí, en serio, porque fue la ﬁnal del concurso en la radio. AG: Y su primer premio, digamos, de la carrera…

AG: ¿Se acuerda de la primera vez que vio un escenario? Esas cosas no se olvidan…

CL: Sí, sí, un premio de ﬂamenco. Estaba “Flor de Córdoba”, me acuerdo, también tuvieron un premio “Los Mismos” que era un conjunto de canción moderna. Luego ya mi primer premio también importante fue en Cabra, en Córdoba, en el certamen “Cayetano Muriel” que también era muy jovencita y pasé unos nervios horrorosos.

CL: No, no se olvidan. La primera vez que para mí, yo consideraba que era un escenario fue

AG: Después hablaremos de premios porque premios ha habido y muchos. Le que-

Los recuerdos que tengo son imborrables… En Linares, en las navidades, mi padre con la guitarra, mis primos cantando, siempre la música estaba ahí presente.

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ría preguntar: ¿quiénes han sido y son para usted los más grandes del cante? ¿A quién ha admirado y admira? Y sobre todo, ¿de quiénes ha bebido o gusta beber a la hora de cantar? CL: Cantaores importantes ha habido muchos y de los que he aprendido mucho: por ejemplo, artistas que yo no he conocido como han sido Don Antonio Chacón, es un pilar en el flamenco, y “La Niña los Peines”. Lógicamente les he escuchado mucho y he aprendido mucho de ellos. Artista que yo he conocido: pues también Antonio Mairena, “Caracol”, “La Perla de Cádiz”, Juan Varea, Rafael Romero. Son gente con los que yo he tenido así más contacto y he aprendido mucho de ellos. Y “Fosforito” ha sido mi ídolo cuando yo empezaba. Artista, digamos, de mi generación: “Camarón de la Isla”, Enrique Morente, “Pepe el de la Matrona” ha sido un artista muy sabio y del que he aprendido mucho también. Como he tenido una gran afición, porque yo soy artista vocacional totalmente, no me he limitado a escuchar solamente una forma de cantar, y creo que es muy importante además para un artista a la hora de luego crear tu propia personalidad, tener mucha música en la cabeza y tener muchas formas diferentes de afrontar el flamenco. Que luego todo eso se

queda ahí y te sirve para desarrollarte como artista y para crear tu propia forma. AG: Sí, porque efectivamente en su caso ha sido una profesional contraria a la imitación o por lo menos que ha explorado otros caminos nuevos, ha creado su propio estilo, que es el estilo de “Carmen Linares”, y además lo ha hecho con un sentido de la innovación y con una gran valentía también, hay que decirlo, para interpretar el flamenco de un modo personal y distinto. ¿Esto le ha dado muchas satisfacciones? ¿Se ha sentido recompensada por el respeto y la admiración de los aficionados cuando ha hecho esto tan importante para el flamenco? CL: Por supuesto que a mí la afición siempre me ha respondido. Yo creo que la gente sabe cuando un artista se toma en serio su profesión, cuando un artista ama el flamenco de esa manera y eso siempre te lo agradece. Lógicamente cuando uno empieza, pues siempre imitas, es lógico, imitas a un artista que a ti te guste mucho. Eso es normal. Pero luego, como te decía antes, hay que intentar… Si no, no es auténtico. Yo creo que cuando un artista está imitando no está siendo él. Y lo ideal y lo lógico es que tú cantes a tu forma, aportando tus cosas y tu forma de sentir, tus tonos, digamos todo lo que tú has recibido. Eso luego se transmite y yo creo que eso es lo importante.

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A mí, sí que me lo ha agradecido mucho la aﬁción. Yo estoy muy contenta de cómo me ha tratado siempre. AG: ¿Desde cuándo la linarense Carmen Pacheco Rodríguez es “Carmen Linares”? ¿Y cuál fue la razón de incorporar en el nombre artístico el nombre de la ciudad natal? CL: Siempre lo digo y lo digo con mucho orgullo que a mí el nombre artístico de “Carmen Linares” me lo puso Juanito Valderrama y estoy muy orgullosa de llevar el nombre de mi pueblo por todo el mundo. Estoy muy contenta porque me lo puso un gran artista que es Juanito Valderrama, artista de nuestra tierra. Fue de una manera casual y además de una forma muy simpática. Estábamos en el Teatro Calderón, en el bar de en frente, en el bar “Calderón”. Estábamos con “Fosforito” y otra serie de artistas. Yo iba a hacer una gira con “Fosforito” en su compañía, una gira por Francia. Estaban Carmen Pacheco… -Y dijo el representante: “Yo creo que podrías cambiarte el nombre”. -Y dice Juanito Valderrama: “Nena, ¿tú de dónde eres?” -Digo [Carmen Linares]: “De Linares”. -Dice [Juanito Valderrama]: “Pues ya está, Carmen Linares”.

-Y todo el mundo: “Bueno, pero cómo no se nos había ocurrido antes”. Y, claro, se le ocurrió a Juan Valderrama que era una artista genial y además una persona muy ingeniosa, de la que he aprendido mucho también porque era un gran conversador, con una memoria fantástica, con una aﬁción al cante y con unos conocimientos increíbles. AG: Eso le iba a preguntar: ¿qué le dicen los nombres de Juan Valderrama y de “Fosforito” que parecen que son especialmente sonados? CL: Son dos maestros para mí, cada uno en su estilo, pero son dos maestros de los que he aprendido muchísimo y además artistas con mucha personalidad. AG: Y vuelvo a decirle Enrique Morente, por desgracia ya desaparecido. CL: Enrique para mí es un maestro y además un artista genial. Ha abierto muchos caminos en el ﬂamenco. Personalmente he sentido muchísimo su desaparición porque era un gran amigo y un gran compañero. AG: Usted ha hecho Remembranzas, que lo que ha hecho es recopilar un poco toda su historia. ¿Qué se siente al contemplar en conjunto una vida artística que ha sido tan plena, tan llena, tan activa y tan entregada?

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¿Y qué ha pretendido en deﬁnitiva con esas Remembranzas?

rrido. Y ahora hemos sacado un disco estupendo del que estamos muy contentos.

CL: Remembranzas surgió porque el Teatro de La Maestranza me ofreció hacer un concierto un poco a toda una vida, a toda una carrera y le pusimos ese nombre, ese título, Remembranzas, que es un título de un poema de Juan Ramón Jiménez que yo había hecho un par de años antes en el disco de Raíces en homenaje a Juan Ramón. Nos gustó mucho ese título porque reﬂejaba lo que yo quería hacer en el Teatro que era hacer una recopilación, digamos, lo más importante de mi carrera porque llevo tanto tiempo, he hecho tantas cosas, que era imposible recorrer todo. Entonces hice una selección e hicimos el concierto en el Teatro de La Maestranza donde había artistas invitados como Miguel Poveda, que es un artista al que yo quiero mucho y que hemos trabajado muchas veces juntos; Javier Barón, Juan Carlos Romero; artistas como Paco Cortés, Miguel Ángel Cortés… Artistas que hemos trabajado mucho.

AG: ¿Con qué palo se ha sentido más cómoda, usted que lo ha tocado todo y además lo ha tocado con tanta dignidad?

