Arte y Naturaleza

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Arte y naturaleza


impreso en papel 100% reciclado Vicerrectorado de Extensión Universitaria Secretariado de Actividades Culturales

EXPOSICIÓN

CATÁLOGO

COMISARIO María Isabel Moreno Montoro Francisco José Guerrero Ruiz

TEXTOS Manuel Parras Rosa Francisco José Guerrero Ruiz Luis L. M. Terrones Rosa Cubillo López Didier Sellet

COORDINACIÓN TÉCNICA Manuel Correa Vilches Juan Carlos Cárdenas López Vicenta Garrido Carrasco MONTAJE Y TRANSPORTE Equipo de mantenimiento de la Universidad de Jaén FOTOGRAFÍA Luis L. M. Terrones SEGUROS Mapfre

IMPRESIÓN Gráficas La Paz de Torredonjimeno, S. L. ISBN: 978-84-8439- 518- 8 Depósito Legal: J - xxx - 2010 DISEÑO


Arte y naturaleza Luis Terrones

Sala de exposiciones Zabaleta. Campus Las Lagunillas de la Universidad de JaĂŠn.

Del 2 de junio al 11 julio de 2010



Mi primer comentario es de agradecimiento, tanto a Luis Terrones como a Francisco Guerrero, coordinador del Aula Verde de nuestra Universidad, por traérnoslo. Mi agradecimiento va en el sentido de haber recibido el impacto de la Naturaleza de la mano de la pintura, óleo y acuarela, de este artista. Pintura de la vida salvaje, wildlife painting, es su género. Aprendió autodidácticamente en el ámbito de las artes y su pasión por la naturaleza y el arte ha hecho que hoy nos encontremos con este virtuoso que es Luis Terrones. Es verdad que sus obras son una descripción naturalista no sólo de la fauna y flora sino de los entornos y paisajes en los que los animales y la vegetación se encuentran, pero no es menos verdad que

de lo biológico nos lleva a lo estético por medio de la emoción que nos transmite con la contemplación de sus obras. Aunque tiene otras investigaciones en las artes visuales, en las que nos remite a tendencias contemporáneas del arte, hemos seleccionado con él este repertorio de pinturas con las que vamos a celebrar la riqueza de la Vida Salvaje que todavía nos queda. Inmersos en la conmemoración del Año Internacional de la Biodiversidad, promovido por la Organización de las Naciones Unidades (ONU), y entre nuestra Comunidad a través del Aula Verde de la Universidad de Jaén, hemos querido disfrutar y compartir la Naturaleza de la mano de Luis Terrones.

Manuel Parras Rosa Rector de la Universidad de Jaén 5



¿Por qué la Naturaleza? Reina de los montes, madre mía, tan cara a mí, y tan amada, a tu lado soy feliz cada día, bendita sea mi tierra heredada. Mi tierra, para nuestra alma sería. Bendición por el cielo otorgada. Halldór Laxness

No es fácil dar una respuesta a esta pregunta, pues para entender el proceso que lleva a un artista a plasmar e interpretar el mundo natural se tiene que estar muy involucrado emocionalmente con lo vivo. He dedicado toda mi vida a la naturaleza, inicialmente como naturalista, posteriormente como fotógrafo y para finalizar como artista de la vida salvaje (Wildlife Artist). Esta faceta multidisciplinar ha ido modelando mi forma de percibir el mundo que nos rodea, y por consiguiente, de transmitir al público no solo mi pasión por la naturaleza, sino también aspectos más formales en lo que respecta a la conservación y el arte. La naturaleza constituye para mí una filosofía de vida, no concibo mi existencia al margen del entorno natural, para mi es vital ese contacto con los seres vivos. Soy un enamorado de mi trabajo, independientemente 7


de la dificultad que entraña vivir de una profesión tan difícil como son las artes en un mundo actualmente tan desestructurado. En cierto sentido, creo vislumbrar un enorme paralelismo entre nosotros, los Wildlife Artist, y los Impresionistas, compartimos el mismo destino (desinterés, incomprensión y escasos apoyos) y por supuesto también compartimos nuestro amor por lo natural y la pintura al aire libre, así como el entusiasmo de que en un tiempo no muy lejano se nos reconozca nuestra labor. Luchamos no solamente contra nosotros mismos en los aspectos técnicos sino también contra un sistema que no quiere entender que estas obras tienen la misma importancia que cualquier otra pintura, y que merecen un reconocimiento por parte de quienes dirigen el mundo artístico. La pintura de la naturaleza presenta una enorme tradición desde siglos pasados y una buena muestra de esto son los maravillosos trabajos legados por tantos artistas que dedicaron sus vidas a plas-

