Parroquial Hoja
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N.º 30 • Domingo XVII Tiempo Ordinario / Ciclo C
• 28 de Julio de 2013 • Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
El que pide, recibe
i algo en la vida no necesitamos que nos enseñen, es a pedir. Es lo primero que aprende en niño en su necesidad de subsistir y utiliza el lenguaje único que sabe: llorar. Pero después mejoramos las formas de pedir. En el crecimiento de nuestra vida, casi siempre descubrimos los modos. Acostumbramos a decirlo; en la forma está el fondo y si de pedir se trata, aprendemos pronto. Pero también se atraviesan las dificultades para pedir. Muy dentro de nosotros entra el orgullo, la autosuficiencia, el engaño, malos modos y una sarta de hipocresías para fingir lo que somos y ocultar nuestras verdaderas necesidades. En las tres lecturas de hoy se nos recuerdan algunas cosas elementales en nuestra relación para “saber pedir”. Tener confianza, Dios siempre escucha. Incluso tener conciencia de que si nuestra situación no merece que se nos dé; cuando no tenemos casi ningún derecho a pedir por nuestros comportamientos, hay alguien que nos alienta a que tengamos confianza. Dios acomoda las cosas a nuestro favor. La insistencia Una historia peculiar que nos cuenta el Génesis, es cuando Abraham aboga por la salvación de Sodoma y Gomorra, una comunidad que en todos sus comportamientos había rechazado totalmente a Dios. Su única salvación va a ser que encuentren algunas personas que por su comportamiento merezcan perdón, y así las ciudades serán p e r d o n a d a s. Se habla de un número y Abraham insiste e in-
siste para que Dios baje la cuota. Esta es la primerísima cualidad del que pide insistir hasta la saciedad, con Dios siempre podremos hablarle y hablarle de una manera confiada. En esta historia se nos dice que la rebeldía de aquellas ciudades fue total, y no habiendo modo de encontrar algún justo, las ciudades fueron arrasadas. La insistencia sola de algún abogado no basta; habrá que poner un buen motivo de nuestra parte. Que alguien pague por nosotros En la Carta a los Colosenses, en la perspectiva del Nuevo Testamento, San Pablo nos recuerda la base de nuestra salvación. Alguien se ha preocupado de tomar la cuenta que existía en nuestra contra y la ha clavado en la Cruz para que no tenga validez la deuda. Esto significa de manera sencilla que si nosotros nos acogemos a la Cruz de Jesús, todo, absolutamente todo, puede ser perdonado. Si seguimos este camino, no hay manera de que nos vaya mal, siempre tendremos la de ganar. Las palabras y el modo Lo mejor de todo viene en el Evangelio de Lucas. Jesús mismo nos va a dar las palabras exactas para saber pedir. Palabras inscritas en la oración del Padre Nuestro. Nos asegura Jesús que, para Dios, nunca de los nunca somos inoportunos. Si nosotros, cuando nos piden, ponemos muchas trabas, Dios no. Jesús llega a decir que para el Padre Dios ninguna oración es inoportuna. Todo el que pide, recibe. Dios no sólo nos dará cosas, nos dará lo mejor de sí mismo, su Espíritu Santo si se lo pedimos.
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ORACIÓN COLECTA Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del Cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
SALMO RESPONSORIAL Salmo 137, l-2a. 2bc-3. 6-7ab. 7c-8
R. Te damos gracias de todo corazón. De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. R. Te damos gracias de todo corazón. Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos, nos oíste y nos llenaste de valor. R. Te damos gracias de todo corazón. Se complace el Señor en los humildes y rechaza al engreído. En las penas, Señor, me infundes ánimo, me salvas del furor del enemigo. R. Te damos gracias de todo corazón. Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo y así concluirás en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R. Te damos gracias de todo corazón.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Rom 8, 15
R. Aleluya, aleluya. Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: “¡Padre!”. R. Aleluya, aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor, que esta Eucaristía, memorial de la Muerte y Resurrección de tu Hijo, nos ayude a corresponder al don inefable de su amor y a procurar cada día nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Lectura del libro del Génesis 18, 20-32 En aquellos días, el Señor dijo a Abraham: “El clamor contra Sodoma y Gomorra es grande y su pecado es demasiado grave. Bajaré, pues, a ver si sus hechos corresponden a ese clamor; y si no, lo sabré”. Los hombres que estaban con Abraham se despidieron de él y se encaminaron hacia Sodoma. Abraham se quedó ante el Señor y le preguntó: “¿Será posible que Tú destruyas al inocente junto con el culpable? Supongamos que hay cincuenta justos en la ciudad, ¿acabarás con todos ellos y no perdonarás al lugar en atención a esos cincuenta justos? Lejos de ti tal cosa: matar al inocente junto con el culpable, de manera que la suerte del justo sea como la del malvado; eso no puede ser. El juez de todo el mundo ¿no hará justicia?”. El Señor le contestó: “Si encuentro en Sodoma cincuenta justos, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos”. Abraham insistió: “Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Supongamos que faltan cinco para los cincuenta justos, ¿por esos cinco que faltan, destruirás toda la ciudad?”. Y le respondió el Señor: “No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco justos”. Abraham volvió a insistir: “Quizá no se encuentren allí más que cuarenta”. El Señor le respondió: “En atención a los cuarenta, no lo haré”. Abraham siguió insistiendo: “Que no se enoje mi Señor, si sigo hablando, ¿y si hubiera treinta?”. El Señor le dijo: “No lo haré, si hay treinta”. Abraham insistió otra vez: “Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran sólo veinte?”. El Señor le respondió: “En atención a los veinte, no la destruiré”. Abraham continuó: “No se enoje mi Señor, hablaré sólo una vez más, ¿y si se encuentran sólo diez?”. Contestó el Señor: “Por esos diez, no destruiré la ciudad”. Palabra de Dios. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosenses 2, 12-14 Hermanos: Por el Bautismo fueron ustedes sepultados con Cristo y también resucitaron con Él, mediante la fe en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Ustedes estaban muertos por sus pecados y no pertenecían al pueblo de la alianza. Pero Él les dio una vida nueva con Cristo, perdonándoles todos los pecados. Él anuló el documento que nos era contrario, cuyas cláusulas nos condenaban, y lo eliminó clavándolo en la cruz de Cristo. Palabra de Dios. EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según San Lucas 11, 1-13
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n día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”. Entonces Jesús les dijo: “Cuando oren, digan: ‘Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación’ ”. También les dijo: “Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí
En este Año de la Fe, aprendamos de memoria el Credo y recitémoslo como oración todos los días
Credo
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por Quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras; y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.
