Self n15

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nĂşmero 15 junio 1999

self es semestral y gratuito amstrong | atari teenage riot | bomb jack | bosco | david moufang el aviador dro | freestyle festival | gus gus | kaleida | kevin martin le mans | mogwai | moonshake | mĂşsica prohibida nonplace urban field | norman cook | p.a.l. | pan sonic plate lunch | plexiq | sabotage | the creatures | this mortal coil

electric & electronic music


P///BENICÀSSIM 99


número 15

amstrong

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semestral | verano 1999

coordinador luciano álvarez diseño juan antonio álvarez / ow redactor jesús brotons publicidad xavier vila

En este número colaboran Bonjo, Jesús Brotons, José Manuel Costa, Philippe Doussot, E.mind, Espéreta, Juan Manuel Freire, José García, Philippe Gusching, Toni L. Querol, Pau March, Toni Martínez, A.C. Naïa, Paco y Manolo, Marc Piñol, Roger Roca, Manel Roig, Germán Sánchez, Antonio Santaeularia, Walter Scassolini, Taschen, Tito, Anki Toner y Chus Valero.

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“Las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene uno”. Harry el Sucio.


buenos días, medianoche

atari teenage riot

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texto | juan manuel freire

“Al basar nuestro trabajo en la búsqueda de sonidos y la repetición, creamos una atmósfera y una sensación de movimiento. Después de escuchar ’Sprinkler’ (Clearspot - Dock, 99) de principio a fin, es posible que tengas la sensación de haber tomado parte en una especie de viaje. Nosotros creamos los sonidos, el oyente el escenario”. Secuencia uno: vagón de metro, interior, anochecer. La imagino vestida de negro y con el pelo mojado, sentada a un extremo e inclinándose ocasionalmente para suspirar o retener las lágrimas que tampoco exhibió durante la ruptura. Jacob Leth, bajista de Amstrong, asegura que en su país la amargura es casi clandestina. “El pop de Dinamarca está dominado por grupos al estilo de Aqua, música de discoteca para adolescentes. El bando electrónico está del todo corrompido: ha pasado de investigar nuevos sonidos y estructuras a decantarse por el house más mainstream y la peor música disco. Sólo se salva un pequeño sello, April Records, que edita discos de gente como Jet, Opiate y Future 3; se juegan el pescuezo editando techno muy radical”. Por April Records, por otros sellos y lumbreras, y por suerte, la electrónica continúa ofreciendo tentativos híbridos. En el caso que nos ocupa, la ecuación se debate entre la sensibilidad rock y la abstracción electrónica, aplicando soluciones de aislamiento y postismo a una colección de melodías al ralentí. Ritmos industriales y reptantes, casi de marcha fúnebre, superponen su transitar a una retaguardia que es espacio y silencio mortuorios. Reina una opresiva lentitud, la gravedad es la dueña del vuelo. Sin embargo, cuando Amstrong despiertan auténtico regocijo es al adoptar una pose de más aplomo. Quizá sea por la experiencia, porque este nuevo proyecto “nace de las cenizas de Grind, un grupo de drone-rock. Nuestros conciertos eran como un choque de avión que se extendía durante noventa minutos”.

Así, mientras canciones-cepo como la inicial ‘Everyday’ -sin duda, la pieza más turbadora del disco- y ‘Then Gone Too Soon’ convencen sin problemas, el resto sólo cumple a medias. En cualquier caso, es un trabajo que parte de un ideario a valorar, una teoría atrayente por su insana oscuridad, por su asmático, cambiante y orgánico formulismo. “Cuando empezamos a planear el disco decidimos que queríamos trabajar con ordenadores y samples, pero intentando construir los sonidos por nuestra cuenta. También queríamos que todo el ruido de amplificadores, altavoces o cajas de ritmo sonara durante la grabación. Eso es lo que crea sonidos vivos en el disco”. La melancolía de Marie Louise, su frágil cantante, está puesta al servicio de un sonido amenazante, repetitivo y con sustento en el minimalismo rítmico. “Trabajamos con la repetición. Nuestra música representa la insoportable continuidad del tiempo: es un modo, es un estado mental. La componemos pensando en Suicide, Einsturzende Neubauten, Kraftwerk, Loop, Cristian Vogel o Bowery Electric”. Como más de un lector de Self se postrará de rodillas ante las referencias, quizá convendría decir que el protocolo de Amstrong pierde poder de convicción en la práctica. Incluso habrá quien, en tono despectivo y simplificador, emplee locuciones tristemente devaluadas como ‘trip hop’ o ‘sonido Bristol’ para dar por hecha la papeleta de describir su sonido. Pero Jacob prefiere llamarlo “slow motion acid ambient”, y me asegura que su banda trabaja a partir de la forma, no del fondo. “No estamos especialmente interesados en la escritura de las letras, ni en la estructura clásica de canción. Es combinar sonidos lo que nos parece estimulante. A veces una suma crea un producto totalmente nuevo, un producto que no existe con autonomía”. La idea alcanza sus extremos más temerarios, por minimales y monocordes, en ‘Metro Star’ -más de ocho minutos de subterránea y aún celestial liturgia- o la reconocible ‘Longer’, amago de Portishead ‘on slowcore’. “Créeme, no fuimos conscientes de ello hasta que alguien nos lo comentó. Siempre hemos escuchado más a Tricky que a Portishead; es el slo-beat y la voz de Marie Louise la que hace el efecto. Pero Portishead también nos gustan… De hecho, en esta canción somos casi más Portishead que Portishead; e incluimos la canción en el disco a pesar de saber lo que nos caería encima”. Y no sólo la incluyeron en el disco, también la convirtieron en tarjeta de presentación. De invitación a la premiére de una película que habla de soledades y tinieblas, de esas ciudades donde los edificios son tan titánicos que se miden por kilómetros. Y mientras baja del ático a la calle, Marie Louise tiene tiempo para ensayar ‘Iced’ ante el espejo del ascensor. La imagino triste. “El significado de las letras se revela al colocarse junto a los otros sonidos”, dice Jacob, sin errar; porque un sueño puede constar no sólo de imágenes, sino también de pausadas palabras. La imagino en atardeceres y medianoches, absorta en nada y aparentemente descreída, paciente sólo en secreto. No sabía, no quería saber, que anhelaba pasión y dolor y el violento placer de amar, pero algo en ella se ahoga y se rebela. n

foto: archivo


P///LA CASA


no me gusta ese rollo fascista

atari teenage riot texto | josé manuel costa

La noche anterior Atari Teenage Riot habían protagonizado, junto al muy serio Christoph De Babalon y el muy enloquecido Shizuo, una de las más memorables ’Live Sessions’ de John Peel para la BBC. Es posible que alguno lo haya escuchado en España, fue hace un par de meses. Algunos veteranos berlineses allí presentes y que conocen a ATR incluso desde antes de su formación, se encontraban en una situación ambigua. Es obvio que el grupo sigue siendo absolutamente sincero, que su música sigue sin enredarse en compromisos (su último Cd, ’60 Second Wipeout’, no es sino una prueba más) y que siguen siendo de los pocos para quienes un programa político es parte necesaria de la propuesta estética. Todo lo cual sigue infundiendo respeto, pero conduce a preguntas como la de si sus continuas llamadas a la revolución siguen teniendo sentido. Claro, la gente, en general, no sale de uno de sus conciertos inflamada por el anarquismo. Y eso, desde el punto maximalista que ellos parecen representar, puede considerarse un fracaso. Contemplándolo de otra manera, podría decirse que pocas veces la gente puede divertirse de forma tan extrema y quien sabe, puede que unos cuantos se sentirán profundamente afectados por el mensaje. Como fuere, el concierto fue brutal. Con Nic Endo (japo-alemana) encargándose mayormente de los ruidos, Alec (alemán-alemán) puede ocupar escena junto a Hanin Elias (sirio-alemana) y Carl Crack (africano-alemán). Eso que sale ganando el espectáculo porque Mister Empire, ya se sabe, es una fuerza de la naturaleza. La música era todo lo violenta que cabía esperar, Alec se lanzó entre el público como un Peter Gabriel vengador, Hanin se hizo sange en una pierna, Carl apareció con la cara pintada, lo mismo que Nic. La gente empezó a botar enseguida y a mitad del concierto ya se comenzó a ocupar un escenario que los gorilas habituales desistieron en despejar. Se respiraba verdadera tensión y aquello se encontraba cerca del incendio, la devastación real y concreta, la revuelta, sí... Pero no. Aquello acabó como todos los conciertos. Con unas cuantas butacas destrozadas, pero cada cual yéndose en paz a su casa. Así es la vida. Al día sieguiente y en un hotel sin ningún lujo, ATR celebran una larga ronda de entrevistas donde la voz cantante la lleva siempre Alec. En realidad parece que los periodistas sólo tienen interés en este personaje. Claro que Alec es uno de los mejores músicos de hoy y ahora, pero éste es un grupo y no la proyección de un solo individuo. Asi pués, me propongo lograr una entrevista con ’todo’ ATR. Ayuda el conocerles desde antes de su primer concierto, pero aún así no es fácil, como luego veremos. Un primer método es comenzar la entrevista sin Carl y sin Alec, únicamente con las dos mujeres. ¿Cómo os decidísteis a participar en este John Peel para la BBC, en el Queen Elizabeth Hall, todo lleno de sillas, un auténtico teatro de lujo...? (Hanin) En primer lugar admiramos a John

Peel, es prácticamente el único programa de radio que puede escucharse. Es verdad que el sitio era un poco raro, pero Peel quería celebrar su cumpleaños y nos dijo que le parecería estupendo si destrozábamos el local para celebrarlo. El hecho es que apenas se rompieron un par de sillas, aquello parecía más bien un entretenimiento algo salvaje que un acto revolucionario. (Nic) Debe tener que ver con el carácter. En Brasil hubiera sido distinto. (Hanin) Yo creo que si hubiéramos seguido media hora más lo hubiéramos logrado. Por otra parte, nosotros no queremos exactamente entretener a la gente, sino motivarla. Por eso podemos herirnos, para mostrar que somos de carne y hueso, que la gente puede tocarnos y saltar al escenario... Eso es algo muy importante. El tema es que si eres un artista con talento acabas siendo integrado y controlado, porque las vías de comunicación y consumo no pueden ser totalmente alternativas. Vuestros discos se venden en tiendas normales y actuáis en festivales normales. (Nic) Se trata de la responsabilidad que aceptas y no cedes a otros. Nuestro sistema es totalmente anarquista, tenemos todo bajo nuestro control, decidimos cuándo y cómo salen los discos, cómo y dónde actuamos. Somos como somos y no como alguien desea que seamos. Ni tampoco hacemos las cosas porque debamos hacerlas. Pero en realidad ahora os habéis covertido en una multinacional. Digital Hardcore Recordings es un sello alemán cuyas oficinas estan en Londres y ahora váis a abrir dependencias en los Estados Unidos. (Hanin) Es que el problema del fascismo y el estado no es exclusivo de Alemania sino de todo el mundo. Pero en América, aún menos que en Alemania, la gente no tiene la menor conciencia de vivir en un estado fascista... (Hanin) Por eso se interesan tanto. Después de un concierto se acercan mucho y te dicen ”no habíamos escuchado antes nada como lo que vosotros decís”. La gente no ve siempre los lemas como algo carente de contenido. Eso no es así. Pero esos lemas son demasiado genéricos, apenas tratan de

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cuestiones concretas. Al final pueden acabar pareciendo simple griterío. (Hanin) Si uno lee las letras se da cuenta de que tratamos cuestiones concretas. El problema es que, en efecto, si no las lees, vuestras letras son imposibles de entender. (Nic y Hanin) Creo que lo primero es el núcleo. Y además creo que ofrecemos mucha información, tanto en nuestras páginas de la red como en un fanzine que empezamos a editar. Y si nuestros fans escriben, lo más probable es que se les publique... Vamos, un poco como el ‘Grand Royal’ de los Beastie Boys... (Hanin) Nosotros no censuramos a nuestros fans. Éste el el momento en que un Carl Crack guapamente maqueado y un Alec Empire con la garganta casi seca de tanto charlar durante el día se suman a la conversación. Ésta no se hace más fácil por el hecho de haber cuatro. A Alec le encanta hablar y los demás tienden a callarse cuando está él delante. No se trata de una posición de dominio aceptada, de hecho protestan vívamente cuando no están de acuerdo, pienso que es una cuestión más humana que ideológica. Carl es persona de pocas palabras, Nic es definitivamente tímida y desintereada en la confrontación personal... Hanin es la única que grita y clama, pero tambien como una especie de respuesta a Alec... Es raro... Pasando a otro tema aunque todavía cercano ¿qué queda ahora de Atari Teenage Riot? Ya no usáis Ataris, no sóis en lo absoluto teenagers y las revueltas sólo se producen a veces. (Carl) Atari tenía que ver con las primeras cónsolas de juego, luego con los ordenadores, es una especie de símbolo de una generación, también en la música electrónica. (Nic) Es una cuestión de postura sobre como se hace música, con que medios... (Hanin) No creo que haya equívocos con el nombre... Eso no es así, hay un montón de gente que nunca ha visto una cónsola Atari y hace música con un Mac o un PC. Vostros sóis ya mayores y lo véis muy claro, pero eso, como otras cosas, no es algo univeral. (Hanin) En realidad utilizamos el nombre porque la empresa ya ha quebrado y no puede impedir que usemos ese nombre... ¿En qué ha cambiado Atari durante este tiempo? (Hanin) En primer lugar hemos ganado en directo por el hecho de que Alec esté más en primer plano. Y para mí, el hecho de que haya otra mujer significa una variación esencial e importante. Antes siempre perdía las votaciones ante estos dos tipos insensibles... ¿Y en lo musical? La gente sólo habla de la energía, de la política, del espectáculo... Nadie parece desear acercarse a la música con espíritu crítico. Vosotros ¿habéis percibido algún cambio? (Alec) Completamente. Ahora no utilizamos tantos breakbeats, el sonido está todavía más saturado, pasajes de ruido que no pueden ser programados... La primera canción, ’Revolution Action’, parece directamente rock... (Alec) Sí, eso es absolutamente cierto. (Hanin) También hay que aprender de los grupos de rock. ¿Y por qué Alec no toca entonces la guitarra en directo, tal y como hace en los discos? (Hanin) Me parece espantoso cuando toca la guitarra en vivo. (Carl) Luego sólo nos faltaría meter una batería y un percusionista... Y tal vez la orquesta de James Last... Este tema, sorprendentemente, conduce a una viva discusión de la que sólo queda clara una cosa: Alec nunca ha tocado la guitarra con ATR, pero si en algunos conciertos con Hanin, antes de que llegara Carl. De mi recuerdo personal creo poder repescar que era una Fender. Quede esto para los fanáticos de trivialidades que tal vez no lo sean tanto. ¿Qué importancia tienen las voces? (Hanin) No son tan manipulables. (Alec) En las voces es donde se nota de que va la historia. Las voces muestran la humanidad, lo que está detrás de todo esto. Es lo más valioso de todo. En vosotros se dan en realidad dos voces. Una es un grito prácticamente inarticulado y la otra textos con un contenido muy explícito. ¿Cómo escribís? (Alec) Se trata en primer lugar de que los textos y la música formen una unidad que funcione tambien en lo rítmico. Así nace una estructura donde existen espacios libres que pueden utilizarse con ruidos, gritos... Teniendo en cuenta que cada uno tenéis vuestros propios proyectos y que no son demasiado parecidos, ¿cómo podéis funcionar como Atari Teenage Riot? (Hanin) Si coges nuestros discos

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en solitario y los mezclas, el resultado es ATR. Estoy convencida. (Alec) Eso es una chorrada. En realidad es el enfrentamiento de una serie de personalidades fuertes... (Hanin) Sí, del enfrentamiento contigo. Ya puestos y por hurgar un poco en sus sensibilidades, les comento que John Peel les presentó como ’Alec Empire’s Atari Teenage Riot’. ¿Os gustó esto de parecer el grupo de acompañamiento de una estrella? (Hanin) A mí me pareció una mierda. (Carl) A mí tampoco me gustó. (Alec) No fué para tanto.(Hanin) Claro, a ti te encantó. Te sentiste adulado. (Carl) En realidad eso pasaba ya desde el comienzo. A muchos les parecía un proyecto de baile en el que Alec lo programaba todo y nosotros dos simplemente dábamos vueltas por allí. Pero simplemente no es así. (Alec) Me parece curioso, porque en los grupos normales nadie se preocupa por esas cosas. Se da por supuesto que se trata de un equipo que funciona como tal. (Hanin) Tal vez se deba también a que vivimos en una época donde el productor recibe un papel dirigente. Y como Alec produce, simplemente porque en techno es así, parece que él lo ha hecho todo. El seguir juntos ¿implica tener broncas contínuas? (Hanin) Por supuesto. Y la mayor parte de las veces por estas cuestiones de jerarquía. Alec es quien hace la mayor parte de las entrevistas, entre otras cosas porque los demás somos más vagos. Pero eso no significa que haya un jefe. (Alec) La prensa es así. Te preguntan por lo que has hecho con Atari, lo que has hecho con Bjork... No parecen entender la diferencia. ¿Habéis pensado en un Cd de remixes? (Alec) ¿Y quien podría hacerlo? Yo mismo tendría mucho gusto. Pero, en fin, se me ocurren Pita, Merzbow, Fennesz... Por no hablar de otra gente de DHR. Unos cuantos. (Hanin) Si acaso, lo haremos nosotros mismos. (Alec) No pensamos dejar que nadie se acerque. n

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20 años del brazo armado del tecno

el aviador dro y sus obreros especializados texto | josé garcía

1909-1921 En 1909 se publica el ’Manifiesto Del Futurismo’ de Filippo Tomasso Marinetti. En 1916 nace el movimiento Dadá en Zurich. Se publica el ’Manifiesto Dadá’ de Tristan Tzara en 1918. En 1921 se estrena la ópera futurista ’L’Aviatore Dro’ de Francesco Balilla Pratella. 1976 Un grupo de jóvenes estudiantes del instituto de bachillerato Santamarca, en Madrid, deciden desarrollar sus inquietudes e ideas en el Ateneo Libertario de Mantuano, una antigua sede falangista que ocupan. Comparten un interés común por la ciencia ficción, el futurismo, el constructivismo, el dadá, el espacialismo, la ciencia, etc. Realizan sus propios fanzines literarios, con poemas visuales, relatos, artículos sobre divulgación científica y ciencia ficción, etc. Entre estos adolescentes están Servando Carballar, Alberto Florez, Andrés García, Manuel Guío, Arturo Lanz y Alejandro Sacristán. 1978 Servando y Andrés forman el grupo de punk Alex Y Los Drugos como medio más apropiado para difundir sus ideas. Sus grupos favoritos son los Stranglers y Blondie. Ensayan y realizan alguna actuación en el ateneo libertario con más ímpetu que resultados. Los inquietos jóvenes descubren la música de Ultravox, Kraftwerk, Cabaret Voltaire, The Human League, The Residents, Throbbing Gristle, Tubeway Army, Devo... Fascinados por esta música, Servando se hace con un órgano electrónico y forma, junto a su amigo Arturo, el grupo Holoplástico. 1979 Arturo y Servando ponen un anuncio en una revista solicitando gente en la onda de Throbbing Gristle, Cabaret Voltaire, The Residents, etc. Responden Juan Carlos Sastre (guitarra) y Gabriel Riaza (bajo), que se unen al dúo. Más

tarde se incorpora su amigo Andrés Noarbe a la caja de ritmos, junto a Manuel Guío y Alberto Florez a las voces. Deciden cambiar el nombre del grupo y escogen El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados. Los primeros temas que componen son ‘Nuclear Sí’ y ‘La Chica De Plexiglás’, a los que les siguen otros como ‘Rosemary’, ‘La Visión’, ‘Obsesión’, ‘Electroshock’, ‘Hazme Tu Androide’, etc. Los miembros adoptan nombres codificados: Sincrotrón, Biovac N, 32-32, Multiplexor, Hombre Dínamo, Placa Tumbler, Derflex Tipo Iarr. En el verano de 1979 se inicia la emisión de una nueva programación de radio con cobertura nacional, dedicada íntegramente a los más diversos géneros de música: Radio 3 (R.N.E.). Desde su programa, Xabier Moreno intenta apoyar las escasas ediciones de discos de grupos españoles, en el sello Chapa y algún otro. Un día recibe la invitación de asistir a un ensayo del Aviador Dro y, viendo que el grupo está por delante de lo que se está haciendo, les invita a realizar una sesión en los estudios de R.N.E. La sesión tiene lugar el 4 de octubre, grabando seis temas. La maqueta se emite en el programa de Xabier Moreno, acompañada de la primera entrevista del grupo. El sonido es totalmente inusual para un grupo de España: pop electrónico a base de órgano, sintetizadores, caja de ritmos, guitarra y bajo, con unas polémicas, ácidas y divertidas letras. El ambiguo tema ’Nuclear Sí’ levanta la polémica: “Yo quiero bañarme en mares de radio, con nubes de estroncio, cobalto y plutonio. Yo quiero tener envolturas de plomo, y niños deformes montando en sus motos... ¿Nuclear? Sí, por supuesto”. El grupo realiza diversas actuaciones en las que lucen monos negros y gafas de protección para trabajos industriales y lanzan octavillas al público. La gente se queda atónita, no sabe cómo reaccionar. Su estética es similar a la del grupo Devo, aunque van más allá en sus planteamientos ideológicos, aderezados con buenas dosis de humor e ironía. Junto a sus propios temas, interpretan ‘La Modelo’, una versión muy especial del tema ‘The Model’ de Kraftwerk, a modo de homenaje al cuarteto de Düsseldorf, con una divertida letra adaptada al castellano. Declaraciones: “Somos el primer paso hacia el hombre-máquina”; “hay que asimilar el sentido sistematizado de la vida para poder ser feliz”. 1980 Realizan diversas actuaciones y reparten octavillas por los bares de Madrid. El Hombre Dínamo abandona el grupo para continuar con sus estudios y Derflex Tipo Iarr le releva en la caja de ritmos. En las actuaciones la gente no queda indiferente: o les encanta o reaccionan violentamente, llegando a la agresión física, como en Avilés, en donde deben abandonar su actuación bajo una lluvia de botellas de cristal durante su tema ’Nuclear Sí’. Se presentan al concurso Villa Rock de la Diputación de Madrid y ganan el tercer premio. Firman un contrato con Movieplay, para la que graban tres singles, con Jesús Gómez a la producción. Durante la grabación, algunos miembros se muestran en desacuerdo con el sonido del grupo. Finalmente se produce la violenta escisión de Arturo, Gabriel y Juan Carlos, que se

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van para formar el grupo Esplendor Geométrico, de sonidos radicales. Movieplay edita su primer single ’La Chica De Plexiglás’, al que le sigue un segundo, ’La Visión’. Se incorporan al grupo Alejandro Sacristán (CTA 102) y Mª Jesús Rodríguez (Metalina-2) a la “agresión estética” (escenificación de actuaciones), Andrés García (Fox Cycloide) a la voz y José Antonio Gómez (X) a la guitarra. 1981 Con la nueva formación graban una maqueta de lo que debe ser su primer Lp. El álbum es rechazado por Movieplay. Servando monta un proyecto paralelo de música y teatro, Los Iniciados, con formación variable de identidades desconocidas. En verano los Obreros Especializados rescinden su contrato con Movieplay y buscan una nueva compañía. Ante la falta de interés por parte de las discográficas, deciden autofinanciarse la grabación de un larga duración en los estudios Doublewtronics, que pagan entre todos a plazos mensuales. El rechazo de las discográficas les conduce a autoeditarse un disco. 1982 Así montan el sello DRO y editan el single ’Nuclear Sí’, con portada fotocopiada y pintada por ellos mismos. Se agotan rápidamente las copias y ello les anima a editar los discos de otros grupos en situación similar. La iniciativa de la autoedición se extiende y comienzan a surgir multitud de sellos independientes. Los Obreros Especializados forman un equipo de trabajo para editar discos en su sello DRO, a la vez que compaginan sus trabajos diarios y el Aviador Dro. Marta Cervera (Arcoiris) de Los Iniciados se incorpora al Aviador Dro para sustituir a CTA 102, de viaje en Méjico. Su siguiente disco es un maxisingle con el tema estrella ‘Programa En Espiral’, un delicioso tema de pop electrónico. En los panfletos incluídos en sus discos y repartidos en sus actuaciones exponen los planteamientos ideológicos de la Revolución Dinámica, donde declaran su lucha al autoritarismo, el fascismo, la iglesia y las supersticiones: “¡Acción contra tradición! ¡Muerte al pasa-

do!”. Por fin editan su primer Lp, ‘Alas Sobre El Mundo’. A pesar de los pocos recursos, el disco suena distinto al resto de Lps pioneros del pop electrónico en España. Sus temas reflejan sus ideas antisistema y su pasión por la ciencia ficción y la mitología (‘Brigada De Demolición’, ‘Kraken’, ‘Cita En El Asteroide Edén’). A finales de 1982 contactan con Julián Ruiz, productor de éxito de discos como el de Azul Y Negro, con el que regraban el tema ‘Selector De Frecuencias’ de su primer Lp, en una versión para el baile y con todos los medios técnicos de un moderno estudio de grabación. Con este disco demuestran que pueden competir con el mejor tecno-pop internacional para las discotecas, alcanzando un relativo éxito y mayor difusión de sus propuestas musicales. 1983 Jesús Ordovás con su programa El Diario Pop en Radio 3 es uno de los pocos que promociona los nuevos grupos nacionales y los sellos independientes que editan sus discos. El Aviador Dro graba una sintonía para El Diario Pop que se utiliza aún hoy en día. El maxisingle ’Selector De Frecuencias’ les proporciona un gran número de actuaciones por toda España, difundiendo sus manifiestos y propuestas tecno-pop. Tras su gira, vuelven a grabar un maxisingle de baile con el tema ‘Amor Industrial’ (¿referencia al ‘Computer Love’ de Kraftwerk?), de nuevo producido por Julián Ruiz. En la cara B incluyen temas de su lado más experimental, producidos por Jesús Gómez. El tema ‘Amor Industrial’ se convierte en uno de los favoritos de los seguidores del grupo. El éxito de algunas bandas de su sello convierte a DRO en el sello independiente más importante de España. Algunos de los discos de su catálogo alcanzan grandes cifras de ventas, envidiadas por los sellos ‘establecidos’. Mientras tanto, el Aviador publica en diciembre de 1983 su trabajo más ambicioso: una caja con presentación de lujo incluyendo dos Lps, un 7" y un libro, todo bajo el título ’Síntesis: La Producción Al Poder’. El primer Lp es ’Tesis’, con temas tecno-pop sobre ciencia ficción y situaciones futuristas (‘Vórtex’, ‘Baila La Guerra’ y ‘Néstor El Cyborg’). El segundo es ’Antítesis’, con un sonido electrónico industrial en el que expresan sus ideas más revolucionarias (‘Destino Contra Dios’, ‘Arenga De Los Sindicatos Futuristas’, ‘Camarada Bakunin’). El tema ‘Síntesis’ se incluye en los dos Lps: en ’Tesis’ es una versión más pop, mientras que en ‘Antítesis’ la versión es más dura e industrial. Las dos versiones están pensadas para la audición por separado, así como para ser mezcladas, formando la “síntesis perfectamente equilibrada”. Una versión ya mezclada va en el single. El libro recopila sus manifiestos anteriores y algunos nuevos y expone sus futuros proyectos en diversas formas de artes alternativos. 1984 Durante 1984 su esfuerzo se concentra en realizar numerosas actuaciones y en su sello DRO, en continuo crecimiento. DRO inicia la distribución de otros sellos independientes inter-

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nacionales y, al mismo tiempo, intenta expandir internacionalmente la distribución de su catálogo, editando algunos discos en Sudamérica. 1985 En la “era post Orwell”, DRO edita el disco número 100 del sello: ’Cromosomas Salvajes’. Los medios técnicos han mejorado mucho a estas alturas, una de las consecuencias del éxito de su sello. La producción y el sonido son mejores que nunca. El nuevo álbum está grabado en unos veinte días y está producido por Simon Boswell, Jesús Gómez y Julián Ruiz, y contiene diversos tipos de canciones: desde la más pop y bailable ‘El Color De Tus Ojos Al Bailar’, hasta las más fuertes, ‘Cromosomas Salvajes’ e ‘Himno Aéreo’, con percusiones metálicas. Es un disco heterogéneo. Una versión extendida de ‘El Color... ’ y producida por Julián Ruiz se edita en 12", en su nuevo subsello Neón-Danza, especialmente dedicado a la edición de discos de música de baile. El resultado obtenido no es equiparable a sus anteriores ‘Selector De Frecuencias’ y ‘Amor Industrial’. El Aviador realiza algunas actuaciones para promocionar la edición del disco. Algunos de los miembros del Aviador Dro se dedican a otros proyectos paralelos de producción y se integran en diversos proyectos de música pop que nada tienen que ver con su peculiar estilo. Su creciente dedicación al sello les deja menos tiempo para el Aviador Dro. A finales de 1985, los miembros de su “club de mutantes" reciben la cassette ’Intonarumore’ (una referencia al futurista italiano Luigi Russolo) y un libreto con un nuevo manifiesto y diversas propuestas artísticas. 1986 Bajo el título de ’¡Abrrr!’ se edita un 12", curioso experimento de "composición colectiva" en el que El Aviador Dro y Mar Otra Vez registran dos temas base por separado que luego intercambian por sorpresa para ser acabados por el otro respectivo grupo. No es hasta finales de año que se edita un nuevo Lp del Aviador Dro, ’Ciudadanos Del Imperio’. Contiene sonidos de pop-rock convencional que rompen con su estilo de pop electrónico. Se han producido cambios en la formación. La voz del Aviador Dro, Fox Cycloide, ha abandonado el grupo antes de componerse los temas del nuevo disco. Si hasta este momento las composiciones de los temas del Aviador Dro corrían a cargo de Servando Carballar en un 95%, en este álbum están más repartidas entre todos los Obreros Especializados. A la producción ya no está Jesús Gómez, por primera vez desde 1980 (si exceptuamos las colaboraciones puntuales de Julián Ruiz y Simon Boswell). Ésta corre a cargo de Fernando Arbex. Nada más finalizar la grabación del disco, Derflex Tipo Iarr abandona el grupo, entrando Juan Antonio Nieto (REP), ex Alphaville y Los Iniciados, a la percusión electrónica. El álbum es una decepción. Tras algunas actuaciones, incluyendo el soporte a David Bowie y The Stranglers, le sigue el silencio. Placa Tumbler y CTA 102 abandonan el grupo. El sello DRO crece sin parar y absorbe la actividad de los Obreros Especializados.

foto: óscar carriquí y mili sánchez

1988 En mayo de 1988 el Aviador reaparece con un álbum pop titulado ’Ingravidez’, con tan solo un par de temas destacables. Se ha incorporado Mario Gil (Genociber F15), ex La Mode, a los teclados. Las composiciones del disco están muy repartidas entre Servando Carballar y José A. Gómez. El disco está autoproducido por el Aviador Dro. Realizan algunas actuaciones. El sello DRO se ha convertido en una máquina de la industria discográfica con facturación millonaria. Surgen diferencias de criterio entre el equipo de trabajo del sello DRO, provocando la marcha del sello de los Obreros Especializados Biovac N y Arcoiris y la de algunos ex Obreros Especializados. X abandona el Aviador Dro, quedando conformada la formación actual. Biovac N y Arcoiris crean el nuevo sello La Fábrica Magnética, intentado retomar el espíritu inicial del sello DRO. 1991 Cuando todo parecía acabado para siempre, aparece un nuevo álbum, ‘Trance’, bajo el nombre alterado de Aviador Dro 4000. Los Obreros Especializados han actualizado completamente su sonido. Genociber F15 aporta mucho a nivel de composición y trabajo en el estudio. Los temas del Aviador Dro son mejores que nunca y continúan con sus habituales críticas al sistema (‘Vivir Para Morir’, ‘Tierra Plana’) y su lado más divertido (‘Mi Joven Profesora’). Tecno inteligente para bailar y pensar. El disco está grabado en el estudio propio de Biovac N y Arcoiris. Se reeditan los dos primeros vinilos del Aviador Dro en formato Cd en La Fábrica Magnética. 1992 Se edita el 12" ‘Alter Ego’ con un nuevo tema y un par de remezclas del disco ’Trance’, en concordancia con la moda de editar mezclas dance, aunque el Aviador Dro lo ha estado haciendo desde 1982. ‘Alter Ego’ es un alarde de creatividad usando el estudio. 1994 En el año del 15º aniversario del Aviador Dro se anuncia una actuación única en Madrid para mayo. En el concier-


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to interpretan versiones totalmente actualizadas de viejos temas, utilizando su nuevo sonido, y registran todo el show con la intención de editar un álbum en directo. Realizan algunas actuaciones adicionales por Madrid. En septiembre se edita un nuevo 12" en un subsello dance de Fonomusic, incluyendo tres mezclas de una nueva versión de un tema de su primer Lp, ‘La TV Es Nutritiva’. Su interés por las versiones para discoteca continúa. Esta vez, sin embargo, el sonido es descaradamente bakalao (¿el humor del Aviador Dro?). Se realizan 500 copias que se retiran debido a un defecto en el prensaje. El álbum en directo del Aviador Dro se mantiene en hibernación debido a la quiebra de La Fábrica Magnética. 1997 A las últimas actividades del Aviador Dro le siguen años de silencio, mientras que sus Obreros Especializados intentan rehacerse del fracaso de su sello. Finalmente, en 1997 se edita el disco en directo ’Cyberiada’ en el sello Lollipop, conteniendo temas de la actuación en Madrid en mayo de 1994. Incluye ‘La Modelo’, editada por primera vez en un disco del Aviador desde que formara parte de su repertorio en 1979. 1998 En 1998 el Aviador vuelve a actuar en Madrid el 28 de febrero para presentar el disco ’Materia Oscura’ que recopila temas editados en single entre 1982 y 1994. La actuación es un éxito. Parte de ésta y una divertida entrevista se emiten en un programa de TV de Canal Satélite. Los Obreros Especializados asisten a la actuación de Kraftwerk en el Sónar. Ello les anima a continuar con el Aviador Dro. Servando se dedica a lanzar un proyecto paralelo de pop electrónico: Krypton. El nuevo grupo graba una maqueta y un Cd single autoeditado. 1999 Con el disco ’Ópera Científica’, editado en el nuevo sello Rompeolas, el Aviador Dro celebra su 20º aniversario. Contiene un Cd de recopilación de sus mejores temas del período 1980-1994 y otro con nuevos temas y reconstrucciones de algunos de sus clásicos, con la colaboración de Cio, HD Substance, Pez y Shakermoon. Los nuevos temas son una mezcla de sonido de vanguardia, críticas al sistema, ironía y aspecto lúdico. El disco viene acompañado de una gira por diversas ciudades de España. También Lollipop tiene a punto el Cd ’Vano Temporal’, recuperando algunas de sus grabaciones de hace 20 años.

Algunos recursos en Internet Hangar Oficial: http://www.ford-proco.com.mx/aviador_dro/ Página No Oficial: http://fly.to/aviador

foto: óscar carriquí y mili sánchez

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feliz cumpleaños, aviador

texto | roger roca

Felicitémonos todos porque en este país ya hay un grupo de techno en activo con dos décadas de historia. ¿Felicitémonos? Mejor felicitémosles, porque el mérito es suyo y de nadie más. Ellos solitos inventaron el indie en España, levantaron la mayor discográfica estatal de principios de los 80, sobrevivieron a las modas, publicaron e incluso vendieron -eso sí que tiene mérito- discos con manifiestos futuristas incorporados, y por lo que parece tienen aún mucho camino por delante. ¿Cómo lo hacen? Descubre en esta entrevista la receta contada por los mismísimos Biovac N y Arcoiris -o Servando y Marta, como se prefiera-. Toma papel y lápiz, ¿lo tienes? Pues ya está; esto es todo lo que necesitas para hacer techno.

Felicidades pareja. El Aviador tiene ya veinte años. ¿Cuánto tiempo más le auguráis? (Servando) Ahora nos llamamos Aviador Dro 4000 porque somos cuatro, valemos por mil y pensamos estar cuatro mil años más haciendo música. De hecho, ya hemos reservado unos frascos para conservar nuestros cerebros y además hemos registrado el nombre en la Unión Europea y parte del extranjero por lo que pueda pasar. Vosotros que escucháis electrónica... (S.) Sí. Y pop, y música barroca, y... Fantástico, pero no me has dejado terminar la pregunta. Vosotros que escucháis electrónica, ¿qué opináis de sellos experimentales tipo Sub Rosa o Touch? (S.) En general esta música me resulta un poco repetitiva; como concepto es interesante, pero llega un momento en que te cansa. (Marta) La experimentación es útil siempre que responda a una finalidad, pero es insuficiente en sí misma. Hay que aplicarla a ideas. (S.) Desde luego, no somos un grupo experimental. Quizás acoplemos una serie de sonidos y formas por primera vez, pero queremos hacer algo asequible a todo el mundo, especialmente a los niños pequeños, que son quienes más nos interesan. Vaya, que el futuro es de los niños, que decía aquél. (S.) Eso mismo. La música que escuchamos es más mainstream: Orbital, Beastie Boys, y grupos que mezclan rock y electrónica. Somos grandes fans del pop. Y esto se nota en nuestro directo, que para nosotros es lo más importante. Cuando empezamos ni siquiera soñábamos con grabar un disco, nuestra intención era pasar de escribir manifiestos a hacerlos públicos encima de un escenario. Y eso es lo que seguimos haciendo: que toquemos, no toquemos o grabemos es meramente accesorio. Podemos hacer techno con un bolígrafo, un papel y nuestras ideas. Si tienes lo último en software musical pues mejor, pero con una lavadora automática y un microondas viejo es suficiente. En esta línea habéis formado una banda de pop electrónico, Krypton, de la que se dice que quiere ser ‘el Garbage local’. (S.) Piensa que algunos de los primeros discos que nos compramos

foto: óscar carriquí y mili sánchez

Arturo Lanz -ahora en Esplendor Geométrico- y yo fueron los de Stranglers y Blondie, o sea que en origen somos punk. Todo lo demás es accesorio, en todo caso nos puedes llamar technopunk o poppiepunkies. Mira, esto último haré como que no lo he oído, ¿vale? (S.) Me refiero a que la tecnología es solamente un método, una herramienta. No nos sentimos especiales por manejar determinados instrumentos, echamos mano de lo que hay disponible en cada momento. Te defines por lo que haces, no por con qué lo haces. Hay gente que dice: es fantástico, tengo un Korg MS-10 y un teclado del año de la polka... Para mí es un contrasentido; si soy un hombre de acción de ahora, un sintetista de fin de siglo, quiero la última máquina disponible y no la anterior. Lo que hace gente como Jimi Tenor me parece divertido, pero no interesante, porque creo que en su momento lo que se hizo con esas máquinas ya fue todo lo bueno que podía ser. Y los grupos heavies, ¿os gustan? (S.) A mí me encanta el último vídeo de Metallica, el de las chicas, ¿sabes? No, no lo he visto. ¿Y no os mola nada un poco más greñudo, tipo Iron Maiden? (S.) En su momento escuché a Mötorhead; recientemente estuvimos en el concierto de Marylin Manson que és más glam que otra cosa-, escuchamos a Rob Zombie... Pero eso es todo. No sé si habéis oído el Cd que editó Self, pero me gustaría saber qué os dicen los nombres que aparecían: Macromassa, Popular 66, Víctor Sol, Víctor Nubla... (S.) Creo que eran formaciones que perseguían objetivos muy distintos a los nuestros. Cuando empezamos con el Aviador buscábamos una reacción fuerte del público y normalmente la conseguíamos; considerábamos que era una respuesta eficaz que la gente nos lanzase cosas. En cambio, bandas como Macromassa no sé si jamás llegaron a conectar con un público más o menos amplio, pero eran propuestas experimentales alejadas de la explosión de la nueva ola del pop, que era lo que de alguna manera definía al Aviador Dro.


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Vuestra puesta en escena era de lo más impactante. ¿Hay algún grupo en España que pueda retomar el legado del Aviador Dro? (S.) Side Effects me gustaron muchísimo cuando les vi en Madrid hace un año. Ya sé que mucha gente no los soporta, pero a mí me pareció que visualmente eran muy interesantes. En cambio, Meteosat creo que en cierta medida reproducen lo que hacían los grupos techno de los ochenta. Me parece una propuesta divertida, pero no sé hasta qué punto es sostenible. Hace poco estaba leyendo el manifiesto de la Revolución Dinámica incluido en vuestro álbum ‘Síntesis’ (DRO, 1984) y leí: "Estás en 1999, y la Red de Orenadores Asamblearios... "¡Joder! ¡Pero si ya hemos llegado!, pensé. En ese manifiesto y en muchas otras ocasiones apostábais por el uso de la tecnología, augurábais sistemas de producción y hasta modelos de organización social... ¿Creéis que el tiempo os ha dado la razón? (S.) Totalmente. Nosotros decíamos que el futuro venía detrás de nosotros, y lo decíamos en un sentido muy amplio, porque la actitud de un buen futurista no tiene que ser la de Rappel -"va a ocurrir tal cosa o tal otra"-. Nuestra idea es parecida a la de los psicohistoriadores de la Fundación de Isaac Asimov, ¿sabes? Hombre, si me lo explicas un poco más puede que lo coja... (S.) Se trata de adquirir toda la información que puedas sobre el entorno y luego extrapolar y definir el futuro no solamente como crees que va a ser, sino como quieres que sea. Por eso, tu actitud encima de un escenario, viendo una película o saliendo con tus amigos debe ser tal que contribuya a producir el futuro que quieres. Esa consciencia ciudadana no sólo se ha materializado en el desarrollo artístico y musical, para el que la tecnología es una herramienta clave. También a nivel social, muchos equipos se han organizado en ONGs, grupos de acción o comités de colaboración con cualquier causa. Y eso es techno, el aprovechamiento de la tecnología para construir el futuro que debe ser, no el que va a ser. Además del uso de la tecnología, vosotros siempre habéis defendido el trabajo en equipo, pero el Aviador Dro ha sufrido una serie de escisiones bastante traumáticas... (M.) Un equipo no tiene por qué ser eterno. Por ejemplo, Discos Radioactivos Organizados -DRO- era una máquina imparable porque lo dirigía un equipo brillante; tuvo una duración limitada, se deshizo y formamos otro. El equipo sigue siendo el mejor sistema. (S.) DRO era un grupo de gente de 17 y 18 años que tenía un objetivo muy claro, y evidentemente las multinacionales no supieron qué hacer con nosotros. No es normal que diez chicos lleguen en tres años a convertirse en la primera discográfica del país. ¿Os sentís solos en vuestro discurso? (S.) Ha habido gente que nos ha apoyado; por ejemplo Fangoria siempre han sido fans nuestros, pero en general han practicado un discurso distinto. Cuando nosotros empezamos a hacer maxis para la pista de baile, la discoteca era algo muy mal visto, hortera. Ahora que ir a bailar es tan fino me parece aburrido, prefiero un concierto de Marylin Manson que la puesta en escena de cualquier Dj. Eso no quiere decir que no me lo pase muy bien bailando con Laurent Garnier, pero me interesa más la escena musical espectacular. Y hablando de Alaska, el otro día la vi en el programa de Antena 3 ‘La Noche De Raphael’. ¿No traiciona eso vuestra confianza? (S.) Fangoria han elegido una estética petarda y quieren chocarle a todo el mundo. Hace años Olvido iba por la calle vestida con abrigo de pieles de leopardo y la gente le tiraba piedras, porque era la única mujer que vestía así, y eso tiene mucho mérito. Ya que nos hemos puesto todos tan nostálgicos, ¿cuál ha sido el mejor momento del Aviador hasta la fecha? (S.) El álbum doble ‘Síntesis’. De esa etapa es el disco que consideramos más completo; quizás después ‘Cromosomas Salvajes’ apuntó muchas de las cosas -sonidos, producción- que luego hemos vuelto a retomar. Pero es cierto que fueron ideas que fallamos en desa-

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rrollar durante muchos años... ¡Oye, qué yo no he dicho nada! (S.) Ya, pero reconocemos nuestro error. De hecho, hubo un par de discos fallidos, ‘Ingravidez’ y ‘Ciudadanos Del Imperio’, que dentro de un año, en el 2000, dejaremos de reconocer como nuestros. Con el nuevo disco, ‘Ópera Científica’, retomamos las ideas apuntadas en ‘Cromosomas Salvajes’. ¿Qué forma van a tomar vuestras nuevas aventuras? (S.) Nuestra intención es hacer un producto divertido y al mismo tiempo diferente. No experimentar, sino hacer algo asequible para todo el mundo, relacionado con la música de baile, pero que incite a socializarse y a compartir con tu equipo y no a encerrarse en el hermetismo de mucha de la música dance. Seguramente tendrá relación con diversos medios, no sólo el musical. ¿Es cierto que estaréis en el próximo Sónar? (M.) Sí, es un vehículo de difusión muy eficaz, donde te ve gente que por su edad nunca ha podido presenciar un concierto del Aviador. ¿No creéis que la misma gente que ahora os verá en el Sónar, hace 20 años no hubiese ido ni a tiraros piedras? (M.) Nosotros no podemos juzgar al público. (S.) Creemos que dentro de cada cual hay una pequeña dosis de radiación, y que nosotros tenemos la capacidad de hacer mutar a la gente. Es posible que haya a quien le dé igual oírnos a nosotros que a Azúcar Moreno, pero si conseguimos convertirles en mutantes provechosos habremos logrado nuestro objetivo. Y otra cosa, tenemos un equipo de fútbol sala, y retamos a cualquier participante del Sónar a que nos gane en un partido. Me parece que se dan todos demasiada mala vida para hacer deporte. Y antes de que os marchéis, necesito vuestra opinión; me quiero poner un nombre electrónico, como vosotros; ¿qué os parece Casiotone PT 10? (S.) Hombre, está muy bien. ¿Lo decís en serio? (M.) Casiotone es entrañable, de verdad. Pues mil gracias, y felicidades otra vez. n

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la canción del verano no siempre es de georgie dann