Hicimos un concierto que fue muy bonito. Y tuvimos el acierto de grabarlo, dejarlo grabado para tener un recuerdo. Pero salió tan bien, fue tan emotivo, que luego hicimos un disco que hemos sacado, el último disco, que se llama Remembranzas y es de ese concierto que era tan emblemático para mí, hacer ese reco-

CL: Cómoda yo me siento cuando estoy bien, se produce esa conexión con el público… Me siento cómoda en cualquier estilo porque todo me gusta. Lo que pasa es que siempre hay uno que te… A mí por ejemplo, el cante por soleá y el cante por tarantas. Siempre, en casi todos los recitales, está la taranta presente y está el cante por soleá, y el cante por seguidilla también. Pero te vuelvo a repetir que también depende mucho del estado de ánimo en el que estás en ese momento. Te puede apetecer hacer un cante más festero. Pero yo creo que cada estilo tiene su personalidad y tiene su forma. Creo que son bellísimos todos y todos tienen mucha calidad. AG: Porque usted tiene eso del ﬂamenco que se llama “duende”, y por eso está arriba tanto tiempo y todo hace indicar que no se va a jubilar. ¿A qué le achaca esta permanencia tan importante y tan activa? CL: [risas] Te contestaré a la primera pregunta. El duende, que le llamamos “duende”, para mí es un poco cuando se consigue esa conexión

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entre el artista y el público, se produce lo que yo creo que es “el duende”. Con el público o si estás en una fiesta. Que la gente vibre contigo. Eso para mí es el duende. Eso se produce o no se produce. Creo que eso es muy importante para un artista y al final es lo que perseguimos todos. Perseguimos que cuando estás en una actuación se produzca ese duende y la gente se vaya a su casa con esa… Ha recibido eso que tú quieres y que te hace sentir mejor y te hace que el artista, lo que quiere transmitirte, te ha llegado a ti y a veces no se consigue. Entonces para mí el duende creo que en el arte es muy importante. La otra pregunta, si iba a continuar. Mientras yo tenga cosas que decir, mientras consiga esa conexión, y mientras el público me quiera, y yo esté bien, y la Naturaleza me dé salud y Dios me dé las fuerzas, creo que seguiré cantando porque para mí el flamenco es una profesión, pero yo necesito el flamenco, necesito la música para sentirme bien y para vaciarme. Cuando terminas una actuación y ha ido todo bien, te sientes tan bien de salud como si hubieras echado todo lo que tienes, todo lo bueno. Y si tienes algo negativo, pues también lo echas afuera. Es muy importante para mí continuar con mi profesión. A lo mejor tienes que bajar un poco

el ritmo pero me aporta tantas cosas buenas, la música y el flamenco… AG: Que hay que seguir… CL: Que hay que seguir, de momento. AG: ¿Cuál cree, pese a la humildad que sin duda le caracteriza, que ha sido la principal aportación que ha hecho al cante flamenco dada su labor creativa e investigadora, valiente y decidida, como hemos dicho antes, y siempre abierta a caminos nuevos? CL: Es difícil que yo misma te diga… Yo creo que le he aportado al flamenco que he intentado llevarlo siempre a lo más alto posible. Esa grandeza del cante, intentar que no se pierda, intentar ser una buena profesional, intentar saber todo lo más posible, investigar lo más posible en este arte para poder darle lo mejor. Creo que cuando un artista está preparado y conoce muy bien lo que está haciendo, conoce muy bien su profesión, investiga. Yo creo que eso es muy importante para el arte que está representando. Yo siempre he tratado de llevarlo lo más alto posible, de ser lo más profesional y de que el flamenco se tomara en serio. Llevarlo con la mayor dignidad y con la mayor grandeza. Para mí creo que el flamenco se merece eso y todo lo que podamos darle. Lo máximo.

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AG: A lo largo de su carrera, como decíamos antes, ha recibido una decena de premios, son muchos y muy importantes, pero permita que nos quedemos con uno de los últimos o el último, el Premio de la Música a Toda una Vida, que la han premiado además, textualmente, “por su maestría, su valentía profesional y su calidad de referente de la condición femenina del flamenco”. ¿De qué premio se siente más agradecida? ¿Y qué han sido los premios para su carrera, tantos premios? CL: Agradecida estoy de todos los premios porque para mí un premio significa un reconocimiento a lo que tú estás haciendo. Pero, claro, todo depende del momento también. Para mí, el primer premio que me dieron en “Radio Madrid” fue importantísimo y lo recuerdo con un cariño… Tengo guardado el Premio de Cayetano Muriel, que era muy joven y significó para mí tanto. Pero, claro, la vida va pasando y cada premio tiene su momento. Éste, por ejemplo, el último que me han dado, el de los Premios de la Música, me hizo muchísima ilusión por los motivos que decían que me lo daban y porque significaba, no a toda una vida, pero un poco sí, aunque yo quiera seguir trabajando y quiera seguir cantando. Y sobre todo que me lo daban mis propios compañeros, la gente del mundo de la Música. Fue

muy importante y muy emocionante cuando recogí ese premio. Lo que pasa es que luego, claro, hay premios que han significado mucho para mí como por ejemplo el Premio Nacional de la Música. Por primera vez dije: “han puesto mi nombre”. Cuando yo vi todos los artistas que estaban nominados -gente del mundo de la lírica-, me pareció muy importante que el flamenco estuviera ahí, en esa mesa. Qué bien. Y la Medalla de oro a las Bellas Artes que me la entregó Su Majestad el Rey. Son premios que se salen un poco del ámbito del flamenco. El flamenco es tan importante para mí y cualquier premio de flamenco yo lo acojo con muchísima ilusión. Pero me di cuenta que para el flamenco, no ya a parte para mí, para el flamenco era muy importante que estuvieran ahí artistas -que luego por supuesto hay más artistas de flamenco que lo tienen-, pero por lo que eso significa. Estar ahí en una mesa si quieres, en una mesa “compitiendo”, en el buen sentido de la palabra, compitiendo con otras músicas muy, muy importantes. Eso me demuestra que el flamenco es una de las músicas más importantes para mí que hay en el mundo, más buenas y de más calidad. AG: Una de sus grandes aportaciones ha sido elevar el flamenco a la poesía o la poesía al flamenco, casos de Miguel Hernán-

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dez, Juan Ramón, Lorca, y además lo sigue haciendo también con otros autores. ¿Qué ha pretendido con esta rica experiencia además de ser, imagino, un reto profesional? CL: Tener esos grandes poetas ahí y tener ocasión de poder cantar sus poemas, me parece que es una ocasión que no se puede desaprovechar. Creo que para el flamenco es muy importante incorporar esa poesía a nuestra música. Y creo que también para esos poetas, el que halla gente que vea, por ejemplo, la poesía de Juan Ramón Jiménez. Yo no sé de nadie, a lo mejor ha habido otros artistas que lo han hecho, pero que yo sepa era la primera vez que se cantaba, que alguien de flamenco ponía música a los poemas de Juan Ramón Jiménez, ese gran poeta andaluz. Creo que es muy importante esa unión y que el flamenco se enriquece con esos grandes autores como Lorca, como Juan Ramón, Miguel Hernández. Creo que es importante para la poesía y para la música flamenca porque en definitiva el cante es poesía y música. Entonces cuanto mejor sean los poemas y si se incorporan músicas nuevas, porque hay poemas que no tienen la métrica del flamenco y hay que hacer una música especial para ese poema. Eso siempre son aportaciones y que enriquecen muchísimo el arte.

