33 Catálogo ǀ javier hidalgo by Se Habla Arte

33 C 33 CATÁLOGO OGO Javier Hidalgo

Del 13 de septiembre al 25 de octubre de 2021

uando Se Habla Arte me pidió esta pequeña biografía, debo confesar que, de niño hasta mis primeros años de la adolescencia, nunca pensé estar p , p inmerso en el mundo del arte. Le debo mis primeras aproximaciones a este mundo a Marilyn, hoy en día mi esposa. Fue ella, quien, a mis diecisiete años, y a tra és de sus dibujos no con encionales logró través de sus dibujos no convencionales, logró hacerme detener ante aquellas imágenes a las que no estaba acostumbrado. Junto a ella y en mi mudanza a Caracas, tuve la oportunidad de adentrarme mucho más en el ambiente artístico. Aunque mi aptitud fue algo apática fui observando más obras y visitando los apática, fui observando más obras y visitando los museos de la ciudad. Recuerdo haber visitado la exposición de Oswaldo Guayasamín en la Galería de Arte Nacional sin reparar, en aquel momento, de la p q grandeza de este gran maestro del arte latinoamericano. No obstante, estas visitas frecuentes a los museos lograron estimular mis fibras hacia el universo sensible fue como un despertar creo que es universo sensible, fue como un despertar, algo difícil pero el arte lo logró y obviamente Marilyn.

A partir de ese momento, mi historia se encaminó. Lo que quería era estudiar. Estaba enamorado del dibujo. Busqué y logré q y g hacer un curso con el maestro Abilio Padrón en los espacios de la GAN, después de unos meses comencé a experimentar con la pintura y visité nuevamente la exposición de los maestros Gua asamín y Goya, y esta vez Guayasamín Go a esta e me deleité y gocé un me deleité gocé un montón obra por obra. Iniciado en la pintura y conociendo un poco más del p y p arte y del dibujo, la meta era empezar a estudiar formalmente, para ello presenté el examen de admisión en el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón con una buena carpeta de trabajos; tenía marcadas influencias de grandes artistas venezolanos como: Alirio Palacios, Régulo Pérez, g JJacobo Borges g yy del buen dibujo de Saúl Huerta y Edgar Álvarez Estrada. También había estudiado varios artistas extranjeros, recuerdo me gustaba mucho Van Gogh, Cézanne, entre otros entre otros.

Esta experiencia fue muy satisfactoria, obtuve muy buenos comentarios de maestros del arte como Gabriel Marcos, Víctor Hugo Irazábal, entre , g , otros; lo ; extraño de todo esto, es que yo antes no sabía ni dibujar. Cuando fui a mi primera revisión de dibujos y pinturas con Víctor Hugo Irazábal hizo un comentario que de seguro que a muchos lo separaría de la isión o que de seguro que a muchos lo separaría de la visión o proyecto de querer pintar, el dijo «no sirve para nada, pero tienes un don, el don de la línea». Él podía ser muy duro en sus y comentarios p pero yo continué, y , trabajé y trabajé como me dijo el gran Guillermo Abdala «sin descansar», un día logré ganarme a Víctor Hugo, notó lo consecuente del trabajo en el taller, me hice su amigo y uno de su mejores alumnos para el momento ‐era lo que me demostraba‐, cuando pedía veinte trabajos yo le entregaba cincuenta. Eso cada día me fue dando más seguridad y motivando a alcanzar g y nuevas metas.

