Hoja parroquial Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 11 • III Domingo de Cuaresma, Ciclo B • 11 de Marzo de 2012
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
Los templos de piedra y los templos vivos
L
os mayores nos enseñaron a hacer cosas importantes en el tiempo de la Cuaresma. Sobre todo, nos invitaban a hacer algún sacrificio en particular. Así empezamos a ser mejores, convertir nuestra vida en algo más digno de nosotros mismos y de Dios. Dicen los de ahora que “antes se les pasaba la mano”, que hacían penitencias rigurosas. Pero también todos han estado de acuerdo en que la mejor penitencia es cumplir de manera excelente con nuestras propias obligaciones. La Cuaresma es la gran oportunidad de revisar muchas cosas del mundo personal, social, y también dígase lo mismo de la religión personal o familiar, que a veces se extravía. Hay, por supuesto, una religiosidad no comprendida cabalmente, o una religiosidad empañada,ensuciadaporcostumbresytradiciones no tan buenas. Hoy vemos una escena atrevida por parte de Jesús: expulsa a los vendedores del templo. Acción rigurosa sí, pero no poresomenosllenadeverdadydenecesidad. Jesús actuaba en nombre de su Padre para purificar el templo, que era y sigue siendo un símbolodelareligiosidad.Hoy,también,sigue siendo necesario purificar muchas acciones de los cristianos que no son tan buenas. La Cuaresma es, por supuesto, este tiempo de gracia para atrevernos a mejorar.
El templo convertido en cueva de ladrones
Todos los grupos judíos esperaban el Reino, y la agitación del primer siglo hizo a muchos pensar que la hora estaba próxima. Así, los zelotas tenían su punto de vista particular: era la hora de tomar las armas para instaurar el Reino de Dios. Los saduceos no esperaban activamente el Reino y se contentaban con mantener como mejor podían el culto del templo. Los esenios, como los zelotas, estaban listos pero se habían retirado al desierto en espera del
momento oportuno. Los fariseos consideraban que para que llegara el Reino, debían dedicarse a la más rigurosa observancia de la ley, pero se equivocaron en lo fundamental: olvidaron al Señor del templo y se llenaron de tradiciones innecesarias. Dios quiere una religión del corazón. A diferencia de los grupos anteriores, la actitud de Jesús y de su comunidad discipular es de tajante oposición al mal uso del templo.
Algunas sugerencias cuaresmales
Hay que cuidar que cada día prestemos más atención a los templos vivos –que son las personas– que a los edificios de piedra. Sólo así seremos verdaderos testigos de que “sólo Jesús tiene palabras de vida eterna”. El Cristo que nos enseña san Pablo y al que debemos predicar como él, es el Señor crucificado. ¡No nos equivoquemos!
FALTAN 12 DÍAS
La Iglesia, con sus actuaciones en la pastoral y de servicio a los pobres, debe demostrar que adora a Dios en espíritu y en verdad. Debemos hacer que los derechos humanos no se queden en una hermosa declaración de buenas intenciones, sino que se respeten y sean tenidos en todos los pueblos como una norma fundamental de la convivencia humana.
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ANTÍFONA DE ENTRADA Ez 36, 23-26
Cuando manifieste en ustedes mi santidad, los reuniré de todos los países; derramaré sobre ustedes agua pura y quedarán purificados de todas sus inmundicias, y les infundiré un espíritu nuevo -dice el Señor-.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 18, 8. 9. 10. 11 R. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R. Siempre confiaré en el Señor.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R. Siempre confiaré en el Señor.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R. Siempre confiaré en el Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 83, 4-5
El ave ha encontrado un refugio y la tórtola un nido donde poner a sus polluelos. Dichosos los que se acercan a tu altar, Señor. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre, Rey mío y Dios mío.
2
Lectura del libro del Éxodo 20, 1-17
En aquellos días, el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí, diciendo: “Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí. No te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra. No adorarás nada de eso ni le rendirás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos. No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre. Acuérdate de santificar el sábado. Seis días trabajarás y en ellos harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo es día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero el séptimo, descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo, ni a su esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna que le pertenezca”. Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 1, 22-25
Hermanos: Los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres. Palabra de Dios.
EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 13-25 Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”. En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora. Después intervinieron los judíos para preguntarle: “¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?”. Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré”. Replicaron los judíos: “Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y Tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho. Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en Él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque Él sabía lo que hay en el hombre. Palabra del Señor.
