Sesión 4

CATEQUIZAR ES EDUCAR EN LA FE1

La palabra “catequesis” es bíblica y la encontraremos en el libro de Los Hechos de los Apóstoles (21,24), en la Carta a los Romanos (2,17-21), en la 1º Carta a los Corintios (14,19) y en la carta a los Gálatas (6,6). Quiere decir “hacer resonar”, “producir eco”; por lo tanto “anunciar”, “instruir”. Es una palabra hermosa, cargada de vida y actividad cristiana. En muchas ocasiones, al referirse a ella, algunos catequistas hablan de «charla». En realidad es mejor no llamarla así pues, dada la riqueza de la acción catequística, ésta resulta muy pobre.

DEFINIR LA CATEQUESIS A través de los tiempos se han tenido diferentes enfoques en la comprensión de la catequesis.

Desde el siglo pasado, en la época del racionalismo, la catequesis se comprendió como un hecho concerniente al conocimiento de la fe. Por lo tanto, se definía como la “enseñanza sistemática de la doctrina de la fe”. Se concebía la catequesis como una información acerca de las verdades de la doctrina. De ahí el nombre de “Doctrina Cristiana” dado a los catecismos cuya finalidad era que los cristianos aprendieran la doctrina y dieran cuenta de su saber cristiano.

Hoy día las cosas han evolucionado. Pensamos que la catequesis no solamente debe interpelar el saber de la persona, sino también su vivencia, su experiencia, su sentir, su actuar…

De esta forma, la acción catequística se vuelve más compleja. Teniendo presente estas consideraciones, el Sínodo Episcopal del año 1977, sobre la catequesis, da una nueva definición de ella. Dice que la catequesis es “la educación ordenada y progresiva de la fe”2.

El Sínodo de Obispos del año 1977 introdujo un cambio considerable al establecer una comprensión mayor de la catequesis. Comparemos las dos definiciones: La catequesis es: • •

La enseñanza sistemática de la doctrina de la fe.

La educación ordenada y progresiva de la fe.

La palabra enseñanza se refiere al conocimiento, al saber, a los contenidos que se exponen en torno a algún tema para ser aprendidos. En cambio la palabra educación se refiere a la totalidad de la persona: su saber, su experiencia, su vivencia, su actuar, su sentir…

Una enseñanza ciertamente es sistemática. El material que se enseña se organiza por capítulos. Por ejemplo: • • 1 2

Capítulo 1: Dios Creador, Capítulo 2: Jesucristo,

INPAS “Modulo de catequética fundamental”, 2009.

Mensaje de los Obispos, año 1977, 1, 1.

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• •

Capítulo 3: La Iglesia, Capítulo 4: Los sacramentos, etc.

En cambio, la educación siempre supone un proceso de crecimiento vivencial que realiza la persona, por eso se le dice ordenada y progresiva porque el progreso supone etapas de vivencias, de experiencias, y los conocimientos serán graduales y ordenados a la experiencia que va haciendo el catequizando, es decir, es distinto a decir sistemáticos.

Las dos definiciones hablan de la fe. Pero hay una gran diferencia. En la primera se entiende por fe, el conjunto de las verdades de la fe (lo que los teólogos llaman fides quae); en cambio, en la segunda definición se trata de la fe de la persona, de la fe del sujeto: ésta es la que se educa (es la fides qua creditur). El acento de la educación catequística está puesto en la persona, más que en las verdades. Las verdades de la fe (mejor sería llamarlas las realidades de la fe) están para las personas.

Jesús decía: “no es el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre”. De la misma manera debemos decir: no es el hombre para las verdades de la fe, sino las verdades de la fe son para el hombre. Son el mensaje del Padre para sus hijos.

Existe una gran diferencia entre el significado en griego y en hebreo del término «palabra».

En griego, palabra se dice logos y en hebreo dabar.

El logos, en griego, es la palabra que informa acerca de algo… (de Dios). El dabar, en hebreo, es la palabra que crea, que produce, interpela, transforma…

No queremos que la catequesis sea una simple información acerca del mensaje del Padre, sino que sea una palabra que produce una nueva manera de vivir, que crea un hombre nuevo, que lo interpela y lo transforma hasta producir un mundo nuevo. Dice el documento de Aparecida: “La catequesis no puede limitarse a una formación meramente doctrinal, sino que ha de ser una verdadera escuela de formación integral. Por tanto, se ha de cultivar la amistad con Cristo”3.

FINALIDAD DE LA CATEQUESIS La catequesis tiene mucha riqueza por ello, no se puede reducir a preparar la celebración de un sacramento.. Al plantearla de este modo, sucede que apenas se celebró el sacramento, cesa todo contacto con la vida eclesial porque el objetivo ya se logró. Esta catequesis no crea hábitos sacramentales. Hay que proponerse un objetivo más profundo. Por ejemplo, si se trata de la primera comunión de los niños, no habría que decir “catequesis de primera comunión”, sino “catequesis de la iniciación eucarística de los niños”; la cual incluye, ciertamente, la primera comunión, pero no es su meta y su término (recordemos que en este caso estamos ante la CFIVE, o sea, Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística). Nosotros queremos niños que sean eucarísticos. Lo mismo dígase de la confirmación, del bautismo, del matrimonio, etc. Los sacramentos tienen que ser fructuosos: producir frutos de vida cristiana y no contentarse con celebrarlos.

Leemos en el documento de Aparecida: “La catequesis no debe ser sólo ocasional, reducida a los momentos previos a los sacramentos o la iniciación cristiana, sino más bien un itinerario catequístico permanente. Por esto (es necesario) establecer un proceso catequístico orgánico y progresivo que se extienda por todo el arco de la vida, desde la infancia hasta la ancianidad”4.

