Entrevistas III Encuentro de Pastoral Urbana

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Entrevistas: comunidades forĂĄneas III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana

Instituto Superior de CatequĂŠtica Universidad del Valle de Atemajac Espacio de Pastoral Urbana

Septiembre 2013




Entrevistador, dise帽o y edici贸n miguel(as铆,sinapellidos) Transcripci贸n y formato Mario Grana


Ă?ndice Argentina 1 7 Argentina 2 11 Argentina 3 13 Brasil 17 Chile 19 Colombia 1 23 Colombia 2 27 Estados Unidos 1 31 Estados Unidos 2 33 MĂŠxico 37 Final 41



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III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 14, 2013, 14:02 horas Entrevistados: María Cristina Mandali Fabian Omar Fusca Walter Hugo Marchetti ¿Cuáles son sus nombres? F. Mi nombre es Fabián, soy sacerdote de la diócesis de San Justo de la provincia de Buenos Aires de la república de Argentina. W. Mi nombre es Walter. Soy párroco de la Arquidiócesis de Buenos Aires. M. Mi nombre es María Cristina. Soy misionera Sierva del Espíritu Santo. Trabajo en el equipo de pastoral urbana de la región Buenos Aires. Hablar de Pastoral Urbana, ¿Qué involucra en estos tiempos, cuando se trata de compartir la palabra de Dios? F. Hay como una primera certeza que estamos teniendo, que hay como una impresión de que la urbe es como un todo y nosotros tenemos una proclamación de fe, de que Dios vive en la ciudad; entonces lo primero que estamos tratando de hacer es descubrir a ese dios que vive y actúa en la ciudad y también, desde allí, hacer nuestro aporte evangelizador llevando y comunicando la palabra de Dios en primer lugar, esto es una certeza que tenemos: de en medio de esta ciudad, en la cual vivimos y amamos, ciudad en que todos vivimos, bueno, que en ese lugar está habitando Dios y que se hace presente en la vida de cada uno. Walter, ¿Cómo ha sido llevar la palabra de Dios a alguien, como ahorita me decían, a la calle? W. En primer lugar uno tendría que descubrir que Dios está en la calle, y no solamente en la calle, y no sólo llevar sino tratar de descubrir cómo Dios está en las personas que están en la calle y cuándo uno habla de llevar a Dios a la calle es en primer lugar, descubrir que Dios está allí hablando, actuando y a la vez es dejarse interpelar por ese Dios que está en nuestra persona. Más que llevar a Dios, es descubrir a Dios y hacer que las personas del pueblo de Dios descubran cómo Dios está viviendo dentro de ellas. Más que llevar, yo tendría que tratar de encontrar y descubrir porque ya está allí. Para este proceso de descubrimiento, hermana Cristina, ¿Cómo te involucras? M. Pues yo creo que la clave es, como dijo Fabián al principio de este tema, si tú

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tienes que creer que Dios vive en la ciudad y si tú crees que la ciudad no es abstracto: son personas, son las personas, entonces con esta certeza de que Dios está presente y vivo en las personas, sales al encuentro con mucha más “facilidad”, porque justo eso es lo que más nos cuesta... pero si yo tengo la certeza de que en el otro también está presente Dios, de otra manera diferente, me invita al encuentro: me invita al diálogo, sobre todo cuando tú partes de una experiencia de Dios porque estamos hablando de Dios; vos empezaste esta charla mencionando el anunciar la palabra, es decir, algo para compartir y este es el punto de la fe: el compartir; no es sólo lo que yo tengo, es lo que vos tienes también y querer descubrir y querer encontrar, ahí se hace presencia de lo divino. Digamos que se trata de una experiencia colaborativa M. Más que colaboración, es un encuentro... F. Sí, uno en nuestra vida cristiana y lo anhelamos siempre, es el encuentro con Jesús, el encuentro con Dios y estamos teniendo esta certeza de que Dios está en la ciudad; salimos al encuentro de este Dios que está en el hermano que está en la calle, que está compartiendo y salimos al encuentro. En ese encuentro se da el diálogo, se da la fraternidad, se da la caridad, se dan todos los motivos de encuentro que se pueden dar en cualquier encuentro: no solamente Dios en el templo sino también en distintos lugares. Y para lograr esto ¿Cómo es el proceso? ¿Cuáles son las herramientas que necesitamos? Obviamente los tiempos están cambiando, las generaciones de personas están cambiando ¿Cómo buscar, cómo compartir este encuentro con los demás? M. En primer lugar, yo creo que la clave la estaban diciendo aquí en el congreso: nosotros necesitamos caminar hacia un cambio de mentalidad, necesitamos cambiar nuestros paradigmas, nuestras mentes; ir hacia una convicción de que esto es real, de que se puede producir este encuentro, de que es necesario, de que es un bien y una riqueza y que desde allí, después, se construye un reino. Vos hablabas de colaboración en el sentido de ayuda, de estar cerca, de ser solidario. F. No estamos hablando de fórmulas. No es que planteamos un plan, una fórmula, sino más bien una actitud que tenemos que tomar frente a esto. El camino lo vamos haciendo, juntos. W. Una actitud sumamente religiosa, de fe y cuando uno tiene esta actitud religiosa, de fe, uno empieza a confiar en el Espíritu Santo… entonces uno pierde el miedo, digamos: Dios va obrando, va suscitando; el Espíritu va suscitando ideas, criterios. Dios obra entonces y uno tiene que estar atento a esas inspiraciones y manifestaciones de Dios. Es muy simple: en el corazón de las personas se va descubriendo el camino. Es un cambio de mentalidad desde la fe.

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El día de ayer, ustedes salieron a una intervención urbana. ¿Qué comparan de esta experiencia con la experiencia en Buenos Aires? W. Es distinto (ríe). ¿Cómo es distinto? Me parece que la forma de pensar que tienen los mexicanos es distinta a la forma de pensar que tenemos los argentinos. Los mexicanos tienen toda una tradición, un peso cultural y de historia que nosotros admiramos y que es muy fuerte, tradición que tiene que ver desde las épocas prehispánicas más que nosotros. En Argentina y en la ciudad de Buenos Aires tenemos mucha menos historia, entonces, ustedes tienen una identidad muy marcada que todavía nosotros la estamos haciendo y nosotros tenemos una mirada mucho más universal, mucho más abierta: nosotros somos fruto pluricultural, somos fruto del crisol de razas. Entonces no tenemos una identidad tan marcada somos más cosmopolitas. F. Se va armando un poco más el hecho de que uno ve que hay como una mezcla de tradición, una historia dentro de las personas: una cultura y una religiosidad. W. Nosotros, por ejemplo... Hay muchos migrantes italianos, hijos de italianos, hijos de españoles y de otros países limítrofes; hay entonces como una mezcla mucho más grande de donde, si bien cada uno va manteniendo su identidad, su cultura, su estructura, su forma de pensar, pensemos: cada cultura tiene su forma de pensar y su forma de expresarse, eso hace una diferencia. O sea, es que uno dice: oye somos distintos, ni somos mejores ni peores, no, somos distintos y valoramos esa diferencia y a mí por lo menos me ayudó a crecer mucho, me ayudó a ver toda la historia como un signo. Uno va caminando por México y vemos que hay una iglesia de hace cuatrocientos años y al lado un edificio ultramoderno; allá, en Argentina, no tenemos eso porque no tenemos tanta historia, sino que se va gestando. C. Estamos en un proceso. ¿Cómo, cómo llegar [al Encuentro]? Ya vimos que existen diferencias, ¿Crees que estas diferencias marquen una (diferencia)? Por lo menos yo no lo considero así, pero ver que estas diferencias sean, o sea, son el lazo en que estamos unidos por Dios. Claro, no sólo las diferencias. Vos preguntaste cómo las veíamos, no sólo hay diferencias, hay aspectos en común y si lo tomamos desde lo religioso, evidentemente, el camino de búsqueda que está haciendo México desde su historia es muy similar al camino de búsqueda que está haciendo Argentina desde su historia. Hay una realidad que nos interpela a ustedes de una manera y a nosotros de otra. Queremos responder a esa realidad y entendemos que, sea aquí, en Argentina o en Tokio, el salir al encuentro y de hecho lo dice el Papa, “el salir de nosotros hacia Él: es salir de los templos hacia Él, es salir de las parroquias hacia Él” y creo que eso es un desafío absoluto para todos, no sólo para nosotros.