Finalmente, estaba preparado. Me animé a enviar piezas a salones. La primera exposición importante, fue mi participación en el Salón Pirelli p p en su última edición (2007), que se realizó en el Museo de Arte Contemporáneo. Esta experiencia fue un boom para mí, fue como una señal y trabaje aún más. Al estar trabajando e investigando e in estigando para mejorar, me topé con para mejorar me topé con el trabajo de Jean‐Michel Basquiat y de algunos artistas venezolanos que sin saber me influenciaban, esto me llamó la atención y empecé a estudiar su obra. y p Jamás pensé que los dibujos toscos, ingenuos o infantiles se transformarían en todo un reto para mí. Ya tenía más conocimiento del dibujo y lograr hacerlo como un niño no era nada fácil, mi maestro de pintura me orientó, me recomendó “Aprende a dibujar con el lado derecho del cerebro” el clásico de Betty y Edwards y empecé a garabatear, empecé a dibujar con la mano izquierda, eso me ayudó a relajar aún más mi línea y ser más analítico en la forma y en simplificar una imagen tal cual hacen los niños: mágico y simple, una imagen, tal cual hacen los niños: mágico y simple esto alimentó en forma marcada mi obra.

Después empezaron las exposiciones y reconocimientos en los salones de arte: Salón de Arte Aragua, dónde obtuve el g , Primer Premio en el Salón de Arte Girardot; una Mención especial en el Salón Juan Lovera; y logré participar en la Bienal Salón Arturo Michelena, uno de lo más importantes del país. Luego fui in itado al Salón de Jó enes con FIA; entre otras fui invitado al Salón de Jóvenes con FIA entre otras tantas exposiciones. Por mi parte continúo adelante y trabajando. El reconocimiento de mi trabajo y estilo hace y dice que vamos por un buen camino, lo que me y q p , q pone a pensar y a trabajar más y más. En relación a mi planteamiento plástico, éste surge como una especie de bitácora que se nutre de muchas cosas: mi trabajo de investigación, el internet, las vivencias propias. Todo esto me carga de imágenes, imágenes que g q me dan la oportunidad de protestar y p p y ser un poco irreverente con las cosas que no estoy de acuerdo o que pienso que están mal.

Cada día hay más en qué trabajar, la misma situación del país nos invita a no dejar de reflexionar y protestar y y a su vez (cómo dice un buen amigo) seguir ( g ) g plasmando, haciendo «una especie de documento histórico para las futuras generaciones», siempre he tenido eso en mente ya que creo que somos periodistas isuales nuestro deber como creadores periodistas visuales y nuestro deber como de imágenes debería ser protestar con ellas. Esto ha quedado demostrado a través de la historia, grandes maestros nos han dicho claramente «El arte es una herramienta de protesta» prueba de ello, Pablo Picasso con el Guernica, Goya con sus Caprichos y en el arte venezolano podemos nombrar a Claudio Perna o Juan Loyola o Juan Loyola. Estos grandes artista nos han dejado muestras de que q el arte se tiene que utilizar como herramienta de protesta, ya sea literal o metafóricamente. En mi caso en particular, decido hacer una especie de híbridos con mis personajes que nombro “Androzoomórficos”. Estos son animal‐robot‐humano‐androide; son animal robot humano androide; híbridos de los que cada vez está más llena la sociedad, los mismos que vemos a diario en las redes sociales y que han tenido un gran crecimiento y evolución, g y podría p decir que parto de la memoria y trato de jugar con todo eso.

Así mismo, la idea del robot, primordial en mi trabajo, la considero una pequeña pero importante p presencia de mi niñez. Recuerdo que mis hermanos q jugaban y hablaban sobre un personaje llamado Mazinger Z, de esta manera, cuando comencé en la universidad a experimentar y a jugar con la palabra M i Mazinger Z incorporé en mi trabajo la palabra Z, incorporé acompañada no solo por la Z sino por letras aleatorias del abecedario. Esto me permitió redimensionar y darle dinamismo a la obra. Hoy en día, como todo y , pintor, sigo experimentado, disfrutando y viviendo cada momento que puedo: pintar y reflexionar con mi obra, por ello siempre recuerdo a “El Principito”, nunca debemos dejar de ser niños siempre hacer todo nunca debemos dejar de ser niños, siempre hacer todo sin ningún precio y ser críticos de nosotros mismos, ya que al crear estamos expuestos al ojo de los verdaderos críticos, es decir, a la historia de las artes venezolanas. Javier Hidalgo

Javier HIDALGO (Guanare, estado Portuguesa. 1987)

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