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Documento de Aparecida, 299 Ibid., 298.

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El Santo Padre Juan Pablo II expresa la idea de una catequesis profunda, con estas palabras: “El fin definitivo de la catequesis es poner a uno, no sólo en contacto, sino en comunión, en intimidad con Jesucristo”5.

En esa definición sintética y profunda a la vez, el Papa expresó la idea de un progreso de la fe que lleva a un encuentro cada vez más profundo con Jesucristo. Primero el contacto con Jesús, luego, poco a poco se entra en comunión con Él, para ir madurando siempre más en la intimidad con el Señor. El camino hacia la intimidad es un camino sin fin. ¿Quién de nosotros puede decir que Jesús es realmente su más íntimo amigo? Solamente en la vida futura será posible un encuentro definitivo y profundo con el Señor, con el Padre celestial en el Espíritu. Pero la catequesis educa e introduce en este camino.

Siguió diciendo el Papa: “En la catequesis el cristocentrismo significa… que lo que se enseña es Cristo… y todo lo demás en referencia a él”6. “El cristiano se empeña por conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha puesto”7.

En consecuencia, la catequesis ha de evitar presentar a Dios como un objeto, como algo que se obtiene a través de los sacramentos. Debe lograr que el cristiano aprenda a tener una relación con Él a ejemplo y con el Señor Jesús. Por eso no se trata tanto de «definir» quién es Jesucristo, sino capacitar para comunicarse con Él.

A este propósito el documento de Aparecida dice que “es necesaria “una catequesis adecuada que promueva una adhesión personal y comunitaria a Cristo, sobre todo en los más débiles en la fe”8.

CATEQUESIS, TEOLOGÍA Y CATEQUÉTICA A raíz de todas estas novedades en la nueva comprensión de la catequesis es probable que algunos conceptos puedan ser confundidos o relacionados equivocadamente. Aquí queremos abordar el significado de tres de ellos y conocer las relaciones que existen entre la catequesis, la teología y la catequética.

La Teología es una ciencia teórica; en cambio la Catequesis es práctica porque es una acción pedagógica que educa la fe y la Catequética es una ciencia intermedia.

La Teología como ciencia: • Estudia lo que Dios ha dicho de sí mismo a los seres humanos.

• Reflexiona la Palabra de Dios en forma sistemática a la luz de la fe.

• Tiene un lenguaje científico, que a menudo entienden solamente las personas, que se iniciaron en él. Ya San Pedro dice de las cartas de San Pablo que “contienen puntos difíciles de comprender” (2 Pe 3,16). Lo mismo pasa con los documentos del Magisterio del Papa, de los Concilios o de los Obispos. Biblia, Magisterio y Teología necesitan ser explicados a la hora de ser usados para la catequesis.

Hay quienes piensan que la catequesis es una teología más sencilla o más reducida. En realidad no es así. No se puede simplemente trasladar la teología a la catequesis. Ciertamente 5 6 7 8

Cathequesi tradendae, 5.

Ibid, 6.

Ibid., 20.

Documento de Aparecida, 297.

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recibe aportes de la teología, pero necesita otros aportes más, como por ejemplo, de la pedagogía, de la sicología de la religiosidad, de las ciencias de la comunicación, de la sociología religiosa, etc.

La Catequesis como acción pedagógica: • Tiene como finalidad dar forma cristiana y hacer crecer la fe que tienen las personas.

• Ha de iluminar la vida con la Palabra de Dios para descubrir en ella su presencia o ausencia.

• Utiliza un lenguaje apropiado a la comprensión de las personas.

La Catequética es una ciencia intermedia: • Se ubica entre la Teología y la Catequesis.

• Su rol es recibir datos de la teología, elaborarlos, seleccionarlos y transformarlos para que sirvan en forma inmediata a la catequesis.

• Buscará en la ciencia humana aquellos datos que necesita el catequista para realizar eficazmente su misión. Por lo tanto, seleccionará los aportes de la antropología, de la sicología, de la sociología, de la pedagogía y, en general, de las ciencias que se refieren al hombre y a sus culturas. Pero también son importantes los datos que proporcionan las ciencias de la comunicación. En efecto, se trata de que el catequista comunique el Mensaje de Dios a todas las personas y esté capacitado para hacerlo.

Toda esta tarea de elaborar los datos recibidos de la teología y de las ciencias humanas en función de la catequesis es propia de la ciencia catequética.

Decíamos que la teología es una ciencia teórica y la catequesis una acción práctica. A su vez, la catequética es una ciencia teórico – práctica, precisamente porque está entre la teoría de la teología y la práctica de la catequesis.

Por lo tanto, la catequética es la ciencia del catequista, que lo habilita para catequizar. Así como la medicina capacita al médico o la ingeniería al ingeniero y la pedagogía al profesor.

Si queremos dar una definición o descripción de la catequética podríamos decir que la catequética es una ciencia teórico – práctica, que con los principios de la teología y los aportes de algunas ciencias del hombre, estudia y orienta la acción catequística de la comunidad eclesial, a la luz de la fe.

Las ciencias que se refieren a Dios y las ciencias que se refieren al hombre se llaman también ciencias auxiliares de la catequética.

Aunque la catequética se sirva también de ciencias humanas es una ciencia teológica, porque sus criterios de estudio provienen de la fe y su objetivo apunta a la fe de los creyentes.

Se llama catequeta al cristiano especialista en la ciencia de la catequesis y catequista al cristiano que realiza la acción de educar la fe de sus hermanos en la comunidad cristiana.

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