Introducción Agenda Liturgica

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ARQUIDIOCESIS DE GUADALAJARA

AGENDA LITURGICA 2010

COMISION DE LITURGIA


INDICE FIESTAS MOVIBLES EN 2009 - 2010

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CELEBRACION DE LA EUCARISTIA -Orientaciones pastorales 10 COMUNION BAJO LAS DOS ESPECIES 15 MISAS RITUALES - Bautismo 16 - Confirmación 17 - Matrimonio 18 LITURGIA DE LAS HORAS -Orientaciones pastorales 21 INDICADORES PRACTICOS - Misas rituales, por diversas necesidades y votivas 25 - Misas de difuntos cuando están permitidas 26 - Uso de las Plegarias Eucarísticas 27 EL AÑO LITURGICO Y EL CALENDARIO 28 - Orientaciones pastorales TABLA DE LOS DIAS LITURGICOS 31 TIEMPO DE ADVIENTO -Introducción- 34 TIEMPO DE NAVIDAD -Introducción- 56 PREGON PARA ANUNCIAR EL NACIMIENTO DE CRISTO 64 TIEMPO ORDINARIO -Introducción -Primera parte 81 TIEMPO DE CUARESMA -Introducción-

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SEMANA SANTA- DOMINGO DE RAMOS

137

TRIDUO PASCUAL -Introducción-

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INDICE

TIEMPO ORDINARIO (Segunda parte) 176

SIGLAS Y ABREVIACIONES

OGMR "Ordenación general del Misal Romano" 3a. edición OGLM "Ordenación general del Leccionario de la Misa" OGLH "Ordenación general de la Liturgia de las Horas" NUALC "Normas universales del Año litúrgico y Calendario" RS Instrucciones "Redemptionis Sacramentum" E I "Enchiridion indulgentiarum" M/R Memoria reducida Sol. Solemnidad Sig. Siguiente

Día Penitencial

Día Eucarístico

W

Misa Obligatoria. Pro Pópulo


ESCUDO SR. CARDE-

PRESENTACION

Me complace presentar la "AGENDA LITÚRGICA 2009-2010" de nuestra Arquidiócesis, al servicio de los Señores Obispos, Sacerdotes y de las Diócesis que bondadosamente la han acogido.

El Santo Padre Benedicto XVI, nos ha convocado a celebrar un AÑO SACERDOTAL con ocasión del 150 aniversario del "dies natalis" de San Juan María Vianney, invitando especialmente a los sacerdotes a procurar la renovación interior, para que su testimonio de santidad sea más intenso e incisivo. Destaca en la vida del Santo Cura de Ars, el testimonio de amor a Jesucristo en la Eucaristía, como recuerda el Papa Benedicto XVI, cuando dice que la "educación de los fieles en la presencia Eucarística y en la Comunión era particularmente eficaz cuando lo veían celebrar el Santo Sacrificio de la Misa... Estaba convencido de que todo el fervor en la vida de un sacerdote dependía de la Misa: ’La causa de la relajación del sacerdote es que descuida la Misa. Dios mío, ¡qué pena el sacerdote que celebra como si estuviese haciendo algo ordinario!’ Siempre que celebraba, tenía la costumbre de ofrecer también la propia vida como sacrificio" (Carta para la convocación a un Año Sacerdotal del 16 de junio de 2009). La finalidad de esta Agenda Litúrgica es ofrecer a los sacerdotes las indicaciones prácticas para ordenar la celebración según el calendario litúrgico, las breves


reflexiones sobre las lecturas dominicales y una sencilla catequesis sobre algunos elementos de la celebración, de modo que se promueva el verdadero "ars celebrandi", en el respeto de la normas litúrgicas, porque " El Misterio de la Eucaristía es demasido grande ’para que alguien pueda permitirse tratarlo a su arbitrio personal, lo que no respetaría ni su carácter sagrado ni su dimensión universal" (Instrucción Redemptionis Sacramentum, n. 11). Quiera Dios que este Año Sacerdotal, nos estimule a todos a dedicarnos con renovado ardor espiritual y con perenne amor, al misterio Eucarístico, que es fundamental para la vida del Sacerdote y de toda la Iglesia. Agradezco a mis hermanos Obispos de las diferentes diócesis que han acogido favorablemente nuestra Agenda Litúrgica, a los miembros de la Comisión Diocesana de Liturgia y a todas la personas que colaboraran en su edición. Que la Santísima Virgen María, haga a todos los sacerdotes, conformes a la imagen de su Hijo Jesucristo, buenos administradores de la gracia de Dios.

+ JUAN CARD. SANDOVAL IÑIGUEZ, Arzobispo de Guadalajara.


AGENDA LITURGICA 2009-2010 PARA LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTIA Y RECITACIÓN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS POR MANDATO DE LOS EXCELENTÍSIMOS ORDINARIOS de la Arquidiócesis de: Guadalajara EMMO. SR. CARDENAL JUAN SANDOVAL ÍÑIGUEZ de las Diócesis de: Aguascalientes EXCMO. SR. JOSE MARIA DE LA TORRE MARTIN Autlán EXCMO. SR. GONZALO GALVAN CASTILLO Cd. Guzmán EXCMO. SR. BRAULIO RAFAEL LEON VILLEGAS Colima EXCMO. SR. JOSE LUIS AMEZCUA MELGOZA Culiacán EXCMO. SR. BENJAMIN JIMÉNEZ HERNÁNDEZ S a n J u a n de los Lagos EXCMO. SR. FELIPE SALAZAR VILLAGRANA


Tabasco EXCMO. SR. BENJAMIN CASTILLO PLASCENCIA Tepic EXCMO. SR. RICARDO WATTY URQUIDI


CELEBRACIONES PROPIAS DE LA ARQUIDIOCESIS DE GUADALAJARA 24 DE ENERO

Memoria: B.V.M. DE LA PAZ (este año se omite por ser domingo)

30 DE ENERO

Memoria: S. DAVID GALVAN mártir

27 DE MAYO

Jueves después de Pentecostés Fiesta Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

12 DE JUNIO

Viernes después de Corpus Christi Celebración Diocesana

30 DE JULIO

Memoria: STA. MARIA DE JESUS SACRAMENTADO VENEGAS

12 DE OCTUBRE Solemnidad: NTRA. SRA. DE ZAPOPAN Patrona de la Arquidiócesis 22 DE OCTUBRE

ANIVERSARIO DE LA CONSAGRACION DE LA CATEDRAL

30 DE OCTUBRE Solemnidad: ANIVERSARIO DE TODAS LAS IGLESIAS CONSAGRADAS


CALENDARIO PARA EL AÑO LITURGICO 2009-2010

CELEBRACIONES MOVIBLES Primer Domingo de Adviento

nov.

