N.º 24 • Solemnidad: Santísima Trinidad, Ciclo A
• 15 de Junio de 2014 •
DIOS es pura MISERICORDIA
H
ay muchas explicaciones que han surgido a lo largo de la historia para entender este misterio de la Santísima Trinidad; lo han explicado los santos, los teólogos, los escritores... hay libros enormes que hablan de esto y casi siempre nos dejan chiquitos en nuestro entendimiento. Si se dice que Dios es Trino y Uno, nos contradicen las matemáticas; pero si nos dicen que Dios es misericordia pura, por supuesto que lo entendemos, y muy bien. Así somos capaces de tener a ese Dios inmenso en nuestro corazón. En un mundo cargado de problemas de toda índole, en donde la gente, cada persona, se va inventando su propia escala de valores, en donde cada quien decide qué es bueno y qué es malo, nace la confusión de nosotros y otros sobre el verdadero amor. En estas circunstancias es donde Dios decide mostrarse como Él quiere, como misericordia pura. Dios es, sobre todo, misericordia, si lo aceptamos y lo queremos. Es Amor personal porque ama a cada como si no hubiera otro. Es amor sin medida. Nos da sus cuidados. Es un amor sacrificado, siempre espera, amor sin límite; su preferencia única son los más débiles. En la Santísima Trinidad está este amor que hoy queremos entender, escuchar, amar y recibir.
El misterio de la Santísima Trinidad que hoy celebramos es una revelación que se va haciendo poco a poco en la historia conforme van creciendo los hijos y necesitando el amor. Revelación maravillosa de Dios, es un Dios que comparte; no es un ser aislado, desentendido de las realidades de este mundo, solitario. Es un Dios de la familia, de todas las sociedades, que nos hermana a todos. Por eso este misterio de la Trinidad es lo más completo que tenemos de Dios.
Amó Dios al mundo tanto, que nos entregó a su Hijo Estas palabras, se podría decir, mueven la conciencia del mundo; son capaces de darnos el perdón ante cualquier situación, por muy terrible que sea. Es una frase de las mejores logradas en la literatura de todos los pueblos. En un breve renglón, reúne toda la grandeza, hermosura y capacidad de Dios, y resuelve todas las necesidades del hombre. No hay mayor expresión que nos pueda seducir, y darnos tanta confianza de alcanzar de su misericordia. Un Dios que se acomoda a nuestro amor Cuando fuimos pequeños, Dios se nos presenta como una experiencia sencilla acomodada a nuestra manera de entender. Con el tiempo madura, experimentamos el amor juvenil de Dios y luego como adultos. Así es la pedagogía con la que Dios va enseñando y nosotros aprendemos.
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ORACIÓN COLECTA Dios Padre, que al enviar al mundo la Palabra de verdad y el Espíritu santificador, revelaste a todos los hombres tu misterio admirable, concédenos que, profesando la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la Unidad de su majestad omnipotente.
SALMO RESPONSORIAL
Sal Dan 3, 52. 53. 54. 55. 56
R. Bendito seas, Señor, para siempre. Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo y glorioso. R. Bendito seas, Señor, para siempre. Bendito seas en el templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino. R. Bendito seas, Señor, para siempre. Bendito eres Tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor, en la bóveda del Cielo. R. Bendito seas, Señor, para siempre.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Lectura del libro del Éxodo 34, 4b-6. 8-9 En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, llevando en la mano las dos tablas de piedra, como le había mandado el Señor. El Señor descendió en una nube y se le hizo presente. Moisés pronunció entonces el nombre del Señor, y el Señor, pasando delante de él, proclamó: “Yo soy el Señor, el Señor Dios, compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel”. Al instante, Moisés se postró en tierra y lo adoró, diciendo: “Si de veras he hallado gracia a tus ojos, dígnate venir ahora con nosotros, aunque este pueblo sea de cabeza dura; perdona nuestras iniquidades y pecados, y tómanos como cosa tuya”. Palabra de Dios. Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los corintios 13, 11-13 Hermanos: Estén alegres, trabajen por su perfección, anímense mutuamente, vivan en paz y armonía. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Los saludan todos los fieles. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes. Palabra de Dios.
Cfr. Ap 1, 8
R. Aleluya, aleluya. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era y que vendrá. R. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su Unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación de cuerpo y alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 16-18
“T
anto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él. El que cree en Él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios”. Palabra del Señor.