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mar en sus cuadernos de apuntes y lienzos, la botánica, la fauna y los paisajes de sus expediciones científicas; muchos otros se dedicaron a trabajar en museos e instituciones aportando también importantes obras científico-artísticas. Todos ellos tienen en común el realismo más o menos conseguido de los modelos representados, cuestión fundamental desde el punto de vista descriptivo de las especies, mostrar con la mayor verosimilitud posible el aspecto distintivo de un individuo, para posteriormente poder clasificarlos e identificarlos en futuras expediciones, y este ha sido el carácter casi principal sobre el cual se ha sustentado la pintura de la naturaleza hasta nuestros días. La figuración, ha sido y es el modelo de representación seguido por la mayoría de los que nos dedicamos a esta especialidad de las bellas artes. Esta rigidez formal no contribuye al desarrollo de la pintura de la naturaleza más allá de los aspectos puramente descriptivos e ilustrativos, lo cual difi-


culta el interés por parte del galerista hacia este tipo de trabajos, no estando considerados en el panorama artístico y museístico de nuestro país aún teniendo un emergente elenco de buenos profesionales en esta especialidad. Por otro lado, la pintura de la naturaleza continúa supeditada al mundo de la ilustración siendo este aspecto un lastre importante a la hora de que el mercado artístico (coleccionistas, galeristas y museos) valoren la pintura de la naturaleza como cualquier otra obra de arte, porque no deberíamos de olvidar que estas obras tienen la misma importancia que cualquiera de los mejores cuadros expuestos en nuestros museos. En el mundo anglosajón el panorama es completamente diferente, existe una tradición hacia la representación de lo natural y esto queda patente en numerosas exposiciones anuales en galerías y museos y en un mercado artístico importante. En lo que respecta a nuestro país, aunque existe un cierto movimiento individual por parte de muchos artistas, este no va acompañado a su vez del interés de los profesionales del arte (galerías y museos) y mucho menos por parte

de los coleccionistas e inversores en arte que ven este tipo de pinturas como una simple curiosidad. Cuando observas la naturaleza en general o una especie en particular, no puedes evitar mirarlas tal y como son, y por lo tanto de representarlas tal cual, evidentemente los que nos dedicamos a esta especialidad sentimos un verdadero placer al plasmar en nuestros trabajos la vida, pues en definitiva somos unos enamorados de la naturaleza, unos entusiastas, y eso se nota, se transmite al resultado final de nuestros trabajos y al espectador. Pero conforme te vas involucrando más en la naturaleza, en los aspectos formales, estéticos, filosóficos y literarios, el modo de percibir esos mismos elementos cambia sustancialmente, evolucionan hacia la síntesis, la abstracción, entonces las formas pasan a un segundo plano y son las impresiones y emociones las que afloran en nuestros trabajos artísticos, la riqueza estética de esas abstracciones van ha estar condicionadas por nuestro estado mental, la experiencia acumulada tanto en el campo de la naturaleza como

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en otras especialidades (filosofía, historia, literatura, poesía, etc.), los conocimientos acumulados de nuestras lecturas, la técnica y nuestra sensibilidad para percibir y representar esos retazos que hacen del arte un mundo único. La naturaleza trasciende el hecho pictórico. Sintetizar cualquier aspecto del mundo natural no es fácil pues se tienen que dar los parámetros arriba indicados y que nos van ha introducir en un plano emocional y óptico completamente diferente de la visión realista de los objetos. El aire entre las hojas de los árboles, retazos de color, un movimiento inesperado de un martín pescador o de una libélula, un destello, una onda en las aguas, un rayo de sol incidiendo sobre una pequeña hoja en el interior oscuro del bosque, la hierba brillante de la primavera, la blanca nieve de las montañas a la luz de la tarde, el azul intenso del cielo, los líquenes multicolores de las desgastadas rocas, un muro cubierto de musgo, una flor, las gotas de rocío sobre las hierbas; todas estas situaciones influyen 10