AG: Y parece que hay que interpretar que le gusta la poesía especialmente, ¿no? CL: Sí, claro, aunque en flamenco yo siempre había hecho letras populares cuando empezaba, pues las letras populares son las que se hacen en el flamenco. Y la letra popular es extraordinaria porque son las vivencias de toda una generación y vivencias de gente que lo ha experimentado en su propia vida y en sus carnes. Y hay letras populares que son insuperables. Pero tener este descubrimiento de otros poetas que sí que se sabe quiénes han sido y además muy emocionante para mí pensar que esto lo ha escrito Lorca o lo ha escrito José Ángel Valente, y sabemos la vida de estos poetas. Es muy emocionante. AG: Permítame que aluda también ahora a su antología La Mujer en el Cante que me parece, como tantos otros, uno de sus trabajos más relevantes porque usted apostaba claramente por el papel de la mujer en la creatividad del flamenco. ¿Se puede decir que ha sido uno de sus trabajos más queridos? CL: Ha sido un trabajo muy importante en mi carrera porque sin yo pretenderlo, porque tampoco quería yo hacer un homenaje o hacer un acto de feminismo, no pretendía eso, pero

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luego resultó que ahí salió un reconocimiento a toda una labor, a toda una vida dedicada al flamenco de las mujeres. Fue un reconocimiento a la aportación que han hecho las mujeres en el flamenco. Empieza a unir y sale ahí una antología, que podía quizás haberla hecho un poquito más larga, pero ya salieron dos CD y ahí se ve la importancia que han tenido las mujeres en la creación en el flamenco y en la recreación también, porque ha habido cantes que, aunque no lo hayan creado ellas, se han conocido gracias a ellas y pese a que siempre la mujer, aunque ya esto está un poco manido, lo de que la mujer ha tenido más problemas a la hora de ejercer sus profesiones, pero es verdad. Siempre, en esa época, la mujer tenía menos acceso a todo lo que fuera el arte porque no estaba bien visto. Pues a pesar de eso, se ha visto la gran aportación que han tenido las mujeres. Entonces pienso que en mi carrera ha habido un antes y un después de la antología. Después de esa antología, ha habido mucha gente que me ha dicho: “Carmen, ése ha sido tu gran trabajo y tu aportación muy importante al flamenco”. Luego he hecho otras cosas y he intentado hacer cosas diferentes pero eso está ahí, muy presente, y yo creo que ha sido uno de mis mejores trabajos que yo he hecho.

AG: Le han llegado a comparar con “La Niña de los Peines”. Antes hacía referencia a “La Niña de los Peines” cuando hablábamos en general de los artistas. ¿Le alaga que la comparen con otra grande de la Historia del Flamenco? CL: Claro que sí. Para mí es un honor porque Pastora ha sido la cantaora más grande que ha tenido el flamenco. Yo la he admirado como cantaora y como artista que se ha dedicado de lleno al cante, y que ha llevado el cante por bandera, y que se ha dedicado a su profesión, ha sido una gran profesional. Para mí es un honor que me comparen con ella aunque nuestras carreras han sido totalmente diferentes por el tiempo que nos separa. Pero para mí es una artista incomparable y estoy muy orgullosa de que sea una mujer y de que sea esa gran cantaora. AG: ¿Está el flamenco en un buen momento o está siendo devorado por esta crisis? CL: Yo creo que el flamenco no se escapa a la crisis, que no se escapa nadie. Quizás nosotros lo hemos notado más porque el flamenco nunca ha tenido el apoyo institucional que han tenido otros géneros musicales. Entonces al haber crisis, lógicamente, hay más crisis para los que menos tienen. Y es una pena porque

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eso va a afectar a los artistas jóvenes que están incorporándose y, si nosotros lo tenemos mal, imagínate la gente que está incorporándose al flamenco. El flamenco ya de siempre ha necesitado más apoyo institucional y ahora pues todavía más, claro, porque se le ha recortado muchísimo. No sé qué vamos a hacer. Tendremos que dar rienda suelta a la imaginación e intentar hacer otras cosas. AG: ¿Qué prefiere Carmen Linares la serenidad de un teatro o el ambiente tan singular y tan especial de los tablaos o las peñas? ¿O se encuentra cómoda en todos los escenarios? CL: Es totalmente diferente, actuar en un teatro o actuar en una peña donde estás con amigos. Son dos cosas totalmente distintas, aunque la finalidad sea la misma y yo me entrego lo mismo cantando con mis amigos y cantando en una peña que cantando en un teatro. Pero a mí personalmente lo que me gusta es el teatro porque en un teatro se dan todas las condiciones para poder cantar, para poder desarrollar un espectáculo: tiene unas buenas luces, un buen sonido, la gente va y paga su entrada y está pendiente de ti, sabe lo que va a ver. En un tablao, por ejemplo, la gente va a cenar, aunque yo he trabajado en tablao y he apren-

dido muchísimo en un tablao, pero la atención que tú tienes del público no es la misma que en un teatro. Salvo, por ejemplo, cuando yo trabajaba en tablao, había un primer pase para gente que estaba cenando y luego había un pase que era para los verdaderamente aficionados que eso ya se producía a las dos de la mañana. Ya se había ido todo el turismo y ahora llegaban… AG: Los cabales. CL: Los cabales, claro. Yo trabajaba en “Chinitas” y me acuerdo de gente: “vamos a escuchar a Enrique Morente”–que estaba trabajando ahí–, “o a Juan Varea” –que estuvo también una temporada en “Chinitas”–. Ahí estaban los verdaderamente aficionados y eso también era grandioso y era muy emocionante. Pero en líneas generales en un teatro es donde un artista está bien, llevas tu gente y es donde se producen los grandes espectáculos y los buenos conciertos. Aunque es muy agradable estar cantando entre amigos. Eso es otra cosa diferente también. AG: Porque usted, en definitiva, lo que tiene con el flamenco es una desbordante pasión, ¿o me equivoco? CL: No, no te equivocas en absoluto. Yo creo que para dedicarte a esta profesión tienes que

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tener mucha pasión, mucha afición y que esto forme parte de tu vida. El flamenco es muy difícil. El flamenco es un arte muy difícil. Se tienen que dar muchas condiciones para que se produzca lo que hablábamos antes del duende. Se tienen que dar muchas condiciones y no siempre se consigue. Entonces lo que perseguimos nosotros es que se produzca eso. Muchas veces no se produce pero un artista tiene que tener un nivel y decir: “de ese nivel no puedo bajar”. Si ya lo subes, estupendo. Entonces tienes que tener una gran pasión como tú has dicho. AG: Y hablando de niveles, ¿en qué está trabajando ahora? Porque es imposible pensar que no esté pensando, que no le esté rondando alguna idea para seguir dejando huella en el cante. CL: Ahora lo último que hemos estrenado es un espectáculo que se llama Oasis abierto que está dedicado a ese gran poeta, Miguel Hernández. Estoy muy contenta de ese espectáculo. Ya lo hemos estrenado en Alicante, lo hicimos en Linares donde Jaén tuvo una aportación importante para poder hacer ese espectáculo allí y se lo agradezco muchísimo. Lo hemos hecho en Madrid dos veces, en el Teatro Español y en el Teatro Price, vamos a hacerlo en León y estamos intentando hacer una gira fuera de España también.