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Fiesta de la Sagrada Familia

dic.

27

Solemnidad de la Epifanía

ene.

3

Bautismo del Señor

ene.

10

Miércoles de Ceniza

feb.

17

Domingo de Ramos

mar.

28

Domingo de Resurrección

abr.

4

Domingo de Ascensión

may. 16

Domingo de Pentecostés

may. 23

Santísima Trinidad

may. 30

El Cuerpo y Sangre del Señor

jun.

3

Sagrado Corazón de Jesús

jun.

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Cristo Rey del Universo

nov.

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CELEBRACIONES ESPECIALES QUE DEBEN AÑADIRSE AL CALENDARIO Hay otras celebraciones litúrgicas LOCALES que deben realizar TODOS los clérigos, tanto los diocesanos como los religiosos, aún los que tienen derecho de usar su propio calendario.

E s t a s celebraciones son: 1. Del Patrón principal del pueblo o ciudad donde viven, como SOLEMNIDAD. 2. Del Patrón principal de la Diócesis, región o provincia, nación o territorio como FIESTA. 3. Del aniversario de la consagración de la Catedral, como FIESTA.

Todas las IGLESIAS y ORATORIOS, además, deben celebrar: 1. El aniversario de su propia consagración, si está consagrada, como SOLEMNIDAD. 2. Su Título, si es distinto del Patrón, como SOLEMNIDAD. 3. El Santo o Beato inscrito en el Martirologio, cuyo cuerpo se conserve en dicha iglesia, como MEMORIA . 4. Las Rogativas, en las fechas que indique la autoridad territorial según el espíritu de la iglesia, o en su defecto, en el tiempo oportuno que puede elegir cada rector o capellán.

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CELEBRACION DE LA EUCARISTIA ORIENTACIONES PASTORALES

Para la ordenada celebración de la Santa Misa es indispensable un profundo conocimiento de la «Instrucción del Misal Romano» (Misal pp. 24-86) Celebrar es un arte. En la medida en que los gestos, palabras y objetos sean significativos y realizados correctamente, los ritos cristianos podrán suscitar una participación plena, consciente, activa, interior y exterior de los fieles. La «rutina y el automatismo» dan lugar a un formalismo vacío. (Cf. SC 14,19.21).

En las siguientes notas nos limitamos a ofrecer algunas indicaciones de más inmediata consulta, así como algunas particularidades y variaciones previstas por documentos oficiales. No es posible resumir aquí todas las modalidades y posibilidades previstas por ellos. CELEBRACION EUCARISTICA

Principios Generales. La celebración de la Eucaristía, como acción de Cristo y del pueblo de Dios ordenado jerárquicamente, es el centro de la vida cristiana para la Iglesia universal y local y para todos los fieles individualmente. Es, por consiguiente, de sumo interés que se ordene la celebración de tal modo que ministros y fieles, participando cada uno a su manera, saquen de ella con más plenitud los frutos para los cuales Cristo nuestro Señor instituyó el sacrificio eucarístico de su Cuerpo y Sangre y confió este sacrificio, como un memorial de su pasión y resurrección, a la Iglesia, su amada Esposa. Todo esto se podrá conseguir si, mirando a la naturaleza y demás circunstancias de cada asamblea, toda la celebración se dispone de modo que favorezca la consciente, activa y total participación de los fieles, es decir, esta participación de cuerpo y alma, ferviente de fe, esperanza y caridad, que es la que la Iglesia desea de ella, la que reclama su misma naturaleza y a la que tiene derecho y deber, por fuerza de su bautismo, el pueblo cristiano (cf.OGMR, n.n. 16-20). La eficacia pastoral de la celebración aumentará, sin duda, si se sabe elegir, dentro de lo que cabe, los textos apropiados, lecturas,

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oraciones y cantos que mejor respondan a las necesidades y a la preparación espiritual y modo de ser de quienes participan en el culto, de acuerdo con la amplia libertad de elección que se describe en las normas generales. El sacerdote presidente, por consiguiente, al preparar la Misa, mirará más el bien espiritual común de la asamblea que sus personales preferencias. Es necesario que antes de la celebración, el diácono, los lectores, el salmista, el cantor, el comentarista y el coro, cada uno por su parte, sepa claramente qué textos le corresponden, y nada se deje a la improvisación (cf. OGMR, n. 352). Entre las atribuciones del sacerdote celebrante ocupa el primer lugar la Plegaria eucarística, que es el vértice de toda la celebración. Hay que añadir a ésta las oraciones que se denominan “presidenciales” (colecta, sobre las ofrendas, después de la Comunión). Igualmente, toca al presidente hacer algunas moniciones y fórmulas de introducción y conclusión, explicar la Palabra de Dios y dar la bendición final. La naturaleza misma de estas moniciones y fórmulas no requiere que se reciten exactamente en la forma propuesta en el Misal; convendrá, pues, por lo menos en algunos casos, adaptarlas a las condiciones de la asamblea. El sacerdote hará una brevísima introducción para preparar a los fieles, al comenzar la celebración para la Misa del día; antes de las lecturas para la liturgia de la Palabra; antes del prefacio, para la Plegaria eucarística; igualmente le corresponde dar por concluida la entera acción sacra, antes de la fórmula de despedida. La naturaleza de las intervenciones presidenciales exige que se pronuncien claramente y con voz alta, y que todos las escuchen atentamente. Por consiguiente, mientras interviene el sacerdote, no se cante ni se rece otra cosa, y estén igualmente callados el órgano y cualquier otro instrumento musical (cf. OGMR, n.n. 30-33). Puesto que la celebración de la Misa, por su propia naturaleza, tiene carácter comunitario, merecen especial relieve los diálogos entre el celebrante y la asamblea de los fieles, y asimismo las aclamaciones. Ya que no son solamente señales exteriores de una celebración común, sino que fomentan y realizan la comunión entre el sacerdote y el pueblo.

