Año LXXX, Guadalajara, Jal., 16 de Septiembre de 2012 Núm. 38
¿DE QUÉ LE SIRVE A UNO…
SAN LORENZO JUSTINIANO
¡YO VOY A SER COMEDIDO!
MINI HISTORIA
LA IMPORTANCIA DEL AGRADECIMIENTO
¿DE QUÉ LE SIRVE A UNO… ” a no puede ver “ni en pintura …decir que ama a Dios, si s? Dio de s hijo son que cual, fulanito de tal o sutanita de se es na nuestras ofensas” si no rdo “pe s día los os tod ecir …d ? uno ha ofendido a capaz de perdonar al que lo las la Eucaristía, si le cierra uno en á est que to ...recibir al Cris lotado, exp el en , ado esit nec el puertas al Cristo que está en en el que no tiene trabajo? en el huérfano, en la viuda, lo se preocupa uno por pasarla …creer en la otra vida, si sólo mejor posible en ésta? la de Cristo, si se trata con …llevar al cuello una imagen que , dos ina ord sub los hijos, a los punta del pie al cónyuge, a to? Cris de gen ima son también jimo domingos, si se injuria al pró los s Dio a rar hon y rvir …se el es, lun el o– virl o debería ser y se sirve uno de él –cuand ? ado sáb el y nes ves, el vier martes, el miércoles, el jue ra? si vive uno como si no lo fue o, tian cris es uno que …decir O A UNO ESTA FE, ¿ACASO PODRÁ SALVARL ol Santiago en como pregunta el Apóst la Segunda Lectura?
SAN LORENZO JUSTINIANO
N
ació de una familia noble veneciana en 1381, y murió en 1455. Lorenzo Justiniano, contra las esperanzas de la madre, que había quedado viuda con cinco niños en una gran casa, con mucha servidumbre en librea, abandonó a la familia y fue a encerrarse en el monasterio de la isla de San Jorge. Un amigo que había ido al convento para convencerlo a regresar a su casa, resolvió más bien seguir inmediatamente el ejemplo y se hizo monje. Lorenzo, vestido con el humilde sayal de fraile mendicante, iba de puerta en puerta pidiendo la limosna. La madre, una piadosísima mujer, sufría al pensar que la gente podría reconocer a su hijo en ese traje, y para apresurar el regreso al convento, mandaba a la servidumbre para que le llenaran de pan el canasto. Lorenzo comprendió el motivo de tanta generosidad, y desde entonces no les aceptó a los sirvientes sino un par de panes. El hermano que lo acompañaba hubiera querido evitar las puertas de las cuales salían sólo insultos, pero Lorenzo era categórico: “No hemos renunciado al mundo sólo con palabras. ¡Vamos a recibir también el desprecio!”. Elegido general de su Orden
y después obispo de Venecia, no cambió el tenor de vida, ni siquiera exteriormente. Él mismo visitaba a los pobres de la ciudad, les distribuía dinero, alimentos y vestidos, para que el fruto de la caridad llegara a su destino. No tenía el don de la oratoria, pero esto no le importaba, porque lo suplía con la palabra escrita, que usó abundantemente para la dirección del clero y de los laicos, con cartas pastorales y opúsculos en los que condensaba el fruto de sus muchas meditaciones: “Quien no utiliza al Señor lo más que puede, demuestra que no lo aprecia”; “Un siervo del Señor evita las más pequeñas faltas, para que su caridad no se enfríe”; “Tenemos que evitar los asuntos muy complicados; en las complicaciones siempre está la pezuña del diablo”. Acostumbrado a las duras penitencias, cuando, ya anciano y enfermo, quisieron cambiarle la cama de paja por un colchón de plumas, protestó: “Cristo murió sobre la cruz, ¿y yo voy a morir en un colchón de plumas?”. Murió el 8 de enero de 1455, expresando el deseo de ser enterrado en el pequeño cementerio del antiguo convento. Pero los venecianos le decretaron un verdadero triunfo.
¡YO VOY A SER COMEDIDO!
