Miguel Ángel García (Coord.) Posibles dioses. Antología de Teatro Michoacano Contemporáneo. Vol. 2 México: Silla vacía Editorial Primera edición, mmxix
isbn: 978-607-98445-0-9
Características gráficas y tipográficas
Silla vacía Editorial
Corrección de estilo y cuidado de la edición
Sr. Tarántula
Maquetación
Cristina Barragán Hernández
Ilustración de portada
Eme de Armario
Diseño de forro
Nurivan Viloria Martínez
Derechos reservados conforme a la ley © Miguel Ángel García Guzmán © Autores de cada texto © Eme de Armario por ilustración de portada © Silla vacía Editorial
www.sillavaciaeditorial.com
Miguel Cabrera 88a, Centro Histórico CP 58000, Morelia, Michoacán, México
Posibles dioses. Antología de Teatro Michoacano Contemporáneo. Vol. 2, coordinado por Miguel Ángel García, está bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Licencia Internacional. Esta obra es un bien creativo común, basta el reconocimiento oportuno de la autoría para poder reproducirse total o parcialmente, almacenarse, transmitirse, distribuirse y/o tratarse por cualquier medio, sea electrónico, mecánico, químico, cibernético, cuántico, óptico, de grabación o fotocopia.
Impreso en México - Printed in Mexico Para la realización de este proyecto se recibió el apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Michoacán, emisión 2018-2019.
Trescientas incitaciones para leer (Multiplicadas a la enésima potencia)
Estarás ante el abismo y creerás que estás solo, pero no estás solo. […] respira hondo y da el primer paso con audacia. lánzate por el precipicio con todo el mundo a cuestas y verás. […] Eres un hermoso saltador, que sigue el rastro de unas cintas de alegría y gratitud alrededor de un sol ilimitado. […] Somos millones, en todo el mundo, respirando como tú... Nick Cave
Primero lo primero, y ello es reconocer el apoyo de las personas gracias a las cuales se realizó este compendio; en primer lugar, reconozco el titánico esfuerzo de Omar Arriaga Garcés, quien tuvo la osadía de elaborar lo que a la postre sería un primer volumen antológico: Posibles dioses. Antología de Teatro Michoacano Contemporáneo (El Gato y la Sandía / Silla vacía Editorial, 2018).ϕ Le doy las gracias por partida cuádruple: por realizar la primera antología con recursos propios; por invitarme para darle seguimiento a su iniciativa con esta entrega; por apoyarme con varias cuestiones logísticas de la presente edición y por el extraordinario estudio introductorio sobre los albores del teatro en Michoacán que aquí se integra. 1
Con obras de: Roberto Briceño Figueras, Teresita Sánchez Reyna, Sergio J. Monreal, José Luis Pineda Servín, Hasam Díaz Hierro, Verónica Villicaña Cisneros y Manuel Barragán Moreno. ϕ
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Trescientas incitaciones para leer
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¿Cómo realizar una antología con material que valga la pena? Problema resuelto gracias al talento y la disponibilidad de los nueve dramaturgos antologados. Les agradezco: 1) Su confianza en mi propuesta editorial; 2) El apoyo con el envío de documentación para integrar el expediente, ello sin saber si seríamos seleccionados o no; 3) Su paciencia para ver materializado el texto ya que esperaron alrededor de un año desde el contacto inicial hasta la primera presentación; y, 4) Que desde el inicio secundaron la idea de vestir al libro con uno de los infinitivos más coquetos del planeta: compartir. En efecto, el 80% del tiraje será obsequiado al interior de nuestro estado, en otros aledaños e, incluso, varios ejemplares viajarán al extranjero; además, la versión electrónica estará disponible en cuantas plataformas digitales sea posible para descarga gratuita de manera permanente. Con este tipo de acciones pretendemos que a ese verbo conjugado le acompañen otros con la misma tesitura infinitiva: leer, retroalimentar, representar... Hasta aquí he agradecido a los involucrados con el contenido mas ¿qué hay del profesionalismo invertido en materia editorial? Para mi grata fortuna, conté con la visión milimétrica y el esmero de Cristina Barragán Hernández en la maquetación; trabajo aunado al de Nurivan Viloria Martínez en el diseño del forro y, como cereza del pastel, la creatividad de la ilustración de portada nos llegó desde Xalapa, Veracruz, ello a cargo de Eme de Armario: muchas gracias a los tres. Un tarantulesco servidor se encargó de la corrección de estilo en galeras y prueba de página, así que, si encuentran alguna errata en el camino de su lectura, sin temor a equivocarme: es mea culpa. Deseo expresar mi gratitud al personal del Secrea, de la Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán, en específico a la maestra Ramona Polino Coronado y a Lucía González Ramírez, quienes se encargaron de la aplicación del pecdam 2018 y, por ende, en todo momento llevaron a buen puerto las diligencias correspondientes. Y por último, pero no por ello menos importante, doy mi más sincero agradecimiento a los verdaderos mecenas del proyecto: a todos y cada uno de los contribuyentes que, sin saberlo, patrocinaron con sus im10
Sr. Tarántula
puestos un producto cultural, uno de literatura y, mejor aún: de dramaturgia michoacana. No les conozco ni me conocen, pero con el corazón les agradezco su gestación de alas para este anhelo colectivo. En físico habrá 300 incitaciones para leer que sabemos serán multiplicadas a la enésima potencia gracias al favor de los internautas. Enterados de lo anterior, ¿aún desean preguntar por qué, por lo regular, siempre me la paso tranquilo y tropical? Quizá, sólo quizá, es por contar con tanta buena vibra a mi alrededor.
