N.º 49 • Domingo II de Adviento. Ciclo A
L
• 8 de Diciembre de 2013 •
¡Arrepiéntanse!
a liturgia de este domingo nos habla de San Juan Bautista, cuya vida estuvo totalmente orientada a Cristo. Fue el precursor, la “voz” que Dios envió para
preparar la venida de su Hijo. De Jerusalén y de todas las partes de Judea, la gente acudía para escuchar a Juan Bautista y para hacerse bautizar por él en el río, confesando sus pecados.
De este modo, el Evangelio de hoy nos da pie para meditar en la necesidad de la penitencia, de la frecuente confesión y de la mortificación. El espíritu de conversión es algo concreto que se debe manifestar en nuestra forma de vivir, en las pequeñas mortificaciones que podamos hacer cada día para abstenernos no sólo de lo malo, sino de pequeñas cosas, incluso buenas de las que nos podemos desprender. En realidad, nuestros deberes diarios son el campo principal en el que nos podemos mortificar. El orden, la puntualidad en el trabajo, la concentración, la atención a los detalles, la perfección en el cumplimiento de nuestro deber... Igualmente, el trato con los demás nos da innumerables oportunidades para crecer en mortificación, por ejemplo, dando el primer lugar a los otros, buscando comprender, perdonar, escuchar, servir, más que ponernos primero a nosotros mismos. Todas estas actitudes nos ayudarán a poner en práctica las enseñanzas de Juan Bautista, el más grande de los profetas. Juan Bautista predicaba la inminente llegada del Mesías e invitaba a todos a la conversión. Hoy, como entonces, su mensaje vuelve a nosotros. Acojámoslo y hagamos un programa de preparación a la Navidad con propósitos concretos.
1
ORACIÓN COLECTA
Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, prepararnos a la venida de tu Hijo, y que la sabiduría que viene del Cielo, nos disponga a recibirlo y a participar de su propia vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 71, 2.7-8.12-13.17
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz. Comunica, Señor, al rey tu juicio y tu justicia, al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz. Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz. Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre, y salvará la vida al desdichado. R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz. Que bendigan al Señor eternamente y tanto como el sol, viva su nombre. Que sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones. R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 3, 4. 6
R. Aleluya, aleluya. Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los hombres verán al Salvador. R. Aleluya, aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del Cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
2
Lectura del libro del profeta Isaías 11, 1-10
En aquel día brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios. No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá con justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá al violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará su cintura. Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará. La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas. El león comerá paja con el buey. El niño jugará sobre el agujero de la víbora; la creatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No hará daño ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor. Aquel día la raíz de Jesé se alzará como bandera de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa su morada. Palabra de Dios.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos 15, 4-9
Hermanos: Todo lo que en el pasado ha sido escrito en los libros santos, se escribió para instrucción nuestra, a fin de que, por la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, les conceda a ustedes vivir en perfecta armonía unos con otros, conforme al espíritu de Cristo Jesús, para que, con un solo corazón y una sola voz, alaben a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, acójanse los unos a los otros como Cristo los acogió a ustedes, para gloria de Dios. Quiero decir con esto, que Cristo se puso al servicio del pueblo judío, para demostrar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas y que por su misericordia los paganos alaban a Dios, según aquello que dice la Escritura: Por eso te alabaré y cantaré himnos a tu nombre. Palabra de Dios.
EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Mateo 3, 1-12
E
n aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: "Arrepiéntanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río. Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su arrepentimiento y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue". Palabra del Señor.
En este Año de la Fe, aprendamos de memoria el Credo y recitémoslo como oración todos los días
Credo
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por Quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras; y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Diez consejos prácticos para vivir
el Adviento 1. Despierta... El Señor no quiere gente dormida, ni gente que se desentienda de la realidad, ni que delegue en otros el encargo de vigilar y trabajar. Los dormidos y mediocres no sirven para el Reino. 2. Ten cuidado... «No se te embote la mente con el vicio y los agobios de la vida». La advertencia está dirigida precisamente a los instalados, a los que sólo se preocupan de sus cosas. No te acostumbres a vivir con un corazón insensible y endurecido, buscando llenar tu vida de bienestar y placer, de espaldas al Padre del Cielo y a sus hijos que sufren en la tierra. Ese estilo de vida te hará cada vez menos humano. 3. Sé lúcido y crítico... Despierta al presente, a lo que acontece y está cerca. Ser críticos ante los acontecimientos y que pueden oscurecer la venida del Señor. 4. Pregunta... Pregunta no sólo qué pasa sino qué tiene que pasar, y qué tenemos que hacer aquí y ahora para que se cumpla la voluntad de Dios.
