Al evocar las altas y duras tierras lucenses nuestra mente se siente transportada hacia los bucólicos paisajes de la Serra do Caurel o Courel. Salpicada por doquier de restos de una arquitectura y cultura ancestrales, se abre ante nosotros como bálsamo para nuestras agotadas mentes, influidas por la cultura urbana que nos atenaza.
O Courel es un lugar ideal para relajar nuestro espíritu, entre campos de verde hierba, laderas de pizarra, cascadas singulares, molinos pintorescos y demás aderezos, que le confieren ese aire singular que parece llevarnos hacia tiempos pasados.