Sr. Tarántula Primavera mmxix Ciudad de la Cantera Iridiscente
Trescientas incitaciones para leer
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Contenido
Apuntes hacia la conformación de una historia del teatro en Michoacán Omar Arriaga Garcés
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Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras José Luis Rodríguez Ávalos
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¿Bailamos? Fernando Ortiz Rojas
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El Cazador de Ilusiones Antonio Jairo Gómez Campos
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¡Viva la Revolución! J. Jesús Del Río Ramírez
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Javiera en el acuario de los peces rotos Neftalí Coria
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Diego Diccionario Ana Perusquía Suárez
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¡Muera la Constitución! ¡Viva la Constitución! Gunnary Prado Coronado
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Boom. Un minuto antes de la explosión Paulina Rosas
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No es temporada de flores Larissa Torres Millarez
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Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
José Luis Rodríguez Ávalos
Acerca del autor J. L. Rodríguez Ávalos nació el 16 de agosto de 1947 en Guadalajara, Jalisco. Reside en Morelia, Michoacán, desde 1962, donde realiza diversas actividades artísticas y de las otras. Es activista cultural. De la obra Fue escrita en 1994 para Luis Mariano Rodríguez del Río y Selene Romero Tinoco, quienes la estrenaron ese mismo año en la Universidad Don Vasco, de Uruapan; la repusieron en el Teatro Ocampo de Morelia en 1995, fue publicada en 1997 en el N° 19 de la Colección Libretos, del Colectivo Artístico Morelia a. c. Mónica Ruth Rodríguez del Río y Pedro Cortez Lorenzo la presentaron en la Casa de la Cultura de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en mayo de 1999 y en julio del mismo año en Acapulco. En 2010, Ingrid Linuet Nava Tovar y Quetzalcóatl Rodríguez del Río hicieron una gira de lecturas de esta obra en varios espacios de Morelia y del estado. Personajes • La Adelita. • El Valiente. • Comparsa. • Músicos.
Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
José Luis Rodríguez Ávalos
En caso de haber telón se abre acompañado de música mexicana, tal vez la Marcha de Zacatecas,1 un corrido, un son, en fin, algo alegre y jacarandoso al gusto de la concurrencia, escogiéndole bien para que nadie se vaya a ir con el pretexto de la música malona. Entra el Comparsa muy a la mexicana, esto es, alegre y dicharachero, con su sombrerote, huaraches o botines, botella de vino pero sin un trago encima para que no la riegue al momento de hablar. Trae también –o está por allí– un tambache de estampas de la lotería. Comparsa: ¡Ora sí ya se les hizo! ¡Esta fiesta va a estar muy buena, a la altura de sus mercedes! ¡Cierren las puertas! Que nadie se alebreste o se quiera jullir, porque esto se hace en honor a su alegría y nomás pa’ recordarles la suerte de este país, la suerte de ustedes por vivir en el país de la suerte, ¡así como lo oyen! Porque suerte se necesita para sacarse la lotería o atinarle a cualquiera de los cientos de sorteos, rifas, melates, progoles, ráscales, telerotones y tantas tarugadas que se hacen en este país para bajarle la lana a quien se deje. ¡Órale! No se me queden mirando con cara de buey cagalón y rásquenle a su suerte, busquen su premiesote en la corcholata, a ver si les salió el carro en la envoltura de chatarra o a lo mejor se 1
“Marcha de Zacatecas”. Genaro Codina. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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sacaron la casa en el periódico y el viaje a Europa con su tarjeta. ¡Órale, vean, no la vayan a regar y una de las cien corcholatas que cargan es la buena y ustedes en la pen... diente de la salazón! ¡No dejen pasar la suerte, suertudotes! Ya lo dijo el poeta, este es el país de la lotería y ahora, con tanto concurso, ¡pos ya la hicimos! ¡Aguas con paraguas y viento de escarmiento porque se va y se corre con...! ¡El que tapa el sol! (Muestra su sombrerote.) ¡El que se pela y se va pa dentro! (Saca el plátano.) ¿Nadie dijo yo? Pos’ pelen los ojotes porque se quedan sin ¡la que se fue pa’l Norte! (Muestra una carta.) Y para que no digan que no me vieron, échenles pa’ cá ¡la luz! (Se encienden más luces.) ¡Ora sí, violín de rancho, hasta que te agarró un profesor! (Saca la carta del violín.) ¡Échenle ganas porque si no, les raspa! ¿Cuál es? (Desde adentro le contestan: ¿El aguardiente? ¿La lija?) No sean tarugos, ¡el nopal! (Muestra la carta.) ¡Sale en la noche, sale en el día y a veces su resplandor nos guía! (Le contestan desde adentro: ¡La luna!) ¡Sale de la tierra y con dulce te lo cenas! (Desde adentro: ¡El camote!) Esto ya va agarrando forma. ¡Le soplas y canta como los pájaros! (Desde adentro: ¡La flauta!) ¡Sólo le veo las chiches! (Desde adentro: ¡A tu hermana!) ¡Órale, no sean maloras! ¿Cuál hermana? ¡Es la sirena! Agujetas pa’ los zapatos, no se me vayan a cair, pelen bien los ojotes o se les va a pasar la suerte por entre las corvas, así como lo oyen, no están los tiempos como para despreciar un golpe de la buena, claro, de la buena suerte, ¿o qué? ¿Va a esperar que le haga justicia la Revolución? Pos espérela sentado, porque la suerte no, ni crea que le va a suplicar, o se le va a meter a la bolsa a fuerzas, hay que tener fe y esperanza, y si tienen algo de caridad mucho se les va a agradecer. (Se quita el sombrero y lo muestra para que le echen dinero.) ¿Nadie dijo yo? Ni modo, entonces muy buzos porque aquí viene ¡la de las muelotas! (Desde adentro: ¡La muerte!) Y para que agarren valor aquí les presto... (Desde adentro: ¡A tu hermana!) ¿Otra vez? Vaya si serán cargaditos. Es ¡la botella! ¡Quién, quién gritó lotería? ¿Tú? A ver. ¡Ni es cierto! No se vale andarme guaseando. ¡Aguas con las enaguas! ¡Pelas con las memelas! ¡Mucho ojo para que no den 62
