Hoja Parroquial - 8 de Abril de 2012 - Num. 15

Page 1

Hoja parroquial Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.

N.º 15 • Domingo de Resurrección, Ciclo B • 8 de Abril de 2012

Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106

A

¡Cristo resucitó!

veces es útil hacerse preguntas. Y hoy, en este solemne y glorioso día de Pascua, al iniciar la gran fiesta de los cristianos –la gran fiesta de la fe–, podría ser oportuno preguntarnos si sabemos exactamente lo que creemos. Que nos interrogáramos sinceramente, para que así podamos celebrar bien estas siete semanas de fiesta cristiana, que es el tiempo pascual. Y, para celebrarlo bien, es necesario que sepamos bien qué creemos. ¿Qué es ser cristiano? ¿El cristiano es el hombre que cree en Dios? Sí, pero no es necesario ser cristiano para creer en Dios: hay millones de creyentes que no son cristianos (y no únicamente en países lejanos; también entre nosotros). ¿El cristiano es aquel que cree en una vida que no termina con la muerte? Sí, pero tampoco es exclusiva nuestra creer en la pervivencia: también hay hombres que esperan otra vida sin ser cristianos. ¿El cristiano es el hombre que cree en la necesidad de cierto tipo de comportamiento, basado en el amor, en la justicia, en la verdad...? Sí, pero –una vez más– debemos reconocer que no es necesario ser cristiano para creer en la exigencia de un camino de amor, de lucha por la justicia, de búsqueda de la verdad... Hay muchos hombres –incluso no religiosos– que, de hecho, procuran vivir así. Estas preguntas no definen lo que es nuestra fe. Pero tampoco basta decir que el cristiano es aquel que quiere inspirar su vida en la palabra y en el ejemplo de Jesucristo. Ciertamente, el cristiano –como dice la misma palabra– se define en relación, en referencia, con Cristo. Pero, para nosotros, Jesús no es únicamente un maestro, un ejemplo. Nuestra fe nos pide un paso más,

un paso de una importancia –y no lo escondamos: de una dificultad– decisiva. La pregunta sobre nuestra fe tiene una respuesta precisa y concreta: ser cristiano es creer en la resurrección de Jesucristo. Quien tiene esta fe –con todas sus consecuencias–, es cristiano; quien no cree en la Resurrección, no puede llamarse cristiano (por más que pueda ser un hombre admirador de Jesús, o un hombre religioso o un hombre justo). Ser cristiano no pide nada más ni nada menos que esto: creer que Jesús de Nazaret, después de seguir su camino de anuncio de la Buena Noticia del Reino de Dios, para ser fiel a ello hasta el extremo, aceptó el camino de la cruz con una fe, con un amor, con una esperanza total. Y que, por ello, Dios Padre lo resucitó, es decir, le comunicó aquella plenitud de vida que Él había anunciado, constituyéndolo, así, Señor –es decir, criterio y fuente de vida– para todos los que creyeran en Él.

Pero demos un paso más. Hagámonos otra pregunta: ¿Cómo, los que creemos en Jesucristo resucitado y vivo, vivimos vinculados a su vida? Y la respuesta será: la consecuencia de nuestra fe en Jesucristo vivo, es que nosotros creemos que su Espíritu –aquel Espíritu de Dios del que dicen los evangelios que estaba en Jesús– está en nosotros. El tiempo de Pascua debe significar para los cristianos un progreso de esta fe en el Espíritu de Jesucristo, que penetra, ilumina, fortalece, nuestro camino. Porque es gracias a que el Espíritu Santo está presente en mí, en ti, en cada uno de nosotros, que yo, tú, todos nosotros, estamos injertados, vinculados, con Jesucristo resucitado. El error de los cristianos, muy a menudo, es éste: nos las queremos arreglar solos, porque olvidamos al Espíritu de Dios, que está en nosotros, como estaba en los primeros cristianos. Repitámoslo: creer en la Resurrección de Jesucristo –que define nuestra fe– es lo mismo que creer que tenemos en nosotros su Espíritu. El camino no lo hacemos solos: el camino es el Espíritu, quien lo hace en nosotros. Y si ésta es nuestra fe, ésta es también la causa de nuestra alegría. Por eso, la Pascua es tiempo de alegría, de fiesta, de abrirnos sin miedo a la vida de Dios. De ahí que, ahora, como hemos hecho en la celebración de anoche, en la solemne Vigilia Pascual, renovemos nuestro compromiso bautismal de lucha contra todo mal, de fe en el Padre que es amor, en el Hijo que es nuestro camino, en el Espíritu que está presente y vivo en nosotros... Renovación de nuestra fe, que es renovación de vida y llamada a la alegría.