en el plano emocional del artista de la naturaleza y desata una cascada creadora desbordante, rica y diversa, para otros en cambio, estas percepciones no tendrán significado alguno. Para ir finalizando esta breve disertación me gustaría hablar un poco de las fuentes de las que he bebido y las cuales me han conformado como artista. Aunque mi formación es autodidacta los precursores de mi interés por la pintura fueron Monet y Turner, de la mano de ellos inicié mi andadura en este mundo bello y frágil entre lienzos, papeles, pinceles y colores. Posteriormente fui completando mi formación estudiando a Bruehel, Constable, Durer, El Bosco, Leonardo, Levitan, Patinir, Polonov, Rembrandt, Ruskin, Sargent, Sorolla, Velásquez y Whistler. En el plano de la pintura de la naturaleza mis mentores son principalmente Carl Brenders, Chrys Bacon, Raymond Harris Ching, Rien Poorvliet y Robert Bateman entre otros. Pero conforme maduraba en mi formación artística apareció ante mis ojos la obra de un pintor inigualable José Hernández, me causo


tal conmoción que mi vida artística saltó literalmente por los aires. A partir de esta experiencia mi forma de percibir e interpretar cambia drásticamente, empiezo a sentir que mis pinturas tienen que trascender la propia superficie del lienzo, deben ser una extensión del cosmos espacial y tienen que penetrar en el subconsciente hasta formar una unidad, es entonces cuando inicio una nueva etapa donde incorporo la materia al proceso pictórico, e inicio mis estudios de artistas plásticos como Anish Kapoor; Cesar Manrique, Farreras, Lucio Muñoz, Odd Nerdrum y Tapies entre otros muchos. En estos momentos estoy trabajando en varios proyectos, en unos continuos mi línea naturalista, y en los otros estoy reinterpretando hacia la abstracción los modelos figurativos formales. Las obras que forman parte de esta exposición son el fruto de centenares de estudios y de varios años de trabajo, en cada una de ellas pretendo despertar el interés por la conservación de la vida de nuestro maravilloso entorno, un territorio diverso y muchas

veces maltratado. Deseo también que el mundo del arte inicie una etapa de reflexión sobre la importancia de incorporar la pintura de la naturaleza a las colecciones de arte (galerías y museos) y de darle el lugar que merece, de no ser así, estaremos perdiendo un patrimonio importante que puede aportar mucho a la cultura artística de nuestro país. Para finalizar quiero mostrar mi agradecimiento a la Universidad de Jaén, concretamente al Vicerrectorado de Extensión Universitaria y al Aula Verde, por albergar la presente exposición en sus instalaciones. A Ana Ortiz, Isabel Moreno y al resto del personal de este Vicerrectorado por su apoyo, ayuda, y por la estupenda labor efectuada en el montaje de la exposición, y finalmente a mi amigo Francisco Guerrero por acordarse de mi humilde trabajo. A todos ellos mis más sinceras felicitaciones.

L. M. Moreno Terrones Wildlife Artist 11



Pintura y naturaleza La pintura, lejos de ser entendida como un medio de comunicación, y más allá de asumirla simplemente como una expresión artística, debe ser entendida como un proceso estético, y también intelectual, de la comprensión del mundo al que pertenecemos, representando una de las actividades más ancestrales e intrínsecas al ser humano. Desde tiempos prehistóricos la pintura de la naturaleza, principalmente de la fauna, ha estado ligada a nuestra sociedad, siendo un fiel reflejo de la necesidad del ser humano de transmitir ideas y emociones. Ejemplos de estas representaciones pictóricas las encontramos en multitud de cavidades o cuevas que ocuparon en un pasado nuestros ancestros, y que reflejan la intrincada relación existente entre el hombre y la naturaleza, y la necesidad que desde siempre hemos tenido de interpretarla para posteriormente entenderla. Como señala Lucy R. Llo-

pard, “el arte tiene que haber empezado como naturaleza misma, como una relación entre el ser humano y la naturaleza, de la que no podemos separarnos”. En este andar desde la prehistoria hasta el presente, la pintura de la naturaleza ha representado un claro testimonio de la relación del hombre con la naturaleza, tomando más relevancia en momentos culturales en los que el ser humano se ha sentido más integrado y en comunicación con ella. La pintura de la naturaleza es un género en el que arte y ciencia se dan de la mano y en el que cada obra representa un intenso trabajo de campo, con innumerables horas de observación y toma de apuntes que luego aparecerán plasmadas en un lienzo. Como bien decía Cicerón, “la observación de la naturaleza y la meditación han generado el arte”. Sin embargo, esta evolución no ha sido idéntica en todas las civilizaciones y sociedades, de modo que 13


