N.º 45 • Domingo XXXII T. Ordinario / Ciclo C • 10 de Noviembre de 2013 •
Nuestro destino es la vida
E
n la lectura de este Domingo, tomada del Antiguo Testamento, tenemos un hermoso ejemplo sobre la fe en la vida futura. En la persecución de Antíoco IV, que, con una mezcla de halagos y amenazas, intenta seducir a los israelitas y conducirles a la religión oficial pagana, olvidando la Alianza, una buena mujer, madre de siete hijos, da un ejemplo admirable de entereza y fidelidad. Lo de comer o no carne prohibida era un detalle: se trataba de mantenerse fieles al conjunto de la fe en Dios. De la “catequesis” que la madre había dado a sus hijos, éstos han asimilado sobre todo el argumento de la vida futura: “El rey del universo nos resucitará para una vida eterna”, “Dios mismo nos resucitará: tú, en cambio, no resucitarás para la vida”. Y de esa convicción sacan fuerzas para perseverar en su fidelidad. Es la actitud que nos invita a expresar el Salmo responsorial: «Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor». Al final de la vida, al “despertar” a la rea-
lidad última, nos espera el rostro del Padre y sus brazos abiertos, si hemos sido fieles. No es Dios de muertos, sino de vivos También el Evangelio, con la respuesta de Jesús a los saduceos, nos presenta la fe en el más allá. Los saduceos, de los que el Evangelio habla pocas veces, pertenecían a las clases altas de la sociedad. No creían en la otra vida ni en la resurrección, y le plantearon
a Jesús una pregunta capciosa que parece ridiculizar toda la perspectiva, basándose en la famosa “ley de levirato” por la que el hermano del esposo debe casarse con la viuda si ésta no ha tenido descendencia: ¿de quién será esposa en el cielo una mujer que se ha casado sucesivamente con siete hermanos? La pregunta no es importante. La respuesta de Jesús, sí. Les dice, ante todo, que en la otra vida el matrimonio no tendrá como finalidad la procreación, porque allí la humanidad no necesita renovarse, porque todo es vida y no hay muerte. Y, sobre todo, les asegura que «los que han sido juzgados dignos de la vida futura, son hijos de Dios y participan en la resurrección, porque Dios es Dios de vivos». No explica cómo es la otra vida (ciertamente, resucitar no significará volver a la vida de antes, sino entrar en una nueva realidad). Lo que sí nos dice es que nuestro destino es la vida, no la muerte. Un destino de hijos, llamados a vivir de la misma vida de Dios, y para siempre, en la fiesta plena de la comunión con Él.
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ORACIÓN COLECTA
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 16, 1. 5-6. 8b y 15 R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten. R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras. R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro, y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Apoc 1, 5. 6
R. Aleluya, aleluya. Jesucristo es el primogénito de los muertos; a Él sea dada la gloria y el poder por siempre. R. Aleluya, aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, y te rogamos que la fuerza del Espíritu Santo, que nos has comunicado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra vida.
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Lectura del segundo libro de los Macabeos 7, 1-2. 9-14 En aquellos días, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epifanes los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley. Uno de ellos, hablando en nombre de todos, dijo: “¿Qué quieres saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres”. El rey se enfureció y lo mandó matar. Cuando el segundo de ellos estaba para morir, le dijo al rey: “Asesino, tú nos arrancas la vida presente, pero el rey del universo nos resucitará a una vida eterna, puesto que morimos por fidelidad a sus leyes”. Después comenzaron a burlarse del tercero. Presentó la lengua como se lo exigieron, extendió las manos con firmeza y declaró confiadamente: “De Dios recibí estos miembros y por amor a su ley los desprecio, y de Él espero recobrarlos”. El rey y sus acompañantes quedaron impresionados por el valor con que aquel muchacho despreciaba los tormentos. Una vez muerto éste, sometieron al cuarto a torturas semejantes. Estando ya para expirar, dijo: “Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida”. Palabra de Dios. Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 2, 16-3, 5 Hermanos: Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha dado gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforten los corazones de ustedes y los dispongan a toda clase de obras buenas y de buenas palabras. Por lo demás, hermanos, oren por nosotros para que la palabra del Señor se propague con rapidez y sea recibida con honor, como aconteció entre ustedes. Oren también para que Dios nos libre de los hombres perversos y malvados que nos acosan, porque no todos aceptan la fe. Pero el Señor, que es fiel, les dará fuerza a ustedes y los librará del maligno. Tengo confianza en el Señor de que ya hacen ustedes y continuarán haciendo cuanto les he mandado. Que el Señor dirija su corazón para que amen a Dios y esperen pacientemente la venida de Cristo. Palabra de Dios. EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según San Lucas 20, 27-38
aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los Ensaduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron:
“Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?”. Jesús les dijo: “En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues Él los habrá resucitado. Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Él todos viven”. Palabra del Señor.