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texto | marc piñol

Ante todo una verdad: ‘(Don't) Respect’ será, con toda probabilidad, una de los singles que más suenen en los aparatos de radio desde el mítico ‘!Knuf’ de An Der Beat. Y otra: Guillem Pascual, escondido tras su omnipresente perilla cobriza y sus fat beats, no da el brazo a torcer, piensa producir tantos singles en su primer álbum para Donna Lee Records como los que ya lleva en su currículo Fatboy Slim. Su filosofía: "lo que falta en este país son más singles de música electrónica. Quizá no haya infraestructura para montar una campaña, pero si la música tiene suficiente calidad y comercialidad ya es suficiente como para que las radios la pinchen y haya una demanda". Pensemos de nuevo en un ‘!Knuf’ que, sin demasiadas ampulosidades, consiguió arremolinar los desperdicios de una escena en constante involución y le dio una forma más o menos sólida a la, ejem, escenita de marras. Ahora An Der Beat tiene contrato con Play It Again Sam y acaba de rodar un vídeo-clip. Aunque el resultado de tu ‘Fireworks’ (su primer Ep) es magnífico, sé que no tienes precisamente un gran estudio ¿Qué cacharros utilizas para trabajar? Pues un Trinity Plus, una mesa de mezclas de dieciocho mil pesetas, unos auriculares Aiwa de novecientas pesetas y un Pentium 233 MMX. Intento sacarles el máximo rendimiento a pesar de estar acostumbrado a trabajar con aparatos más potentes. Trabajé entre el 94 y el 95 para Max Music, haciendo covers de temas de anuncios en clave eurobeat y algún tema en plan dream, muy en la línea de Robert Miles. Un escándalo. ¿Y qué piensas acerca del boom de los home-studios? De hecho yo estoy en uno, trabajo en mi habitación. Lo que pasa es que ya llevo seis años con esto de la secuenciación y me parece un poco injusto que haya chavalines que se acaban de comprar un Pentium II, que hagan maquetas, que las envíen a discográficas, que éstas se las publiquen en algún recopilatorio y que la música, que en general es una cosa muy seria, acabe siendo un juego en el que puede entrar cualquiera que se haya puesto a manosear la Rebirth. ¿Cuál crees que es la solución? Tener un poco de autocrítica no estaría mal. Creo que la gente debería trabajar mucho más cada uno de los sonidos y experimentar con la música accesible, la que meten en las radio-fórmulas. Un grupo como Supercollider, por ejemplo, va en esta línea. Pero en España parece que la única línea es la que se marca con la punta de la picha, ¿no? ¿Ahora me toca criticar a la gente? Bueno, pues... Es que la gente se mira demasiado el ombligo. Deberían intentar hacer algo un poco más comercial sin llegar al límite de esos recopilatorios de dance cutre-salchichero. Deberían esforzarse en llegar a la gente, creo yo. Y repito, en trabajar los sonidos que es algo muy importante. El sonido de una caja de ritmos a palo seco es desesperante, no tiene ninguna gracia. Y para eso no se necesita dinero: la gente que ha esuchado ‘Fireworks’ me ha dicho que está muy bien producido y mira el equipo que tengo, da pena. Luego oyes discos grabados en estudios de cinco millones

foto: paco y manolo

de pesetas y... En fin. En eso también entran los gustos de cada uno, ¿no? Supongo. Yo no puedo considerar mi educación musical como algo extremadamente privilegiado, pero si lo bastante. En casa siempre hemos tenido un montón de discos y la música que más me gusta casi nunca tiene elementos electrónicos. ¿Por ejemplo? Deee-Lite, Stone Roses, Aretha Franklin... Van Morrison... Radiohead... Entonces... ¿cómo te has decidido a hacer un proyecto de big beat? Me gustan Fatboy Slim y Propellerheads. ¿Sólo ellos? Conozco a Freestylers, Monkey Mafia y Cut La Roc, pero tampoco necesito escuchar su música para seguir respirando. Sin la existencia de todos estos discos mi proyecto no habría salido igual, eso es de cajón... Pero tampoco creo que sea algo tan dramático. ¿Te da miedo editar un álbum en So Dens? En general, me da miedo editar un álbum (risas). ‘Fireworks’ va a salir muy bien hecho y espero que la respuesta por parte del público sea buena, pero con el álbum tengo que ser más ambicioso. Si no lo soy, el resultado no va a ser bueno. ¿Vas a pensar en el mercado anglosajón? En un estilo como el big beat no puedes ser localista, tienes que tirar la piedra lo más lejos que puedas. De hecho, en el big beat se abusa mucho de los samples y tú ya has tenido un pequeño problema con tu primer single, ¿verdad? Sí. He sampleado unas trompetas de un disco de Ottis Redding, así que antes de lanzar ‘Fireworks’ quieren que los del sello nos concedan la licencia. Depende del pie con que se levanten dirán una cosa u otra, así que... Crucemos los dedos (risas). ¿Si hay algún problema seguirás sampleando? Intentaré meter guitarras, baterías, bajos y voces de gente que conozco y que no lo hace nada mal, pero seguiré sampleando cosas. ¿Si puedes samplear un exitazo, por qué no hacerlo? ¿Algo bonito para acabar? ¡A ver si editan el nuevo disco de Red House Painters! n


P///SATÉLTE K///WARP


el ‘festival’ de porky

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texto | marc piñol

Más de una coincidencia con Festival, el proyecto cutre-vanguardista en el que Heinrich Tillack se dedica a (cor)romper ritmos a golpe de chiste sonoro, y Daft Punk (la coartada punk, el contrato con una multi a la primera de cambio y la procedencia geográfica) es la que esta pareja de franceses, con background envidiable, debe llevar a sus espaldas. De todas formas, da igual: no saben quién coño es Tillack y se hacen los sordos al preguntarles acerca del conocido combo parisino. Tal y como suena vuestro disco puedo intuir que empezásteis en bandas de punk. ¿Me equivoco? Aciertas de pleno. Yo era uno de esos chavales que bebía cerveza por un tubo y hacía música en el garaje. Un día me robaron la moto y con la indemnización me compré un bajo eléctrico. Y más tarde entraste en el grupo de pop The Married Monk. Sí, aunque mi paso por el grupo fue incidental: yo no hacía nada más que interpretar lo que Christian componía. Llevaba tres años con ellos, pero... Yo que sé. No era mi grupo. Me interesaría saber si habéis escuchado a un tipo de Disko B que firma bajo el nombre de Festival. Tiene vuestra manera de enfocar los ritmos: se salta el cuatro por cuatro a la torera, practica con las imperfecciones a la hora de encajar los instrumentos en un patrón... Mmm... No, no lo hemos oído. Pero si quieres que te diga la verdad, no era intencionado. Lo tocamos todo en vivo, sin secuenciar apenas nada, porque no teníamos aparatos suficientemente buenos, sólo un sampler manual y una grabadora de ocho pistas. Por eso se oye de fondo algo de ruido constantemente. No era nuestra intención editar un disco, sino divertirnos. Pero la maqueta llegó a Platinum no sé muy bien cómo, les gustó y nos llamaron. Decían que nos lo editaban si lo regrabábamos. Les dijimos que no, que nos daba palo (risas). Pero llegásteis a un acuerdo, claro... Sí. Les dijimos que no queríamos limpiar el sonido de la maqueta porque en el mundo de la música electrónica no hay discos que suenen a maqueta. Todo, desde la música a la dirección artística, parece hecho con cuatro aparatos de saldo... Y es así. La portada es realmente inclasificable. Es un perro. Un perro radiactivo. ¿Queréis pegatinas? Sí, gracias... Y vuestro nombre es algo así como... ¿podemos decir que por el morro? Mmm... Sí, hasta cierto punto. Era el apellido del barman del pub que había al lado de nuestra escuela. Se llamaba Miroslav Bosco y era yugoslavo. No es por nada, pero también había un pintor que se llamaba El Bosco. Y Joao Bosco, claro... Sí, la verdad es que cuando firmamos el contrato aún no teníamos el nombre de la banda y tuvimos que sacárnoslo de la manga. Nos acordamos de nuestro amigo Miroslav y... A lo mejor cualquier día de estos nos cambiamos el nombre.

foto: archivo

¿Cuál es el mejor club donde habéis tocado o pinchado? En el Rex de París. El sonido es muy loco, limpísimo y estruendoso a la vez. Tiene el mejor sonido de Francia. De todas formas, prefiero pinchar y tocar en fiestas privadas para amiguetes. Me lo paso mejor y todo queda en casa. ¿Qué tipo de música pincháis? Uff... Un montón de mierda (risas). Música disco más bien antigua, funk, tonterías varias y jungle. Nos gusta tener un plato en las manos para hacer burradas. La verdad es que no somos buenos Djs, pero si nos invitan no decimos que no. Nos lo pasamos bien y la gente suele pasárselo bien. Supongo que es porque no se enteran... Yo no digo nada. Cambiando de tema, me he quedado de piedra al ver que habéis sacado un Lp de remezclas de una sola canción y en el que gente como Diabologum o Cosmo Vitelli se dedican a manosear vuestros patrones. Si tú te quedaste así, imagínate nosotros al saber que querían remezclarnos. Nos quedamos de piedra. Y lo de Diabologum fue ya algo impresionante. En total teníamos algo así como cuarenta remezclas, pero al final decidimos meter poquitas y buenas. Entre las remezclas hay una vuestra que es en clave country. Me he tenido que replantear el concepto de lo que es la música después de escucharlo con atención. (En español) Oh... Te gusta el Keshymix. (Me quedo sin palabras) Ehhh... Mmm... ¿Qué? Sí, dejémoslo en que sí. Por cierto, ¿cuál era el sample de ‘Wandering In Wonderland’? Era mi madre muriendo, así que no tendremos problemas con lo de los copyrights. Aunque si quieres que te sea honesto... Te lo agradeceré. ... No lo puedo recordar, ha pasado demasiado tiempo. En septiembre sacaremos un nuevo disco y hemos trabajado muchos temas nuevos. De las cosas antiguas casi ni me acuerdo. Una última pregunta, ¿qué pensáis de vuestro (presunto) parecido con Daft Punk? (Con algo de mala leche) ¿Es una pregunta típicamente española? n


P///FREE STYLE///VIRGIN


box texto | jesús brotons

En sus dos años de existencia, el electronic-sounds bar RADAR (Amaniel, 22. Madrid 28015), especializado en música industrial y electrónica peliaguda, ha ido llevando a cabo interesantes actividades en forma de regulares audiciones monográficas y esporádicos conciertos de pequeño formato (limitaciones de espacio obligan). Entre las audiciones cabe destacar las dedicadas recientemente a Francisco López, con obras inéditas o inencontrables cedidas para la ocasión por el autor, y a la primera etapa de Cabaret Voltaire, la comprendida desde el 74 hasta el 83. Es práctica habitual en estas audiciones obsequiar a los 32 primeros bebedores con una K7 de la música que suena ese día. Los directos son, debido a las reducidas dimensiones del local, menos frecuentes. El último, celebrado con ocasón del segundo aniversario del bar, corrió a cargo del dúo industrial Resonancias, responsables del antiguo y ya finiquitado fanzine del mismo nombre, especialmente reunidos para conmemorar la efemérides. El nuevo proyecto del inquieto Jesús Sevillano, cabeza visible del Radar, es la edición de ‘Ballet Radar’, disco de tirada limitada a 300 copias que fusionará a nivel molecular a I.P.D. (Justo Bagüeste, como ya deberíais saber) con veinte artistas foráneos y del país en una apocalíptica sinfonía de matices post-industriales. La noche que, por recomendación de un amigo, fui al bar, entré con curiosidad y salí con un morao superlativo. No estaban celebrando ninguna actividad especial, pero pude disfrutar de una agradable charla con mi tocayo y de una excelente selección de chirridos y zumbidos. ¿Nunca te has preguntado cómo sería uno de esos technobares que tan bien dibuja Miguel Ángel Martín?

Otro espacio a considerar es HOMÂ (Rec, 20, Bajos 1º. BCN 08003. T. 933152755). No se trata de un bar sino de una galería / taller especializado en iluminación, siendo sus creaciones artesanales una opción de decoración a los artículos estándar de producción masiva. ¿Por qué contentarse sólo con iluminar la habitación de los niños cuando pueden también iluminar sus mentes? Olviden la alienante y típica lamparita del ratón Mickey y háganse con una obra inédita que llevará luz a sus espíritus y estimulará su percepción artística hasta límites inimaginables. Más allá del hecho mercantil, la galería en sí es un cuco espacio abierto a manifestaciones relacionadas con el sound-art, donde tienen cabida audiciones, conciertos (también aquí con las inevitables limitaciones de capacidad), instalaciones, vídeo, proyecciones, etc. Siguiendo la idea de ’exposi-

Por muy europeos que nos digan que somos, la escena española de música electrónica libre, aquella que no está obcecada con la pista de baile y se obstina en crear sin cortapisas de validez bailonga, sigue debatiéndose entre el autismo, la endogamia y el onanismo (el ¿sello? barcelonés Alku, sin ir más lejos). Cabe pensar que 40 años de autarquía dejan secuelas incluso a los que por edad no la han sufrido en propia carne, pero eso no es excusa. ¡Basta ya de adoptar la fácil postura del mártir incomprendido! ¡Se acabó el mirarse el ombligo! Siempre habrán núcleos de gente emprendedora, más interesada en crear plataformas efectivas que en jugar al marginal de andar por casa, propuestas pequeñas por obligación y no por vocación, que son las que realmente merece la pena tratar. Self se ocupará de hacerlo a partir de ahora en esta sección.

ción sonora’, adaptación doméstica del concepto satiniano de amueblamiento sonoro, todos los sábados comprendidos entre la primavera del 97 hasta verano del 98 se programaron creativas sesiones de cabalgata discográfica, sets de cinco horas de mezcla y libre abuso a cargo de pinchadiscos musicalmente incorrectos como el panvienés Roc Jiménez, nuestro viejo conocido el dog-jockey Víctor Sol, Da Costa (José Manuel Costa), Dynamo (Andrés Noarbe), Franch, T.I.K. y Marc Moch (Exòtica Club), Música Veneno (un servidor) y el responsable de la galería, Carlos Medina. A destacar la sesión de Da Costa, extraordinaria maratón de música rara en que compartimos suelo y cava Gerhard Behles y Robert Henke (Monolake), los ex Gos Juan Tantinyà y Fermín Durán, el tío Vainio, un servidor y una pareja que entró por equivocación y se fue enseguida. Homâ, que ha sido incluída en la Primavera del Diseño de Barcelona, presentará este 15 de abril una instalación de Pascal Frot y sendas exposiciones de Fernando Soler (escultura) y Carlos Medina (murales); el acto será amenizado a partir de las 21:30 por la mejor orquesta para este tipo de actividades, el dúo collagista Maison Bricolage.

Precisamente esta pareja, formada por Dídac P. Lagarriga y Jordi Mitjà, es la encargada de regir los destinos de MÍNIM (P.O. Box 9142. BCN 08080), nuevo sello discográfico especializado en frecuencias infrecuentes, la clase de electrónica gélida y minimal (claro) que ha hecho de Mego un ‘must’ entre los buscadores de músicas afiladas. Las producciones de Mínim se sitúan a medio camino entre la obra fonográfica y el disco-objeto (o la pieza artística sacada fuera del contexto museístico. ¡Duchamp, qué grande eres!), y se graban en Cd-R, formato cada día más implantado y que, junto al satanizado (por la industria) MP3, va camino de instaurar una nueva edad dorada de la música electrodoméstica análoga a aquel añorado ‘cassette network’ que se derramó en los 80 con el abaratamiento de la tecnología y la implantación de las primeras grabadoras multipistas caseras. Cinco son las referencias publicadas hasta la fecha: la primera, ‘La Petit Dèmo Du Monde Parasite’, de Maison Bricolage, ya fue comentada en el anterior número de Self. Se trata de una abigarrada pieza donde se dan cita fragmentos de músicas ajenas, efectos de sonido, bromas privadas, citas y homenajes vueltos y revueltos en un informe conglomerado que debe tanto a la ‘musique concrète’ en su más clásica acepción como a la actualización de la misma según


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cerebritos tipo DJ Spooky (el famoso illbient, tan querido por Oriol Rossell); le siguen ‘Htyu Vs. DJ Cuit Bros’, cinco microsinfonías diseñadas especialmente para que sólo los perros las puedan apreciar en toda su insondable vastedad; ‘Son’, de Jordi Mitjà, una colección de breves mediciones de la distancia que media entre el ultrasonido y el silencio absoluto; y ‘Esforç’, de Evol, una constatación de que la sombra de Pan Sonic es aún más alargada que la del ciprés. Cierra por el momento el catálogo de Mínim ‘Benshi’, a cargo de The Oko Project, un desvarío de voces japonesas y megocidades varias a cargo de los sospechosos habituales camuflados bajo nombres de rotunda sonoridad nipona. Esto ha dado de sí Mínim hasta el momento, cinco interesantes referencias a las que sólo cabe reprochar un minutaje tacañísimo. ¿Tanto cuesta llenar un poco más los Cd’s?

El mismo día que los de Mínim presentaban en público las tres últimas criaturas, otro minisello de ubicación barcelonesa, pero de proyección universal, daba sus primeros pasos en sociedad. HAZARD RECORDS (Apdo. 34017. BCN 08080. Hazard@vectork.com) es la editora que los bellos Superelvis (que, dígase por ahí lo que se diga, NO se han separado, aunque sí hayan mudado de formación) han puesto en funcionamiento para publicar sin trabas burocráticas sus propios trabajos y los de gente afín a su filosofía existencial. Tal credo está expresado a la perfección en un manifiesto que fue leído en la rueda de prensa introductoria (hubo buen vinito) y que, por su interés, transcribiremos íntegramente. Cualquier comentario que uno pueda añadir es accesorio, así que procedamos a largarlo sin más preámbulo: “1º) La propiedad intelectual no sólo es un robo (como toda propiedad, decía Proudhon) sino un abuso, una vergüenza y una herramienta de censura. 2º) Las entidades recaudatorias de derechos de autor, de afiliación obligatoria (en España, la SGAE), no defienden los derechos del creador sino los del propietario de la obra (cuando no otros intereses más oscuros). Estas entidades son una estafa. 3º) Los discos son demasiado caros. Su precio es un escándalo, sin relación alguna con su coste real. Por ello ponemos en marcha el sello Hazard con las siguientes condiciones: A) Los discos de Hazard Records se editarán en Cd-R (compatible con todos los reproductores de Cd). Al hacer los discos sobre demanda, eliminamos los costes

fijos. Esto permite realizar tiradas cortas sin encarecer los discos. Es una forma de trabajo muy parecida a la de los sellos de cassettes de los años 80. B) Los discos de Hazard Records serán baratos. De momento intentaremos mantener un precio de, como mucho, 1000 ptas. (6 euros), gastos de envío o distribución incluídos. C) Los discos de Hazard Records quieren ser de dominio público, es decir, libres de copyright. Esto vale en ambos sentidos: ni nos preocupa la hipotética procedencia legal del contenido de nuestros discos ni cuestionaremos en ningún caso su futura utilización en otros contextos (agradeceremos, eso sí, ser citados por ello). Advertimos sin embargo que, por el mismo motivo por el que no nos preocupamos por la legalidad de nuestros discos, no podemos responder por aquellas terceras personas que se crean con derechos sobre las ideas contenidas en ellos, ni por los jueces que tengan que decidir sobre el particular. D) Por todo ello, asumimos que los circuitos habituales de distribución serán refractarios a nuestros discos. De momento se pueden pedir por correo o e-mail. Asimismo, los haremos accesibles gratuitamente en Internet, en formato MP3.” Más claro, el agua. Las dos primeras referencias de Hazard Records (Cds de confección casera, pero grabación y presentación homologables con los de cualquier edición profesional) son ‘Rubber Music’, de Alfredo Costa Monteiro, un exhaustivo tratado sobre las insospechadas posibilidades sónicas de las gomas de pollo, y ‘Structural Package Designs’, la muy esperada nueva entrega de Superelvis, un tenso enfrentamiento a triple banda entre pianos desabridos, puro John Woo musical.

C’est tout, por ahora. Recuerden señores, que esta sección tratará de ser un escaparate de toda propuesta de interés general que nos quieran hacer llegar (siempre, eso sí, que sea de mentalidad progresista y sin afán de lucro). Hágannos saber, de la forma más completa posible, de qué va el rocanrol que se montan, y nosotros nos encargaremos de extractarlo y comunicarlo a la peña. Aquí, en ‘Box’. n

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La Madre

Tiempo atrás, antes de que publicaran su primer disco, vi un concierto de 7N7C, y me parecieron infumables. Han transcurrido unos cuantos años, se han hecho famosos, acaban de sacar su segundo disco, y mi opinión sobre ellos no ha variado un ápice. No entiendo, ni creo que vaya a entender, la bula que tiene esta gente entre los medios, aceptable con reservas cuando nuestro hip hop estaba en pañales e incomprensible en la actualidad, con el fenómeno establecido y dando periódicamente obras de relativo interés. Bases pasables por los pelos, textos que aluden a lo de siempre, una voz y una dicción irritantes como pocas y alguna que otra colaboración de relumbre que, sin lograr que llegue a rozar el aprobado, elevan unas pocas décimas la puntuación final de un álbum que sólo contentará a lectores del 'Tentaciones' y a los que comulguen con ruedas de molino.

varía su música en sí, sino que hasta su misma política musical se renueva a similar velocidad que la hierba crece o la lluvia desgasta un bloque de granito. Año tras año, disco tras disco, el veterano ambientalista defiende impertérrito sus convicciones, mudando de títulos y de portadas mientras el universo se expande y a nosotros nos llega la luz de estrellas extinguidas hace millones de años. En 'Ziv', su más reciente entrega, hay fraseos frippantes, sustainer a tutiplén, atmósferas beatíficas, alguna colaboración sorprendente (Anki Toner, haciendo de Anki Toner en dos temas) y, novedad, estrafalarios ritmos ¿dance? que se avienen al contexto musical del ex Neuronium como una uña rota arañando una pizarra. Como cualquier otro de su autor, un disco para ver flotar serafines gordezuelos mientras maceras la resaca dominguera enterrado en profundos estratos de sueño. Música práctica, que ya es algo.

mejor elaborado. Le siguen una serie de piezas oscuras y complejas, que nos recuerdan mucho a Leatherstrip, y unos samples al estilo Skinny Puppy, con gritos y llantos. Muerte, locura y violencia son los aspectos clave de este proyecto, reflejados también en sus letras, todas en inglés: "El silencio de la muerte. Ésta es la secta del demonio... “, "... ven a todos esos moribundos intentando sobrevivir... ". Un disco en el que no se aprecia tan fácilmente la melodía, aunque al final sabes que está allí, detrás de los sonidos industriales y entre lo más recóndito y monstruoso del inconsciente humano. E.mind

AMÏRA SAQATI AL BHARR

Barraka El Farnatshi - Sonifolk

MARA & JALAL IMMIGRI

Barraka El Farnatshi - Sonifolk

Jesús Brotons

MANIACS Vs. SHARKIAT

Jesús Brotons

ALLIED VISION

Barraka El Farnatshi - Sonifolk

ALBERT GIMÉNEZ

Zoth Ommog

DON’T CLIMB THE PYRAMIDS UNBURIED

ZIV

G3G

Hace años, Brian Eno anunció que el ambient, al igual que un río o una nube, nunca cambiaba mucho, pero nunca dejaba de cambiar. Giménez, guitarrista de sempiternas visiones frippertrónicas, comulga con tal declaración hasta el punto de que no sólo

Primer álbum escrito, mezclado, producido y grabado por el bilbaíno Oscar Storm para el sello germano Zoth Ommog. Resulta curioso porque los grupos body españoles se pueden contar con los dedos de la mano y éste es sin duda, de momento, el que más éxito ha conseguido a nivel internacional. El Cd empieza con el tema ‘All The Dead’, para mi gusto el

Al humeante potaje que es el raï añade el sello helvético-marroquí Barraka El Farnatshi buenas dosis de electrónica fin de siglo, potenciando al cubo su espíritu global con la adición de elementos propios de la esfera techno. Así, resistencias y microchips se besan con instrumental autóctono en 'Al Bharr', segundo álbum de Amïra Saqati, un proyecto de Cheb Youssef, de Aisha Kandisha's Jarring Effects. Dedicado al mar,

aunque no invocándolo en todos los temas, el disco es un seguido de chocantes pastiches (en el buen sentido) de fusión interétnica: del morrocotudo deep trance magrebí de 'Hyena Sharks / Hyeni Seals' a la conexión Tánger-Detroit de 'Shlöh Acid Salt', pasando por la pieza clave del álbum, 'Mat Demir (Modern Slave Song)', un cabreado recordatorio a la frágil memoria del primer mundo de la existencia del mundo árabe, imperativo recado de que los electromoros están aquí para quedarse. Luego no digas que no te han avisado, paisa. 'Immigri', de los argelinos Cheb Mara y Jalal Hamdaoui, se homologa con el anterior disco merced de su compartido plantel de músicos y diseñadores de portada (en ambos, un delirio surrealista de cromatismo exacerbado). También aquí hay canción con mensaje, la titular, un llamamiento a las nuevas generaciones árabes a luchar por su futuro en sus países de origen. En lo musical, similar mezcolanza de raï electrónico, con momentos enérgicos (la trancera 'TiTi', el funk oraní de 'Ça Y Est C'est Fini' y 'Alesh Habibi'...), y otros, los menos interesantes, de melaza baladista ('Zina', 'Hjarni Mon Amour'...). Y es que, en lo temático, el raï sigue recurriendo a sobados clichés acerca del amor y la falta de él, aunque con un tratamiento a veces casi pornográfico en su transparente radiografía de los sentimientos y masoquista recreación en el dolor. Si tanto Amïra Saqati como Mara & Jalal se afanan en aplicar una capa de barniz tecno-

ALBERT GIMÉNEZ


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lógico para modernizar historias casi ancestrales, jugando la baza de la postal exótica ligeramente pervertida (algo que ya hicieran en su día los poco recordados Dissidenten), lo de Maniacs Vs. Sharkiat va en dirección opuesta. Resultante del hermanamiento entre un trío suizo de rock y un septeto tradicional egipcio encerrados durante diez días en un estudio cairota, 'Don't Climb The Pyramids' se salda con un conjunto de mayor valía que la suma de sus partes, equilibrándose entre electricidad educada y sutileza acústica, folk egipcio y rock'n'roll. Aun siendo difícil destacar un corte por encima de otro, dos brillan con singular fulgor: 'Chadi', puente entre El Cairo y New Orleans, el acordeón poniendo acentos zydeco a un rhythm'n'blues en la frontera entre la tarde y la noche, y la lisergia arrastrada de 'I Can't Find (Mish Lei)', reminiscente de la sicodelia inglesa de los 80 (Rain Parade, etc.). Una sorpresa de disco, en definitiva, destacando por derecho propio en el seno de una discográfica de por sí particular. Rock the Casbah! Jesús Brotons

par una lagrimita escuchando en el interior de su automóvil último modelo una vetusta canción de Elvis Presley. Un episodio que, aunque cursi, daba cuenta de que por muy sofisticado o descreído que uno se tome, las emociones siempre están ahí, soterradas, pero listas para emerger en cualquier momento. Al igual que aquel mecánico entorno del autómata ejercía de contenedor de emociones sempiternas, también las canciones del ex Flying Lizards y la ex Pigbag son como pequeños receptáculos artificiales, tan artificiales a su vez como el oceanario de las ballenas de la portada. Sobre el etéreo telón de fondo creado por Cunningham, mar de bucles y drones con harmónicos bailando como bancos de peces de colores, la neoyorquina deja flotar su cálida voz, improvisando palabras y melodías o, simplemente, aportando un velo de textura humana al microcosmos sintético del álbum. Una auténtica inyección de emoción. Jesús Brotons

ANTI ANTI

Elefant

ANGELA JAEGER & DAVID CUNNINGHAM

La escucha de este disco me ha traído a la cabeza un spot que hace años pasaban por televisión y que quizá alguno recuerde. En él, un robot todo plástico y metal dejaba esca-

A Tito Pintado se le tiene que dar de comer aparte. Es capaz de casarse con Suicide, Sylvester o lo que le venga en gana (una buena manera de saltarse la cantidad de nombres tras los que se puede esconder Anti), sin necesidad de que su credibilidad como autor merme por ello. En este mini-Lp de presentación se muestra eléctrico y cris-

ALMA VACÍA

AMIRA SAQATI

ARTIFICIAL HOMELAND

Piano

pado (‘Chiller’), tecno-dubificado (‘Kinky Beat’), más petardo que una piula (‘Ride The Tiger’, mal que le pese ya es un clásico del pop español), drumanbasero (‘Pain Teen By Numbers’) o sencillamente clásico (preciosa ‘Copyright Of The Heart’). Y todo ello sin alardes técnicos -más bien lo contrario-, ni las poses de estrella que caracterizan el gueto underground. Lo que es de agradecer. Anti ha demostrado que cada uno de los temas que factura pueden no tener nada que ver los unos con los otros, pero que tienen un nexo en común: la calidad. Lp ya. ¡Y olvídense de Penélope Trip, diablos! Marc Piñol

ATARI TEENAGE RIOT 60 SECOND WIPEOUT

Digital Hardcore Recordings - Everlasting Caroline

En la hoja de prensa se explayan de mala manera recitando un párrafo de esa sacrosanta revista con greñas llamada Kerrang. Y es que Atari Teenage Riot es uno de esos grupos que tanto pueden gustar al amante del metal como al de la vanguardia extrema: consiguen, sólo con cuatro aparatos, atar el bombo de la 909 a cualquier cosa que se mueva. Hasta ahora. Porque la filosofía de ATR, mal que le pese al amante del gabber pelado, ha cambiado un poquitín: eliminan los rastros de bombón helado y los sutituyen por una salada 808 que, distorsionadísima ella, dispara breaks de batería que permiten que el grupo de Alec Empire entre por pro-

pio derecho en el campo del hardcore. El hardcore entendido como hardcore, quiero decir. Comercial a ratos y anti-comercial el resto de todos ellos, el tercer álbum del (a partir de ahora) cuarteto berlinés se adentra en las aguas del mainstream a través de tres singles históricos (‘Revolution Action’, la oportunista ‘Atari Teenage Riot II’ y ‘Too Dead For Me’) y se caga en él de manera histórica (‘Digital Hardcore’ es un claro exponente de lo que se debe hacer en caso de buscar el rechazo absoluto por parte de la masa). Un disco con muchos matices que, si se sazona con el Cd que regalan en su exquisita edición limitada, da como resultado una señora patada en los cataplines de 'monsieur' sistema y 'monsieur' tímpano. Por cierto: es gracioso que en la pegatina que regalan digan que "es ilegal enganchar pegatinas promocionales en la propiedad pública". ¡Pero bueno! ¿A dónde se ha ido el espíritu punk? Marc Piñol

AUTECHRE PEEL SESSION

Warp - Satélite K

THE BLACK DOG PEEL SESSION

Warp - Satélite K

BOARDS OF CANADA PEEL SESSION

Warp - Satélite K

John Peel es el conductor de un programa de Radio 1 en el que han actuado todas las

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BOSCO

Asphodel - Satélite K

dad de vértigo. Productores de electrónica que construyen ritmos imposibles. Tecnocracia, virtuosismo y dominio de las máquinas. Cuando nos habían convencido a casi todos de que lo de la música avanzada pasaba necesariamente por el despliegue pirotécnico de armamento electrónico -o sea, secuenciadores, samplers, cajas de ritmos, sintetizadores, teclados analógicos, procesadores de efectos, controladores MIDI y demás aparatos de culto modernos, Rez Mesinai descarga un nuevo álbum -el tercero de su carrera en solitario- y nos deja a todos con un palmo de narices. ‘The Heretic Of Ether’ contiene teclados, sí, pero por encima de todo, los lamentos y ambientes de ensueño de este álbum están construidos a base de violín, celo y percusión de Oriente Medio. No hay máquinas de ciencia ficción, no hay nadie dándole a las teclas del ordenador, sólo están las manos sabias de Mesinai -miembro de los neoyorquinos Sub Dub, para más señas- perfilando algunas de las infinitas posibilidades de la percusión oriental. Y todo, claro está, con la oscuridad y grandilocuencia propias del sello Asphodel -hogar de DJ Spooky o XEcutioners-, esta vez acompañadas de un misticismo casi profético. Y mientras suenan los últimos latidos de ‘The Heretic Of Ether’ y se te encoge el corazón, piensas que el futuro, caso de haberlo, está muy negro. ¿Será por eso por lo que lo llaman illbient? Será.

Disc jockeys que cambian discos a veloci-

Roger Roca

Juan Manuel Freire

bandas que han llegado a ser algo en el mundo de la música popular en UK. De Pink Floyd a Gary Numan, de Joy Division a Human League. Estos miniconciertos se recogen en la colección ‘Peel Sessions’, donde con orgullo lucen en la portada todos los nombres de los insignes invitados que han pasado por el programa. Ahora y editados por Warp aparecen las sesiones de los actuales malabaristas de los sonidos electrónicos. Esta vez con variación en las portadas, siendo el formato el mismo, pero sólo se puede leer el nombre de los artistas que figuran en la grabación. Autechre nos muestran lo que hicieron en los estudios de Radio 1 con tres temas (¡tacaños!) en directo. Sonidos hipnóticos y ritmos minimalistas. Veinticinco minutos de calma intensa o tensión calmada. Imprescindible para los incondicionales del dúo. Más melódico es lo de Boards Of Canada, que con otros tres temas (¡rácanos!) nos hacen dudar de hasta que punto están tocando live, debido a la calidad del sonido y a la perfecta sincronización de todo lo que suena. Lo de Black Dog ya es más generoso, ya que con cinco piezas nos atrapan con sus ritmos y sonidos marcianos, que ellos sabrán de donde han sacado. Germán Sánchez

BADAWI THE HERETIC OF ETHER

BUMP & GRIND

EVERYBODY ON THE DANCE FLOOR

INIT SEQUENCE

Platinum - The Green UFOs

Sub Rosa - Dock

De los acontecimientos que el dance galo quiere regalarnos viernes sí, sábado también, el llamado Bosco es uno de los menos creíbles y soportables. Sus cualidades no habrían de ser medallas en sí mismas, pero ya se sabe: si eres francés, haces disco-funk y no tienes un chavo, te consideras un phreak y encima lo publicitas, hoy estás de suerte. Probablemente ellos no tienen la culpa de ser tan malos, ni nosotros lo seamos tanto para tener que aguantarles. Así que el dedo acusador apunta al sello Platinum, por editar algo que nunca debió salir de la habitación de esta pareja; un engendro que se debió construir entre tarde y tarde de domingo, bostezo, colleja y eructo, episodio de ‘Walker’ y sorbo de Tang Caipirinha. Su austeridad es sólo eso, austeridad, y sus buenos chistes se cuentan con los dedos de una mano Simpson: ‘Wandering To Your Wonderland’, o Solex aprovechando algunos restos de su sampler; ‘Gil Favor’, máxima expresión de un género que bautizaremos como ‘daft funk’; ‘Ballamore’, porque su título tiene punto; y, claro, el celebérrimo ‘Everybody On The Dance Floor’, una base para que gente buena de verdad -Diabologum, Le Tone, Cosmo Vitelli... en un mini Lp de remezclas- apunte nuevos hitos a su curriculum vitae. Sobre el resto de atentados, un minuto (o una vida) de silencio.

Discos como el de Bump & Grind sirven para entretenernos un rato, para que en Sub Rosa tengan más discos que nadie -van por los casi 160 lanzamientos- y para darles la razón a los que dicen que la música hecha con maquinitas les dejan más fríos que todas las cosas. Porque ‘Init Sequence’ no es que esté mal, ni bien; es uno de esos casos de "ni chicha ni limoná". Elaborados sonidos de los que ya has oído antes, un cierto aire cinematográfico -cómo no- y ambient en la línea del último de The Irresistible Force mezclado a ratos con drum'n’bass más o menos fuera de quicio. ¿Qué emocionante, verdad? No veas. Pues casi tanto como los otros doscientos mil discos de ‘electrónica avanzada’ que se publican cada día. La única particularidad de ‘Init Sequence’ es que a partir de la mitad la cosa se pone medio bailonga, y que hay remixes de Scanner -no está nada mal- y Third Eye Foundation -un auténtico acierto-, pero poco más. Sin duda un disco curioso, aunque lo más raro es que en Sub Rosa insisten en llamarle al invento ‘cinemascopic big beat’. Pues yo no veo al Fatboy Slim ése por ninguna parte.

ANTI

Roger Roca

CATCHERS STOOPING TO FIT

Setanta Records

Después de cuatro años esperando buenas nuevas de esta banda de un pequeño pueblo


P///NITSA CLUB


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de Irlanda del Norte llamado Porstewart y tras medio año de la publicación del excelente single ‘Call Her Name’, ya está disponible su segundo y preciosista largo, después de debutar en el 94 con ‘Mute’. Las 11 piezas del disco se sumergen entre fragancias de bandas como House Of Love o Mighty Lemon Drops, y te sorprenden, ya que están atrapadas en una red destinada a cruzarse con los amantes de situaciones surrealistas, llena de vida, amor y agua. Destacan ‘Deflect’, la inmensa -5 minutos que el mundo se cae- ‘Spellbound’ y el segundo single ‘Come Around’. E incluso se atreven a experimentar (‘Ribbons’), recordando los flashbacks de James & Brian Eno. Antonio Santaeularia

CINEPLEXX POSOLOGÍA

Caipirinha - Satélite K

¿Un argentino en el sello Caipirinha? ¿Están ustedes chalaos o qué, boludos? Pues no. Un acierto como la copa de un pino. Bajo el nombre Cineplexx se esconde un cerebro que ha logrado dar con una alquimia única. Sebastian Litmanovich (que así se llama el pollo) ha parido una obra grande, muy grande. ‘Posología’ es un compendio de sonidos que son a la vez únicos, pero que nos suenan de toda la vida. Lo increíble es que escucha tras escucha, los 18 temas circulan pasito a pasito, de forma tímida, sinuosa, como reptante, sin prisas por gritarte al oído lo grande, sencillo, oscuro y preciosista del viaje. ‘Posología’ es un trip a través de sintetizado-

res que huelen a éter, guitarras acústicas tristísimas, cajas de ritmos de parvulario, naifs por necesidad. Ambient, techno, jazz, post rock, lo que quieran. Si les gustó el disco de Boards Of Canada, aquí tienen otro plato que llevarse a la boca. Grandísimo. Manel Roig

la suerte de escuchar por vez primera a Claustrofobia, te vas a encontrar con algunas de las mejores canciones del pop en castellano de todos los tiempos, grandes letras, tristeza, desamor, pobreza… Si entre las dos manos sólo tengo dos dedos gordos, probablemente Claustrofobia serían uno de ellos. Tito

CLAUSTROFOBIA LES TRESORS 1982-1999

K Industria Cultural

Tengo dos manos. Con cada uno de los diez dedos que suman entre ellas voy a señalar un grupo español de los años 80 que haya valido la pena. Probablemente me sobren dedos, porque la tan anhelada movida no dio para tanto. Mucho ruido, muchos discos y muchos grupos; mucha pose y mucha mentira. Hay grandes grupos o, para ser exactos, grandes canciones, pero si lo miras fríamente, no fue para tanto. No nos engañemos… podemos añorar a Golpes Bajos, Pegamoides, Aviador Dro, podemos perder la cabeza por algunas canciones de Zombies, La Mode e incluso Estación Victoria o Betty Troupe, ¿por qué no?. La verdad es que, en el pop de los años 80, se cometieron muchas injusticias, y la más grande de todas, la que nos demuestra con toda la crudeza cuán injusto y retrasado es el mundo de la música, es que los discos de Claustrofobia pasaron sin pena ni gloria, dejando tras de sí un grupo de escasos, aunque entregados, fans que han mantenido viva, hasta hoy, su leyenda. Y es que si tienes

ATARI TEENAGE RIOT

CORCOBADO CORCOBATOR

Everlasting Records - Caroline

Algo está cambiando en el mundo de Corcobado. Cuando vemos la portada, donde toma protagonismo su alter ego Sandra, podemos empezar a vislumbrar que el cambio se está produciendo no sólo en la música. Las canciones nos confirman esta tendencia, mucho más pop y electrónica, mucho menos oscura, aunque igualmente triste y atormentada. Corcobado ha hecho un gran disco, con momentos que te ponen la piel de gallina (’Coches De Choque’, ’En El Bosque’ y, especialmente, ’Apelo’, dónde canta, como ya hiciera en su anterior disco ’Arco Iris De Lágrimas’, con Ana D). ’Nature Boy’ es la banda sonora ideal para una película de David Lynch, y ’Viajar’ o ’Rumbo Al Corazón’ son dos pequeñas joyas que, además, podemos bailar (preferiblemente con una peluca y la ropa de nuestra hermana). Un disco muy triste, doloroso, que te invita a bailar mientras lloras frente al espejo, con el rimel corrido y una botella en la mano. Tito

CYPRESS HILL IV

Ruffhouse - Columbia

¡Ya tocaba! ¡Viva la marihuana! Éste es un disco realmente depravado y por momentos telúrico: DJ Muggs, desde su escondite, ha lanzado una obra tan lograda como el segundo álbum ‘Black Sunday’. Continúan apostando por las portadas dedicadas a la muerte y el contenido no tiene desperdicio: ‘Looking Through The Eye Of A Pig’ es ideal para ambientar cualquier película de John Carpenter, con incipientes guitarras a lo Portishead; ‘Checkmate’ y ‘Lightning Strikes’ aportan el grado óptimo de agresividad; ‘From The Window Of My Room’, ‘Riot Starter’ y la esquizofrénica ‘I Remember That Freak Bitch (From The Club)’ se convierten en los verdaderos puntales del disco; ‘Tequila Sunrise’ ha sido el desafortunado primer single, una sintonía ideal para cualquier movie de Tarantino & Rodríguez; ‘Dr. Greethumb’ ofrece dos partes, una de cartoon y otra cubierta de vicio; y ‘Clash Of The Titans’ es ideal para amenizar el naufragio del Titanic. ‘IV’ es un disco más que aceptable, destinado a los chillhops room. Antonio Santaeularia

DAUERFISCH CRIME OF THE CENTURY

Bungalow - So Dens

No soy seguidor de Bungalow. Es más, la mayoría de sus artistas me ponen enfermo.


P///ROTOR


Pese a todo, Dauerfisch me caen bien. Se saben adaptar al aire naïve del sello y lo pervierten de una manera enfermiza que no les debe hacer demasiado bien a la hora de buscarse fans. Se sirven del tecno-pop en ‘So Gut’, de la parodia Bungalow (y Wall Of Sound) en ‘Whole Lotta Weasel’, de la influencia de los Beach Boys en ‘Amateur's Anthem’ o ‘Gemüse’ y de la de Vinicius de Moraes en ‘Endlich Vögeln’. Por no hablar del tema más freak del año: ‘Och, Menno!’. Un disco para gente aparentemente normal. Marc Piñol

DAVID SHEA AN EASTERN WESTERN COLLECTED WORKS

Sub Rosa - Dock

Shea, sesudo intelectual de la música, reinventa composiciones propias a partir de la máquina más popular que ha habido desde el pinball o la consola Sony hit-bit: el sampler. El aparato sirve a Shea para narrar episodios de su vivencia particular a través de giras que le han llevado por todo el mundo de ahí lo de 'eastern western'-, y le permite hacer malévolas distorsiones de tonos y timbres hasta conseguir que la experiencia de escuchar su disco resulte casi tan dolorosa para el oyente como sin duda lo fue para los pobres instrumentos. Canciones hechas con una sola nota a la que se le añaden armónicos infinitos, pianos desafinados al azar o instrumentos que no son tales, pueblan un disco que da un nuevo significado a los términos 'angustia', 'belleza' y 'fealdad'. Que

cada uno se quede con el que más le guste. Roger Roca

DISSECTING TABLE LIFE

Release - Relapse

SLAB! DESCENSION

Release - Relapse

Siempre he creído que la saga cinematográfica Tetsuo cojeaba en el apartado sonoro. La música de Chu Ishikawa que acompañaba las célebres escenas de transformismo biomecánico no era del todo desdeñable, pero desprendía un tufo épico demasiado obvio y ante todo no alcanzaba el nivel de tensión y violencia que los fotogramas pedían a gritos. Alguien tendría que haber presentado a Tsukamoto, el director, su paisano -¿equivalente sonoro?- Ichiro Tsuji. El referente celulóideo no es en nada gratuito: la vieja dicotomía hombre-máquina o conceptos más cronenbergianos como ‘la nueva carne’, siempre han jugado un papel clave en la música de Tsuji, uno de los francotiradores más personales e interesantes de la música industrial realizada en el país del sol naciente. Lleva unos trece años en activo bajo el renombre de Dissecting Table y aunque a menudo se le meta alegremente en el saco del japanoise, su propuesta guarda pocos puntos en común con los aplastantes muros de ruido de Masami Akita, el sonido fragmentado y esquizoide de un Masonna o, desplazándonos al polo opuesto de una

hipotética graduación, de la sutilidad conceptual de Aube. Sus trabajos son en esencia de naturaleza mecánica, siempre armados sobre una exhuberancia percusiva que tanto nos remite a la EBM seca y martilleante de los mejores Skinny Puppy, como a la disciplina mamporrera de gente como Test Dept o SPK. Desde su centro de operaciones, ahora sito en Hiroshima (chascarrillos atómicos no, gracias, ya hemos leído unos cuantos), Tsuji reúne para su octavo largo, segundo en Release, toda esa materia prima industrial, la secciona y reordena y la adapta a la fértil neurosis que (como los abajo firmantes empiezan a creer a pies juntillas) afecta a gran parte de la población japonesa. Los resultados son de un tremendo poder subyugante y bastante más logrados que los de anteriores entregas como ‘Dead Body And Me’ o ‘Human Breeding’. En cuatro largos movimientos el nipón con voz de hormigonera interpola frenéticas cadencias electrónicas con virulentas percusiones de metal (‘I Would Like To Be...’), guitarrazos entrecortados y una guadianesca descarga de golpes y chirridos maquinales (así ilustra el viejo aforismo punk ‘No Future’) que llega al clímax en ‘Past’: tema ejecutado con la sutileza de un elefante ciego en una cacharrería, que podríamos considerar el híbrido definitivo entre la trepidación y la guturalidad del metal más extremo y la herrumbrosa mecanicidad de la vieja escuela industrial. Extenuante. El segundo lanzamiento de Release que

reseñamos es una reedición que nos ha hecho dar palmas con las orejas, por lo ‘reveladora’ y ansiada. ‘Descension’, puesta de largo del conjunto originario de Warwicks (Inglaterra) Slab!, era vinilo pasto de coleccionistas desde hace mucho tiempo. Ahora, a doce años vista de su primera edición, ve nuevamente la luz en formato Cd e hinchado con el 12” ‘People Pie’. Se impone, pues, reivindicar la breve, pero proteica trayectoria, del grupo fundado por Stephen Dray (voz y saxo tenor) y Bill Davies (bajo) cuando los 80s llegaban a su meridiano. Las primeras apariciones de Slab! en directo rompieron moldes a base de guitarras atonales, un bajo fuzzy hurgaestómagos, mucho teclado y resonancias dub aderezadas con una convulsiva sección de viento saxo-trompeta-trombón. Quiere la leyenda que en uno de esos conciertos alguien del público quedó felizmente catatónico. Ese alguien era ni más ni menos que el pinchadiscos-institución John Peel. Revuelo en la prensa, conciertos en Londres, contrato con Ink Records y un primer single, ‘Mars On Ice’, para el que los plumillas británicos, desorientados, recurrieron a referentes como Swans, Faust, Big Black o The Birthday Party (caramba, eso debe inflamar el ego al más pintado). Tras dos singles más y tres sesiones para el mítico espacio Radio One de Peel, llegaría al fin el Lp que nos ocupa, de una vigencia incontestable aún hoy día. La a-pa-bu-llante sección rítmica y las guitarras se hacían

BUMP & GRIND

DAUERFISCH


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esta vez con el mando de unas partituras en las que menudeaban los pasajes jazzies y unas voces muy a lo Frank Zappa y sus madres. Escuchen este disco y si están un poco al quite apreciarán la impronta que Slab! legó en grupos de la talla de Godflesh, Scorn, Prong o Alboth! y probablemente coincidan con nosotros en que éste pone en evidencia -por flagrante contraste- la falta de riesgo y la ortopedia que han imperado en el cacareado rock industrial o metal crossover de los 90s. El adiós definitivo de estos ilustres desconocidos allende las fronteras británicas llegaría en 1990 tras un polémico segundo Lp, ‘Sanity Allergy’, y una gira europea junto a Young Gods. Pero eso mejor lo dejamos para la próxima reedición digital. Permanecemos en paciente sintonía.