IV Congreso Eucarístico Diocesano
La Profesión de nuestra
Fe
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por Quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras; y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.
del 16 al 21 de Junio de 2014
E
ste semana inicia el IV Congreso Eucarístico Diocesano con el lema: “Denles ustedes de comer” (Lc 9,13), en las instalaciones de la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA); este Congreso es uno de los actos centrales con motivo de los 150 años de la creación de la provincia de Guadalajara, de la que la Arquidiócesis es cabeza. Tres Congresos Eucarísticos se han celebrado en la Iglesia de Guadalajara, en medio de un esplendor litúrgico y una profunda piedad: I Congreso Eucarístico Diocesano del 26 al 28 de mayo 1938. II Congreso Eucarístico Diocesano celebrado entre el 19 y 27 de mayo de 1964. El lema fue: “Misterio de Unidad”. III Congreso Eucarístico Diocesano, convocado por
el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, y celebrado del 18 al 22 de junio del año 2000. El lema fue: “Jesucristo, único Salvador del mundo, alimento para la vida nueva”. A partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) inició un nuevo período para los Congresos Eucarísticos, ya que se sugirió resaltar en estos: la catequesis sobre la Eucaristía, la participación activa en la liturgia Eucarística y la realización de obras sociales. Así se redescubrió la dimensión social de la Eucaristía y la necesidad de realizar fuertes muestras de comunión y solidaridad cristiana; los Congresos comenzaron a tomar su lema y tema de los problemas que se sentían como urgentes en la sociedad y en el mundo.
«Denles ustedes de comer» (Lc 9, 13)
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
Gloria
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
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Solemne Procesión Diocesana del CORPUS CHRISTI: Sábado 21 de Junio de 2014, Explanada del Templo Expiatorio
“D
enles Ustedes de Comer” (Lc 9,13): esta frase es de Jesús, dicha a sus Discípulos, y es ahora el lema que se ha seleccionado como centro de reflexión para le celebración de la Procesión Diocesana del Corpus Christi. Pero ¿qué significa para nosotros los cristianos? “Jesús les pide a ellos –sus discípulos– que sean los que den de comer a la gente, lo que es, en realidad, una tarea humanamente imposible, pues no tienen más que cinco panes y dos pescados, y son cinco mil personas. Sin embargo, con gran generosidad comparten lo poco que tienen y lo ponen a disposición de Jesús. El Señor bendice el pan y lo da a los discípulos para que lo repartan. Ellos organizan a la gente en grupos de 50, como Moisés organizó al pueblo de Israel en pequeñas comunidades para satisfacer con mayor eficiencia sus necesidades. En realidad, este texto anticipa la Última Cena, en la que Jesús se nos dará como alimento y serán los discípulos los encargados de distribuirlo. El que hayan sobrado doce canastos nos habla de los doce apóstoles, los pilares de la Iglesia, la que conserva y otorga el verdadero alimento, que es Jesucristo. ¿Nosotros somos capaces de percibir el hambre de la gente? ¿Hoy de qué tiene hambre la gente, de qué tenemos hambre nosotros? ¿Qué estamos haciendo para saciar esa hambre? ¿Somos capaces de compartir lo poco que somos o tenemos? ¿Cómo nos organizamos para ser más eficientes en satisfacer las necesidades de las personas de nuestra comunidad?”.
Jubileo Circular 16, 17 y 18: Lunes, Martes y Miércoles
San Cristóbal Ntra. Sra. del Refugio, Federalismo La Santísima Trinidad San Ignacio de Antioquía, Polanco Ntra. Sra. del Favor, Hostotipaquillo San Marcos, Cocula San Pedro Tesistán Cofradía de la Luz, Señor de la Misericordia Casa Alberione
19, 20 y 21: Jueves, Viernes y Sábado Catedral Basílica, La Asunción de María Jesús Niño Ntra. Sra. de las Mercedes San Judas Tadeo, Paseo de los Filósofos Ntra. Sra. de Guadalupe, Club de Golf Atlas María Inmaculada San Martín Hidalgo Ntra. Sra. de las Rosas, Col. Francisco Villa San Agustín, Toluquilla Señor de la Salud, La Estanzuela
(Fuente: IV Congreso Eucarístico de Guadalajara, Fase Parroquial y Vida Consagrada)
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