Estoy muy contenta porque es un espectáculo donde hay un abanico muy amplio de colores, de colores musicales, donde se toca el ﬂamenco, el cante jondo y también hago cuatro temas, cuatro poemas que los hago a piano que son de Luis Pastor y ahí tengo otro color de voz y otra forma de interpretar. Cuento con artistas importantes: viene “Tomasito” con nosotros que es quien le da ese punto rap para la gente joven porque Miguel Hernández era un poeta muy vital. Murió muy joven y, aunque siempre se le asocia a la muerte, a la tristeza, él era un poeta muy vital. Aunque hay poemas que abordamos donde tocamos lógicamente el gran compromiso que él tenía con la sociedad y con el tiempo que le tocó vivir, pero es un espectáculo donde hay momentos tristes y momentos que nos acordamos de ese compromiso que él tenía, pero también de esa alegría de vivir. Creo que hemos conseguido hacer un buen espectáculo y un buen concierto. También estoy trabajando y alternando ese otro espectáculo que se llama Ensayo ﬂamenco donde hago también un recorrido por todos los poetas que yo he cantado: mis canciones populares de García Lorca, Juan Ramón Jiménez, algo de Miguel Hernández también. Y también Remembranzas. Estamos en esos tres espectáculos ahora.

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AG: Vamos a hacer un pequeño paréntesis para hablar de la vida en general. ¿Cómo ve Carmen Linares a la sociedad española? ¿Qué problemas le inquietan y qué problemas le preocupan de lo que está pasando ahora mismo? CL: Ahora mismo el gran problema que tenemos nosotros, y yo creo que es un tema mundial casi, es la crisis que estamos atravesando. Y me preocupa muchísimo la juventud, muchísimo. Nosotros ya un poco hemos hecho casi todo lo que teníamos que hacer, aunque seamos vitales y continuemos trabajando. Pero el gran problema para mí es el paro y la juventud. Una juventud que está preparada, con ilusión y por la ambición y las malas gestiones que se han hecho, las ambiciones personales, el querer ganas más, los bancos y todo, todo. Le hemos dejado una España a la gente joven que me preocupa muchísimo. Tengo hijos jóvenes y amigos y conozco a mucha gente. Toda la juventud que yo creo que es la que mejor preparada ha estado en muchísimos años y la que más difícil lo tiene y la que se tiene que ir fuera y tiene que estar ahora emigrando a otros países. Eso es muy triste. Muy triste. Eso me preocupa muchísimo. AG: Usted ha viajado por todo el mundo y ha llevado “España” a muchos escenarios,

¿qué es lo que se le ha quedado como balance de esa trayectoria tan internacional, tan completa, y suponemos que al mismo tiempo tan atractiva, porque debe de ser una vivencia muy interesante? CL: He aprendido muchas cosas. Se aprende mucho viajando y viendo cómo vive otra gente. Nos sirve para no estar mirándonos siempre nuestro ombligo. No te puedo decir exactamente lo que me ha aportado, pero yo interiormente lo siento. He aprendido muchas cosas, otras formas de vivir. Te sirve para ser también más solidaria, ver cómo viven otras personas. La suerte que tenemos con todo lo que tenemos nosotros aquí, aunque ahora estemos también en crisis, pero siempre te sirve para valorar mucho más lo que tienes y valorar tu país, también. Porque a pesar de haber viajado tanto siempre, cuando he vuelto a mi país, digo: “Ay, cómo me gusta España, qué bien que estoy aquí, cómo quiero a mi tierra”. AG: ¿Qué suele hacer un artista de su talla cuando no está cantando o no está pensando en ﬂamenco? CL: Lo tienes ahí siempre. A mí gusta, cuando no estoy en el ﬂamenco, pues hago muchas cosas: desde salir a pasear, ir a un cine, estar con amigos, cocinar en la casa y que vengan mis amigos a la casa, estar con mis hijos que me

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encanta estar con ellos. Muchas cosas. Eso: pasear, ir al cine, al teatro… AG: Cosas sencillas… CL: Cosas sencillas que hace todo el mundo. Ir a conciertos. Y luego digo: “Voy a ir a la ópera que yo nunca he estado en la ópera”. Y de repente he ido y ya he visto cuatro o cinco óperas. Tengo mucha curiosidad por muchas cosas. AG: Vamos a dedicar la última parte de la entrevista a hablar de nuestra tierra. Empezaré diciendo que parece claro que se siente orgullosa de sus orígenes, ¿no? CL: Claro, siempre. Yo estoy muy orgullosa de mi tierra, de mi pueblo, de Linares, de Jaén. Me parece que es una tierra que es la gran desconocida. Y cuando vas a Jaén, a su provincia, hay pueblos (Úbeda, Baeza, la Sierra de Cazorla), muchos rincones que tiene nuestra tierra que la gente no los conoce y yo creo que ya estamos espabilando un poco, estamos dando a conocer nuestra tierra que es muy bonita. Siempre que voy sigo encontrando amigos, tengo mucha familia y me encanta ir. Yo soy de las que voy cada año pero no por obligación, sino por devoción, porque me encanta. AG: ¿Qué siente ahora al recibir un homenaje de reconocimiento por parte de la Uni-

versidad de Jaén que es la principal institución provincial, que le distingue con el honroso título de “Natural de Jaén”? CL: Estoy muy feliz, de verdad, porque quiero mucho a mi tierra y para mí es doblemente emocionante que me reconozcan en mi tierra y que sea la Universidad de Jaén, una institución de esa categoría, que piense en mí para ese reconocimiento y ese homenaje. Y estoy contentísima y se lo agradezco con todo mi corazón. De verdad. AG: Porque Carmen, usted ha sido profeta en su tierra, ¿no le reconforta que se le trate así, que se le admire tanto también en su tierra? CL: Claro, para mí es fundamental. AG: No todo el mundo puede decir lo mismo… CL: Sí, es verdad, pero yo me siento muy querida en mi tierra. Me siento muy querida no sólo en Linares donde voy y que me conoce mucho la gente, tengo mucha familia y los Pacheco para arriba y los Pacheco para abajo. [Risas]. Siempre sigo teniendo allí tíos y primos. No solamente en mi pueblo, en general en mi tierra. Y para mí, cuando voy a otro pueblo que no es el mío, voy a Jaén y me dicen: “Que estamos muy orgullosos de que