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lástima! ¡A la cargada la pintan calva, si no la agarran cuando hay, se va a chisporrotear! Sigue y se corre con... ¡La Adelita! Adelita: (Entra con su vestido chillón, rebozo y trenzas.) ¡Presente! Comparsa: ¡Aguas con... El Valiente! (Entra El Valiente con su traje de charro, sombrerote o, por lo menos, traje norteño y tejana, pero eso sí, echando bala con tremenda pistolota. El Comparsa sale huyendo.) Valiente: ¡Ajajay! ¡Aquí está su mero padre! (Cantando.) “Pa’ lo que ustedes quieran mandar”.2 Adelita: Oiga, señor Valiente, repórtese que lo están mirando. Valiente: A mí ninguna vieja me va a decir lo que tengo que hacer. (Se le acerca, apuntándole con la pistola.) Adelita: Ay, sí. ¿A poco me va a disparar? Valiente: Qué, ¿no puedo? Adelita: A ver. Valiente: Estaré tullido. Adelita: Me parece manco. Comparsa: (Entra, muy alegre.) ¡Lotería! (Ve la pistola del Valiente y sale corriendo.) ¡La regué, la regué! Valiente: (Como si no hubiera pasado nada.) Voy, voy, muy machita, ¿no? Adelita: Por lo menos más que usted. Valiente: Así me gustan, rezongonas. Adelita: No le saque. Valiente: Pos no le meta, mamacita. Adelita: ¿Qué mamacita ni qué su abuelita! Vamos, dispare. Valiente: Nomás porque no está en el libreto, si no... Adelita: Si no... ¡qué! Valiente: Le disparaba hasta la comida. Adelita: (Arrebatándole la pistola.) ¡Para eso me gustaba, desvergonzado! (Le dispara. Él huye.) Tenga, valentón, bueno para nada. ¡Cobarde! (Al público.) Ustedes han de disculpar tanta gritadera. (Sale.) 2
“El Águila Negra”. Cuco Sánchez. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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Valiente: (Después de un momento, asomándose.) ¿Ya se fue la mula? (Entra.) Pues claro, nadie puede aguantar mi presencia masculina, fuerte, recia. Y luego con este porte, buena ropita, botas nuevas, rostro de galán, tremendo bigotote y... (Busca.) y... (Angustiado.) ¿Y la pistola? ¡Ay, mamacita! Ni siquiera es mía, se la pedí prestada a mi compadre Filemón, que para más joderla tiene un carácter como patada de mula. ¡Ándale, eso es, se la llevó la mula! Pero esto no se queda así, ya verá esa vieja quién soy yo. (Sale todo enojado a buscar a Adelita. Música de suspenso. Regresa caminando para atrás, con las manos en alto. Adelita lo lleva apuntándole con la pistola.) Adelita: ¿Es de usted esta pistola? Valiente: ¿Mía? Noooo, Adelita chula, nunca la había visto. Adelita: ¡Cómo de que no si a usted se la quité! Valiente: Como usted diga, Adelita, pero... tenga cuidado... ¡No se le vaya a disparar! Mire, Adelita, la verdad es que no es mía, me la prestaron. Adelita: ¡Valiente bravucón! ¡Andar amenazando a la gente con cosas prestadas! Valiente: No, se equivoca, Adelita, yo... Adelita: ¡Usted es un fanfarrón que no vale ni un cinco! ¡Tenga! (Le regresa la pistola.) Valiente: ¿Ah, sí? ¡Pues ahora va la mía! Adelita: (Encarándosele.) ¡No me diga! ¿Y cómo le va a hacer? Valiente: Le voy a meter siete tiros pa’ ver si uno es de muerte. Adelita: Pago por ver. Comparsa: (Entra con boletos de lotería, ráscale, Melate, postales, revistas, etcétera, colgándole por todos lados.) ¡Se acaban las apuestas! Pida su apuestita baratita, última oportunidad. ¿A quién le va en el debate? Apueste y gane. (Sale.) Valiente: Mira, Adelita, piénsale bien porque esto no es un juego. Adelita: Claro, es una obra de teatro. Valiente: Qué obra de teatro ni qué nada. Es algo muy serio y hasta puedes perder la vidorria. Adelita: A mí su seriedad me da risa. 64
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Valiente: No me tientes, Adelita, que traigo el dedo caliente. Adelita: Pues que se le vaya enfriando porque no trae con qué disparar. Valiente: ¿Ah, no? (Muestra la pistola.) ¿Y esto qué? Adelita: Ni modo que dispare sin balas. Valiente: ¡No la riegues! (Revisa la pistola.) ¿Y las balas? Adelita: Se acabaron, Valientito. Valiente: (Guarda la pistola.) ¡Con pistola o sin pistola a mí me haces los mandados! Adelita: (Le pega un buen carambazo que lo tira al suelo.) Mandado al suelo, Valentón, donde debes estar. (Sale.) Valiente: (Levantándose.) ¡Vieja condenada! ¿Conque descontándome a la malagueña? ¡A mí! ¡Ni más ni menos que al representante de la nacionalidad! (Le grita hacia afuera.) ¡Le has pegado al honor patrio! ¡Le rompiste el hocico al folclor! ¡Méndiga! (Canta.) Señores, tengan presente lo que les vengo a contar en México no es argüende que uno se ponga a cantar. Se canta con fe y al punto por gusto, pena y dolor pero más si es el asunto algún negocio de amor. Pero el amor no es seguro y a veces nos sale mal, mas con sentimiento agudo canta y berrea cada cual. Se le canta a nuestra prenda y se llora, que es igual, como no hay quien nos comprenda le entramos duro al mezcal. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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También por gusto se canta en el baño, en el casino, lo bueno es tener garganta pa’ cantar y echarle vino. Si nos va mal en la vida, si se muere algún pariente, se canta cualquier movida y se le entra al aguardiente. Pero si es bueno el momento y tu cuerpo lo asimila, canta y levántale al viento un caballo de tequila. Así me voy yo cantando al modo de mi canción, aunque me ande yo peleando tiempo me doy para el ron. La cosa es estar de ambiente, también cantarle a la vida, no te hagas bolas, pariente, cuídate nomás del sida. Ora sí ya me despido, no se te olvide cantar, sólo una cosa te pido: invítame a emborrachar.3
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“Canto borracho”. J. L. Rodríguez Ávalos.