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Se trata entonces de una nueva etapa para la evangelización, para compartir la fe Cristiana. F. Yo creo que sí es una nueva etapa, que no quieres ir y anularla ante Dios sino asumirla, asumir la historia porque es nuestra historia y la asumimos y nos lanzamos hacia el futuro pero también, poniendo los pies en la tierra hoy; también tenemos otras culturas, otras existencias, otras problemáticas, otras preguntas existenciales del ser humano, “otras periferias” como le gusta mucho decir al Papa Francisco… bueno, a esos lugares es a donde salimos al encuentro con toda nuestra historia asumida, pero también, planteándonos que hay cosas nuevas y que tenemos que lanzarnos a las cosas nuevas. W. Y las diferencias tampoco nos tienen que inquietar, porque son una riqueza, no son un obstáculo; a veces, se ven a las diferencias como un obstáculo, como una carga como algo negativo y al contrario: es algo positivo que nos enriquece. F. Justamente en este encuentro vivimos eso, o sea, a pesar de ser de países distintos estamos caminando unidos, cada uno desde su perspectiva desde su mirar pero estamos unidos y de hecho hay más puntos de coincidencia que de diferencia entre uno y otro. https://www.youtube.com/watch?v=eaFJN8XqJis

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III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 15, 2013, 10:32 horas Entrevistado Leandro Leonel Mirabelli ¿Cuál es su nombre? Mi nombre es Leandro Leonel Mirabelli, soy de Buenos Aires, Argentina. Soy laico, estoy trabajando en la Pastoral Social, salimos todas las semanas a dar de comer a gente en la calle, hace diez años que hago esto y hace dos años que integro en el equipo de Pastoral Urbana, región Buenos Aires, allá en Argentina. Muy bien. ¿Cuál es este proceso de la “Nueva Evangelización”? Sí, es un proceso que a mi modo de entender es un cambio de mentalidad que se viene gestando por lo menos desde el Concilio Vaticano II que todavía no se llega a aplicar por… persistencias, de cualquier sector; no ningún sector en particular pero que todavía estamos asimilando, estamos en proceso de asimilación y esto de la Pastoral Urbana que estamos trabajando, particularmente en este Encuentro, sale aparecida del 2007, creo, fue aparecida, y por cierto, bien recibida en toda Latinoamérica. A mí particularmente me entusiasmó porque es algo que yo sentía, ya venía trabajando de antes esto de la iglesia a puertas afueras y salir al encuentro de la gente. ¿Estamos hablando de una evangelización a ras de suelo? Sí, una increíble evangelización de abajo hacia arriba: ya no es la Iglesia que sale a evangelizar sino, me parece, que es la Iglesia la que sale a buscar a Dios, a encontrarse con Dios en la calle ya sea con necesitados, ya sea en el profesional, ya sea en el empresario o en el político o en cualquier persona que no esté dentro de la Iglesia pero que, en la cual, Dios habita. Tú me dices: la búsqueda en la calle… sabemos que Dios está en todas partes. ¿Cómo compartir, cómo has logrado que tu comunidad se integre, que tu comunidad sepa que Dios está en la calle, que está en todas partes? Es una cuestión de Fe. Estoy convencido de que Dios está en la calle: Dios está en las ciudades. Es una cuestión de práctica, no sé cómo expresarlo. Yo la primera vez que había ido a esta “noche de caridad” me había ido muy impresionado, con cierto miedo pero con ganas de volver, también; porque acercarse a personas humildes… eh, la persona humilde tiene menos pero también se da cuenta que necesita menos y eso es una enseñanza que yo tengo de este encuentro que tengo

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semanalmente con ellos. Yo al principio pensé que iba a salir a decir algo y me encontré con que salgo todos los días a escuchar algo nuevo. Con los jóvenes, ¿cómo lo vives? Como joven te puedo decir cómo lo vivo. Recién estoy empezando porque hay mucho por hacer, tengo mucho entusiasmo y capaz que eso es una locomotora con la cual puedo llegar a acompañar a otras personas y entusiasmarlos, además, una vez decimos: estamos cansados, que sean pocas personas pero vamos, esto se tiene que seguir haciendo, esto es bueno, es necesario para los demás y para nosotros y en ese proceso voy a acompañar a este grupo. Ha ido variando en las personas a encontrar nuevas perspectivas en la vida. ¿Cuáles son esas nuevas perspectivas? La apertura del diálogo, la escucha… lo que te decía fundamentalmente al principio: encontrar a Dios en la persona que está fuera de la iglesia y darse cuenta que esa persona necesita ser amada y ese es el mensaje que nosotros estamos llevando cuando salimos a la calle. ¿Cómo te vas de este Tercer Encuentro internacional de Pastoral Urbana? La verdad me llevo más que conocimiento y reflexiones: corazones, mi encuentro personal con mucho, con lo que he compartido en el diálogo y el Encuentro. ¿Te emociona mucho haber estado aquí? Mucho, es mi primer viaje largo al exterior y… mucho que aprender de la cultura y la historia mexicana para la Argentina. Estamos hablando de joven a joven, estamos hablando de que la Iglesia, es un nuevo…. Bueno, es un medio para buscar lo que las nuevas generaciones han derruido. Totalmente. Juan Pablo II decía, “el camino del hombre es Cristo, pero el camino de la Iglesia es el hombre”. La iglesia se tiene que centrar en el hombre, acompañarlo… acompañarnos. Así es. ¿Algo con lo que quieras cerrar? Tengo, en resumen, el mensaje particular que nosotros podemos llegar a aportar a nuestra sociedad tan fragmentada es el mensaje del amor, es mucho agradecimiento. Gracias Leandro. https://www.youtube.com/watch?v=c53jc3CLns0

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III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 14, 2013, 18:06 hora Entrevistado Jorge Eduardo Scheinig ¿Cuál es tu nombre? Jorge Eduardo. Soy sacerdote de Argentina, de Buenos Aires... Háblanos respecto a tu experiencia con esto que es la pastoral urbana en tu comunidad. Nosotros en Buenos Aires somos una ciudad grande, catorce millones de personas, y hace unos siete años comenzamos a reflexionar obispos, sacerdotes, religiosas, laicas, laicos y bueno, fuimos haciendo todo un proceso, nos acercamos a la ciudad, luego invitamos al padre Benjamín para que nos hablara de las ciudades invisibles, al padre Mancera para que nos hablara de los imaginarios urbanos y después fuimos haciendo nuestra propia reflexión pastoral. Nosotros nos dedicamos fundamentalmente a las mediaciones pastorales, nos interesa la relación entre la iglesia y la ciudad y por lo tanto es necesario conocer la ciudad, pero también cambiar esquemas propios y buscar cuáles son las mediaciones pastorales, es decir, estructuras, formas, gestos, contenidos. En ese camino estamos y te voy a decir una cosa interesante, siempre que hacemos los encuentros que generalmente duran cuatro días, y hubo encuentros de cuarenta personas a propósito, pero también, encuentros de cuatrocientas personas, variamos en la convocatoria, siempre hacemos una salida por la ciudad, es decir, siempre salimos a encontrarnos con la gente. Una vez solamente salimos a mirar, a escuchar, a descubrir el Dios que vive en la ciudad, contemplar a Dios en la calle pero también dialogar con la gente; conocer las preocupaciones, las angustias, las alegrías; les hacemos preguntas, les pedimos que nos hagan preguntas y también nos animamos a anunciar a Jesucristo de manera simple sencilla y eso me parece que es lo novedoso, tal vez, por lo menos en Buenos Aires. Perder miedo a las calles, no tener la sensación de que los agentes de la pastoral, es decir, aquellos que estamos en las cosas de la evangelización, le tenemos miedo a la calle y hay que sacarse el miedo a la calle, el miedo a la ciudad: la ciudad no muerde, en la ciudad vivimos nosotros. La ciudad tiene cosas hermosas y tiene cosas difíciles. La ciudad excluye. La ciudad deja gente en la calle, bueno… todo eso es la ciudad, pero la verdad es que la ciudad tiene cosas lindas y hay que conocerlo así.