Se trata del último disco publicado en su día por Discos Esplendor Geométrico, sello que ha marcado un antes y un después en la historia de la música electrónica estatal. Su desaparición jalonó el inicio de una década de sequía creativa, mal cubierta por la papanatada techno y por esa burda payasada que llaman ‘cultura de clubes’, entelequias de encefalograma plano que no hacen sino poner en evidencia, aún más si cabe, el yermo de imaginación que es la actual escena. Diez años después, su publicación, corregida y aumentada con dos temas extra, coincide con el hecho de que éste era el último resto de material esplendente inédito en compacto. De alguna manera, se cierra un círculo, quizá imaginario, pero también evidente. Y ahora, ¿qué? (por cierto, es una edición limitada, así que dense prisa).

Toni L. Querol - Taschen

Jesús Brotons

ESPLENDOR GEOMÉTRICO

FANG

LIVE IN UTRECHT

MY BLACK DRESS

Geometrik

Moby Disk - K Industria Cultural

Publicado originalmente en 1990 y perseguido desde entonces con ahínco por los coleccionistas, ‘Live In Utrecht’ pone broche de oro a la mejor etapa de Esplendor, manteniéndose aún hoy como una de las cimas incontestables de la fuerza y la corrosión aplicadas a la rítmica industrial. Lanz y Riaza alcanzan un tope con este directo grabado en Holanda, estancándose después su carrera en el conformismo y la autoparodia. Pues bien, su reedición plantea un interrogante.

Desde que en 1997 editaran el prometedor ‘My Weakpoint’, hablar de Fang es recurrir al paralelo con Portishead y Polly Jean Harvey. Comparaciones que, no obstante, han de comprenderse como méritos y no como estigmas. Hoy, la escucha de su segundo álbum continúa evocando idénticos fantasmas: Mariona y Jaume no dejan detalle al azar, constatan sugerencias y esmerilan lo que ya era brillante por sí mismo; pero no acaban de soltar las bridas respecto a sus más evidentes

FANG

LA FURA DELS BAUS + SERGI JORDÀ

referencias. Hoy, el dúo de Banyoles persevera en la búsqueda de un rock heterodoxo, a fuego lento (‘Tongues’) o sincopado (‘Witch’), capaz incluso de retrotraer a los mejores momentos de Curve (‘Picking Plums’); recurre a la electrónica para practicar con nuevas atmósferas y texturas (‘My Black Dress’, ‘The Lake Is Burning’); en el fondo persigue, como con anterioridad, sentimentalismo y oscuridad iguales. Pero, ¿es posible todavía calificar su actividad de copiona? Lo dudo; al menos en mi caso, partir de una comparación no implica necesariamente acabar en un reproche. ‘My Black Dress’ es el resultado, sin duda, de una evolución a seguir con los ojos cerrados; la señal de un futuro fértil en estímulos. Con resultados superiores a los de sus compañeros nacionales de generación (diría que sólo Mus, Migala y Manta Ray, cada cual a su manera, se les equiparan en trascendencia), la soma de Fang está hecha de la misma pasta que nuestras tinieblas menos públicas y, qué duda cabe, es esta calidad de efugio la que hace de Fang algo tan necesario. Tanto como el deseo, o los deseos en general, o la nube de esos ojos en particular. Juan Manuel Freire

FANGORIA UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO

Subterfuge

¿Qué puedes hacer cuando escuchas el nuevo trabajo de Fangoria, aparte de correrte vivo? Poco más. Podríamos decir que es

uno de los mejores discos de pop que se han editado en la agonizante década de los noventa. También podríamos decir que es el mejor disco de Fangoria. Pero eso no son más que palabras. Si de verdad quieres descubrir la grandeza de las nuevas canciones de Alaska y Nacho, lo mejor es que corras sin mayor dilación y te agencies con tu copia, porque si no lo haces te pasará como con el disco de Family o el primer disco de Le Mans: te lo tendrás que comprar más adelante y, encima, reconocer que en su día estabas en el limbo. Fangoria son, han sido y serán los más grandes. Y si alguna vez escuchas algo de ellos que no está a la altura, piensa que incluso los dioses tienen derecho a equivocarse. Esta vez no lo han hecho. Escúchalo y babea. Tito

FATBOY SLIM YOU’VE COME A LONG WAY, BABY

Skint Records - Sony

Segundo trabajo discográfico de Mr. Norman Cook, esta vez respaldado por un inmenso número de seguidores. El disco se abre con ‘Right Here Right Now’, una preciosa combinación entre suaves cuerdas de violines y un ritmo pegadizo, que va confiriendo al tema un ambiente hipnótico (en general, las canciones son bastante sencillas). Si alguien quisiera darle una definición a este disco diría que puede ser un álbum de los Beach Boys remezclado por los Chemical Brothers. Pero aún así queda algo

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inconfundible: ese redoble de batería característico. Fatboy Slim son el ejemplo perfecto de la música de baile de finales de los 90: frenética y llena de energía.

do a él. A pesar de ello las mezclas finales han quedado bastante interesantes y una vez más creo que no han decepcionado a nadie. E.mind

E.mind

GENERATION X-ED FRONT 242 RE:BOOT’98

Zoth Ommog

Siempre han sabido adelantarse a su tiempo. Lo hicieron en sus comienzos, dando forma a un nuevo estilo llamado desde entonces EBM y luego desarrollaron esos sonidos y los convirtieron en piezas rítmicas que pronto se convertirían en clásicos de la música electrónica de los 80 (‘Headhunter’, ‘Masterhit’, ‘Lovely Day’...). Tras una larga pausa después de ‘Tyranny For You’, regresaron en 1993 con 2 álbums seguidos, ambos 100% electrónicos, y que significaron el reconocimiento mundial de una banda ya por aquel entonces legendaria. Un año después llegó su primer álbum oficial en directo ‘Life Code’, algo que muchos consideraron un adiós definitivo de la banda tras casi 15 años de actividad. Además sus miembros se alternaban en otros grupos. Cual fue la sorpresa cuando un día anunciaron su reunión y vuelta a los escenarios. Los conciertos de 1998 se resumen en este trabajo. ‘Re:Boot’98’ contiene los temas clásicos de la banda pasados por la TB 303 y acompañados por unos cuantos samples, para darles un toque de aire fresco. Termino diciendo que esta vez no se han adelantado a nuestro tiempo, simplemente se han adapta-

PROTEST AND SURVIVE

Trinity Records

Por fin un grupo que combina el EBM y el electro con el breakbeat y los ritmos de moda. Son de Berlín y ya se dieron a conocer en España el verano pasado. Seguro que más de uno dirá que son los Prodigy’ germanos, pero cuidado porque sus influencias son bien distintas. Sus sonidos son bastante duros, plagados de samples que nos recuerdan a los inicios del industrial e incluso hay una canción con el t¡tulo ‘Industrial Is Dead’. Si alguien necesita música para una fiesta radical éste es su disco, porque resulta imposible quedarse inmóvil ante cualquiera de los 10 temas de su primer álbum. Incluso se atreven con ritmos de hip hop... ¡Vale la pena echarle un vistazo! E.mind

HD SUBSTANCE CÁNCER POP

Stereophonic Elefant Dance Recordings

Hay una forma de entender el ‘pop’ en mayúsculas, aquella que dice que Benidorm, Casablanca y San Marino son los escenarios perfectos para unas vacaciones inolvidables; la misma que defiende que ‘Los Bingueros’ es un filme que explica una época y que no seríamos nada sin las fotos de las sopas

Campbell, o la que cree que los guateques son la expresión última de la vida en technicolor. Entre los que propugnan el culto al kitsch está sin duda HD Substance, otrora hacedor de discos de house ácido, y ahora coautor junto a su hermano de ‘Cáncer Pop’, la quintaesencia de lo relatado al principio de estas líneas. Suena una bossa nova galáctica y vemos a la Pantera Rosa deslizándose entre Peter Sellers y Ursula Andress y mangando un whisky on the rocks -o ‘en las rocas’, como gustaban de decir los yeyés- de la bandeja que porta Gopher, el camarero negro de ‘Vacaciones En El Mar’. Y cuando la Andress, borracha como una cuba, se lo monta con el elefante -antes no lo he dicho, pero hay un elefante-, Sellers con Gopher y la Pantera hace guarradas con la bandeja al compás de los ritmos sintéticos de HD Substance, aparecen los créditos director: Ozores; con la presentación de: Alfredo Landa, etc.- y ahí al fondo asoma el pinchadiscos, un HD Substance que no cabe de contento tras haber metido en una hora y pico a todos sus héroes de la pequeña pantalla. Nada que no hayas oído antes, pero mucho más divertido que de costumbre. Esperaremos a ver si en la siguiente entrega, además de entretenernos, nos sorprende.

género en los últimos tiempos melifluo y obsequioso, ése es el ejército de brutos mecánicos de Position Chrome. A base de inyecciones 'king size' de esteroides ruidistas y anabolizantes industriales, broncos estilistas como Goner, Panacea o Heinrich At Hart están restituyendo al género parte de la virulencia perdida, permutando miel y caricias por sopapos espectaculares. En 'Heinrich At Hart', el disco, también se reparten galletas con promiscua generosidad, aunque muchas, demasiadas, se pierdan en el aire cual tarascadas de boxeador groggy. Disperso en exceso, una primera escucha salda los trece minutos y medio de fist-fucking orejero de 'Sintflut', las alucinaciones de 'Attackships On Fire' (o la bonita sensación de ser apaleado tras haber sido narcotizado) y la rítmica elefantiásica de 'Murder Dub', una excursión por esos parajes devastados que tan bien conocen Techno Animal. Segundas y terceras oportunidades descubren algunos detalles interesantes más, que ayudan a mejorar la nota de un álbum que, como el Cojo Manteca, hasta renqueando rompe vidrios.

Roger Roca

HELIOS CREED

HEINRICH AT HART

Dossier - Dock

Jesús Brotons

CHROMAGNUM MAN HEINRICH AT HART

Position Chrome - So Dens

Digital Hardcore y No U-Turn al margen, si alguien puede revitalizar el drum'n'bass,

LA FURA DELS BAUS

Chrome, el eslabón perdido entre Hawkwind y Butthole Surfers, nació en 1975 en San Francisco como un feto maligno empeñado en devorar el soleado útero


P///SONAR 99


californiano desde su mismo interior. Hacían punk cuando el punk ni había sido aún formulado, una distopía salvaje poco comprometida con la realidad que, como Lovecraft en sus relatos, se atrevía a poner en tela de juicio la misma estructura de ésta. En 1999, con Damon Edge criando malvas, es su ex socio Helios Creed el encargado, junto a un equipo de outsiders (los hermanos Stench, antiguos colaboradores, un sosias de Edge tocando su mismo sintetizador y el mismo retoño de Creed), de devolvernos parte de aquella gangrena. 'Chromagnum Man', título harto explícito, no es 'Half Machine Lip Moves', pero al igual que éste nos conduce, como el conejo de Alicia, a través del espejo (deformante) hacia una zona negativa de fuzz, electrónica, sicodelia y malas vibraciones. Creed no se anda con florituras, sus toques hendrixianos desgarran el oído con la virulencia que una cuchilla oxidada saja una yugular, y hasta se permite un embite al ¡death metal! en el tema titular. Puede que sólo Bevis Frond sean más ácidos. Jesús Brotons

HOVERCRAFT

ciones no está el caballo, juraría que ésta es la banda sonora de un chute de jaco de primera. Por lo caótico, por lo demencial, por lo turbador, por el constante hálito de sangre que se mezcla con la química, por esos ecos que te hacen levantar dos centímetros por encima del suelo para segundos después estar a millones de kms. del planeta Tierra. La música de Hovercraft bebe directamente de unos Sonic Youth primerizos, cuando el ex Pussy Galore Bob Bert aporreaba más los timbales que la caja. Pero, si me permiten los padres del noise yanqui, estos tres individuos han sabido crear un universo sonoro que va más lejos que el noise de los de Nueva York, y con las mismas herramientas (pedales múltiples, acordes arpegiados afinados de manera imposible, feedbacks que parecen no tener límite espacial, surcos sin final temporal) hilvanan un mundo sensorial que repele, turba, fascina y atrae por igual. Recibes los primeros 27 minutos del disco sin enterarte -3 piezas- y ni puedes saber dónde coño estás. Si Mogwai son la belleza, Hovercraft son la fealdad. Puestos a decir gilipolleces, Hovercraft son la banda sonora perfecta para una lectura de ‘The Naked Lunch’. Y sin necesidad de chutarse. Puro post noise, hala. Manel Roig

Hovercraft son el chute más directo, intravenosamente hablando, que se ha creado jamás con una guitarra, un bajo y una batería. En serio. Si no fuera porque entre mis afi-

A POSITIVE SWEAT

Tercer trabajo del alias más famoso de David Harrow. Lo que a leguas huele como

Bonjo

KULA SHAKER PEASANTS, PIGS & ASTRONAUTS

Columbia - Sony

Jimpster es el alias de Jamie Odell, músico,

HEINRICH AT HART

HOVERCRAFT

JAMES HARDWAY Recordings Of Substance - Satélite K

productor y colaborador de Coldcut, que después de publicar varios Eps, ha sacado su primer álbum, que navega en las saturadas aguas del trip jazz. Once temas donde abundan el downtempo, las incursiones musicales de banda sonora, el jazz, las pizcas de intelligent techno muy puntuales y un ambiente de relajación sinuoso y cool. Algunos de los saludados por Jimpster en el book-art (Art Of Noise, DJ Shadow, Shakatak, Pat Metheny, Herbie Hancock -¡si otra vez Herbie!, además inclye una versión de él-, Coldcut, Black Dog, Model 500, Arthur Baker, Miles Davis... ) dan una idea de lo que vas a encontrar en su disco de debut, que aunque peca de uniformidad en todos los temas, es un buen disco con una brillante producción.

Se han quedado a gusto, sí señor. Pocas líneas voy a dedicar al segundo elepé de los Shaker, ya que su fórmula no atrae. Después de lanzar al viento sus mensajes de fraternidad, Crispian Mills y cía. nos presentan su última entrega, con el baúl lleno de flautas de bambú, tablas, shenal, sarungi y con un quinto miembro obligado a fabricar efectos y loops. Una sinopsis poco saludable: 80% para no escuchar y un 20 % para olvidar al cabo de tres meses. Sólo merecen la pena dos canciones: ‘Shower Your Love’ y

Manel Roig

EXPERIMENTAL BELLOW

Blast First - Caroline

la trilogía de ‘un inglés en USA’ (tras los anteriores ‘Deeper Wider Smoother Shit’ y ‘Welcome To The Neon Lounge’, con sabor al Nueva York de los 50 y a Las Vegas, respectivamente) se empaqueta, tras trabajar James durante meses en jams con otros músicos de jazz; y de esas jams (vía estudio) da forma a un troquelado que en esencia se queda en una suerte de composición souljazz moderna (imaginarse los derroteros de un Miles Davies blanco y tatuado hasta las cejas suena a gilipollez, no se asusten no lo es). Y es que básicamente es un disco de música soul de fin de milenio (o de inicio, según se mire). La presencia de la voz de Amanda Ghost (canta en cuatro de los doce cortes del disco, Hardaway también se atreve en ‘Go On’) le da ese pulso necesario y ese tono gratificantemente soul. Que Hardway dibuje bpms con sello drum’n’bass (vamos drum’n’jazz, puestos a no cagarla, ya que echamos otra vez mano de la etiqueta de los cojones) me parece pura anécdota. De hecho, en el último tema, ese impresionante ‘Canter’s Diner’, toca una persona (ya que en la electrónica los baterías hacen cola en la lista del paro) la batería, quedando claro que el disco huele a soul, a funk y a jazz. Pero del bueno, no se equivoquen.

JIMPSTER MESSAGES FROM THE HUB

Kudos Records - Satélite K


cd store

pág. | 30-31

‘108 Battles (Of The Mind)’ que pueden ser las mejores candidatas a ocupar la plaza de futuro single, ya que el single de anticipo, ‘Mystical Machine Gun’, era una auténtica mala broma de lo que se nos venía encima. En resumen, un disco que entierra unos metros más el brit pop.

Dentro de mi particular panteón de Momentos Surrealistas, hay uno que recuerdo como especialmente hilarante: a primera hora de una fría noche de marzo, dos familias-tipo (papá, mamá y dos cándidos niñitos cada una) toman un refrigerio en la terraza de un bar de una transitada plaza pública, bajo uno de esos pirulíes térmicos que algunos locales emplean para torrarle el cogote a los clientes, y de unos bafles demasiado imponentes como para tratarse del hilo musical. En esas que los bafles, mudos hasta entonces, cobran estridente vida. Ráfagas de sonido electrónico, brutal e hiriente, son escupidos hacia el éter, provocando el pánico y la sorpresa de los desprevenidos progenitores, que 'ipso facto' se ponen a bramar de indignación y a increpar a los responsables del ataque terrorista, dos personajes que, ajenos a lo

políticamente correcto, manipulan dos columnas de material informático alzado como pilares apaches en un lateral de la plaza. Infructuosamente se intenta apaciguar su berrinche, explicándoles que se trata de la prueba de sonido para un concierto a celebrar esa noche, y que la masacre auditiva la ha provocado el Fmol, un sintetizador virtual desarrollado por el programador y compositor Sergi Jordà (ex Los Perros De Gadaffi) para el espectáculo 'Faust 3.0' de La Fura Dels Baus. No hubo manera. Rojos de ira y amenazando con mil y una acciones legales, la buena gente hizo mutis por el foro. Tal jocoso episodio acude ahora a mi mente al escuchar 'Fmol' y 'Residual Symphony', dos buenos surtidos de esos ásperos calambrazos sonoros que tan prácticos se revelaron en aquella ocasión como herramienta selectora de las especies. El primer Cd es la banda sonora del 'Faust 3.0', una colección de los mejores fragmentos creados con el Fmol por internautas de todo el mundo, modelados y refundidos a un formato manejable, bailable en ocasiones, por los hiperactivos Álex Martín y Big Toxic, el furero Carlos Padrissa y el ex Clónicos Pelayo Arrizabalaga, entre otros; el segundo es un 'spin off', un desgaje con material no incluido en el montaje final, ensamblado en larga suite, apocalíptica y agotadora, que ni es techno propiamente dicho, ni industrial según los habituales baremos, ni tampoco lo contrario, pero sí material arriesgado y original (y difí-

ANGELA JAEGER & DAVID CUNNINGHAN

JIMPSTER

Antonio Santaeularia

LA FURA DELS BAUS / SERGI JORDÀ FAUST 3.0 FMOL

Fundación Autor

LA FURA DELS BAUS FAUST 3.0. RESIDUAL SYMPHONY

La Fura Dels Baus

cil de encontrar en las tiendas, píllatelo escribiendo al propio Jordà: sergij@mx3.redestb.es). Jesús Brotons

LA FURA DELS BAUS ACCIONS

Línea Alternativa

FRANCISCO LÓPEZ TEMIZLEMEK

Línea Alternativa

UNIVERSONORMAL OIGO VOCES

Línea Alternativa

Ésta sí es una iniciativa digna de aplauso: la recuperación en Cd de trabajos seleccionados de entre el inmenso fondo sonoro legado por la saludable práctica de la grabación en pequeños estudios domésticos y autoedición de cortas tiradas en formato cassette. Un terreno agreste, que tuvo su apogeo durante parte de los 80 (ahora, con el auge de Internet y los grabadores de Cd, parece que vuelve a llevarse) y arrojó una miríada de trabajos, inéditos la mayoría en vinilo, concebidos desde la oscuridad, por completo al margen de los canales establecidos y sin ningún tipo de cohibición artística, que aún hoy en día pueden deparar grandes sorpresas. Alguna de ellas podría provenir de ‘Accions’, la música del espectáculo homónimo presentado por La Fura en 1984. Aunque se haya afirmado, no sin razón, que las obras fureras son resultado de una interacción de múltiples disciplinas cuya preci-

sión imposibilita que el aislamiento de uno de sus componentes no implique una seria merma de fuerza, en esta ocasión es precisamente el desgaje de la parte musical lo que permite apreciar toda una paleta de detalles que en el furor de la acción (nunca mejor dicho) se perdían en el éter. Como banda sonora que es, ‘Accions’ alterna momentos de calma y tensión, torvos fragmentos descriptivos con estallidos de violencia en los que comparten protagonismo la tortura percutiva a lo Test Department, los chirridos a lo SPK, intonarrumori manufacturados (impagable dueto entre un saxo y un motor de dos caballos, Neubauten instantáneo) y un sentido de la melodía de sabor residencial, todo bien aliñado con berridos animales y generosas dosis de humor negro. También negro, muy negro, debe tener este sentido el Sr. Universonormal, para endilgarnos ‘Oigo Voces’, insufrible diarrea de muestras televisivas sin gracia, martilleadas por un bombo hinchado y cabezón. A evitar. ‘Temizlemek’, doble compacto que recoge piezas fechadas entre el 94 y el 97, representa una nueva oportunidad de ver aparecer al magnífico Francisco López por estas páginas y para que los desdichados que aún no conocen su trabajo expíen de una vez el pecado de su ignorancia. Nuestro más apreciado audioartista (en el extranjero, que aquí seguimos en la inopia) somete a cirugía trece fragmentos de la banda sonora de la película del mundo, los transplanta a nuestros

self 15


oídos y consigue que, una vez finalizada la escucha del disco, percibamos y apreciemos en todo su caótico esplendor la entrópica sinfonía de sonido que en todo momento nos envuelve. Ruido extremo, rumor subliminal, el mundo real como instrumento musical definitivo. Jesús Brotons

LE DIABLO MARIACHI FANATIQUE FANTASTIQU’[E]

Zanfonia

Le Diablo Mariachi son catalanes, cantan en francés, mezclan chanson con Dios sabe cuantas cosas más y hacen ruido con guitarras, saxofones, percusiones y toda suerte de instrumentos, de los que no entran en ninguna categoría. Además, acaban de debutar con 'Fanatique Fantastiqu'[e]', en el que nos invitan a girar en su extraña noria de músicas del mundo, su mundo, donde ni los géneros malditos de fin de siglo -léase el jazz-fusion más canalla- tienen la entrada prohibida. Y hay que decir que pocas veces un primer disco promete tanto como éste. Pocas veces escuchas el trabajo de alguien y piensas, ¡joder, lo que podrían llegar a hacer! Porque no es que 'Fanatique Fantastiqu'[e]' no sea un buen disco, que lo es, ni que no valga las dos mil y pico pelas que te cobrarán cuando te lo compres -porque te lo comprarás, ¿no?-. Pero es que tanto en estudio como en directo, Le Diablo Mariachi dan la sensación de estar aún en la primera etapa de su particular tour de force

contra la mediocridad de las fórmulas estéticas y musicales. Le Diablo pueden -debenhacer explotar todas las ideas que tan bien sugieren en el disco que recoge sus primeros pasitos. Vamos, que si te gustó el debut discográfico de Ana D, el último de Mil Dolores Pequeños o el primer Ep de Mastretta... pues este disco no tiene nada que ver con ninguno de ellos, entre otras cosas porque tampoco los susodichos tienen nada en común. Nada, excepto esa extraña cualidad que algunos llaman voz propia. Roger Roca

LLISO LLISO

Gasa - Dro

Los supervivientes del pop estatal de los ochenta y el hoy y ahora: a rastras con modas demodé (La Unión), de excursión sin vergüenza por las lagunas del descrédito (Klub) y el desierto creativo (Mecano), o en pos de una audiencia más enterada y cool que nunca corresponderá a sus piropos (Mikel Erentxun). Son sólo cuatro emblemas de una República Esguince donde los ex Esclarecidos constituyen un modelo de dignidad. La conversión a Lliso ratifica su entrega a una aventura sonora que dio sus primeros pasos en ‘La Fuerza De Los Débiles’ (96), se prostituyó a placer en el álbum de remezclas ‘5658’ (97) y ahora camina entre alambradas de alta tensión instrumental. Ahí está el abstracto drum’n’-

bass de ‘Bajo El Sauce’, el industrialismo de ‘Tristeza’, allá la cataléptica orfebrería rítmica de ‘El Futuro’ y el frenesí de la palpitante ‘Corazones Prestados’, y en omnisciencia el genio de Suso Sáiz galvanizando la voz de Cristina Lliso al experimento y el desgarro. Emoción, qualité y visión de presente: motivos más que suficientes para que Too Pure, Gasa y Clearspot libraran una hipotética contienda por quedarse con el pastel… Y aún así, el barómetro de excelencias termina inclinándose en dirección al notable raso. Lo hace por la aportación substancial de Alfonso Pérez, un poeta capaz de la maravilla y la falacia; inhábil aquí para exorcizar de su escritura la alegoría transparente, las imágenes del plumilla novato y la ingenua invocación al equilibrio social (‘Plumas’, ‘Violencia’). Por no hablar de ‘Canción Estúpida’, una pataleta contra el elitismo de diseño que merece ser tomada al pie de la letra y hacerse el ‘Je Suis Snob’ para la comunidad indie-arty-pop del fin de siglo. En definitiva, lo que pudo ser pesa más que lo presente. Sin que esto sea exiguo.

que produce dilemas morales a los críticos poco dados al cinismo. Por un lado se trata de la primera referencia de una nueva e ilusionada compañía, y redactar una crítica negativa que deje su crédito en números rojos a las primeras de cambio le dejaría a uno mal sabor de boca; por otro, el grupo en cuestión no es nada del otro jueves. Optemos, pues, por una poco comprometida tercera vía y digamos que el disco no está mal, esforzado, lastrado por una producción algo barata que le da aire amateur, y que el currículum de sus artífices (colaboradores ocasionales de, entre otros, Jazz Two y Alma Vacía) hace presuponer que alcancen mejores cotas en el futuro. Allí nos vemos. Jesús Brotons

MERCROMINA CANCIONES DE ANDAR POR CASA

Subterfuge

El primer disco de Los Trovadores De La Lírica Perdida, grupo con un marcado gusto por los títulos aparatosos, es de los

Variado, original, sorprendente, escucha tras escucha, pero sobre todo bello, bellísimo relato musical sobre el amor o desamor, da igual. Así es el tercer disco de la banda de Joaquín Pascual (¿es necesario todavía decir aquello de ‘la otra mitad de los escindidos Surfin’ Bichos’?). ‘Canciones De Andar Por Casa’ no hace honor a su título y presenta mejor que nunca esa cualidad de la banda albaceteña de crear las ambientaciones más inquietantemente turbadoras junto a melodías de inmensa belleza, siempre con el pop como herramienta de uso.

LLISO

MANIACS VS. SHARKIAT

Juan Manuel Freire

LOS TROVADORES DE LA LÍRICA PERDIDA LO JUSTO EN SU JUSTO MOMENTO

Fünkdamental Records


cd store

pág. | 32-33

Las guitarras -acústicas o eléctricas- dejan que los teclados, algún que otro piano, desmarques electrónicos y hasta un saxofón (precioso dibujo de Nacho Mastretta en ‘Media Vida Entera’) tejan una tela de araña única, mágica, por la que la voz de Joaquín posa sus patas delicada y dulcemente para enmarañarnos con esas letras enfermizamente apasionadas. Sólo por canciones tan enormes como ‘Llamas’, ‘Evolution’, ‘Lluvia’ y, sobre todo, la triste belleza de ‘Vals De Ballenas’, cantada junto a Irantzu Valencia de La Buena Vida, vale la pena hacerse con este disco. Grande (e intenso). Chus Valero

MIKADO FOREVER

Le Village Vert - The Green UFOs

CZERKINSKY CZERKINSKY

Le Village Vert - The Green UFOs

CZERKINSKY VARIATIONS SUR NATACHA

Le Village Vert - The Green UFOs

Enamorarse no es una asignatura del corazón. Enamorarse es el acto más subjetivo de nuestra sesera, y lo que para unos es motivo de éxtasis es para otros un sinónimo de dispepsia. Enamorarse de él por verle llorar, amarla por ser alguien tan triste, preferir los días de lluvia a los rayos de sol, estos deben ser (seguro) los síntomas de alguna enfermedad. De un virus congénito a adicciones como Anaïs Nin, The Smiths o Jean

MARA & JALAL

Eustache. El extinto dúo francés Mikado, formado por Pascale Borel y Gregori Czerkinsky, no hizo sino empeorar nuestra convalecencia con su matrimonio de chanson y electrónica, ahora recuperado a través de una generosa colección de canciones (veintitrés cortes en total) que incluye su éxito ‘Naufrage En Hiver’ y una espléndida versión de Gainsbourg (‘Attends Ou VasT’en’), entre otras delicias (‘En Souriant’, ‘L’Amour Est Un Peu Fragile’, ‘La Fille Du Soleil’ o la anglófona ‘Romance’) que emborrachan de morriña como un espirituoso licor. No eres el único, te dicen, en este jardín de sauces llorones. Y en el estreno en solitario de Czerkinsky se adivina otro empacho de melancolía, esta vez aliñado con dosis de galantería à la Serge Gainsbourg. Esa pose de gentilhombre seductor nos la sabemos de memoria: la voz falsamente confidencial, el saber del poder epicúreo del idioma, ‘James Bond Contra Goldfinger’ en sensorama y unas sesiones nocturnas de crooning en Montecarlo para hacer guiños a damas casadas y bien parecidas. Gregori se (re)presenta en una declaración de personalidad (‘Czerkinsky’) que abre el camino para hits de indie-disco - ‘Natacha’, objeto de reconstrucciones muy respetuosas en el fenomenal maxi ’Variations Sur Natacha’-, emulaciones de Jarvis Cocker (‘Les Sacs En Plastic’), flirteos con el trip hop glacial (‘Princesse De Cire’) y múltiples filigranas de excelso tecno-pop. Mis dos highlights perso-

nales son ‘Le Monde Entier’ y ‘Les Anges (Ne Pleurez Pas)’, pero quizá algún día me despierte de buenas y prefiera enchufarme al explícito ‘I’m Hot’. En conjunto, en una palabra, “chapeau!”.

estilos de un artificioso, e innecesario, barniz moderniqui. Todo un ‘must’ para antiguos lectores del ’Ptolemaic Terrascope’. Revisionistas, sí. ¿Y qué? Jesús Brotons

Juan Manuel Freire

NÛS MUSHROOM ANALOG HI-FI SURPRISE

Clearspot - Dock

Negar o aceptar que no hay nada nuevo bajo el sol, que nada queda por inventar, implica iniciar un debate estéril en el que no tengo tiempo ni ganas de participar. Hace ya algún tiempo que a un servidor se la traen floja amorfos conceptos como ‘innovación’ o ‘vanguardia’, prefiriendo disfrutar aquí, ahora, sin vergüenza y sin prejuicios de lo que en cada momento se tercie, por retroguardista o lelo que sea. “Te vas a reír. Ya me contarás”, me dijo Luciano al largarme el segundo disco de Mushroom, grupo que ni descubre nada, ni innova, ni maldita la falta que le hace. No sólo no me he reído, sino que he gozado como un enano con esta panda de revivalistas que, sin ningún pudor, exhuman y resucitan estilos enterrados bajo el polvo de décadas de desprecio y ostracismo: sicodelia progresiva, Canterbury, órganos a lo Booker-T, guitarras entre Nick Saloman y Robert Fripp, el jazz eléctrico de Miles Davis y algún toque krauto, único género éste que aún goza de buena reputación, mayormente entre los enteraos. Y aciertan al no tratar de revestir tan señeros

INSIDE IS THE ONLY WAY OUT

Sub Rosa - Dock

Como un cruce esquizofrénico entre Rush, Marillion, Led Zeppelin, Héroes Del Silencio, David Sylvian, Pink Floyd y Living Colour, pero sin lo mejor de cada uno -eso en el caso de que tengan algo bueno, y lo digo por los Héroes y Pink Floyd-. Grandilocuente, ochentero, potente, abrumador y hecho con una convicción sonrojante. Cuando el rock no es post, ni retro, ni underground ni vanguardista, sólo exageradamente épico, entonces es el que hacen Nûs. Y claro, Bill Laswell, el hombre que toca todas las teclas, no ha podido resistirse a la tentación de estampar su firma en esta auténtica rareza y dedicarse a producirlo con, todo hay que decirlo, resultados muy dignos. Para muchos éste será sin duda un disco lleno de anacronismos, mientras que a los seguidores de los calvarios que son las carreras en solitario de los dinosaurios del rock, 'Inside Is The Only Way Out' les sabrá a auténtica gloria. Vamos, que si en Sub Rosa no eran lo bastante raros van y fichan a Nûs. Me jugaría algo a que hasta son fans de Tolkien y los juegos de rol. Roger Roca

self 15


cd store

pág. | 34

PACTO ENTRE CASTELLANOS ESPAÑA ES UNA PUTA

Avoid Records

La clave para el disfrute de productos como éste radica en el nivel de complicidad que puedas establecer con su propuesta, lo que técnicamente se conoce como ‘código de fruición’ (y olé). O si lo prefieres, en no pedirle peras al olmo: el sublime sincretismo del título y del mismo concepto de grupo, el descaro de grabar un largo de 4 temas (partes cada uno de ellos en sus componentes musical y vocal y, sorpresa, ya son 12), la fanzinera portada y un análisis social de una sutileza digna de las viñetas de Azagra. Claro que uno es un simple polaco y puede que haya algo que no cace. ¿Para cuándo una ‘Entesa Entre Maulets’? Exigimos desde ya una cuota del 25% de rap doblado al catalán. Pau March

PORTISHEAD ROSELAND NYC. PORTISHEAD LIVE

Polygram

Pregunta: ¿era necesario este disco en directo?. Respuesta: sí. Pregunta: ¿pero, no es algo así como unos grandes éxitos de los chicos más queridos de Bristol? Respuesta: pues no. Pregunta: ¿pero no son los directos la excusa perfecta para que los grupos puedan estarse rascando la panza u otra zona a la altura de los muslos? Respuesta: sí. ¿Entonces, no será que este directo no era necesario? Respuesta: pues no. En primer lugar el susodicho título, ‘Roseland NYC.

Portishead Live’, nos dice que es una actuación de Portishead en Nueva York y más concretamente en un local llamado Roseland, lo que es cierto, aunque sea algo más que una actuación de Portishead. Lo que no nos dice es que este disco sirvió como presentación del segundo trabajo de Beth Gibbons y sus chicos. Y no una presentación al uso, sino una exposición de cómo debía (no debería) sonar Portishead. Una sección de cuerda de casi 30 personas arropa los desgarradores lamentos de Beth Gibbons, mientras que la guitarra de Adrian Utley se resquebraja en mil pedazos y los platos de Geoff Barrows dirigen la brújula de la desolación. Todo el mundo sabe ya de sobras lo que significa Portishead. Ya es inútil recitar elucubraciones referentes a su música. Todo el mundo sabe que es oír al corazón como llora. Lágrimas teñidas en rojo. Eso y nada más. Tristeza. Soul. Música de resistencia emocional un minuto antes de estallar. Cierto. Lo grande de esta grabación es que nos muestra a Portishead tal y como sonarían si en cada show que dieran, pusieran a la filarmónica como apoyo logístico a tanta belleza. Ya sólo escuchar los acordes iniciales de ‘Humming’ producen al oyente una sensación similar a la de perder el alma -lo juro-. La rotundidad de ‘All Mine’, ‘Half Day Closing’, ‘Cowboys’ y ‘All Mine’ junto a esos susurros salidos del corazón llamados ‘Only You’, ‘Sour Times’ o -sobre todo- ‘Glory Box’ dan la razón a Portishead cuando afirmaron que “era así como queríamos sonar desde

un principio, lo que la falta de medios nos lo impedía”. Señoras y señores, tristeza y belleza vuelven a fundirse, creando la perfección. Manel Roig

PROHIBITION 14 UPS AND DOWNS

Prohibited - The Green UFOs

Lo que yo necesito es un paraíso. Si muevo mi cabeza hacia el cristal izquierdo, advierto que esta ciudad no es el París en primavera de Cole Porter. Es un cadáver, ni gime ni carraspea para hacerse notar, hasta que un día le sobreviene un acceso de violencia. Es así como rueda: arriba, abajo, ahora bajo tierra, ayer sobre la nube. De repente el último verano. El encierro de la habitación, el trasiego del aeropuerto, el oscilar del limpiarabrisas, la podredumbre del archipiélago que un día compartimos. No lo llames cobardía. No podía aventurarme a quererte porque no podía permitirme perderte; la comunicación volvió a fallar, y no estoy exánime del daño. Tengo la sensación de habitar el lugar más solitario del mundo, y de no gustarme la soledad tanto como había pensado que me gustaría, o debería gustarme… Hay gente que huye para llegar a otro lugar, quizá mejor, quién sabe si peor, distinto siempre. Lo terrible es querer marcharse y no querer ir a ningún sitio, aquí está la desventura. Pero no debo pensar en dudar; sólo en lo que me espera más adelante, pensando, a partir de este kilómetro, el vacío y la falsedad quedarán cada vez más

MIL DOLORES PEQUEÑOS

lejos. Observo los postes de telefonía en simétrica moción e imagino que esta huida es una road movie en baja resolución, con Prohibition sonando de fondo a los grises, al granulado, a la inconstancia: negro y blanco, una cima y un bajón, un tramo de tranquilidad y el juego de autos de choque al final, como en una montaña rusa donde se alternan tensión y tregua. Te escucho en todos los silencios, me abandono al trámite de los reproches (una madrugada) y en este instante vuelven los tirones cerebrales. Socorro. La constancia me ha abandonado. Juan Manuel Freire

RIALTO RIALTO

China - EastWest - Warner

Tras varios meses de espera ya podemos disfrutar del debut de Rialto, banda encabezada por Louis Eliot y su compañero Jonny Bull, que ha disfrazado de excelente forma el sonido del sexteto. El disco es un viaje envuelto de tonalidades melancólicas, en el que destaca como máximo exponente la realidad de los colores. Sin dudarlo, hay cuatro temas que forman el póker: ‘Monday Morning 5:19’, buque insignia del álbum; ‘Dream Another Dream’, otro single, quizás el más popular (los autores de la mezcla final son Stephen Hague y Mike ‘Spike’ Drake, colaboradores de New Order); ‘Untouchable’, un tema lleno de burbujas de purpurina; y ‘Underdogs’, un claro mensaje de apoyo a los inválidos y contra la


P///VIRGIN///BASSICO 99


existencia de barreras sociales. Destacar también la atmósfera Beatles de ‘Summer’s Over’ y el magnetismo bipolar de ‘Lucky Number’. En definitiva, una opera prima que había levantado expectativas y que no ha desilusionado. Antonio Santaeularia

ROB SWIFT THE ABLIST

Asphodel - Satélite K

Noqueado. Noqueado tema tras tema por los guantes que lleva puestos este genio de 25 años llamado Roberto Aguilar. Miembro de los X-Ecutioners, creadores de una de las piedras filosofales más imprescindibles de esta última década del milenio, el enorme ‘X-Pressions’ (97), Rob Swift ofrece al oyente una lección de lo que es saber trabajar con dos platos sin necesidad de pinchar a toda leche. Está claro que si la calidad de un Dj reside en lo rápido que puede llegar a pinchar con dos o tres ¡Dios mío! platos podemos tirar la toalla y escuchar cualquier mierda que a uno le endosen con tal que en su interior un tipo aparezca con las yemas de sus dedos jodiendo los surcos de un vinilo a base de frotar y frotar (pues no dice el anuncio que “el frotar se va a acabar”). ‘The Ablist’ se construye bajo la presencia de la figura del plato giradiscos como protagonista absoluto de la velada. Y bajo los mandos de este vehículo capaz de conducirte por los caminos más suculentos del viejo y del nuevo hip hop se encuentra el prodigioso

scratch de Rob Swift. Bombas de relojería que funcionan con asombrosa precisión ‘Dope On Plastic’-, declaraciones de principios tan verdaderas como una casa ’Turntablist Anthem’-, temas que no desentonarían en las radio-fórmulas -’I’m Leaving’, idas de olla que superan lo que a priori sería pura anécdota -’Something Different’- y sobretodo y ante todo, pruebas una tras otra del portentoso talento del muchacho y de lo que es capaz de hacer con ese diez de imaginación llamado ‘Two Turntables And A Keyboard’, que es sencillamente prodigioso. Lo dicho, ya tenemos el mejor disco de hip hop del año. 10. Manel Roig

ROBERT MERDZO N.Q.O.T.B.

Disko B - So Dens

Definitivamente, la música electrónica se perdió con la llegada del Cd. Un formato que permite comprimir casi ochenta minutos en un redondel de doce centímetros de diámetro y que en un envase adecuado (el doble Cd) puede albergar casi dos horas y media de sonido. Pero la culpa no es de un formato u otro: la culpa es de quién cree que debe marcar un punto y aparte (un punto final, a veces) en la historia del audio con sus composiciones de dieciocho minutos (‘Radios’). O de catorce (‘Coombus’), doce (‘Dust’) y once (‘Watch My Sleep’, ‘Tila’). Eso sin contar los innumerables cortes publicitarios de más de cuatro minutos, las Aidas pseudo-

sesudas (¡ópera lo-fi!) o un experimento telefónico simplemente agobiante (zero, zero zero y zero zero zero suman entre las tres siete minutos de llamadas telefónicas pasadas por cuatro cachivaches electrónicos). En pocas palabras: reivindicar la experimentalización de manera tan estúpida no hace más que empañar el nombre de la música electrónica. ¡Buf! Marc Piñol

RYUICHI SAKAMOTO Love Is The Devil

Kab America - Asphodel - Satélite K

Ryuichi Sakamoto, hombre de mil rostros, se esfuerza por sobrevivir al tráfico de la joven competencia; ahora sus rivales inmediatos serían, por poner dos ejemplos, DJ Krush o Boom Boom Satellites. Mira a un lado (pasado) y a otro (futuro), cruza las fronteras (no hay género que deba aprisionar al artista) y nunca comete severa infracción al mando de su talento. Su contribución al pop ha sido siempre personal y en contacto con la actualidad, ya como miembro de Yellow Magic Orchestra, ya en sus trabajos en solitario (aprovecho este espacio para reivindicar el magnífico ‘Sweet Revenge’ -94); y como compositor de música para cine, especialmente en sus trabajos para Bernardo Bertolucci (‘The Last Emperor’, ‘The Sheltering Sky’, ‘Little Buddha’), el japonés se ha mostrado especialmente capacitado en la creación de imborrables leit-motives y sugestivas variaciones, músicas a

MUSHROOM

menudo por encima de su base fílmica. La banda sonora de ‘Love Is The Devil’, iconoclasta biopic del pintor Francis Bacon, es otro cantar: en lugar de estructurarse en torno al esquema de tronco-y-ramificaciones, se compone de escorzos ambientales sin nexo entre unos y otros, breves pinceladas al piano y el sintetizador que permanecen a medio desarrollar. Tiemblan como llamas que a punto de apagarse renacen o se tornan hacia una dirección diferente, en la persecución de un instante volátil como un suspiro. Los efectos: sensaciones múltiples y dispersas de opresión, holgura, oscuridad o libertad, inyección de vida y deceso, en orden y desorden; su mayor logro, comunicar el sueño con la realidad. Una dádiva de espacio para imaginar. Juan Manuel Freire

SCANNER SOUND FOR SPACES

Sub Rosa - Dock

‘Sound For Spaces’ documenta fielmente la faceta más interesante de Robin Rimbaud, la de audio-artista escultor del sonido. Reúne nueve piezas compuestas por el fisgón telefónico entre 1984 y 1999 para amueblar espacios y acompañar eventos ‘postmoelnos’, de esos que tan gran predicamento tienen entre la gente culturizada. Muzak electroacústico para galerías de arte e instalaciones multimedia, obras de difusión radiofónica y para creaciones de videoarte, performances, etc., ambiental según los postu-

NÛS


cd store

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lados enoístas, tan interesante como ignorable, no intrusivo, idóneo para cavilar sobre las teorías de Deleuze mientras pasas el mocho por la cocina. Aunque no comulgues con los sesudos postulados teórico-filosóficos que sustentan las piezas, éstas tienen un valor estrictamente musical suficiente como para sostenerse por sí solas, incluso independizadas del evento que las hizo nacer y al que en un principio estaban subordinadas. Altamente recomendable para amantes de la electrónica culta y artistas en busca de subvención. Jesús Brotons

SHEA / WACHTELAER / PARKINS / KONDO / LOW / O' ROURKE FEAR NO FALL

Lowlands

PIERRE BASTIEN MUSIQUES PARALLOÏDRES

Lowlands

Uno, que ha visto más conciertos de improvisadores contemporáneos de los que le gustaría recordar (es axiomático que todos, cuando se les agotan los recursos, resuelven percutir sobre su instrumento, propinándole golpecitos que en buena ley les correspondería a ellos recibir), y se ufana por ello de soler poder separar el trigo de la paja, celebra tener la oportunidad de escuchar y recomendar este 'Fear No Fall', álbum a cargo de un auténtico all-star del libre abuso instrumental (David Shea, Dirk Wachtelaer,

PIERRE BASTIEN

Zeena Parkins, Toshinori Kondo, DJ Low y Jim O'Rourke), grabado en directo durante la edición de 1997 del Klapstuk Festival de la ciudad de Leuven. Las siete piezas aquí recogidas, divididas entre duetos y tercetos más una con el equipo al completo, documentan la dialéctica establecida entre estos seis prestidigitadores de las sonoridades inauditas, ya mediante la feroz confrontación entre sus respectivos instrumentos, ya obligándolos a mantener conversación, borrando a cada paso los límites intergenéricos en busca del ángulo inédito, el contraste y la superación de esquemas. Muy bueno. El francés Pierre Bastien, famoso por los instrumentos de ejecución automática que él mismo se construye con piezas de mecano (de algún modo emparentables con los monstruos de gran tonelaje del luthier post-industrial Matt Heckert), abandona por un rato su singular orquestina de robots para confeccionar un álbum que es tanto un punto y seguido en su fijación con las instalaciones a base de mecanismos de precisión como un explícito homenaje al padre precursor del giradisquismo en su facción arte conceptual, John Cage. En 'Musiques Paralloïdres' el francés manipula, 'prepara' los mecanismos de viejos tocadiscos, según él "instrumentos portátiles que vienen completos con su propio estuche", de manera que el brazo lector literalmente salte y se mueva a su libre albedrío por encima de los surcos, creando bucles a base de tropezones sobre los que el propio

Bastien va dibujando frágiles líneas de trompeta de una melancolía 'after hours' subrayada por el tono deliberadamente añejo de los vinilos empleados. Resultón en sus primeros compases y algo falto de fuelle en su tramo final, se trata de un trabajo genuino en su condición de homenaje al fluido cultural que marcó la adolescencia de su autor, así como una grata compañía para esos difusos momentos en que la tarde vira a sepia. Jesús Brotons

SUPERCINEXCENE SUPERCINEXCENE

Tü Pierdes

Nos encontramos ante uno de los mejores discos de música electrónica hechos aquí, aunque daría igual si estuviera hecho allí. Un tipo que era batería de Los Planetas agárrate- coge, se encierra en su casa, se sienta ante un ordenador, crea musiquitas, samplea lo que le da la gana, pincha el plato cuando le apetece y dibuja un trabajo perfecto, sencillamente perfecto. Nunca la combinación melodía-ritmo había sido tan bien entendida. Pedazos de canciones, emoción, sensibilidad, agitación, speed y lo que quieras. Funky, hip hop, techno, ambient se funden como si entre ellos no existiera una línea fronteriza que delimitara su radio de acción, consiguiendo lo que parece que por fin se está logrando para el bien de los oyentes: música que engancha. Y lo hace de verdad. Raúl Santos tiene un

talento que asusta. Asusta el hecho de que algo tan tremendo no cuaje y te quedes sin más. Es una de las pocas veces que un disco se merece la etiqueta de obra maestra. Este disco lo es. Aspirante a mejor disco del año desde ya. Manel Roig

THE ALOOF SEEKING PLEASURE

Dro - East West

The Aloof, la banda de rock’n’roll que lleva cinco años haciendo música para clubs, ha llegado a su tercer álbum a pesar de las bajas –primero Andrew Weatherall y Richard Thair, ahora Jagz Kooner- y de los bajones. De los desniveles que se palpan en lo irregular de ‘Seeking Pleasure’, un disco que comienza con el imponente instrumental ‘Morning Spangle’, acompañamiento para una imaginaria secuela de ‘Blade Runner’, y que más tarde encaja lo acertado con aquello que debió ser descarte. No faltan en esta tercera entrega las baladas romántico-épicas (‘What I Miss The Most’, ‘All I Want Is You’), las sacudidas rockistas (‘I Find Fun’, ‘Personality’) o un instrumental de spaghetti-western, ‘N89’, que se aproxima a Morricone desde el prisma del retrofuturismo. Pero éste es un álbum que parece construido desde el afán de emular (al anterior y espléndido ‘Sinking’ -96-, claro) y no de estremecer a través de nuevas sensaciones. Quizá la ausencia de Kooner no sea algo a tomar en broma, y decir que este disco es

self 15


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tan bueno como el anterior (por siempre, un título inolvidable) sería hacer un flaco favor a la banda. En aquél no había relleno alguno; aquí la mitad de los temas podrían pasar por caras B de Audioweb. No es una obra que refleje la capacidad de conmoción que tuvieron The Aloof: basta con escuchar ese pesado ‘Alone’ con el que se finaliza el disco para darse cuenta de ello. Esa canción representa el lado más flojo del álbum; ‘Morning Spangle’ o ‘N89’ representan su posible punto de fuga, el camino que deberían seguir para recuperar el aplomo, la pasión y la inspiración de sus buenas horas, y para que algunos perdamos el temor a su estancamiento. Todavía no es el tiempo para vestir de luto, paciencia; quiero ser optimista. Juan Manuel Freire

THE HERBALISER VERY MERCENARY

Ninja Tune - Satélite K

Tercer trabajo de los británicos The Herbaliser, y el que es, sin duda alguna, su mejor trabajo hasta la fecha. Jake Wherry y DJ Ollie Teeba componen una de las propuestas más interesantes del panorama hip hop británico. Cada uno de ellos con un background personal marcado (hip hop por la parte de DJ Ollie y funk y jazz por parte de Jake Wherry) se funden en uno allá por el año 92, cuando Jake decide montar su propio estudio, aunque no será hasta el año 95 cuando verán publicado su primer

larga duración, ‘Remedies’, en el prestigioso sello Ninja Tune. Herbaliser crean sugerentes scores con una humareda cool que deja un sabor de boca realmente muy agradable. Piezas con vocación instrumental, apoyadas de algún que otro regalo vocal (Dream Warriors, Roots Manuva, Bahamadia, Blade), capaces de crear una atmósfera donde tan pronto se asoma el easy-listening -’Funny?’-, una comunión perfecta entre funk, jazz y hip hop ’Goldrush’, ‘The Sensual Woman’, ‘Starlight’-, la historia del hip hop en 5 minutos y medio -’Wall Crawling Giant Insect Breaks’- y un hálito a soundtrack de cine noir que inunda todos los rincones del disco. Y sobre todo la sensación de encontrarnos ante una verdadera obra maestra del género, un cénit nunca antes tan bien alcanzado, tan rotundamente bien acabado. Con discos como éste la palabra obra maestra se queda ya pequeña. Manel Roig

THE LITTLE RABBITS YEAH! / REMIXED BY...