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Adelita: (Entrando.) Señor Valiente. Valiente: (Zalamero.) Dígame usted, Adelita. Adelita: Vengo a pedirle disculpas. Valiente: No tiene por qué. Adelita: Sí, cómo no. Ya me llamaron la atención porque no hemos empezado la obra por andarnos peleando. Valiente: ¿Cuál obra? Ni que fuéramos albañiles. Adelita: Don Valiente, se supone que tenemos que presentar una obra de teatro. Valiente: Oiga no, a mí no me dijeron nada de una obra, sino que tenía que echarme unas canciones muy nuestras, mostrar mi mexicanísimo porte y lucir un traje de charro, o por lo menos de norteño con tejana y todo. Adelita: ¡Echarse unas canciones! Un sueñito será, para la cruda. Valiente: ¡Qué pasó! Me eché mis tequilitas nomás pa’l gusto, para aclarar la garganta, pa’ andar como los meros mexicanos... ¡como los hombres! Adelita: Sí, como los hombres... ¡borrachos! Valiente: ¿Qué pues? ¿No que venía a darme disculpas? Ora hasta me salió cola. Adelita: No, de veras, discúlpeme. Es que dice el director que a qué horas vamos a empezar con las estampas. Valiente: Órale pues, tráigase la lotería. Adelita: ¿Para qué? Valiente: Pos pa’ enseñar las estampitas tan bonitas que trae. (Grita.) ¡La sandía! ¡El nopal! ¡Las jaras! ¡El negrito! ¡Lotería! Adelita: No, pues, señor Valiente. En el teatro las estampas son algo así como retazos de historias que recuerdan hechos que pasaron. Valiente: ¡Hechos de armas! Adelita: Personajes. Valiente: Mujeres bonitas. Adelita: Actos heroicos. Valiente: ¡Hartos balazos! Adelita: Un pueblo en lucha. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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Valiente: ¡Mucho chínguere! Adelita: ¡Oiga! Para usted la historia de la patria sólo tiene que ver con balazos, mujeres y vino. ¿Pues qué película vio? Valiente: ¿Qué quiere? Yo soy hombre bragado y entrón. Adelita: Haga de cuenta que así nos ven en todas partes a la gente de México. (El Comparsa realiza las acciones que narra Adelita.) Si no es dormidotes abajo de un nopal, cubiertos con un sarape para que no se note la cruda, es con un sombrerote, vestidos de charro, tirando bala y con tremenda botellota de tequila. Valiente: Le faltó una viejota al lado, bien apergollada. (La quiere abrazar.) Adelita: ¡Sáquese por allá, viejo cochino! Valiente: Uy, qué delicada, ni que estuviera tan buena. Adelita: Buena para darle unos trompones, viejo alevoso. Valiente: (Sacándole al parche.) No, Adelita, a golpes no me llevo, ¡y menos en la cara! Adelita: Se me hace que lo que tiene de valiente lo tiene de coyón. Valiente: Qué cosas se le ocurren, Adelita. Adelita: Ya que quiere cantar, ai le va una que le cuadra que ni mandada hacer. (Canta.) A qué le tiras cuando sueñas, mexicano, hacerte rico en loterías con un millón, mejor trabaja y ya levántate temprano, con sueños verdes sólo pierdes el camión. A qué le tiras cuando sueñas, mexicano, con sueños de opio no conviene ni soñar, sueñas un hada y ya no debes nada, tu casa está pagada, ya no hay que trabajar. Ya está ganada la copa en la Olimpiada, soñar no cuesta nada, ¿qué ganas con soñar?
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Pero eso sí, mañana sí que lo hago pero eso sí, mañana te lo doy, pero eso sí, mañana nos casamos. ¿A qué le tiras cuando sueñas sin cumplir? A qué le tiras cuando sueñas, mexicano, deja el tesoro que Cuauhtémoc fue a enterrar, cuántos centavos se te escapan de la mano con loterías que jamás te han de llegar. A qué le tiras cuando sueñas, mexicano, ¿que faltan niños pa’ poblar este lugar? Sigue soñando que no hay contribuciones, que ya no hay mordelones, que dejas de fumar. Sigue soñando que el pri ya no anda en zancos, que prestan en los bancos, que ya puedes ahorrar. Pero eso sí, mañana sí que lo hago, pero eso sí, mañana te lo doy, pero eso sí, ¡la última y nos vamos! ¿A qué le tiras cuando sueñas, soñador?4 Adelita: ¿Y qué? ¿Cómo le quedó el ojo? Valiente: Como mal de ojo, vieja peleonera. Y todavía viene a pedirme disculpas. Adelita: No se enoje, hombre. Pero es que ya ni la amuela, reduce la patria a puros balazos y tragos. Valiente: ¿Y qué otra cosa es, a ver? Adelita: Como en todo el mundo se trabaja, se vive, se lucha por una vida mejor. Valiente: ¿A poco quiere que seamos iguales a todo el mundo? No, Adelita, aquí somos diferentes. Aquí todos somos machos, pa’ que lo sepa. 4
“A qué le tiras”. Salvador “Chava” Flores Rivera. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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Adelita: ¿Y entonces cómo le hacen para tener hijos? Valiente: Los adoptamos. ¡No, no! (Coquetón.) Es que tenemos hembras buenotas y abnegadas. (Ella le hace un gesto de desprecio.) A veces bragadas y peleoneras, qué se le va a hacer. Adelita: Ay, sí. Qué fácil, ¿no? Nosotras nomás como adorno, ¿verdad? Valiente: ¿Cómo cree? La verdad... Comparsa: (Grita desde el fondo.) ¿Y la obra a qué horas empieza? Valiente: ¿Otra vez con la obra? ¿Pos qué se traen? Adelita: Sí, don Valiente. Se trata de mostrar algunas estampas que nos recuerden momentos importantes de nuestra historia. Valiente: No le veo mayor problema. Adelita: Pues ándele, arránquese. Valiente: ¿Algo así como... nuestra historia? Adelita: Pues claro, de eso estamos hablando. Valiente: Ahí le va. (Engolando la voz.) Música, maestro. (Entra música de fondo, tal vez el vals “Morir por tu amor”5.) México, nación de historia antigua formada por diversas razas, conquistada por los españoles en 1521. (Busca una pose convincente. Aclara la garganta.) Surge en ella una nueva raza, resultado de indígenas y españoles: los mestizos, que consiguen su independencia de España en 1821. (Otra pose.) La historia moderna de México comienza con la Revolución, que concluye en 1920. (Termina la pieza musical.) Allí tiene usted su historia. Adelita: ¿Y luego? Valiente: ¿Y luego qué? Adelita: ¿Nada más eso y ya estuvo? Valiente: Podemos irnos por ahí a echarnos unas, porque nos salió bien, ¿verdad? ¿O no le gustó? Adelita: Es que su concepción de la historia es... digamos, breve. Valiente: Para qué echar tanto rollo, ni que fuéramos políticos. Adelita: Pero es que así no se hace una obra. Para saber cuál es la esencia del pueblo mexicano se necesita conocer sus acciones. 5
“Morir por tu amor”. Belisario de Jesús García.