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Bueno, las salidas siempre nos transforman. Diría que las salidas son el elemento grande donde más venimos cambiando nosotros que lo que cambiamos a la gente con la cual estamos. Y en esto que decía: la ciudad, este monstruo, esta entidad, ¿Qué enfrenta, cómo lo enfrenta? A mí me parece que este monstruo lo creamos nosotros, en realidad. Yo no sé si lo llamaría monstruo… no, yo lo llamaría: una realidad, en la cual los seres humanos por muchas razones nos vamos agrupando. La ciudad también ofrece posibilidad de servicios, la ciudad ofrece cosas que otro lugar no ofrecería, entonces… [Interrupción ruido ambiental] ¡Impresionante, esto es la ciudad también! …bueno, la ciudad tiene todo esto, es decir, cosas que por supuesto, también son difíciles. Te diría que el reto más importante para mi gusto es que la vida no se deshumanice tanto. Si algo puede hacer la Iglesia es darle un tono humano a la vida, un tono humano a mucha gente; lo que pasa es que la Iglesia tiene para darle humanidad a la vida, a los hombres que habitamos la ciudad. La Iglesia tiene algo importante que es Jesucristo y Jesucristo es Dios hecho hombre, que nos puso en comunión con Dios e hizo que el horizonte humano se abriera. Los seres humanos estamos llamados a la plenitud humana, estamos llamados a una humanidad más o menos humana, me parece que la iglesia puede aportar esto ¡debe aportar esto! Que la vida sea más plena, más humana, eso significa compromiso social, eso significa ayuda concreta, eso significa muchas cosas y creo que ese es el reto. ¿Cómo te gustaría cerrar, a qué conclusión llegas tras este Encuentro? Yo te diría esto: me maravilla. Buenos Aires, Guadalajara… hay unos cuantos miles de kilómetros de distancia... me maravilla que estamos en la misma Iglesia y tenemos las mismas inquietudes, las mismas búsquedas. Guadalajara no es Buenos Aires, México no es Buenos Aires pero en algún punto es Buenos Aires: Buenos Aires es Guadalajara, es decir, hay muchas cosas que nos hacen pensar juntos tener las mismas búsquedas. Yo me voy enriquecido de saber que no estamos solos, que estamos juntos, que hay mucha gente que quiere tomarse la evangelización como algo en serio, no como una declamación, no como un lindo título: la nueva evangelización; sino gente que se siente desafiada, que siente que las cosas no funcionan como en otro tiempo sí funcionaron, pero, bueno, que hoy están sintiendo que no funcionan y son honestas; no dicen: “bueno busquemos otra cosa porque esto no funciona”, y no es que no funcione el evangelio, nadie de los que estuvimos acá, no lo quiere, o a Jesucristo ni deja de creer en el evangelio: todos creemos en Jesús y en el evangelio. De lo que nos damos cuenta es que no sabemos decir cómo hacemos, como

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meternos a la ciudad pero yo creo que no es tan complicado, sinceramente... yo creo que no es... en la medida que nos metamos sin miedo y descubramos que la ciudad no muerde, tiene cosas lindísimas como también tiene cosas muy difíciles, complejas e injustas, pero en la medida que quitándonos los miedos nos metamos, como dice nuestro Papa Francisco, “metemos la mano en la masa” con la gente, yo creo que de esa forma no podría ser más fácil anunciar a Jesucristo. Un placer, muchas gracias. Gracias a vos, gracias hermano. https://www.youtube.com/watch?v=c53jc3CLns0

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III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 15, 2013, 12:36 horas

Entrevistado Israel Magdaleno Pérez Soy el padre Israel Magdaleno Pérez, soy de México, de Chiapas. Hace diez años que estoy trabajando, sirviendo en Brasil, en el estado del Amazonas. Estuve un periodo en provincia, que para nosotros allá se llama interior. Estuve trabajando en la ciudad de Urucurituba, Itacoatiara, Urucará, San Sebastián, por cortos periodos. La ciudad en la que más estuve sirviendo fue San Sebastián. En esta última ciudad tenía una comunidad que me quedaba a 23 horas de barco, viajando siempre en los ríos Amazonas, Uatamã y Jatapu. El total era un trabajo bastante desafiador a pesar de no ser una Pastoral Urbana, sin embargo, tenía sus desafíos y hace más o menos dos años y cuatro meses pase a servir a la ciudad de Manaus en la arquidiócesis de Manaos con su arzobispo don Sergio Castriani, el obispo auxiliar Mario Antonio y Mario Pasqualotto. Actualmente estoy haciendo un trabajo en la periferia de la ciudad, una zona de muchos deslaves; es una realidad bastante desafiadora porque la pobreza es marcadamente excluyente: los niños no tienen escuelas, por ejemplo, estamos haciendo un trabajo en relación a eso porque vemos que el gobierno gasta mucho en hacer un estadio pero no quiere gastar un poco por lo menos para construir una escuela donde los niños quieran y puedan de alguna manera encontrar medios para superarse y poder vivir en esta ciudad, que como cualquier otra ciudad tiene sus grandes desafíos y genera todo tipo de situaciones, muchas de las veces lamentables. Manaos en donde estamos haciendo trabajo, en la evangelización estamos dando prioridad a las comunidades, todas ellas son igual en dignidad, no existe una iglesia más importante a la otra, sería una respuesta a la fe lo que nos hace parecida de una parroquia, comunidad de comunidades, en donde todas las comunidades son importantes, todos los laicos son importantes. Para terminar podría decirles a ustedes que el pueblo de Brasil en esta parte donde estoy es una mezcla de europeos con indígenas son conocidos como cabopios [?]. Es una gente muy amable, acogedora tanto que, recuerdo, cuando llegué a Brasil, la primer frase que aprendí fue bom dia el pueblo me decía, “¡Padre usted habla perfectamente portugués!”, entonces no te hacen sentir mal, te hacen sentir muy feliz, alegre porque te reciben. Evidentemente que en todo tumulto de cultura también hay señales de muerte en ella, como en todo lugar. Manaos es entonces

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una ciudad de dos millones y trecientos mil habitantes, es una ciudad que está aislada del resto de Brasil; los únicos medios para salir de allí es el avión, el vuelo, o en barco. Saliendo en barco se puede llegar hasta una ciudad que llama Portobello, allí son unos ocho días para llegar a esa ciudad. Y en avión a las ciudades se hacen unas dos o tres horas, por ejemplo, A Rio de Janeiro 4 horas; a San Pablo 5 horas. Brasil es, entonces, un país con dimensiones de continente. Decirles a ustedes en este momento que es una tierra de misión. Decido prácticamente quedarme por allá a pesar de que mi familia vive por acá… es una realidad que no sabría explicar por qué, simplemente siento que arde mi corazón cuando pienso en esa cultura, cuando pienso en estos hermanos con los que, de alguna manera, quiero caminar junto con ellos, aprendiendo a conocer a Dios en ellos y ellos (a Dios) en mi persona. En nombre del pueblo brasileño decirles que, seamos todos hermanos aquí en nuestro México y que pongamos todo de nuestra parte para crear esos espacios de vida en nuestras urbes que ahora, hoy en día, como nos recordaba el obispo, “estamos más unidos por el miedo que la esperanza”, Dios los bendiga a todos, como se dice allá en Brail... [bendición en portugués]. https://www.youtube.com/watch?v=lV4lAjui6Xg

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III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 14, 2013, 13:47 horas