a medida que el desarrollo urbano fue tomando preponderancia en nuestra sociedad, la naturaleza y por ende la pintura de la misma, pasaron a un segundo plano. Dentro del mundo civilizado, tan sólo aquellas sociedades más desarrolladas en el gusto por lo natural, en las que se denota más amor por la naturaleza, y en las que la conservación de ésta representa un pilar fundamental de las mismas, son en las que esta manifestación artística representa un bien preciado y valorado, y en el que numerosos artistas han hecho de la naturaleza su razón de ser. Lamentablemente la sociedad española no se encuentra entre estas sociedades privilegiadas, ya que como bien dice el pintor Juan Valera, “la actitud de la sociedad española ha sido más bien destructiva, totalmente contraria a la sociedad de países nórdicos o anglosajones en los que existe un mayor acercamiento a la naturaleza”. Con esta exposición, el Aula Verde de la Universidad de Jaén quiere mostrar a nuestra sociedad la

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necesidad que tenemos de representar y conservar la naturaleza, la importante tarea que estos artistas realizan en pro de esta labor, y al mismo tiempo, si es posible, dar valor a este tipo de obras de arte. Al contribuir a la difusión de un tipo de arte minoritario en nuestro país, también se pretende dar a conocer el trabajo de unos artistas que tienen que buscar su crédito en países anglosajones en los que este tipo de manifestación artística es mucho más valorada. Luis Terrones es uno de estos artistas, uno de esos hombres casi utópicos que tras una labor autodidacta, que proviene de su enorme relación con la naturaleza, de su infatigable poder de observación y de estudio, es capaz de reflejar en su pintura la naturaleza, evocar sus características, reflejarla con el quehacer de su manos y ponerla en valor.

Francisco J. Guerrero Ruiz Coordinador del Aula Verde de la Universidad de Jaén


Inventar del natural

Rosa Cubillo López / Didier Sellet

Tal vez por dimensiones infinitas, por indefinición conceptual o porque nos empeñamos en precisarla cuando somos nosotros mismos parte de ella, el acercamiento a la naturaleza tiene algo de proyecto perpetuo. Parece como si la relación definitiva con la naturaleza únicamente se contemplase desde la perspectiva de la búsqueda obstinada. Así, después de siglos de tanteos artísticos y cognoscitivos, la naturaleza se entiende esencialmente como un tema de reflexión continua, una fuente de inspiración inagotable, una referencia siempre revisitada… Esta peculiaridad de nuestro vínculo con la naturaleza hace que la imagen y en especial el dibujo, he-

rramienta manifiesta del deseo y el propósito, sea el motor idóneo de dicha relación. En efecto, la figuración plástica se presenta como un recurso tradicional de esta interrogación obstinada del mundo. Y no sólo en un ámbito puramente expresivo, entre bodegones y paisajes, entre vanidades y romanticismos, donde se desprecian las certezas del conocimiento sólido para elegir extraviarse en la naturaleza —incluso en el desconcierto del trompe l’œil o el artificio del máximo realismo—. También en el campo de la ciencia, la imagen es un instrumento privilegiado. De hecho, la ilustración científica ha sido y sigue siendo un actor esencial

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Aquila chrysaetos. Jean Jacques Audubon. Primera mitad del siglo XIX. Detalle con autorretrato.

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de la construcción del saber y ha orientado en muchos aspectos la interrogación objetiva de la naturaleza. * La confianza que los científicos depositan en la representación a la hora de realizar sus investigaciones se asienta en primer lugar en el reconocimiento de que el ojo es el vehículo esencial de nuestra comunicación con el entorno. Así lo afirmaba Buffon: “Las obras del creador son tan maravillosas y nuestras luces tan débiles que tan sólo podemos conocer, en las producciones de la naturaleza, lo que hemos visto, y sólo podemos juzgarlas en la medida en que las hemos observado”1. De modo que, antes incluso que una descripción, la representación de la naturaleza es una constatación. La imagen es la afirmación de esta experiencia visual y el acto de dibujar es el acto consciente de mirar. Su

esencia se cristaliza en su capacidad de fijar, en el correspondiente soporte, el testimonio de las circunstancias naturales. Aunque podamos ver ya aquí una definición del potencial notarial de la figuración, ésta queda incompleta sin la garantía de otro elemento: la presencia. En un Medievo a término se empieza a considerar la asistencia explícita del dibujante en el acontecimiento retratado como una condición imprescindible de veracidad del discurso gráfico. Los dibujos de oído o con intermediarios visuales, es decir, realizados sin contacto directo con el modelo figurado y que poblaban la literatura científica, se perciben como poco fiables y los ilustradores se vuelcan en el dibujo del natural. En realidad, la dificultad de acceder a los especímenes y los costes de publicación hacen que el dibujo a partir de descripciones verbales o la copia de imágenes sigan siendo relativamente comunes después de estas fechas, y encontramos innumerables calcos del rino-