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Comparsa: (Que andaba por allí.) La vida, como usted dice. Valiente: Usted no se meta. Comparsa: (Al público.) ¡Atínele al gol! Valiente: ¡Sáquese de aquí! Comparsa: (Saliendo.) ¡Lleve su huerfanito! ¡Gánele a los malosos, compre su lotería! (Sale.) Adelita: Él tiene razón, porque con las acciones del pueblo se hace la historia, ¿o no? Valiente: Sí, pero no sale en la foto. Y nuestra patria es de fotos. O de estampitas, como las que nos quieren obligar a hacer. Adelita: ¿Dice que el pueblo no existe porque no sale en las fotos? Valiente: Fíjese bien, todo mundo conoce a los mariachis y a los charros, porque siempre estamos presentes a la hora de la foto. Adelita: ¿No será que nuestro pueblo hizo la Independencia y la Revolución en contra de los de las fotos? Valiente: ¿Qué pasó, Adelita? ¿Aparte de peleonera me va a salir revoltosa? Adelita: No lo digo yo, la misma canción mexicana lo dice, fíjese. (Canta.) Voy a contarles la historia del hombre que fue a la guerra y anduvo en la sierra herido para conquistar su tierra. Lo conocí en la batalla y entre tanta balacera que el que es revolucionario puede morir donde quiera. Dios tiene que perdonarme porque maté en la trinchera llevando siempre a la espalda la muerte por compañera.
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El general nos decía pelién con mucho valor les vamos a dar parcela cuando haya repartición. Gritó Emiliano Zapata: ¡Quiero tierra y libertad! Y el gobierno se reía cuando lo iban a enterrar. Mi abuelo fue peón de hacienda yo fui revolucionario mis hijos pusieron tienda y mi nieto es funcionario. Si me vienen a buscar para otra revolución les digo: estoy ocupado sembrando para el patrón. Vuela, vuela, palomita, párate en aquella higuera que aquí se acaba el corrido del mentado Juan sin Tierra.6 Valiente: A mí se me hace que usted exagera, porque esa es nomás una canción. Adelita: Es un corrido, y el corrido nació con la Independencia y se popularizó en la Revolución. Valiente: Ahí tiene lo exagerada que es. El corrido nació con la merita Revolución, no en la Independencia. Adelita: Ay, don Valiente, de veras que usted anda mal. 6
“Corrido de Juan sin Tierra”. Jorge Saldaña.
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Valiente: ¿Cómo que mal? Usted es la que se echa sus rollos históricos sin saber nada de historia. Adelita: ¡Vaya! Y usted sabe mucho, seguramente. Valiente: Pues claro que sí. Y no es algo que yo diga, todo mundo sabe que los corridos cantan los hechos de la Revolución y nada más. Adelita: Pues claro que no, Valientito, por si no lo sabe hay corridos de amor, otros que se refieren a animales... sin agraviar, claro. Hay, incluso, de exageraciones y otros asuntos que no son de la Revolución. Valiente: Claro, lo que usted trata siempre es ganar aunque no tenga la razón. No importa lo que todo el mundo diga, lo que toda la gente sabe, sino que trata de imponer sus ideas a güe... digo, a fuerzas. Adelita: Que no, don Valiente. Mire, no se enoje. Sólo le voy a poner el ejemplo de un corrido que se cantaba en el ejército insurgente y que se iba quedando en las poblaciones por donde pasaba la insurgencia. Valiente: Nomás no me vaya a vacilar, Adelita, porque ya no le voy a aguantar sus burlas, ¿eh? Adelita: Oh, pues, que no. En la época independentista había corridos a favor y en contra de los insurgentes. Escuche éste que se hizo al gran Morelos, a ver qué le parece. (Canta.) Ay, rema, nenita, rema, ay, rema y vamos remando, que la dicha que tú tienes a mí se me está acabando. Aquí en Cuautla venceremos pues peleamos con afán por eso los gachupines tienen ganas de volar. Ellos son muy poderosos en armas y munición, nosotros tenemos piedras y muchísimo calzón. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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Ay, rema, nenita, y rema, ay, rema y vamos remando, que los gachupines vienen y nos vienen avanzando. Los gachupas quieren sangre, matar a nuestra nación, la verdad que si se meten los haremos chicharrón. Por un cabo doy dos reales, por un sargento un tostón, por el general Morelos doy todo mi corazón.7 Adelita: ¿Cómo la ve, don Valiente? Ahí tiene para que vea qué tan antiguos son los corridos. Valiente: Y si le sigue por allí, los corridos vamos a ser nosotros. Adelita: El miedo no anda en burro. Valiente: ¡Otra vez la burra al trigo! ¿No le digo? No, si está visto que las mujeres son indinas. Adelita: ¿Pos no que éramos buenotas, abnegadas y no sé qué más? Valiente: ¡Eran! (Busca al Comparsa, que está tiradote entre los tiliches.) Ya pasa la botella, no te quedes con ella. (Bebe.) Adelita: Ja, cada oveja con su pareja. Valiente: No me hable al tiro, Adelita, que se me va por otro lado. Adelita: ¡Válgame! ¿Qué ni para eso es bueno? Valiente: ¿Que no? ¡A las pruebas me remito! Usted es la rejega. A ver, tómele. Adelita: Ni loca que estuviera. Valiente: ¿Le saca a la mexicanísima alegría? 7
“Coplas a Morelos. Dominio público.