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seas de Jaén”. Eso a mí me reconforta y me da mucha alegría. Sí que es verdad que a veces en tu propia tierra no… Pero nosotros somos unos fenómenos. En Jaén son gente muy llana, muy buena y muy directa, muy valiente. Me encanta mi tierra. AG: ¿Qué aportaciones ha hecho Jaén en nombres y en hechos a la Historia del flamenco? CL: Jaén es una tierra que ha dado muchos artistas en otros géneros de Música y en el toreo, la música clásica y en el flamenco también. En el flamenco desde el baile, el cante, la guitarra. En el cante, por ejemplo, hay artistas de la talla de Rafael Romero que ha sido un cantaor con una gran personalidad y del que hemos aprendido mucho y está ahí. Hace poco era el centenario de su nacimiento. Artistas jóvenes: por ejemplo, Gabriel Moreno, es un artista de Linares y ha sido un artista muy reconocido; Charo López, de Jaén; Carlos Cruz. Guitarristas: “Pucherete”, que era de mi tierra y era muy amigo de mi padre; “Luis el Pavo”, un guitarrista. Bailaoras… AG: Valderrama… CL: Bueno, claro, ése como hemos estado hablando de él. Pero claro, Juanito Valderrama ha sido un puntal, no solamente en el cante, sino que él ha sido un artista que se ha abierto

al mundo haciendo copla y haciendo otros estilos y muy bien, con una gran categoría. AG: Pero que ha hecho una aportación importante. CL: Por supuesto, por supuesto. Siempre. Hay una gran afición en Jaén y en su provincia. Hay muchas peñas y hay un ambiente cultural flamenco muy bueno. Y hay gente joven que sigue aportando cosas en la vida al flamenco y son los que van a continuar un poco con lo que nosotros hemos empezado y hemos dejado. Por eso considero tan importante apoyar a la juventud al máximo. AG: ¿Cómo se ve Jaén desde fuera? CL: Yo creo, como te decía antes, que es un poco la gran desconocida. Pero yo sí que percibo que está despertando y que se están haciendo muchas cosas para dar a conocer nuestra tierra. Entonces yo me apunto la primera para lo que haga falta porque considero que no ha sido tratada como otras, aunque eso pasa siempre. Andalucía es una maravilla, el pueblo andaluz y las ciudades de Andalucía tienen una grandeza… Pero siempre hay alguna que le ha tocado ese… Y yo creo que Jaén ha sido una de ellas. Pero que ya afortunadamente se está reconociendo y se está viendo la cultura que tiene nuestra tierra y los sitios tan históricos y tan bonitos, la cultura gastronómi-

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ca y la cultura en todos los sentidos que tiene Jaén. La belleza interior. Había un eslogan que era “Jaén, paraíso interior”. Y me encantaba ese eslogan porque es verdad, es un paraíso interior que todavía hay mucho por descubrir. AG: ¿Qué siente cuando actúa allí en su tierra, en Jaén o en Linares? CL: Estoy en mi casa. Cuando voy a mi tierra me siento muy querida y que la gente me dice: “Qué orgullosos estamos de que seas de Jaén y de que seas de nuestra tierra”. Eso para mí… Me emotiva muchísimo y me siento muy querida cuando voy allí a actuar, cuando voy a cantar. Doy todo lo que tengo porque quiero mucho a mi tierra. AG: Por cierto, usted que ha sido tan premiada y tan reconocida, ¿siente que en Jaén y en Andalucía le han recompensado suﬁcientemente su trayectoria?

CL: Yo creo que sí. No soy tampoco muy exigente porque yo creo que la carrera de un artista, y sobre todo en el ﬂamenco y en el cante, es una carrera larga y si no te lo reconocen al principio, llega un momento en que el tiempo a cada uno nos pone en nuestro sitio. Te repito que yo estoy contenta. Me siento querida en mi tierra y me siento también muy querida en Andalucía. Cuando voy a actuar a Sevilla el público me quiere mucho, en Córdoba, en Granada. Yo he actuado mucho en Andalucía y ahora siento que la gente me agradece toda esa dedicación que yo he tenido por el ﬂamenco y todo ese amor. La gente me lo reconoce y me lo agradece. AG: Hemos terminado y además no podemos terminar mejor. CL: ¿Ah, sí? Qué bien. He estado súper a gusto.

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Biografía de

Carmen Linares

realizada por José Luis Ortiz Nuevo

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Con sus luces y sus heridas

REMEMBRANZAS DE CARMEN LINARES

Estamos ya, por esta parte del mundo que en España es Andalucía, a las puertas de cerrar un año en el que se redoblaron los espantos ﬁnancieros y las primas del riesgo circulaban por doquier dictando zozobra, miedos y quebrantos... pero que también tuvo momentos de felicidad y de inteligencia, como éste que nos da la Universidad de Jaén por mor de Carmen Linares, a la que otorga su reconocimiento académico, en el marco del Proyecto “Natural de Jaén”. Con tal motivo se me ha pedido que escriba lo que antes se decía un puñado de folios a modo de biografía de la Ilustrísima Señora, y tan sencilla como fabulosa cantaora; que yo acepto de buen grado, guiándome por las emociones que de la enorme artista he ido recibiendo en los años. Quiero decirles con esto que les voy a contar -al modo mío- más lo que siento qué lo que

sé, y descubrirles pasos, secuencias, brillos, el ritmo de las olas de la vida de Carmen, según lo viví o lo supe o la acompañé rondándole la gloria. Me acuerdo ahora -principiando el relato- de lo más reciente que ocurrió hace apenas nada en el tiempo, la otra noche, 5 de febrero de 2011: Carmen celebraba por anticipado, en el Teatro de la Maestranza, de Sevilla, sus sesenta años de vida, con un concierto extraordinario llamado Remembrazas (1); fascinante antología de su obra que encandiló a las gentes -el teatro abarrotao-, y supuso gozo y supuso escalofrío, emociones hondas, patéticas o divertías, el nervio en la piel como su cante limpio sincero estremecido y cabal. Por el eco de las coplas se nos despierta la razón de la memoria y el vuelo alcanza horizontes lejanos. Nos lleva a Madrid, 1975, era por diciembre, aún con la alegría caliente por lo

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que había pasao el mes de antes, en el Foro también. Y en el Teatro Monumental, de la mano de Jesús Quintero “El de la Colina”, se celebra el Primer Ciclo de Cante, y en él la Noche de las Nuevas Letras. En la crónica del concierto que un servidor publicó en el diario Informaciones, el día 24, mismo de la Noche Buena, en la entradilla, decía:

de Fosforito, recogió de tan excepcional maestro la arquitectura necesaria para elaborar un modo propio de hacer los cantes. Modo que aún está en camino de aventura, pero aventura firme, porque a su afición se suma su encanto y a su encanto una singular serenidad reposada y grave, que se adorna con quiebros flamenquísimos.

Y el final de las fiestas fue de lleno absoluto, por aquello de que también a través del flamenco se expresa el consenso nacional para lo nuevo y lo que ha de venir en el futuro. Hasta la última butaca ocupada había ansias tremendas de escuchar, no sólo el cante, sino las palabras que se vierten por su cauce. Palabras que no de muerte, sino de vida y de reivindicaciones generales.

Así fueron reconocidos primeros pasos suyos, todavía camino de aventura, pero a fe de certidumbre que no erré en el vaticinio; siendo tan lozana y ya manifestaba reposada serenidad en su expresión honda. Por esa época, Carmen lleva diez años en Madrid, a donde llegó adolescente, con la familia. Había nacido en Linares, provincia de Jaén, en 1951, el 25 de febrero fue.