Rosebud - The Green UFOs

Que existan dos direcciones básicas de movimiento sobre un esferoide, es decir, norte-sur y este-oeste, y existan tres tiempos sobre los que versar el pensamiento -pasado, presente y futuro- no significa necesariamente que seguir el dictado de la brújula y la consciencia sea la mejor opción. Mucho más aprovechable es estar al mismo tiempo en el

plato y en las tajadas, tomar la dirección al sudeste cuando la razón te obliga a perseguir el norte, cambiar del flash-forward al flash-back cuando la visión de futuro se prevea en exceso inanimada y cientificista. Una onomatopeya y las palmas que marque un groove espontáneo serán la mecha. Ellas, un impulso de chaladura, un gruñido de Jon Spencer, una pirueta retrofuturista de Beck Hansen o cualquier “yeah!” voceado en, válgame la redundancia, ’Yeah!’ (98): una excitante revisión del rock yanqui desde la (post)modernidad, nacida por igual del culto a los mitos -Frank y Nancy Sinatra, Marlon Brando, Al Capone, el Wonderbra- y del reciclaje contemporáneo, del respeto por los clásicos y la iconoclastia más hilarante, cubriendo el género de la raíz a las puntas (con brillantina o sin) y dejándolo bien poluto. El disco (de puro desgañite) se reedita ahora con un Cd adicional, que compila las reconstrucciones que Purple Penguin, My Bloody Valentine, Solex, Katerine o K.U.D.O. (ex UNKLE, Major Force) han grabado a partir del repertorio de los galos. Un artefacto más que recomendable.

las constantes en la carrera de los Residents es su contínua búsqueda de motivos argumentales, mejor cuanto más bizarros, como excusa para levantar álbumes conceptuales más grandes que la vida, y para la ocasión no se les ha ocurrido nada mejor que fijar el ojo en el libro por excelencia, la Biblia de los cristianos, un icono tan típicamente yanqui (no hay motel del medio oeste americano que no guarde un ejemplar en el cajón de la cómoda) como la Coca-Cola, el coleccionismo de armas de fuego o los propios Residents. Como no podía ser de otra manera, tratándose de tan singulares trapazas, el recorrido hace hincapié en los aspectos más morbosos, y jocosos, del sacro tocho, de los que por cierto no anda corto: sacrificios, violaciones, incestos, genocidios, traiciones... Sexo y violencia, vaya, los dos elementos que hacen la vida divertida, que actualmente vemos en colores por televisión y que por aquel entonces tenían que conformarse con leer. A colocar entre el ‘Sounds From The Book’ de Aube y el ‘Jesucristo Superstar’. Jesús Brotons

Juan Manuel Freire

THE THIRD EYE FOUNDATION THE RESIDENTS

YOU GUYS KILL ME

Domino - Caroline

WORMWOOD

Euroralph - Dock

Bandas sonoras y comecocos multimedia aparte, éste es el primer álbum de los enmascarados concebido como tal desde el lejano y genial ‘Freak Show’ (1991). Una de

PORTISHEAD

Igual que otros usan las fórmulas como seguro de vida, Matt Elliott, cada vez que emprende uno de sus atentados sonoros, opta por tomar las sendas menos fáciles de transitar. Con ‘Semtex’ (96), ‘In Version’ (96)


P///PIONEER


y, sobre todo, ‘Ghost’ (97), quizá el más desasosegante disco de esta década, el líder y único miembro de la fundación del tercer ojo parecía conjeturar sobre la capacidad de aguante del oyente. Y lo que al principio parecía un reto de imposible aridez (de trepanarse la sien), al final se agradecía en el alma. La única respuesta posible a su embate es la extenuación, la afectación de verdad, o como sentarse a examinar las miserias, las ausencias de uno mismo: nada de viejas fotos y amores inventados, ni huella de nostalgia o decoroso estético lamento. Para construir este telúrico ‘You Guys Kill Me’, Elliott ha amueblado de espacios lo que antes era terreno para la claustrofobia; ahora se presenta deletéreo y estilizado a un tiempo; denso, pero alterado por unas moléculas de claridad. Y como un veneno que engaña por su fragancia, comenzar con la casi tropical ‘A Galaxy Of Scars’ deja bien claras las intenciones: la nueva rítmica de Elliott se arrastra con elegancia y sofisticación. El destino es el mismo: parajes donde no llueven aguas sino lágrimas. Si ‘There’s A Fight At The End Of The Tunnel’ supone casi un respiro al lloro de ‘For All The Brothers And Sisters’, el magnético jungle de ‘No Dove No Covenant’ o ‘I’m Sick And Tired Of Being Sick And Tired’ es de los que dejan sin aire. Más tarde, y para cerrar su hermoso catálogo de pesares y malestares, Matt juega a ser Geoff Barrow en ‘In Bristol With A Pistol’, y sugiere que en su habitación entra el aire de ventanas abiertas, pero de

ventanas abiertas a una ciudad gris en invierno, o a un desierto nuclear, imagino. El oxígeno no quita la gangrena, y la luminosidad no quita la desolación. La vida acaba aquí. Juan Manuel Freire

THROBBING GRISTLE KREEME HORN

Dossier - Dock

Parece increíble, pero todavía resta material por exhumar de Throbbing Gristle, el grupo que mejor ha sabido musicar una migraña. Siete años arrojaron toneladas de material en bruto, por lo general cacofónicas improvisaciones de autocomplaciente feísmo que han ido publicándose sin apenas posproducción para regocijo de completistas de la saga y puristas de la primera ola industrial en general. 'Kreeme Horn' presenta a unos primerizos TG registrando sus deformes jams en lijosa baja fidelidad con una grabadora portátil. Material excipiente que no descubrirá nada nuevo a los ya iniciados y que difícilmente atraerá nuevos acólitos. No obstante, si el disco tiene un valor es el de poner de manifiesto, una vez más, que el auténtico poder del grupo no residía en su facilidad para crear atmósferas opresivas, sino en la fe verdadera, inquebrantable, cuasi religiosa, profesada a su misión de divulgar la parte lóbrega de la existencia, la miseria humana en todo su esplendor; fe que luego sería llevada al paroxismo en los paródicos Psychic TV. Los

Años antes de la posmoderna fiebre por el lounge y el easy listening, de la bella vita de Martini y la reivindicación de John Barry a

cargo de Portishead, Tindersticks o Robbie Williams, el italiano Gianni Antonino ya había creado un sello (Shado) y un grupo (Valvola) a mayor gloria del soundtrack imaginario y el pop de la era espacial. Las sintonías de ‘Teenagers Film Their Own Life’, el álbum que grabaran en 1993 junto a Subterraneans, están tan cerca de Laurie Johnson como de Jean-Jacques Perrey y, puestos a reivindicarle, también de Los Siete Magníficos de John Barry. Sintonías que son canciones de letra y humo (‘An Audio Obstacle Course’, ‘He Cried’), livianas y amorosas y bien raritas; chucherías para deleite de quien no encuentre diferencia entre lo pop y lo experimental. Al lado de su antecesor, ‘Stereo Happening’ (98) -colección de rarezas, remezclas y bandas sonoras- suena a superproducción y huele a dopaje. El grupo ha ganado en medios, sonoridad e inspiración; sólo hay que comparar las dos versiones de ‘End/Exploring The City Of Ghosts’ -la mejor canción del grupo, hasta el día de hoy- para apreciar el avance. Un progreso que pasa por la absorción de una estética sonora algo más contemporánea, aunque en espíritu continúen fieles a su ideario. Siguen encantando, siguen hipnotizando como lo hicieron ayer. Los surcos parecen susurrar aquello de “estás cansado, muy cansado, los párpados te pesan, te mueres por cerrarlos para dormir”. Uno y otro, dos buenas razones para regresar al futuro o caer, muy a gusto y sin rebote, en los brazos de Morfeo.

RIALTO

SCANNER

méritos artísticos de TG, apóstoles de la deformidad y la insania, siempre fueron inversamente proporcionales al tamaño del culto mitómano creado a su alrededor. Más allá de sus hallazgos formales, que por supuesto tuvieron, queda constancia de un grupo genuinamente subversivo porque, como decía un personaje en 'Videodrome', tenían una filosofía, y eso era lo que les hacía peligrosos. Jesús Brotons

TRASHMONK MONALISA OVERDRIVE

Creation - Sony

Si estabas buscando un disco esencial para el 99 te conviene leer esto. ‘Monalisa Overdrive’ muestra una visión de diferentes influencias, de ayer y de hoy. Nick LairdClowes (Trashmonk) ha construido unas fuentes cargadas de sinfonías orgánicas y ruido transparente, envueltos en una calma impresionante, y unas letras que describen juicios morales y momentos de penuria. Intensidad y belleza a raudales en el mejor puzzle sónico posible. Disco y aparte. Antonio Santaeularia

VALVOLA TEENAGERS FILM THEIR OWN LIFE STEREO HAPPENING

Shado - The Green UFOs


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pág. | 40-41

Juan Manuel Freire

VIOLADORES DEL VERSO VIOLADORES DEL VERSO

Avoid Records

Se detiene el Cd y ¿qué te queda? Que Kase O mola. Que Liriko mola. Que Hate mola. Que Fuethefirst mola. Que su Dj mola. Que su micro mola. Que sus enormes pollas molan. Que los ghettos del Alto Aragón molan. Que soltar tacos mola. Que los Violadores Del Verso molan, molan mucho más que tú. ¿Qué le queda al oyente? Reconocer que L.L. Cool J. sí que molaba y que se impone un estudio sociológico sobre el solipismo hop que supone tanto “Me, Myself & I”. Que quien sólo habla de su vida nunca hablará de la mía. Pau March

VV. AA. BSO FESTIVAL DE CINE DE GIJÓN

Satélite K

Uno de los grandes problemas que tiene el mundo editorial-musical-artístico en nuestro país es que todos nos creemos capacitados para hacer cualquier cosa que se nos presente: así vemos a un crítico musical rodando su primer corto, a un pintor haciendo sus pinitos en la disco-music, a un autoproclamado director de cine creando su propia línea de ropa o a un fotógrafo haciendo crítica musical… todo ello basado en un presunto eclecticismo y capacidad de análisis de cualquier fenómeno creativo. Y tú me puedes preguntar… ¿a qué viene esto?. Pues

SUPERCINEXCENE

resulta que hay gente que piensa que por hacer música (y en algunos casos muy buena) puede ponerle sonidos a cualquier cosa que se le presente, desde un anuncio de coches hasta un cortometraje. Y es que los muchachos lo intentan, probablemente tengan buenas intenciones , y un ego tan grande que piensan que pueden salir airosos de cualquier reto, pero eso no es cierto. En el disco que nos ocupa hay seis intentos de realizar una banda sonora de diferentes cortos, algunos llegan a buen puerto (sobre todo I.P.D.), poniendo sus instrumentos al servicio de una obra cinematógrafica, pero realizando una composición que no se sostiene fuera de este contexto; otros naufragan estrepitosamente (Silvania son, con mucho, uno de los peores grupos de música electrónica que circulan por aquí), y otros realizan unas obras coherentes con su estilo, en algunos casos brillantes (sobre todo Madelman y Vanguard), y que funcionan perfectamente fuera de este contexto. Astrud se queda en un punto intermedio, y su colaboración a veces resulta fantástica y a veces tediosa, convirtiéndose en el peor momento de toda su discografía. A pesar de las buenas intenciones, el conjunto resulta demasiado irregular y, fuera de esas proyecciones que se realizaron en el Festival de Gijón, no tiene demasiado sentido. Este Cd es puramente anecdótico, siendo una loable y, en cierta forma, fallida colaboración entre cine y música electrónica, dejando constancia que el intrusismo entre diferen-

tes disciplinas artísticas suele engendrar bodrios (aunque siempre hay excepciones, claro… ) Tito

V.V.A.A. ... COMPILED

Chain Reaction - So Dens

FLUXION VIBRANT FORMS

Chain Reaction - So Dens

'... compiled', que es lo que su nombre indica, amontona en rodaja digital, en versiones remozadas, nueve temas de otros tantos artistas que fueron originalmente publicados en elusivo 12" de modo que tú, yo, tu prima y su vecino tuviéramos su acceso restringido. De su escucha queda la percepción de Chain Reaction como label con directrices creativas muy definidas (ya comentadas en Self 12-13), que los grupos implicados respetan e interpretan cada uno a su manera: mecánica y obsesiva (Continuous Mode, Erosion, Porter Ricks), etérea y emocional (Vainqueur, Ridis), bailable y escapista, vagamente detroitiana (Scion, Pelon, Substance), y hasta conjugando la electroacústica con la pulsación metronómica (Monolake). Resumiendo: '... compiled' es la forma idónea de conocer el estilizado sonido de uno de los sellos que más están haciendo por forzar los límites del techno, y una bicoca para los que no tenemos tiempo ni ganas que perder buscando las ediciones irreales de una compa-

ñía valiosa, pero que a veces parece obnubilada en su propio y cargante hermetismo. El álbum de Fluxion es partícipe de todas y cada una de las constantes de Chain Reaction hasta la fecha, lo que significa que si ya conoces el sello y has escuchado sus anteriores referencias, cabe la posibilidad de que ésta te induzca una cierta sensación de 'dejà vu'. Si por el contrario, 'Vibrant Forms' es el primer disco de Chain Reaction que te pillas, probablemente disfrutarás como un gorrino en el barro con la sensación de motricidad que se desprende de todos los cortes. Techno en constante movimiento, casi tan vaporoso como el de Vainqueur, pero mucho menos luminoso, como un nubarrón preñado de tormenta arrastrado por el viento amenazando constantemente con dejar caer una carga de pedrisco sobre nuestras cocorotas. Un buen disco, sólo perjudicado por su adecuación a una fórmula que va en rápido camino de agotarse. Jesús Brotons

VV. AA. FUNKTIO 2

Sauna Records - So Dens

Tras dos años de descanso, he aquí la segunda parte de la compilación techno ‘Funktio’ de Function Recordings (Helsinki) con 14 temas, de los que destacan los de Monojunk, Marko Laine, Nemesis XI, GMA y Sensien. Repleto de sonidos de baja frecuencia y trance de última generación, ‘Funktio 2’ nos

self 15


muestra como puede ser el techno del próximo milenio, es decir, más cercano a la música electroacústica que al techno tal y como lo tenemos en mente. Probablemente muy pronto el arte sonoro se vuelva a dividir en dos partes, pero en vez de tener por un lado la guitarra y por otro el techno, como sucedía en la década de los ochenta, parece que los primeros años del 2000 van a suponer la división del techno más minimalista por un lado y las mutaciones más variadas y frenéticas por el otro. E.mind

VV. AA. NEW VISIONS OF ELECTRO

So Dens

Bien, otra recopilación de electro (y van...) aparece y su intención es la de ofrecer una selección de las mejores producciones del género de los dos últimos años (carátula dixit). En el disco encontramos desde el electro más comercial y petarda (The Strike Boys, A1 People, Dynamik Bass System y, como no, el inevitable ‘Suicide Commando’ de Hell) al electro más experimental de Bolzbolz, el clasicismo de Le Car, la visión más tecnopopera de DMX Crew , Lonny & Melvin y Mass 2008 y el ‘savoir faire’ de I-F y sus invasores-fumadores de hierba. Se encarga de finalizar el recorrido por estas nuevas electro visiones Carl Finlow, con su proyecto Voice Stealer, aportando, sin duda, el mejor tema del disco. Toni Martínez

V.V.A.A. RECOPILACIÓN

Por Caridad

MIL DOLORES PEQUEÑOS OPIO

Por Caridad

ALMA VACÍA JARDÍN DE LOS CALLADOS

Por Caridad

Nadie debería desconocer que el que nos ocupa es uno de los sellos que más narices le echa en este país al asunto de la edición discográfica. Desde la independencia, sin incurrir en la automarginación, los caritativos llevan lustro y medio poniendo en el mercado, sin prisa, pero sin pausa, proyectos vinculados entre sí por su condición de músicas de lenta digestión, a veces difíciles, pero (casi) nunca excluyentes. Electrónica fuera de órbita, rock retorcido, jazz escarpado, 'spoken word' aberrante, libre improvisación, patafísica, hip hop, nada queda fuera del ámbito de una compañía que, aún no habiendo superado el mínimo listón cualitativo en algunas ediciones (no todo el monte en las músicas oblicuas es orégano), salda en conjunto una buena cantidad de sonidos merecedores de atención. Ésta su primera tarjeta de presentación incluye varios de los proyectos destacados de la escudería: Destroy Mercedes, Mil Dolores Pequeños, Alma Vacía, Mark Cunningham, Accidents Polipoètics, Javier Colis y, guiño al pasado, los ya extintos Vamos A Morir. Aunque no estén todos los que son, o por lo

menos han sido, el balance es positivo, máxime al irrisorio precio de 199 duros. Mil Dolores Pequeños, el grupo que Howard Devoto hubiera podido formar tras finiquitar Magazine, no aparenta en su cuarto largo haber quedado tocado por la salida de Javier Piñango. 'Opio' es el reverso distorsionado de la sicodelia, la vertiente sardónica de la new wave, un tratado de rock, vuelto del revés, conducido por las seis cuerdas de Javier Colis, personal guitarrista a la altura de un Elliot Sharp o un James 'Blood' Ulmer, y por la concisa batería de su hermano Nacho. Pese a lo que el título pueda sugerir, no es álbum para perderse en ensoñaciones (con excepción de la lánguida 'Yo Me Quedo' y la extensa 'Palabra Mágica', por otra parte el corte más flojo del disco), sino para permanecer despierto, atento a los matices en punta, listos para rasguñar, ocultos entre los pliegues de unos temas que (la de arena) se beneficiarían no poco con la ausencia de voz, de esa voz. Enriquecido con arreglos de Hammond, trompeta y fiscorno, huelga decir que es su mejor trabajo hasta la fecha. Por una vez, hasta la portada tiene un pase. Los veteranos Alma Vacía (dos ex DNI) juegan a fondo, en todas sus facetas, la carta de un hip hop de aire mortuorio, empezando por la lápida de la portada, siguiendo con la iconografía empleada (el nombre del grupo en caracteres góticos, el logo representando dos navajas traperas cruzadas y ensangrentadas) y finalizando en el sonido en sí del trío, crudo y frío como un cadáver desan-

grándose sobre la acera al filo de la madrugada. El tenebrismo de la presentación se extiende, lógicamente, a la temática de las canciones: pistolas recién disparadas o a punto de hacerlo, corrupción policial, venganzas, sangre, noche y muerte protagonizan unos textos atiborrados de ultraviolencia, coprolalia y, digámoslo sin tapujos, puro y llano reaccionarismo disfrazado de militancia reivindicativa ("No hay acción sin respuesta /... / tenemos mil recursos si alguien nos molesta", entre otras perlas). 'Jardín De Los Callados' es un esputo de vinagre, un memorándum del siniestro modo de pensar de los suburbios industriales; Alma Vacía, vallecanos malcarados con actitud desencajada, el mal rollo en persona.

SUBSTANTIA

THE RESIDENTS

Jesús Brotons

VV. AA. SUBSTANTIA

Sub Rosa - Dock

Recopilatorio a precio módico del más reciente catálogo de Sub Rosa. Aunque todos los temas hayan sido publicados en sus elepés correspondientes o estén a punto de serlo, por mil y poco pelas que cuesta el balance es francamente positivo. Se incluyen temas de DJ Grazhoppa & DJ Smimooz, Rom=Pari, Montage, DJ Wally Vs. Jigen, Bisk, Bump & Grind (que adjuntan el único tema salvable de su risible álbum, la remezcla a cargo de Matt Elliot), Tone Rec, Benge, Vedic, David Shea, una miniatura de Loren Mazzacane Connors y un curioso, aunque


david moufang

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irrelevante, corte hablado a cargo del director de cine David Lynch. Si no conoces la electrónica de 'qualité' del prestigioso sello belga, ésta es una buena puerta de entrada, un sampler tan recomendable como cualquier otro de los que han ido editando periódicamente para darse a conocer; si por el contrario el sello no te coge de nuevas, 'Substantia' te servirá para calibrar su catálogo actual. En ningún caso un disco que moleste en las estanterías. Jesús Brotons

VV. AA. UNIVERSONORO VOLUMEN 4

Boa

Dos Cd’s . En el segundo, rap: el Dj del Club De Los Poetas Violentos, Jotamayúzcula, remezcla la cosecha 98 del hip hop ibérico en el año de su ventilada consolidación: entre la pomposidad de los Verdaderos Kreyentes y la naturalidad de Elements, entre el ragga de Mr. Rango y la verborrea de Frank T, entre el electro de Zeta y la agradabilísima sorpresa de Sólo Los Solo, una búsqueda por mil calles hispanas en pos de aquella actitud que hace ya veinte años se encontró en las de Brooklyn. O en las de Washington. En el primer Cd, rock: están Fugazi. Pau March

THROBBING GRISTLE

un cd

ASTRUD MI FRACASO PERSONAL

Acuarela - Chewaka - Virgin

A partir de escuchar a los Associates, el desencanto me asaltó. En lugar de plantar jeta a mis bajones, en vez de repasar los cuadernos Rubio y hacer lo que mis amigos y mi familia esperaban de mí, me propuse hacer filosofía del fracaso. Si es que, en realidad, no sé si quiero ser feliz o no. "¿Por qué no estudias para agente inmobiliario, hijo?". Me aterra habituarme a vivir en el mundo de los demás, no en el mundo de las canciones que aprendí a tocar, los clips de Tocata, la bañera de espuma. Si no me gusta la realidad, pues no me doy por enterado, o embisto contra ella o le invento atributos que no posee. Escribiré novelas o poesía, pintaré cuadros, filmaré películas imposibles, etcétera. Y me sentiré mucho más yo, más a mis anchas. Aunque corra el peligro de quedarme atascado entre mis reajustes, o que después, más tarde y para mi estertor, no haya nadie que quiera escucharme. "Ya escucharé luego tu canción, cuando vuelva de la autoescuela". Si escribo novelas o poesía, si pinto cuadros o filmo películas imposibles, es para que la chica del stop me diga hola-qué-tal. Eso por lo menos. A lo mejor un día soy más concreto y le hablo de lo que suelo ver cuando pienso en ella, al expresar con palabras la tragedia de ver su cara y no poder besarla; mas parezco un mentiroso al intentar pronunciar te amo. "Define amor", dirá. Yo no sabré contestar a eso. Quizá esté condenado a ser un salvaje y un solitario, bailando mentalmente en la pista de mi habitación sin ventana. Quizá algún viernes por la noche no lo piense dos veces, asalte mi discoteca más cercana y tome contacto con el mundo que unos pisan y otros observan. "Dedico esta canción a ese que se esconde, el sosainas". No me hagáis otra vez lo del 'Was It Worth It' en extended version, porque sabéis que mi única coreografía es el baile del pato o algo por el estilo. Parece que a veces mis noches

UNIVERSONORMAL

empiecen bien, hasta olvido mi torpeza cuando la oportunidad lo merece. A esa cara guapa la conozco, me suena de algo y yo a ella no. De poco importa, sigo una máxima de Moz: 'cuanto más me ignoras, más me acerco'. Hasta que otra vez tropiezo y ella, obstinada, decide no volver a dejar pisarse. No doy crédito, ¿hacia dónde avanzan mis pies, hacia dónde mis cosas? ¿Estaré en stand-by hasta que pierda mi juventud? "Ya me explicarás por qué no has comido en toda la semana, vaya cara que traes a casa". Nunca recuerdo seguir el consejo que una vez diera esa chica tan lista. Jovencitas enamoradas, sed putas, duele menos. Y te vas solo y vuelves a casa y lloras y te quieres morir. Lo primero es siempre desmaquillarse y enjuagarse la cara en agua, tenga el valor que tenga eso. Quizá menos, porque hay algo en mí que no funciona correctamente, una o dos turbinas de muy adentro. De manera que mi día de mañana habrá de comenzar con buen pie; tengo que aprender a hacer funcionar mis cosas, y así no tener que escuchar a los demás decirme por qué soy un desastre y no sé ver el bosque tras los árboles. Si me interno en un bosque, lo más seguro es que muera de hambre; ni siquiera se me da bien hacer un transbordo entre líneas de metro. "¿Por qué no sales a la calle y así te dará un poco el sol?". Porque presiento azotes y lluvias, las siento llegar. A ver si un día alguien no me tolera una tormenta más y me hace crecer. Un ideal, allí no llego; el fracaso me supera y me trastorna. Un fracaso, como sabemos, sucede cuando te cambian las estrellas por naranjas de la China. En mis canciones favoritas, el primer verso es una lanzadera hacia lo desconocido, y el último me vuelve a recoger en el área que bien conozco. En la mente asignamos un tamaño, un color o un principio: despertar al borde de un cuerpo tibio, bebernos junto a él una limonada o recuperar en compañía el disco de los 6ths. En el mundo real, la nada, un gris y otro final de quedarse muerto. Qué contrariedad. Juan Manuel Freire n

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a la pulpe d’orange

david moufang texto | philippe gusching

Placer, indolencia y hedonismo... Estos son los tres valores que cultivan en su extraordinario jardín los tres creadores de Source Records. David Moufang, Jonas Grossmann y Dirk Mantei han sabido crear un florido oasis en el corazón de la música electrónica. Y es allí donde brota Source. David Moufang nos invita a visitar su pequeño mundo, donde el tiempo toma su tiempo... - Despegué a los 13 años. Primero con la batería y después con la guitarra. En el año 80 me compré un magnetófono de cuatro pistas y empecé a grabar temas. Cuando tuve la posibilidad me compré unas cajas de ritmo y unos sintes. Tienes gustos musicales muy eclécticos... Siempre he escuchado un montón de música muy diferente y todavía creo que es algo muy importante. En los años 80 escuchaba principalmente blackmusic: funk, hip hop, jazz, soul... que han quedado como mis mayores influencias, pero también soy un fan de los Beatles. De hecho me gusta toda la música. En el 87 empecé a hacer sets de Dj solamente con black-music ya que el techno de antes del 90-91 no me gustaba. Me encontré entonces con un amigo que se ocupaba de un reputado club en Mannheim, el Milk!. Pinchaba techno de Detroit y los primeros temas breakbeat. Este amigo, Dirk Mantei (D-Man), me hizo descubrir cosas como la recopilación 'Bio-Rythms' de Network o 'Burning' de Mark Kinchen, así como a Derrick May, Carl Craig, Juan Atkins, The Orb, KLF... Fue en Milk! donde escuché a Rob Gordon (Forgermasters, de Warp) por primera vez. No pareces estar realmente fascinado por el equipo perfecto, todo digital, con control total sobre aquello que haces. Tengo la sensación de que tienes preferencia por las máquinas analógicas. En general, no creo que la elección de tal o cual equipo sea importante para llegar al resultado que tú deseas, hay muchas posibilidades de hacer música, no me gusta limitarme a una sola. Por ejemplo, mi último álbum, 'Conjoint', fue grabado tanto con instrumentos reales (vibráfono, guitarra, órgano, congas, piano y voz) como con material analógico o digital. En estos momentos trabajo con un Mac con Logic Audio y un sampler Akai... Me gusta experimentar cantidad de cosas diferentes. Una de mis ambiciones sería realizar un álbum acústico al estilo de 'Laughing Stock' o 'Spirit Of Eden' de Talk Talk. No obstante, es verdad que me gusta muy particularmente lo analógico y estoy realmente muy contento de haber comprado mi material en una época en la que su precio no había alcanzado las sumas actuales. Emplear la tecnología analógica es verdaderamente excitante puesto que no reproduces dos veces lo mismo, lo que te fuerza a trabajar espon-

táneamente. En una de las últimas veces que hablamos trabajabas en la grabación de 'Conjoint', lo que parecía excitarte mucho. ¿Qué tal fue? ¡La grabación fue verdaderamente excitante! Los tres temas con Jami (1) fue una jam en las que él tocaba el órgano y yo la guitarra. Se han conservado los mejores momentos, corrigiendo algunas notas falsas en la mezcla. Creo que se ha capturado un buen feeling de directo, y esto se ve claramente en un tema como 'The Catch'. Con Gunter 'Ruit' Kraus (2) continué trabajando a partir de jam sessions. Él tocaba sobre unos ritmos y loops que yo creaba. Lo grabé todo haciéndole creer que el magnetófono no estaba en marcha. Su actuación se resintió de ello, fue más distendida, más abierta... Y para acabar, le pedí a Karl Berger (3) que grabase unas partes con vibráfono, que han sido añadidas como overdubs sobre todos los temas que se grabaron en el KM 20. Háblanos precisamente del KM 20, el local donde se encuentra el estudio. Es el lugar comunitario donde hemos instalado nuestro estudio. Lo compartimos con un número variable de personas, entre cuatro y ocho, y cada uno puede utilizarlo a su antojo. De esta manera tenemos cantidad de material que no está nada mal, ya que nuestros invitados nos dejan a menudo uno o varios títulos que han grabado allí. Recientemente hemos acogido a gente como Baby Ford, Bedouin Ascent, Sun Electric, Higher Intelligence Agency, Involving Systems (Oval)... El jazz está muy presente en tu trabajo. ¿Es una música esencial para ti? El jazz es una gran fuente de inspiración. Mi amigo Jonas (4) escucha exclusivamente jazz. En este momento sentimos ambos una preferencia por el de finales de los años 50 y principios de los 60 ('Kind Of Blue', 'Ascenseur Pour L'Èchafaud'), pero las experimentaciones de los 70 (Lateef, Martino, Hancock, Monk, así como 'Silent Way', 'Live Evil' y 'Sorcerer' de Miles) también nos interesan. Por su concepto o simplemente por su estética, sellos como Prestige o, más aún, Blue Note ya habían creado en su tiempo una fuerte identidad.

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Esto nos ha servido de referencia para lo que nosostros hacemos hoy en día en Source. Por otra parte te gusta mucho la música experimental... Experimentar puede ser una de las principales motivaciones que incite a hacer música. Para algunos es el aspecto más importante de su trabajo. Para mí también es importante, pero a veces siento necesidad de algo más. Llámalo como quieras: emoción, feeling, espontaneidad... En tu música se encuentra un aspecto mucho más humano y sensible que en otros músicos electrónicos alemanes. Pienso sobre todo en Uwe Schmidt (Atom Heart), que conceptualiza mucho su música. En ti, aparentemente, hay más placer... ¡Totalmente! Adoro todo lo que hace Uwe, ¡pero un día alguien me dijo que su música no le gustaba porque no había sexo! Veo perfectamente lo que quiso decir. Encuentro sus más recientes álbumes demasiado áridos, según mi gusto. Creo que trabaja de una manera demasiado estricta. Los mismos sonidos y los mismos efectos reaparecen sin cesar. Mi álbum preferido de Uwe es su colaboración con Tetsu Inoue, 'Flowerhead', que es bastante diferente a su trabajo habitual. Pero es divertido que compares mi música con la de Uwe porque esto desemboca en mi idea según la que es posible comprender la personalidad de alguien a través de su música. Y espero no chocar con la sensibilidad de Uwe diciendo que se puede hacer un paralelismo entre nuestros carácteres y nuestra música. Él es muy tranquilo, muy introvertido, no lo verás jamás en una fiesta. No soy especialmente lo opuesto a esto, pero me gusta la música, la comida, las chicas, la naturaleza, los animales, el no hacer nada, bailar... Volviendo a lo que decía antes sobre la música experimental: está bien, es necesaria, pero me parece un fracaso si la gente la aprecia solamente por su aspecto intelectual. ¿Cómo es un concierto de David Moufang o Deep Space Network? Cuando funciona es un largo proceso interactivo entre nosotros y el público. El problema es que hay pocas situaciones que te permitan llegar a este tipo de cosas. El

Festival Interference del Love Parade del 95 fue una de estas excepciones, junto al Sunshine Festival de Copenhague, por eso sacamos el 'Traffic-Live 95'. Normalmente la atmósfera es menos distendida ya que si tocas en un club o en una fiesta techno la gente va sobre todo a bailar. Querer satisfacerles puede significar desperdiciar tu música, porque sabes perfectamente cómo hay que hacerlo. Es así como acabas haciendo una música previsble y prefabricada. ¿Es parecido a las colaboraciones en estudio con Pete Namlook, Jonas Sharp (Space Time Continuum) o Bobby Bird (Higher Intelligence Agency)? Las jam sessions con gente como Jonas, Bob y Dave, Peter o Kingsuh de Bedouin Ascent son diferentes. Pasamos de dos a tres horas para crear los temas de base, después mezclamos los elementos como si fuera para un directo y llegamos al resultado final. El entorno del directo ideal sería parecido al ambiente del KM 20 donde la gente viene de improviso mientras tú trabajas. Ha llegado a suceder que nosotros grabábamos muy buenos temas mientras íbamos por ahí, mirando la tele... ¿Vas a publicar tus grabaciones con Bedouin Ascent? ¿Hay otros proyectos en curso? Kingsuh y yo hemos grabado cinco temas juntos. No es suficiente para sacar un álbum, ni lo suficientemente comercial para hacer un maxi, pero el resultado me gusta mucho y saldrá seguramente algún día. Quizás próximamente para KM 20, en una recopilación de grabaciones que hemos hecho con nuestros invitados. Si no, haré una serie de maxis con Fred Galliano, quizás para F Com. Queremos pedir a algunos músicos de jazz que toquen partes de solo que Fred y yo utilizaremos como base para construir nuestros temas. ¡Cada uno una cara para su versión! Esperamos poder trabajar con Karl Brager, The Belmondo Brothers y Youssef Lateef. Habrá también un maxi de Move D para United States Of Mars y quizás un álbum para Raster Music. En estos momentos estoy trabajando con Jonas en el primer verdadero álbum de estudio de Deep Space Network desde 'Big Rooms', en el 93. ¿Cómo llegaste a firmar un maxi de Move D en Warp? Siempre he querido sacar algo en Warp. Conozco a Chantal (directora artística del sello), así como a Rob y Sean de Autechre desde hace tiempo. Tras la aparición de 'Kuntstoff', Chantal me preguntó si quería darle algunos temas. ¡Evidentemente! Habrá otras cosas para Warp, tal vez un álbum. Otra curiosidad, has producido y mezclado un maxi para To Rococo Rot... Stefan Schneider (el bajista y también miembro de Kreidler) me llamó el año pasado, en octubre o noviembre. Ya me había enviado su primer maxi, aparecido en Kitty Yo, que me gusta mucho. Me sorprendió un poco porque normalmente recibo promos techno y me preguntaba porqué un grupo de krautrock me enviaba uno de sus discos. Más tarde, por teléfono, me sorprendió un poco oírles decir que conocían y amaban mi música. Cuando Stefan me pidió mezclar su próximo maxi, me sentí a la vez orgulloso e inquieto. To Rococo Rot es un 'auténtico' grupo con 'auténticos' instrumentos. No tengo el estudio adaptado a este tipo de cosas y menos todavía la experiencia de mezclar un grupo

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demo store

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en estudio. Ellos me convencieron y estoy muy contento de haberlo hecho. Son realmente muy buenos. Hay cada vez más intercambios y encuentros entre los músicos, la asociación de verdaderos instrumentos con máquinas... Tú has hecho 'Conjoint', Alex Martín ha hecho lo mismo en España, Carl Craig toca en directo con un batería y un contrabajista... ¿te parece esto el futuro de la música? Estos intercambios van a ser uno de los movimientos predominantes en la evolución de la música electrónica. El sistema de clasificación de los géneros musicales se volverá caduco. Los términos electrónico o techno describen simplemente la manera en que la música es creada: se emplean instrumentos electrónicos o tecnología... De hecho, toda la música pop desde principios de los años 80 ha empleado las mismas máquinas que nosotros. La verdadera revolución del techno ha consistido en imponer una música puramente instrumental. Sin embargo aún estoy persuadido de que los grandes éxitos serán siempre canciones con letra, ¡a excepción de Robert Miles y Pop Corn! Pero la música instrumental estará siempre ahí para aquellos a los que les gusta contar sus propias historias, inventarse sus propias imágenes. Aunque sea techno, jazz, música experimental o clásica. Alemania y Austria son particularmente activas en la música electrónica en estos momentos. ¿Ves en esto algún tipo de explicación? Es el resultado de un largo proceso evolutivo desde la invención de las 303 y 606 en los años 80. Hoy en día los medios de producción son cada vez más accesibles, todo el mundo puede hacer un Cd... Creo también que el comportamiento del consumidor medio ha cambiado, se cachondea de los 'dinosaurios' (los Stones, Jackson y Madonna) y busca unas músicas más acordes con sus ideas, con su tiempo. Hay tal número de cosas que aparecen, tal número de nuevos artistas... La gente no busca más caras nuevas sino simplemente sonidos nuevos, puedes permanecer en el anonimato total si quieres. Y esta situación alienta las vocaciones. Creo que hay un retorno de los alemanes y los austríacos al terreno cultural y tenemos

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nuestro propio estilo con un sonido específico, como lo tuvo Detroit o como lo tiene actualmente la escena house francesa. Lo que pasa concretamente en Alemania y en Austria es fabuloso. Sin embargo, es mucho más difícil vender 1000 copias de un álbum actualmente que lo era en el 92, cuando empecé. Trata de pensar en todo lo que puede aparecer en una misma semana: Rather Interesting, Cheap, Sabotage, Mego, y todo lo demás. Pero todo esto es alentador. Gracias especialmente a esta democratización de la producción veo que hay muchas 'maravillas' que van apareciendo en estos momentos. ¿A quién se parece David Moufang cuando se convierte en Dj? Normalmente pincho Detroit, electrónica, cosas de Source y techno o 'freestyle sound' alemán o austríaco. ¡A veces también un poco de drum'n'bass! En Francia pongo mucho viejos títulos house, como 'A La Pulpe D'Orange’, porque me han dicho que es lo que la gente quiere. Y cuando hago un set de Dj me es mucho más fácil hacer concesiones que cuando estoy en un concierto. Como Dj prefiero seducir más que arriesgarme a una confrontación con el público. A propósito de 'A La Pulpe D'Orange', ¿cómo se te ocurrió la idea de emplear un sample de la música de 'Les Vacances De M. Hulot'? Fue una idea de Jonas. A ambos nos encanta realmente esta película. Lo interpreté en el Rex de París y cuando la gente lo reconoció, les volvió locos a todos. Traducción de Esther López © Octopus 1999

NOTAS DEL AUTOR 1 Jami Hodge ha grabado para Plus 8, Rising High, Plug Research y Fuse. 2 Uno de los mejores guitarristas de jazz alemán. 3 Vibracionista nacido en Heidelberg en 1935, que se unió al Don Cherry's Quintet en el 64 y se instaló en los EE.UU. en el 66, donde vive desde entoces. Ha trabajado con Lee Konitz, Dave Holland, Ornette Coleman, George Clinton, Afrika Bambataa y Bill Laswell, y ha sacado dos álbumes con su nombre para Mileston. 4 Jonas Grossmann de Deep Space Network. n


P///SO DENS


Un aviso para todos los aspirantes al estrellato que envían sus demos a esta sección. Aunque el talento por ciencia infusa es importante, unos cuantos añitos de currado empirismo pueden hacer que el musicastro más negado se convierta en una mediocridad, cuanto menos, aceptable (o que decida salvaguardar su honor emprendiendo una digna retirada, lo que es mejor aún). En Self, del mismo modo que a veces dedicamos más espacio a pelagatos prometedores que a reinonas consagradas, no nos duelen prendas en descargar la vara de la justicia sobre los lomos de todo aquel cimarrón que crea que su condición de novel le exime de tener que rebasar un mínimo listón de calidad exigible, tanto en lo musical como en lo que a grabación y presentación se refiere. En 1999 el amateurismo no es excusa, y aquí se medirá a todos, profesionales o no, con el mismo rasero.

demo store texto | jesús brotons

SAD VEILED BRIDE K7

Los primeros en recibir hoy un capón son Sad Veiled Bride, que ya entran con mal pie con la presentación más miserable que imaginarse pueda: una foto recortada de algún suplemento dominical hace de portada (¡hasta se puede leer un fragmento de artículo al reverso!), hay otro recorte pegado encima, y los nombres del grupo y de los temas están garrapateados con rotulador verde sin ningún atisbo de decencia. ¡Pulcritud, señores, pulcritud! Por desgracia, la guarrindongada no termina ahí. La cassette, que parece haber sido registrada en un pozo ciego (tal es la calidad de la grabación), ofrece seis temas con títulos como 'Martin Landau', 'Claudia Cardinale', 'Stephen Fry' o 'Sandie Shaw', personajes de relumbrón que me permito dudar deseen verse identificados con esa caja de ritmos a piñón fijo, incompetentes solos de saxo y rasgueos de guitarra acústica, baratos efectos electrónicos y ruidismo desangelado que parecen constituir todo el magro vocabulario musical manejado por Sad Veiled Bride. Contacto: Miguel Gil. Paseo de la Habana 22, 3-A. 28036 Madrid. Tfno. 915649827.

LOS SINTÉTICOS ONDAS QUE VIENEN Y VAN

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Le parece a un servidor que un grupo que gasta un nombre así no puede tomarse a sí mismo muy en serio, cosa que está muy bien y en absoluto implica que haya que tomárselos a la ligera. El dúo formado por Demetrio Trío y D.G. Tal (¿qué les decía yo?) presenta una maqueta grabada en los estudios Lata-Crock (!) en infrabaja fidelidad, con ocho temas cutrones, pero simpáticos que, casando guitarras de lata con electrónica de baratillo, lo mismo recuerdan a Renaldo & The Loaf emitiendo vía telefónica desde un lavabo público que a Lemon Kittens con déficit de aminoácidos (¿alguien se acuerda de El Grito Acusador?) No son Los Sintéticos grupo que destaque precisamente por la calidad de su música, no, pero se les agradece la vocación abroncante, que siempre los hará preferibles al cada vez más nutrido ejército de cybertontos que nos machaca las meninges con sus MC-303 y Rebirth de reciente adquisición. Ante la realidad, cualquier parodia que Los Sintéticos hagan palidece. Contacto: Tfno. 944922441.

LUNATIC FRINGE K7

LUNATIC FRINGE SOME ROSES AND THEIR PHANTOMS

Cd-R

Esta banda granadina es una de las pocas que han sido entrevistadas en Self estando aún inmersas en plena vorágine maquetera, y esto se ha debido tanto a la devoción que les profesa nuestro experto en sonidos vaporosos, Juan Manuel Freire, como a la indudable solvencia de un trío con el punto de mira centrado en Cocteau Twins; desviándose, en Siouxsie (la de antes), los Cure de 'Pornography' o, ya de refilón, Durutti Column. Los lunáticos caligrafían primorosos ejercicios de languidez, palidez y escualidez que no desmerecen al lado de sus más directos referentes, los artistas del sello 4AD: las programaciones son resultonas, la guitarra tiene el imprescindible toque etéreo y el bajo aporta densidad, ambos trenzan buenas melodías y la voz, aunque mortecina, da el pego. Pop asiniestrado y goticismo llevado sin traumas, un estilo que quizá no sea la gran sensación del momento (más bien todo lo contrario), pero que Lunatic Fringe resuelven con la férrea convicción del que cree ciegamente en lo que hace. Un grupo a tener en cuenta para cuando pasado mañana aterrice entre nosotros el inevitable revival cardado. Contacto: C/ Carlos Pareja 5, 3-A. 18002 Granada. Tfnos: 958250049 / 958818805.

HYSTERIOFUNK DEMO 98

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Cinco tipos con cara de colgaos practicando una suerte de rock altamente progresivo que no hace ascos al funk, el jazz, el sinfonismo y manierismos varios heredados de aquella música layetana que todavía muchos recuerdan con un rictus de horror. De igual forma que Secta Sònica, Orquestra Mirasol y demás comandos introducían en sus batiburrillos cualquier ingrediente 'a la pàge' (percusiones latinas, pedales de efectos, etc.) para hacer avanzar la música en la dirección que fuese, Hysteriofunk, que al menos por ahora no tienen atisbos salseros, amogollonan en las composiciones algún que otro pellizco electrónico que actúa más como guinda colorista que como elemento realmente determinante. Una banda cohesionada aunque poco excitante, bandeando entre la diletancia de unos Camel y puntuales momentos de tensión a lo King Crimson, cuya solvencia instrumental, fruto de largas horas de ensayos, brindará momentos de regocijo y sana diversión a grandes y pequeños en verbenas, fiestas mayores y otras celebraciones de calado popular. Contacto: Tfno. 932266826.


freestyle festival

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ISLAND

T.I.K.