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Adelita: Le saco a la borrachera. ¿Qué no le da vergüenza andar con sus desfiguros? Valiente: Todo le parece mal, todo lo tergiversa. A mí se me hace que está toda amargada y por eso no le cuadra nada de lo que uno hace. Adelita: Qué amargada ni qué sus narices. No cambie la conversación. Valiente: Esta no es una conversación, es un puro regaño de su parte, ni que fuera mi mamá. Adelita: ¡Ni maíz, paloma! Valiente: Usted empezó y, para que se le quite, le voy a dedicar un corrido que es su puritito retrato. Entre las diez y las once Juana se puso a pensar: voy a matar mi marido para salirme a pasear. Luego que ya lo mató se agachaba y le decía: ya te morites, José, lucero del alma mía. A la mañana siguiente Juana se fue a presentar: han matado a mi marido, váyanmelo a levantar. Le trasculcaron la casa como demanda la ley: le hallaron una pistola y una navaja de muey. Y le decía el juez de letras: Juanita, ¿qué es lo que has hecho? No tengo culpa, siñores, que me quiten lo malhecho. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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Calle de la Palma Real, ¿por qué estás tan espantosa? Es que se ha muerto José y lo ha matado su esposa.8 Valiente: Ahí tiene, para que no le ande. Adelita: Ora falta que por una canción nos retrate a todas por igual. Valiente: (Imitándola.) Es un corrido. Y el corrido nació con la mismita Indep... Adelita: Sí, sí, ya lo sé. Pero si a esas vamos... Valiente: ¡No! No, mejor ahí muere. Pero no me puede negar que la canción mexicana contiene mucha verdad y hace retratos de la vida de nuestra patria. Adelita: Pos ah qué la canción. Valiente: Ni me cambie la conversación, que usted empezó. Adelita: Pero ya le di mis disculpas. Valiente: Eso no le ha importado para seguir jorobando. Adelita: Ya, ya, señor don Valiente. No se me vaya a enfurruñar. Valiente: ¿Yo? ¡Para nada! (Burlándose.) Viera qué contento estoy de trabajar con una persona tan comprensiva y buena onda como usted. Adelita (Halagada.) ¿De veras? ¿Todo eso que dice? Valiente: ¡No, pos sí! Eso y mucho más. Adelita: Comprensiva y buena onda. Valiente: (Entra el Comparsa y ambos se burlan de Adelita.) Jaladora, de buen decir, recatada. Adelita: Expresiva, inteligente, sensata. Valiente: Trabajadora, limpia, sana... Adelita: Alegre. Valiente: Jovial. Adelita: Buena ropita. Comparsa: Popular entre la tropa. Adelita: ¡Quihúbole! ¿A usted quién lo mete en esto? 8
“La palma real”. Dominio público.
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Comparsa: Nadie, nadie. Yo nomás decía. Valiente: ¿Pero por qué le dice eso, hombre? Comparsa: Es que así dice su canción. (Canta.) En lo alto de una abrupta serranía acampado se encontraba un regimiento y una moza que valiente lo seguía locamente enamorada de un sargento. Popular entre la tropa era Adelita, la mujer que el sargento idolatraba, porque a más de ser valiente era bonita y hasta el mismo coronel la respetaba. Y se oía que decía aquél que tanto la quería: Y si Adelita se fuera con otro la seguiría por tierra y por mar; si por mar, en un buque de guerra, si por tierra, en un tren militar. Una noche que la escolta regresaba conduciendo entre sus filas al sargento y la voz de una mujer que sollozaba su plegaria se escuchó en el campamento. Al oírla el sargento, temeroso de perder para siempre a su adorada, ocultando su emoción bajo el embozo de esta manera le cantó a su amada: Y se oía que decía aquél que tanto la quería:
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Y si Adelita quisiera ser mi novia y si Adelita fuera mi mujer le compraría un vestido de seda para llevarla a bailar al cuartel. Y después que terminó la cruel batalla y la tropa regresó a su campamento con las bajas que causara la metralla muy diezmado regresaba el regimiento. Recordando aquel sargento sus quereres los soldados que volvían de la guerra ofreciéndole su amor a las mujeres entonaban este himno de la guerra: Y si acaso yo muero en campaña y mi cadáver lo van a sepultar, Adelita, por Dios, te lo ruego que con tus ojos me vayas a llorar.9 Adelita: ¿Ya ve? Puros balazos, puras guerras, puras tristezas... Valiente: ¡Ay, Adelita! ¿Pues qué quería? ¡Era la mera Revolución! Adelita: ¿Entonces no se ha acabado? Valiente: ¿Qué cosa? Adelita: Pos la Revolución. Dice usted que pura bala entonces, pura bala ahora... ¿qué pues? Valiente: ¡Ah, qué Adelita! Qué cosas se le ocurren. Ya ve que yo ni balas traigo. Adelita: Y ora va a decirme que la revolufia se terminó por falta de balas. Valiente: ¡No, Adelita! Eso sería muy denigrante. Se firmaron tratados y esas cosas. Adelita: Como ahora, pues. 9
“La Adelita”. Dominio público.
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Valiente: ¡Que no enrede las cosas, caray! Comparsa: (Que ha tratado de hablar desde que terminó la canción.) ¿Qué pasó con la obra? Valiente: (Sacando la pistola, lo hace huir.) ¡Ya deja de fregar con tu obra, cara de menso! Adelita: (Deteniéndolo) ¡Pérese, que él nos contrató! Valiente: ¿Ese babotas? Es que ya me hizo encabronar. Adelita: ¡Ave María purísima! Ora sí nos van a correr. Valiente: ¿Por qué nos van a correr, a ver, por qué? Adelita: Porque aquí no se vale decir esas palabrotas. Valiente: ¿Entonces qué digo? Adelita: No sé... enojar, disgustar, malhumorar... Valiente: Ay, sí: Señor director, ya me hizo disgustar... ¡Sáquese! Adelita: Ahora es usted el que se puso bravo. Valiente: Es que yo no vine a hacerle al actor, yo soy hombrecito, pa’ que lo sepa. Adelita: Ah, qué caray. Valiente: Yo vine a cantar, pa’ que lo sepa. Adelita: Cántele pues. Valiente: ¿Y qué canto? Adelita: Oh, qué la canción. Pos ai verá si llamamos a la judicial pa’ que de veras cante. Valiente: ¡No, mejor actúo! Adelita: No le saque, Valientito. Valiente: Cómo no, si usted de veras me quiere fregar. Adelita: Mejor denos unos ejemplos de esas canciones que se sabe. Valiente: ¿Un popurrí, dice usted? Adelita: No sé, una pruebita de varias canciones. Valiente: ¡Me canso! Ai le va. (Canta.) El lunes por la mañana bastante malo me vi