1


ANTÍFONA DE ENTRADA

Lc 24, 34; Cfr. Ap 1, 6

El Señor ha resucitado. Aleluya. A Él la gloria y el poder por toda la eternidad.

SALMO RESPONSORIAL

Salmo 117, 1-2. 16ab-17. 22-23 R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente.

R. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1Cor 5, 7-8 R. Aleluya, aleluya.

Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua. R. Aleluya.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1Cor 5, 7-8

Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado: celebremos, pues, la Pascua con una vida de rectitud y santidad. Aleluya. 2

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10, 34. 37-43

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: “Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él. Nosotros somos testigos de cuanto Él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente a los testigos que Él, de antemano, había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con Él después de que resucitó de entre los muertos. Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en Él reciben, por su medio, el perdón de los pecados”. Palabra de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 5, 6-8

Hermanos: ¿No saben ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado. Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad. Palabra de Dios.

EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 1-7 Transcurrido el sábado, María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé, compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino se decían unas a otras: “¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?”. Al llegar, vieron que la piedra ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo: “No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían puesto. Ahora vayan a decirles a sus discípulos y a Pedro: ‘Él irá delante de ustedes a Galilea. Allá lo verán, como Él les dijo’ ”. Palabra del Señor.


Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.

E

María de Magdala

s una historia extraña la de María, la originaria de Magdala, un pueblo de pescadores junto al lago de Tiberíades, centro comercial de pescadores denominado en griegoTariquea, es decir: “pescado salado”. La figura de esta mujer ha estado sometida a una serie de equívocos. Nos gustaría partir de aquella alba primaveral evocada en un fragmento del Evangelio de Juan, que la liturgia de Pascua nos presenta, aunque sea parcialmente (20, 1-8). María está delante del sepulcro donde pocas horas antes habían depositado el cuerpo exánime de Jesús. Es paradójica la equivocación en la que cae la mujer que confunde al Señor Jesús, que ha vuelto a la vida, y está delante de ella, con el guardián del cementerio. ¿Cómo ha podido

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

engañarse? La respuesta está en la naturaleza misma del suceso pascual que incide en la historia, pero que es, al mismo tiempo, un hecho sobrenatural, misterioso, trascendente. Para “reconocer” al Resucitado, no bastan los ojos de la cara ni tampoco haber caminado con Él; haber escuchado sus palabras en las plazas de Palestina o haber cenado con Él... hace falta una mirada profunda, un canal de conocimiento superior. María “reconoce” a Jesús cuando la llama por su nombre, y los ojos de su alma se abren y exclama en hebreo “¡Rabunní!”, que significa “¡Maestro!” (20, 16); y así recibe la misión de ser testigo de la resurrección: “ ‘Anda y di a mis hermanos que me voy con mi Padre y vuestro Padre, con mi Dios y vuestro Dios’. María Magdalena fue a decir a los discípulos que había visto al Señor, y anunciarles lo que Él le había dicho” (20, 17-18). María de Magdala había entrado en escena a los evangelios, por primera vez, como una de las mujeres que asistían a Jesús y a sus discípulos con sus bienes. En aquella ocasión, se había añadido una expresión más bien fuerte: “de la que había echado siete demonios” (Lc 8, 1-3). Como consecuencia de esta última noticia,precisamenteseha venidoacometerotroequívoco. La expresión podía indicar por sí misma un Continúa en la página 4

Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,

Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;

Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros, porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre.