Se ve a las claras el miedo que aún teníamos en el alma y en el cuerpo y en la manera de expresarnos, tibia, más de adivinanzas que de pronunciamientos, entonces cuando se acababa de veriﬁcar lo que en el lenguaje de la dictadura era el cumplimiento de las previsiones sucesorias, que no sencilla y llanamente la muerte del general Franco. Un mes después, Carmen cantaba en el Monumental, jovencísima, con 24 años, y de ella escribí: Mari Carmen Linares aprendió el ﬂamenco porque lo buscaba y sentía desde dentro. Discípula

Por suerte y gracias a las circunstancias que nos condujeron a un sitio mismo, tuve la fortuna de conocerla pronto, a comienzos de la década de los setenta. Así lo he dicho: En los principios nuestros, de Carmen y de un servidor, era sábado de invierno ya anochecido, en la sala baja de un restaurante popular de judías blancas y judías pintas que había en la calle Lope de Vega de Madrid, a lo primero de los años setenta, del siglo XX. Allí se reunía religiosamente laica, uncida por el cante y tinto valdepeñas de granel, semana a semana, la Peña Charlot. Se juntaban, nos jun-

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tábamos bajo la autoridad del patriarca Pepe el de la Matrona, ‘alreor’ de treinta y tantas personas -más no cabían-, para rendir culto al Flamenco de aﬁción en la intimidad de un cuarto.

El tiempo a veces se detiene por el dolor o por la dicha. Y el ﬂamenco tiene la virtud de aunar en un mismo acto el júbilo con las penas. Es seña de su singularidad y grandeza.

Antonio Pacheco siempre llevaba consigo su sonrisa, su guitarra, y a su hija Carmen. Nunca le faltaron ninguna de las tres: ni la hija, ni la guitarra, ni la sonrisa.

La cantaora linarense ha logrado esta síntesis en innumerables ocasiones, podría decirse incluso que su vida es tránsito entre tiempos que paran asombrosamente su marcha por la presencia del arte, nutrido de belleza, credibilidad y desgarro.

En esos momentos Carmen era una muchacha la mar de joven, aprendiendo; y yo un estudiante extraviado de la revolución, buscándome la vida. Lo sé, es un lugar común de la melancolía, pero da vértigo mirar y verlo tan distante y tan próximo, como ha sido de veloz el tránsito de entonces a esta parte de la vida. Veo la imagen, bajo las escaleras, escucho las voces, estoy ‘sentao’ en mi silla, disfruto, siento a Manolito Heras diciendo aquello de Tu cuerpo es una custodia que está llena de escalones para subir a la gloria… Y, como es natural, me emociono; yo me alegro de haber estado allí, de haberlo gozado, y a la vez me apeno: porque allí ya no es, ha pasado, y aunque esté, sin retorno se ha ido. El tiempo se come al tiempo Lo malo y lo bueno alternan Serrana a vivir por hoy Y lo que viniere venga.

Sabemos que desde chica cantaba Carmen Pacheco por afición, por intuición y necesidad de expresarse así, y que en la adolescencia su propio padre le alentó el vuelo. Sabemos que -en el Madrid de los sesenta- Pepe el de la Matrona y Juan Varea y su paisano de Andújar Rafael Romero y Pepe el Culata y Bernardo el de los Lobitos… están en sus inicios como vivas fuentes de verificación y aprendizaje. Sabemos que Fosforito la encarriló en sus primeros escarceos discográficos, y que fue Juan Habichuela quien la acompañó entonces. También que Antonio Fernández Díaz y Juan Valderrama la convencieron para que se llamara como se llama desde entonces Carmen, en el arte. Como sabemos que siguió siempre con fervor los adelantos geniales de su compadre Enrique Morente hasta que el maestro de Granada nos dejó a todos ‘desamparaítos’. Y además sabemos que su casamiento con Miguel

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Espín no sólo le proporcionó marido, también consejero y asesor principalísimo, porque muy pocos son quienes pueden competir con él en lo que a conocimiento y afición al cante se refiere. ‘Verlahí’ un cuadro de hombres extraordinarios que acompañan y guían la carrera de Carmen. Y es curioso que con todo este currículu en la retina de su memoria cantaora, cuando le llega la hora de su madurez profesional y acomete la impresión de su enorme antología, elige rendir homenaje a sus antecesoras flamencas, recreando sus cantes, y logra una espléndida obra, transcendente, inusual, histórica. Estamos en Madrid. En los estudios Musigrama. Del 16 de enero de 1995 a 27 de febrero de 1996 se hacen las grabaciones. Y hay más hombres: José Manuel Gamboa dirije la orquesta y Juan Miguel Cobos el sonido (2) . Pero sólo canta ella y por mujeres siempre. Mentarlas es un poema, vean: La Mejorana Rosa la Papera Rosario la del Colorao Tía Marina Habichuela La Conejilla María Limón Juana María La Niña de Linares La Repompa

La Serneta La Trini Antonia Pozo La Niña de los Peines La Peñaranda La Juanaca La Perla de Cádiz María la Moreno La Antequerana La Jabera Juana Cruz La Jilica de Marchena La Roesna de Alcalá Dolores la de la Huerta María Borrico Pepa Oro Niña de la Alfalfa así tal aparecen, por orden de intervención, en la obra. Veintiseis mujeres cantaoras ﬂamencas de todos los tiempos, desde la primitiva Jabera que describió Estébanez Calderón hasta las que, acompañando a la gran Pastora, reinaron en el siglo XX. No están todas pero las que están son y alcanzan su ‘sentío’ en la voz de Carmen, talentosa, apasionada y sólida, solvente para atreverse a trabajo así de complejo y salir más que airosa, triunfante en este envite colosal. Y lo más rotundo es que, al cabo de los años, quince ya desde que salió a los mercados,

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-¡válgame un Dibé con los mercados!- no ha perdido ni un gramo de frescura ni merma de interés, muy por el contrario se ha convertido en signo de clasicismo, ejemplo de producto bien hecho, cabal como se decía en los años de la ‘señá’ Mercedes la Serneta... Claro que además de Carmen, de su valor como cantaora espléndida, la antología supuso un derroche guitarrístico de fábula, de modo que tercios tan bien servidos no podían de ningún modo acabar en el olvido. Miren que elenco: Vicente Amigo Juan Habichuela Tomatito Rafael Riqueni José Antonio Rodríguez Paco y Miguel Ángel Cortés Pepe Habichuela Perico el del Lunar Moraíto Enrique de Melchor Manolo Franco y los pies y las palmas de Manuel Soler y Javier Barón. ¡Qué poderío! ¡Qué seña de generosidad y acierto! ¡Qué ﬂamenca la voluntad del cante por servirse de tan apropiados tocaores para cada estilo según las habilidades de cada cual en el modo de acompañar a la voz que suena y gime brilla clama seduce y emociona!

Eso fue, la Antología, un hallazgo más que un éxito. Un triunfo de la pasión estética, una perdurable estela de luz lograda por el tesón y la capacidad de reunirse con el arte. Atrás quedan años de iniciación y de trabajo constante, las primeras grabaciones desde los setenta a los primeros noventa (3), los tablaos madrileños Torres Bermejas y Café de Chinitas, las compañías de Paco Romero y de Carmen Mora, cuando principió a ser profesional y le cantó al baile. Siendo así que la aurgitana hizo sus “estudios” por los pasos debidos, con la disciplina de lo cotidiano, ajustando la voz a las exigencias de las danzas, a la emoción y a la prestancia y a la arquitectura de las danzas. A la matemática exigencia de compás que requiere la servidumbre al baile. Mas, no sólo de ritmo viven las criaturas, y al propio obtenido por el cante, Carmen añade su curiosidad y su disposición a ser en otras formulaciones escénicas, y se enrola en un proyecto teatral extraordinario: con dirección de Adolfo Marsillach se presenta en Madrid -Teatro de la Comedia- el estreno de Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipcíaca de José Mª Martín Recuerda, siendo Concha Velasco la primera actriz. Se está en momentos de transición también en la escena, a lo primero de 1977, todavía con las estructuras de poder del antiguo régimen vigentes, pero