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fui a curarme a la cantina se me pasó y la seguí.10 Adelita: No, no, espere. Ese tema de la tomadera ya nos tiene hasta el gorro. Búsquese otro. Valiente: Pos otro, no faltaba más. Este... a ver, déjeme ver. ¿Una de amor? Adelita: Una de amor. Valiente: Ya le va. (Canta.) Yo me enamoré, ranchera, tú no me quisiste amar. Ay, chirriones, ya quisieras, vale más irme a tomar.11 Adelita: No tiene remedio. ¿Insinúa que todos tenemos que entrarle al trago? Valiente: ¿Y qué tiene de malo? Para eso es el vino, para echárselo entre pecho y espalda. Adelita: Nomás para andar bien borrachos. Valiente: Es el deporte nacional. Adelita: Y el pretexto para todo. Valiente: Clarines. Ya lo dice la canción. (Canta.) La burocracia va a las dos a la cantina todos los cuetes siempre empiezan a las dos.12 Adelita: Y a las tres, y a las cuatro, y a las cinco... Valiente: Otra canción compara las bebidas, que si entre el mezcal o el tequila o el aguardiente cuál es el mejor licor: “La Semana Santa”. Dominio público. “La ranchera”. Dominio público. 12 “Sábado Distrito Federal”. “Chava” Flores 10 11
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Yo creo que es el aguardiente: ¡Lo toma hasta el presidente, también el gobernador!13 Adelita: ¡Fíjese nada más! Si así es con los mandamases, cómo será con la infantería. Valiente: Pos no sé dónde le ve lo malo. Adelita: Cuando ande usted sobrio se lo digo. Valiente: Pa’ mí que usted es medio rara, o a lo mejor de gustos medio exóticos. (Canta.) La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar porque no tiene, porque le falta marihuana qué fumar.14 Adelita: No se exceda, don Valiente. ¡Cucaracha su abuela! Valiente: Bueno, bueno, no se enoje. Oiga, a mí se me hace que lo que usted quiere es pasión. Adelita: ¿Cómo pasión? ¿Qué quiere decir? Valiente: Algo así como declaraciones de amor, usted sabe. Fíjese. (Canta.) Ese lunar que tienes, cielito lindo, junto a la boca no se lo des a nadie, cielito lindo, que a mí me toca.15 Adelita: (Riendo.) Qué chistoso se ve cantando cosas de amor. Valiente: Oh, pues. ¿Quién le da gusto? Ahora hasta burlándose. Adelita: No se enoje, pero es que yo ni lunar tengo. “El querreque”. Dominio público. “La cucaracha”. Dominio público. 15 “Cielito lindo”. Dominio público. 13 14
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Valiente: (Coquetón.) Ni falta que le hace. Es nomás un decir. Ai le va algo más alegre. (Canta.) Desde que te vi venir le dije a mi corazón: qué bonita piedrecita para darse un tropezón.16 Adelita: Usted ya ha de tener los zapatos llenos de piedritas. Valiente: No me juzgue mal, Adelita. (Se le acerca.) Aunque me vea machín, yo también tengo mi corazoncito. Adelita: (Rechazándolo.) ¡Épale! No se me vaya a poner romántico. Valiente: Mírala pues, todavía no nos casamos y ya me está regañando. (Canta.) Esto es lo que me acongoja del ser casado con ésta que me he encontrado que ya reniego.17 Adelita: Ni loca se me ocurriría casarme con usted. Valiente: Cae más pronto un hablador que un cojo. Adelita: ¿Me está diciendo habladora? Pues sépase que más habladora es su... Valiente: ¡Éita! ¡Pare su carro! No es por ahí el asunto. (Canta.) Valentina, Valentina, yo te quisiera decir que una pasión me domina y es la que me hizo venir.18 “El vaquerito”. Dominio público. “El solterito”. Dominio público. 18 “La Valentina”. Dominio público. 16 17
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Adelita: ¿Quién es esa tal Valentina? Valiente: Usted, mi Adelita. Adelita: ¡Nomás eso me faltaba! Valiente: Aunque por su forma de ser más bien parece “Valentona”. Adelita: Ah, qué don Valiente, usted no tiene pelos en la lengua. Valiente: (Se le acerca, muy resbaloso.) Porque usted no quiere, Adelita. Adelita: (Le da una bofetada.) ¡Majadero! (Se echa aire en la cara con las puntas del rebozo.) Mejor pasemos a otra cosa, ya se ve que la canción mexicana da para todo. Valiente: (Sobándose el cachete.) Y me sé más. Adelita: No lo dudo, pero sería cuento de nunca acabar. Mejor le voy a proponer algo. Valiente: (Alisándose el bigote.) Pos tú dirás, coconita. Adelita: ¡Que se calme, le digo! No me refiero a ese tipo de proposición. Valiente: De esa o de la que quieras, yo soy entrón. Adelita: No, en serio. Valiente: Uuuuh, no me conoces lo serio que soy. Adelita: Me doy una idea. Mire, ¿por qué no canta algo que se refiera a los problemas del país? Valiente: Ese sí sería cuento de nunca acabar. Adelita: Por ejemplo, de los problemas del campo. Valiente: Nooo, pos ya valió. Adelita: ¿Ya valió el campo? Valiente: Ya pasó a la historia; ahora los negocios se hacen en la ciudad. Pa’ que se dé cuenta, ai le va esta cancioncita. (Canta.) La autopista es de agrarismo allá un cerrito se ve son la vaca y el buey de Secretaría de Turismo. Al turista da lo mismo si el campo no es de verdad sólo busca novedad y que le prendan el sol Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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con un poquito de alcohol se parece a la ciudad.19 Adelita: No, pos sí. Es muy triste que uno tenga que abandonar su campito para irse a batallarle a la ciudad, pero qué remedio, ya no hay con qué sembrar, ni modo que el campesino regale su trabajo si de pilón nadie le echa la mano, ni que no tuviera familia, ni que la semilla fuera gratis. Luego se le ocurre enfermarse, él, la familia, la cosecha, lo mismo da, y todo se va al carajo mientras en la ciudad se les va en decir discursos, declaraciones a los periódicos, enseñar el traje en la tele y pelearse como perros por el dinero. Todo el dinero se queda en la ciudad. Valiente: Pérese, pues, Adelita, ya está echando un rollo politiquero. Adelita: Perdón, me ofusqué. Valiente: Pero lo dijo usted bien, está cabrón. Adelita: ¡Oiga! Yo no dije eso, no me eche la culpa de su trompabulario. Valiente: Éita, éita, no se me alebreste. Mejor vamos a volver a las canciones alegres. Comparsa: (Entra, angustiado.) ¡Nooooo por favor! Más canciones ya no, ni que fuera película de Luis Aguilar. Valiente: ¿Qué tienen de malo? Comparsa: Nada, pero parece que para no tener que actuar mejor se ponen a cantar. Adelita: ¿Entonces qué hacemos? Comparsa: ¿Cómo qué? ¿Pos a qué vinieron? ¡O hacen la obra o se van mucho a la... calle! (Sale.) Valiente: ¡Y sigue la mata dando! Ya no quiero saber más de obras, mejor ya vámonos. Adelita: Pero a poco nos vamos a ir así nomás. Valiente: Pos qué quiere, no vamos a arreglar nada. Adelita: No vinimos a arreglar nada. Yo dizque a actuar y usted dizque a cantar. 19
“Campo y ciudad”. J. L. Rodríguez Ávalos.