1 Leclerc, George Louis, Comte de Buffon, (1753): Imprimerie royale. Paris. 17


ceronte de Durero, por citar un ejemplo emblemático, hasta al menos el siglo XVIII. En general, la idea de presencia queda plasmada en las propias imágenes a través de una apariencia realista, una suerte de certificado que la fotografía encarnará mejor que cualquier otro medio; aunque, como veremos, también se manifiesta de modo diferente, llegando incluso a cuestionar esta percepción tranquilizadora de la ilustración objetiva. En cualquier caso, he aquí una de las bases en las cuales se sella definitivamente la asociación de la imagen y el conocimiento. Hablamos de la capacidad de asombro y descubrimiento, en el sentido de una vivencia individual primero, pero en el sentido del progreso de un saber común también. Esta conjunción de ámbitos articula los avances de la exploración, piedra de toque junto con el inventario de la ciencia occidental. Resulta significativo ver hasta qué punto los planos y los catálogos personifican este lazo tan estrecho entre 18

imagen y conocimiento. Las informaciones sobre nuevos artefactos, seres o espacios se construyen al mismo tiempo que sus imágenes. Mientras, lo desconocido es equivalente a una zona blanca en un mapa, un dibujo por hacer. * Además de certificar la experiencia, la imagen fija y perpetúa la misma, posibilitando así revivirla posteriormente, desarrollar un razonamiento perseverante sobre ella y compartirla. De este modo, la imagen consuma su función testimonial y nos introduce en el terreno de la descripción. La descripción como formalización de la identificación es la primera articulación del conocimiento. Cambia la índole del trabajo del ilustrador. Para describir un acontecimiento es condición definirla como ente, es decir, que hay que decidir cuál es su


esencia; una decisión que determina una postura claramente intervencionista. Evidentemente, la ilustración más que la palabra consigue dotar de substancia un artefacto o un ser que, de no ver sus rasgos plasmados en el papel, no terminaría de precipitarse plenamente. Después de todo, la descripción es principalmente cuestión de formas y las formas asunto de artistas. Pongamos, pues, que la descripción se resuelve con un buen método que incluye atención y agudeza en la observación, respeto a la morfología y las proporciones, apreciación de texturas y colores, precisión y rigor en los detalles. Decía el ornitólogo Jean Dorst: “Recuerdo las prescripciones de mis viejos maestros de la Sorbona, quienes, durante nuestros trabajos prácticos, nos hacían pacientemente dibujar todo lo que nos revelaban nuestras disecciones. Tenían ampliamente razón, ya que no hemos visto de verdad nada que no hayamos, incluso torpemente, dibujado”2. La respuesta 2 Dorst, Jean en AA. VV. (1996): Les illustrations entomologiques. Inra. Paris.

a la problemática de la descripción estaría en el dibujo mismo. Aunque Lambourne subraya las palabras del ilustrador Joseph Wolf: “Sólo vemos claramente lo que conocemos a fondo” y añade que “como observador ávido de aves él sentía que ‘conocía’ las aves mejor que muchos naturalistas de interior”3. Según él, la mirada y el dibujo aciertan en su percepción sólo si están guiados por unos conocimientos previos que señalan los aspectos importantes que remarcar. En este caso, el método enunciado anteriormente tan sólo es una exposición del potencial de la imagen como herramienta, pero sin la compañía de una cultura científica su aplicación lleva a un retrato superficial. Llama la atención que el científico encuentre la clave de la descripción en el dibujo y el artista la sitúe en un conocimiento antepuesto. Asimismo, estas dos posturas enfrentadas muestran la dificultad que encie3 Lambourne, Maureen (2004): El arte de ilustrar aves. Desde el antiguo Egipto hasta el siglo XXI. Edilupa Ediciones. s/l. 19


rra la tarea y explica el recurso a la sistemática de representación. Estas normas (podemos citar a título orientativo aquéllas que se inspiran en la geometría descriptiva, por ejemplo) se han impuesto poco a poco hasta convertirse en distintivas de la ilustración científica. Definen un lenguaje particular que facilita armonizar las tendencias de unos y otros. Éste, a su vez, construye un marco interpretativo que permite manipular el sujeto representado. Además, este contexto lingüístico asegura la compatibilidad y validez de la interpretación con las exigencias estructurales de pensamiento de las ciencias. Posibilita analizar cada individuo figurado por separado, compararlos entre sí y recomponer a partir de ellos una teoría general. De igual manera, la imagen así elaborada ofrece compartir y sentar información básica sobre la cual seguir construyendo este saber en constante movimiento.