Entrevistado Juan Carlos Peña ¿Cuál es tu nombre? Yo me llamo Juan Carlos Peña. Soy religioso Dominico, por tanto, me dicen fray Carlos Peña. Religioso desde hace más de treinta años, sacerdote desde hace veinticinco. ¿De dónde vienes? De Santiago de Chile, la ciudad, en donde el convento nuestro fue construido en la época colonial, donde por tradición...por parte de la conquista, las construcciones físicas y el edificio; estaba plaza de armas que identificaba la ciudad y en su entorno la catedral, correo y las órdenes que fueron en la época de la conquista. Mi caso es que en una esquina del cuadrado de la plaza [está ubicado el convento] y de allí, pues, seguí trabajando con los peruanos. Muchos migrantes que llegaron a Chile están en conjunto encuentro en la Catedral y cerca de mi casa. ¿Cuál es tu experiencia alrededor de estos veinticinco años en el proceso de evangelización? ¿Qué tiene que ver con este tema del Encuentro, la pastoral urbana? ¡Perfecto, buena pregunta! ¿Por qué estoy aquí? Yo al cumplir veinticinco años de sacerdote, junto con eso cumplo también veinticinco años de mi actividad pastoral, una pastoral que se llama La calle, porque trabajo con gente de la calle. Podría incluso presumir que esta actividad que nosotros hacemos hace veinticinco años, es la única que se hace en el país, ¿Por qué? porque es difícil congregar, sacar de la casa a gente el día de navidad, 24 de diciembre a las 12 de la noche, los jóvenes, los adultos que me acompañan vamos a cenar a la calle con la gente de la calle, muchos van antes o después, como a repartirlo, pero nosotros compartimos con ellos la cena y por allí trabajando con ese grupo de la gente que son niños, jóvenes y adultos, trabajamos la parte catequística de nuestra comunidad, es decir, los preparamos para bautismo, primera comunión, confirmación, matrimonio, porque usted comprende que gente de la calle no hay norma y conviven, se juntan y tienen hijos por ahí y fui invitado a este Encuentro un poco para eso, como estoy haciendo ahora: compartir mi experiencia, escuchar la experiencia de otros y de allí proyectarnos hacia el futuro. Junto con estos veinticinco años de la cena, en este diciembre cumplo yo veinticinco años de vida sacerdotal.

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Muy bien. La calle un tema nuevo ¿No? Y tan viejo como sí mismo. Llevar a Dios a la calle ¿Qué es? Yo creo que desde nuestro catecismo básico se nos dijo que Dios está en el cielo, en la tierra y en todo lugar, está en el lema con que se identifica la frase de este Encuentro “Dios en la calle” ¿Qué intentamos con eso? Solidarizar e invitar a la gente que vive en la calle. Que Cristo, hijo de Dios, vive en cada uno de ellos y tanto ellos, que son a quienes vamos a misionar, terminan misionándonos a nosotros porque a través de nuestro es saber descubrir el rostro de Dios en el que sufre: en el alcohólico, en la prostituta, en el gay, en aquel que vive en la calle, es decir, Dios está, la tarea es saberlo descubrir al Dios que sufre, al Dios que tiene hambre, al dios que vive muchas veces desamparado. ¿Cuáles son tus expectativas de este evento del Encuentro Internacional de Pastoral Urbana? Como le decía anteriormente: trabajo sólo a nivel de Iglesia, no me gustaría que esta experiencia se institucionalizara porque según mi abuelita, toda estructura socio-institucionalizada corría el riesgo de estropearse; pero sí dar ayuda para crear espacios de que esto vaya tomando otra dirección en Chile y sean muchos en la Iglesia y muchos laicos que vaya asumiendo este compromiso, siéndoles válido las palabras del Papa Francisco, señor, extraordinarias, ilustran median y desafían a cualquier persona que quiere descubrir el rostro de Cristo en la calle. Digámoslo así, ¿Hasta dónde se pretende hasta donde pretendes tu llegar con la educación religiosa? Trabajo en un ambiente difícil: la cárcel, la calle, el emigrante y aunque pareciese un poco romántico y bonito, pienso, lo dije un día, el día de mi consagración y lo mantengo, “hasta en ese mundo difícil, complicado, hasta dar mi vida si fuese necesario, llegaré hasta la última, hasta que lleguemos a construir una sociedad donde no haya tanta diferencia, donde todos realmente seamos hermanos, donde todos nos podamos llamar, acoger con cariño y fundamentalmente con mucho respeto”. (Sic) ¿Compartir la fe? ¡Por supuesto¡ porque de hecho fe la tenemos, pero también tenemos que pedirle al Señor que aumente ante estas situaciones, del diario de vivir, que el Señor aumente nuestra fe, y aumentar nuestra fe, ciertamente que debamos compartirnos la fe, saber descubrir que Dios está en cada uno de nosotros y todos tenemos parte de ese Dios que se entregó misericordiosamente por nosotros en la persona de Jesús y que vive, y que lo podemos sentir realmente en nuestra vida. A veces incluso hacer silencio a tanta palabra y saber escuchar porque también en el silencio podemos descubrir: escuchar la voz de Dios.

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¿Alguna conclusión ? Yo puedo decirte que yo estoy satisfecho: yo ya he podido participar en esto y que en muchos momentos me sentía como… representando, evocando situaciones que han compartido los participantes y eso hace como reanimar la esperanza, fortalecer cada día más la fe y ser cada día más solidario y creando esta solidaridad que trasciende mares, montañas, ríos y que cruza México, Perú, Chile, Argentina y que crea lazos de hermandad; como dice el Papa Francisco, “salir de nosotros para encontrarnos con el Dios que está en la calle”. Bendiciones para todos y dándole gracias a Dios por encontrar vida. Gracias https://www.youtube.com/watch?v=ju_r9oy5Z8k

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III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 12, 2013, 14:10 horas

Entrevistado Jaime Alberto Mancer Cases ¿¿Cuál es su nombre? Soy Jaime Alberto Mancer Cases, sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá, Colombia, hace veintidós años ¿Cuál ha sido su misión a lo largo de esos veintidós años, y luego con este nuevo concepto acerca de la Pastoral Urbana? Pues desde mi ordenación tuve la oportunidad de participar en el proceso del Sexto Sinodo Arquidiocesano de nuestra Iglesia particular y allí se trabajó durante ocho años en un proceso de investigación sobre la realidad urbana; y eso me dejó supremamente inquieto y luego tuve la oportunidad de venir a estudiar aquí en México, teología pastoral en la Universidad Pontificia de México, en el Distrito Federal y tuve la oportunidad de profundizar, de leer, de inquietarme mucho más, particularmente por el tema de construcción social y su involucración en la realidad; del tema de los imaginarios urbanos y sobre eso fue mi tesis: los imaginarios urbanos y la Pastoral Urbana. Y al regresar, pues, yo continúe trabajando en el Seminario Mayor de Bogotá, colaborando con la formación de los seminaristas, haciéndoles caer en cuenta de toda esta dimensión. Hasta hace tres años que nuestro nuevo arzobispo ya no sólo habla sobre la Pastoral Urbana sino también de ponerla en práctica a nivel de un plan arquidiocesano que asumiera realmente los desafíos en la Pastoral Urbana y a eso estoy dedicado, desde hace tres años con la elaboración de un nuevo plan de evangelización para Bogotá y algo que yo, a partir de mi experiencia, tengo para compartir. Yo sé bien que en el tema de la Pastoral Urbana nos encontramos en la época de empezar a hacernos las preguntas correctas ¿no?, no creo que estemos en la época de las repuestas. Creo que estamos en la época de empezar a hacernos las preguntas correctas y los planteamientos correctos de los problemas de la evangelización y eso nos permite hacer un mejor análisis y empezar a vislumbrar por dónde ir, pero no estamos todavía en la época de tener ya las respuestas hechas. Ha sido muy bonito con el espacio pastoral urbano en ciudad de México, con lo que yo participe mientras estaba aquí estudiando con el padre Benjamín. Ahora también estuve colaborando con el nuevo equipo que se formó de Pastoral Urba-