K7

P98

Otro amante de las manualidades encartando los frutos de su creatividad en una superposición de retales. Al menos este hombre parece haber agotado sus reservas de cutrerío con la portada. Island tiene los pies aposentados en terreno ambient-techno, aparcando de vez en cuando uno de ellos en terrenos adyacentes. Así, junto a temas amables, sin asperezas, aptos para deglutir sin dificultad y desconectar un ratito las neuronas (las esponjosas 'A Little' y 'Hours' lindan peligrosamente con la new age), encontramos otros donde el ambientalismo isleño se enturbia de disonancias y secuencias intrigantes, fragmentos descriptivos estigmatizados por los presets ('Plusman & I') y techno algo ratonero ('Aquel Día' no está mal, 'C. Central' tiene un ligero deje a Yello, pero 'Senseless' es sencillamente terrible). Y, destacando como un pura sangre entre una recua de borriquillos, 'Undchre', bonita miniatura impresionista a base de sonidos de cuerda que no parece provenir de la misma cuadra. ¿Es realmente obra suya, Sr. Baute, o bien se trata de un ‘préstamo’? Contacto: Jesús Baute. C/ San Diego, 16. 38450 Garachico (Santa Cruz De Tenerife). Tfnos. 922830167 / 609179591.

UNO

Cd-R

Toni Martínez es un productivo artista capaz de pergeñar material en bruto para todo un álbum en poco más de una semana, además de formar parte del proyecto electro Transdata y de obtener un honroso tercer puesto en el reciente concurso Roland para usuarios españoles de las populares Groovebox. De la destreza con dicho maquinillo, y con otros, da fe ‘P98’, álbum compuesto durante una breve estancia en Mallorca. Pese a títulos como ‘Alcúdia’, ‘Formentor’ o ‘Parc De La Ma’, no hay corte que pueda decirse sea reminiscente de sol, playa y ensaimadas. Motrices desarrollos trancehouse montando a horcajadas entre los subterráneos neoyorquinos y los clubes de Frankfurt (‘Galatzó’), el electro-funk habitual en T.I.K. (la robótica ‘Café Del Cielo’), mixturas intergenéricas (‘Garito’, gran título) y encuentros ambientales en la tercera fase (‘DB’) es lo que nos depara Toni, más hábil programando ritmos que creando melodías y sonidos (demasiado, demasiado preset). Un Cd de contenido heterogéneo perjudicado por una producción impersonal. Contacto: Tlfno. 937277687. E-mail: ripton@nexo.es

LA FACTORÍA BRASILEÑA Cd-R

SWEET DREAMS

Yo ahora podría decir que Adalberto Rodríguez fabrica trip pop, y quedarme así de ancho. Lo que pasa es que, tras escucharme atentamente su ‘Sweet Dreams’, encerrar el trabajo de este señor en los estrechos confines de una etiqueta, por colorista que ésta sea, se me antoja de una frivolidad inexcusable. Y no es que los nueve temas que componen su demo-álbum no se puedan adscribir (con cierta ligereza, eso sí) a esta corriente, cuya explícita denominación me ahorra tener que definir, sino que debajo de la superficie de melodías (luminosas o sombrías, siempre con un vago aire retro) y muestras de textura contrapuesta, se deslizan arrastradas voces entre lo ¿erótico? y lo sicótico, breakbeat entrecortado y agónico (‘Man’ suena como si Tom Jenkinson hubiera derramado absenta sobre su equipo), inclementes zumbidos electrónicos y secuencias ajenas a toda lógica que hacen de Uno un híbrido difícil de definir, ominoso en ocasiones, en el que confluyen muchos géneros, pero que con habilidad se sitúa unos centímetros al margen de todos ellos. Buena presentación, además.

13:45. Ajá, nueve temas. Introduzcamos el Cd en el lector. ¿Eh? ¡Veintiún minutos! Esto puede significar que se trata de un grupo acuciado por la urgencia que despacha comprimidos con celeridad ramona, o que tallan con esmero de orfebre pequeñas gemas cuyo valor radica tanto en su belleza formal como en su reducido formato, o que... Basta de disquisiciones, oigamos el disco y salgamos de dudas. 14:06. Bueno, pues ni una cosa, ni otra, ni otra. Las piezas facturadas por estos cariocas de pega son como las piedrecillas que uno se encuentra en el camino. Algunos son guijarros bastos y rugosos, y otros cantos rodaos pulidos y veteados. Ocasionalmente, una de estas chinas reverbera con el sol, haciendo que durante un momento uno centre su atención en ella para pasar a olvidarla al siguiente instante. Con duraciones que oscilan entre los veinte segundos y los casi cinco minutos, los nueve cortes pasan con brusquedad del ruidismo descuajeringado a la melodía tristona, de la canción compuesta con algún atisbo de esmero al fragmento descuidado y por el morro. Por supuesto, no tienen ni pies ni cabeza, pero vaya, tampoco lo tenían Dome. Hoy me siento benévolo...

Contacto: Tfno. 610055691.

Contacto: Fernando, 957411039. Juan, 957271428. E-mail: Juacep@altern.org

Cd-R

LA FACTORÍA BRASILEÑA

LUNATIC FRINGE

UNO

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P///PHONOTICA


P///PHONOTICA


la periferia se mueve

freestyle festival texto | vicenç batalla y jesús brotons

Anatomía de un crítico de música por Vicenç Batalla ¿Terrassa? ¿Dónde esta eso? ¿Hay playa? ¿Sirven cerveza gratis para los periodistas? Preguntas imprescindibles para desplazarse a un lugar tan indómito como Alcalá de Henares de Madrid. En este caso de Barcelona. En el extrarradio, ya se sabe, mucho heavy y otro tanto de makinero que por eso Buenri, Pastis y Nando Dixcontrol han pasado por ahí. Pero todavía mejor, un Maremágnum sin mar y con un mogollón de bares musicales, pared con pared, que vomitan las sintonías de los anuncios de la tele. ¡Ah, sí! Me olvidaba. La Nova Jazz Cava. Ahí donde desfilan todos los gourmets del be bop a precios dignos de vino de reserva. Sólo por eso vale la pena tenerle respeto a esa ciudad, como una ruta tradicional a las afueras de la urbe. ¿Cuántos comentarios no se han hecho de por qué el jazz es lo que es y allí no entra nadie sin permiso? ¿Por qué en la periferia siempre tarda tanto en llegar lo que en la city es lo más in? ¿Por qué las multisalas siempre programan las mismas películas y no llega ‘Miedo Y Asco En Las Vegas’‚ ni por casualidad? ¿Cuál es la razón por la que hay que pirárselas cada fin de semana ante tanta pachanga indigesta? La verdad es que creo que, en el fondo, a la mayoría de la gente le resulta más fácil quejarse que aceptar que este desierto puede ser diferente. Y para los críticos es un alivio. Se imaginan que, de golpe y porrazo, todo empieza a ocurrir lejos de las calles con nombre conocido y uno se adentra en lugares inhóspitos y desconocidos donde no llega el metro. Peor todavía, en la Nova Jazz Cava se ha terminado el Festival Internacional y el grupo de moda, Sólo los Solo, se encuentra entre los suyos, debajo del retrato de Tete Montoliu, más audaces y desafiantes que nunca. ¡Qué miedo! No hay sitio para esconderse ni puerta trasera para largarse. A Juan Sólo le saludan sonriendo Lester Bowie, a la izquierda, y Chet Baker, a la derecha, que saben que va a exprimir el escenario con la misma intensidad que hicieron ellos. La discoteca vuelve a poner las cosas en su sitio. Cuatro gatos para ver pinchar a Toni Rox, Zorra y el mano a mano Professor Angel DustLippo. El susto ha pasado. Las calles están tranquilas. No había para tanto. El propio público ha deslucido el cartel. Que se le va a hacer. Lluvia, rayos de sol y un bar abarrotado para ver a HD Substance y Zero hacer de las suyas. Da igual. No sale en las guías modernas. Se llama Reina Victòria. En la plaza, los chicos bailan breakdance porque se lo creen, aunque no haya ninguna cámara de televisión. Están en su derecho, ¿no? Adentro, ‘Mis Vacaciones’ se pasa antes que en cines comerciales y tres personajes que han montado el Sónar, el BAM y el Ritmes Globals de Doctor Music especulan sobre los festivales pequeños. ¿Alguien apuesta por éste? Los Sencillos, Camping Gaz, Smol Tosi y Jazzin’ Club tocan en familia. ¿Para qué hace falta más gente si los podemos ver en los otros festivales? Eso sí, en el medio del campo o en carpas que comparten con el chumba chumba de al lado. Dos por uno. Pague la entrada y el resto en cómodos plazos hasta

foto: emma villegas

quedarse sobado después de 72 horas. ¿Techno y jazz? Venga, hombre, vaya coñazo de disertación. Nadie lo ha visto nunca escrito en ninguna revista à la page, inglesa o española, y a quién le interesa algo que reúne a músicos que tendrían que esquivarse en los camerinos para mantener su prestigio. ¿Le preocupa esto a Javi Pez? Yo creo que no. ¿Les interesa saber qué paso luego? Sobre todo si no lo leyeron en ningún sitio, cosa realmente probable. Alguien estaba a punto de dictar sentencia. Y se equivocó. O, quizás, todavía no lo sabe... que el personal apareció de debajo del asfalto, las carreteras comarcales y las ondas de radio para creerse en el mejor de los mundos, aunque sólo fuera para aclamar a Protozoo, Full Duplex y al adoptivo Ángel Molina en su tierra. Una tierra llamada Number One y que, como su título indica, no puede ser tomada nunca demasiado en serio, no vaya a ser que se nos grabe en la memoria. Ya nos lo explicarán los amigos de Cosmos (Albert, Chop Suey y Lui), que sí que estuvieron y no tendrán inconveniente en dar buena fe de lo ocurrido. Por lo demás, todo sigue bien aquí, Midi Club incluído, viendo desfilar a los Djs que parten hacia el Palau Sant Jordi a verse rodeados de 22.000 voces y puños en alto como máxima expresión del festival que más rompe, y más enjabona y da esplendor, a esos señores que tanto saben, entre los que me encuentro yo. Claro, ésta es una crítica del todo subjetiva. Tan poco objetiva como las que no se escriben.


freestyle festival

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Emisiones desde la cocina por Jesús Brotons Demostración práctica de un silogismo: Self prometió una entrevista al ganador del Festival Freestyle. Michel De La Parte, conocido en la escena gijonesa como Memorabilia, ganó dicho concurso. Self, por tanto, entrevista a Memorabilia. Este atorrante cronista, que desconoce por completo lo que es la ética profesional, hizo alarde de vagancia y le pidió a Michel que él mismo escribiera una pequeña autobiografía, y que la acompañara de cualquier cosa que le pasara por la cabeza. Lo que a continuación sigue es un breve extracto de sus notas. Michel, gracias por hacerme el trabajo. Tienes la palabra. QUÉ. Memorabilia es una de mis palabras favoritas en inglés. Suena español, es de fácil pronunciación... y es un homenaje a uno de mis grupos preferidos, Soft Cell (no a Marc Almond, al que no soporto). ‘Memorabilia’ fue uno de sus primeros singles. La canción decía “I collect, I reject“, que es exactamente mi método: coleccionar secuencias, muestras, sonidos, que intento unir en una especie de collage, y que la mayor parte de las veces desecho. Desde el principio he tenido claro que quería combinar la electrónica con sampleados del pasado. Memorabilia es eso, recordar cosas antiguas que me gustan mucho e intentar sacarlas de su contexto, ver cómo quedan en uno nuevo y diferente. Además, estoy un poco harto del halo electrónico de que todo tiene que sonar impecable y ser perfecto. A pesar de que la idea esté más manida que qué se yo, Memorabilia es ese aspecto un poco lo-fi. Y, ante todo, soy un fan de la música. No entiendo cómo hay gente que tiene un grupo y dice que no escucha nada más que lo que ellos hacen. Venga, hombre. Entonces, ¿cómo se las apañan para plagiar? POR QUÉ Y CUÁNDO. Todo empieza por aburrimiento. Al estar cinco días a la semana en un pequeño pueblo por razones laborales, me doy cuenta de que tenía que hacer algo para ocupar las horas que no tuviera nada que ver con mi profesión, que me aportara algo y me ‘des-setizara’. En junio de 1997 me compro un secuenciador y empiezo a gambear con él. Luego un sampler portátil, luego un multiefectos, un sampler más grande, un teclado... Me lleva un año de ahorro hasta tener un equipo mínimo con el que poder hacer algo más que gambear. GUSTOS E INFLUENCIAS. Soy comprador compulsivo, siempre soñé tener un trabajo estable y dedicar parte de mis ingresos a ampliar mi discografía. Suelo colgarme de discos y canciones durante una o dos semanas. Si el cuelgue supera esa cifra, se convierte en un clásico. Voy a contar algunos de mis clásicos: del dub, King Tubby; del easy listening, Augusto Algueró, Esquivel y Martin Denny; de la música francesa, Gainsbourg y Françoise Hardy, a quien sampleo en ‘Escuela De Sirenas’. De lo que yo llamo ‘protoelectrónica’, Gershon Kingsley, Perrey, Dick Hyman, Silver Apples o United States Of America; Can, siempre Can, Harmonia y, cómo no, Kraftwerk. Siento

memorabilia foto: quim pascual

devoción por las voces femeninas del pop orquestado, mi favorita es Dusty Springfield. Y la bossa, me gustaría pasar una semana en Río comprando discos de bossa de los 60. También me gustan las bandas sonoras: Komeda, Goldsmith, Francis Lai. Y John Barry, dentro de un par de años ya no estará de moda y sus discos volverán a estar baratos. De los 70 me interesa sobre todo Isaac Hayes y Donald Byrd, y los sonidos philly y Salsoul. De los 80, el ‘Dare’, Cabaret Voltaire, cosas de la OMD y los imprescindibles YMO. De los 90 adoro a My Bloody Valentine, son una de mis grandes influencias, aunque no se note; Aphex Twin me encanta como fuente de anécdotas y risas, y su música me parece realmente original. Me gusta mucho el hip hop, mejor cuanto más abstracto, y la vieja escuela, incluyendo el electro. Los ritmos de Memorabilia son a veces un poco hiphoperos, pero quedan disimulados por el contexto en que están incluidos. ¿Y A PARTIR DE AHORA? Creo que todo es cuestión de suerte. Paciencia, eso sí, la tengo toda, y perseverancia ni te cuento. Acabo de remezclar el ‘Sad Evil Eyes’ de Manta Ray. Estoy bastante contento de cómo quedó. A ellos, gracias a Dios, les gustó, aunque dentro de poco sus fans me odiarán por despedazar a sus ídolos. Este verano lo voy a pasar encerrado en la cocina. Es el espacio más grande de mi casa y he instalado allí el estudio. Ahora voy a tocar en el Sónar. ¿Qué más puedo pedir? Y además por la tarde, cuando la gente va realmente a ver las cosas y no a lucir sus modelitos. En el recopilatorio del festival aparecerá un tema mío, ‘Plantas Carnívoras’, como adelanto de mi Lp en Cosmos, que espero ir terminando a lo largo de este año para que aparezca en el 2000 (¡ooops!). Puedo asegurar que se tratará de un disco variado e imperfecto.

self 15


gus gus

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Finalistas del concurso por Jesús Brotons BRAILLE Ω David Junyent, de Sant Cugat del Vallés (Barcelona), destila bajo este nombre cadencias de sonidos en ocasiones oscuros y escarpados, en otras tenues y evocadores, fonemas sintéticos formando parte de un nuevo lenguaje de abstracción electrónica pura. La música de Braille se aleja de los formulismos y recreaciones del pasado del que adolecen gran parte de la actual escena electrónica para adentrarse sin temor en los futuristas parajes explorados por artistas como Gescom o Disjecta. Nuevas formas, nuevas emociones. MEMORABILIA Ω Hay músicos que fundamentan la calidad de sus canciones en la experiencia ganada con los años, y otros que deslumbran gracias a un talento innato. Michel de la Parte, de Gijón, es de estos últimos. Casi un recién llegado al mundo de la composición (no empezó a hacer música hasta hace un año y medio), sus canciones mezclan en la batidora pop, lounge y una pizca de bossa con la sabiduría de un veterano. Música de cocktail idónea para abandonarse a la ensoñación, la respuesta asturiana a Pizzicato Five y Fantastic Plastic Machine. MANNIX Ω Germán Sánchez (Barcelona), que firma como Popártica un tecno pop azucarado de inequívoco tono ochentero, proyecta en Mannix su Mr. Hyde bailable. Su sonido, hermanando disco-sound y house festivo con un brillante cromado pop, es una contagiosa invitación al desmelenamiento bajo la bola de espejos, el antídoto perfecto contra la anquilosis. Nacidas en la precisión de su laboratorio casero, en directo las canciones revelan nuevos matices con la adición de un bajista y un guitarrista. ¡Temblad, Whirlpool Productions! MANOUKIAN Ω Un proyecto de Yon Vidaur, de San Sebastián, miembro activo del colectivo interdisciplinar D.A.C. y con experiencia previa en grupos como Donut o Stereogurú. Yon, que ya diera muestra de su valía en 1997, al quedar finalista en un importante concurso de maquetas de alcance nacional, practica un house-techno finísimo partícipe de la sofisticación del sello Grow! y la estilización de Basic Channel, tan atractivo para descifrar desde el sofá como irrebatible en la pista de baile. Manoukian es, desde ya, una de las unidades de mayor proyección en España. VENUS IN FURS Ω Los barceloneses Martí y David provienen del mundo del pop. Bajo el nombre de Zurich rodaron varios años por diversas salas de la ciudad, hasta que a mediados del 96 dieron el finiquito al proyecto para fundar Venus In Furs, apelativo de inequívocas connotaciones masoquistas bajo el que se dedican a dar placer electrónico a cualquier aficionado cabal a la

braille, mannix y manoukian foto: quim pascual

buena música de baile. V.I.F., que ya se han dado a conocer en el circuito de afters, dominan como pocos el difícil arte del housetechno más elegante, nocturno y minimal. LUNATIC FRINGE Ω Aunque su principal e insoslayable referencia sean los artistas del sello 4AD, a este trío granadino especializado en rítmicas revestidas de tul se les han encontrado puntos de contacto con Cranes, Mazzy Star, The Cure, Portishead, Sebadoh y hasta los Residents, lo que bien a las claras indica que la música de Lunatic Fringe revela pliegues ocultos a cada nueva escucha. Voz suave, guitarras atmosféricas, dark-pop con un indefinible aire de perversión decadente. Su última demo, comentada en este mismo Self. EVERY NO ONE Ω Trío valenciano conjurado en octubre de 1996 para explorar las esquinas más sombrías de la electrónica emocional. Una sensibilidad melancólica y algo turbia es el ingrediente primordial del sonido del trío, ‘tricky hop’ directamente transplantado de esos oscuros callejones de Bristol que no aparecen en ningún mapa. E.N.O exprimen a fondo la electrónica en sus grabaciones y la sustentan en directo con instrumentación tangible. UNO Ω No es fácil describir la música de Adalberto Rodríguez (Valencia). Podríamos decir que se trata de ¿pop? sampladélico, contaminado de todo tipo de extrañas interferencias: hiphop abstacto, voces arrastradas y obsesivas, breakbeat epiléptico, ruidismo cuasi-industrial y un sentido de la estructura rayano en lo frenopático. Ésta es la auténtica sicodelia de fin de siglo, un reflejo de los tiempos confusos y esquizoides que nos han tocado vivir. Su última demo, comentada en este mismo Self. n


P///MARLBORO DANCE TOUR


different class

kaleida

gus gus

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texto | juan manuel freire

En la música, como en cualquier otro oficio (vivir es uno de ellos), hay dos maneras de llamar la atención: haciendo las cosas mejor que los demás o haciéndolas de forma más extravagante. La segunda opción es la más fácil. Así, la normalidad de Gus Gus se hace más y más evidente cuanto más perseveran en el empeño de demostrar su diferencia. Y su nuevo disco tiene por título genérico ‘This Is Normal’. ¿Cuántas paradojas contamos? Cuando Gus Gus invadieron las pistas de baile en 1997, lo hicieron con uno de esos singles -‘Believe’, brillante se mire por donde se mire- que hacen despegar una carrera y se convierten después en la mortaja de su desarrollo a largo plazo. Con el primer éxito empieza a circular el boca-oreja, la maquinaria promocional se impone unas cimas, el invento empieza a moldear sus prerrogativas y peculiaridades… Para contar a los componentes de Gus Gus hacen falta casi todos los dedos de ambas manos: dos estrellas del pop, dos directores de cine, un programador de ordenadores, un fotógrafo, un Dj, un actor y un ex manager del Partido Laborista islandés militan en sus filas. Como puede apreciarse, el grupo es un colectivo multidisciplinar donde, como se vería, el intrínseco interés de la música será lo de menos frente a la cotización de su propio gear. Y, en el fondo, no merecen todo el cuchicheo que se construye en derredor suya. Su música no es extraordinaria, ni tampoco (dejemos de aguar fiestas) especialmente insoportable. Tienen alguna que otra melodía infecciosa y un sonido elegante, como requiere toda chuchería para ambientes chic; el suyo es un producto puramente biodegradable y de lo más normal. “‘Normal’ y ‘normalidad’ son términos que siempre hemos encontrado interesantes, en especial cuando son usados para definir el comportamiento de la gente. Cada uno de nosotros hace una definición de esos términos a partir de sí mismo; así que para nosotros, decir ‘esto es normal’ viene a significar que nuestro disco es una proyección de lo que nosotros pensamos que es lo correcto, que es lo ‘normal’. Este disco es normal, todos los estilos que practicamos, todas las historias que contamos, todo ha surgido de nuestra experiencia personal”. El encargado de poner labia a la defensa es Daniel Ágúst, de promoción por España a cuento de ’This Is Normal’ (4AD - Everlasting - Caroline). Al día de hoy ya ha empezado a sonar en las emisoras de radio una carta de presentación (‘Ladyshave’) que ya augura la mueca de fastidio que más tarde me dejará la escucha del disco al completo. Pese a mi insistencia en declarar abiertamente que prefiero mil veces ’Polydistortion’ (‘Believe’ y ‘Purple’ aún suenan de cuando en cuando en mi estéreo), Daniel parece entusiasmado con el nuevo álbum. Contesta a todas las cuestiones con una formalidad bastante aterradora. Cuando le acoso con cuestiones de afilado doble filo, esquiva la responsabilidad o contesta a preguntas que yo no he hecho, como “¿cuándo pasará vuestra gira por nuestro país?”, “¿te gustó Mallorca cuando fuiste allí a pasar las vacaciones con tu familia?” o “¿cuáles son vuestros proyectos futuros?”. No sé cómo funcionarán en su país las academias de inglés, pero la delegación de Home English en Islandia no tendría en Daniel a su mejor representante. Le pregunté qué pasaba por allí, musicalmente hablando, además de Lhooq (una banda de seductor electro-pop que supera a Gus Gus por varios puntos), Móa (estimulante

foto: deirdre o´callaghan

torch-singer con bases de jungle y trip hop) y, claro, ellos mismos. “Acaba de salir un recopilatorio en nuestro sello [Elf 19] que se llama ’Pop In Reykjavik’ y creo que este disco podría responder a tu pregunta. Hay muchas bandas y artistas interesantes, hay gente haciendo todo tipo de música, desde la electrónica experimental hasta el puro pop”. Gus Gus estarían justo en medio, aunque tirando más hacia el segundo elemento. De hecho, “This Is Normal” es un disco mucho más pop que su antecesor; aquí prima lo instantáneo en detrimento de lo experimental. “Examinamos juntos las letras, grabamos las maquetas, y cuando tuvimos que decidir qué canciones entrarían en el álbum, nos inclinamos por todas las que tenían literatura dentro”. ¿Preferís entonces escribir las letras antes que componer la melodía y construir el groove? “Normalmente surge una frase, un tema o algo que quiero discutir conmigo mismo. Lo llevo un poco más adelante con la ayuda de la melodía. Una vez la toco con los instrumentos, la melodía que había en tu cabeza evoluciona de manera orgánica. No hay una única formula. A veces has de buscar palabras bonitas, que encajen en la melodía, y es posible que cambie el tono de la historia”. Da la sensación de que Gus Gus han buscado premeditamente el equilibrio entre lo bailable (‘Love Vs. Hate’) y lo reposado (‘Superhuman’), interpretando incluso alguna que otra balada crooner (la cruz es ‘Bambi’ y la cara ‘Dominique’). ”Nuestra única intención era hacer un buen disco de sencillas canciones. Y ser honestos con las historias que estas canciones narran, sea cual sea su tempo”. Sea trip pop con déficit de intensidad (‘Teenage Sensation’ y ‘Blue Mug’), sea el ya usual acercamiento al funk con electrodos (‘Starlovers’) o el inocuo house de ‘Very Important People’ y ‘Acid Milk’… “Ninguna música actual nos ha influido en la grabación del disco, toda nuestra música es absolutamente personal y única”. Entonces, ¿os váis más como hacedores de canciones o como perseguidores de la innovación? Yo creo que innovación, lo que es innovación (Godspeed You Black Emperor, Leila, Volcano The Bear), bien poca hay en vuestra música. No lo tomes como un insulto, se han cometido tantos crímenes en nombre de la innovación… ¿Tú cómo lo ves? “Ir de gira, hemos preparado un espectáculo de láser que estoy seguro va a emocionar mucho a todo el mundo…” Sin palabras. n


P///SIGLO 21 2.0


las vidas a medio hacer

kevin martin

kaleida

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texto | juan manuel freire

Acercarse al jukebox de Siesta es como aparecer, un poco de turismo, en lugares donde no hay dolor sin melancolía ni besos sin azúcar. Su territorio, el pop sedoso, optimista y amable. Kaleida, la respuesta a los problemas de vivir en una ciudad donde no cabe todo lo que quieres y no tienes. Decían que nunca nos aburriríamos, porque teníamos ante nosotros un largo tiempo para dar con nuestra identidad. El mejor pop (al menos, el que más se agradece durante el transcurso del invierno) trata de aliviar la congoja así, cambiando palabra de desengaño por palabra de amparo. Duncan Steer parece querer escribir sobre la plantilla de Neil Tennant o Bob Wratten, pese a tener a otros grandes como tutores. "The Smiths y Billy Bragg fueron siempre mis compositores favoritos y probablemente todavía lo son", aunque el guitarrista de Kaleida recuerda que Lennon también existió (existe). "Sólo me introduje en el pop después de que John Lennon muriera, y todo el mundo empezara a poner sus canciones durante las noticias de televisión. Hasta entonces, yo estaba más interesado en el fútbol." La historia de Kaleida se remonta al tiempo en que Steer y Gaynor Haggarty (voz) empezaron a curar los ánimos del melancólico mediante el brillante proyecto Pastel Collision. (Duncan): "Duramos tres años. La idea era tener una big band, con trompetas, y muchos coros, y guitarras, y todo lo imaginable, algo muy pop… En un concierto teníamos a ocho personas en la banda, ¡incluyendo dos baterías! Quizás era demasiado. Cuando empezamos a hacer música con Jim (Brunt, a los teclados en Kaleida), estábamos buscando algo más moderno, más europeo, más electrónico: es un grupo completamente diferente, así que era necesario cambiar el nombre". Su primer álbum lleva el título de 'Knowing Who Your Friends Are' (Siesta, 98) y se inscribe dentro del pop con melodías redondas y fijación por

la juguetería analógica al que tan bien nos tiene acostumbrados la Cool Britannia: por momentos pueden recordar a Lightning Seeds, Saint Etienne o Dubstar, y como en los últimos, aromas de pop a la francesa (sea Françoise Hardy, sea France Gall) se abren lugar sin fricciones. "La gente de aquí nos dice esto constantemente… ¡Creo que la voz de Gaynor suena un poco francesa cuando la escuchan oídos españoles! Nos interesan diferentes clases de pop, mientras la mayoría de bandas británicas están influidas por la cara más evidente de la historia del pop, chicos blancos ingleses con guitarras. Queremos hacer música que suene simplemente a música europea." Prueba superada. El disco transpira una sensación de europeísmo encantador, atemporal, esmalte de una refrescante fusión de electrónica y guitarras donde el productor Mike Wilson (Voice Of The Beehive) tiene mucho que ver. "Tuvimos mucha suerte de encontrar a nuestro productor, él es muy pop. Necesitas un buen productor para extraer lo mejor de tus canciones: habitualmente, cuando entras en el estudio y grabas con el ingeniero de la casa, no entiende realmente la música pop. Todos saben mucho de jazz y heavy metal, pero nunca han tenido enfrente a una cantante femenina". Recuerdo de nuevo a Sarah Blackwood, rememoro las espléndidas letras de Steve Hillier, me remonto más tarde al magisterio de papá Morrissey. Escucho ahora a Kaleida. La misma vida en puntos suspensivos, el mismo deseo de huir de ciudades pequeñas, aburridas, el desasosiego; la sensación de ser hijo y heredero de nada en particular, o sólo de tu timidez. "Muchas de mis canciones favoritas tienen esa clase de sentimiento: no puedes decir si son felices o tristes, y eso me encanta. 'Always On My Mind' de Pet Shop Boys, por ejemplo, o 'There Is A Light…' de The Smiths, o incluso el 'Disco 2000' de Pulp… Creo que se necesita un gran talento para conseguir algo así". Se necesita vivir en un lugar donde el tiempo pasa más lento que en el resto del mundo, en un lugar donde el pasatiempo más usual consista en aprender de memoria la lista de éxitos de tu emisora local. Si existiera la posibilidad de ver algún corte de Kaleida en cualquier número uno, mi voto sería para 'Stop, Look And Listen', una píldora de instantáneo indie pop que bien podría cantar Amelia Fletcher. "Supongo que 'Stop, Look And Listen' es nuestra canción más redonda. Pero 'Drive' es muy buena, también. Pero si queremos que nuestras canciones aparezcan en la radio o en The Breakfast Show… sí, mejor 'Stop, Look And Listen'. O 'Come Out Of The Rain'". Al final, la tímida Gaynor participa en la conversación y añade su voto: "Me gustaría que 'Matinée' llegara al número uno. Me encanta, es un poco sexy. O quizás 'Silver Suit': creo que sería perfecta para una película Disney, quizá podría entrar en una película Disney y después ir al número uno." Ay, qué bello es soñar. n

foto: archivo


P///SELF-EXÒTICA CLUB


sangre y carne

kevin martin texto | a. c. naïa

Lejos de la estela de los medios y de los fulgores mundanos, el nombre de Kevin Martin resuena todavía como uno de los enigmas mejor guardados de la nueva era experimental inglesa. Antítesis del corredor poco escrupuloso, este nihilista inclasificable acumula sin embargo cada año, y con una discreción inquietante, un número exponencial de proyectos cruciales. Redefiniendo los cimientos del rock extremo, los abismos del dub cibernético o los senderos del infierno musical electrónico sus producciones rasgan en el oyente todo sentimiento de indiferencia y de comodidad. Superficialidad y ligereza son también nociones desterradas de su mundo inestable. Aunque le encanta barajar las cartas bajo diversos seudónimos (God, Ice, The Bug, etc.) Kevin Martin no hace trampas. Es en lo más profundo de sí mismo, en sus heridas y angustias, de donde él saca la energía necesaria para la expresión singularmente ardiente de una creatividad sin excesos estilísticos. ¿Puedes decirnos por qué a menudo te inclinas a trabajar con el mismo núcleo de personas (Justin Broadrick, Alex Buess, Dave Cochrane...)? Las personas que has mencionado son músicos que admiro muy particularmente y cuyos pasos musicales respeto y aprecio enormemente. Son seres sin equivalentes que, a nivel individual, me son muy próximos: es muy difícil encontrar tal manera de pensar, de abordar los acontecimientos y la música según mi parecer. Además, es verdad que tengo tendencia a no ser muy sociable en Londres. He hecho un juicio muy cínico sobre los tipos de bandas que existen en Londres. La gente tiene, en efecto, tendencia a constituir grupos muy cerrados que frecuentan ciertos bares, ciertos clubs, que se encuentran entre sí, digamos iniciados por tal periodista o tal músico, alrededor de personas de tal sello; es especialmente chocante para las personas que se reivindican en la músi-

ca electrónica: son siempre los mismos que andan rodando siempre juntos por el mismo lugar, con una especie de códigos preestablecidos que impiden toda apertura, toda tolerancia ajena. No es difícil para los músicos formar parte de este género de grupos, simplemente es la idea de clan o banda lo que me disgusta: pienso que en ella pierden su identidad, su personalidad, puesto que deben pensar, de alguna manera, como el grupo y no por sí mismos. Justin y yo debido a nuestro pasado tenemos numerosos puntos en común en nuestra sensibilidad hacia lo cotidiano, en nuestra manera de enfocar la creación musical. ¡Lo que parece casi una forma de alienación de la que debemos tratar de deshacernos un poco (risas)! Justin es para mí casi un hermano, la manera en la que trabajamos juntos depende casi de la telepatía: no he encontrado nunca alguien que pueda tener hasta tal punto los mismos gustos, las mismas aspiraciones musicales que yo. Tanto para él como para mí es imposible vivir sin música. Se ha convertido en una obsesión casi malsana de estar en permanente proceso de creación, tenemos constantemente necesidad de sentir los extremos, de volver a crecer siempre más allá de los límites. En cuanto a Alex, cuando creé God pensé que nadie había hecho todavía lo que tenía ganas de hacer, es decir, esta idea de fusión de músicas muy extremas, pasando especialmente por el free jazz y por la música clásica contemporánea, para crear una dinámica sobre las sonoridades, una especie de impacto sensorial. Al cabo de algunos años con God me dí cuenta que alguien había concretado ya cierta especie de sueño que yo había proyectado en God: un grupo que se llamaba 16/17. Finalmente has trabajado con muchos músicos próximos a Mick Harris. ¿Por qué no has emprendido nunca ningún proyecto con él? En un momento dado quisímos, de hecho, trabajar en un proyecto en común; por otra parte, Justine le hizo tocar muchas veces en el antiguo club que yo tenía en Brixton. ¡Pero Micky es una persona con la que es muy difícil trabajar! (risas). Micky es alguien que no quiere pensar y menos admitir la idea de dialogar; por otro lado creo que hoy en día a su música le falta algo... Si manifestase algo de animosidad sería contra un 90% de la gente que hay sobre el mundo y no para el 10% de las personas que respeto y amo: por eso no entiendo cómo alguien como Micky pueda ser malo con ciertas personas que se cuentan como sus amigos. De God a The Bug la variedad de tus proyectos es bastante impresionante. ¿Es qué esta multiplicidad recubre un deseo particular de expresarse por diferentes vías? De hecho no he tenido nunca la voluntad consciente de acumular los proyectos a causa de cualquier frustración: God fue, por ejemplo, un proyecto muy libre en el que no me impuse nunca nada. Por naturaleza soy alguien que no descansa nunca, a quien le gusta trabajar constantemente. Y me gusta trabajar además con gente, porque para mí la música procede de un aprendizaje permanente y en ese sentido posee casi una dimensión religiosa. Es una creencia en sí misma. Para mí la música debe representar tu propio pensamiento, tu manera de vivir y de concebir las cosas. Si se piensa de una manera demasiado abstracta, faltará siempre algo y, sobre todo, no serás honesto contigo mismo. En ese caso es esencial que mi música refleje el estado en el que me encuentro y en el que vivo, sino se siente una especie de traición.

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kevin martin

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A pesar de la multiplicidad de nombres, parece existir una similitud profunda entre todos tus proyectos. ¿Tienes la sensación que después de todo buscas explicar una única y siempre la misma historia bajo formas diferentes? Sí, absolutamente, pero no sé si porque se trata de un estado de ánimo, una actitud particular o simplemente las dos cosas: Justin y yo nos referimos casi sistemáticamente a una aproximación 'hardcore', pero no hablo nunca de un cliché 'hardcore' que haga pensar inmediatamente en una tendencia 'punk-bourrin', sino a ese elemento auténtico y profundo que se puede encontrar en toda forma musical, ya sea country, free jazz, hip hop o metal, llamado 'hardcore', es decir, la integridad, el hecho de no tomar ninguna decisión por razones comerciales o de negocios, saber guardar la unidad de tu creación sin ningún compromiso con la industria: es lo que yo llamo tener una actitud 'hardcore'; es esta actitud la que permanece como trama permanente tras todo mi trabajo musical. Se encuentra en tus trabajos (en los títulos o las letras de las piezas) muy fuertes oposiciones entre tus referencias religiosas y místicas con otras relacionadas con el sexo o la violencia. Esto me hace pensar en escritores como G. Bataille o también en el sadomasoquismo... Totalmente, pero lo que me parece importante es considerar esta dimensión sadomasoquista como inevitable, porque participa de la naturaleza misma de las relaciones humanas, forma parte de la vida. Lamento simplemente ver que ciertos grupos destacan este aspecto en particular, como si ello dependiera del dominio de lo extraordinario. Para mí no hay nada de anormal ni de particular en esta idea de sado-masoquismo. Lo que me interesa, de todas formas, es lo que me permite sentir realmente que vivo: todas las sensaciones que me permiten ser o existir. Dejo de lado deliberadamente todos los códigos, los programas o respuestas preestablecidos que la sociedad quiere imponer, así pues el sexo permanece como unas de esas cosas raras que nos permiten alcanzar el éxtasis -y sin artificios- y el placer de esta vida. ¿Es por qué a los medios les cuesta cercar y apreciar tu música la razón por la que se encuentran tan pocas entrevistas e informa-

foto: archivo

ciones sobre ti en la prensa? Creo que mentiría si dijera que hemos hecho de todo para evitar o rechazar a la prensa o a los medios en general. Justin, más que yo, ha sido muy requerido a causa de Godflesh y ha recibido pues una cierta atención por su parte. Por la mía, no he hecho nada a favor de cualquier promoción personal porque no me interesa y más bien me incomoda. De hecho, creo que estoy más bien en desacuerdo con el sentir, con la interpretación de ciertas revistas musicales. Y puesto que yo mismo he sido periodista en The Wire, sería ridículo decir que estoy en contra de la prensa; pero, por otra parte, precisamente soy más consciente de la visión a veces errónea de la gente que cree haber comprendido una música y que a fin de cuentas ha pasado de largo de lo esencial. Además de todo esto, creo que hoy en día la mayor parte de las composiciones musicales son totalmente impersonales y están directamente relacionadas con el negocio, lo que falsifica inmediatamente los datos de partida. Creo en la música que es personal, yo toco una música que viene de mí y de ninguna otra parte. No tengo ganas de que los periodistas vengan a averiguar no importa el qué sobre lo que representa en mí una parte de la verdad. Puede parecer un cliché, pero creo que nosotros tocamos ante todo para nosotros antes de pensar en el público o en las personas que vayan a comprar nuestros discos. Puede parecer egoísta, pero es justamente la verdad, un sentimiento muy simple: ¡nos gusta tocar para nosotros mismos! ¿Se puede decir que hay finalmente una relación directa entre elementos fuertes de tu pasado y tu producción musical actual? Totalmente sí, en particular cuando pienso en la influencia que el punk ha tenido en mí. Es la forma de música que ha revelado en mí un particular sentimiento de libertad y de 'nocompromiso', que ha sido a fin de cuentas la más inspiradora a lo largo de todos mis proyectos. Me acuerdo muy bien del momento en que encargué por correo un disco de los Damned o los Stupids -no lo sé exactamente- y en su lugar recibí un Ep de Discharge: fue una especie de shock, casi una revelación. La música que escuchaba era normalmente muy melódica y formal, y aquello, la primera vez, fue una verdadera deflagración de ruido, sin consideración melódica, lejos de la armonía o de las estructuras tradicionales. Ahora puedo asegurar que fue gracias a que escuché aquel single que pensé en crear un sonido particular. El punk de un modo general -antes de convertirse en una caricatura, y pienso en particular en el sello Crass- representa la libertad de crear, la independencia y la individualidad, utilizando la música como único medio para interrogar el entorno, el mundo, la sociedad, las relaciones humanas, y sin fines comerciales. El punk ha tenido un fuerte impacto en la percepción que hoy en día tengo todavía de la música. Volviendo a los nombres de tus diferentes proyectos, Techno Animal hace referencia a una especie de dualidad, una mezcla casi imposible entre la tecnología y lo que pertenece al reino del instinto, del animal... Sí, completamente, y hay cierta perversidad que nos gusta en esta asociación de palabras: evoca la fusión que corre el riesgo de llegar en los próximos años, la próxima etapa del hombre es la de fusionarse con la tecnología, y que será la única manera de sobrevivir. Pero Techno Animal se refiere también a la contradicción entre la tecnología, es decir, todo aquello que es máquina y mecánica, del

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reino de la entidad científica, que no tiene nada que ver con lo animal, ya sea en la forma o en la constitución; son casi dos asociaciones que se asegura que no funcionarán si se fusionan. ¿Puede considerarse Ice como una prolongación de God? Digamos que no fue pensado en este sentido, pero basándonos en los hechos casi ocurre así. De alguna manera me sentí fustrado en God puesto que debía tratar de gustar a demasiada gente. Para mí la música debe inscribirse en un marco democrático, marco que no he encontrado más que en Techno Animal con Justin, ya que de hecho nosotros nos parecemos tanto que la fusión entre nosotros es inevitable. El único problema es que no hay ninguna crítica entre nosotros... Con God todo el mundo quería tener su parte de participación, su parte de promoción, de notoriedad en relación a su propio instrumento, por eso acabé sintiéndome frustrado ya que no podía utilizar para crear medios más tecnológicos. Se hizo pues evidente que si yo quería trabajar en estudio con las máquinas, hacía falta que formase un nuevo grupo. God era un grupo hecho para la escena, mientras que Techno Animal era enteramente un proyecto de estudio -pero recientemente hemos empezado a trabajar con instrumentos en directo- y Ice se acerca mucho más a la idea de arreglar la música en directo en un estudio. De alguna manera Ice se acerca un poco más a Techno Animal y no ha sido nunca concebido para ser una continuidad de God. Si God continúa todavía en un futuro será bajo una forma radicalmente diferente. De hecho en todos mis proyectos trato de traducir mis sueños, de hacer que ideas abstractas se conviertan en vivas y reales. Y si un día me faltan ideas, visiones o sueños, no hay para mí ningún otro modo de continuar. Sería deshonesto seguir por simple costumbre o por razones comerciales. Este año he tenido verdaderamente la impresion que ese momento había llegado, he creído que todo terminaba, que llegaba al borde del abismo. Pero en realidad todo ha vuelto a empezar, especialmente trabajando en el próximo álbum de Ice. Si se sigue tu evolución discográfica, uno se da cuenta que tus recientes proyectos son más instrumentales. ¿Tienes la tendencia de pensar que la voz no aporta nada interesante? Curiosamente en el próximo disco de Ice hay voz en todos los temas. Pienso que es un poco de reacción a todos los proyectos precedentes que, efectivamente, fueron convirtiéndose en algo muy instrumental. En realidad los dos años pasados con este álbum han sido una especie de catarsis lírica en relación a la falta de comunicación o al solo uso de lo instrumental. Tengo la impresión de que en el nuevo álbum las letras han sido una especie de desahogo. De todas formas tenía unas ganas irresistibles de que este álbum fuese el más 'cantado' de todos los que había podido hacer antes. He pasado horas en el estudio para multiplicar mi voz y transformarla en 36 efectos diferentes para cambiar todas las entonaciones en cada tema. Pero es cierto que creo que poco a poco he querido reducir en mis proyectos toda necesidad de expresión verbal, porque no soporto la idea de que la persona que cante en un grupo sea el polo de atención del público o de los oyentes, cuando los otros músicos tienen tanta importancia o a veces incluso más. Para mí un grupo se concibe como una entidad y siendo honesto conmigo mismo no soportaría convertirme en el principal foco de atención, simplemente porque canto o escribo letras. Esta jerarquía

foto: archivo

no me interesa, pero desgraciadamente es la más frecuente. El nuevo álbum de Techno Animal ha sido elaborado en colaboración con Alec Empire. ¿Por qué habéis elegido trabajar precisamente con él? ¡Porque no tenemos gusto (risas)! No, estoy bromeando. Creo que es alguien que ha conseguido alcanzar una cierta notoriedad no por una cuestión de moda sino porque está lleno de energía y porque está enteramente dedicado a su música, un poco como si fuera también una necesidad vital en él. Cuando nos lo encontramos en la gira fue absolutamente fantástico: no ha sido nunca una cuestión de ego u otras tonterias de este género como ocurre con muchos músicos o grupos. Así que el público más bien se turbó ante nuestra actuación en directo y él fue el único que se mantuvo al borde del escenario desahogándose como un chiflado. Nos gustaba todo lo que hacía, yo he escrito numerosos artículos sobre él y Justin lo ha adorado desde el primer encuentro. Es una cuestión de actitud y Alec reacciona de la misma manera que nosotros. ¿Nos puedes hablar de este álbum de remezclas de Techno Animal que han hecho Tortoise, Alec Empire, Wordsound, etc. que saldrá bajo el sello City Slang? Es otra muestra del trabajo hecho con Alec Empire. En realidad no diría que es un álbum de remezclas sino más bien de 'soundclash', realmente es el nombre más apropiado. Es más una colaboración que una remezcla, los grupos nos envían sus sonidos mezclados con los nuestros y después nosotros los devolvemos tras haber igualmente trabajado nosotros mismos encima. Todo está casi terminado, esperamos sólo a la banda de Alec y de Thomas Köner para acabar el álbum. ¿Qué hay del otro nombre tras el que te escondes: DJ Dissector? (Risas) Es sólo una broma, me pregunto de dónde habéis sacado la información. En realidad estaba harto de todo este hype que había alrededor de una llamada 'cultura de Dj'. Lo que me encanta verdaderamente y pondría en el punto más alto son los 'Scratch Djs' de los EE.UU., en general personas que permanecen invisibles a los ojos del gran público y que sin embargo tienen un talento tremendo, pero no me gusta aceptar esa seudoidea traída por personas


