Puente Cultural

TAMPICO RINDE HOMENAJE A SU NAVEGANTE

DÍA DEL BRAILLE ¿Qué es y para qué sirve?

LA CRÓNICA Conoce a un tampiqueño que vino de Marte PÁGINA 6 PÁGINA 14

MATINÉ DOMINICAL

Con 128 años de existencia, la Banda Municipal de Tampico es la agrupación más importante del sur de Tamaulipas. Te invitamos a presenciar sus conciertos en los espacios públicos de la ciudad

DÍA DE THE BEATLES

Todos hemos disfrutado su música y sabemos de su influencia en la cultura pop. Te platicamos un poco de la celebración no oficial el 16 de enero

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DÍA DEL BRAILLE

¿Se celebra o se conmemora?

Le preguntamos a José Eduardo Andrade Cruz, instructor tiflotécnico, de qué se trata y para qué sirve este código

TAMPICO RINDE HOMENAJE

A SU NAVEGANTE

El polifácetico doctor Sierra Flores sin duda es un tampiqueño que se merece el reconocimiento de los porteños 14

LA CRÓNICA

Seguro conoces la música de Los Picapiedra y Los Supersónicos, pero, ¿sabías que es obra de un tampiqueño?

CULTURA PORTEÑA

Conoce a los NakedRollers

EN PORTADA El Dr. José Sierra Flores es un personaje distinguido de nuestra ciudad

DIRECTORIO

JESÚS NADER NASRALLAH presidente municipal de tampico

SANDRA EDITH MUÑOZ CRUZ secretaria de cultura de tampico

Cada año nuevo, cielo y tierra en armonía. El primer día. Masaoka Shiki, poeta japonés.

La celebración del año nuevo es en nuestro mundo una tradición milenaria. De este lado del planeta (occidente), el calendario gregoriano marca el 1 de enero como el inicio de un nuevo año y con él múltiples propósitos de renovación y cambio. También de supersticiones.

Una de las más sencillas y famosas es la de “las cabañuelas”, que consiste en un cálculo popular basado en la observación del clima y los fenómenos atmosféricos de los primeros días del año, asignando a cada día un mes para poder pronosticar cómo estará el clima en el resto de los meses, de tal suerte que el día 1 corresponde a enero, el 2 a febrero, el 3 a marzo y así sucesivamente. Para muchas personas es muy importante prestar atención a los primeros doce días del nuevo año, pues estos no solo pronostican el clima, si no también el estado emocional que tendremos en el

Alegría en 2023

resto del tiempo que dure la vuelta al sol. Chusco o no, superstición o no, en la Secretaría de Cultura de Tampico hemos iniciado al año con mucha música para iniciar el 2023 con alegría en el espíritu y gratitud a la memoria de quienes han hecho de nuestra ciudad, con sus composiciones, un gran puerto musical. Les invitamos a leer sobre el homenaje realizado en la Plaza de Armas el 8 de enero al Doctor José Sierra Flores en el 95 aniversario de su natalicio y el relato que el cronista de nuestra ciudad hace sobe Juan García Esquivel

¡Ah! Y no se olviden que el 2023 nuestra ciudad está de manteles largos. Tampico cumple 200 años de su fundación y hay muchos motivos para celebrarla y reconocerla. Estén atentos de todas las actividades que el municipio, las instituciones y la ciudadanía en general estamos planeando para festejar.

Aquí va lo que no sabías de mí, el Canelo, y no preguntaste cómo llegué aquí…

Claro que me gusta vivir aquí, es un lugar de fantasía, increíble para que sea la morada de un perro mestizo o criollo, sin pedigrí, cuya ascendencia es desconocida y que tengo características de dos o más tipos de razas o como yo que soy descendiente de perros callejeros, y por cierto mis ancestros por medio de la conseja nos han relatado que por siempre venían de allá abajo, del Cascajal, a esta mansión otrora casa de matanza llamada el Rastro de la ciudad, para mitigar el hambre, obvio canina, con las suculentas vísceras, huesos y demás sobrantes de las reses que aquí se sacrificaban para el consumo alimenticio de los humanos.

Hace aproximadamente tres o cuatro años que llegué a esta confortable Casa de la Cultura, yo en ese tiempo era un cachorro desvalido y mi piel y pelaje se untaban a mi osamenta como rocín flaco, como “Rocinante”, pero igual que este, mi alter ego, mejor, mucho mejor que “Babieca” o “Bucéfalo”, digo y sigo diciendo, encontré refugio en la parte posterior de esta mansión precisamente en donde se encontraba la Bodega de Logística, ahí entre bocinas, tarimas, cables, reflectores y demás hice del lu- gar mi guarida, mi alimento era lo que los trabajadores compartían conmigo de sus lonches, no obstante ello mi salud se deterioró visiblemente, fue cuando el hombre que hace que Tampico Brille me conoció ahí en esa bodega y al ver mi condición precaria de salud ordenó que se me atendiera llevándome con un veterinario para que me salvara la vida y así fue, gracias a él me salvé , ya que después supe que yo padecía cáncer, y así, aquí estoy ahora, sí, que literalmente afirmo “vivito y coleando”. Por raza y naturaleza perruna todos los caninos somos agradecidos y por tal efecto, ahora soy el perro llamado “Canelo”, guardián o custodio de tiempo completo de nuestra excelsa Casa de la Cultura.

Se fue la Bodega de Logística y subí de piso y categoría, ahora convivo con los del Departamento de Vigilancia, y cierto soy vigilante de tiempo completo, y como compensación tengo alimento, agua, atención veterinaria y de vez en cuando algún manjar extra, me congratula y disfruto de estar el mayor tiempo posible en el amplio y fresco corredor que domina la entrada de este templo de la cultura, donde disfruto de los eventos.

A través del tiempo he tenido anécdotas muy variadas cada una de ellas y en otras entregas les iré narrando mis experiencias perrunas, aquí va la primera: acepto que de repente hago mis incursiones fuera del recinto cultural y me ausento por un tiempo mínimo; bien, les cuento que en cierta ocasión acompañando al vigilante de turno en su recorrido por los salones de abajo y la exbodega de logística, él muy meticuloso abría, inspeccionaba el salón y la bodega y cerraba, después subió para proseguir con sus labores de vigilancia y así transcurrió el tiempo; después de varias horas el vigilante compañero Efraín me buscaba preocupado y a gritos me llamaba sin localizarme, hasta que algún transeúnte le informó que allá abajo se escuchaban mis ladridos… sí, cuando Efraín cerró la bodeguita de abajo me quedé encerrado por varias horas hasta que me abrió y quedé nuevamente libre para continuar con mi deber de custodiar sendas edificaciones como la Casa de la Cultura y el icónico IRBA. ¡Digo!

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