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na en Buenos Aires, en Colombia he estado reuniéndome con los presbiterios de varias de las ciudades del país, y creo que es un tema que se ha ido expandiendo, que ha empezado a generar inquietudes; no es un movimiento más, no es una actividad más, sino es actitud de la manera de hacer las cosas, que comienza por reconocer los cambios que está viviendo la ciudad, la autonomía que tiene la ciudad, siempre digo que la ciudad no sólo es un escenario del pueblo en el cual uno se sube evangeliza y se sale, sino que la ciudad es un interlocutor de la organización y su pluralidad: su diversidad, pues, es lo que nos desafía. Usted “ciudad”, yo soy “ciudad”... ¡Sí así es! Ese es el tema que me fascina, porque el tema de los imaginarios urbanos y la construcción simbólica de la realidad es todo el reconocimiento de la dimensión subjetiva de la cultura, donde, entonces, no hablamos de que hay una ciudad sino hay tantas ciudades como ciudadanos hay en una ciudad y eso es lo que se llaman las ciudades invisibles, las nuevas territorialidades desde donde hay que construir la evangelización y eso nos cuesta trabajo entenderlo porque estamos muy acostumbrados a un enfoque únicamente estructural de la ciudad. ¿Y estático no es así? Sí, muy estático. Cuando definimos, en el contexto del magisterio eclesial, la cultura, todavía la definimos de una manera muy estética y no recordamos algo que las ciencias sociales, las ciencias, los científicos sociales que investigan las ciudades destacan más y es que la ciudad es un permanente proceso de autoconstrucción, entonces hay una dimensión estructural que mira mucho la sociología, pero hay una dimensión subjetiva que mira la antropología y que tiene más peso en la construcción de la sociedad que la misma dimensión estructural. Los planes de desarrollo de las ciudades ciertamente orientan las construcciones, la urbanización, las normas de la reglas de vida en juego, pero quien manda, la última palabra es realmente la dinámica subjetiva que cada uno le da a la ciudad y eso es lo que a mí me interesa muchísimo, todo ese tema de lo subjetivo en la ciudad. La experiencia, evangelizar, es un una nueva tarea en esto de Pastoral Urbana ¿Cómo se ha encontrado usted en este proceso, cómo ha llegado a este proceso? Desde mi experiencia, y lo que yo he venido aprendiendo, hay que reconocer que todos somos constructores de la ciudad y que por lo tanto la acción evangelizadora comienza por reconocerme a mí mismo como constructor de la sociedad, tanto por lo que hago en la casa, en la calle, en el trabajo y en todo lo que estoy haciendo, y que yo soy constructor de la sociedad. En los años sesentas sabemos que la sociología nos habla de la marginación; la sociología de la marginación tiene una parte de verdad y una parte que no es cierta, de verdad porque ciertamente hay unas dominaciones que generan exclusiones y a gente marginal, pero aunque eso exista, sin embargo, la sociedad no sólo es fruto de la marginación que generan

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unos porque hay otros que aún, a pesar de ser [Inaudible] y de estar marginados de los bienes y los servicios de una sociedad, también se rebuscan y hayan razones y sentidos para vivir, entonces cuando uno descubre que uno también es constructor de la sociedad empieza a darse cuenta que lo que yo hago en mi vida cotidiana, en la ciudad, yo le puedo cambiar el rostro a la ciudad porque soy constructor no sólo soy un marginado de la sociedad. Entonces pienso yo que la madurez que han ido tomado las ciencias sociales, donde ya la sociología no sólo tiene la palabra sino también la antropología; donde las dinámicas estructurales y sociales pero también las dinámicas particulares, humanas, que estudian la antropología, la comunicación social, la psicología social, nos han permitido una visión mucho más compleja y más realista de la ciudad y cuando yo caigo en cuenta de que yo soy actor social, que yo me reúno con unos niños en una calle y lo que puedo hacer con ellos, ya es construcción de la sociedad, distinto cuando yo pienso que la ciudad solamente la construyen las estructuras. Entonces me toca lanzarme de alcalde, o tengo que ser guerrillero y tengo que tumbar al alcalde y al gobierno para yo imponerme sobre la ciudad y que son visiones absolutamente simplistas y que tristemente muchos se manejan así, pero cuando yo descubro que la sociedad es esa construcción permanente que todos vamos haciendo con nuestros usos […] https://www.youtube.com/watch?v=IZnmJeJPj5I

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III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 12, 2013, 15:49 horas

Entrevistados Hernán Báez Jorge Quiceno Nieto Pablo Moreno Contreras. ¿Buenos días. ¿Cuáles son sus nombres por favor? H. Hernán Báez, de la ciudad de Bogotá, de la Arquidiócesis de Bogotá. J. Soy Jorge Quinceno, también de la ciudad de Bogotá, de la corporación Casitas bíblicas. P. Soy Pablo Moreno de Bogotá, de la Diócesis de Fontibón. Muy bien, me podrían compartir... ¿Cuál ha sido su experiencia en este nuevo proceso denominado “Pastoral Urbana”? H. Como sacerdote, la pastoral que se hace en Bogotá es eminentemente urbana: es una metrópoli, y el compromiso de ir a evangelizar pues lo asumimos en día a día de acuerdo al oficio pastoral que nos han delegado. Soy párroco en la provincia del Señor de las Bienaventuranzas en el sector de Salitre; es una ciudad dentro de la ciudad de Bogotá, con todos los elementos de una pequeña ciudad. Tiene todo lo de una ciudad moderna excepto un templo y la misión es hacer presente allí a Jesús, y celebrar a Jesús y vivir la experiencia, la Iglesia, en una pequeña ciudad dentro de la gran ciudad. Es un poco lo que en este Encuentro y los encuentros de Pastoral Urbana nos han ido pidiendo, de salir al encuentro de ese Jesús que vive, es acompañar los procesos que se viven y es ser fermento del reino en ese ambiente de conjuntos, cerrados, de centros comerciales, de aglomeraciones de personas de gente, de plaza públicas, de parques en una ciudad. J. Sí, en la experiencia que yo acompaño es la corporación Casitas bíblicas, tenemos un contexto de la ciudad de la periferia; es una periferia que tiene muchas problemáticas en cuanto a las crisis de identidad. Son poblaciones que en antaño por los problemas de las zonas rurales, los conflictos, la violencia hace que muchas personas emigren a la ciudad y estas personas se establecen en los suburbios o en las periferias... y estas personas, pues, no tienen muchas posibilidades de desarrollo económico, ni siquiera social, entonces los jóvenes y los niños que ahí crecen les faltan muchas cosas, muchos recursos y la Iglesia como tal, las iglesias, intentan hacer “acompañamientos” evangelizar y creo que nuestra corporación está apoyando en ese sentido: el trabajo que se hace es de la fe con nuestra lectura popular