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Las aclamaciones y respuestas de los fieles a los saludos del sacerdote y a las oraciones, constituyen precisamente aquel nivel de participación activa que se pide en cualquier forma de celebración; así se expresa y fomenta la acción común de toda la comunidad (cf. OGMR, n.n. 34-36). Téngase en gran estima el uso del canto en las celebraciones, siempre según el carácter y las posibilidades de cada asamblea; con todo, no por eso se considera necesario usar el canto para todos los textos que de suyo se destinan a ser cantados. Al hacer la selección de lo que se va a cantar, se dará preferencia a las partes que tienen mayor importancia, sobre todo aquellas partes que deba cantar el sacerdote y sus ministros con respuesta del pueblo, o el sacerdote y el pueblo al mismo tiempo (cf. OGMR, n.n. 39-41). También, como parte de la celebración, ha de guardarse en su tiempo el silencio sagrado. La naturaleza de este silencio depende del momento de la Misa en que se observa; por ejemplo, en el acto penitencial y después de la invitación a orar, los presentes se concentran en sí mismos; al terminarse la lectura o la homilía, reflexionan brevemente sobre lo que han oído; después de la comunión, alaban a Dios en su corazón y oran (cf.OGMR, n. 45) M I S A «PRO POPULO» Los que tienen la responsabilidad diocesana o parroquial -obispo o párroco- deben aplicar la misa «pro populo» en todos los domingos y solemnidades de precepto. Es muy conveniente que al inicio de la celebración se recuerde a los fieles que la Santa Misa se aplica por toda la comunidad parroquial o diocesana, invitando a los presentes a sentirse miembros y representantes de dicha comunidad (canon 534) MISA PARROQUIAL Téngase en gran estima la misa con la comunidad parroquial en el domingo, puesto que representa a la Iglesia universal establecida en el tiempo y lugar. En cuanto sea posible, celébrese con canto y con número adecuado de ministros. (cf. OGMR, n.n. 112-114) ASPERSION DOMINICAL DEL AGUA BENDITA El rito de la bendición y aspersión del agua bendita se puede

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celebrar cada domingo en todas las iglesias, incluso en las celebradas en las últimas horas de los sábados por la tarde. (Se recomienda especialmente en los domingos de Cuaresma y Pascua). El modo de realizarlo se encuentra en el Misal Romano pág. 917-924 GLORIA Y CREDO El himno Gloria y el Credo se dicen cuando se indica expresamente en esta Agenda. Pero se pueden decir también en celebraciones particularmente solemnes, con tal que no lo prohíban las rúbricas (cf. OGMR, n.n. 53.67-68). ORACIONES En la misa se dice UNA SOLA ORACION, tanto en la colecta, como en las ofrendas y comunión. La colecta termina con la conclusión larga; en cambio, la oración sobre las ofrendas y después de la comunión tienen conclusión breve (cf. n.32). En la misa las «memorias» que no tienen texto propio para la oración sobre las ofrendas y la comunión, se puede elegir entre las varias del común correspondiente, o cualquiera de las ferias del tiempo ordinario. En los tiempos privilegeados (ferias del 17 al 24 de diciembre; dias dentro de la Octava de navidad y las ferias de Cuaresma) se puede usar la colecta de la M/R en lugar de la del día. De este modo, se provee una mayor abundancia de textos y la posibilidad de acomodar la plegaria a las necesidades y devoción de los presentes (cf. n.323). LITURGIA DE LA PALABRA Según la tradición, proclamar las lecturas no es oficio presidencial sino ministerial. Por eso conviene que aún el Evangelio lo lea habitualmente un diácono o, faltando éste, otro sacerdote; un lector, preparado “técnica y espiritualmente”, hará las otras lecturas y sólo cuando falte el diácono u otro sacerdote, el mismo sacerdote celebrante leerá el Evangelio (cf. n. 34), pero no en la sede sino desde el ambón que es el lugar propio de la proclamación de la Palabra de Dios (cf. n. 95). Los libros que contienen las lecturas de la Palabra de Dios, así como los ministros, las actitudes, los lugares y demás cosas suscitan en los oyentes el recuerdo de la presencia de Dios que habla a su pueblo. Hay que procurar, pues, que también los libros, que son en la acción litúrgica signos y símbolos de las cosas celestiales, sean realmente

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dignos, decorosos y bellos. (cf. OGLM n. 35). Los leccionarios que se utilizan en la celebración, por la dignidad que exige la Palabra de Dios, no deben ser substituidos por otros subsidios... por ejemplo las hojas que se hacen para que los fieles preparen las lecturas o para su meditación personal (cf. OGLM n.37). LA CONCELEBRACION (véanse los números de la OGMR, n.n. 199-272) Por la concelebración de la Eucaristía se expresa adecuadamente la unidad del sacrificio y del sacerdocio, y cuando los fieles participan activamente en ella resplandece de modo extraordinario la unidad del Pueblo de Dios, particularmente si preside el Obispo. La concelebración, además, significa y fortalece los lazos fraternales entre los presbíteros, ya que todos los presbíteros están unidos por una íntima hermandad entre sí en virtud de la ordenación sagrada y misión común. Por esto, si no lo impide el provecho de los fieles y con tal de que todo sacerdote conserve íntegra la libertad de celebrar a solas la Misa, es mejor que los sacerdotes celebren la Eucaristía de este modo excelente, tanto en las comunidades de sacerdotes como en las reuniones de pastoral, de ejercicios espirituales y en otras ocasiones que lo ameriten. Nadie puede ser admitido a concelebrar por ningún motivo, si la misa ya empezó (n.156). Todos los concelebrantes deben llevar las vestiduras sagradas prescritas para la celebración individual. Pero si no hubiere ornamentos suficientes, los concelebrantes pueden omitir la casulla, excepto el celebrante principal. (n. 161). Para la Plegaria Eucarística no es indispensable que tengan libros en las manos, aunque no la sepan de memoria; es preferible que puedan extender libremente las manos y se dejen guiar por la voz del celebrante principal, quien deberá sostener el tono de voz elevado, y continuar en voz alta, manteniendo un ritmo conveniente. Los textos que deben recitar en común todos los concelebrantes (en el Misal aparecen con las siglas CC) se deben decir “en voz baja”, como si fuera un respetuoso murmullo, para que se pueda oír distintamente la voz del concelebrante principal (cf. n. 170). No se pretenda hacer recitación coral. Basta una simultaneidad moral. Para la comunión, igual que en la celebración individual, cada

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concelebrante hará genuflexión antes de tomar la partícula para comulgar, sea que se acerque al altar, o que la tome en su lugar, pero no hará genuflexión para el cáliz (cf. n.197). LA COMUNION BAJO LAS DOS ESPECIES

Las posibilidades de recibir la sagrada Comunión bajo las dos especies y el modo de distribuirla están indicados en los nn. 281-287 de la Ordenación general del Misal Romano 3a. edic. La Conferencia Episcopal de México autorizó, además, los siguientes casos: - A los que hacen su Primera Comunión, principalmente adultos, con tal que sean capaces de percibir el significado de la comunión del cáliz. - A los deudos más cercanos del difunto, en la misa exequial. - A las que cumplen 15 años, si lo piden y es para provecho espiritual. - Cuando se celebra la misa por algún grupo especialmente cultivado, que busca ocasional o periódicamente una celebración preparada con esmero (principio o fin de curso, graduación, grupos apostólicos...). - El sacerdote juzgará si también conviene dar la comunión a los papás y familiares, incluso a los demás presentes, si dicho grupo está realmente capacitado para ello. - Puede darse en la misa vespertina del Jueves Santo y en la Vigilia Pascual, si es muy numeroso el grupo, se dará por intinción. El Obispo diocesano puede definir las normas acerca de la Comunión bajo las dos especies para su diócesis... Al mismo Obispo se concede la facultad de permitir la Comunión bajo las dos especies cada vez que parezca oportuno al sacerdote celebrante, con tal de que los fieles estén bien preparados y esté ausente todo peligro de profanación del Sacramento y no se dificulte el rito, por el gran número de los participantes u otra causa. (OGMR N. 283)