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que no son Djs sobre una cultura de Djs. A propósito de los Djs, ¿qué piensas sobre el fenómeno neoyorkino del illbient y de sus mascarones de proa como DJ Spooky? Recientemente he descubierto un grupo que se llama Priest, del que sólo ha aparecido un single y que está relacionado con ese movimiento y encontré el tema interesante. En cuanto a DJ Spooky... respeto a Paul D. Miller por su lado comunicativo: es divertido oírlo hablar, de ver el conjunto de conocimientos que, por otra parte, maneja con una cierta maestría. En cuanto a su trabajo, me parece que no está a la altura de lo que pretende hacer, creo que se está beneficiando de cierto fenómeno de moda que no refleja realmente la calidad de su trabajo; conozco muchos Djs más oscuros que él que hacen cosas mejores e innovan más que él. Me acuerdo de la gira que hicimos en enero con Alec y Spooky: me sorprendió mucho ver que toda la atención estaba enfocada hacia él y que a nadie le importaba Alec, cuando para mí el trabajo de éste es mejor, más experimental. Además creo que la mayor parte de las ideas que sostienen el movimiento illbient no vienen de Paul D. Miller, sino de otros como David Toop, etc. Pero Spooky ha logrado imponerse porque le gusta estar bajo la luz de los proyectores y creo que es lo bastante fuerte para hacer su propia promoción. Es chusco porque muchos músicos que he podido encontrar detestan a Spooky, y en particular, por su manera de ver las cosas, del conjunto de sus conocimientos. Creo muy honestamente que es un tipo muy simpático y que de una manera muy inteligente se adapta a diferentes medios y sabe adapatar su lenguaje, aunque se encuentre ante un rapero o ante un compositor como Xenakis. Pero no me gusta su trabajo, no lo considero como un Dj. Creo que lo que ha dicho sobre el trip hop o el scratching no es coherente: tiene la tendencia a diluir la gran importancia del hip hop mientras que yo creo que es uno de los valores de futuro, ya que en tres años estoy seguro que será un estilo de vida completamente aparte, teniendo en cuenta la pasión y la calidad del trabajo de personas que se implican por entero en esta movida. El hip hop underground de New York es absolutamente extraordinario, pero desgraciadamente muchos Djs se quedan en

el anonimato y es Spooky quien acapara siempre la mayor atención. Creo que esto se debe a los periodistas que son más fuertes en el arte de crear fenómenos a partir de poco... El último proyecto de The Bug con DJ Vadim hasta ahora es una adaptación auditiva del film 'The Conversation' de Francis Ford Coppola. ¿Cómo se os ocurrió esta idea? Además del disco, The Bug no fue realmente una colaboración con Vadim. Él aportó los sonidos de la batería y yo hice todo el resto. Pero bueno, por razones que no precisaré aquí, yo no podía ser el líder de otra formación que no fuera Techno Animal. Sin embargo ¡The Bug no es en absoluto otro grupo, pero bueno... ! Conocí a Vadim hace unos dos años y me encantó su manera de abordar las cosas y de tratarlas. Después él me pidió que trabajáramos en un proyecto y seis meses más tarde tuve la idea de una banda sonora imaginaria que sería completamente electrónica, pero después vi que era una idea anticuada pues ya la había trabajado el año pasado. Si The Bug continúa, la idea es tratar de realizar bandas sonoras de films que se quieran escuchar o que reemplazarían a las que ya existen porque no nos convenzan en relación a los films. Vi el film por primera vez hace diez o doce años y de la única cosa que me acuerdo es de un conjunto de sensaciones muy fuertes en cuanto a la violencia, la obsesión de ser a la vez voyeur y paranoico frente a los personajes. Lo he vuelto a ver después y entonces le he propuesto a Vadim de hacer una nueva interpretación sonora de 'The Conversation' porque me parecía que algunos elementos muy fuertes del film se habían quedado ocultos o en un estado residual en la banda sonora. Estaba muy marcado por la manera en que el film muestra la dualidad interna y externa de los personajes, la encontré extraordinaria. Pareces más bien desengañado respecto a la industria del disco. El próximo álbum de Ice sale sin embargo en WEA... Sí, soy realmente cínico con todo lo relacionado con el negocio que se puede hacer en torno a los grupos y la música en sí misma, pero esto le interesa tanto a los grandes como a los sellos independientes: la mayor parte no valen mucho, no hay más que ver el sello Earache que me ha hecho pasar por el tubo a mí como a otros grupos. ¡Este sello se ha vuelto peor que uno de los grandes! Para mí no es contradictorio sacar un disco en un gran sello porque de todas maneras la relación es simple: ellos me explotan, pero yo los exploto también de rebote, todo lo máximo y en el mayor tiempo que pueda... (risas) Comprendo completamente que se me pueda criticar por esto, pero me da igual. Pienso siempre en el 1 al 5 % de la gente que me interesa y que recíprocamente se interesa por mi trabajo, y para mí es una especie de victoria importante frente a la máquina comercial cada vez que puedo sacar un álbum con una gran casa: es el caso de 'Isolationism' con Virgin; me puse muy contento al ver que God aparecía al fin en los grandes almacenes y que el grupo recibía una cierta popularidad. No hay que olvidar que es una auténtica guerra que se desarrolla en los circuitos musicales y para recibir algo, hay que estar en lucha permanentemente. n Traducción de Esther López © Octopus 1999

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el corazón es un cazador solitario

le mans texto | josé manuel freire

¿Será esto amor? Una vez sus líneas se han camuflado entre tus máximas más recurrentes (en materia de réplica a la pareja, de estímulo, también de respaldo a una caída), las canciones de Le Mans se hacen quistes que, al parafrasear los humores y desdichas de cada día, convierten su compañía en fundamental. Decir adiós es tan difícil. Y ellos lo hacen con estilo y sin lágrimas. Igual que Sidney Pollack y Judy Davis al anunciar su divorcio ante los amigos de toda la vida (ante Woody Allen y Mia Farrow, en la película 'Maridos Y Mujeres'), los miembros de Le Mans valoran la separación como "un paso muy positivo". Como una decisión a dos bandas que se toma para no dejar que el fuego se apague solo, para no recordar nexo tan sincero al son de la rotura de platos, de pláticas sobre porvenires o sobre el mando del mando a distancia. El mal de la distancia, no obstante, lo provoca siempre un mismo virus: el aburrimiento, los silencios mutuos en autobuses y taxis, la necesidad de un cambio. El cansancio, en fin. (Ibon y Teresa) "Creo que sí estábamos un poco cansados, pero sobre todo es un intento de hacer las cosas bien. Cuando llevas ya doce años tocando en un grupo y andas en torno a los treinta años, tienes que tener presente que la decadencia puede estar a la vuelta de la esquina. Con todo, creo que aún nos quedan cosas buenas por hacer, tanto juntos como por separado." Páginas de una historia Visto con perspectiva, da la impresión de que Le Mans fueron los primeros en ofertar una renovación al pop estatal desde la independencia, desde la espontaneidad y, para unos pocos,

también desde la inspiración. Ellos, Los Planetas, La Buena Vida, Beef, El Niño Gusano, Manta Ray, Sexy Sadie, Sr. Chinarro. Los mismos grupos que en la actualidad pueden vanagloriarse de haber sobrevivido a la obligatoria criba que sucede a una combustión de nuevos grupos, la mayoría, qué duda cabe, sin nada o muy poco que escupir de sus labios. El tiempo siempre hace balance, porque su inclemente paso dicta las miserias de unos y la buenaventura de algunos otros. Su paso al libro de las leyendas. En el caso de Le Mans, mirar hacia atrás y escribir historia significa, primero, recuperar la memoria de 'Aventuras De Kirlian' (Gasa, 89), un disco considerado fundacional para el indie español y, más en concreto, para un movimiento que, rara avis, hasta parecía serlo: lo llamaron Donosti Sound y sus protagonistas fueron bandas como El Joven Bryan, La Buena Vida, Family y Le Mans, que tenían en común tanto nexos de amistad como inquietudes en lo musical. Sencillos y lánguidos, trasladan las ansiedades juveniles a melodías que se deshacen en la boca como chocolatinas. (Ibon): "Tenemos muy buen recuerdo de Aventuras, aunque la última época con Dro fue bastante triste y nos costó remontar aquello. En cuanto a la ingenuidad, creo que en el fondo no hemos cambiado mucho desde entonces. La separación del grupo yo la veo muy en la onda de las cosas que hacíamos en el 86, cuando empezamos." Cinco años más tarde cambian de nombre, y del vestido de nubes que lucía 'Le Mans' (Elefant, 94) se desprenden lentejuelas que conservar como caídas de un abrazo: 'Un Rayo De Sol', 'H.E.L.L.O.', las miras de cerca y brillan todavía, te hacen sonreír todavía. Porque la nostalgia se queda, acompasa serenamente los recuerdos. Y la nostalgia se traduce en los veinte minutos de 'Entresemana' (Elefant, 94), giro hacia la madurez que marca el inicio de una nueva etapa regida por la melancolía y la ironía, lo crepuscular y lo sencillamente gris, más lo primero que lo segundo. Llegan 'La Tarea', 'Con Peru En La Playa', 'Perezosa Y Tonta', y las historias de café y caramelo se hacen un punto más amargas, ahora se leen como relatos de amor, desamor, pereza y desencanto, domésticos como una fábula cualquiera de Vainica Doble. El año 94 observa también el encuentro de Le Mans con Fangoria en la versión del 'Me Quedaré Soltera' (C.F.F., 94) de Cecilia, adelanto del acercamiento al dance que el quinteto practicaría en los Eps 'Zerbina' (Elefant, 95), ligera aproximación al groove según Blue Note, y 'Jonathan Jeremiah' (Elefant, 96), una entrega de magnético trip hop sin nada que envidiar a los mejores episodios de Mo'Wax. Sin embargo, los coqueteos con el dance en formato single no se vieron secundados por un álbum que sublimara los iniciales tanteos en una obra de mayor extensión: el ritmo y la vibración son fruslerías sin lugar en la depuración de 'Saudade' (Elefant, 96), un disco que a fuerza de buscar la esencialidad del sentimiento - la voz de Jone en un registro más perezoso (todavía) que de costumbre, el predominio de la guitarra española, la insistencia en la pausa - se ahogaba con frecuencia en una laguna de apatía que colocaba sus canciones cerca

foto: francis tsang


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del aburrimiento, pero sólo cerca. Lapso para la reflexión, necesario para que lo espartano y lo fallido desaparezcan de los Eps 'Mi Novela Autobiográfica' (Elefant, 97) y 'Yin Yang' (Elefant, 98), primera y segunda parte de la trilogía terminal de Le Mans, y del tríptico que Javier Aramburu diseñara en vista a escribir este F-I-N.

Convicciones y miserias El gesto de tristeza se hace rictus de satisfacción, porque 'Aquí Vivía Yo' (Elefant, 98) es testamento y sumatorio de toda una carrera, el cuerpo y la palabra de Le Mans en su extensión más afortunada. El disco recoge migas de todas sus etapas, las cocina en un solo fuego, y acaba siendo mucho más que los demás albums por separado. (Ibon): "Hay algo de eso, incluso algunos detalles nos recuerdan a Aventuras De Kirlian. Y tampoco es que fuera nuestra intención, porque de hecho nunca tuvimos una intención muy clara al pensar en este disco." En él se entregan más que nunca al uso de la electrónica, mediante una apropiación de recursos del downbeat que no es tanto una prueba de oportunismo como el resultado de una expansión lógica. Por cierto, ¿os parece que la electrónica conseguirá por fin hacerse un hueco entre las propuestas pop de este país? (Ibon): "No lo sé. Y no estoy seguro de que la electrónica asegure buenos resultados, es más bien una cuestión de personalidad. A nosotros nos gustan Anti, Patrullero Mancuso, Mus, Vanguard... muchos de ellos hacen música electrónica, pero no creo que ésa sea la razón por la que nos gustan. Por otra parte, me imagino que al público cada vez le van a resultar más familiares ese tipo de sonidos… (Teresa) Sería lógico pensar que la electrónica va a estar cada vez más presente, y creo que de hecho así está siendo, pero insistiría en lo que dijo Ibon: las canciones no dependen tanto de los medios como de las ideas y el talento, ¿no?". Y hablando de la patria, ¿existe vida inteligente de puertas adentro? ¿no sigue siendo la 'escena' musical nacional un territorio yermo en inventiva, carente incluso de gracia para clonar los aciertos de otros? ¿por qué no vuelven Family y arreglan el entuerto? Pregunto. (Ibon) "La escena en conjunto nunca ha sido muy interesante, pero siempre ha habido grupos que iban a su aire y tenían su propia forma de hacer. Creo que éste es un momento tan bueno como cualquier otro." ¿Y qué se mueve en San Sebastián? (Ibon): "No estoy muy al tanto de los grupos que hay ahora en Donosti. Pez sigue allí, y el último disco de Digi Onze me ha gustado mucho. Me parece que los grupos que están saliendo ahora no tienen mucho que ver con él, con nosotros o con La Buena Vida." La Buena Vida, como Manta Ray o Fang, cada cual a su manera, representa uno de los pocos islotes a los que puede asirse la música de este país. También se salva algún factótum del tecno pop de aquí, como los prometedores Astrud o Carlos Berlanga y su lírica sin par. (Teresa): "Cuando colaboramos con él lo pasamos bien, pero fue algo muy puntual. Fue una colaboración

que nos pidieron hacer y ahí fuimos encantadas de la vida, pero no tiene una continuidad conocida... que yo sepa." En relación a otras colaboraciones, Ibon planea seguir trabajando junto a Pez, a la vez que desarrolla un proyecto en solitario. (Ibon): "Este verano grabé una canción con Pez como Instrümental, y seguro que seguiremos haciendo discos de vez en cuando. Aparte de eso, tengo varias ideas para el año que viene, pero todavía están todas muy en el aire. Tengo canciones para un disco instrumental, pero ahora no me apetece mucho volver a un estudio de grabación." Vacaciones al amparo de la manta y el estéreo. ¿Qué ocupa el playlist actual de Le Mans? (Ibon): 'The Love Movement' de A Tribe Called Quest, 'Sail Away' de Randy Newman, Chico Buarque, Joyce, Moustaki, Leo Ferré, Lole y Manuel (el disco en el que viene 'Anta Oumri') y muchos discos de reggae de los setenta". (Teresa): "Vanguard, Randy Newman, Kate & Anna McGarrigle, Phil Ochs y los grandes éxitos del country." Tomen nota: heterogeneidad y buen gusto.

La soledad era esto En el tránsito al final de este cuestionario, Teresa debía hablar sobre piezas de otros escritores y escritoras, de las palabras que provocan pensamientos, sentimientos y otras palabras. La escritora que firmó líneas como "Él la abraza, un abrazo de esos que la hacen reír/ no apetece cocinar, mejor dormir…" prefiere revelarme las claves en secreto, y no seré yo quien prive a Teresa de su derecho a la intimidad. Sus letras transitan entre la pereza y el romanticismo incrédulo o el capcioso, ése que no suspende la nube de futuro que hay en nuestras cabezas mientras dura la anestesia de todo flirteo. Pueden ser dos meses o dos días. No es una ley, debo admitir, porque junto a Le Mans ha durado nueve años. Y vive. n

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atardeceres, tormentas sangrantes, ruidos blancos y calmas que lloran

mogwai texto | manel roig

Belleza. Si tuviera que resumir en una palabra el cúmulo de sensaciones que me produce escuchar la música de los escoceses Mogwai, sería belleza. Belleza llana, pura y dura. Mogwai son como una poesía que empieza pausada, fluida y cristalina, y que cada vez va cogiendo más ralentí, hasta que llega a un clímax, donde la catarsis se sirve en el plato, un plato inevitablemente dulce, sabroso a más no poder. Y sin haber dicho una palabra, te encuentras inmerso en el placer de volar entre las nubes del infinito. Tan sólo un cúmulo de sensaciones. Nada más que eso. Mogwai son una de esas escasas pruebas que refutan las sospechas que mucha gente tiene: ¿existe vida más allá de las guitarras? Sí. Existe un más allá donde las guitarras hilvanan en unas ocasiones textos delicados, suaves, tenues e imperceptibles, y otras dibujan paisajes grises, caóticos, repletos de catarsis y tensión. El juego tormenta-calma nunca estuvo mejor reinterpretado. Mogwai han escrito una página que parecía imposible de volver a escribir: reinventar la música hecha con guitarras. Y ni una palabra más. Mogwai no cantan, utilizan efectos vocales (presentaciones de locutores escandinavos, bromas de mal gusto por teléfono, conversaciones sobre cuáles son sus superhéroes de la Marvel favoritos . ), para acolchar una ambientación sonora próxima al slowcore de grupos como Slint o Codeine, al noise infectado de melodía de bandas como Jesus & Mary Chain o My Bloody Valentine y al -mal llamado- post rock de bandas como Labradford, por no citar a más, que ni falta hace. Porque de una cosa podemos estar seguros: Mogwai son únicos. Que se lo pregunten a Joe Dante. "Nos juntamos hace unos tres años para crear música seria de guitarras. Básicamente somos una banda de rock, aunque en temas como 'Radar Maker', 'Tracy', 'With Portfolio' o 'A Cherry Wave From Stranded Youngsters' puede atisbarse todo menos rock. Me refiero a que la gente está obsesionada con calificar la música que hacen los demás. Que si ambient, que si post rock, que si trip hop. No existe la música trip hop o el post rock o el noise guitar. Sólo hay gente haciendo música con instrumentos. Nada más. No es el nombre de las cosas lo que nos interesa, sino las emociones que podemos llegar a provocar con ellas". Al habla Stuart Leslie Braithwaite, alma y corazón junto a Dominic Aitchison de la escudería de los gremlins: Mogwai. Creados en 1995 por estos amigos de la infancia, colgados por My Bloody Valentine, Joy Division, Sonic Youth o de bandas como Slint o Codeine (ralentizar, eso es lo suyo; círculos y espirales ralentizadas, eso es lo que hacen Mogwai; da igual que lo hagan con guitarras sin afilar, con guitarras afiladas, con susurros, con pianos o con vibráfonos), y apoyados por Martin Bulloch (batería) y John Cummings (guitarra), graban su primer single a principios del año 96 ('Tuner/Lower'), una edición de 500

foto: chus valero

copias en la que cantaban. "Personalmente no me gusta nada el primer single. Lo considero una mierda. No es lo que quería hacer. Salió sin más, pero a mí no me gusta nada. Queríamos sonar como Motorhead. No sé. Además dejé de cantar enseguida. Simplemente íbamos hacia un camino. No pretendíamos nada más. Por supuesto que no teníamos nada definido. Es como la versión de 'Summer' del single, la prefiero a la del Lp, por supuesto". Tras publicar unos cuantos singles, todos ellos recopilados en el álbum 'Ten Rapid' (Rock Action- Jetset Records), donde se nos presenta el primer esbozo de lo que es algo sencillamente impactante. Cuatro chavales con una media de edad de veinte años, que en un plis-plas conjugan lo mejor de la Velvet Underground junto a ecos de unos Jesus & Mary Chain sin parches de rock-star. Ruido y melodía."Los grupos que nos han influido más claramente han sido The Velvet Underground, My Bloody Valentine, The Stooges o The Jesus & Mary Chain (la charla con Mogwai fue en la zona de prensa tras su actuación en Benicàssim; a la pregunta de qué le pareció la actuación de los Reid la noche anterior, un "horribles, tío, horribles, de vergüenza ajena" sale de los labios de un decepcionado Stuart al ver como uno de sus popes cae tan bajo). "Espero no hacer el ridículo de esa manera en mi carrera profesional. Lo dejo ahora mismo antes de saber que lo haré así de mal. Uno de nuestros primeros conciertos, en la sala Garage de Londres, fue un verdadero caos, horroroso. Íbamos cieguísimos, pero a la gente le encantó. Pero no hicimos el ridículo. No sé si me entiendes. Bueno, hablando de la música que nos influyó, puedo decirte que mis discos favoritos son el primero de la Velvet, el 'Isn't Anything ' de My Bloody Valentine y el 'Funhouse' de los Stooges. Rock, pero me da igual si después me voy a un piano y nos ponemos a hacer cosas como 'Tracy' o 'Radar Maker ', que son más bien composiciones melódicas, llenas de emoción. Pero eso es la música. Ya sea ruido o bonitas melodías. Música es lo que hacemos, nos da igual como la gente lo llame. Lo que no quie-


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ro es que me hablen del post rock. Me gustan Tortoise y otros grupos que la gente llama post rock, pero no quiero que la gente se refiera a mi grupo con etiquetas. Si mucha de la gente que se dedica a etiquetar hiciera música se daría cuenta de lo ridículo que es. La música habla por sí sola" . Y llegamos a uno de los capítulos más decisivos de la historia de la música de fin de milenio: 'Young Team' (Chemikal Underground - Caroline). Gestado en 1997, pero inyectado en las venas de los que lo oyen por primera vez en 1998, es el debut largo de los jovencitos pirados por los comics (Stuart se hace llamar Plasmatron, Dominic es Dominiac -como lo atestigua mi gorrita, John es Captain Meat y Martin es Bionic; además, en uno de sus singles,'A Place For Parks', los puedes oír discutir sobre sus villanos favoritos de la serie Batman). Será para muchos la gran sorpresa musical de la pasada temporada. Más de 35.000 copias vendidas sólo en las Islas dicen bastante sobre el éxito de una propuesta arriesgada como pocas, llevada a buen puerto. "Somos un grupo que trabaja con instrumentos musicales. Un bajo toca, unos guitarras tocan y un batería toca. Flojo, pero toca (risas). En 'Young Team ' no hay una intención de definir el estilo de cada una de las canciones. No nos ponemos y decimos vamos a sonar de esta forma o de esta otra. Creo sinceramente y sin ser pretencioso que la clave de nuestro sonido es no obsesionarnos en tener una forma de hacer canciones. Si hacemos canciones con piano, ahí están, forman parte de nuestro sonido. Si hacemos canciones ruidosas, ahí están, también forman parte de nuestro sonido. Por lo general nuestras canciones son largas y eso se debe a que nunca decidimos cuando un tema acaba. Y eso creo que es porque estamos abiertos a muchos tipos distintos de sonidos. No tenemos esquemas, somos libres de hacer lo que queramos ". Este disco está lleno de joyas valiosas: de los surcos serenos y llenos de dulzura y ruido melódico que es la apertura, 'Yes! I Am A Long Way From Home'; la calma-tormenta-calma-oscuridad-silencio-estruendo que es 'Like Herod'; la delicadeza de unas guitarras -una batería que a veces es mera anécdota- de 'Katrien; la dualidad belleza/dramatismo que son 'Radar Maker' y 'Tracy'; el tema embrión 'Summer', primer tema verdaderamente instrumental de la banda en sus inicios; el -digámoslo en bajito- post rock de 'A Cherry Wave From Stranded Youngsters’ y de 'With Portfolio'; la intimidad hecha añicos de 'R U Still 2 It?' con un Aidan Moffat de Arab Strap recitando una de las letras más desoladoras de la temporada y sobre todo la que es la banda sonora del final de este milenio si queremos volver a creer en las posibilidades de la guitarra como creador-canalizador de ruido-melodía:'Mogwai Fear Satan’, una pieza de quince minutos (con seis notas que se repiten una y otra vez), origen de uno de los espirales sónicos más impactantes de los últimos treinta años de la historia de las guitarras afiladas, todo apoyado por una flauta que parece cabalgar encima de las nubes. Este debut en formato largo, sin contar el recopilatorio de singles 'Ten Rapid', vendrá, además, a poner más dudas a los que ya

las ponían y para sacar de dudas a los que no las tenían respecto a su visión musical como banda sin prejuicios. Mogwai publican además un recopilatorio de remezclas de su 'YoungTeam', 'Kicking A Dead Pig' (Eye Q), a cargo de figuras destacadas de la música electrónica. "Personalmente, estoy muy satisfecho de las remezclas que hacen Tundra de 'Helicon 2', Surgeon de 'Mogwai Fear Satan y Hood de 'Like Herod'. Los demás están acertados en cierta medida, pero los citados son mis favoritos". El largamente esperado nuevo trabajo de Mogwai ya tiene nombre. 'Come On Die Young’ es la continuación de su increíble debut. Grabadoa finales del pasado 98,tras las larguísimas giras de su 'Young Team', los escoceses se encerraron durante tres semanas en los Tarboax Road Studios, a unos 70 km. de Buffalo (Nueva York), teniendo como productor a David Fridmann, uno de los componentes de los no menos sensacionales Mercury Rev. A la pregunta de cómo sonará este nuevo trabajo, la respuesta no será otra: 100% Mogwai 100% sorpresa. Supongo que lo importante al fin y al cabo, es lo que la banda espera de ellos mismos. "La música debe emocionarte, que te toque el corazón... sabemos que cuando ocurre lo sentimos... Ocasionalmente tocamos música que es muy, muy personal para cualquiera que la vaya a escuchar. Ese es el futuro de la música, tiene que afectarte; después de escuchar la música debes saber qué ocurre, qué sucede, si tu opinión ha cambiado, si realmente necesitas escuchar toda esa música mierdosa consumista que escuchas en la radio... La música es gigantesca, la música es alma, es preciosa. La mera existencia de la música es maravillosa... Creo que en este fin de siglo y en el que viene la gente va a buscar la mejor música que nunca ha oído en este mundo, algo que, pese a todo, no va a poder evitar los desastres de la humanidad". ¿Trascendentales? No. Emotivos. n

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retorno a candem town

moonshake texto | chus valero

Laika cada día tiene más adeptos. Con razón. Pero quien tenga algo de memoria o que simplemente coja una revista musical de hace un lustro, igual se da de bruces con una crítica, o alguna entrevista (más raro aún; nunca han sido un grupo que levantara mucha polvareda), sobre la matriz de la que salió Laika, una banda de Candem Town de glamourosa imagen y con nombre de canción: Moonshake. En su momento abrieron brecha en la mezcla de estilos, en la experimentación de nuevos sonidos y en la progresiva incorporación de elementos electrónicos. Después vinieron las discrepancias a la hora de componer entre las dos cabezas del grupo, y Margaret Field cogió la puerta y creó Laika. A la sombra de su anterior co-cantante y co-compositora, en mayo de 1997 y después de una gira por toda Europa, deciden finalmente separarse. Dave Callahan (líder del grupo) prefiere dedicarse a las bandas sonoras, y el resto de la banda se dispersa en diferentes proyectos. En agosto pasado su última compañía, la americana C/Z, saca a la venta un Ep ('Moonshake Remixes') con remezclas de los temas de su último trabajo ('Dirty And Divine', 1996), realizadas por músicos de variado pelaje: desde Robin Guthrie -Cocteau Twins- hasta John McEntire (Tortoise, The Sea And Cake... ) Por eso, aprovechando la aparición de ese Ep y porque nos apetece (para que engañarnos), vamos a darte la oportunidad -afortunado lector- de recuperar esta entrevista que realizamos precisamente durante su última gira, en su visita a la Sala Apolo, en marzo de 1997. Que la disfrutes. Recién desembarcados de la furgoneta que los traía de Francia y con una hora de retraso, Dave Callahan (compositor, voz y sampler) y Raymond Dicktay (saxo) disimulan el cansancio acumulado e iniciamos una rápida conversación (Dave tiene una facilidad pasmosa para soltar más palabras por minuto que nadie que yo

conozca, la que esto suscribe incluida) sobre uno de los grupos británicos más atípicos y menos conocidos de estos últimos años: Moonshake. Su cuarto y último trabajo, 'Dirty And Divine', ha sido un disco de ruptura: el primero fuera del sello británico Too Pure, que los vio crecer, y el primero con el sello americano C/Z. Además, esta vez la música de Moonshake no viene acompañada por ninguna voz femenina: ni Margaret, ni Polly, ni Kathy, ni Tor. Dave, que llevará la voz cantante durante toda la entrevista, me ofrece amablemente una copa de vino para caldear el ambiente y romper el hielo. ¿Qué tal os encontráis ahora en C/Z, después de tres discos con un sello tan personal y artesanal (del que han salido varios grupos interesantes) como Too Pure? (Risas forzadas, que remedio) De hecho, ahora mismo no tenemos sello. C/Z ha dejado de existir, así que estamos buscando una compañía para sacar el siguiente Lp. Too Pure (el sello que lanzó a P.J. Harvey o a Stereolab antes de que decidieran largarse a buscar cobijo en otra parte y que últimamente cuenta con Jack, Laika o Hefner en sus filas) era un buen sello: arriesgado, que apostaba por cosas nuevas y diferentes. Si lo dejamos fue por una cuestión de dinero: teníamos que justificar unos ingresos que no podíamos asegurar. Somos un grupo modesto, no tenemos ventas millonarias... (a estas alturas ya me han confesado que esos impecables trajes de dandy londinense que lucen en las fotos y sobre el escenario son de segunda mano, del mercado del chollo de Candem, su barrio, y yo misma he visto su vieja furgo con la que recorren kilómetros y kilómetros). De todas formas seguimos siendo amigos y de esa estancia quedan la amistad también con P.J. Harvey y Stereolab, que han colaborado con nosotros (P.J. Harvey puso voz a varias de las canciones de Dave en el tercer disco de Moonshake -'The Sound Your Eyes Can Follow' (95)- y Kathy Gifford -de Stereolab- las interpretó en directo). Habladme de vuestro último disco, del sonido y del porqué ya no hay chicas en Moonshake, ni siquiera colaborando. Pensábamos haber contado con la participación de Tor, la cantante que nos acompañó cuando vinimos a tocar al BAM, pero se había quedado embarazada y decidimos probar sin voces femeninas. 'Dirty And Divine' es fruto de la evolución del grupo. Queríamos que fuera un disco menos denso, más dinámico, más fácil de escuchar y entender que los anteriores. Esa era la idea general: simplificar el sonido. Supongo que vamos al revés que la mayoría de grupos, que a medida que van sacando discos van haciendo su sonido más complejo. Ya verás, el próximo será aún más sencillo, más pop, al estilo de los Byrds y las bandas de los 60s. ¡Me encantan los discos de Captain Beefheart!. Con vuestro anterior trabajo abandonásteis las guitarras (justo en pleno apogeo de las seis cuerdas). Vuestra instrumentación no es precisamente convencional (batería, bajo, saxo y sampler). ¿Es parte de esa evolución en el sonido o se trata de dejar claro que váis contracorriente y que no sóis una banda de rock? ìTodo en Moonshake va contracorriente (risas)!. Nuestras canciones ya lo dejan claro. Nos gusta expresar emociones y para ello utilizamos los instrumentos que considera-


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mos necesarios. Puede que en el futuro volvamos a desempolvar las guitarras, pero, por ahora, con el sampler no nos hace falta. Tú mismo has hablado de que queríais hacer música menos densa y más accesible, pero siempre se califica vuestra música como difícil. ¿A quién queréis llegar con ella? A todo el mundo. Nos gusta innovar en el sentido de probar arreglos diferentes, nuevos instrumentos, pero también nos importan las melodías, de hecho me gusta creer que lo que hacemos es pop, ni jazz, ni trip hop, ni otras historias. Estamos hartos de que digan que somos un grupo difícil. No queremos ser una de esas bandas experimentales que hacen una música fría o muy intelectual, que no te dice nada y que tienen un público muy concreto, compuesto básicamente por músicos o críticos musicales. Odio ese tipo de grupos. Nos gusta que nuestras canciones transmitan emociones y que le digan algo a quien las escuche. No se trata de juzgar si somos buenos o malos desde un punto de vista técnico. Buenos músicos pueden hacer música realmente mala. Mira, por ejemplo, el mejor concierto de esta gira fue en Italia, cuando tocamos en una plaza al aire libre ante un montón de gente que no nos conocía de nada y veías como seguían la música y se movían, y se lo estaban pasando bien. Eso es un reto, algo que te estimula. Tocar para los medios, en cambio, es más fácil y mucho más aburrido. ¿Os sentís aislados musicalmente? Sí, bueno, sobre todo al principio que no había nadie que hiciera algo parecido. Ahora esa mezcla de estilos se está extendiendo y la gente empieza a aceptarla. Supongo que puede sonar pretencioso, pero antes no era tan fácil que la gente aceptara una música difícil de encasillar en alguna parte y nosotros fuimos de los primeros en mezclar estilos y en introducir nuevos instrumentos o elementos en música pop o rock o como lo quieras llamar. Ahora no es ninguna novedad, pero antes te consideraban un poco raro. ¿Y que opináis del actual furor de la música electrónica? El 10% es bueno. Prodigy, Chemical Brothers, Daft Punk son estupendos. Es lo más innovador que hay ahora mismo. Pero también

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hay cosas realmente aburridas que no aportan nada. Pasa lo mismo que con el pop. Siempre me ha gustado la música electrónica. Kraftwerk eran unos genios. (Últimos dos asaltos. Igual me abofetean o simplemente cortan la conversación fríamente, pero que narices, ya estamos acabando y me corroe la curiosidad). Esto, ¿habéis escuchado los dos discos de Laika? ¿qué os parece su música? (y, ¿por qué se largó?) Margaret es una persona encantadora. No tenemos ningún tipo de problema con ella, como alguno pudiera pensar. Su marcha fue simplemente parte de la evolución del grupo. Llegó un momento en el que ya no pensábamos igual. Nosotros queríamos seguir experimentando con la música, hacer más cosas nuevas, pero ella prefería seguir en la misma línea y no experimentar más. Así que se fue y formó su grupo, dónde hace la música que quiere hacer. Sí, he escuchado sus discos y están bien. Ya ves, así de simple y de sencillo. ¿Seguís escuchando a Can? Solía escucharlos mucho, fueron un buen grupo. Muy innovador. Pero hace tiempo que no los escucho, a pesar de nuestro nombre. Lo que tratamos de hacer es diferente de lo que hacía Can. De todos modos creo que Moonshake es un buen nombre, así que no lo pensamos cambiar (el promotor me indica amablemente que los chicos tienen que hacer la prueba de sonido, así que apago la grabadora, cojo mi copa y me despido de tan amables gentlemen hasta la próxima ocasión). Discografía Eva Luna (1992), Too Pure Big Good Angel (Ep, 1994), Too Pure The Sound Your Eyes Can Follow (1995), Too Pure Dirty And Divine (1996), C/Z. Moonshake Remixes (1998), C/Z Ω Ω Robin Guthrie, el co-fundador de Cocteau Twins, se encarga de enfatizar la parte vocal de 'Cranes' con su per-

sonal estilo, reduciéndola a su base más minimalista y convirtiéndola en un muro polirrítmico de sonidos. Rich Costy, que ha trabajado con Phillip Glass, David Bowie, Madder Rose, Pavement y Apples In Stereo, reinterpreta 'Exotic Siren Song', llenándola de beats. Robert Hampson, maestro de los ambientes oscuros, empapa 'Nothing But Time' de un sentimiento minimalista, industrial y hip hopero. Todo a la vez, ala. Tood Nickolas, propietario de Silent Records, decide encargarse de 'Aqualisa' y mezcla ambient con ritmos de jazz para conseguir un tema lleno de emoción. Los 'avant-gardistes' de Seattle, Lucid, han escogido ya la de por sí oscura 'The Taboo' para llevarla a su extremo. La crítica ha definido el tema como un paseo de medianoche con los Brothers Quayí. John McEntire, productor de Seely, Stereolab y Trans Am, pero más conocido por su trabajo multinstrumentista con bandas como Tortoise o The Sea And Cake, ofrece otra versión de 'Cranes'. John nos proporciona un tema completamente diferente, que mezcla ritmos tribales con un destacado sentimiento funky setentero. n

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música prohibida texto | anki toner

Cincuenta y cinco grupos de rock filonazis bajo vigilancia en Alemania; un concierto en Turingia abortado por las fuerzas del orden (debe ser aquello que dicen de ‘sin orden ni concierto’); la película ‘Totó Que Vivió Dos Veces’ prohibida en Italia por blasfema; la división regional de Pedofilia y Pornografía (¡fijáos en la relación!) de la policía británica pide la destrucción de un libro de Mapplethorpe; AnthonyNoel Kelly es juzgado bajo la acusación de comprar órganos humanos para utilizarlos en sus esculturas; el chip antiviolencia es obligatorio en los ordenadores norteamericanos; nuestra Pilar Rahola trata de impedir que se mate un toro en la ‘Carmen’ de Salvador Távora; el Supremo norteamericano actúa contra el libro que inspiró un crimen; una galería holandesa retira una exposición cuando descubre que el artista expuesto es un criminal de guerra serbio; el último sencillo de Mecano se emite en la COPE con un pitido añadido para tapar la frase “Dame dos hostias”; el libro ‘Laschiate Che I Bimbi...’ de Luther Blisset (una identidad múltiple, muy conocida en el mundo del plagio) es prohibido en Italia por decir cuatro verdades sobre satanismo y pedofilia en la región de Viterbo y sobre la actuación de la fiscal general en el tema; el ‘Teatro De Orgías Y Misterios’ de Herrmann Nitsh es prohibido en Austria por emplear sangre de animales (no queda claro si se sacrificaba alguno); los filtros antipornografía en Internet impiden leer el informe Starr; la embajada alemana fuerza la retirada de ‘Mein Kampf’... ¡en Portugal!; polémica en Viena por la exposición de Otto Muehl, condenado por abusos a menores; un juez de EE.UU. prohíbe exportar mensajes cifrados a quienes no dispongan de licencia de armas (la paranoia suprema); Alemania prohibe la sangre roja en los videojuegos violentos (en las versiones alemanas la sangre es verde); el consejo de ministros (el de aquí) estudia un proyecto de ley que permite cerrar las emisoras de TV que emitan contenidos racistas o pedófilos. Todas estas noticias son de 1998. Hoy no encerraríamos a Óscar Wilde, lo ahorcaríamos junto a Lewis Carroll. Todos estos casos, con ser escandalosos, los conocemos bien. Excepto los niños, todos hemos nacido en un país en que este tipo de censura, la que no se oculta, era el pan nuestro de cada día. Por eso preferimos hablar de otra forma de censura, mejor escondida, periférica, que a menudo no se reconoce como tal. Una censura disfrazada de protección a la creación, pero que deviene una forma de censura política. ¿Cómo si no se puede calificar una censura dirigida contra quien pone en duda la legitimidad de un tipo de propiedad, la propiedad intelectual? Las leyes de propiedad intelectual están pensadas para promover el progreso de las ciencias y las artes, asegurando a científicos, inventores y creadores el derecho exclusivo al uso de sus descubrimientos, inventos y creaciones. Por eso, las diversas leyes de propiedad intelectual de los países de nuestro entorno reconocen una serie de derechos morales a los creadores, y algunos derechos adicionales sobre la explotación de su obra. Algunos de los derechos morales son tan importantes que son irrenunciables. Por el contrario, se puede renunciar perfectamente a los derechos de explotación. La renuncia por parte del autor a estos derechos puede ser alentada de manera más o menos explícita por la redacción de la propia ley. En la práctica, de hecho, las leyes no hacen nada para evitar que las con-

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diciones del mercado lleven a los autores a renunciar a estos derechos. Incluso hay puntos que parecen redactados bajo el supuesto de que el propietario de estos derechos no es el autor de la obra. Las leyes, sin embargo, dejan un pequeño resquicio para ciertas utilizaciones del material protegido. La ley española lo especifica así: "Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual [...] siempre que se trate de obras ya divulgadas y que su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá efectuarse con fines docentes o de investigación". Más adelante añade que no se necesita el consentimiento del autor para la parodia de la obra, "mientras no implique riesgo de confusión ni se infiera un daño a la obra original o a su autor". Prácticas artísticas basadas en la apropiación están establecidas por el uso, son admitidas e incluso son habituales en terrenos como las artes plásticas (el collage, por ejemplo) o la literatura (el cut-up, la autocita) desde hace muchos años. Lamentablemente, prácticas equivalentes en música o vídeo no gozan de la misma situación. En el mundo de la música (que mueve más dinero que el de la videocreación), la utilización del más mínimo fragmento reconocible de una grabación ajena, aunque su empleo sea como cita o como parte de un collage, conlleva un riesgo de encontrarse con graves problemas legales (los fragmentos irreconocibles corren menos riesgo, claro). El arte siempre ha evolucionado a base de apropiaciones de todo tipo. Es un proceso conocido como 'tradición' cuando se hace con gracia y como 'plagio' cuando se hace de forma chapucera. Las innovaciones tecnológicas de los últimos siglos han ido simplificando el proceso de apropiación. Sin embargo, para algunas personas esto parece plantear problemas éticos, sobre todo cuando la apropiación la hacen los demás. En el mundo de la música, la utilización de tecnología en el proceso de apropiación no comienza hasta pasada la II Guerra Mundial, con la utilización de la cinta magnética en los laboratorios de música experimental y a partir de los trabajos teóricos de Pierre


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Schaeffer y Pierre Henry (la llamada 'música concreta'). Otros famosos apropiadores han sido John Cage y Karl Heinz Stockhausen. Menos conocido, pero no menos interesante, es el compositor norteamericano Jim Tenney. Su 'Collage Nº 1', de 1961, incluye fragmentos de Elvis Presley, en la que probablemente sea la primera apropiación de material pop de la historia. Hasta aquí, no obstante, la apropiación musical disfrutaba de un reconocimiento similar a la de las demás artes. Era un fenómeno estrictamente minoritario y sin implicaciones económicas ni jurídicas. A finales de la década de los 70 surge en Nueva York un nuevo estilo musical basado en la apropiación, el hip hop, que tendrá un importante éxito comercial. A su remolque se produce una demanda tecnológica que, combinada con los avances en el área de la informática, las telecomunicaciones y la electrónica, acaba produciendo un instrumento llamado sampler. En el fondo, el sampler no es más que un dispositivo para registrar sonidos pensado para facilitar la reproducción creativa (a diferencia de la utilización pasiva que se hace de un magnetófono). Por tal cosa, en su diseño prima la facilidad de utilización (reproducción, transformación) de muestras sonoras por encima de otros parámetros, como la capacidad de almacenamiento. Aunque nadie obliga a los propietarios de samplers a utilizar fragmentos musicales protegidos por copyright, en la práctica el aparato parece diseñado para ser una máquina de hacer música ilegal. Por desgracia, aunque lógicamente, el éxito comercial de las nuevas corrientes musicales basadas en la apropiación atrae la atención de los propietarios de los derechos de explotación de las obras sampleadas (es preciso apuntar que, con toda probabilidad, si fuesen los artistas los propietarios de estos derechos, este tipo de problemas sería mucho menos frecuente). En el mundo del hip hop son particularmente relevantes los casos de De La Soul y Biz Markie, demandados por emplear fragmentos ajenos de, respectivamente, los Turtles y Gilbert O'Sullivan, sin haber pasado antes por caja. Es curioso que en ambos casos se trate de artistas negros demandados por representantes de artistas blancos semiolvida-

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dos. Los dos litigios se resolvieron de forma extrajudicial, pero afectaron negativamente la producción posterior no tan sólo de los implicados (el siguiente disco de Biz Markie se titulaba 'All Samples Cleared' -todos los samples pagados-) sino de todo el mundo del hip hop en general. Una música nacida de los barrios más pobres de Nueva York, que utilizaba grabaciones ajenas porque era más barato que comprar una guitarra, se convertía apenas una década más tarde en la más cara de producir de toda la industria musical. Se hipotecaba así parte de las posibilidades creativas de un género potencialmente conflictivo. No olvidemos que estos casos son estrictamente contemporáneos a los primeros intentos de censura 'de la otra', la de toda la vida, en el mundo del hip hop, a causa de la fuerte carga de violencia, sexo o política radical de algunos artistas. Aunque los casos mencionados hayan podido ser resueltos de una u otra forma, no siempre ha sido así. En otras ocasiones el objetivo es la supresión definitiva de una obra y la destrucción de todas sus copias. En este caso, el interés económico no suele ser más que una excusa a invocar con tal de conseguir el objetivo. El primer álbum de los JAMMs (iniciales de Justified Ancients Of Mu Mu), 'What The Fuck Is Going On?', editado en 1987, estaba lleno de todo tipo de samples fácilmente identificables. Entre los sampleados estaban Abba, que por algún motivo desconocido (quizá se sintieron fuera de onda), se ofendieron y pusieron un pleito, y en este caso no se puede decir que necesitaran el dinero. Un juez de cabeza cuadrada ordenó que el álbum fuera retirado del mercado y destruído. Los JAMMs explican que viajaron a Suecia para hablar con Abba y, al no conseguirlo, ofrecieron su disco de oro a una prostituta (sueca), quemaron unos cuantos discos para hacer la foto de portada de su siguiente álbum y echaron el resto al mar durante el viaje de regreso. Más adelante publicaron una edición censurada del disco con instrucciones precisas para reconstruir el original (si se dispone del disco de Abba, claro está). En el álbum incluyeron el siguiente mensaje: "Todos los sonidos de este disco han sido capturados por el Kopyright Liberation Front (KLF). En nombre de Mu, liberamos estos sonidos de todas las restricciones de copyright sin prejuicio alguno". Como es sabido, poco después los JAMMs cambiaron su nombre por el de KLF, gozando de una gloriosa carrera comercial a finales de los 80, demostrando una inclinación por la guerrilla mediática y protagonizando varias performances escandalosas relacionadas con el negocio de la música. Se retiraron a principios de los 90 y, para demostrar que iba en serio, retiraron ellos mismos del mercado todos sus otros discos. Un segundo caso es el del compositor canadiense John Oswald, que ya había definido su línea de trabajo en 1985 en un ensayo titulado 'Plunderphonics, O La Piratería Auditiva Como Prerrogativa Compositiva' (en inglés, 'plunder' significa saquear). En 1988 editó un disco de cuatro canciones también titulado 'Plunderphonics', y en 1989 alargó el trabajo hasta convertirlo en un Cd homónimo. Ni el Cd ni el vinilo se pusieron a la venta. Eran productos de tirada muy corta, destinados a predicar la

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buena nueva más que a tratar de obtener un beneficio económico totalmente improbable. Era, en aquel momento, el ejemplo de sampling más extremo que jamás se hubiera visto. El material 'saqueado' iba de los Beatles, Public Enemy y Elvis Presley a Cecil Taylor, Anton Webern y Glenn Gould, pasando por Beethoven, Verdi y Stravinsky. La pieza conflictiva, sin embargo, fue la de Michael Jackson, y sobre todo la portada del Cd, donde se veía a Jackson caracterizado como mujer, blanca... ¡y embarazada! Pese a ser un producto no comercial, el peso del equipo legal de Jackson/Sony/CBS cayó sobre Oswald, que fue obligado a destruir su trabajo. Una vez más no se trataba de un problema económico sino de una ofensa personal o quizá de una cuestión de principios por parte de Sony/CBS. La portada era una sátira difícil de atacar legalmente, de modo que el ataque se dirigió al contenido musical, que no era en absoluto ofensivo. El caso de Oswald tiene una segunda parte. Elektra, para celebrar su 40º aniversario y demostrar que era una compañía enrrollada, le encargó un trabajo sobre su fondo de catálogo, con objeto de ofrecerlo también como regalo promocional. Por desgracia, no sólo la compañía rechazó el título original de Oswald para el proyecto ('Elektrax), que se acabó llamando 'Rubaiyat', sino que el propietario de los derechos de uno de los artistas sampleados (concretamente The Doors, disueltos quince años antes) se opuso al proyecto y acabó provocando la desaparición del disco, sin que ni siquiera una multinacional como Elektra pudiera impedirlo. Sería para reir si no fuera tan trágico. Aun así Oswald salió reforzado del encontronazo. A partir del incidente ha adquirido mayor notoriedad, ha recibido encargos menos accidentados (de artistas como Kronos Quartet y Grateful Dead) y en la actualidad disfruta de un merecido reconocimiento. Por lo que se refiere a su obra 'propia' (imprescindibles comillas), Oswald ha ido haciendo más crípticos, menos reconocibles, los samples no solicitados. Con todo, el caso más famoso hasta la fecha de destrucción forzosa de una obra por apropiación indebida ha sido el de Negativland,