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Sin embargo, en este contexto normalizado que promete y certifica la objetividad de la descripción, no todas las figuraciones son iguales. Siguen distinguiéndose algunas imágenes que destacan por su especial veracidad, su particular apego a la naturaleza o su plasmación excepcionalmente sensible de la vida. Advertimos que se trata de una cualidad que, sin ser mayormente relevante desde el punto de vista de la información científica, marca la diferencia y resulta altamente valorada en última instancia por todos, investigadores y legos. En Louisville, en 1810, se produce un encuentro fortuito entre un Alexander Wilson totalmente absorbido por su tarea de retratar los pájaros de América y un Jean Jacques Audubon rumiando todavía lanzarse en un proyecto similar. Wilson, referencia incontestable de la representación ornitológica en este momento, descubre las láminas de Audubon. Henri Gourdin reflexiona sobre esta reunión:


Wilson no se equivocó: las láminas de este Audubon llevan los fermentos de una rivalidad a armas desiguales; a sus calidades científicas, de precisión, rigor y exactitud se añaden los efectos de una sensibilidad de artista de la cual él mismo se siente desesperadamente desprovista. Este joven desconocido figura mejor que nadie la verdad de las poses, los colores, las proporciones de los pájaros. Si se preguntó sobre las razones de esta superioridad, Wilson habrá sentido que los pájaros de Audubon, objetos de observación al igual que los suyos, son también y sobre todo seres queridos; habrá percibido su voluntad de pintarlos a su ventaja, sin pretender disimular la emoción y a veces la verdadera exaltación que le invaden delante del vuelo de un milano, el acoplamiento de dos águilas o el canto del tordo4. Efectivamente, tratándose de plasmar la intensidad de la relación con la naturaleza, las ilustraciones de 4 Gourdin, Henri (2002): Jean Jacques Audubon. Actes sud. Paris.

Audubon son realmente ejemplares. Y ciertamente la sugerencia de Gourdin parece acertada cuando establece un paralelo entre representar la vida de las aves e involucrarse íntimamente en el proceso del dibujo. El joven pintor se sentía parte de los bosques que recorría y sus dibujos se manifiestan como la prolongación de la feliz experiencia del discurrir por estos paisajes. Sin duda, la frialdad de las aves pintadas por Wilson es la del propio Wilson y la efervescencia de los pájaros de Audubon es la suya. Por encima del yugo necesario y efectivo del lenguaje sistematizado, aflora otra vez la idea de la vivencia naif del descubrimiento, de la maravilla y la fascinación de haber visto. Resurge el sentimiento y se erige en testigo de la verdad de la naturaleza. * Desde el Renacimiento, donde podemos reconocer las primeras manifestaciones de lo que entendemos por ilustraciones científicas, las imágenes de la ciencia han lógicamente evolucionado, a la medida de los cambios 21


científicos, estéticos o simplemente técnicos, en los medios de reproducción por ejemplo. Solemos percibir en las figuraciones de hoy una tibieza mayor debido tal vez al carácter tecnográfico de muchas de ellas, y más probablemente a la mayor especialización de los contenidos y el consiguiente mayor distanciamiento del público frente a unos criterios que muchas veces le escapan y con los cuales congenia con dificultad. Los marcos conceptuales en los que se desenvuelven las imágenes actuales se han hecho excluyentes y la implicación íntima con la naturaleza a través de dichas imágenes es un bien reservado. El primer impulso de la relación gráfico-cognoscitiva sobre la base de un interés espontáneo y algo ingenuo (entre casi virgen y fuertemente autodidacta) ya no tiene cabida tras siglos de acumulación de conocimientos que constituyen un a priori ineludible para ejercer una mirada científica contemporánea. La comunión directa de cualquiera con la naturaleza por medio de la imagen ya no es posi22

ble sobre la base de un saber universal a construir. Se presenta ahora como una opción individual de desarrollo personal o actividad artística. La representación de la naturaleza que mantiene el espíritu primero de complicidad con la misma, que se puede compartir con todos, presente en las imágenes de aquellos tiempos en que las ciencias se llamaban “naturales”, se ha hecho género pictórico. Los ingleses y americanos sobre todo lo designan como wildlife painting. Pintura de la vida salvaje. Los animales salvajes para Buffon eran aquéllos que “viven muy lejos y no son bastante conocidos por el ser humano”5. Evidentemente, la lejanía espacial del siglo XVIII a la que se refiere el naturalista se ha considerablemente reducido, y nuestras lagunas con ella. No es ésta la distancia que los pintores actuales pretenden acortar. Como tampoco hacen suyos los fines pragmáticos que sostuvieron aque5 Madrid.