MODO DE DISTRIBUIR LA COMUNION En algunos grupos de fieles o comunidades religiosas o colegios, se ha introducido el abuso de tomar la comunión con la propia mano directamente del copón o coger directamente del altar el cáliz, o de pasárselo, como lo hacen los concelebrantes o los ministros sagrados. A este propósito se recuerda: El gesto del Señor Jesús realizado en la Ultima Cena en la institución de la Eucaristía, y confirmado por la tradición eclesial, se expresa y se actualiza de una manera más digna y conveniente cuando se distribuye verdaderamente a los fieles el pan eucarístico. (cf. Mt 26,26-27; Mc 14,22-23; Lc 22,19-20).

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Por esta razón se prescribe: la comunión debe ser administrada por el ministro competente, quien mostrará y ofrecerá sobre la lengua, o donde haya la facultad de dar la comunión sobre la mano. El rito para recibirla es el siguiente: el comulgante extiende la mano izquierda y la derecha abajo de ésta, recibe la partícula de pan consagrado y en la pesencia del sacerdote se debe consumir la hostia La iglesia ha preferido multiplicar los ministros extraordinarios de la comunión, hombres y mujeres, antes que permitir un “autoservicio”, que destruye el valor del gesto simbólico. MISAS RITUALES M I S A P A R A E L B A U T I S M O (Misal p. 671-676) Cuando el Bautismo se confiere dentro de la misa dominical, se dice la misa del domingo y la celebración se ordena del modo siguiente: - la recepción de los niños se hace al principio de la misa; en este caso se omite el saludo y el acto penitencial; - las lecturas se toman de la misa del domingo; sin embargo, por razones pastorales se puede tomar alguna de entre las que se proponen en el Ritual del Bautismo. Se respetarán todas las lecturas de Solemnidades y domingos privilegiados: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua. En los domingos Ordinarios se puede sustituir una de las tres lecturas propuestas en el leccionario dominical, la segunda preferentemente, por alguna de las indicadas en el Ritual del Bautismo. Leccionario III pp. 207-213 Recuérdese lo que dice el Ritual del Bautismo (n.47): «Por ser la Cuaresma un tiempo de preparación al Bautismo de los catecúmenos y de renovación de la conciencia bautismal de los fieles, durante la misma no se celebre dicho sacramento, precisamente para que la Vigilia Pascual y el día de Resurrección aparezcan como el «día bautismal» por excelencia». - No se dice Credo. La profesión de fe la hace toda la comunidad antes del Bautismo, como está en el Ritual. - La oración universal se tomará de entre las que figuran en el Ritual del Bautismo. Al final, antes de las invocaciones de los Santos, se añaden unas peticiones por la iglesia universal y por las necesidades del mundo.

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- Prosigue la celebración del Bautismo con la oración del exorcismo, la unción y demás ritos que se indican en el Ritual hasta la imposición de la vestidura y la crismación. Luego continúa la misa como de costumbre, con la presentación de dones. El Padre nuestro se dirá en su lugar dentro de la celebración, pero convendrá destacar que se proclama en nombre de todos los hijos de Dios, por los recién bautizados. - Al final de la misa, el sacerdote puede emplear una de las fórmulas previstas en el Ritual del Bautismo. Conviene advertir a las mamás que ésta es la bendición que recibían al pedir la «presentación del niño al templo». M I S A P A R A L A C O N F I R M A C I O N (Misal p. 677-682) Dice el Ritual de la Confirmación (n.13): «Ordinariamente la Confirmación debe administrarse dentro de la misa, para que se vea más clara la conexión de este sacramento con toda la Iniciación cristiana, que llega a su culminación en la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo». Si el número de confirmados es muy grande o si el Obispo necesita que otros prebisteros lo ayuden conviene que concelebre los sacerdotes que administran junto con el Obispo el Sacramento. La celebración se ordena del modo siguiente: - El rito de entrada como de costumbre (pueden ir en la procesión los confirmandos con sus padrinos). - En la liturgia de la Palabra, las lecturas se toman todas o alguna del día o de las que se proponen en el Ritual de la Confirmación. (Cf. Leccionario III en Misas Rituales p. 216). - Después del Evangelio, el Obispo y los concelebrantes se sientan. El párroco o el catequista llama a los que van a ser confirmados, los presenta al Obispo y se acomodan en un lugar conveniente. - El Obispo hace la homilía. - Acabada la homilía, los que van a ser confirmados renuevan sus promesas bautismales (ver el esquema más apropiado según los confirmandos, Ritual pp. 31-43) y sigue el rito propio de la Confirmación. Es importante que los que se acercan a este Sacramento sepan decir su nombre y responder con claridad al rito: N., recibe por esta

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señal el Don del Espíritu Santo. R/ Amén. La paz esté contigo. R/ Y con tu espíritu - A continuación se dice la oración de los fieles, en la que pueden participar algunos de los confirmados. No se dice Credo, ya que se hizo la profesión de fe en la renovación de las promesas bautismales. - Conviene que presenten las ofrendas algunos de los que fueron confirmados. La comunión puede darse bajo las dos especies a los confirmados, a los padrinos y a los papás. La bendición final es propia; está en el Ritual. MISA EN LA CELEBRACION DEL MATRIMONIO (Misal p. 685-697)

El sacramento del Matrimonio debe celebrarse normalmente dentro de la misa, excepto en los casos de disparidad de culto y de aquéllos en que, por razones personales, no comulgue ninguno de los contrayentes (cf. RM nn.6-8; Canon 1118). - Siempre que se celebre el matrimonio dentro de la misa, se deben utilizar los textos de la misa ritual, con ornamento blanco y sin omitir nunca la oración de bendición sobre los esposos después del Padrenuestro en lugar del líbranos Señor..., y seleccionando convenientemente las lecturas y las oraciones. Pero si el Matrimonio se celebra en domingo o en solemnidad, se dice la misa del día, añadiendo siempre la oración de bendición sobre los esposos y si se desea, la fórmula especial de bendición final. - Como la liturgia de la palabra tiene tanta importancia en la celebración para la homilía acerca de este sacramento, cuando se prohíbe la misa por los esposos, se permite tomar una lectura de entre las propuestas para el Matrimonio, excepto en Navidad, Epifanía, Pascua, Ascensión, Pentecostés y las solemnidades de precepto. Pero en los domingos del tiempo de Navidad y en los ordinarios, si la misa se celebra sin la participación de la comunidad local, fuera del horario establecido, puede decirse íntegra la misa por los esposos. Es importante ayudar a los contrayentes para que comprendan que son, y que realmente se sientan, actores de la celebración y ministros del sacramento, no simplemente objetos pasivos, de manera que tanto ellos como sus padrinos y acompañantes contribuyan a crear el clima de fe y a darles sentido a los signos sacramentales.

