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Hábitos que mejoran tu cuerpo

Hablar de hábitos es referirnos a comportamientos que pueden beneficiar las diferentes áreas de tu vida. Te enseñamos cómo puedes adoptarlos de una manera más efectiva para mejorar tu bienestar integral.

Cuando instauras un nuevo comportamiento es normal que hagas uso de una señal o estímulo que te indica que debes tomar acción. En la medida en que lo realizas de forma secuencial y repetitivo tu cerebro aprende la rutina, la naturaliza y pasa a ser automático, porque no requiere tanta carga mental como al principio.

Algunos de estos comportamientos se convierten en hábitos que terminan por facilitar la adopción de otros como una reacción en cadena, mejorando las funciones vitales de tu cuerpo, tu mente y tu entorno cercano (familia, amigos, trabajo, entre otros).

¿Cuáles son los beneficios de la actividad física para mi cuerpo y mi mente?

• Te da la oportunidad de compartir con amigos y familiares, disfrutar del aire libre, mejorar tu estado físico cardiorrespiratorio y la fuerza muscular.

• A corto plazo reduce la ansiedad y la presión arterial.

• Mejora el sueño y el metabolismo de alimentos como los azúcares.

• A largo plazo disminuye los síntomas depresivos.

• Puede ralentizar o retrasar la progresión de enfermedades crónicas, como la hipertensión y la diabetes tipo 2.

• Preserva la salud de los huesos, las articulaciones y los músculos con el aumento de la edad.

• Mejora el manejo del dolor y la calidad de vida de personas con osteoartritis u otras afecciones reumáticas que afectan las articulaciones.

• Mejora la función cognitiva, incluido el rendimiento académico. Además, reduce el riesgo de desarrollar demencia la enfermedad de Alzheimer.

• Disminuye el riesgo de desarrollar varios tipos comunes de cáncer.

Los beneficios suelen aumentar cuando la cantidad de actividad física tiene una mayor intensidad, frecuencia y duración. Haz clic aquí para conocer

otros impactos positivos. ¿Qué papel juega la alimentación en el mejoramiento de mi cuerpo?

El alimento es medicina para tu cuerpo, por eso es importante que te asesores con un profesional para conocer tus necesidades biológicas, genéticas e individuales y así aprovechar todos los beneficios de una buena alimentación para una vida sana.

La alimentación saludable se identifica como un factor de protección y reducción de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, e incluso en enfermedades mentales como la depresión. Por eso, te recomendamos:

• Consumir tres comidas al día, en las cuales cada plato debe contener la mitad de fruta o verdura, un cuarto de proteína saludable (pollo, huevo, pescado, leguminosas), un cuarto de cereales, plátanos o tubérculos, grasa saludable como aguacate, frutos secos, semillas o aceite de oliva, y de sobremesa bebida sin azúcar.

• Consumir de dos a tres porciones de fruta al día,

especialmente las que tienen colores vivos: rojo, naranja, amarillo, morado, porque son las que contienen mayor cantidad de vitaminas y compuestos bioactivos que previenen las enfermedades.

• Consumir la porción de azúcar que elijas

en el día en una comida principal (tipo almuerzo), con el fin de evitar el incremento del porcentaje de grasa corporal. Evita comer dulces entre comidas.

• Cuando sientas necesidad de consumir algo entre las comidas elige tomar agua, bebidas

aromáticas, café, té o chocolate sin azúcar,

o alguna fruta o verdura picada que te permita quitar la fatiga y llegar hasta la próxima comida.

Aumenta el consumo de frutas y verduras y conoce todos los beneficios para tu cuerpo.

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¿Qué prácticas son claves para mejorar mi cuerpo?

Para realizar tareas diarias sin cansancio excesivo, con la suficiente energía para disfrutar de actividades en tiempo libre y enfrentar emergencias, necesitas:

• Resistencia cardiorrespiratoria: para suplir las necesidades de oxígeno durante la actividad física sostenida.

• Composición corporal: cantidad relativa de músculo, grasa, hueso y agua del cuerpo. Refleja la acumulación neta de nutrientes y de otros sustratos adquiridos del medioambiente y retenidos por el cuerpo.

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• Fuerza y resistencia muscular: habilidad del músculo para realizar un trabajo o acción mediante la aplicación de una fuerza continuamente sin fatiga.

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• Flexibilidad: rango de movilidad de una articulación que mejora con estiramiento, coordinación y balance muscular para prevenir la inmovilización prolongada por envejecimiento y el estilo de vida sedentario.

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