En este Año de la Fe, aprendamos de memoria el Credo y recitémoslo como oración todos los días
Credo
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por Quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras; y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
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PEREGRINACIÓN DIOCESANA AL SANTUARIO DE CRISTO REY EN EL CUBILETE: Lunes 18 de Noviembre de 2013
a Arquidiócesis de Guadalajara invita a toda la comunidad diocesana a la peregrinación anual al Santuario de Cristo Rey en el Cubilete, el próximo lunes 18 de noviembre de 2013. Programa ñ A las 10:30 a.m., se invita a los asistentes a reunirse en la explanada, frente al monumento, para el rezo del Santo Rosario. ñ A las 11:00 a.m., dará inicio la Celebración Eucarística. ñ Antes de finalizar la celebración, se realizará el acto de consagración a Cristo Rey. Oremos a Cristo Rey, para que suscite en los corazones de todos los mexicanos, el anhelo de una patria unida, que promueva la paz, la fraternidad, la justicia y el orden social. Informes: en tu Parroquia, Parroquia de Cristo Rey: Fracc. 8 de Julio, Tel.: 38 12 09 15; y Parroquia Jesucristo Rey del Universo: Col. Miramar, Tel.: 31 80 06 83, en Guadalajara, Jalisco.
Gloria
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
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Año de la Fe
Conociendo la Encíclica Lumen Fidei
Jubileo Circular 11, 12 y 13: Lunes, Martes y Miércoles
Capítulo IV:
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a luz de la fe no nos lleva a olvidamos de los sufrimientos del mundo. ¡Cuántos hombres y mujeres de fe han recibido luz de las personas que sufren! San Francisco de Asís, del leproso; la Beata Madre Teresa de Calcuta, de sus pobres. Acercándose a ellos, no les han quitado todos sus sufrimientos, ni han podido dar razón de todos los males que los aquejan. La luz de la fe no disipa todas nuestras tinieblas, sino que, como una lámpara, guía nuestros pasos en la noche, y esto basta para caminar. En Cristo, Dios mismo ha querido compartir con nosotros este camino y darnos luz. La fe va de la mano de la esperanza porque, aunque nuestra morada terrenal se destruye, tenemos una mansión eterna, que Dios ha inaugurado ya en Cristo, en su Cuerpo (Cf. 2 Co 4, 16-5, 5). “En unidad con la fe y la caridad, la esperanza nos proyecta hacia un futuro cierto, que da un impulso y una fuerza nueva para vivir cada día” (n. 57).
BIENAVENTURADA LA QUE HA CREÍDO (Lc 1,4.5) “La Madre del Señor es icono perfecto de la fe, como dice santa Isabel: «Bienaventurada la que ha creído» (Lc 1,45). En la plenitud de los tiempos, la Palabra de Dios fue dirigida a María, y ella la acogió con todo su ser para que tomase carne en ella y naciese como luz para los hombres” (n. 58). A ella nos encomendamos, pidiendo que “esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo” (60).
Obrero, Talpita San Antonio María Claret El Divino Rostro San Felipe de Jesús Jesucristo Rey de Reyes Belenes Nuestra Sra. del Rosario de Talpa, Arenal Ntra. Sra. de Guadalupe, Ermita La Barranca
14, 15 y 16: Jueves, Viernes y Sábado Santuario de los Santos Mártires Mexicanos Ntra. Sra. del Refugio, Lomas de Zapopan Santa Rita de Casia San Juan de Capistrano Santiago Apóstol, Arcos de Guadalupe San Miguel Arcángel, Cocula Santa Inés El Saucillo
15, 16 y 17 de Noviembre 2013
Consulta la Hoja Parroquial: Director Responsable: Pbro. Adalberto González González www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/hojaparroquial Redacción: Pbro. Alberto Ávila / Pbro. Juan Javier Padilla Diseño e Impresión: Centro Católico de Comunicaciones. Liceo 17, Guadalajara, Jal. Tel.: 3942-4305 Tels. 3002-6470 • 3002-6471 Administración: Pbro. Rubén Darío Rivera • Alcalde 294, Guad., Jal. Tel. 3614-2746
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Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $40.00 ciento