A .-
miguitos, hoy hablaremos de una virtud que siempre deja muy buena impresión y buen sabor de boca: el ser comedido. Ser comedido no es ser barbero, ésta es una concepción incorrecta. Ser comedido tiene la sana intención de ayudar, porque hay una libre preocupación por el otro. No hay nada más agradable que tener a tu lado a un acomedido cuando tú no estas en condiciones de hacer algo. El que existan personas que lo puedan hacer por ti, será bastante satisfactorio. Únicamente cuando tú no estás en condiciones de hacerlo. No cuando puedes hacerlo y no lo haces. Eso te convierte en un perezoso. Ayudarle a un imposibilitado es sano, no ayudarle nos convierte en otro igual. Así que si quieres que alguien mejore, hay que ayudarle, pero únicamente a lo que él
no pueda hacer. Ser comedido es estar presto a ayudar a los demás sin que nos lo pidan, sin esperar nada a cambio, y sobre todo, sin juzgarlo. El que hace un favor y lo recuerda, convierte el favor en negocio. Ser comedido es ayudar porque tuve ganas de hacerlo, nadie me obliga, ni espero recompensa. Es no esperar nada a cambio. Eso nos hace a todos más humanos, el servicio a la mejora de los demás. Ahora ya lo sabes, hay que ser acomedido en casa, en la escuela, en el barrio. Para triunfar en la vida, hay que trabajar más de lo que nos pagan. Hay que dar de nuestra parte para los demás. Aún sin esperarlo, estas actitudes siempre traen consigo una recompensa. El comedimiento siempre da felicidad.
LA IMPORTANCIA DEL AGRADECIMIENTO
L
eonora acababa de terminar la residencia médica en un hospital de California. Como era miembro del equipo de residencia con menor tiempo, no podía escoger turno, por lo que le correspondió trabajar en emergencia la noche del 24 de Diciembre de 1980. A las 9 en punto de la noche, llegó la ambulancia con un hombre de unos 65 años, pálido y muy asustado, quien había sufrido un infarto. Leandra le atendió con mucho amor y cuidado, y al día siguiente, cuando ella terminó la guardia, lo encontró dormido pero ya restablecido. Al año siguiente le correspondió a Leonora nuevamente la guardia el 24 de Diciembre. A las 9 de la noche le informaron que una pareja deseaba verla. Cuando ella salió, el señor le dijo: -Soy el señor Lee, el año pasado a esta hora usted me salvó la vida y vine a decirle gracias por el año que me regaló-. Su esposa y él abrazaron a Leonora y le dieron un regalo. Leonora quedó muy conmovida. El año siguiente, cumpliendo guardia nuevamente, el señor Lee llegó a las 9 de la noche, esta vez con un niño de brazos. Quería mostrarle su nieto y agradecerle otro año de vida. Durante 13 años, el señor Lee y su esposa visitaron religiosamente a Leonora a las 9 de la noche de cada 24 de Diciembre, sólo para decir “Gracias”. La última Navidad que la visitó, le regaló una campana de cristal grabada con la palabra AMISTAD. El Señor Lee murió después de trece visitas navideñas al hospital, pero aun hoy Leonora, su familia y sus amigos, tocan la campana de cristal que él le regaló a las 9 de la noche de cada 24 de Diciembre, y brindan por el hombre que jamás olvidó volver. Agradecimiento es una palabra que muchos olvidan, pero que, en el acto mismo, encierra un milagro. Nunca olvidemos ser agradecidos.
Amigos: ¡hoy es el gran día! Hoy es el aniversario de nuestra Independencia. Celebremos, pues, con alegría y orgullo el ser parte de una Nación independiente. ¡QUE VIVA MÉXICO!
De: Alexis E. Ramírez P., alexisese@hotmail.com Para: clubdelamiguito@terra.com.mx Asunto: Informar
Hola, me llamo Alexis y pertenezco a la parroquia Nuestra Señora del Rosario en Zapotlanejo, Jalisco. Quisiera formar parte del Club de El Amiguito. Quiero desearles a todos los miembros del Club que Dios los bendiga y los llene de amor, fe y misericordia; que bendiga a mi familia que la quiero mucho, y agradecerles a mis papás que me hayan educado como un católico, y que Dios me haya dado el privilegio de tener una familia como la que tengo. Les agradezco mucho.
Alexis, amigo, ya eres parte de este Club. Bienvenido. Gracias por tus buenos deseos para todos.