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de la Biblia y es una lectura popular liberadora que busca cómo acompañar a estas personas en contextos urbanos... aquí tenemos unos de los trípticos de la corporación Casitas bíblicas... y qué hacemos junto con nuestra corporación y los hermanos de la iglesia, los párrocos, es acompañar a nuestras comunidades pero que la lectura popular de la biblia no se quede sólo en la alabanza y la reflexión, sino que a partir de la reflexión hemos generado proyectos de acompañamiento a los jóvenes. Entonces tenemos, acá, como mostramos en nuestro tríptico, tenemos varios campos de acción: tenemos ecología, tenemos lectura popular de la Biblia, artes, salud y tenemos género, entonces, eso es lo que desarrollamos en ese contexto de hoy, de la ciudad de Bogotá. P. El documento aparecido nos habla de la gran conmoción que va a tener lugar en la Iglesia, que ya está teniendo lugar en la Iglesia a razón de muchas circunstancias que también en otros momentos menciona, entre otras como efecto de la modernidad y la posmodernidad que vivimos en ese ámbito. Pues la Diócesis de Fontibón, en primero, en primer lugar advierte la ciudad como un lugar teológico al mismo tiempo que teologal es decir, un lugar por donde Dios va, Dios vive una ciudad y que si Dios vive en la ciudad y Dios pasa por la ciudad, entonces ya es un lugar teológico, es decir, un lugar donde ya también nos propician reflexión sobre la fe, es decir, podemos hacer teología, entonces, ya es la primera certeza de salir e irnos. Nosotros teníamos unos espacios ya determinados en donde la revelación del Señor se daba y allí era donde podíamos decir, se da el hecho de hacer la teología: el encuentro con el Señor, el encuentro con Cristo, pero la primer certeza es que no, que la ciudad ya, amplia y grande, resulta una cosa muy hermosa, es como decir la ciudad buena, la ciudad santa, vamos al encuentro con ella para registrar el paso de Dios y para ver que el Dios que pasa por ella también genera reflexión en torno a su pasar y eso es lo que estamos haciendo en Fontibón, un esquema que llamamos nosotros: Del desierto al lugar de la vida: construyendo su iglesia juntos. Ya escuché las diferentes versiones de los tres, si podemos adentrar, esas acciones van hacia un... digamos, ¿una nueva restructuración de la Iglesia a nivel mundial? H. Sí, precisamente Bogotá está construyendo un plan de evangelización: 450 años de evangelización que se están celebrando en este tiempo y que precisamente, acogiendo un proceso de revisión, de renovación de la iglesia que fue el Sínodo arquidiocesano, en este momento se está construyendo un plan de evangelización, plan e, donde justamente lo que queremos es ir creando mayor consciencia a todo nivel, de laicos, de sacerdotes, de religiosos, de niños, de jóvenes, de personas mayores, de matrimonios, de hombres y mujeres, de toda clase de personas que son parte de la ciudad y son parte de la iglesia y ese proceso de evangelización es ir hilvanando, entretejiendo, justamente, toda esta propuesta del evangelio para una ciudad, para un momento moderno, posmoderno como nos lo está planteando todo el tiempo la teología de ciudad. Estamos en eso, estamos respondiendo con

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todo lo que implica el hacer ese proceso: unos más adelante, unos más atrás, unos haciendo el camino hacia adelante, otros resistentes… pero se trata de eso. P. Lo que tú llamas ese cambio es la conversión pastoral. Conversión pastoral que implica el cambio comunitario, cambio pastoral, cambio de estructuras. La formación (...) como desempeñan un trabajo de Pastoral Urbana, necesariamente tiene que venir la conversión pastoral, de lo contrario se mantendrá y seguiremos dando respuestas rurales a las necesidades urbanas. J. Sí, en nuestro caso como corporación puedo abordar tres aspectos brevemente: uno, los medios de comunicación; dos, la forma de relacionarnos con nuestros párrocos es a la iglesia jerárquica y con la iglesia laical; y luego, el lugar. En el primer caso en uno de ellos, el lugar por ejemplo, es cómo en nuestra corporación vamos generando un espacio para el lugar, nuestras ciudades han estado avanzando y creciendo y los “sin-lugares” donde pasa mucha gente pero nadie se responsabiliza de nada, nadie hace territorialidad, entonces queremos que nuestras comunidades sientan que ese lugar donde hacemos la acción pastoral sea su territorio. La territorialidad, entonces, ahí rescatamos, trabajamos; jóvenes, familias, niños y padres encuentran un lugar un lugar donde pueden ejercer su acción pastoral, donde pueden vivir la fe, donde pueden encontrarse. Ese un aspecto. El segundo es la forma de comunicarnos. Los jóvenes de hoy, con ellos, en nuestro trabajo que hacemos, se usa mucho las redes sociales para comunicarnos, entonces, todo lo que pasa, todo lo que ocurre en el trabajo de evangelización, en nuestra corporación y con nuestro párroco, se está comunicando con las redes y con los jóvenes. Allí les estamos llegando, y es bien interesante. Y luego la forma de relacionarnos con nuestros párrocos está cambiando, ellos y nosotros hemos entendido que podemos juntos construir la iglesia como tal, desde la parroquia, pero también desde las organizaciones civiles como la nuestra, que no es fácil una organización civil o una ONG que se dedique a promover la lectura popular de la Biblia, y a partir de ahí hacer, pues, unos proyectos que apunten a la vida: a mejorar la vida pues. Creemos, creo, que esa es una nueva forma de hacer Iglesia en la ciudad. ¿Cómo se van de este encuentro; cómo se sienten; qué se llevan; qué metas comparten? Herman: Particularmente creo que lo positivo es encontrar que esto no se habla en un sólo sitio […] https://www.youtube.com/watch?v=pEarNpL_J64

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SEDEC 100 / EU1

III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 15, 2013, 10:25 horas

Entrevistado Juana Villalobos Vargas ¿Cuál es tu nombre? Juanita Villalobos Vargas ¿De dónde vienes? Vengo de la Diócesis de Orange, en California, que es uno de los condados hacia el sur. Específicamente trabajo para la misión basílica San Juan Capistrano. ¿Cuál es tu proceso en la nueva Pastoral Urbana? Mira, en realidad, esta terminología yo la escuche hace como tres meses en una reunión de directores en la diócesis y me interesó mucho porque la persona que lo presentó me dio un poco la resonancia a lo que en unos años, nos fueron a presentar como las Pequeñas comunidades de base, entonces yo trabajando con la comunidad hispana y ahora con tanto de la nueva evangelización, pues, me llamó la atención y decir: quiero ir a ver qué es lo que están haciendo, de que se trata; cómo hay que hacerlo, más que nada. Bien, en busca de cómo lo podemos hacer y pues allá [California] creo que va a ser un poquito diferente, vamos a tener que encárnalo en otra realidad por los muchos obstáculos sociales, además, también desde dentro del mismo obispado, pues, obstáculos en la relación pueblo-Iglesia Me dices que tienes tres meses que apenas escuchaste esto. Obviamente hay una nueva evangelización, hay una nueva iglesia, hay una regeneración ¿Cómo llevar esto a tu comunidad? Bueno, algo que yo me llevo muy claro de aquí: es que la evangelización, o que la nueva evangelización, la tenemos que llevar uno a uno. No puede ser en masa, tiene que ser uno a uno, tiene que ser, como varios lo dijeron aquí, con una mirada de fe, con una mirada de fe que vea al prójimo: en que tratas de ver desde su realidad no mi realidad y algo que yo veo muy, muy importante, que yo creo que la sociedad estamos un poco carentes es el ser atentos al escuchar. Es decir, vamos cada quién con nuestra propia agenda pero tenemos como que quitarnos todo eso para poder escuchar al otro y de allí poder partir Estamos hablando de nuevos tiempos, nuevas comunidades, nuevas sociedades, pues, nuevos movimientos… algo que, digamos, allí en el mundo se está

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planteando la política a raíz del suelo ¿Cómo aplicar eso, que sería como la nueva evangelización, lo que mencionaban ahora “horizontalidad”? Bueno, aquí me gustó mucho la ponencia que hablo sobre la justicia. Yo creo que nosotros, que el pueblo, le hemos dado el poder a los que están arriba... yo creo que es bien importante que los de abajo sepamos que nosotros tenemos el poder, pero no nos hemos dado cuenta. Creo que de ahí depende una concientización para ir subiendo poco a poco y que la Iglesia se haga presente en todos los ámbitos. ¿Cómo cierras esta entrevista; cómo te vas de este encuentro? Me voy con mucho ánimo. Sé que va a haber muchos retos en mi área, en mi diócesis. Numero uno, tendré que saberlo plantear porque es como algo que planteas: como un algo que estas vendiendo; entonces, tengo que tener muy buenas estrategias para plantear estas nuevas maneras de evangelizar en una sociedad que está llena de temores: de temores de hablar con el prójimo. Entonces… con mucho ánimo pero sé que va a haber muchos restos. Muchas gracias. Gracias a ti. https://www.youtube.com/watch?v=tiyGcsBWxO4