Amén. 3


Viene de la página 3

gravísimo mal (el siete es el número de la plenitud) físico o moral que había atacado a la mujer, y del que Jesús la había liberado. Pero la tradición, repetida mil veces en la historia del arte, y que ha perdurado hasta nuestros días, ha hecho de María una prostituta, y el único motivo es porque en la página evangélica anterior, el capítulo 7 de Lucas, se narra la historia de la conversión de una anónima “mujer pecadora que había en aquella ciudad”, la que había ungido con aceite perfumado los pies de Jesús –invitado en la casa de un importante fariseo–; los había mojado con sus lágrimas y los había secado con sus cabellos. Pero este gesto lo repetirá con Jesús otra María, la hermana de Marta y Lázaro (Jn 12, 1-8). Y de ahí resultará un ulterior equívoco con María Magdalena, confundida por algunas tradiciones populares con María de Betania, después de haber sido confundida con la prostituta de Galilea. Mas no ha terminado todavía la deformación de la identidad de esta mujer. Algunos textos apócrifos compuestos en Egipto, alrededor del siglo III, ¡identifican a María de Magdala incluso con María, la madre de Jesús! Y lentamente su transformación es tal, que se convierte en un símbolo, o sea, en una imagen de la sabiduría divina que sale de la boca de Cristo. Por esto –y no por maliciosas alusiones, que nos veríamos tentados a creer tras una lectura superficial–, el Evangelio apócrifo (palabra que significa falso, que no es parte de los libros de la Biblia) de Felipe dice que Jesús “amaba a María más que a todos los discípulos y la besaba en la boca”; pues en la Biblia se dice que “la Sabiduría sale de la boca del Altísimo” (Si 24, 3) (en nuestros días, los equívocos se siguen presentando, como en la novela o película de ficción llamados El Código Da Vinci, por ejemplo). Extraño destino el de María de Magdala, ¡rebajada a prostituta y elevada a sabiduría divina! Por fortuna, el único que la llamó por su nombre y la reconoció, fue el propio Jesús, su Maestro, el Rabbuní, en aquella mañana de Pascua. Fuente: Los rostros de la Biblia, escrito por Giafranco Ravasi.

20, 21 y 22 de abril de 2012

JUBILEO CIRCULAR 9, 10 y 11: Lunes, Martes y Miércoles SAN SEBASTIÁN MÁRTIR NTRA. SRA. DE GUADALUPE, Col. Constitución SAN ONOFRE SANTA ROSA DE LIMA, Col. Las Águilas SAGRADO CORAZÓN, Col. Constitución SAN JUAN COSALÁ NTRA. SRA. DEL ROSARIO, Zapotlanejo DIVINO SALVADOR, La Sauceda SAGRADO CORAZÓN, Col. Esmeraldas

12, 13 y 14: Jueves, Viernes y Sábado EL ESPÍRITU SANTO, Col. Los Cajetes NTRA. SRA. DE FÁTIMA SAN PEDRO TLAQUEPAQUE LA CRUZ DE LA FAMILIA MARÍA REINA DE LOS MÁRTIRES LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN, Etzatlán INMACULADA CONCEPCIÓN, Huaxtla Te invita a escuchar

“MUNDO FAMILIA”:

un programa conducido por Lupita Venegas y Meche Covarrubias. Lunes a viernes, 11:00 Hrs.

1480 AM Pedidos a domicilio al teléfono: 3613 3043

• Pabellón • La Gran Plaza • Plaza Patria • Arboledas • Iteso • Galerías

Encuentros para Adolescentes 13, 14 y 15 de abril de 2012 Este encuentro se realizará en la Casa Pastoral “Idelfonso Águila”, en el Deportivo Morelos, frente al Dermatológico.

Claudia Saldaña: Cel. 0443312745382 Tel. 3614 2746, San José de Gracia Tel. 3854 6988 / Cel. 33 1479 1851 con Ricardo

Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $40.00 ciento Director Responsable: Pbro. Adalberto González González Redacción: Pbro. Alberto Ávila, Pbro. Juan Javier Padilla Liceo 17, Guadalajara, Jal. Tel.: 3942-4305 Administración: Pbro. Rubén Darío Rivera • Alcalde 294, Guadalajara, Jal. Tel.: 3614-2746

4

Consulta la Hoja Parroquial en nuestra página de Internet: www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/hojaparroquial Diseño e Impresión: Centro Católico de Comunicaciones Tels. 3002-6470 • 3002-6471


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.