se levantará y le dará cuanto necesite. Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?”. Palabra del Señor.
¡Feliz Día del Párroco!
E
n la fiesta de San Juan María Vianney (1786-1859), que se conmemora el 4 de agosto en la Iglesia, también se celebra el Día del Párroco en memoria de aquel que se dedicó con empeño a la conversión de su parroquia.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
La figura del párroco tiene una gran relevancia para la Iglesia. Él –tal como se expone en el mismo Código de Derecho Canónico– es el pastor propio a quien el Obispo diocesano confía pastorear a la comunidad que le ha sido encomendada, viviendo el día a día con y para ella, enseñándole, rigiéndola y guiándola hacia la santidad. Estas características de pastor de una comunidad las vivió fielmente San Juan María Vianney, siendo párroco de la pequeña población francesa de Ars, donde ganó popularidad, especialmente, como confesor, no sólo dentro de su comunidad, sino también en toda Francia. Su ejemplo de vida como pastor pasó las fronteras, tanto así que el mismo Pío X lo propuso como modelo para los sacerdotes párrocos. Hagamos oración por ellos, en su día.
Escultura en honor de San Juan María Vianney
Gloria
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
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El Tiempo de Dios La Iglesia cuenta el tiempo por domingos. La Buena Noticia que se proclama en la Eucaristía dominical va mostrando, durante el Tiempo Ordinario (simbolizado por el color verde), los hechos y las palabras de Jesús, sirviéndose de la lectura continua del Evangelio, desde los comienzos de la predicación del Señor (al principio del Tiempo Ordinario) hasta sus referencias al final de los tiempos y el futuro de la Nueva Creación (en los últimos domingos, al acercarse la fiesta de Cristo Rey). Aunque el nombre de tiempo «ordinario» pueda sugerir lo contrario que «extraordinario», no significa que tenga menos importancia que los otros tiempos «fuertes» del año litúrgico. Al contrario, este tiempo, que ocupa más de la mitad del año, es el momento de integrar en lo cotidiano de nuestra existencia cristiana (la vida «ordinaria» o corriente) la experiencia de Cristo, el Dios-con-nosotros, dejándonos conducir por su mismo espíritu en todas nuestras opciones, para dar gloria al Padre en sus criaturas. Para que el ciclo de nuestra vida, nuestra pequeña historia –ordinaria y valiosa a un tiempo–, se acompase cada vez más con la Historia de Salvación: con el tiempo de Dios.
Virgen de Zapopan: Visitas FECHA
HR.
Lun. 29 10:00 17:00 Mar. 30 17:00 Mié. 31 17:00 Jue. 1 17:00 Vie. 2 17:00 Sáb. 3 17:00 Dom. 4 17:00
PARROQUIA
DECANATO
SAN JOSÉ ESPOSO FIEL SAN MIGUEL FEBRES CORDERO MARÍA MADRE DE LA IGLESIA MARÍA LA VIRGEN FIEL MARÍA REINA DE MÉXICO SAN RAFAEL ARCÁNGEL SAN LORENZO NUESTRA SEÑORA DEL FAVOR
TETLÁN TETLÁN SAN ANDRÉS SAN ANDRÉS SAN ANDRÉS SAN ANDRÉS SAN ANDRÉS SAN ANDRÉS
Jubileo Circular 29, 30 y 31: Lunes, Martes y Miércoles Virgen de La Soledad San Francisco, Las Pintitas María Reparadora San Antonio de Padua, Loma Dorada Ntra. Sra. de Guadalupe, Ejido Copalita San Andrés Apóstol, Ajijic La Purísima Concepción, Tecualtitán
1, 2 y 3: Jueves, Viernes y Sábado San Gabriel de la Dolorosa El Señor Grande La Crucifixión del Señor San José, Ejido Espíritu Santo, Cerro del Cuatro Ntra. Sra. del Refugio, Villa Corona El Señor de la Paz, Santa María de la Paz Ntra. Sra. de Guadalupe, Chantepec
2, 3 y 4 de Agosto 2013
Consulta la Hoja Parroquial: Director Responsable: Pbro. Adalberto González González Redacción: Pbro. Alberto Ávila / Pbro. Juan Javier Padilla www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/hojaparroquial Liceo 17, Guadalajara, Jal. Tel.: 3942-4305 Diseño e Impresión: Centro Católico de Comunicaciones. Administración: Pbro. Rubén Darío Rivera • Alcalde 294, Guad., Jal. Tel. 3614-2746 Tels. 3002-6470 • 3002-6471
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Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $40.00 ciento