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en estado de descomposición y por ahí empezaron a colarse textos, ideas y palabras, pensamientos distintos, representaciones nuevas, y entre ellas la voz flamenca de Carmen Linares, dándole tronío. Luego vendrán otros escenarios y otros montajes como Historia de los Tarantos, de Alfredo Mañas; y Diquela de la Alhambra, de Rafael Aguilar, que se paseó por Europa; y La Parrala, de los onubenses Jesús Cayuela y Pepe Roca; y también será en El Amor Brujo, de Manuel de Falla, la Candela que arrebata con su versión flamenca, lírica y honda, natural, no impostada, trágica y profunda. ‘Alreor’ de 1992 se juntan su voz y versos míos por mor de un espectáculo que se llamó Mediterráneo, en el que Carmen clamaba por tarantas en Teatro Lope de Vega, sevillano: Sucia la muerte camina por los pasos de una guerra que principió y no termina crucificando la tierra de la antigua Palestina. ¡Qué solos están los muertos que debieran estar vivos! Parece que están despiertos mirándose en el abismo con los ojitos abiertos.

En el 1990, o tal vez en el 89 o en el 91, por alguno de los tres sería; escribí las coplas de

Mediterráneo por mor de un Congreso acerca de movimientos migratorios que organizaba en Sevilla Diamantino García, a quien encomendé esos versos. Y en la Bienal sevillana que coincidió con la Exposición Universal se representó. Ardían de espanto los Balcanes y en la Palestina continuaba, como continua, abierta la usurpación, el genocidio y el odio. Campean por doquier los jinetes de la guerra, en el nombre de los dioses se avasalla y se asesina, claman en vano las plañideras ‘alaríos’ de duelo, predominan el escarmiento y la venganza como normas de conducta: Sesenta años en estado de miedo Sesenta bosques de cedros quemados Sesenta millones de tiros Sesenta caminos cortados. Los mismos que, por contra, Carmen atesora espléndidos, en las cuatro esquinas del planeta dando el cante, desde el Japón a las Américas, de Asia a la Oceanía, de la vieja Europa a la materna África, donde además ahora ejerce la solidaridad ejemplar con quienes en Etiopía lo necesitan todo y por ellos canta. Es lo que sabe, es lo que siente, es lo que hace. Es lo que siente, es lo que hace, es lo que sabe. Es lo que hace, es lo que sabe, es lo que siente.

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Lo hizo en el 1998, -por los teatros- en el centenario de Federico García Lorca, con Lola Herrera en lo que se llamó Un rato, un minuto, un siglo..., de José Samano; y lo volvió a hacer, entre bolos y premios(4), dos años después con Manolo Sanlúcar y su leccción magistral Locura de brisa y trino, que se hizo disco. Está agonizando el viejo siglo XX y Carmen ejerce su pujanza dramática. Año Dos Mil. No sólo una centuria, un milenio acaba, y ahí está ella, plena, conmovedora, otra vez en Sevilla, Teatro de la Maestranza. Interpreta Melancolía, una de las partes de un concierto para tres mujeres: De la Luz (Estrella Morente), el Júbilo (Esperanza Fernández) y la Melancolía (Carmen Linares). A la Melancolía le puso espléndida música Juan Carlos Romero, y un servidor puso la letra: La luz que a mí me alumbraba un mal viento la apagó y el calor que me daba en nieve se convirtió. No cabe en mí el desengaño que el desengaño soy yo sembré la ﬂor del romero y el romero se secó. Me ﬁé de una ilusión pero fue cosita vana y enseguida se murió de la noche a la mañana. Yo creía que la vida

era amable y complaciente y no un rosario de heridas con las cuentas de la muerte.

¡Por Dios la muerte! Desde la primera vez que oí la versión de Carmen y Juan Carlos me enterneció, y me conmueve desde entonces siempre cómo el músico y la cantaora hicieron obra tan sublime, definitiva, compañera del tiempo. De la manera en que se puede alcanzar belleza desde la amargura y amparo en el afilado desasosiego de una queja. A lo flamenco. En donde cantando al dolor se puede disfrutar y se disfruta. De otro modo lo había dicho Don Manuel Machado en sentencia: Cantando la pena, la pena se olvida. El siglo XXI ya está en marcha ¡palma y corona! Por más que han dicho los agoreros mil veces que esto se acaba y esto no es lo de antes dónde va a parar... el cante vive, el cante vibra ¡palma y corona! El cante luce, sorprende y comunica cuando Carmen Linares y Gerardo Núñez, con el Cepillo y Pablo Martín, y de nuevo con la batuta de Gamboa; se juntan en Madrid, entre diciembre de 2001 y febrero del años dos, para parirle a la Universal Music Spain un ramito de locura: un manojo de cantes estremecidos y una seguiriya sublime recordando

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al humilde Pepe el Culata de Triana cuando toas las puertecitas se las encontraba el porecito cerrás... De tantas virtudes como tiene el ramito, de tantos olores, no sabe uno cual escoger porque todos en su ‘creatura’ comunican signos de veracidad de rajo y de excelencia, según su naturaleza sea... pero puestos a elegir en las veras iguales yo me adentro feliz en la milonga serenísima que dice con palabras épico Borgianas, y en el más escalofriante y lacerado desnudo llanto por seguiriyas en voz de mujer no hay más desgracia cuando dice: Tú duermes en la noche sumergido estás en paz. Yo araño las heladas paredes de tu ausencia, los muros no agrietados por el tiempo que no pueden durar bajo tus párpados... Tú duermes en la noche

Es el dolor supremo de José Angel Valente y el cauterio de la voz del cante que mece al grito y lo doblega, lo espanta. Como las antiguas, es una seguiriya de composición pero con otro colocamiento de las palabras y los quejíos. Es un portento. Cima de lo doliente que se resuelve bello. De mucho tiempo atrás venía esta querencia de Carmen con el verso, de su precioso álbum Canciones Populares Antiguas (1993) con tex-

tos y músicas de Federico García Lorca, de la gitana Candela que cien veces sedujo a las gentes del mundo con sus brujerías, de su demanda y su buen gusto para sentir y decir a lo ﬂamenco textos que fueron escritos tal vez sin pensar que alguna vez se hiciesen coplas. Así es que la experiencia de Lorca y de Borges y de Valente y de Aberti, y de otros autores, como Antonio García Barbeito o yo mismo, abría camino; y junto a las coplas del repertorio popular que Carmen frecuenta con tanto ‘sentío’ como acierto, estaba por venir a la vida Raices y Alas, en 2008, con Juan Carlos Romero otra vez, ahora por y para Juan Ramón Jiménez, el de Moguer: ¡Qué grande! ¡Qué bello! ¡Qué blanco! ¡Qué bello! !Qué blanco! ¡Qué grande! ¡Qué blanco! ¡Qué grande! ¡Qué bello! Proclamarlo de este modo reclama el mágico universo sonoro de estas Raices y Alas que ahora difunden la voz del poeta en son distinto, luminoso y ﬂamenco y viejo y nuevo y añejo y fresco suena y se ve y se huele y se divisa íntimo y enorme Moguer con la fragancia de Carmen que lo traslada a música y le da eco... A Juan Ramón y a quien se proponga, le da la seña de su voz quejumbrosa y altiva. La dispone para la protesta y para la súplica. Cada vez más sabia y con más registros. Con más

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bagaje de risas y llantos en su cuerpo y en las cicatrices de sus males, con más resignado coraje se acerca, en sus actos recientes, a la memoria de Miguel Hernández y crea con ella un Oasis abierto, en estos tiempos nuestros de ahora mismo, cuando se tambalea el mundo. Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos, que son dos hormigueros solitarios y son mis manos sin las tuyas varios intratables espinos a manojos...