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banda californiana dedicada desde 1979 al collage sonoro y la provocación, actividades que ellos definen como 'culture jamming' (traducible como 'cultura metida a la fuerza'). En 1991 recibieron una cinta donde se escuchaba al conocido, y poderoso, locutor radiofónico Casey Casem despotricando de su programa y, de pasada, criticando a los famosísimos U2. Una vez recuperados del ataque de risa, decidieron que tenían que compartir ese conocimiento con el resto de la humanidad, e hicieron un disco donde se mezclaban extractos de esta cinta con fragmentos de discos de U2, todo aliñado con docenas de otras fuentes sonoras. El disco se tituló ‘U2’. En la portada, el título del disco destacaba mucho más que el nombre de Negativland. Ésta fue la excusa esgrimida por Island Records (aparentemente sin el beneplácito de los irlandeses, pero bajo la presión del influyente Casey Casem, que en la grabación hace el ridículo de mala manera), para exigir la retirada del disco. Es, curiosamente, el caso contrario que el de John Oswald, en que se retiró una portada ofensiva empleando el contenido como excusa. Aquí es el contenido el que ofende (a Casem), pero es la portada la que sirve de detonante. Tras una larga serie de peripecias, réplicas y contrarréplicas (recogidas en 'Fair Use', un libro editado por Negativland que sigue el suceso de principio a fin), Island consiguió enfrentar al grupo con SST Records, su sello discográfico. Al final, SST pactó la destrucción del disco sin ir a juicio por miedo a tener que pagar aunque sólo fueran los costos judiciales (los abogados de las multinacionales son tan caros que SST habría quebrado antes de poder pagarlos). El caso de Negativland y U2 es de especial interés porque demuestra inequívocamente el poder que puede ejercer el dinero cuando quiere. SST era, y aún es, un interesante sello surgido de la explosión punk que compartía con Negativland una cierta filosofía de vida. En la actualidad son enemigos irreconciliables. SST acusa al grupo de haber hecho peligrar los puestos de trabajo de muchas personas por defender una idea, mientras que el grupo, al ser semiprofesional, no se jugaba su trabajo de media jornada. Otra faceta interesante es la postura de U2, autoproclamados paradigmas de la modernidad, favorables en principio a la obra de Negativland, pero obligados por contrato a callar. Y eso que ellos difícilmente hubieran perdido su trabajo. Todo esto obligó a Negativland a independizarse y crear su propio sello (nadie les quería, naturalmente), pero no acabó con ellos. Bien al contrario, no tan sólo salieron reforzados por la publicidad generada por el caso sino, sobre todo, aún más comprometidos con la lucha contra el copyright. Los últimos años han seguido haciendo la guerra por su cuenta. Uno de sus discos recientes, 'Dispepsi', que mezcla música de los anuncios de Pepsi con material más crítico, ha sido tolerado a regañadientes por esta marca de refrescos, que ha juzgado que la mala imagen que les podía acarrear un hipotético juicio era superior al daño causado por un disco tan minoritario. Recientemente, Negativland ha tenido que superar la presión que la RIAA (organismo que agrupa a todas las multinacionales del disco) ejerce sobre las fábricas de Cds. Una circular voluntariamente ambigua de la RIAA ha hecho que ninguna


nonplace urban field Direcciones de interés CVS soli.inav.net/~psfr/cvs.html Illegal Art www.detritus.net RTMARK www.paranoia.com/~rtmark MACOS www.icomm/ca/macos Negativland www.negativland.com John Oswald www.interlog.com/~vacubox/x.html The Copyright Website www.benedict.com

fábrica quisiera arriesgarse a prensar el nuevo disco del grupo. Ha sido necesaria una campaña de cartas para que la RIAA rectificase, y finalmente el disco está en la calle. Un último álbum prohibido es el del grupo protoanarquista inglés Chumbawamba, que en 1990 retiró 'de forma voluntaria', antes de que saliera a la calle, su álbum 'Jesus H. Christ', debido a unos samples de Paul McCartney, Kylie Minogue y, de nuevo, Abba, todo y que el disco iba a aparecer en Agitpop, sello propiedad del grupo. Huelga decir que, una vez más, se trataba de un grupo incómodo para el sistema, antes de que ficharan por la multinacional EMI en 1997 y se hicieran ricos y famosos. Hasta aquí la lista conocida de obras prohibidas. Hay muchos otros artistas que trabajan en el mismo campo y que hasta el momento han sido lo bastante afortunados, o desconocidos, para seguir adelante sin excesivas pegas: Public Works (antes conocidos como The Tape Beatles); Christian Marclay (suizo residente en Nueva York, se puede encontrar material suyo si se busca con ganas); Stock, Hausen & Walkman (gran nombre), Five Jerks With A Tape Deck (otro nombre que lo dice todo); Twisted Helices (proyecto de RamSamudrala, un teórico de la lucha contra el copyright); Scanner (Robin Rimbaud, que captura conversaciones privadas con el instrumento homónimo: tal vez sea el siguiente en ser ilegalizado); Bob Ostertag (sobrevalorado, en todo caso); Steev Hise (el cerebro tras Illegal Art), y otros grupos todavía menos conocidos como Culturcide, Gunderphonics o Deadly Avenger. En España, y sobre todo en el Principado, también tenemos una bonita nómina de apropiacionistas, pero no los nombraremos aquí por dos motivos: 1) no se trata de atraer la atención sobre ellos, y 2) dejamos al lector interesado el placer de descubrirlos por sí mismo. Estas cosas siempre es mejor buscarlas uno mismo. Lo que sí podemos mencionar es que un disco español fue prohibido hará un par de años. Se trata de 'Campos De Fresa Para Siempre', una inofensiva colección de canciones de los Beatles, alguna de ellas traducida al castellano. Por lo visto, una de las canciones ya había sido traducida en los años sesenta, pero la traduc-

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ción era tan floja que se tuvo que volver a hacer. Pues bien, la ley prohibe traducir aquello que ya ha sido traducido anteriormente si no se obtiene permiso del primer traductor, de modo que la canción en cuestión fue retirada del disco. La supuesta protección de los derechos del traductor se convierten así en protección a la mediocridad. Es un caso similar al de Federico García Lorca en Alemania, donde no hay manera de publicar una traducción decente porque ya hay otra, que es desastrosa. Volvamos donde estábamos. En las postrimerías del milenio, el sampler es instrumento de uso común en muchos estilos musicales. Aquí samplean todos. Los samples se han de pagar, sobre todo si son identificables. Esto se ha convertido en la regla de oro: pagar sólo por los samples reconocibles. De Beck, que graba para una multinacional, se dice que sólo paga un 10% de sus samples. Por otro lado, pagar por un sample no es tan sencillo. Puede llevar meses de negociaciones y resultar prohibitivo, quedando únicamente al alcance de aquellos que tengan una economía saneada y sean además pacientes. Por esta razón, organizaciones y grupos de activistas luchan de diversas maneras contra las leyes de propiedad intelectal. 'Copyright Violation Squad' (CVS) graba en cassette y sin afán de lucro los discos prohibidos de los JAMMs, John Oswald y Negativland. Illegal Art los ha puesto en Internet para que cualquiera se los baje desde su casa. 'Musicians Against Copyrighting Of Samples' (MACOS) es exactamente lo que su nombre indica. La última noticia es que una organización llamada RTMARK, asociada para la ocasión con Illegal Art, ha dado un paso adelante al no sólo crear una obra ilegal, sino anunciándola como tal para buscar la polémica. 'Deconstructing Beck' es el disco en cuestión, perpetrado por diversos apropiacionistas usando únicamente samples de Beck; es decir, que todo lo que suena proviene de un disco de Beck manipulado para convertirlo en algo diferente. La jugada es inteligente por varios motivos. Por un lado, siendo como es una obra colectiva, ninguno de los implicados sufrirá demasiado si finalmente es prohibida. Por otro, Beck es conocido por utilizar samples a mansalva, por lo que se presupone que no puede oponerse al proyecto. Ahora bien, también es un artista ligado a la multinacional Geffen, que seguramente sí se opondrá al proyecto. La obra es, pues, una provocación en toda regla (y no "unos desaprensivos [que] se adelantaron a Beck y le montaron un disco de remezclas sin el permiso del músico", como decían en el Tentaciones, meando como siempre fuera de tiesto). Además, RTMARK ha tenido la 'precaución' de enviar una carta a los servicios jurídicos de Geffen explicando, 'ingenuamente', que el proyecto es inofensivo y no ataca sus intereses. En Geffen han contestado diciendo que 'no podemos creer que hayan sido tan estúpidos como para avisarnos', pero se han visto incapaces de averiguar quién hay detrás de RTMARK. Lo único que han podido hacer es enviar un aviso para que dejen de distribuir el disco, pero lo han tenido que dirigir a un desconocido bajo seudónimo a través del correo electrónico. La situación actual del asunto es bastante confusa. Negativland ha ofrecido los servicios de su sello para distribuir el disco (probablemente todos los problemas que encontraron el pasado verano para prensar su último trabajo provengan de aquí). Sólo puedo deciros que si este disco os interesa, dáos prisa en conseguirlo antes de que sea demasiado tarde. n

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type trafic routier

nonplace urban field texto | philippe doussot y walter scassolini

Personaje completamente iluminado, a la vez que refinado y cultivado, pero también áspero y nebuloso, Bernard Friedmann es una de las joyas de la escena electrónica alemana menos conocida. Combatiente feroz del sólido continuismo, este insaciable explorador del sampler declina ahora, después de casi un decenio, ante la moda de la investigación psicodélica y el espíritu de un dub mutante, lejos de estereotipos de lentejuelas y otros cánones estilísticos, de los que la prensa musical hace en estos tiempos de big beat sobremarcado una pasta poco hecha. Bella abnegación pues la de este personaje complejo que, haciendo alarde de un humor kamikaze y de una imaginación que viene de lejos, nos indica sin mapa ni brújula algunos de los itinerarios/rodeos más humeantes hacia la guerrilla de la electrónica progresista. Tienes la reputación de ser uno de los músicos más minuciosos. ¿Te consideras perfeccionista? Mi oído no ha sido educado para acomodarse a estos códigos redundantes que son las programaciones o los bucles, sino más bien para navegar a ciegas. No puedo sin embargo descartar estos códigos ya que su sentido es realmente evidente. Por otra parte, ¿cuáles son los sonidos que abarcan este sentido? Los esquemas ilimitados en sus profundidades, tomando el océano, la lluvia, una catarata, el lodo en ebullición, el viento entre los árboles: lo contrario al ruido de fondo de la circulación y de las maquinillas de afeitar. El reto consiste en conseguir unos esquemas estructurados de forma idéntica en un idioma musical común. En la dirección donde hay un principio, un fin, unos ritmos, etc. Desde que encuentro estas cualidades estéticas en la música de otros artistas, estoy contento. Alguna música de Basic Channel / Chain Reaction consigue este equilibrio, aunque se la califique como minimalista. A fin de cuentas esto depende también de lo que se entienda por minimalista. Posees la particularidad de combinar en tus diferentes experiencias en directo la labor de Dj y de músico electrónico. ¿Qué te empuja a seguir estos pasos? No hay ninguna duda, el Dj se ha convertido en la figura más importante del business musical, porque es el vehículo de la imagen pública del sexo y las representaciones modernas de la música; por otra parte la actividad del Dj es potencialmente más creativa que ningún otro trabajo realizado en cadena detrás de una mesa. Es la principal razón de que me esfuerce en enriquecer el lenguaje del Dj. En lugar de aportar numerosos instrumentos electrónicos difíciles de manipular, he inventado un nuevo método de representación en directo de la música electrónica, similar a la configuración Dj, llamado M.Y.O. (Mix Your Own). Lo empleo siempre, alimentado por mí mismo. Esta herramienta de mezcla me permite crear canciones a partir de una serie de fragmentos en

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bruto pregrabados. En lugar de las tradicionales 2 pistas estéreo girando en dos platinas, mezclo 8 pistas -a veces másde sonidos y de secuencias pregrabadas. Lo que resulta es una composición formada por la interferencia espontánea de estas diferentes fuentes. Como músico que toca regularmente solo, ¿crees que la música electrónica es una música individualista? El trabajo con ordenador es por naturaleza un trabajo solitario. Desde que la producción musical se ha convertido también en un reto tecnológico, esto ha contribuido, en aquellos que trabajan con equipo digital, a hacer desaparecer la noción de grupo. A partir de aquí el número de programadores aburridos y de espíritu parco no ha dejado de aumentar. Las primeras máquinas rítmicas, aquellas más elementales, no permitían programar estos grooves complejos y sofisticados, pero ahora los programas de reciclaje y otras tecnologías de sampling permiten, en general y no importa a quién (músico o no), casi reproducirlos. Por ejemplo, ‘Funky Drummer’ de James Brown es todavía uno de los temas más utilizados. Pero en mi opinión ningún progreso importante ha nacido de las mejoras técnicas. Poder elegir no significa ser músico. Porque sino el rendimiento musical parece relacionado con los avances técnicos, lo que hace aumentar automáticamente el número de usuarios... Empezaste como batería. También hace muchos años que coleccionas samples. ¿En qué medida estos elementos influyen en tu actual trabajo? Siempre he sido así de diletante. Mi principal preocupación consiste en grabar correctamente la sesión en cinta para obtener un resultado reexplotable según mis gustos del momento. Como batería de un grupo de rock tenía la suerte de estar siempre al corriente de lo que hacían los demás. En realidad, me concentré sobre el sonido mientras los otros trataban de tocar sus solos. El aspecto físico de la batería no me interesaba. Más bien trataba de escuchar las pulsaciones en mi cabeza. Con la ayuda de la caja de ritmos y


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el muestreador, como herramientas de base, tenía la posibilidad de alejarme del trabajo rutinario. Me ponía en el lugar del oyente para saber si había bastantes cosas en la música para estimular constantemente mi concentración. Pareces haber invertido más en Nonplace Urban Field en estos últimos tiempos. ¿Qué significado das a cada uno de tus proyectos? No consigo realmente dar una explicación al significado de mis proyectos. Trato permanentemente de encontrar la metáfora adecuada o simplemente unas relaciones verbales con mi música. Al contrario, no quiero aprisionarme en una identidad musical estereotipada y ello puede crearme una cierta confusión. Sí, efectivamente, me concentro en N.U.F. desde hace un año, no hago otra cosa. Montones de proyectos casi terminados esperan salir. Atom Heart y yo vamos a sacar un álbum con el nombre de Flanger. Se trata del primer paso de un proyecto a largo plazo sobre el lodo: un proyecto de lodo integral. Las erupciones de lodo de Nueva Zelanda finalmente habrán logrado figurar tarde o temprano en un disco. El punto central, el hilo conductor de este proyecto, es el espectro sonoro de una de las piscinas de lodo más frecuentadas del mundo. Además he realizado una grabación ambient con Stinky Jim, Dj / músico de Auckland, con el que he decidido colaborar, realizando algunos ritmos funky inspirándome en el sonido del lodo. Esta grabación incorpora las burbujas más activas en estructuras musicales más accesibles, mientras que en el disco para el lodo no hemos querido registrar las buenas burbujas. Además un nuevo proyecto de grupo acaba de nacer, los New Dub Players, con Crucial Guenther, Jah Verna, 'Bernie Le Carreau' y 'el primo chafasalchichas', que han logrado sacar su primer álbum de estudio, seguido de varios temas de estilo postdub. Acabas de participar en la concepción de la compilación ‘Deustcher Funk’ para el sello americano Caipirinha. ¿Puedes decirnos cuáles fueron las motivaciones y el objeto principal de este proyecto? La idea de esta compilación es presentar músicos alemanes que siguen caminos complicados y sofisticados, y que no se consideran asociados a ningún género concreto. Casi cada tema usa una metodolgía diferente, dando la impresión de crear música de una manera típicamente alemana: a la vez conceptual y muy personal. Además espero que esto ridiculice la cuestión consistente en preguntarse si un tema es electrónico o no, porque esto ahora no tiene sentido. ¿Cómo se puede realmente disitinguir una pieza electrónica de una pieza acústica cuando se sabe que todo puede salir de un sampler o de un disco duro? Las partes programadas e interpretadas han sido tan bien mezcladas que algunos productores serían incapaces de reconocer la manera en que las pistas de algunos temas han sido elaboradas. ¿Qué piensas de las clasificaciones musicales actuales y de las nuevas etiquetas asociadas? Creo que es la consecuencia de miles de decisiones esparcidas entre estructuras de distribución, managers de sellos, direcciones de marketing, periodistas musicales que se ven obliga-

dos a recoger de todo en los containers, a través de la utilización de montones de palabras más accesibles y pegajosas las unas que las otras: drum'n'bass, trip hop, easy listening, etc. Si estuvieras obligado a dar a tu música una dirección concreta -dance groove o complex listening-, ¿cuál eligirías? No seamos pesimistas en cuanto al futuro desarrollo de la complex listening dance groove ¿No es un matrimonio evidente? Además de tus propios albums, ¿participas en otras creaciones? Hago bandas sonoras ilustrativas: films de 35 mm, anuncios para la tv, festivales de vídeo, vídeo-arte, músicas de films porno y documentales. A la vista de un nombre como Nonplace Urban Field o de un tíulo como ‘Leisure Zone’ (su primer álbum publicado por Touch), se tiene la impresión que te interesas por los problemas del medio ambiente urbano. ¿Es ésta una de tus mayores preocupaciones? No, no me interesa tanto todo esto, pero soy igualmente un componente de este medio ambiente. Las construcciones de ciudades nuevas están hechas tan rápida y descuidadamente que faltan palabras para definir aquello que hemos creado. O más bien no, tenemos demasiadas: exurbe, villas urbanas, megalópolis, ciudades tentáculo, technourbe, ciudad polinuclear... Hay un problema de ciudad sin límites precisos, sin centro ni periferia, sin clara distinción entre zonas residenciales, industriales y comerciales. Entre centros comerciales y sedes sociales todo parece medio dispersado en un caos de subclasificaciones, entre complejos residenciales y condominios. Es fácil comprender porqué los sociólogos y arquitectos, que han sido entrenados en una lógica de metrópolis centralizada, ven solamente desorden en estos ‘Nonplace Urban Field’, en tanto que resultado de miles de decisiones no coordinadas, tomadas por promotores inmobiliarios e industriales, inversores comerciales, ingenieros de infraestructuras y, sobre todo, de millones de personas que se ven obligadas a comprar la casa familiar en estos extrarradios gigantescos. Las

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regiones urbanas de ahora han implantado containers que desempeñan un papel preponderante en estos paisajes urbanos virtuales. Para mí estas dos expresiones son metáforas adecuadas para describir este lugar donde me veo viviendo (o mejor, lo que me molesta de los conceptos marketing de la industria músical). El container es la actual zona de transferencias económicas más importante. En sus funciones básicas, un container opera, después de mí, como un sampler. Su memoria se borra tras su utilización y es operacional para cualquier otra necesidad. Libera unas atmósferas hiperreales, susceptibles de seducir los sentidos. Lo que automáticamente descuida el contexto histórico. Recicla de manera moderna fragmentos de cultura universal para fines estéticos. Un sample es un efecto, un extracto. ¿Pero cuál sería entonces la diferencia entre un sample y el original desde un punto de vista estético? Por otra parte, los samples 'alta gama' pueden sembrar la confusión entre natural y artificial, acústico o electrónico, pero el sample no extrae más que lo que se le pide. La gran característica de los samples es que reflejan la forma de la pregunta previamente planteada. Tocas todos los años en Nueva Zelanda y en Australia. ¿Tienes algún interés especial por estas regiones del mundo? Desde que viajo por el hemisferio sur, me doy cuenta de hasta que punto la percepción musical está poderosamente influida por el medio ambiente. Me gustaría traerme a mi país la capacidad de hacer música según este punto de vista. Desgraciadamente en Santiago de Chile, donde grabé con Atom Heart, mucha gente descubre ahora la música techno-trance, en su versión más monótona, la de principios de los años 90. Hubiera preferido sentir más vibraciones de los estilos chilenos tradicionales. ¡Hay que ir al mercado del pescado de Santiago de Chile! Por otro lado, Nueva Zelanda está plenamente en la corriente musical contemporánea. Soy un fan de este país. Traducción de Esther López © Octopus 1999

Discografía Bernard Friedmann Leisure Zones (1995) Some More Crime Ohnmacht (1990) Code Opera (1991), Another Domestic Drama... (1993) Drome The Final Colonization Of The Unconscious (1993) Nonplace Urban Field Nuf Said (1995) Raum Für Notizen / Golden Star (1997)

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el chaval de la muestra

norman cook texto | germán sánchez

Si Norman Bates usaba un cuchillo de cocina en ‘Psicósis’ para conseguir la atención del personal, Norman Cook utiliza, casi de la misma forma, un Akai S950 para demostrarnos que está ahí, que es un caníbal, y que encima está orgulloso de ello. Hull es una pequeña población del norte de Inglaterra, que seguramente no sería ni la mitad de conocida (¿pero lo es?) si no hubiese sido la pista de despegue de un cuarteto popero, con cara de campesinos aficionados al futbol, a los bares, a la religión y de ideología socialista: los Housemartins. Sin duda alguna, una de las mejores canciones del verano del 86 fue ‘Happy Hour’. Un cántico saltarín a la taberna, con un divertido vídeo, animado por personajes de plastilina. Sería el principio de todo. Norman Cook, por aquel entonces tocaba el bajo y todavía no había descubierto lo que era capaz de hacer con la tecnología. Desde el principio los Housemartins no pararon de cosechar éxitos. Cada uno de sus singles se convertía automáticamente en hit. Una pose poco habitual (provincianos con cara de poco avispados), un sentido del humor que les permitía reírse de sí mismos y unos perfectos estribillos serían las claves de su éxito. Pero tampoco hay que fiarse demasiado. La cara de buenos chicos que mostraban en sus portadas se desvanecía en momentos, como cuando el batería Hugh Whitaker fue detenido por intento de asesinato, o la batalla campal que formaron en la sala Zeleste de Barcelona contra los servicios de seguridad de la sala al no permitírseles la destrucción de su camerino. ‘London 0 - Hull 4’ (un hipotético resultado futbolístico) fue el nombre de su primer disco, que barrería las listas inglesas, igual que su segundo y último, ‘The People Who Grinned Themselves To Death’. Para cancelar la historia, agruparían

singles, rarezas y caras B en ‘Now That’s What I Call Quite Good’, un generoso recopilatorio de 24 temas que daba carpetazo a la carrera de los Beatles de Hull. Este fin coincidiría en el tiempo con la explosión del acid, fenómeno que cautivó a Norman y que le ayudó a conducirse al frente de los platos y a la compra de algún artilugio electrónico. Su interés por el baile le llevó a experimentar con las remezclas cuando este término aún no estaba demasiado claro. Los cobayas de la primera fueron Erik B & Rakim. El parto fue satisfactorio. A partir de ese momento, y bajo el nombre de Beats International, Mr. Cook fue introduciéndose en el mundo del sampling y de la pista de baile. Su mayor éxito como Beats lo conseguiría con ‘Dud Be Good To Me’, versión del clásico ‘Just Be Good To Me’. El tema (mezclado en solo 8 horas) se dejaba llevar por la línea de bajo de ‘The Guns Of Brixton’, fantástica canción de The Clash. Para evitarse problemas, citó a Paul Simonon, bajista del grupo, le mostró la mezcla y acordaron cantidad, sin abogados ni problemas. Poco después aparecería un remake discotequero de ‘The Guns Of Brixton’. ¿Casualidad? Beats International no era un grupo, era simplemente un nombre con el que Norman Cook podía trabajar con quien quisiera en cualquier momento. La banda virtual feneció despues de dos álbumes: ‘Let Them Eat Bingo (90) y ‘Excursion On The Version’ (91). Durante la grabación de la segunda entrega de Beats, Norman conoció a Ashley Slater, que se ocupaba de soplar el trombón en la banda de culto de funk Microgroove. Ambos deciden poner en marcha algo parecido a una banda de funk blanco con cierta estabilidad, a la que llaman Freakpower. La inclusión de un tema suyo en un recopilatorio de acid jazz (‘Turn On, Tune In’), abre los oídos a una empresa de publicidad que está buscando un fondo musical para una campaña de los tejanos Levi’s. Por supuesto, éxito rutilante. El disco grande no se hace esperar, y con unos temas destinados a un tercer álbum de Beats International aparece ‘Drive Thru Booty’ (94): tecnología actual y ritmos de los setenta llenan un disco que, conducido por la profunda voz de Slater, no podía haber sido mejor carta de presentación. Mientras el primer disco de Freakpower cumple su misión en las tiendas, Norman Cook encuentra tiempo para la experimentación con las máquinas y el baile, y escondiéndose bajo el seudónimo de Pizzaman, arremete contra las pistas de baile con ‘Pizzamania’ (95), que contiene en su interior los ya clásicos ‘Sex On The Streets’ y ‘Happiness’. Después de todo un año de gira presentando ‘Drive Thru Booty’, Cook y Ashley se ponen a componer y graban lo que es hasta el momento el último disco de Freakpower, ‘More Of Everything For Eveybody’ (96). Otra vez de vuelta a los setenta, con ritmos construidos por loops y potentes estribillos. De todas formas, el disco no cumple las expectativas comerciales que la compañía había marcado y Norman abandona el proyecto alegando falta de fe, y la promoción de ‘More... ‘ se queda total-


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mente parada. Tras la mala experiencia con la discografica, Norman decide montarse una propia, Skint Records, que estrena él mismo con otro seudónimo, esta vez Fatboy Slim (esbelto chico gordo). Tras la edición de los maxis ‘Everybody Needs A 303’ y ‘Santa Cruz’, aparece un disco largo que incluye estos dos temas, bajo su nuevo nombre, que bautiza como ‘Better Living Trough Chemistry’ (96). Música cada vez más descarada y más divertida: aquí manda el breakbeat. Grabado solamente en una semana, Fatboy nos muestra lo que hace desde su ático reconvertido en estudio de grabación. Lo suyo es la mezcla de estilos, la falta de complejos y la poca vergüenza. Pero parece que funciona. A Norman no le faltan clientes para remezclar sus temas. Una de sus más afortunadas remezclas fue para Cornershop, que pusieron en sus manos ‘Brimful Of Asha’, y seguramente aún le están dando las gracias. La fiesta continúa, y alternando su residencia como Dj en Big Beat Boutique (famosa sala de Brighton), graba su archiconocido y último album, ‘You’ve Come A Long Way, Baby’ (98). Un absoluto puzzle rítmico de todo lo que uno se pueda imaginar. Norman padece una especie de alergia a los Cds de muestras, así que recorre las ferias de discos en busca de gangas. Los discos que adquiere son elegidos en base a lo cutre de sus portadas, al año de la edición y a su reducido precio. Primero los oye detenidamente, anota los bpms de cada canción y señala lo que más le interesa. Samplea las piezas, y a montar se ha dicho. Así a conseguido éxitos tan sonados como ‘The Rockafeller Skankîo’ y ‘Gangster Tripping’. A menudo, Norman Cook ha mostrado su frustación por el hecho de no tener el éxito esperado con Freakpower, habiendo invertido tanto esfuerzo, y en cambio arrasa las listas con un proyecto tan improvisado como Fatboy Slim. De hecho el éxito de Cook parece que siempre haya sido por casualidad, en sus momentos más descabellados. Pero al fin y al cabo el que manda es el mercado, y por ahora no hay ningún síntoma de la vuelta de Freakpower. La colección de discos de Norman Cook, asciende a unos ocho mil volúmenes, archivados todos cuidadosamente para tenerlos a mano según las necesidades de cada momento. Para verla no es necesario ser invitado a su casa, simplemente se puede contemplar abriendo el libreto interior de su último disco, que nos muestra un fotomontaje de su ático-estudio. Con orgullo, nos enseña todos sus instrumentos, su colección de smileys y los susodichos vinilos. Por cierto, una imagen más propia del Rastro que de un estudio de grabación. Sin ninguna duda, Norman Cook es el más punkie de los samplistas actuales, pero no por ruidismo, sino por la actitud de que todo le resbala: samplea sin ningún tipo de pudor cualquier cosa y encima le sale bien. Norman, a ver si te pasas por casa, que tengo unos cuantos singles de Fundador que... n

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rabia concreta

pan sonic

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texto | espéreta y toni l. querol

Rudy Ratzinger, más conocido como :Wumpscut:, a parte de haber brindado al darkbody el disco tótem ‘Bunkertor 7’, hizo algo por lo que quizá debamos estarle más agradecido: apadrinar en los albores de los noventa a un geniecillo en ciernes llamado Christian Pallentin. El muchacho hacía música en su Munich natal desde 1986 y ansiaba propinar zurriagazos sonoros tan virulentos como los de sus idolatrados Throbbing Gristle, SPK o Esplendor Geométrico. ¿Ortodoxia industrial? Sí, pero sólo al principio, que quede muy claro. ‘Concrete Rage’ (93), su primera y autofinanzada K7, parece grabada en un nido de ametralladoras y registra los niveles de bulla más altos de toda su carrera. ‘Screw The Past’ y ‘Forneria’ son dos buenos modelos de esta temprana faceta primitiva y ruidosa. Pero el radio de acción de Pallentin no acaba ahí. De hecho, en estos últimos siete años ha congregado a una fiel y variopinta audiencia que comprende desde militantes electro-EBM hasta oídos cercanos al industrial. Y es que Pallentin posee una inusual destreza para trascender cualquier encorsetamiento estilístico, algo muy acorde con la desprejuiciada lista de preferencias que él mismo colgó en Internet: Stooges, Foetus, Stranglers, Adrian Sherwood, Barry Adamson, Coil, Nurse With Wound, Mark Stewart & The Maffia, Wire, John Cale... En ‘Shiftwork’, track incluido en su segunda cinta, ‘Plugged/Live’, P.A.L saca pecho y se zambulle en la ‘esplendorosa’ encrucijada rythm'n'noise por la que transita, por ejemplo, Dirk Ivens y su arrollador proyecto Sonar. El invento fue todo un club-hit industrial en Centroeuropa, y el sello Steinklang instó al autor a crear algo así como una secuela para un sampler de la casa. Así nació ‘Gelöbnis’, una marcha industro-teutona condenadamente bailable que más adelante sería remezclada por la loca más interesante del industrialambient, Lina Baby Doll (aka Deutsch Nepal), en un 7" compartido, editado por el sello alemán Ant-Zen, segundo hogar de P.A.L.

Música comercial para gente comercial Rudy Ratzinger había instruido a Pallentin en el manejo de su equipo, pero el empujón definitivo se lo dio hará unos cuatro años con la coproducción y masterización de ‘Signum’, un álbum sencillamente espléndido. Pallentin reviste un esqueleto rítmico minimal de ascendencia Klinik, es decir, arraigado en la mejor y más fría EBM, con sangrantes capas de ruido y distorsión. Con el mismo acierto desembucha subyugantes arrebatos de ruido y furia (‘Never Forget’), que ejecuta interludios de atmósfera terminal (‘Get Lost’) o instrumentales bizarros sirviéndose de una maraña de violines con eco y profusión de samples -’Creed’ sería un buen score para el film ‘Poison’ de Todd Haynes-, o de los maquinales golpeteos metálicos y la melodía indescifrable de ‘Reel’, tema perteneciente al homónimo MCd posterior, en el que nuestro hombre ofrece la prueba más desaforada de su personal sonido. ‘Severity’, otro de los cuatro cortes de ‘Reel’, también sugirió a la revista belga Side-Line un símil cinematográfico: "parece sacado de la BSO de una oscura art-movie de los años 70". ¿Por qué no? En ‘Decay’ cambio de tercio: P.A.L acribilla los oídos a fuerza de loops de batería distorsionada y una incordiante vocecita de vídeo-juego (algunos recordaréis el ‘Humanoid’ de Stakker). Y remata la faena con ‘Intercourse’, un mete/saca de loops ralentizados durante cinco extasiantes minutos de ‘ruido coital’. P.A.L puede ser sosegado, pero amenazante, minimal, pero no aburrido, brutal, pero no caótico. Un equilibrio -y una evidente accesibilidad- que muchos no le perdonan. "Música comercial para gente comercial", admite cínico, en los créditos de ‘Reel’. "Ottis... enchúfalo" La imaginería psycho-killer fue una constante, cuando no un tic, en gran parte de la música industrial desde sus mismos inicios, a finales de los setenta. Entonces Genesis P. Orridge buscaba la inspiración en Charles Manson y sus hippies sicóticos. Ahora P.A.L acude al tópico en ‘T.a.e.’, una de las canciones de ‘M@rix’, su último Cd. El Henry Lee Lucas del celuloide, tras encajar un televisor en la cabeza de un dependiente pelín irrespetuoso, le ordena a su partenaire de carnicerías, Ottis, que conecte el aparato. Y lo que éste acciona en nuestros altavoces es una suerte de hélice absorvente a la que se suma un ritmo machacón que nos remite irremediablemente a los ‘Classics’ de Aphex Twin. Es más, otros temas, como el apabullante ‘Cyber Junkyard’ también recuerdan poderosamente al mejor Richard D. James, el de ‘Phloam’ o el orgásmico cover de ‘We Have Arrived’, por ejemplo. Ciertamente ‘M@rix’ no es un trabajo tan mutante como ‘Signum’. Pallentin centra sus esfuerzos en la construcción de disciplinados discursos percusivos y deja un poco de lado el eclecticismo de su anterior disco. Aún así, nos brinda los pasajes gregorianos de ‘E-Mass’ (un tema en dirección pareja a los ‘ritmos baleáricos’ de Esplendor Geométrico) y las suculentas rodajas ruidistas en frenético crescendo de ‘Hycollab’ y ‘Purge’ o en forma de espaciadas sirenas y retumbos (‘Germanized Industry’). Síganle la pista. n

Discografía (sin contar colaboraciones) ‘Concrete Rage’ (K7, 93), ‘Plugged/Live’ (K7, 94, Ant-Zen), ‘Consent’ (7", 94, Ant-Zen), ‘Initiation’ (K7, 95, Sssm), ‘Sacred Women’ (MCd, 95, Steinklang), ‘Signum’ (Cd, 95, Ant-Zen), ‘Reel’ (MCd, 96, Ant-Zen), ‘Remote’ (7”, 97, Hands), ‘M@rix’ (Cd, 97, Ant-Zen), ‘After-Hour Sounds (Lp, 97, Dark Vinyl).


P///EXOTEC


de la (a) a la z

pan sonic texto | marc piñol

Basado en hechos reales. Eso dicen en todos los telefilmes de sobremesa que emiten en Antena 3. Pero en este telefilme de Pan Sonic no sólo debemos indicar al público que los hechos son reales. Debemos advertir que suban el volumen de sus televisores al máximo, que descuelguen el teléfono y que besen un relicario con los rostros de Alan Vega y Lee 'Scratch' Perry. Silencio, que viene ruido.

El principio Helsinki, 1980. En una habitación de no más de doce metros cuadrados se encuentra un grupo de chavales que, escudados tras el apodo de Ultra 3, se dedican a manipular frecuencias de sonido a más de 125 decibelios de potencia durante diez horas seguidas, como poco. En la habitación no hay comida, ni agua, ni sillas en las que postrar el trasero si el cansancio (auditivo o físico) arremete. "Sí", dice Mika Vainio (búsquenle también como ø y Philus), "quizá nos pasábamos un poco de la raya, pero...". Vainio recuerda ese bello refrán que dice "quién calla otorga", así que prefiere no abrir la boca durante un rato. Aproximadamente medio minuto largo. Pasado el medio minuto continúa. "No quiero hablar de ello". Vuelve a callar, me mira y se da cuenta que debe responder si quiere que el cuestionario continúe. "Esa época tiene algo de iniciación. Fue como un período de instrucción militar: nos preparamos durante meses para llegar a abrir nuestra mente lo máximo posible. Intentamos llegar a multiplicar tanto el ruido que al final nos daba la impresión de que todo estaba en silencio. Para bien y para mal, lo recordamos de la misma manera que el que recuerda haber vivido el horror de una guerra". Ejem, ahora entiendo lo que me dijo Jimi Tenor en cierta entrevista: "conocí a Mika en una época en la que los dos estábamos enganchadísimos al pegamento". Quién calla otorga. El descubrimiento Panasonic nace en el verano de 1993. "Al principio éramos Ilpo, Sami Salo y yo. Sami se acabó yendo porque tuvo que hacer el servicio militar obligatorio y quería dedicarse a otras cosas. Fue precisamente cuando contactamos con Tommi Grönlund para grabar el primer trabajo para Sähko". Sami Salo ha grabado en solitario para Sähko un 12" bajo el alias de Hertsi, aunque ahora dedica su tiempo de ocio (y el laboral) al bello arte de la fotografía. En el momento en que Mika e Ilpo contactaron con Sähko consiguieron firmar un contrato para girar por varios locales del Reino Unido. "Fue en esas fechas cuando Paul Smith, el responsable

foto: joe miles

de Blast First, contactó con nosotros". Ocurrió en otoño de 1994 en el club VOX. El nombre Adivinen de dónde viene el nombre de Panasonic. Vale, lo han adivinado: Vainio, Vaisänen y Salo lo sacaron de la famosa marca japonesa, utilizando para la portada de su primer Ep el mismo color y la misma tipografía que utiliza Panasonic en sus publis. Una (minimalista y feroz a la vez) declaración de principios que le hizo gracia a todo el mundo (recuerdo a la santa de mi madre mirando el susodicho Ep y comentándome que... ¡le haría gracia oírlo!) menos al señor y a la señora Panasonic. Los abogados americanos de la empresa no tardaron en demandar a los fineses: ganaron el pleito en lo que se tarda en decir quítame de ahí esos subgraves, y se fueron a sus respectivas casitas. Una vez concluído el juicio, Ilpo declaró que "no habría estado nada mal que una gran marca como Panasonic hubiera esponsorizado nuestra música". Esta cómica pataleta de Väisänen se vió confirmada al realizar una vuelta de tuerca que sólo Panasonic (el grupo) podía hacer: eliminó la segunda a de su nombre y volvió a nacer firmando sus nuevos trabajos bajo un enigmático y conocido membrete cojo: Pan Sonic. Vainio vuelve con una de sus frases definitivas: "supongo que no hay necesidad de que te diga nada respecto a este tema. Si ya sabes quién es Muslimgauze, estarás lo suficientemente informado para saber qué es lo que le pasó a nuestro nombre". Los instrumentos Pan Sonic tienen un miembro extra: Jeri Lehtinen. Un coco de los sintetizadores que ha llegado a construir una caja de ritmos con una pequeña máquina de escribir automática, unos osciladores con la guantera de un automóvil o un sintetizador que varía su actividad (!) según la cantidad de notas (?) que se pulsan a la vez. "Jeri es un genio, sin duda. Lo nuestro se limi-


Discografía En Sähkö Panasonic Ep En Sähkö - Blast First: Vakio Vakio (single de 12" en picture disc, 150 copias) Vakio (caja con 4 x 10") Osasto Ep Kulma Medal 12" (con Alan Vega) Endless (con Alan Vega) Arctic Rangers (2 singles de 7" edición limitada de 500 copias) A

ta a manipular y secuenciar, que es lo que hace casi cualquier músico. Además, con sus instrumentos consigue crear un ambiente sucio y limpio a la vez. En este sentido, nuestra música no es nada más que blues clásico". Me preparo para oír una de las declaraciones más animales que he oído en mi vida: "en el blues clásico se fabricaban sus propios instrumentos tradicionales y los utilizaban de una forma espiritual. Se nota que la gente que utiliza el típico cuatro por cuatro no ha escuchado blues". Sin palabras. "Gracias a los instrumentos de Jeri y nuestras influencias hemos obtenido los resultados que queremos". Ahora ya puedes decir lo que quieras, que me da igual. Las influencias Sigamos hablando de blues. El rock'n'roll es, bien mirado, blues. Y un buen amigo, fan como es de la pareja de Turku, me comenta a menudo que estos son los renovadores del espíritu del rock'n'roll. El mismo que pasó de la voz de Elvis al teclado de Martin Rev. El mismo que Pan Sonic adoptó tras oír a éste último desgañitar sus secuencias junto a los gritos del clarividente (y como tantos otros clarividentes, alucinado) Alan Vega bajo un explícito nombre. "Suicide es uno de los mejores grupos que ha dado de sí la última mitad de siglo. Supongo que ya sabes que soy muy fan del rocksteady, el dub o el ska jamaicano. Pues las únicas cosas de la última mitad de siglo que me han influído de forma palpable han sido la música jamaicana y Suicide". Y si hablamos de Suicide ya no sólo hablamos de influencias. Hablamos de... Los mitos Alan Vega es un mito comparable a Elvis Presley. Pero encima, underground. ¿Y qué haría Elvis si aún viviera? Hacer eurobeat con Sash. Así que el Elvis underground se dedica a estampar sus gritos de agonía sobre la base sonora que preparan los

Compilaciones Funktio 1 (Function Recordings), Sounds From The Electronic Lounge (React), Siksi Magazine (Promo), Sónar 98 (So Dens), A Fault In The Nothing (Touch - Ash), Touch Sampler 3 (Touch) Remixes Merzbow: Scumtron (Remixes), Jeremy Deller Presents 2K: ***K The Millennium, Recoil: Drifting, Muslimgauze: Bandit Queen Ep, Einstürzende Neubauten: Ende Neu Remixes, Muslimgauze: Occupied Territories, Ammer Einheit: Deutsch Krieger, VV. AA. (Obsessive Eye): Obsessive Eye Vol. 3, VV. AA. (Raster Music - Noton): 20' To 2000

plate lunch

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Sash underground y todos contentos. "A nosotros nos encanta el resultado de ‘Endless’. Quizá a Alan le gusta mucho más que a nosotros, pero es, simplemente, porque es mucho más Suicide que Pan Sonic. Tiene un componente de rock'n'roll o pop mucho más grande del que puedan llegar a tener cualquiera de nuestras cosas en solitario. Entendido como tal, el objetivo está cumplido". Aún no acabo de entender si les gusta del todo, así que le vuelvo a preguntar. "Sí que nos gusta, pero en un hipotético próximo Lp de Pan Sonic con Alan Vega preferiría llevarlo todo mucho más al extremo". El aspecto visual Puro marketing: "trabajamos mucho para que haya una sensación de actividad hipnótica, que te haga mirar constantemente al escenario, pero que a la vez sea mínima, identificativa del grupo y atractiva a la gente que va a vernos". En el Sónar, dos rectángulos azules sobre un fondo blanco. En el concierto que hicieron en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, un cuadrado marrón sobre el mismo fondo blanco. A la mínima desestabilización sonora, la simetría de estas figuras geométricas empieza a mutar hasta llegar a convertirse en un apocalipsis controlado. E imposible de minimalizar más de lo que está actualmente, digo yo. "Quizá sí que podamos". Y su rostro cobija un amago de sonrisa. Será verdad, entonces. La letra ‘A’, el nuevo disco. Leí hace unos meses en Internet que se llamaría ‘Advance’ y quedé francamente desilusionado. Por suerte, antes de su salida Mika me dijo que, gracias a Dios, era un bulo: "Se llamará ‘A’". ¿Algo más? "Será más experimental. Menos ritmos, pero utilizados de una forma mucho más sabia. Al principio puede llegar a parecer algo incoherente en relación al concepto que se tiene de álbum, con un principio y un fin. Es una especie de caos controlado, como entrar en una habitación desordenada y llena de trastos antiguos. Al principio te cuesta entender porqué todo está así, pero una vez hayas entrado en él te darás cuenta que es el álbum de Pan Sonic donde mejor se ha alcanzado la máxima expresividad, porque nos define a nosotros mismos tal y cómo somos. Ya sabes, blues". La humareda dub'n'noise de alta frecuencia de ‘A-Kemia’ o el despilfarro de bpms de ‘Telakoe’ (más o menos, redondeando, unos 520 golpetones por minuto) son las únicas cotas en las que el cuatro por cuatro puede contarse de una forma más o menos cerrada. El resto del disco son espacios abiertos que se expanden según lo receptivo que sea el oyente y que pueden esconder, bajo capas y capas de lo que en principio parece un solo instrumento, secretos que sólo se pueden descifrar al emparentar ese extraño triángulo de las Bermudas que se crea entre emisor, medio y receptor. Puro blues. n

self 15


somos lo que comemos

plexiq

plate lunch

pág. | 84

texto | toni l. querol

"Devoro todo tipo de sonidos: minimalismo electrónico, improvisación ruidista, paisajes sonoros maximalistas, samples de motocicletas... Sólo hay un requisito en Plate Lunch, toda propuesta debe encajar en un gran puzzle sonoro que imagino de tiempo en tiempo". Habla Norbert Schilling, el gourmet ruidófilo que regenta en la ciudad germana de Bad Honnef el pequeño gran label experimental Plate Lunch. Desde su misma fundación, con las uvas de bienvenida a 1997 recién digeridas, dos fines han gobernado esta factoría privada de almuerzos sonoros: pesquisar entre lo más lustroso de la electrónica y la electroacústica actuales y recuperar inéditas delicatessens de mediados de los sesenta para acá. Los primeros platos de su exiguo, pero selecto catálogo, han consolidado ya el invento lo suficiente como para alumbrar Individuelle Mitologie, subsello con una loable misión que cumplir: vindicar el legado de compositores con universo sónico propio, cuya obra trascienda el ámbito discográfico y cuya trayectoria haya representado una "incesante manifestación de mitología individual". Tipos, en definitiva, como Conrad Schnitzler. Inveterado artista intermedia, performer, escultor y compositor autodidacta, factótum del primer club electrónico europeo -el Zodiak Free Arts Lab-, fundador de Geräusche y de los legendarios Kluster, miembro prístino de Tangerine Dream en su debut (‘Electronic Meditation’, 1970), nombre mayúsculo del krautrock y la electrónica, ¿seguimos? Ciertamente el currículum vitae del bullebulle berlinés invita a la genuflexión. Pues bien, con tres décadas a sus espaldas convirtiendo en praxis la máxima "hago ruido, luego existo", este alquimista de

tonos y sonidos vive una segunda juventud, que se dice, en P.L. gracias a la reedición de su soberbio y visionario debut en solitario ‘Rot’ (1973), el descubrimiento de sus contemporáneos ‘recortaypegas’ pianísticos, con el primer volúmen de la serie ‘The Piano Works’, y un homenaje por todo lo grande con remezclas de -óiganme bien- Aube, Goem, Esplendor Geométrico, Noto y Rehberg & Bauer, titulado ‘ReCONstructions’. Y ahora, tras un brindis en honor del Sr. CON, relajemos el paladar y catemos someramente algunas viandas con membrete Plate Lunch: ‘Powdered Iron Rods’ de Marc McNulty: "paisajes sonoros electroacústicos generados con elementos de nuestros días preatómicos". Enigmática definición pre-Hiroshima formulada por el mismo autor en referencia a su segundo largo, realizado sin ordenadores ni samplers, en el que el aislacionismo noise de su antecesor, ‘Photophobia’ (Brian Lustmord aún babea), cobra más sutilidad y dinamismo. ‘Our Glassie Azoth’ de ídem: o cómo de la manipulación de cintas con flautas y otros instrumentos acústicos puede obtenerse una auténtica ‘piece de resistance’ a modo de ‘continuum’ saturado de feedbacks y agudos zumbidos. Si congeláramos durante media hora el pánico chirrido de neumáticos previo a un choque fatal quizá obtendríamos una sensación tan angustiosa como la que desprende el abstersivo debut de este misterioso dúo británico. ‘Kerne’ de Noto: en los berlineses estudios Voxxx se siguen cociendo algunos de los episodios más excitantes de la electrónica minimal de hoy. Cuarto álbum de Carsten Nicolai como Noto, el primero fuera de la plataforma Noton - Rastermusic. Más de lo mismo, sólo que mejor que nunca. Garabatos miniaturistas de patrones calculadísimos, colmados de silencio, ultraconcretos, sin ambages, siempre en vista a la comunicabilidad nerviosa y directa de sonidos/sensaciones. Decididamente, su obra más compleja, sugerente y equilibrada. Y de postres la casa les sugiere dos frutas exóticas: ‘Pop'eclectic’ de Bernard Parmegiani, figura clave de la ‘musique concrete’, orquestando entre 1966 y 1973 un encuentro en la tercera fase entre jazz, pop y electrónica. Y ‘Lunar Rambles’ de Terry Fox, sorprendente colecta de drones con los que este artista visual ambientaba sus instalaciones allá en los años setenta. Coman, señores, coman a dos carrillos. Les hará bien. n

(Plate Lunch llega a España Rotor -T. 915227383- mediante)


P///NOVAK


¿quieres bailar?