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La comunión bajo las dos especies será el modo normal para los contrayentes en su misa nupcial y anuncio del banquete del reino. ANIVERSARIO DEL PAPA, DEL OBISPO O DE LA PROPIA ORDENACION (Misal pp. 730,732,739) La celebración del aniversario del Papa y del Obispo diocesano es obligatoria en los días permitidos por las rúbricas. Deberá tenerse una celebración especial siempre que no sea domingo de Adviento, Cuaresma o Pascua, solemnidad o miércoles de Ceniza. Cuando se impida la misa propia, por lo menos hágase mención especial de dicho aniversario en la homilía y en la oración universal.

ANIVERSARIO DE LA CATEDRAL O DE LA PROPIA IGLESIA

Cuando se celebra el aniversario de la Consagración de la Catedral, es solemnidad en la propia iglesia. El color es blanco, la misa del común, esquema I, Gloria . Lecturas del común dos o tres, a elección, Credo, prf. propio. Bendición solemne. (Misal p.607-609; bendición p. 424) En la diócesis es fiesta. La misa del común, esquema II, Gloria, lecturas del común y prf. propio. (Misal p.609-610; bendición p. 424) En la propia iglesia, cuando se celebra el aniversario, se sigue el orden propuesto para la Catedral, como solemnidad. MISAS POR LOS DIFUNTOS LOS FUNERALES La misa exequial es la más importante de las que se celebran por un difunto. Se puede celebrar todos los días, excepto las solemnidades de precepto, las domínicas de Adviento, Cuaresma y Pascua y el Triduo Pascual. Cuando se celebren en domingo ordinario, se dice el Credo . La misa que se celebra después de recibida la noticia de la muerte, o con ocasión de la sepultura definitiva, o en el primer aniversario, puede celebrarse aún durante la octava de Navidad, o en los días de memoria

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obligatoria, o en las ferias privilegiadas, con tal que no sean las del miércoles de Ceniza o de Semana Santa. Las misas de otros aniversarios y las llamadas cotidianas pueden celebrarse sólo en las ferias del tiempo ordinario, si es memoria libre o feria, con tal que se apliquen por los difuntos. En la misa exequial dígase siempre la homilía, pero evitando todo lo que aparezca como elogio personal. En ella debe iluminarse el dolor de la separación con el sentido pascual de la muerte y la doctrina de la comunión de los santos. Las lecturas y oraciones deben escogerse entre las que sean más aptas para la situación pastoral concreta. Tómese en cuenta en la homilia, que con ocasión de los funerales, los triduos o novenarios, asisten personas que pueden no ser católicas, o que aún siéndolo, no son practicantes. Exhórtese a los fieles, sobre todo a los familiares del difunto, a que se acerquen a la comunión para participar mejor en la Eucaristía. Ojalá se les pueda brindar el servicio del confesonario, tomando en cuenta que, por la aflictiva circunstancia, no han tenido oportunidad de hacerlo. Si se va a sepultar o cremar el cuerpo inmediatamente después de la misa exequial, entonces, una vez dicha la oración después de la comunión, se omite el rito de despedida (saludo, bendición, despedida) y en su lugar se dice la última recomendación, que nunca deberá omitirse. Este rito se hace únicamente cuando está presente el cadáver. Este rito tiene el significado de último saludo dirigido por la comunidad cristiana a uno de sus miembros, antes de ser llevado a la sepultura o cremación. En las demás misas, no estando el cadáver, no deben decirse ésas u otras oraciones, o responsos, dentro de la misa o inmediatamente después. Junto al féretro es aconsejable colocar el cirio pascual ( en lugar de las velas que se acostumbraban). En los casos en que sí se da la bendición, cfr. Ritual de Exequias.

LITURGIA DE LAS HORAS ORDENACION DEL OFICIO DIVINO ORIENTACIONES PASTORALES Es importante que los principios y normas de la L.H.= OGLH se lean, estudien y mediten para descubrir toda la profundidad y riqueza teológica y espiritual de la oración pública y común del pueblo de Dios, «La oración pública y comunitaria del pueblo de Dios figura con razón

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entre los principales cometidos de la Iglesia» (cf. OGLH n.1). Siendo el fin propio de la Liturgia de las Horas la santificación del día y de todo el esfuerzo humano, se ha llevado a cabo su reforma procurando que, en lo posible, las Horas respondan en verdad al momento del día y teniendo en cuenta al mismo tiempo las condiciones de la vida actual. Porque «ayuda mucho, tanto para santificar realmente el día, como para recitar las horas con fruto espiritual, que en su recitación se observe el tiempo más aproximado al verdadero tiempo natural de cada Hora canónica. (cf. n. 11). Donde sea posible, celébrense las Horas principales, Laudes y Vísperas, comunitariamente en la iglesia ; cuando los fieles son convocados y se reúnen para la Liturgia de las Horas, uniendo sus corazones y sus voces, visibilizan a la Iglesia, que celebra el misterio de Cristo (cf. nn. 21-22). La obligación de celebrar todos los días el curso íntegro de la Liturgia de las Horas vincula a los Obispos, presbíteros y diáconos que aspiran al presbiterado, que han recibido de la Iglesia el mandato de hacerlo (can. 276 y 1174) y, en cuanto sea posible, en los momentos del día que de veras correspondan (cf. nn. 29-30). La Liturgia de las Horas se rige por sus propias leyes, reuniendo de un modo peculiar los diversos elementos que se dan en las demás celebraciones cristianas. Se tiene la salmodia precedida de un himno; seguidamente la lectura, breve o más extensa, de la Sagrada Escritura, y finalmente las preces (cf. n. 33). Con la oración final. Para recitar Laudes y Vísperas inegradas con la Eucaristía, se hace de la siguiente forma: en lugar del canto de entrada se puede recitar el Himno, en seguida se tiene la salmodia del día, al terminar la ultima antífona se tiene la oración colecta de la misa y se pasa a la liturgia de la Palabra. Despues de la homilia se toman la preces del oficio. Al terminar la comunión, despues de un vrebe silencio se recita la antífona y el cántico Evangélico, se concluye con la oración de la misa. ORDENACION DEL OFICIO C e l e b r a c i ó n d e l D o m i n g o (OGLH nn.204-217) El oficio del Domingo comienza con las primeras Vísperas, en las que todos los elementos son tomados del Salterio, a excepción de