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Valiente: Yo ya canté. Adelita: Sí, pero a mí se me hace que con esas canciones nomás está ocultando su falta de instrucción. Valiente: Ora sí que la jodimos. ¿Me está diciendo burro? Adelita: Claro que no, yo respeto mucho a los burros. Valiente. Mire, Adelita... Adelita: Yo no dije nada, pero para mí que ni fue a la escuela. Valiente: ¡Si fui! Pero ya estaba llena. Adelita: Pretextos no le faltan. Yo creo que su escuela son las cantinas. Valiente: ¿Pues de dónde cree que saco para comer? Pa’ que se lo sepa no sólo soy cantor, yo le hago a todo. Hasta di el servicio militar y fui condecorado. Adelita: Con la medalla a la flojera o qué. (Se ríe.) Valiente: No se burle, Adelita, que la risa es lo que duele. Cómo se ve que usted no cree en mí, no me tiene confianza. Ni siquiera le he dicho cómo fui galardonado. Adelita: ¡Ni Dios lo quiera! Valiente: Yo soy hombre de la Revolución. Adelita: Mire, don Valiente, mejor allí vamos a dejarle, no vaya a ser que vuelvan a decirnos... Comparsa: (Desde adentro) ¿Qué diablos pasa con esa obra? Adelita: Se lo dije. Valiente: ¡Ese directorcito ya me calentó! Adelita: Pues váyase enfriando, no vaya a ser que nos eche encima a la policía y lo dejen frío de un plomazo. Valiente: ¡A mí me pelan tres dientes! Adelita: Ya deje ese asunto en paz. Valiente: ¿Y a nosotros por qué no nos dejan en paz? ¿Nomás porque queremos cantar canciones mexicanas? Si se tratara de canciones gringas o de esas que fabrican Telerisa y Temeazteca estarían bien contentos. Adelita: Ya, hombre, se va a enfermar del coraje. Valiente: No le hace que me ponga ronco, al fin que yo también soy bronco. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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Adelita: Ah, chirrión, ¿toca en ese conjunto? Valiente: Conjunto de ca... rambas son esos que reniegan de la auténtica música mexicana, de nuestras tradiciones, de nuestra cultura. Adelita: Ya pues, don Valiente, bájele a su muina. Mejor cántese una canción antes de que se trabe de coraje. Valiente: Claro que voy a cantar, no respondo chipote con sangre. Ai le va una valona al mero estilo de Apatzingán. (Canta.) Amigo, vengo a decirle que este gobierno tan gacho hizo a mi país vendible y no me guardó ni un cacho. Tanto trabajo invertido tantos héroes, tantos muertos la sangre en pechos abiertos lamento en mal convertido. Ya está México jodido pues se pusieron a abrirle el corazón para herirle su magnífica belleza, ¡ya le tumban la cabeza amigo, vengo a decirle! Era el país un proyecto de patriotas muy conscientes de Harvard los presidentes lo hacen desmadre perfecto. Verás que su plan es abyecto es entregar al gabacho del país hasta el despacho son mensos y sin honor sabrás que no hay nada peor que este gobierno tan gacho. 86
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En el discurso son fieros se dicen incorruptibles vemos que son susceptibles de llevarse los dineros. Se creen siempre los primeros tú sabes que es preferible un pueblo siempre inflexible para evitar el infierno ya viste que este gobierno hizo a mi país vendible. Creen que nos van a engañar con su cuento y con su plan que es adorar al Tío Sam pero aquí se han de parar. El pueblo le ha de cortar su larguísimo mostacho tirarlo como un hilacho y vengar a la nación ¡ya la vendió sin razón y no me guardó ni un cacho! La despedida es de a mil a ver a quién le conviene el cabronazo se viene... yo ya tengo mi fusil.20 Adelita: Señor Valiente, no es por desanimarlo, pero ora sí váyase enfriando y vámonos antes de que alguien salga lastimado. Valiente: Pos no he de ser yo. Adelita: A usted me refiero. Valiente: Está por verse, porque a mí me... 20
“Lo vendieron”. J. L. Rodríguez Ávalos. Estampas. Pretexto para fiestas patrias y de las otras
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Adelita: Sí, ya sé que a usted le hacen los mandados, pero mejor vamos mandándonos con la música para otro lado. Valiente: Pero cómo así nada más, van a decir que le corrimos. Adelita: Que digan misa. Más vale aquí corrió que aquí quedó. Valiente: Deje echarme otra cancioncita y ahí le paramos. Adelita: Por eso estamos en este dilema. Valiente: ¿Qué tienen mis canciones, a ver? Pura mala voluntad. Está bien que canto un poquitín desafinado, pero es que así es el falsete. Adelita: De veras que es usted necio. Lo que en verdad quiere es echarse sus habladas. Valiente: Que no pues, Adelita. Son canciones, canciones mexicanas, y la canción mexicana es... Adelita: ¡Epa! Detenga su recua, lo que menos queremos son rollos. Mejor aviéntese con su canción. Valiente: Nomás no me regañe. Adelita: ¡Újule! Qué melindroso. Ándele, y para estar a tono échese una cancioncita que nos deje el sabor de la Revolución. Valiente: Clarines, pero más que el sabor, vamos a dejar este asunto merito donde se quedó la Revolución. Adelita: ¡Ándele! Desde a qué horas le estoy pidiendo eso, que nos hable de la modernidad, de los logros de la revolución. Valiente. Es que antes no le entendí. Usted quiere saber del reparto agrario, la justicia social, la unidad nacional... Adelita: Oiga sí, lo bueno de vivir en la democracia, de tener una base para el futuro, saber que la Independencia y la revolución sirvieron para algo. Valiente: Pos de todo eso habla esta canción. Adelita: Hasta que le cayó el veinte. ¡Arránquese, pues! Valiente: Ora sí, ¡la última y nos vamos! (Canta.) Mi abuelo mató franceses y mi padre federales y yo tan sólo heredé un jacal y tres nopales. 88
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