5. Vigila… El Adviento es tensión hacia el futuro. «Pónganse en pie y alcen la cabeza. Se acerca su liberación». No mires el futuro sólo desde tus cálculos. 6. Celebra... Preparémonos a celebrar con gozo el acontecimiento de la aparición primera de la bondad y el amor de Dios en Jesús. 7. Mantén tu fe en las promesas del Dios liberador. 8. Descubre... Descubrir el paso de ese Dios Padre en la historia y en el corazón de los hombres. 9. Espera... Y para descubrir a Cristo que viene en las situaciones actuales, lo razonable es la esperanza. No te desanimes, pon tu esfuerzo y tu granito de arena; si te empeñas, las cosas pueden cambiar. 10. Libérate... Libérate de tus esclavitudes e ignorancias. Mira la vida consciente y libremente con Sus ojos. Siente su presencia amorosa, comprensiva, estimulante. Autor: Pbro. Antonio Gil
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
Gloria
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
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Adviento, un tiempo para Orar
Jubileo Circular
Adviento es un tiempo para orar. Es un itinerario de esperanza. Una ventana abierta a la confianza. Una oración llena de sentimientos humanos.
9, 10 y 11: Lunes, Martes y Miércoles Santa Isabel, Arroyo de las Flores Santo Cura de Ars San Esteban Santa Isabel de Hungría Ntra. Sra. de la Salud, Las Pintas de Abajo Ntra. Sra. del Rosario, Jamay Jesús de la Divina Misericordia San Martín Obispo, Ocotlán
El Salmo Responsorial, que se lee en la Liturgia de la palabra dentro de la Eucaristía, en este tiempo de Adviento, es una forma bella que tiene la Iglesia de responder a la salvación de Dios. Con estos Salmos también se puede orar en este tiempo; el Salmo Responsorial correspondiente puede ayudarnos a preparar el corazón para la venida del Señor en la Navidad. Los Salmos, que expresan las mil situaciones de la vida diaria, vividas a la luz de la fe, pueden ser una excelente manera de unir fe y vida. Éstos siguen siendo la oración del pueblo sencillo, que abre su corazón a sentimientos de paz, de justicia, de salvación, de confianza, de esperanza, y en ellos se encuentra fuerza para vivir con entereza las situaciones, a veces duras, de cada día. Así, en esta semana, cada día, escucharemos dentro de la Eucaristía diferentes Salmos, como el siguiente, del día lunes:
12, 13 y 14: Jueves, Viernes y Sábado San Juan de Dios y La Santa Cruz San Isidro, El Zapote Ntra. Sra. del Favor La Santísima Trinidad, La Barranca Los Tres Arcángeles San José, Huajimic Señor San José, La Vega María Madre Nuestra, Zapopan
Del Salmo 84:
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra.
Propósito: Ponerme tres propósitos que me preparen para la Navidad. Los revisaré todos los días al comenzar el día para no olvidarlos y trabajar en ellos. Autor: Regnum Christi Consulta la Hoja Parroquial: Director Responsable: Pbro. Adalberto González González www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/hojaparroquial Redacción: Pbro. Alberto Ávila / Pbro. Juan Javier Padilla Diseño e Impresión: Centro Católico de Comunicaciones. Liceo 17, Guadalajara, Jal. Tel.: 3942-4305 Tels. 3002-6470 • 3002-6471 Administración: Pbro. Rubén Darío Rivera • Alcalde 294, Guad., Jal. Tel. 3614-2746
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Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $40.00 ciento