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SEDEC 100 / EU2

III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 15, 2013, 12:36 horas

Entrevistados Lucy Boutte Margarita Mota ¿Cuales son sus nombres, por favor? L. Me llamo Lucy Boutte, vengo de Los Ángeles, California, de una ciudad muy cerca del centro de Los Ángeles y trabajo como voluntaria con la Arquidiócesis de Los Ángeles en la Pastoral de renovación carismática y con la oficina de Justicia y paz. M. Mi nombre es Margarita, vivo muy cerca también de Los Ángeles. Trabajo en una parroquía, en la oficina de educación religiosa... trabajo mucho con la gente y los niños. Están en otro país en otra ciudad totalmente diversa, diferente... ¿Cuál es esta cuestión de la pastoral urbana que se desarrolla... que desarrollan allá? L. Mira, es muy similar, los hispanos son hispanos donde quiera. La primera vez que vine a Guadalajara me sorprendí porque parecía que estaba en Los Ángeles. El viernes fuimos a visitar un lugar donde los inmigrantes se amparan donde está el ferrocarril, y vi esos migrantes allí igual como si estuvieran en Fresno, en Bakersville: en partes de California, en Newman igual… la gente igual, es lo mismo no es nada diferente: las necesidades del pobre, especialmente el hispano, el inmigrante es lo mismo donde quiera, aún en la Iglesia, no tenemos que ser residentes o inmigrantes; los hispanos tenemos creo las mismas inquietudes y necesidades y la Iglesia, me da mucho gusto que esta, esta vocación he visto que la Iglesia está respondiendo muchos terrenos en esa Pastoral Urbana. Estoy muy contenta con el proceso. M. Yo pienso que los problemas en la ciudad, es lo mismo tanto en Los Ángeles como en otras ciudades grandes como en Estados Unidos: como Los Ángeles como… viendo los problemas de aquí de Guadalajara, específicamente donde hemos estado estos días, es muy similar; seguimos sobre los mismos problemas, todos tenemos los mismos problemas: problemas de pobreza, problemas de migración, problemas de trabajo, problemas... Me tocó ir a visitar, el viernes, a un lugar de la zona roja, entonces, son problemas similares en todas las ciudades, lo mismo se da en Los Ángeles que aquí en la ciudad de Guadalajara

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¿Cómo lograr ese proceso de la nueva evangelización, cómo acercarnos? L. Sí, me da mucho gusto que la Iglesia sí está mirando que tenemos que salir fuera de la Iglesia, del templo pues, porque es muy confortable ser cristianos y ser católicos en la Iglesia, en esos grupitos... y afuera está pasando la vida ¿verdad? y no respondemos; inclusive me da gusto que... y quisiera que fuera más enfoque, en llegar a las raíces de todos esos problemas: no nomás asistencia y caridad aunque es muy importante y necesario pero tenemos que llegar a las raíces, especialmente, a las raíces de la migración global, que si no atendemos allí vamos a seguir en lo mismo y no sacaremos a la gente de esa pobreza, que no merecen vivir en ella, que la dignidad del ser humano está en que los que ya han superado un poquito, por gracia de Dios no están en esa situación, debemos concientizarnos y concientizar al resto del mundo para que haya acción progresiva para poder atender a todas las necesidades de nuestro pueblo. M. Me da un… me dio mucho gusto, me dio mucha… me llené de una gran alegría al ver a personas que vienen de otros lugares, como nosotros como de Los Ángeles, como de Chicago, de Orange… que veo que aquí en Guadalajara está queriendo salir la Iglesia a las casas o a la gente, así las gentes de allá también vean que no solamente México está trabajando en esto, sino que como hay tantos migrantes por allá, tanta gente que se va para allá, que vea que no solamente tienen que dejar sus raíces aquí, sino que van a continuar allá con lo mismo que dejaron aquí, vamos a continuar haciendo la religiosidad … la religiosidad urbana en las casas, yendo a las familias, acercándonos a ellas. L. Además, gusto me dio y confirmo muchas cosas que estamos haciendo allá en california, en Los Ángeles pues, en nuestra arquidiócesis es que estamos usando el libro de Aparecida, el documento de Aparecida que nos da el enfoque y los caminos, la puerta, cómo llegar al pueblo urbano y aquí mismo están haciendo lo mismo y eso… ¡guau …qué bueno! Y la otra estamos orgullosos de nuestro pastor Papa Francisco que está abriendo hasta más puertas, especialmente en el terreno de justicia. Estamos hablando de nuevos tiempos nuevas sociedades, nueva información ¿no? ¿Qué pensar de una nueva evangelización a ras de suelo, horizontal? L. Maravilloso y es lo que hemos peleado por mucho tiempo, especialmente en nuestra parroquia con pequeñas comunidades. M. Catequesis familiar... L. Catequesis familiar en casas, porque si no llegamos a la familia entera, no llegamos. El niño se le olvida, desaprende lo que aprendió en la Iglesia; también el de salir de nuestros, nuestros grupitos y asociaciones e ir a hacer el trabajo afuera y no nomás hacerlo afuera, pero invitarlos a celebrar con nosotros, no necesariamente a

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venir a ser católicos, aunque muchos cuando ven el testimonio de vida empiezan a investigar y dicen “yo quiero hacer eso”... pero que sean lo que sean, eso también me gustó aquí, enfatizaron que es especialmente lo mismo... [inaudible] no importa, pero vamos ir a la gente que nos necesita, no decir “bien, ok, ¿de qué religión eres o eres católicoo catequizarlo primero, primero tenemos que conocer a la persona y luego invitarlos [ininteligible] bueno, yo sé que ellos los evangelizan pero hasta [ininteligible] que hasta ellos nos enseñan más quién es Dios. Otra cosa que vimos especialmente y confirmó de nuevo cuando fuimos a ver al migrante, los migrantes… es que sí es verdad, Dios vive en el ser humano aunque no lo sepa él, nuestro papel yo creo es ir a despertar ese, ese conocimiento o falta de conocer que sí, está Dios en ti… [inaudible] por los problemas por la vida que viven posiblemente no lo nombran como sí, pero fui y hablé con unos yo y otra persona con unos cinco, cinco o seis de Honduras y les pregunté “¿qué es lo que los motiva a venir a hacer esto, a pasar por todo este trauma?” porque los habían abusado policías en... venían de Honduras, no me acuerdo donde dijeron o no dijeron dónde pero policías [ininteligible] les robaron su dinero y quince días para llegar aquí y le digo, “¿y qué paso?” y bueno, “pues no pudimos brincar al tren ayer porque iba muy, muy rápido y mañana”, “mañana le vamos a tratar” y les digo, “¿por qué hacen esto?”, “pues la familia, tenemos familia”, le digo, “¿pero cuántas veces una dos tres lo que sea y cuándo ha llegado el momento donde tú dices: ‘ya basta ya no puedo hacer esto?’”, y me dice el chaval, “ay, seño muchas veces” y ríe, “¿y qué te motiva para seguir? ¿Por qué sigues, por qué no paras y ya pues?”, dice “no, pues la familia… no hay otra cosa que se puede hacer”, y le digo “¿y de dónde viene esa fuerza?”, y todos dijeron, “de Dios”. Ahí la respuesta, Dios vive en ellos. https://www.youtube.com/watch?v=R_BliJ0in5o