Dice Carmen con intención flamenca, con entereza y con ternura y se agiganta en las arenas del desierto, afilada y brava, por encima del tiempo, hallada en su sino de sobreponerse a las lamentaciones por el canto; aún ansiosa de buscarse más y de hacer más rescates de memoria y de procurar más búsquedas en lo inmediato y lo futuro como Ensayo Flamenco 2012 y Poesía en el Cante, dos iniciativas suyas de ahora mismo para ser en los escenarios donde la presencia del género flamenco se consolida y frecuenta: El Teatro Real de Madrid y el Teatro Infanta Leonor de Jaén El de la Maestranza y el Lope de Vega, sevillanos Lincon Center de Nueva York Palau de la Música de Barcelona Teatro Chaillot de París Ópera de Sidney

Teatro Colón de Buenos Aires Shinjuku Center de Tokio En los mundos del mundo. Una vida en marcha. Una cantaora de afición, convicción, esfuerzo y sabiduría. Una andaluza de Jaén. Una mujer. Una trabajadora tenaz. Una artista formidable. Una excelente persona. Una hija, una esposa, una madre. Una maestra. Una profesional. Una señora. Una estrella en su género aunque ella sea de natural sencillo.Una conservadora de estilos y una creadora de formas. Una intérprete maravillosa. Una amante de la poesía de lo limpio y de lo bello. Una seña clásica. Una garantía de sinceridad y entrega. Una amiga cabal. Una flamenca insigne del siglo XX que extiende al XXI el manto de su voz, con sus luces y sus heridas. NOTAS (1) Este concierto es, de momento, la última oferta discográfica de la cantaora. Reproduce fielmente lo acaecido en el Teatro de la Maestranza el 5 de febrero de 2011. Y en él, además de Carmen Linares, toman parte: Miguel Poveda, Javier Barón y José Luis Ortiz Nuevo, como artistas invitados. Guitarras Juan Carlos Romero, Paco Cortés, Miguel Ángel Cortés, Salvador Gutierrez, Paco Cruzado y Eduardo

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Pacheco. Piano: Pablo Suárez. Violín: Rafael Villanueva. Flauta: Pedro Esparza. Contrabajo: Julio Blasco. Percusión: Antonio Coronel. Coros y Palmas: Ana Mª González, Rosario Amador y Javier González. (2) Además de los nombrados intervinieron: Miguel Espín (Documentación y asesor) Ángel Álvarez Caballero (Textos) Ana Torralba (Fotografía de portada) Tato Olivas y Paco Manzano (Reportaje fotográﬁco) (3)* Su Cante (1984) Guitarristas: Pepe “Habichuela” y Juan Carmona (Hijo) * Cantaora (1988) Guitarristas: Paco Cortés y Pedro Sierra.

* La Luna en el Río (1991) Guitarristas: Paco Cortés y Pedro Sierra. * Desde el alma (1994) Guitarristas: Paco y Miguel Ángel Cortés. (4) Entre otros: * Premio ICARO (1988) * Academia Francesa del Disco (1991) * Medalla de Andalucía (1998) * Compás del Cante (1999) * Premio Nacional de Música (2001) * Medalla de las Bellas Artes (2006) * Premio de la Academia de la Música (2011)

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reseĂąa curricular de Antonio Garrido, entrevistador de Carmen Linares en el Proyecto Natural de JaĂŠn

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Carmen Linares

El periodista jienense Antonio Garrido Gámez, (autor de la entrevista a Carmen Linares, la artista linarense que recibe el homenaje como ‘Natural de Jaén’ de nuestra Universidad), se ha identiﬁcado en toda su trayectoria profesional de 38 años con la capital jienense y con su provincia y renunció a otros destinos para desarrollar su tarea profesional en su tierra, que es donde reconoce sentirse feliz y plenamente realizado. Pregonero por distintas ciudades y pueblos de la geografía jienense, podemos destacar los pregones a la Virgen de la Cabeza, en Andújar; el de la feria de San Lucas, en Jaén; el de la feria de San Agustín, en Linares, y otros en una treintena de municipios con numerosos motivos. En el año 1973 se incorporó a la Redacción de Ideal en Jaén, donde fue responsable desde 1988 hasta 2003. Fue el primer corresponsal en la provincia del diario El País y también estuvo al frente de la corresponsalía de ABC y en las agencias Efe y Europa Press. Dirigió programas informativos en las emisoras Radio Popular, Radio Jaén y Radio Nacional, entre otros medios. Es Premio de Periodismo de Andalucía, Premio Nacional Ciudad de Úbeda y tres veces premio de Periodismo de Expoliva. Varios ayuntamientos de la provincia le han distinguido con sus escudos o medallas de oro. Fue durante una etapa jefe del Gabinete de Prensa de la Diputación, siendo reconocida expresamente su labor por los distintos grupos políticos que formaban el organismo provincial. Ha presidido la Unión de Periodistas de Jaén primero y la Asociación de

la Prensa después, etapas en las que organizó iniciativas como los Ciclos de Comunicación, que trajeron a Jaén a las más importantes personalidades del periodismo y la política a nivel nacional. También ha trabajado en una programación televisiva que pretendía proyectar a Jaén, en el ámbito social, económico, de imagen, y del patrimonio humano, y en toda su actuación le caracteriza una consigna permanente de mensaje a la sociedad jienense para que sea ella la que luche por su futuro y abandone ese cierto complejo de inferioridad, cuando son tantas sus potencialidades. Fue desde 1997 hasta hace poco tiempo presidente del Foro Jaén de Opinión y Debate. También es miembro, designado por unanimidad por las distintas fuerzas políticas del Parlamento andaluz, del Consejo Social de la Universidad de Jaén, órgano del que también fue su primer secretario. De hecho una de las prioridades en su labor profesional ha sido el impulso de la institución académica jienense a la que considera el gran motor para esta provincia y uno de sus grandes logros en varios siglos. Además, Antonio Garrido es cronista oﬁcial de la villa de Ibros, su pueblo natal, que le honró igualmente hace unos años con el título de Hijo Predilecto. En la actualidad, desde enero de 2006 es también director del periódico Viva Jaén, primer diario gratuito de la ciudad. Por su dilatada labor profesional ha sido un observador privilegiado de los últimos casi cuarenta años de la vida de la provincia de Jaén y un ﬁrme defensor de su cultura, costumbres y tradiciones.

Proyecto Natural de JaĂŠn

ÍNDICE

Presentación ............................................................................................................. 7 Manuel Parras Rosa Saluda del Alcalde de Linares ........................................................................ Juan Fernández Gutiérrez

Entrevista a Carmen Linares........................................................................... por Antonio Garrido

Biografía de Carmen Linares .......................................................................... por José Luis Ortiz Nuevo

Reseña curricular de Antonio Garrido .................................................................. 61