Visita Apostólica a México: 23 al 25 de Febrero
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
Benedicto XVI, un Peregrino Misionero
E
l Papa viene como un misionero, que tiene la responsabilidad de fortalecer a sus hermanos en la fe. Sus palabras nos marcarán porque vienen del misterio encomendado por Cristo para ser proclamado en su Iglesia. Cuando se escucha con fe al Sucesor de San Pedro, Vicario de Cristo, uno siente que se atiende al mismo Cristo. Aún resuenan las palabras que pronunció al inicio de su pontificado: “¡No teman! ¡Abran, más todavía, abran de par en par las puertas a Cristo! ...quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada –absolutamente nada– de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera... ¡No tengan miedo de Cristo! Él no quita nada y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abran, abran de par en par las puertas a Cristo y encontrarán la verdadera vida”. El Evangelio no es una carga para nadie, y anunciarlo no es colonialismo, ya que Jesucristo es el único Salvador de todos los hombres, y no podemos guardarnos esta verdad. Por el contrario: hemos de anunciarla con alegría y respeto, sin arrogancia y sin exclusiones, para que todos, de cualquier cultura que sean, abran lo íntimo de su corazón y se encuentren con Cristo. Cuando se predica el Evangelio, las personas sinceras lo reciben como algo que ansiaban desde tiempo. No se hace violencia a nadie ni se quebrantan culturas. Al contrario, el Evangelio enriquece lo bueno que hay en ellas y las purifica. Cultura que no deja entrar el Evangelio, es cultura que se empobrece
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
y poco a poco se aniquila. El Santo Padre no busca su propia gloria ni calla por respetos humanos. Fundamentado en la Palabra de Dios, tiene la valentía de anunciar la Buena Nueva en medio de sufrimientos e incomprensiones. A pesar de su avanzada edad, nos presenta a un Dios siempre nuevo, con la novedad de la vida. Al Papa Benedicto XVI se aplican muy bien las palabras del documento de Aparecida: “Aquí está el reto fundamental que afrontamos: mostrar la capacidad de la Iglesia para promover y formar discípulos y misioneros que respondan a la vocación recibida y comuniquen por doquier, por desborde de gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo. No tenemos otro tesoro que éste. No tenemos otra dicha ni otra prioridad que ser instrumentos del Espíritu de Dios, en Iglesia, para que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las dificultades y resistencias”. “Éste es el mejor servicio –¡su servicio!– que la Iglesia tiene que ofrecer a las personas y naciones” (N. 14). “Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberloencontradonosotroseslomejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo” (N. 29). “Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado” (N. 18).
¡Bienvenido, Santo Padre! Su presencia nos confirma en la fe, alienta nuestra esperanza y robustece nuestra caridad.
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros, porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre.
Amén. 3
Una historia de mi vocación + Miguel Romano Gómez
Obispo Auxiliar de Guadalajara
“C
uánto gusto por la ingeniería, la Medicina, el baile en reuniones familiares, pero un solo camino esperándome. Nada logró impedir el destino que Dios me tenía preparado no sólo como sacerdote sino como Obispo, sucesor de los Apóstoles. Soy el primero de 8 hermanos, de los cuales mi mamá nunca esperaba tener un hijo sacerdote, y mi papá, Médico de profesión, no perdía la esperanza para que yo estudiara Medicina, pero siempre respetó mi decisión. Desde la primaria y secundaria tenía la inquietud de entrar al Seminario, lo cual no me permitieron mis padres pero, providencialmente en unas vacaciones en casa de mi abuelita, coincidían los preseminarios, no lo pensé y asistí, Dios actuó en mí. Una semana antes de internarme en el Seminario, bailé hasta las 4 a.m. Sabía que mi entrega tenía que ser plena, así que fue mi última noche de baile como ofrenda a Dios. Mi amor a las Matemáticas, al baile y la Medicina quedaron atrás, ya no sería médico de cuerpo, pero sí médico de almas. Desde mi ordenación Diaconal y Sacerdotal presté mi servicio en la parroquia de San Antonio de Padua en Puente Grande, Jalisco. Fui formador del Seminario, maestro por las mañanas y director espiritual en las tardes; los fines de semana atendía la capellanía en Nuestra Sra. del Tepeyac. Encargado de la promoción de la vida de los mártires, solicité ayuda económica al Arzobispado, y cuando regresé por la resolución, la respuesta que el Señor Cardenal me dio fue la que menos esperaba: ser señor Cura o seguir como espiritual en el Seminario. Después de pensarlo, volví para dar respuesta a lo propuesto; pero ya no era ni la ayuda económica, ni ser señor Cura, ni espiritual, sino que el Santo Padre Juan Pablo II me había nombrado Obispo Auxiliar de la Diócesis de Guadalajara. Obedecí la voluntad de Dios; desde entonces soy rector del Seminario, ayudando en la formación de los seminaristas en su entrega incondicional a Dios, futuros sacerdotes y representantes de Cristo. Dios tiene preparado el camino para cada uno de nosotros. NO NEGAR NADA A DIOS Y ENTREGARLO TODO POR ÉL”.
JUBILEO CIRCULAR 12, 13 y 14: Lunes, Martes y Miércoles EL SEÑOR DE LA MISERICORDIA, Miravalle NTRA. SRA. DEL PERPETUO SOCORRO, Col. Moderna SAN MATEO APÓSTOL, Dulce Corazón de María SAN JUDAS TADEO, Tonalá JESÚS DEL GRAN PODER SAN JUAN BOSCO, La Barca SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, La Estanzuela
15, 16 y 17: Viernes, Jueves y Sábado NTRA. SRA. DE GUADALUPE, Las Juntas LA DIVINA PROVIDENCIA, Arenales Tapatíos SANTA CECILIA, EL CALVARIO, Col. Seattle NTRA. SRA. DEL PERPETUO SOCORRO, Huentitán SANTIAGO APÓSTOL, Ixtlahuacán de los Membrillos STA. MA. DE JESÚS SACRAMENTADO, Zapotlanejo SAN RODRIGO AGUILAR, Toluquilla
18 de Marzo – Día del Seminario de Guadalajara
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