Aramata, H. (1991): Mamíferos del mundo. Anaya.


llos movimientos de exploración tales como transformar la naturaleza en objetos que se puedan estudiar y manipular. Si estos conceptos siguen presentes, es porque son parte consustancial de la imagen. Figurar la naturaleza es poseerla, pero después que ella nos haya poseído, atraído, fascinado; como una venganza, o un agradecimiento, o ambos. En cualquier caso es una forma de restablecer un equilibrio más a nuestro favor desde el cual poder confiar.

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Arte y naturaleza


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Águila culebrera, 1999.- Óleo s/lino. 73 x 50 cm



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Abejarucos, 1999.- Ă“leo s/tabla. 80 x 41 cm



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Águila imperial, 2002.- Óleo s/lienzo de algodón alto gramaje. 100 x 81 cm



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Aguilucho lagunero, 2009.- Acuarela s/papel Winsor & Newton 600 gr m2 - 28,5 x 16,5 cm



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Cigüeñuela, 2008.- Óleo s/tabla. 55 x 27,6 cm



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MartĂ­n pescador, 2008.- Acuarela s/papel Fontaine 300 gr m2 - 40 x 20 cm



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Aguilucho cenizo, 2008.- Acuarela s/papel ArchĂŠs 185 gr m2 - 28,5 x 18 cm



Martín pescador, 2010 Acuarela/papel Winsor & Newton 600 gr m2 – 29 x 26,3 cm

Estudio Oropéndolas, 2008 Acuarela s/papel Archés 185 gr m2 - 41 x 31 cm


Cernícalo vulgar, 2003.- Óleo s/lino 73 x 50 cm


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Tarabilla comĂşn, 2000.- Acuarela s/papel Winsor & Newton 600 gr m2 - 27x42cm



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Quietud II. Pollo de Ánade real, 2003.- Óleo s/lienzo de algodón, 100 x 65 cm


Quietud I. Pollo de Ánade real, 2002.- Óleo s/lienzo de algodón. 100 x 81cm


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Iris filifolia, 2005 Ă“leo s/tabla. 22,5 x 60 cm


Iris filifolia, 2005 Acuarela s/papel Fabriano 600 gr m2 - 15,1 x 34 cm


En apuros, 2003 El salto, 2003 Óleo/lienzo de algodón alto gramaje. Óleo s/tabla. 46,5 x 58,5 cm 50 x 73 cm

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Joven lince, 2004 Óleo s/lino. 24 x 50 cm


La primera salida, 2003 Óleo s/lino. 27 x 55,5 cm

Cruzando el arroyo de las Rocinas, 2003 Óleo s/lino 50 x 73 cm

Estudios de lince ibérico, 2003 Óleo s/tabla. 73 x 50 cm


El Acebuche, 2004.- Óleo s/lino. 100 x 100 cm

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Qué curioso, 2004.- Óleo s/lienzo de algodón. 73 x 50 cm


La línea, 2004 Óleo s/lienzo de algodón alto gramaje. 100 x 100 cm

Hembra de lince con crías, 2004 Óleo s/lienzo de algodón. 81 x 81 cm

El descanso, 2003 Óleo s/lino 29 x 49,5 cm


Fin de jornada, 2003.- Ă“leo s/lino. 55 x 27 cm

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Lince al acecho, 2004.- Ă“leo s/lino. 100 x 81 cm


Lince y torcaz, 2002.- Óleo s/lienzo de algodón 100 x 81 cm

Lince campeando, 2003 Óleo/lienzo de algodón alto gramaje. 100 x 81 cm


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Lince y conejo, 2003.- Óleo s/lienzo de algodón. 100 x 81 cm

Lince y perdiz roja, 2003.- Óleo s/lienzo de algodón. 100 x 81 cm


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Lince en las Rocinas, 2004.- Ă“leo s/lino. 100 x 81 cm