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aquellos que se asignan como propios. Completas: I domingo. Oficio de Lectura: Siempre se dice el himno Señor, Dios Eterno (Te Deum) después del 2º responsorio, menos en Cuaresma. Todo lo demás del domingo de la correspondiente semana y del propio del Tiempo. S o l e m n i d a d e s (nn.225-230) Las solemnidades tienen primeras Vísperas el día anterior. Completas: son las I del domingo, con la oración conveniente. Oficio de Lectura: según el Propio o el Común; siempre se dice el himno Señor Dios eterno y Oración propia. Laudes: según el Propio o el Común, con los salmos del domingo de la semana I. Hora intermedia: (Tercia, Sexta, Nona) Himno del ordinario; antífona, lectura breve, versículo y oración, del Propio o del Común. Salmodia: si la solemnidad no tiene salmos propios, se toman de la Salmodia complementaria, excepto los domingos que se toman del domingo de la 1a. semana. II Vísperas: del Propio o del Común. Completas: las II del domingo, con la oración correspondiente. Fiestas (nn.231-233) Las fiestas no tienen primeras Vísperas, a excepción de las fiestas del Señor cuando caigan en domingo. Oficio de Lectura: según el Propio o el Común, siempre se dice Te Deum. Laudes: según el Propio o el Común; con los salmos del domingo de la semana I. Hora intermedia: himno del Ordinario, antífona y salmos del día correspondiente de la semana. Lectura breve,...etc. del Propio o del Común. Vísperas: del Propio o del Común. Completas: del correspondiente día de la semana.

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Memorias (nn.220,234-236) Entre la memoria obligatoria y la memoria libre, no existe diferencia alguna en lo que se refiere a la estructuración del Oficio, a no ser que se trate de memorias libres que caigan en tiempos privilegiados en los que, como M/R: a) En el Oficio de lectura, a continuación de la segunda y responsorio acostumbrado, se añade lo propio del santo: lectura, responsorio y oración. b) Laudes y Visperas se añade a la oración, sin su conclusión, la antifona (propia o del común) y la oración del santo (n.239). Oficio de Lectura: Antífona del invitatorio e Himno: propio o del Común, o del día. Salmodia del día con sus antífonas. La lectura bíblica con su responsorio se ha de tomar de la feria correspondiente. La segunda lectura, con el responsorio propio o del Común; si no la hubiere propia, se tomará de los textos de los Padres del día correspondiente. No se dice Te Deum. Laudes y Vísperas: Himno propio, o del Común, o del día. Antífonas y salmodia del día; a veces propios. Lectura breve, antífona del cántico evangélico, preces: propias o del Común o del día. Oración propia o del Común. Hora intermedia y Completas: del día.

Santa María en Sábado (n.240) En los sábados del tiempo ordinario, en que se permiten memorias libres, podrá celebrarse, con el mismo rito, la memoria libre de Santa María, con su lectura propia, del Común de Santa María en sábado. Feria Se dice todo como en el Ordinario, en el salterio y en el Propio, según los diversos tiempos. Nunca se dice el Te Deum. La oración conclusiva se toma de la hora correspondiente. A L G U N A S I N D I C A C I O N E S P A R A L A LITURGIA DE

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LAS HORAS CANTO Los Principios y Normas recomiendan vivamente el uso del canto en la celebración del Oficio (cf. Nn.267-284), para dar su sentido más pleno, como algo que corresponde mejor a la naturaleza de esta oración. GESTOS Y ACTITUDES Todos harán la señal de la Cruz: al inicio de cada Hora, cuando se dice Dios mío, ven en mi auxilio y al comienzo de los cánticos evangélicos en Laudes, Vísperas y Completas. Se hará la señal de la Cruz sólo sobre la boca, al comienzo del Invitatorio, al decir: Señor ,abre mis labios. En este caso no se añade Dios mío, ven... ni Gloria al Padre.. Los participantes estarán de pie: desde el principio hasta terminar el himno; durante el cántico evangélico, las preces y la oración conclusiva (cf. n.263). Las lecturas se escuchan sentados. Mientras se cantan o recitan los salmos y los otros cánticos con sus antífonas, la asamblea está normalmente sentada. En la celebración con el pueblo, mientras se dice el Benedictus o el Magnificat, se puede incensar el altar, y también, después, el sacerdote y la asamblea. PARTICULARIDADES El Oficio va precedido del Invitatorio, que se dice al comienzo del día antes de Laudes o de Lecturas, según que se inicie el día con una u otra celebración. Si se cree oportuno, el salmo con su antífona se puede omitir cuando precede a Laudes. El aleluya se dice durante todo el año, en la invocación introductoria, menos en Cuaresma (no se dice nada en su lugar). Durante el Tiempo Pascual se añade en los Responsorios, etc. como se indica en cada lugar. El Oficio de Lectura se puede recitar a cualquier hora del día o también en las horas nocturnas del día precedente, pero después de haber dicho las primeras Vísperas. La conclusión de la Oración es larga en: Laudes, Vísperas y oficio de lecturas.

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I N D ICADOR PRACTICO DE M I S A S RITUALES, POR DIVERSAS NECESIDADES Y VOTIVAS

DIAS

Por diversas necesidades o Votivas por MISAS RITUALES mandato o con permiso del ordinario.

Solemn. de precepto. Domingo de Adviento, Cuaresma y Pascua, Jueves, Viernes y Sábado Santos.

Por diversas Por diversas necesidades o necesidades o Votivas elegidas Votivas elegidas por utilidad por devoción. pastoral.

NO

Solemn. no de precepto, 2 de noviembre, Miércoles de Ceniza, Lunes, Martes y Miércoles Santos. Días de la Octava de Pascua.

Domingos de Navidad y del tiempo Ordinario.

Ferias del 17 al 24 de diciembre. Ferias de la Octava de Navidad. Ferias de Cuaresma. Memorias obligatorias. Ferias de Adviento hasta el 16 de diciembre inclusive, Ferias de Navidad desde el 2 de enero, Ferias del Tiempo Pascual.

Ferias del Tiempo. Ordinario.

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SI SI NO NO

SI

SI

SI

NO

SI

SI

SI

SI


MISAS DE DIFUNTOS CUANDO ESTAN PERMITIDAS

DIAS

Solemnidad de precepto. Domingos deAdviento, Cuaresma y Pascua. Jueves, Viernes y Sábado Santos.