De: Alejandra Estefanía Ramírez Sahagún, ale.estefi@hotmail.com Para: clubdelamiguito@terra.com.mx Asunto: Quiero unirme al Club
Hola, me llamo Alejandra y quisiera unirme al Club. Tengo 11 años y mi Primera Comunión la hice el 9 de junio. Tengo 2 hermanos: Daniel André y Valeria. A mi hermano Daniel le gusta mucho jugar futbol, y jugar en la calle con sus amigos. Mi hermana Valeria tiene apenas 2 años, va a cumplir 3 el 29 de abril. Quiero pedirles que pidan mucho por toda mi familia, en especial por mis papás que son: Daniel Alberto y Alejandra Elizabeth. ¡Por favor! Muchas gracias. A mí me gusta jugar voleibol y trepar árboles. Aquí les va un chiste: Era una vez un pajarito que iba cruzando la calle, y una camioneta lo atropella. El pajarito quedó inconsciente, el señor que lo atropelló lo llevó a su casa, lo curó y lo mantuvo en una jaula. Cuando el pajarito despertó dijo: -¡Ay, no, estoy en la cárcel!
Ja, ja, pobre pajarito, ¡qué susto se llevó! Gracias por escribirnos, Alejandra. Saludos a tu familia y bienvenida al Club. Myriam Paulina Aguirre Morgado, myriam_paulina@hotmail.com Para: clubdelamiguito@terra.com.mx Asunto: Ser parte del Club
Hola, me llamo Jorge, tengo ocho años y quiero ser parte de su Club. Por favor acéptenme. Tengo dos hermanas mayores, una de 18 y otra de 21, se juntan mucho y juegan conmigo. Bueno, soy acólito y ya voy para el año. Estoy en la iglesia Sr. de la Salud y me tocó ayudar el jueves, viernes y sábado de la Semana Santa. También tenemos un grupo para jugar fútbol, y en este año entramos a un torneo y ganamos el primer lugar, gracias a Dios. Cuando leo El Amiguito lo que más me gusta son los chistes y las Mini historias, porque tienen un buen mensaje. Ahí les va un chistecín: Era un hombre tan bajo, tan bajo, pero tan bajo, que para bajar la banqueta necesitaba un paracaídas. Hasta la próxima.
¡Claro que te aceptamos, Jorge, bienvenido! Felicidades por ser campeones del torneo de futbol. Gracias por tus comentarios.
De: Génesis Gómez, gen1@live.com.mx Para: clubdelamiguito@terra.com.mx Asunto: Unirme al Club ¡Hola! me llamo Génesis, pero ustedes pueden llamarme “G”. Bueno, déjenme decirles que me encanta leer El Amiguito, aunque sea una anciana/adolescente. Los domingos mis familiares más chiquitines y yo, nos ponemos a buscar como locos el periodiquito. ¡Yupi! Mis secciones favoritas son la Mini historia, la de chistes y datos curiosillos, y el Club de El Amiguito. Me encantaría ser parte del Club y ser su loca reportera, sería un honor informarles de algunos datos o chistes. En fin, espero me acepten y vea mis mensajes publicados en su fabuloso diario. Bienvenida al Club, Génesis. Nunca se es demasiado grande de edad para entrar al Club. Nos encantará que nos envíes chistes y datos interesantes para nuestra sección recreativa.
Berenice Martínez Ortega, berechiveada1@hotmail.com Para: clubdelamiguito@terra.com.mx Asunto: Ser parte del Club Hola, me llamo Berenice, tengo 9 años, y pertenezco a la parroquia La Guadalupana. Tengo una hermana que se llama Areli V., es muy amorosa. También un hermano muy electrónico, a los dos los quiero mucho. Me estoy preparando para la Primera Comunión y ya quiero recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Para hacerlos reír: Primer acto: sale Blanca Nieves cayéndose de las escaleras. Segundo acto: sale Blanca Nieves cayéndose de las escaleras. Tercer acto: sale Blanca Nieves otra vez cayéndose de las escaleras. ¿Cómo se llamó la obra? ¡Nieve raspada! Ja, ja. Saludos a todos. Adiós. ¡Que hermanos tan amorosos! Son un ejemplo para todos nosotros. Bienvenida al Club, Berenice. No dejes de recibir a Jesús Eucaristía.
Y nos despedimos, amiguitos, porque ¡tenemos que ir a celebrar nuestras fiestas patrias! ¡VIVA MÉXICO! clubdelamiguito@terra.com.mx
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