Hoja parroquial Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Nº 05 • 4to. domingo del Tiempo Ordinario • 31 de Enero de 2010
Fundado el 4 de junio de 1930. Registro postal IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes INDA-04-2007-103013575500-106
Jesús entre su gente, de la aprobación a la ira P oco a poco vamos descubriendo el rostro de Jesús conforme Él se nos va mostrando en sus diferentes facetas. Por una parte se nos muestra el Dios maravilloso y misericordioso; pero este mismo Jesús es el Dios que exige. Aquí es en donde los seres humanos, en cuanto nos requieren un esfuerzo, brincamos de disgusto. De repente se nos muestra toda la crudeza de la condición humana; y la vemos retratada en esa breve estancia de Jesús en su tierra en Nazareth; primero cuando leyó las Escrituras encontramos que “todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de sus palabras”. Había dicho Él mismo que en su persona se estaban cumpliendo todas las profecías. Y al recordarles que “nadie es profeta en su tierra”, casi en el mismo momento truenan y vociferan los oyentes, cuando Jesús les platica que en otros tiempos, Dios se dirigió a otros pueblos, a otras gentes porque sus antepasados no quisieron creerle. Así sucedió con la viuda de Sarepta, lo mismo con Naamán, de Siria que estaba leproso y que es muy difícil saber recibir las promesas, pero también aprender a recibir de buen grado las amonestaciones. ¡Cuando nos dan aplaudimos, cuando nos exigen un esfuerzo, vociferamos!
Te harán la guerra pero no podrán contigo. Jeremías el profeta, habla de la formación del profeta desde el vientre
materno y como Dios lo va preparando para los tiempos difíciles, para hacerlo como columna de hierro, como muralla de bronce. Además del don de la palabra que les da Dios a sus profetas, a sus enviados, los prepara con un lomo duro,
para que aguanten en tiempos de vientos contrarios, para que endurezcan el rostro ante el sufrimiento. Ciertamente no siempre se tendrán que dar anuncios duros que suenan como latigazos implacables; sin embargo son parte importante Sigue en la página cuatro
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