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SEDEC 100 / Mex1

III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 14, 2013, 14:43 horas Entrevistado Benjamín Bravo Buenas tardes padre, ¿cuál es su nombre? Benjamín Bravo. ¿De dónde viene? De la Ciudad de México. Soy ahí párroco de una pequeña iglesia que se llama San Sebastián Chimalistac. Muy bien padre, usted viene a dar una conferencia de Dios en la ciudad. ¿Cuál es el trabajo que implica Dios en la ciudad? Pues mira, lo primero es recuperar esa comisión, vamos a llamarle “esa creencia” que pues nació por el año 95 gracias a los trabajos que realizaba ese discípulo misionero llamado Juan, en lo que hoy es Antioquía en la parte oriental... en la parte oeste de Antioquía, donde el de verás proclama ante el debilitamiento de las comunidades cristianas que viniendo ya la persecución del Domiciano querían irse a los ranchitos a vivir para así evitar el peligro de ser asesinados, entonces, les invita a quedarse en la ciudad porque Dios habita en ella. Entonces, cómo Dios habita en la ciudad, dónde Dios habita en la ciudad, y el mismo Juan se responde, “habita no sólo por Jesucristo resucitado que es el diamante, el jaspe de la ciudad, es aquello que hace las murallas que defienden la ciudad, sino también por un serie de joyas que son precisamente aquellas respuestas que el hombre de la ciudad tiene para encontrar sentido de vida; qué quisiéramos que todos encontraran el sentido del vida trascendente que es creer que Jesucristo resucitado nos dará esa gracia de resucitar ¿no? Cada vez son menos los que creen en ese futuro que llegará a ser una ciudad santa. Pero otros creen en futuros trascendentales: cuidado de la naturaleza, el derecho humano; el sentido de una economía más distintiva, el aspecto también, el cuidado de lo que pues Dios nos dio en la creación, aunque creen que todo eso pues culmina con el final de este universo, pero más de esto es darse cuenta que Dios habita también en aquellos futuros pues próximos, que generalmente son, futuros en las que las juventudes están ya creyendo y adhiriéndose a ellos. Y allí es donde… pues son lugares, porque todo mundo anhela algo, o sea, considera el futuro como valioso, pero le digo en esta triple dimensión, a la Iglesia, a nosotros,

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la comunidad cristiana, nos toca de verás hacer presente de que esta ciudad tiene la vocación de ser santa y ya es santa… tiene la vocación de ser una Nueva Jerusalén, pero también es la vieja Jerusalén, tiene la vocación de ser esposa de Cristo, aunque a veces ha adulterado. Esta doble dimensión, que es el lenguaje simbólico del Apocalipsis, es lo que trataré de explicar. ¿Y cuál ha sido este proceso padre, para descubrir, para encontrarnos con Dios en la Ciudad? Pues mire lo primero es el que, sí tiene que ayudarse de las ciencias humanas, de las ciencias sociales para descubrir dónde es que la ciudad genera “imaginarios” es decir, anhelos profundos en el ser humano que lógicamente lo llevan a crear, porque todo imaginario que es presentado por tanta cosa bella que tiene la ciudad, genera una interpretación y una creatividad transformadora que llamamos “cultura”. Qué pasa ahora, que la mayoría de las personas sí tiene imaginarios de futuro pero quiere sólo quedarse en el momento estático de felicidad momentánea y todo aquello que es rápida respuesta, la prefiere. El “úsese y tírese” es parte de la norma y de la ética, y también del símbolo, que busca repito, tener en rituales aquello que uno se imagina. Eso, entonces, es un gran paso para decir, bueno, ¿no habrá algo más que eso que es imaginarse, interpretarse y general cultura? Y es cuando vienen los mundos que conviene de parte del cristianismo desarrollar: el ver también el mundo de la economía, el mundo material y el mundo de la política o del poder. Esos son los mundos que nosotros le llamamos, también, el Reinado de Dios en la ciudad. Hablar de un encuentro internacional de pastoral urbana padre, ¿cómo usted reside en él; cómo lo comparte, cómo se encuentra con él, con los demás? Bueno la urbe [inaudible]…La urbe en realidad es la misma en toda América latina, sólo en las postales que venden en las agencias de viajes de los aeropuertos, son distintas las urbes pero en realidad sólo es la foto: son las mismas. Esto permite que el diálogo entre las ciudades se facilite, porque las mismas características que existen en una existen en otra. Esto ha facilitado a generar una red, también generar una clave interpretativa que pueda ser, si no aceptada por todos al menos, sí es una clave a la que recurrimos todos, que es repito, el pluralismo de culturas que existen en las ciudades. Eso nos une. ¿Cómo son los problemas de culturas? Tienen pequeños variantes: no en todas las urbes existen todas las culturas… esos puntos pues nos unen y permiten un diálogo que sin vernos, pues sí es coincidente en momentos como éste. ¿Cómo cierra padre esta entrevista? Pues lo que va a cerrar es la lalabra que dice, “el reino de Dios son ustedes” dice el Apocalipsis, es decir, la buena nueva de la ciudad son ustedes… Qué significa eso, que a nosotros nos toca, no a través de nuestra cultura que es una cultura que

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al parecer ya no está impactando el meternos a otras culturas para ir, inspirar, que nazca Jesucristo en este pluralismo de culturas que son las que están avanzando y dando respuestas a los ajenos de la ciudad y ese “plus”, que llamamos Jesucristo resucitado, o como lo dice el Apocalipsis “cordero resucitado”, culmina en las respuestas que la gente espera en esta ciudad de Dios que he mostrado en este siglo XXI. Gracias padre. https://www.youtube.com/watch?v=o2EgIWlsJwk

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SEDEC 100 / Final

III Encuentro Internacional de Pastoral Urbana ISCA/UNIVA Guadalajara, Jalisco, México Septiembre 15, 2013, 13:31 horas

Entrevistados Participantes varios Estamos muy contentos de terminar el Encuentro, que nos llevamos grandes aprendizajes, nos llevamos la orientación de los compañeros que han hecho caminos diferentes y de pronto nos encontramos caminando a la par y eso, pues, es maravilloso. ¿Cómo se van de este encuentro? De aquí a 23 horas de viaje, llegaré a Buenos Aires, Argentina, a la Diócesis de Morón que es por quien vengo a compartir... me llevo la riqueza de tener una esperanza viva y de experiencia... la generosidad y los compartir de saberes de los que han estado acá. ¿Qué se queda en México? ¿Qué se queda en México de estas experiencias, de este intercambio, de este Encuentro? Yo creo que algo importantísimo que dijeron, “se hace Pastoral Urbana con los grandes grupos, pero se hace de persona a persona, de rostro en rostro y con el respeto de todo lo que simboliza y significa cada persona”. Estamos ante una nueva evangelización, ante un hecho que yo denomino después de este aprendizajes, “evangelización a ras de suelo”. ¿Cómo piensan, cómo la estamos determinando, no hay respuestas, hay preguntas; cuáles son los factores que nos llevamos como colectividad? …Esta es la ciudad… La búsqueda eso nos llevamos, la inquietud. Yo pienso que estamos en la articulación entre las cantidad de iniciativas pequeñas y locales que hay, y que en estos espacios las reconocemos tanta gente que ya están trabajando en la Pastoral Urbana, pero que no bastan porque tienen que articularse en un proceso que se haga más, más eclesial, que articule todo lo eclesial, y creo que eso es el esfuerzo y el aporte que nos hace estos congresos el poder que lo que está en las bases, lo que está a “ras de suelo” como dices, llegue a contagiar a toda la vida eclesial y creo que eso es el objetivo que tiene un congreso como este y creo que lo va logrando ¿no? Ir construyendo desde lo pequeño algo grande pero también pensando desde lo grande para que se enriquezca lo pequeño.

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¿Cómo te despides? Con muchísima alegría de haber tenido… haber sido tan bien recibida por el pueblo mexicano y la multiculturalidad que está aquí en el encuentro. ¿Cómo cierras? Yo, pues, con un gracias a Dios por la oportunidad, es la primera vez que yo asisto a un congreso así y pues con las ganas de trabajar para seguir haciendo algo. Muchas gracias, que tengan buen viaje. ¿Cómo te despides? Con muchísima alegría de haber tenido… haber sido tan bien recibida por el pueblo mexicano y la multiculturalidad que está aquí en el encuentro. ¿Cómo cierras? Yo, pues, con un gracias a Dios por la oportunidad, es la primera vez que yo asisto a un congreso así y pues con las ganas de trabajar para seguir haciendo algo. Muchas gracias, que tengan buen viaje. https://www.youtube.com/watch?v=qNXyrRd5iDQ

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Derechos reservados, ISCA, Abril 2014


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