L. M. Moreno Terrones Wildlife Artist Málaga, 16 Septiembre 1.963 Artista profesional especializado en pintura de la naturaleza (Wildlife Artist) de formación autodidacta. Durante estos años he realizado numerosas exposiciones nacionales e internacionales y numerosos trabajos como ilustrador independiente para algunas instituciones. Mis obras se encuentran en colecciones privadas de Bélgica, Canadá, Chile, España, Italia y Reino Unido. Desde 1.997 a 2007 he sido Lay Member de la Federation of British Artist y de la Society of Wildlife Artist. 59


REFERENCIAS ARTISTICAS 1982.- Exposición Colectiva. Caja de Ahorros Provincial de Málaga-España. Día Mundial del Medio Ambiente.

1998.- Exposición Colectiva. Palacio de Beniel (Vélez Málaga).

1984.- Exposición Colectiva. Galería Casa Nueva. Antequera (Málaga).

1998.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK

1996.- Exposición Individual. Unicaja (Málaga).

1998.- Illustrator Freelance. Proyecto de Conservación del buitre leonado en Andalucía. Consejería de Medio Ambiente. Sevilla.

1996.- Illustrator Freelance. Natural History Books Service Ltd.UK. 1997.- Exposición Individual. Galería Trotamundos. Málaga. 1997.- Exposición Individual. Unicaja (Almería). 1997.- Exposición Colectiva. 3º Congreso Nacional del Cernícalo primilla (Falco naumanni). Sala Expos. Guitart Marbella-Málaga. 1997.- Exposición Individual. Palacio de Beniel (Vélez Málaga-Málaga).

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1997.- Exposición Individual. Galería Axarquía. Cala del Moral (Málaga).

1998.- Illustrator Freelance. Proyecto Conservación del Alimoche en Andalucía. Consejería de Medio Ambiente. Sevilla. 1999.- Exposición Individual. Palacio de Beniel (Vélez Málaga). 2000.- Illustrator Freelance. Proyecto Conservación del buitre común, alimoche y buitre negro en Andalucía. Consejería de Medio Ambiente. Sevilla.


2000.- 1º Mención. Paisajes de Doñana. Almonte (Huelva-Spain).

las Marismillas Parque Nacional de Doñana. Huelva-Spain.

2000.- Exposición Colectiva. 1º Premio de pintura del Rocío. Almonte (Huelva).

2002.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK.

2000.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK.

2002.- Exposición Colectiva. Paisajes de Doñana. Almonte (Huelva).

2000.- Exposición Colectiva. Slimbridge Wildfowl & Wetlands Center.Gloucester. UK.

2002.- Exposición Colectiva. III Premio de pintura del Rocío. Almonte (Huelva).

2001.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK.

2003.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK.

2001.- Exposición Colectiva. 2º Premio pintura Paisajes de Doñana. Almonte. Huelva.

2003.- Exposición Colectiva. IV Premio de pintura Paisajes Doñana. Almonte (Huelva).

2001.- Exposición Colectiva. II Premio de Pintura del Rocío. Almonte (Huelva).

2003.- Exposición Colectiva. La colección Natural. Museo Provincial de Huelva.

2001.- Exposición Colectiva. VII Encuentro de escritores y artistas del entorno de Doñana. Fundación Odón Betanzos Palacios. Palacio de

2004.- Exposición Colectiva. VIII Premio de pintura Doñana y su entorno. Huelva. 2004.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK. 61


2005.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK.

2009.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK

2005.- Exposición Colectiva. IX Premio Nacional de Pintura Doñana y su entorno. Almonte (Huelva).

2010.- Exposición Individual. Naturaleza y Arte. Universidad de Jaén.

2005.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK 2005.- Exposición Colectiva. X Premio Nacional de Pintura Doñana y su entorno. Almonte (Huelva). 2006.- Exposición Individual. Nature in the art. The Royal Museum of Belgium. 2006-2007.- Exposición Individual. El Lince Ibérico en Doñana. Museo de la Villa. Almonte (Huelva). 2008.- Exposición Colectiva. The Mall Galleries. London. UK

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Índice Presentación Manuel Parras Rosa................................................... 5 ¿Por qué la Naturaleza? L. M. Moreno Terrones .......................................... 7 Pintura y naturaleza Francisco J. Guerrero Ruiz...................................... 13 Inventar del natural Rosa Cubillo López / Didier Sellet........................ 15 Arte y Naturaleza Catálogo de obras..................................................... 25 Curriculum................................................................. 60



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