Misa

Misas en el Aniversario. Noticia de la muerte y sepultura

Cotidiana de difuntos (con tal que se aplique por ellos)

NO

NO

NO

SI

NO

NO

SI

NO

NO

bre, Ferias de la Octava de Navidad, Ferias de Cu-

SI

SI

NO

Memorias obligatorias. Ferias de Adviento hasta el 16 de diciembre inclusive, Ferias de Navidad desde el 2 de enero, Ferias del Tiempo

SI

SI

NO

Ferias del Tiempo Ordinario.

SI

SI

SI

Solemnidad no de precepto, 2 de noviembre, Miércoles de ceniza, Lunes, Martes y Miércoles Santos. Días de la Octava de Pascua.

Domimgos de Navidad y del Tiempo Ordinario. Fiestas.

Ferias del 17 al 24 de diciem-

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U S O D E L A S PLEGARIAS EUCARISTICAS 1ª o Can. R.

IIª

IVª

IIIª

V a,b,c,d

Se recoSe recoSe recoSe recoSe recoUSO mienda USO mienda USO mienda USO mienda USO mienda

Triduo Pascual

SI

SI

SI

NO

NO

Solemnidades

SI

SI

SI

NO

NO

Domingos con prefacio propio

SI

SI

SI

NO

NO

Domingos con pref. del Tiempo

SI

SI

SI

NO

NO

SI

SI

SI

NO

NO

Memorias con pref. mandado

SI

SI

SI

NO

NO

Memorias con pref. del Tiempo

SI

SI

SI

SI

SI

Ferias de Adviento, Cuaresma y Pascua

SI

SI

SI

SI

SI

Ferias de Navidad y del T. Ordinario

SI

SI

SI

SI

SI

Misas por diversas necesidades

SI

SI

SI

SI

SI

Misas votivas con pref. propio

SI

SI

SI

NO

NO

Misas Rituales y de Difuntos

SI

SI

SI

NO

NO

Fiestas con pref. propio o mandado

OBSERVACIONES: - El cuadro no contempla todos los posibles; por ejemplo, el Miércoles de Ceniza.Para ello consúltese el Calendario Litúrgico. - Las recomendaciones son a título indicativo o de sugerencia. Recuérdese que las plegarias IV y V (ésta con sus variantes) son inseparables de sus respectivos prefacios. Los prefacios de la V no son intercambiables entre sí. - Las plegarias eucarísticas de la Reconciliación y para las Misas con Niños tienen normas propias. Véase la rúbrica que las encabeza. - Prefacio propio es el que está señalado para el día; prefacio mandado quiere decir que ha de tomarse del común, por ejemplo en las fiestas o memorias de la Virgen, o de algún Santo que no tiene prefacio propio. - quiere decir especialmente recomendable; por ejemplo, por tratarse de la fiesta de un Apóstol o del Patrono del lugar.

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EL AÑO LITURGICO Y EL CALENDARIO El curso del año La Santa Iglesia celebra la memoria sagrada de la obra de la salvación realizada por Cristo en días determinados durante el curso del año. En cada semana, el domingo -por eso llamado "día del Señor"hace memoria de la Resurrección del Señor, que una vez al año, en la gran solemnidad de la Pascua, es celebrada juntamente con su santa Pasión. Durante el curso del año, la Iglesia conmemora todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación hasta el día de Pentecostés y la expectación de la venida del Señor; y conmemora el día del natalicio de los Santos a la gloria. En los diversos tiempos del año litúrgico, según la práctica tradicional, la Iglesia va instruyendo a los fieles por medio de ejercicios piadosos del alma y del cuerpo, de la enseñanza de la oración y de las obras de penitencia y misericordia (Normas universales del Año Litúrgico y Calendario = NUALC n. 1 y 7). El día litúrgico en general Cada día es santificado por las celebraciones litúrgicas del pueblo de Dios, principalmente por el Sacrificio Eucarístico y por el Oficio Divino, o Liturgia de las Horas. El día litúrgico comienza a media noche y se extiende hasta la medianoche siguiente. Pero la celebración del domingo y las solemnidades comienza ya en la tarde del día precedente (NUALC n. 3). El domingo En el primer día de cada semana, llamado día del Señor o domingo, la Iglesia, según una tradición apostólica que tiene sus orígenes en el mismo día de la Resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual. Así pues, el domingo ha de ser considerado como el día festivo primordial (NUALC n. 4). Por su peculiar importancia, el domingo solamente cede su celebración a las solemnidades y a las fiestas del Señor; pero los domingos de Adviento, de Cuaresma y de Pascua tienen precedencia sobre todas las fiestas del Señor y sobre todas las solemnidades. Las solemnidades que coincidan en estos domingos han de celebrarse el lunes siguiente (v. gr. San José, Anunciación del Señor, Inmaculada Concepción, Sto. Patron, Titular, etc.).

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L a s s o l e m n i d a d e s , l a s fi e s t a s y l a s m e m o r i a s Al celebrar el misterio de Cristo durante el curso del año, la Iglesia venera también con amor particular a Santa María, Madre de Dios, y propone a la piedad de los fieles las memorias de los Mártires y de otros Santos (NUALC n. 8). Los Santos que tienen un relieve universal se celebran obligatoriamente en toda la Iglesia; los otros, o son inscritos en el calendario para que puedan ser celebrados libremente, o se dejan para el culto particular de cada iglesia o nación o familia religiosa (NUALC n. 9). Las celebraciones, según la importancia que tienen, han de distinguirse entre sí y denominarse de la siguiente manera: solemnidad, fiesta, memoria (NUALC n. 10). Las solemnidades son los días principales y su celebración comienza en las primeras Vísperas, el día precedente. Algunas solemnidades (Navidad, Pentecostés, San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo, Asunción de la Virgen) tienen también una Misa propia para la vigilia, que ha de emplearse en la tarde del día precedente, si la Misa se celebra en horas vespertinas (NUALC n. 11). La celebración de las principales solemnidades de Pascua y Navidad se extiende durante ocho días seguidos. Cada octava se rige con leyes propias. (NUALC n. 12). Las fiestas se celebran dentro de los límites del día natural; por lo tanto, no tienen primeras Vísperas, a no ser que se trate de fiestas del Señor, de la Iglesia Universal que coincidan con un domingo ordinario o del tiempo de Navidad y sustituyan el Oficio de éstos (NUALC n. 13). Las memorias son obligatorias o libres; su celebración se ordena con la celebración de la feria coincidente según las normas que se exponen en las Ordenaciones generales del Misal Romano y de la Liturgia de las Horas. Las memorias obligatorias que caigan en los días de Cuaresma pueden ser celebradas solamente como memoria reducida. Cuando en un mismo día el calendario propone varias memorias libres, solamente se puede celebrar una, omitiendo las demás (NUALC n. 14). En los sábados del tiempo ordinario, en los que no coincide una memoria obligatoria, puede hacerse memoria libre de Santa María Virgen (NUALC n. 15).