sabotage

plexiq

pág. | 86

texto | roger roca

Y llegados de los lander, vía Lejano Oriente, los alemanes Plexiq. ¿Cómo? Otra vez han sido los japoneses quienes han tenido que descubrirnos lo que teníamos en casa. ¿Se puede hablar de una conexión germano-nipona? "Se puede. Japón exporta buena música electrónica a Alemania y a cambio les envíamos el penoso heavy metal alemán". Esto lo dicen Felix Huber y Nils Kacirek, pero supongo que no se referirán a Plexiq, su banda. No hacen heavy metal, pero sí tiran de guitarras -muy- eléctricas, bajo y batería, todo ello mezclado con y, a través de, los aparatos electrónicos más sofisticados del momento -samplers, efectos especiales y demás-, para construir la banda sonora de su carrera discográfica completa, que hasta la fecha se circunscribe a dos episodios editoriales: ‘Blech’ (Clearspot - Dock, 98) y ‘Bambi Dragon Don't Spit No Fire’ (Clearspot - Dock, 99). Intentar describir lo que hace este grupo de Hamburgo resulta algo más complejo que con las bandas al uso, porque además de la disparidad instrumental con la que trabajan, Plexiq parecen reunir lo mejor, lo peor y lo más extremo de tres décadas de música en sus colecciones de discos. Y además cantan (que no cunda el pánico, cantan en inglés, no en alemán). Su inclinación por el baile es indiscutible -"hacemos música para club”-, y el espíritu arty está algo escondido, pero existe, por mucho que sus miembros se apresuren en negarlo. "Respetamos el trabajo de Frank Zappa o Weather Report, pero tenemos una actitud menos acrobática que ellos. Sólo hacemos arreglos complicados cuando la música lo requiere". Pero como todo el mundo sabe, la música no requiere nada sino que es un reflejo de las fobias y filias de su autor, o sea que los devaneos de Plexiq con el jazz rock, el dub y demás géneros minoritarios son sin duda el resultado de una cultura musical construida con un ojo puesto en la música más cultista y con el otro en la extravagancia, y de una vida en el país de Stockhausen, Tangerine Dream o Can. "El krautrock no nos interesa demasiado. Fue una música sobreintelectualizada, y nosotros sólo queremos hacer bailar a la gente. Ahora, además de funk, heavy metal, jazz y dub, escuchamos mucha música de club, en especial drum'n’bass". Y es precisamente la vertiente más jungle del invento la que sirve para enlazar todos los géneros de los que Plexiq se sienten deudores y darles formato dancefloor. Su primer disco, ‘Blech’, fue el resultado de unir bajo un único Cd sus dos primeros maxis, ‘Cosmo’ y ‘Sense’, y añadirles un tema nuevo más una remezcla de Thomas Fehlmann (The Orb). Un sonido compacto y sin resquicios, espeso como un muro, con los únicos respiraderos que le proporcionan las reverberancias dub, marca de la casa, de Stephen Beatke -su casa era el sello de techno Basic Channel, así que ya ven por dónde van los tiros-. ‘Bambi Dragon... ‘ es, en cambio, su primer álbum concebido como tal. "Mientras ‘Blech’ fue grabado en momentos, lugares y hasta estados mentales diferentes, el nuevo disco es fruto de una idea más bien dibujada, sigue un plan". Y además, parece que alguien olvidó el buen gusto en el camino recorrido entre las dos grabaciones, porque mientras la portada de

foto: EFA

‘Blech’ era una lección de austeridad y dureza bien entendida caracteres japoneses sobre un fondo de cartón marrón gastado-, su nuevo disco tiene una presentación sencillamente horrorosa, la peor que he visto nunca. ¿Algo que alegar, Nils? "Bueno, es lo que hay. Y si no te gusta...". Si no me gusta dos piedras, porque a fin de cuentas lo que importa es el contenido, y a eso vamos. La voz cobra protagonismo, los ritmos se hacen más mundanos -que no más simples, pero sí más funk, más dub y más perfilados-, y las canciones toman forma de eso, de canciones, y no tanto de composiciones informes como en ‘Blech’, donde cada tema lo mismo podría acabar tres minutos antes que cuatro después y nadie notaría la diferencia. Algo que sí se percibe claramente en ‘Bambi... ‘ es que los ecos del dub le han ganado espacios a la muralla sónica del primer disco, en un ejemplo más del buen estado de forma del género, que parece vivir su mejor momento desde que los últimos pioneros del toasting colgaron el micro. "El dub es una de las grandes influencias en la música actual porque en su esencia están la repetición y la deconstrucción, que son claves para la música postmoderna". Alemania es, precisamente, la cuna del nuevo dub, y el lugar en el que géneros, métodos de producción, sensibilidades y culturas se encuentran para ofrecer algunos de los episodios más lúcidos de las nuevas músicas: Tarwater, la escudería Chain Reaction, Pole, To Rococo Rot, Kreidler, D.H.R., los nombres agrupados en torno a Touch, Mouse On Mars... "En el resto de Europa hay un mito sobre la música electrónica alemana, que empezó con Kraftwerk y Can, que nos parece algo exagerado, pero puesto que no tenemos folklore excepto en los pueblos bávaros-, quizás los alemanes estamos predestinados a producir música un poco más técnica y abstracta que otros pueblos. Aunque ahora mismo la música electrónica alemana no goza de mucha aceptación en nuestro país. De hecho, en Alemania es motivo de orgullo que alguien diga que tu música suena británica o francesa". Pues más o menos lo mismo que ocurre en España. No, si al final será verdad que desde que estamos en la Unión Europea todos nos parecemos un poco más. n


P///PROTECTION///PLANET ELECTRICA


¿por quién doblan las campanas?

self

sabotage

pág. | 88

texto | luis costa

7 de mayo de 1999: nos hallamos en el Flex Club de Viena. Los cien metros cuadrados de su pista de baile están absolutamente cubiertos por todo el stock de vinilo restante de Sabotage Records, acumulado desde su fundación en 1995. Vinilo que quedará sepultado para siempre bajo una inmensa alfombra de yeso colocada por una empresa de construcción contratada para la ocasión. Ofician la misa del entierro, entre otros, Richard Dorfmeister, Gerhard Potuznik, Tunakan, DJ Elin, Alois Huber o Alex Is My Bro, miembros honoríficos del clan. Así terminan cuatro años de buena música y militancia underground. ¿El futuro? El futuro pasa por tan solo dos letras y lleva por nombre… Subetage. La cuestión es molestar Que cosas tiene la vida, justo cuando Sabotage empezaba a disfrutar del reconocimiento y prestigio merecidos, justo en el momento en que Viena está de moda y que compatriotas como K & D pronto llenarán estadios, sus responsables deciden bajarse del tren. ¿A quién se le puede ocurrir bajarse de un tren en marcha? ¿Tal vez no era confortable? ¿Equivocaron los billetes? Y desperdiciar todo ese vinilo… ¡Qué despilfarro! ¿Y los coleccionistas qué? ¿A tirar de Cdr? Poco importan las movidas que pueda haber por medio, esos interrogantes se desvanecerán tan pronto como aparezca la primera referencia de Sabotage, perdón, Subetage. Retrocedamos en el tiempo hasta 1992, año en que Robert Jelinek funda Sabotage Com., una plataforma desde la que se han ido efectuando, desde entonces, los ‘public sabotages’, que toman su dimensión en forma de performances, actos y eventos culturales con el fin de romper moldes y convenciones. Dicho de otra manera, la intención es sabotear la cultura del establishment desde la cultura del underground. En este sentido, Sabotage Rec. es una posibilidad más de manifestar estos ‘public sabotages’. Junto al sello discográfico, encontramos otras

áreas de trabajo que responden a ese mismo concepto: Sabotage Acts, Craft Rec., Alibi Service, Cortesy And Turbulent Editions, Cash-The Scent Of Money, SOS (State Of Sabotage), EU de Toilette y Subetage. Diferentes ramas que crecen del tronco de un mismo árbol. De este modo, Sabotage Com. pone los medios para editar discos, revistas y libros, montar exposiciones, fiestas y hasta para crear un perfume con esencia de dinero, concretamente de un billete de 100 dólares. Puede parecer esto último un disparate, pero no lo es (el perfume se encargó a un reputado laboratorio), se trata de una provocación más hacia la aburguesada población vienesa (y cualquier otra población burguesa, está claro). Porque los de Sabotage más que una enérgica lucha, lo que pretenden es excitar y provocar, ridiculizando lo que les disgusta y exaltando lo que les gusta. La promoción es fundamental En cuanto a música se refiere, sus gustos estan claros: ‘electronic pop music’, así denominan ellos mismos la música que editan. Así, en Sabotage Rec. encontramos la nueva electrónica (electro, techno…), drum’n’bass, ambient, jungle y hip hop, estilos que, dicen, “confunden e irritan”. Nos vamos entendiendo. Así pues, cada referencia aparecida en Sabotage Rec./Craft Records desde 1995 debe ser entendida como un ‘public sabotage’. ‘The Lens Cleaner’ (sabo.02), recopilatorio de techno-house, tomó prestada la carátula de los Cd limpiadores americanos y llevaba instrucciones, entre las canciones, para limpiar el Cd y obtener así un sonido optimo. El recopilatorio ‘Unreleased’ (sabo.04) consiste en un libreto con 1000 fotos de personajes famosos, no escogidos precisamente al azar. En otro recopilatorio, ‘Handle With Care’ (sabo.05), el primer tema contiene un Cd-Rom con un divertido virus. El segundo álbum de Pomassl, ‘Skeleton 2’ (craft. 19,) contiene un test para valorar el comportamiento del consumidor y la posible crítica del disco por parte de la prensa. Mientras que el primero, ‘Skeleton 1’ (craft.07), fue reeditado tal cual, con un nuevo número de catálogo, diferente portada y diferentes títulos; algunos críticos hablaron de éste como un nuevo álbum e incluso resaltaron diferencias con el anterior. Increíble, pero cierto. Así que los de Sabotage decidieron reflejar el summum de la superficialidad de la crítica musical en ‘Well Not Be Playimg Tonight, He Is Ill’ (craft.23) de Matt Winch, un Cd publicado en blanco, sin música, sin nada. Titulo remezclado después por 400 artistas, realmente desconocidos, en una edición limitadísima de culto, una sola copia: otra vez vacío. La crítica de la crítica. Genial. Son sólo algunas curiosidades de un cuidadísimo catálogo con una impresionante nómina de artistas: Le Car, I-F, Gerhard Potuznik, Richard Dorfmeister, Patrick Pulsinger, Alois Huber, Panacea, Autorepeat, Airlock, Farmers Manual, Texta... La última referencia hasta la fecha es ‘Rock’n’Roll’ (craft.36) de Saundbenders, que son Martin Maischein y Bodo Elsel, que han editado en sellos como Force Inc, Science City o Mille Plateaux. Disco que también quedará inevitablemente enterrado bajo el yeso. Pero Sabotage aún anuncia tres últimas referencias antes del entierro: ‘Vanguard’ (craft.37) de Men At Arms, ‘Architectronics’ (craft.38) de Pomassl/Kodwo y un as guardado en la manga: la presumiblemente última referencia del sello consiste en los remixes de ‘Music Takes Me Higher’, un disco-hit de 1978 del grupo de culto vienés Ganymed. las remezclas irán a cargo de Adult, Krok, Parallax Corporation y DJ Elin. Próxima parada: Subetage. Por cierto, ¿alguien conoce a los tales Ganymed? n

foto: archivo


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A Stereophonic Experience Vol. 1

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no sólode siouxie vive el hombre

the creatures texto | chus valero y manel roig

Siouxsie And The Banshees fue un grupo que se formó en medio de la eclosión musical, verdaderamente underground, que el mundo sufrió allá a finales de los años 70. Mientras los Pistols y los Ramones eran el punk y Talking Heads y Blondie eran la new wave, Siouxsie And The Banshees eran los chicos góticos y oscuros por excelencia. Siouxsie Sioux (diecisiete abriles la primera vez que pisó unas tablas con los Banshees) era, como yo leí por primera vez que supe algo de los Banshees a través de aquel diccionario musical que distribuía El Periódico hace por lo menos doce años, “la brujita buena del punk”. Sonaba a gilipollez, todo hay que reconocerlo, pero una vez visto el transcurso del tiempo creo que era cierto. Demasiado cierto. Pero aparte de los vestidos negros, los pelos crepados, las caras páaaaaaalidas, los crucifijos y demás había música. Y muy buena. El término (ya empezamos) after-punk ha sido utilizado para referirse a esas bandas que sonaban oscuras, pero, claro, después del punk. ¿Y Siouxsie And The Banshees? ¿acaso no son coetáneos del punk? ¿acaso no eran suficientemente oscuros? ¿acaso no son pioneros del gótico? La realidad es que a ellos no pareció importarles mucho. Y así, Siouxsie y su batería Budgie decidieron dar rienda suelta a su vena más primitiva allá por el año 1983 y crearon un proyecto paralelo que, finalmente, se ha ido, poco a poco, consolidando en su (por fin, en estos días) único trabajo: su grupo. Ladies and gentlemen: The Creatures. “Con el tiempo llegó un momento en que con los Banshees te ibas volviendo cada vez más heavy, más negativo. Esto es algo duro de decir, ya que forma parte de mí, como de Siouxsie, como de Steve Severin. Pero llega un momento en el que debes ser franco. Es algo que, ya sabéis, significa mucho para nosotros. No puedes decir ¡ya no podemos hacer esto nunca más! En todo caso necesitamos decir ¡lo hemos hecho, hicimos mucho, llegamos al tope! Al mismo tiem-

po, Siouxsie y yo sentíamos que queríamos hacer aquello que disfrutábamos de forma separada, como The Creatures. Sin ningún tipo de restricción. Era como hacerlo y volver a los Banshees. Con nuestra compañía, Polydor, el énfasis era siempre con Siouxsie And The Banshees. Con The Creatures era como ¡vale, vale, dejadlos tocar, ya volverán después al trabajo (risas)!”. El que habla no es ni más ni menos que Budgie, batería de los Banshees, batería de The Creatures, compañero sentimental y mil cosas más de la brujita buena del punk, Siouxsie Sioux, que se encuentra a unos escasos tres metros nuestros, concediendo una interview a los amigos de Shangay. Pero los chicos de Self siempre conseguimos la exclusividad y el acierto: dialogar o, mejor dicho, dejar que hable, porque lo dijo todo en más de treinta minutos de conversación, el reverso de Siouxsie. Fue con la aparición del primer larga duración, ‘Feast’, fechado en 1983, cuando la pareja dio la primera señal de vida de su proyecto paralelo, suficiente indicio de que había alguna inquietud más allá de algún tema que no encajara en el trabajo con los Banshees. Un trabajo en que la omnipresente y omnipotente voz de Siouxsie se funde con la bomba catártica de percusiones a cargo de un Budgie más creativo y libre que nunca. La continuación, ya disueltos los Banshees en 1996, sería ‘Boomerang’, un trabajo más elaborado, con aroma andaluz por los cuatro costados debido, sobre todo, a que la pareja grabó el disco en el sur de España, exactamente en Jerez, donde estuvieron viviendo durante una temporada hasta que, como Budgie nos confesó, se fueron porque hacía demasiado calor para ellos. Por suerte, un amigo suyo abandonaba un castillo en el sur de Francia, así que se trasladaron allí (donde actualmente residen) para vivir y seguir creando música, y así llegamos a este ‘Anima Animus’, gestionado hace más de dos años, aunque no es hasta ahora cuando sale, curiosamente a través de su propio sello, Sioux Records (aquí, a través de Satélite K). Un trabajo en el que, además de la esencia echa presencia de la garganta de Siouxsie, nuestros chicos se abrazan de una forma más que acertada a la tecnología. “Lo que hemos hecho es sacar todas las influencias que hemos tenido. Es decir, a mí siempre me han gustado los sintetizadores analógicos. Adoro el sonido de un sintetizador analógico. Siempre me han encantado Kraftwerk, DAF... Estos grupos son citados por artistas de música dance como influencia, de la misma forma que, por ejemplo, Massive Attack y Tricky citan a los Banshees como influencia suya. Siempre se ha dicho que los Banshees iniciaron todo el movimiento gótico, cosa que nunca pretendimos. Simplemente hicimos esos álbumes que fueron denominados de estética gótica, de los trajes negros (se mira a sí mismo, pasa sus manos por todo el traje de luces negro que viste y nos reímos un rato los tres), y lo que Massive Attack y Tricky han hecho ha sido sacar la esencia de los Banshees y utilizarla para sí mismos, incorporándola a su música. Lo que no se puede hacer es sonar como las influencias que te inspiraron”. Si diez han sido los años que han separado la última entrega de la anterior no es ni mucho menos debido al hecho de que la pareja estuviera sin nada que decir. Siouxsie And The Banshees iban perdiendo el oremus poco a poco, y salvo contadas excepciones (recuerdo, ya no sé ni cuantos años hace, el video de ‘Kisses For

foto: victor boullet


this mortal coil

pág. | 92-93

Me’), la propuesta se presentaba gastada por el paso del tiempo y por las tendencias que se vivían en el momento. Rigidez mediática, perfección gélida y la ausencia de frescura parecen ser también otras razones para cortar por lo sano. Mitómanos, prepárense. “El público de The Creatures nos da mucha más libertad que con los Banshees. Con los Banshees era algo más rígido, como una actitud religiosa, algo de lo que siempre pretendíamos escapar. Lo que ocurre es que nosotros siempre hemos tenido mucho sentido del humor, un sentido del humor muy negro. Para nosotros era como interpretar un papel en una gran comedia negra británica. Es lo que queríamos transmitir. Aunque todo fuera muy serio, siempre hacíamos chistes. Siempre había un gran sentido del humor detrás de todo eso. Es como hacer arte muy serio. Por muy serio que sea siempre debes bromear. Tienes que ser serio en tu trabajo, pero no todo el tiempo. Hay una tendencia a ver a Siouxsie And The Banshees como algo muy, muy serio, algo que no es cierto, más bien lo odiamos (risas). Como si no fuéramos humanos. En cambio, con The Creatures podemos permitirnos el lujo de cometer incluso errores, ser más espontáneos. Y sobre todo por la forma en que apareció The Creatures, que fue totalmente accidental. Un feliz accidente”. Y es que ‘Anima Animus’ es The Creatures 100 %, más el abrazo definitivo hacia la música dance. Así, los samples se dan la mano con voces y percusiones con una libertad total y se nota la expresa falta de rigidez, dando como resultado un sonido menos pulido que los Banshees, aunque como el mismo Budgie reconoce “seguimos siendo Siouxsie y Budgie”. Y ese abrazo al dance lo hacen además de una forma cómoda y, proviniendo de donde proviene la pareja -las majors, se entiende-, lo agradecen enormemente. “Creo que la cultura dance es lo más saludable de la industria musical, ya que se trata de gente joven abrazando la tecnología y la posibilidad de hacer cosas nuevas sin el control de las majors. Sé que la música dance es algo masivo en Europa. También puede ser un sinsentido, ya que para hacerlo comercial debes hacer un tipo de sonido repetitivo: bum, bum, bum... (risas). Pero de todos modos es algo muy sano porque en estilos como el jungle o el drum’n’bass no sólo tienes una base repetitiva, sino que vas añadiendo otros elementos. De hecho, varios artistas dance van a sacar remixes de nuestras canciones, seguramente en otoño. Uno de ellos será James Hardway (le preguntamos por su último proyecto, Magnetic, y Budgie me dice que lo lleva en su maleta). En estos sellos uno puede encontrarse con gente diferente e interesante de conocer. Cuando llevas tanto tiempo la gente te tiene demasiado respeto. Nadie se acerca a nosotros porque piensa que somos oscuros y muy serios, y así nadie quiere trabajar contigo. Ahora hemos conocido a gente muy creativa musicalmente y muy majos como personas, por ejemplo a Justice. Nosotros estuvimos toda la vida en el mismo sello que The Jam y nunca llegamos a conocernos. Ahora hay una docena de personas en un sello haciendo cosas diferentes, se conocen e incluso hacen cosas para otros sellos. Esto es más enriquecedor para nosotros. Debería haber más interconexión entre los grupos”. Y hablando, hablando, salió -como siempre- de la nada su manager para decir el clásico “se acabó”, cosa que Budgie desoyó totalmente, continuando con sus nada desde-

foto: archivo

ñables batallitas, dignas de escuchar. “El año pasado nos fuimos de gira con John Cale (¿debo decir el ex Velvet Underground, por si hay algún ‘despistado’?). Fue increíble, porque teníamos las canciones listas y no había nadie que quisiera sacar el disco. Así que salió la posibilidad de girar con John. Es como... nunca sabes que iba a pasar. Especialmente con John, que es ese caballero de larga figura. El tour lo llevamos a cabo de una forma muy simple. Viajábamos en el mismo autobús. Eso es algo diferente para John y también lo es para nosotros. Y empiezas a esperar ciertos comentarios como ¿dónde está mi hotel? ¿dónde está mi... ? (risas). Y por supuesto no puedes hacerlo de esta forma. Es como esta gira, es una gira pequeña, de baile. La financiación corre a cargo nuestro, de nuestro propio sello, Sioux Records. Así que no tenemos mucho dinero con el que jugar. Con John surgió la idea de tocar juntos sin que uno hiciera de telonero del otro. Así, yo tocaba la batería con John y hacía tres temas suyos, a continuación Siouxsie subía y cantaba una canción con nosotros, después John dejaba el escenario, nosotros tocábamos cuatro temas de The Creatures, después volvía y tocábamos un tema que habíamos escrito juntos... Eso sí es una forma interactiva de trababajar. Era duro para el público, dificultoso para nosotros, extraño para John, extraño para mí, extraño para Siouxsie... Ella se estaba volviendo loca (risas). Ella lo odiaba a la vez que le fascinaba. Eso era algo en contra de todo lo que ella conocía. Ella ha estado tocando desde los primeros Banshees, con 17 o 18 años. Era siempre mi show, mi grupo, mi... (más risas) y esto resultó ser una de las mejores experiencias musicales que recordamos. Y se agradece tras veinte años”. Y tras dar por finalizada la entrevista de la forma más natural y sencilla, y tras ser invitados por el propio Budgie (él, no otros) a asistir al concierto, nos fuimos como unas pascuas a pasar una agradable tarde de sábado (unos, otros volvieron al curro), para después disfrutar de una inolvidable velada con The Creatures. Y es que no sólo de Siouxsie vive el hombre, sobre todo después de conocer al amabilísimo Budgie. Adorables criaturas. n

self 15


a salvo del dolor

this mortal coil texto | juan manuel freire

Siete años después de su desaparición, el oscuro romanticismo de sus canciones conserva la extraña habilidad de hacerte añicos y, al mismo tiempo, conducirte a creer que alguien en el exterior puede sentir lo mismo y tener, además, el poder de reconstruirte. Y éste es sólo uno de los argumentos que justifican su leyenda.

I. 4AD: Bocanadas de humo y luego grietas Nos asedian el corazón y la piel temblores e infecciones, las rodillas se hunden en un pasto de café y tostadas y pagos a plazo con intereses. Es preciso encontrar el lugar que va desde el espacio interior, la barroca introversión, al diario emplace de la panadería o la oficina de correos. ¿Por qué no puedo mirar a los ojos? Cierro la puerta, me quedo donde estoy, pálido y solitario, ordenando mis discos mientras pienso en el momento de irrumpir. De irrumpir ella, claro, porque cómo voy a fundirme con el aire si no sé levantarme de la cama. Cada mañana he de aprender a caminar, busco un nuevo lenguaje, a veces he pensado que nunca viví más que hoy. Si recuerdo una voz en el oído, es en estéreo. Si me acerco sigiloso a una imagen, nunca la veo en el incierto formato full screen de nuestros ojos, porque en un segundo he visto mi pasado, mi amor eterno, y lo contiene una pantalla de cine. En 16:9, blanco y negro, toda ella era de lluvia y la veía como yo insistía en figurarla. De noche íbamos por las desembocaduras de las calles, extraños en el paraíso, pero qué inoperantes somos en la realidad, durante el día. ¿Dónde estaba entonces la música? ¿Por qué estos días son tan largos y tan blancos? No hay muerte sin música de Cocteau Twins, no hay vida en mi discoteca sin 4AD. Ivo Watts-Russell dirige este sello desde 1980, y fue durante la primera mitad de esta década cuando se forjó la buena reputación de su empresa. Si congelamos esta imagen en el tiempo que duró la gloria - me refiero a la época que transcurrió desde el primer disco de Cocteau Twins, ‘Garlands’ (82), hasta la obra mayor de los Pixies, ‘Doolittle’ (89) -, encontraremos a una indie modélica por su reinvención del establishment musical, inspiradora de una concepción apócrifa del pop como ente evolutivo, denso, oscuro y emocionante; una materia viva que se recrea en formas saturadas de eco y reverberación. Pero, en realidad, no existe un sonido puramente 4AD, pese a que podamos hablar de una actitud común entre los miembros de su roster. Turbadoras canciones y técnicas en ebullición, pop avanzado que no temía acercarse directamente al puro experimentalismo, utilizando instrumentos y tecnologías no convencionales, o empleando lo convencional desde una dimensión nada corriente. Personal e intransferible, cuando se hablaba de estilo 4AD, se hablaba tanto de su música como del diseño del producto, tan inseparables en concepto eran lo primero y lo segundo. Las referen-

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cias del sello vienen contenidas en un primoroso packaging que ha creado escuela (el dibujante de cómics Dave McKean, autor de las portadas de la saga Sandman y del excelente ‘Cages’, ha reconocido su influencia en multitud de ocasiones), por cortesía del equipo de Vaughan Oliver; es decir, 23 Envelope cuando formaba dúo con el fotógrafo Nigel Grierson y, más tarde, bajo el alias de v23 y junto a Simon Larbalestier, Chris Bigg y otros. En 4AD, editorial también de pósters, postales e incluso libros de arte, el continente es tan importante como el contenido. La marca de fábrica es un mecanismo de caja china, para el sonido, y una barroca belleza para el cofre del tesoro. Durante la mayor parte de los noventa, la diferencia no está en los diseños, que continúan siendo genuinos y fascinantes, sino en el desorientado rumbo que ha tomado la aventura musical. El cambio de sello de Cocteau Twins, Insides o Bettie Serveert, o las separaciones de Belly, Throwing Muses y Lush, han ido devaluando la infalibilidad de una empresa que, en la actualidad, sobrevive gracias a las rentas y a la reedición de antiguo material inédito. Tan sólo los discos de Tarnation, Mojave 3 y Lisa Germano merecen hoy la atención que en su día suscitaron, además de las ya señaladas, formaciones a la altura de The Birthday Party o Dead Can Dance, y bandas tan influyentes en el rock alternativo como The Breeders y, sobre todo, los míticos Pixies. Con el establecimiento de la infraestructura del sello, consecuencia del éxito mayoritario de estas bandas, llegaría una época de mala estrella que tuvo su punto de inflexión en el momento de defunción de This Mortal Coil. Esa pócima letal que rebobinó suspiros, perpetró escenas de abrazo e intoxicó de existencialismo el ideario de la corporación. II. THIS MORTAL COIL: Trilogía de lo oculto Se resigna a conocer del mundo aquello que las manos pueden tocar sin sentir el clima: palabras, imágenes, anhelos. Vive entre las canciones, se refugia en la habitación y rara vez cruza el paso desde este mundo nocturno al acechante en las luces del


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exterior. Puede ser una chica triste, un chico gris; pudo ser Ivo Watts-Russell. Cuando el productor concibió su proyecto no pensaba en la vanidad o los términos de promoción, ni se planteó las giras mundiales, ni los festivales multitudinarios, las ruedas de prensa o las entrevistas. El objetivo era alimentar el desencanto y hacerlo ley de vida, conmoviendo desde el abandono de quien teme actuar por el temor a arrepentirse, quien actúa por flaqueza y luego se lamenta, quien conoce el peligro sólo a través de las ficciones. Ni se trata de la obra de un creador al margen de todo, ni forma parte de un planning de promoción para artistas del sello. Es una reunión de músicos que Watts-Russell había fichado con anterioridad, que admiraba o solamente conocía, y todos dispuestos a interpretar las canciones favoritas del ideólogo. Versiones escogidas de entre los archivos olvidados del pop, del jazz, del country, todas ellas unidas por la melancolía de unas tonadas falsamente cándidas que en la forma de This Mortal Coil revelaron todo su poder de afectación. El creador del invento antepuso su fuerte personalidad a la falta de formación musical, y encontró un fiable contrafuerte en la producción técnica de John Fryer. Ivo se convirtió en el guía espiritual de una trinidad discográfica sin fisuras donde, al final, su trabajo como compositor cobraría el mismo protagonismo que las canciones interpretadas por invitados estelares. Todo está relacionado con todo, cada melodía se solapa con las demás. Cuando se regresa, se sabe que nunca se abandonará el lugar del todo. Al día siguiente, cuando compro mis barras de pan artesano y recogjo las cartas de una semana, me siento del todo extranjero. Como si hubiera perdido una vida para el resto de mi vida, la violenta ternura, los raros amores, las caras raras que me miraban y me invitaban. II.a. Soñar que sueña conmigo Para que exista la belleza debe existir también el misterio. A Ivo Watts-Russell le asiste una divinidad cuando une las piezas de ‘It’ll End In Tears’ (4AD, 84): música inyectada de pura creatividad que se desenvuelve entre ruidos aplastantes y remansos minimales, ora abrumando con la densidad de un zumbido monolítico, ora dejando a las voces expresar el sentimiento, sin ambages, que enmudezcan la palabra, siempre fusionando hábilmente la tradición clásica del pop y la experimentación de vanguardia. En el abrigo del entresueño sólo rigen las leyes de un azar desconocido; como en el cotidiano, las arbitrariedades están justificadas. Y visto desde la lejanía, todo parece obedecer a un orden más o menos asimilado. ¿Habrá alguna manera de no perderse en este océano? Yo nunca pude, quizá me resistí a intentarlo. El primer sencillo, ‘Song to The Siren’ (Tim Buckley), instauró, letra a letra, nota a nota, un modo de significar y un eludir de lo concreto que haría historia en las habitaciones de una legión de muchachas de terciopelo y hombres con soplos en el corazón. La interpretó Liz Fraser y la recuperó David Lynch en una memorable secuencia de ‘Carretera Perdida’, aunque la canción no se

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editó en el disco del film. La cantante de Cocteau Twins remueve también ambientes interiores en el corte ‘Another Day’, una canción que podría haber inspirado aquello de “hay otros mundos, pero están en éste”. Es un disco en el que manda la participación de los Cocteau Twins al completo, ya que predominan esas guitarras de acento esotérico y constante feedback que sólo pueden pertenecer al hacer de Robin Guthrie y Simon Raymonde. Pero hay otros sonidos en el disco, aparte de la dañina superposición de guitarras que fuera seña de identidad en 4AD y en el legado de Cocteau Twins. Lisa Gerrard y Brendan Perry (Dead Can Dance) componen e interpretan dos canciones: las sobrenaturales, casi gaseosas, ‘Waves Before Wings’ y ‘Dreams Made Flesh’, donde Lisa Gerrard tensa cuerdas vocales y justifica cualquier superlativo que adjudicarse pueda: operística y sobrehumana, pendiente de un hilo entre las estrellas y la tierra, un milagro. Aquí, en el difícil equilibrio entre la satisfacción de envoltura y espíritu, la melancolía se convierte en el único estado posible. Estas canciones datan de los tiempos transitorios que antecedieron a la grabación de ‘Spleen And Ideal’ (85), cuando los otros dos miembros del grupo desertaron para regresar a Irlanda y Dead Can Dance se vio reducido a dúo. ‘It’ll End In Tears’ se beneficia también de las aportaciones del violonchelista Martin McCarrick (Siouxsie And The Banshees), Robbie Grey (Modern English), Mark Cox (The Wolfgang Press), Steve Young (Colourbox) y Gordon Sharp (Cindytalk), que también prestara voces en su tiempo a la ‘Peel Session’ de Cocteau Twins. La poblada nómina de colaboradores resulta en la obtención de una obra pluralista: desde el corte inicial hasta el último, el disco sigue una constante mutación que discurre entre atmósferas étnicas, amargas declaraciones de amor y miniaturas de corte clasicista que sirven de unión a las siempre exploradoras versiones. Se abre con la versión del tema de Big Star ‘Kangaroo’, un adelanto de lo que llegaría a continuación: sensacionales secciones de cuerda, electrónica abstracta, ritmos invertidos, micro-

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rritmias, samples que trastocan la cuántica del movimiento. Extrañeza en la noche, un altar de desolación, frío y viento. Un contraste: el mecanismo hipnótico que marca el ritmo de ‘Fyt’ (que enlaza con una canción tan subyugante como ‘Fond Affections’) cruzándose con el preciosista trenzado de guitarras de ‘The Last Ray’, el mejor de los cortes originales aquí incluidos. Fisiología de la melancolía, naturaleza muerta, tibia, tan distinta a las casas de hormigón que veo desde mi única ventana. En las tinieblas de This Mortal Coil hay lugar para el intimismo y el dolor seco, para poemas sin terminar por intuir la llegada de alguna verdad; la abstracción de una sinfonía que casi supera el límite de lo perceptible. Y también hay lugar para una canción interpretada de una manera más convencional (guitarras en alto, sonoridad uniforme y dinámica de formula uno), que aparece siempre en la parte final de cada disco: en el primero es ‘Not Me’ (Colin Newman) y en los dos siguientes serán, respectivamente, ‘Drugs’ (Talking Heads) y ‘I Am The Cosmos’ (Chris Bell). Después del cambio de sentido, regresa la calma. Pero, caprichos lúdicos aparte, parece inaplicable el salto sobre cualquier corte de discos como ‘It’ll End In Tears’, y siempre será más fácil y justo reincidir sobre su penetrante capacidad para intranquilizar la tristeza. Recordar, por ejemplo, la inicial lejanía del lamento de ‘Come Here My Love’ (Van Morrison) desarrollándose sobre una telaraña de sonidos de órgano, ruidos del espacio interior y psicofonías - “este sentimiento de melancolía no hace ningún bien…”; matarse de ansiedad y angustia de notarse solo - que buscan el brote de un efecto, de una inducción a visitar el cajón de las postales y las cartas de amor y odio. Y es estimulante, para los interesados en la peculiaridad literaria, reconocer en los títulos de los instrumentales algunas claras alusiones a la poetisa Anne Sexton, especialista en trampas del amor y amarguras del remordimiento, estudiosa del deseo y del miedo al deseo. En una carrera que sólo duró dieciocho años, Sexton hizo gala de una honestidad e intensidad acabadas, no con sorpresa, en un suicidio. Ella, como todo hombre y mujer incapaz

de distinguir entre sexo y afecto, entre representación y realidad, sabía que las lágrimas eran el único final de todo amor, de toda música y de toda vida. II.b. Rumbo a vértigo La poesía de Anne Sexton permanece en numerosos elementos conceptuales de ‘Filigree And Shadow’ (4AD, 86), brillante continuación y confirmación. Si ‘Filigree And Shadow’ es superior a ‘It’ll End In Tears’ no es sólo por su duración (74 minutos); también lo es por su mayor heterodoxia, por el monumental arrojo de ideas y visiones, el perfil de obra densa, casi magna, la mayor falta de oxígeno; en definitiva, por su casi inabarcable impermeabilidad sonora. En esta secuela participan las reveladoras voces de Deirdre y Louise Rutkowski, repiten Simon Raymonde, Martin McCarrick y Steven Young; y colaboran Richard Thomas, David Curtis y Alan Curtis (los tres en Dif Juz), entre otras personalidades. Pero si un tono sobresale entre el reparto, éste es el barítono timbre de Dominic Appleton, vocalista de la banda psicodélica Breathless. El desgarro con que Dominic se presenta ante el micrófono del piano bar, preso del aura de tormento que debe sobrevolar al mejor crooner, estrangula intensamente cada palabra de ‘Tarantula’ (Colourbox), ‘Strength Of Strings’ (Gene Clark) y, sobre todo, ‘The Jeweller’ (Pearls Before Swine): una maravilla detenida en el tiempo que recomiendo como antídoto para el cansancio de escuchar tantos sonidos inútiles y superfluos. Las otras tres perlas son ‘My Father’ (Judy Collins), una balada pianística a la que se añaden texturas puramente taumatúrgicas; el desolador dúo de Deirdre y Louise Rutkowski en ‘I Want To Live’ (“quiero morir”, aseguran al siguiente verso); y el callado grito que sirve de línea vocal a ‘Alone’ (Colin Newman). Ivo dirige el timón a sabiendas del azuzón, con plena consciencia del lugar al que desea transportarnos. El prólogo compuesto por Martin McCarrick (‘Velvet Belly’) sirve de vaso comunicante entre los pasajes vocales y los instrumentales, sector que encierra delicias como ‘Ivy And Neet’ y las dos partes de ‘Mama K’. Para el broche final - la segunda parte de ‘Thaïs’ -, el veredicto es ya definitivo: alguien no escucha esta música porque es miserable, alguien es miserable por escuchar esta música. Porque pocos discos saben provocar como ‘Filigree And Shadow’ tantas emociones contrapuestas, fragmentación y dualidad de sentimientos, variaciones del sistema circulatorio, afán por rebobinar aquella noche y volverla a pasar en cámara lenta ante nuestros ojos. II.c. Los sueños son como el agua No, no hay paredes que no cambien con la luz de las estaciones; no siempre se conocen todas las esquinas de la habitación donde dormimos. ‘Blood’ (4AD, 91) era la demostración de que el colectivo todavía podía ofrecer otro abrazo en el que refugiarse, un purgatorio en formato de sonodrama que incluye veintiún cortes entre temas propios y versiones, canciones como besos que te

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absorben la fuerza. Hay menos protagonismo de músicos conocidos, y se transpira un positivo desarrollo de las habilidades compositivas del jefe. Los instrumentales son mejores que nunca; ahora, al final del trayecto, estas piezas se sitúan al mismo nivel que las canciones. La sensación de homogeneidad que impone ‘Blood’, en comparación con sus hermanos, lo revela como poseedor de un enunciado mucho más pulcro; una modificación que supone tanto una ruptura como una culminación. La summa es un tratado de meloso pop con un sugerente doble fondo, donde el colectivo, más que en ninguna otra ocasión, se emplea en utilizar la sugerencia como medio de acercamiento a la ejecución. La manufactura de los temas instrumentales abandona el deconstructivismo rítmico y ambiental que la caracterizaba, y se suaviza el paso de un tema al siguiente con extrema sutilidad. Violines, pianos, guitarras, teclados, voces y silencios, todo trenzado de manera sencilla a la vez que estremecedora. Otro rasgo a resaltar es la casi total supremacía de las voces femeninas: a las habituales hermanas Rutkowski se unen los talentos de Caroline Crawley (Shellyan Orphan) y Heidi Berry, además de Tanya Donelly (Throwing Muses/Belly) y Kim Deal (Pixies/Breeders), que cantan juntas en la inolvidable versión del tema de Chris Bell ‘You And Your Sister’. Otras grandes canciones de referencia son ‘Mr Somewhere’, canción de los Apartments que parece sonar desde el interior de una campana aislante hilvanada con algodón; ‘Late Night’ (Syd Barrett), o la delicada paciencia de una espera que se pretende eterna; ‘Til I Gain Control Again’ (Emmylou Harris), que sigue el trazo ocre de una historia narrada a ritmo de balada country; y ‘Help Me Lift You Up’ (Mary Margaret O’Hara), descorazonada confesión de la necesidad de alguien a quien proteger… En un principio iba a ser Gordon Sharp quien la interpretara, pero el vocalista de Cindytalk e Ivo mantuvieron una prueba de fuerzas que acabó en tablas. Sharp grabaría su propia versión bajo el alias de Macbeth - llegó a publicarla en el ya agotado recopilatorio ‘Volume 5’ (92) -, e Ivo haría lo propio en el álbum con la ayuda de Caroline Crawley y Deirdre Rutkowski. Ellas envenenan de forma letal una canción que, bajo otro porte, podría significar la quintaesencia del pop. En el momento de revisar la herencia de This Mortal Coil, fascina hallar una contemporaneidad, vigencia y ambición de difícil parangón. Sus discos, más que grabaciones acabadas y redondas, son como fragmentos unidos de esos discos que deberían surgir con mayor frecuencia. Música líquida y removida por las aflicciones, confesiones de una boca que tiembla y una mano con las uñas mordidas y un ojo de rímel hecho lágrima. Un abrigo de oscuridad, un escondite para los que no saben estar con mucha gente. El complemento ideal para esas noches, y esos amaneceres, tardes de entretiempo, en que el ambiente no está para abrir las ventanas, y no queda nada que ver ahí fuera. El hermoso retiro, el lugar para caminar alrededor de incontestables preguntas. Y digo que música así, tan interior y así de dulce, debería repetirse por los siglos de los siglos.

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III. Discografía ÁLBUMES ‘It’ll End In Tears’ (4AD, 84) En los surcos limpios del vinilo se lee “Heavens just a memory away” (“El cielo es sólo un recuerdo lejano”). ‘Filigree And Shadow’ (4AD, 86) ‘Blood’ (4AD, 91) ‘1983-1991’ (4AD, 93) Sólo disponible en Estados Unidos. Caja que reúne los tres álbumes del grupo más un cuarto disco compilando casi todas las versiones originales de las canciones interpretadas. Las ausentes son ‘Fond Affections’ (Rema Rema), ‘Not Me’ (Colin Newman), ‘Tarantula’ (Colourbox), ‘Come Here My Love’ (Van Morrison), ‘Firebrothers’ (Quicksilver Messenger Service), ‘Late Night’ (Syd Barrett) y ‘My Father’ (Judy Collins). SINGLES ‘Song To The Siren’ 7” (4AD, 83) La cara B, no incluida en el posterior primer álbum, es la versión reducida de ‘Sixteen Days’, compuesta originalmente por Modern English. ‘Sixteen Days - Gathering Dust’ 12” (4AD, 83) Combinación de nueve minutos de duración de dos temas de Modern English. Interpretada por Elizabeth Fraser y no incluida en el primer disco. ‘Kangaroo’ 7” (4AD, 84) Incluye como cara B el tema ‘It’ll End In Tears’, contenido en el primer álbum con el título de ‘A Single Wish’. En los surcos limpios pueden leerse las palabras “I dream of Cindy” (“Sueño con Cindy”). ‘Drugs’ 10” (4AD, 86) Edición limitada con ‘Come Here My Love’ como cara B. ‘Come Here My Love”’ 7” (4AD, 86) ‘You And Your Sister’ 7”/CDS (4AD, 91) La versión en siete pulgadas incluye ‘Late Night’ como cara B, mientras el compacto incluye además ‘I Come And Stand At Every Door’ y ‘With Tomorrow’, ya contenidas en el álbum.

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DISCOS RECOPILATORIOS ‘Lonely Is An Eyesore’ (4AD, 87) Incluye ‘Acid Bitter And Sad’, que reeditarían cuatro años más tarde con el título de ‘Bitter’ dentro del álbum ‘Blood’. ‘Rough Trade - Music For The 90’s, Vol. 3’ (Rough Trade, 93) Incluye ‘Late Night’. ‘Joyride’ (4AD, 97) Banda sonora para el oscuro film ‘Joyride’. Recopila temas conocidos y rarezas del back catalogue de 4AD, apuntando hacia la vertiente más atmosférica del sello. Contiene el inédito ‘Something Borrowed’ y los instrumentales ‘Ivy And Neet’ y ‘Meniscus’. N. del A.: se incluyen sólo los recopilatorios de acceso comercial, no los numerosos samplers promocionales editados por 4AD o el semanario New Musical Express.

IV. Epílogo/Resurrección THE HOPE BLISTER Música privada Ivo Watts-Russell definió la resurrección de su espíritu creativo, el proyecto The Hope Blister, como “música para gente que prefiere no salir”. Es música para personas que no saben pedir todo lo que quieren, que tienen miedo al rechazo o a estar tan nerviosos que ni siquiera puedan hablar. Hombres y mujeres débiles, mujeres y hombres con el horario cambiado. Esperaban con los ojos cerrados el regreso de This Mortal Coil, a pesar de conocer la advertencia de Watts-Russell. Que ‘Blood’ sería el episodio final del proyecto y que nunca intentaría una continuación, porque estaba más que satisfecho de los resultados. Pero el dueño de 4AD no debería engañarse ni engañar a sus fieles: ‘… Smile’s OK’ (4AD-Everlasting-Caroline, 98), la vuelta del productor al redil del estudio, es el vástago no reconocido de This Mortal Coil; una secuela, cabe advertir, a la que se han limado claroscuros y extirpado los rumores de fondo. El

insomne viste pijama de seda, abrazando la miseria en un estado de serenidad más solemne que tortuoso. Los conductos, todavía secretos, se envuelven en cortinajes sin veneno. Apenas quedan labios, cuerpos o sudor: la vida está hecha de aires y huecos grises donde descansar, como la sala de espera a un desengaño anunciado, como el aeropuerto cuando a nadie esperas ni piensas volar. La prueba del cambio tiene complemento en un disco -’Underarms’ (4AD, 99)- que reúne instrumentales, outtakes y mezclas alternativas que se grabaron durante las sesiones para ‘… Smile’s OK’. Cuando The Hope Blister empezó a tomar forma corrían los primeros días del 97, y el principio que guió los pasos del proyecto era el mismo que impulsó This Mortal Coil, interpretar versiones de canciones unidas por la languidez melódica. Ivo decidió (acaso resignado a la dispersión de su antiguo equipo de colaboradores) que el proceder instrumental giraría casi exclusivamente alrededor del bajo y las cuerdas, creando una música que podríamos tildar “de cámara”. Y en lugar de contar con una interminable lista de invitados, reunió a una formación selecta cuyos componentes fueron la cantante Louise Rutkowski (habitual en las grabaciones de This Mortal Coil), Laurence O’Keefe (ex Levitation y actualmente en Dark Star) al bajo, Chris Tombling y Leo Payne (violines), Sue Dench (viola) y Audrey Riley (colaborador de Crustation) al chelo y en los arreglos de cuerda. También contó con los cameos de Astrid Williamson (fundadora de los subvalorados Goya Dress, y últimamente artista en solitario), haciendo coros junto a Louise Laurence y Dmitri Williams; y con Richard Thomas (saxofón), participante en una versión del John Cale de ‘Paris 1919’ (‘Hanky Panky Nohow’) y en el ‘Sweet Unknown’ de Cranes. El resto de canciones escogidas tampoco desentonaría en otro volumen de This Mortal Coil, aunque se caracteriza por la mayor cercanía en el tiempo de los referentes: ‘Dagger’ (Mojave 3), ‘Only Human’ (Heidi Berry), ‘The Outer Skin’ (Tall Dwarfs), ‘Let The Happiness In’ (Japan), ‘Is Jesus Your Pal?’ (Slow Blow) - ya versioneada anteriormente por el fichaje islandés de 4AD, Gus Gus- y ‘Spider And I’ (Brian Eno). Son canciones suaves y sencillas, cubiertas por arreglos leves y tenues y suaves toques jazzísticos. Una afrenta, sensible y oscura, privada, contra el grano y la saturación de efectos delusorios que afecta a la música contemporánea. Muchos se preguntarán si su responsable ha entrado en las arenas movedizas de la moderna madurez, si en la simplificación del marco externo de las canciones existe un amago de comodidad. El mayor enemigo de este disco es el pasado o, mejor dicho, una equívoca comparación con los tiempos pretéritos. This Mortal Coil permanecen en el pasado, The Hope Blister desempeñan la estilización absoluta de sus postulados, siguiendo el trazo lógico de ‘Blood’. Y la pasión, la intención, la emoción, ellas no han variado un ápice. N.del A.: ‘Underarms’ sólo está disponible a través del 4AD Mail Order: PO Box 3813, London SW18 1AA. www.4ad.com. n

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