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Las ferias Reciben el nombre de ferias los días de la semana que siguen al domingo; su celebración tiene reglas distintas según su importancia (NUALC n. 16). Tiempo de Rogativas En las Rogativas, la Iglesia suele orar a Dios por las diversas necesidades de los hombres, principalmente por los frutos de la tierra y el trabajo humano, y le da públicamente gracias a Dios. Para que las Rogativas se adapten a las necesidades de los lugares y de los fieles es conveniente que las Conferencias Episcopales determinen el tiempo y la manera como se han de celebrar. En cuanto a la extensión de la celebración, durante un día o varios, sobre su repetición a lo largo del curso del año, la competente autoridad determinará las normas correspondientes, teniendo en cuenta las necesidades locales. La Misa que se ha de decir en cada uno de estos días se escogerá entre las Misas por diversas necesidades, la que sea más acomodada a la intención de las súplicas (NUALC n. 45-47). Coincidencias de celebraciones litúrgicas Si en un mismo día ocurren varias celebraciones, se celebra la que ocupe lugar preferente en la tabla de días litúrgicos (cfr. NUALC n. 60; ver p. 29-30). Las celebraciones propias de los santos que están impedidas por otra celebración obligatoria, aunque sean de menor grado, se trasladan; a no ser que, por razones pastorales, no puedan trasladarse. Las celebraciones que también se encuentran en el Calendario general se han de inscribir en el Calendario propio el mismo día en el que están en el general, cambiando, si es necesario, el grado de la celebración. Se ha de observar lo mismo en las celebraciones propias de una sola iglesia, en lo que afecta al Calendario diocesano o religioso (NUALC n. 56, c, d,a).

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Toda solemnidad que sea impedida por un día litúrgico que goce de precedencia se traslada al día más próximo que esté libre en los días inscritos en los nn. 1-8 en la tabla de precedencia de días litúrgicos (NUALC n. 60). Sin embargo, las solemnidades que coincidan en los domingos de Adviento, Cuaresma o Pascua se transfieren al lunes siguiente (NUALC n. 5). Si el lunes está impedido se traslada al próximo día libre, según la norma general. Cuando en el mismo día debieran de celebrarse las Vísperas del Oficio en curso y las primeras Vísperas del día siguiente, prevalecen las Vísperas de la celebración que en la tabla de los días litúrgicos ocupe lugar preferente; en caso de igualdad se prefieren las Vísperas del día en curso (NUALC n. 61). No obstante, si las Vísperas se celebran unidas a la Eucaristía, con participación del pueblo, éstas han de ser del Oficio del día siguiente, si el día siguiente es domingo o solemnidad de precepto. En cuanto a la misa vespertina valedera para el día siguiente, prevalecía el criterio señalado por NUALC n. 61, para las vísperas. Sin embargo, desde la promulgación del nuevo Código de Derecho Canónico, las misas vespertinas del sábado y de la víspera de solemnidades de precepto han de ser siempre del domingo o de la solemnidad del precepto (cf. c, 1.248, 1). Esta misma norma impide la celebración de la misa exequial y de las misas rituales y por diversas necesidades desde las I Vísperas de los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua y de las solemnidades de precepto.

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TABLA DE LOS DIAS LITURGICOS dispuestos según el orden de precedencia(NUALC n. 59) I 1.Triduo pascual de la Pasión y Resurrección del Señor. 2.Navidad del Señor, Epifanía, Ascensión y Pentecostés. Domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua. Miércoles de Ceniza, Semana Santa, desde el lunes al jueves, inclusive. Días de la octava de Pascua. 3. Solemnidades del Señor, de la Santísima Virgen María y de los Santos, inscritos en el Calendario general. Conmemoración de todos los fieles difuntos. 4.Solemnidades propias, a saber: a) Solemnidad del Patrono principal del lugar, sea pueblo o ciudad. b) Solemnidad de la Dedicación y aniversario de la Dedicación de la Iglesia propia. c) Solemnidad del Título de la Iglesia propia. d) Solemnidad: o del Título, o del Fundador, o del Patrono principal de la Orden o Congregación. II 5. Fiestas del Señor inscritas en el Calendario general. 6. Domingo del tiempo de Navidad y del tiempo ordinario. 7. Fiestas de la Santísima Virgen María y de los Santos, inscritas en el Calendario general. 8. Fiestas propias, a saber: a) Fiesta del Patrono principal de la diócesis. b) Fiesta del aniversario de la Dedicación de la Iglesia catedral. c) Fiesta del Patrono principal de la región o provincia, de la nación, de un territorio más extenso. d) Fiesta del Título, o del Fundador, o del Patrono principal de la Orden o Congregación y de la provincia religiosa, quedando a salvo lo prescrito en el n. 4. e) Otras fiestas propias de alguna Iglesia. f) Otras fiestas inscritas en el Calendario de cada diócesis o de cada Orden o Congregación. 9. Las ferias de Adviento desde el día 17 al 24 de diciembre, inclusive. Días de la octava de Navidad.Las ferias de Cuaresma.

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III Memorias obligatorias inscritas en el Calendario general. Memorias obligatorias propias, a saber: a) Memorias del Patrono secundario del lugar, de la diócesis, de la región o provincia, de la nación, de un territorio más extenso, de la Orden o Congregación y de la provincia religiosa. b) Otras memorias obligatorias inscritas en el Calendario de cada diócesis, o de cada Orden o Congregación. 12. Memorias libres, que aún en los días señalados en el n. 9 se pueden celebrar, pero según el modo peculiar descrito en las Ordenaciones generales del Misal Romano y de la Liturgia de las Horas (OGMR 316, véase pág. 23, n. 41 a); (OGLH véase pág. 42, n. 35). De la misma manera se pueden celebrar como memorias libres las memorias obligatorias que accidental- mente caigan en las ferias de Cuaresma. 13. Ferias de Adviento hasta el día 16 de diciembre, inclusive. Ferias del tiempo de Navidad desde el 2 de enero al sábado después de Epifanía. Ferias del tiempo pascual desde el lunes después de la octava de Pascua hasta el sábado antes de Pentecostés, inclusive. Ferias del tiempo ordinario.

Otras celebraciones en domingo Por el bien pastoral de los fieles es lícito celebrar en los domingos del tiempo ordinario aquellas celebraciones que caen entre semana y que tienen mucha aceptación en la piedad de los mismos fieles, siempre que estas celebraciones puedan ser preferidas al domingo según la tabla de precedencia. De estas celebraciones pueden decirse todas las Misas en que participa el pueblo (NUALC n. 58).

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