Hoja parroquial Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
N.º 7 • VI Domingo Ordinario, Ciclo B • 12 de Febrero de 2012
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019, impresos depositados por sus editores o agentes. INDA-04-2007-103013575500-106
Jesús sana a un leproso
A
Luchar contra el mal
menudo la Biblia nos narra sobre la lepra. Ésta es un símbolo que nos habla del pecado, del mal; por lo que el leproso es una representación del pecador. Pero hay dos modos diversos –dos etapas– en la consideración del leproso. La primera consideración: separa a este enfermo para que no contagie; la segunda es la de Jesucristo: le cura para que conviva. Uno sepreguntasinoseguimosdemasiadas veces en aquella primera etapa (Primera Lectura), y no conseguimos vivir en la segunda (Evangelio).
Todos somos leprosos
En la Primera Lectura se nos habla de lasnormasexistentesenelpueblojudío para distinguir y separar al leproso, porque la lepra era considerada como una enfermedad contagiosa –una concepción de la que hoy se nos dice que era científicamente errónea–, y por ello creían necesario alejar a los leprosos.
El pecado
El pecado, el mal que hay en el hombre, también lo juzgamos contagioso. Pero noesposiblesepararalpecador,porque todos somos pecadores (“el que dice que no tiene pecado –dice san Juan– es un mentiroso”, y “el diablo –dice Jesucristo– es el padre de la mentira”). No podemos juzgar, no podemos condenar. No podemos separar. La primera enseñanza que hallamos en el Evangelio de hoy es que no se trata de condenar, de excluir, sino de curar, de liberar. Y que ello no se consigue observando las normas de separación, sino –como
hace Jesucristo– extendiendo la mano y tocando –compartiendo– la vida del que es considerado pecador. Es decir: el primer paso es una solidaridad de sentirnos pecadores, impuros, leprosos. Por ello, cada vez que nos reunimos para celebrar el Memorial de Jesucristo, todos empezamos reconociéndonos pecadores. No pedimos “por lospecadores”,sino“pornosotros,pecadores”. Sin este primer paso, sin este inicial reconocimiento de lepra colectiva, no hay posibilidad de seguir adelante.
Es decir, luchar contra el pecado, ya que éste es un mal. De ahí que el cristiano –siguiendo a Jesucristo– deba luchar contra este mal. Las dos tentaciones son: una, la del fariseísmo, la de la sociedad hipócrita, la del cristianismo puritano: es dividir a los hombres entre puros e impuros, entre buenos y malos (y excluir a los malos de la convivencia con los buenos);ciertamentenoeslaconducta de Jesucristo. La otra tentación es la de la permisividad, de la indiferencia, que todo se considera igual, sin bien ni mal; es la tentación de la sociedad consumista, la tentación del escepticismo, que no cree que valga la pena luchar contra todo mal. Tampoco es la conducta de Jesucristo. Jesús no excluye a nadie. Pero no deja al mundo igual. Él ama a cada hombre –a cada pecador, a cada leproso–, y por ello no se desentiende de su mal, de su lepra: la cura. Es decir, lucha contra el mal, porque ama al hombre, a cada hombre, a cada pecador (dicho de otro modo, ama a cada hombre y por ello quiere salvarle, liberarle, curarle). Por tanto, el Evangelio nos invita a comprender, compartir, no juzgar, ayudar a todo hombre, por más “pecador” –leproso– que parezca, sabiendo que todos compartimos la realidad del mal, del pecado; pero también nos exhorta a reconocer que si queremos seguir a Jesucristo, Mesías de un Reino de amor y bondad, es preciso luchar contra todo mal. 1
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 3-4
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
SALMO RESPONSORIAL
del Salmo 31, 1-2. 5. 11 R. Perdona, Señor, nuestros pecados.
Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. R. Perdona, Señor, nuestros pecados.
Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor, mi gran delito y Tú me has perdonado. R. Perdona, Señor, nuestros pecados.
Alégrense con el Señor y regocíjense los justos todos, y todos los hombres de corazón sincero canten de gozo. R. Perdona, Señor, nuestros pecados.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 7, 16 R. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R. Aleluya.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
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Lectura del libro del Levítico 13, 1-2. 44-46
El Señor dijo a Moisés y a Aarón: “Cuando alguno tenga en su carne una o varias manchas escamosas, o una mancha blanca y brillante, síntomas de la lepra, será llevado ante el sacerdote Aarón o ante cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un leproso, y el sacerdote lo declarará impuro. El que haya sido declarado enfermo de lepra, traerá la ropa descosida, la cabeza descubierta, se cubrirá la boca e irá gritando: ‘¡Estoy contaminado! ¡Soy impuro!’. Mientras le dure la lepra, seguirá impuro y vivirá solo, fuera del campamento”. Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 10, 31-11, 1
Hermanos: Todo lo que hagan ustedes, sea comer, o beber, o cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios. No den motivo de escándalo ni a los judíos, ni a los paganos, ni a la comunidad cristiana. Por mi parte, yo procuro dar gusto a todos en todo, sin buscar mi propio interés, sino el de los demás, para que se salven. Sean, pues, imitadores míos, como yo lo soy de Cristo. Palabra de Dios.
EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 40-45 En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: “Si Tú quieres, puedes curarme”. Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: “¡Sí quiero: Sana!”. Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio. Al despedirlo, Jesús le mandó con severidad: “No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés”. Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios, a donde acudían a Él de todas partes. Palabra del Señor.
14 de Febrero
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
Día del Amor y la Amistad
E
l 14 de febrero se celebra popularmente el “Día del Amor y la Amistad”, tanto en México como en muchos países, atribuyéndole a San Valentín el patronazgo de los enamorados.
¿Qué dice la Iglesia sobre el Amor?
El Santo Padre, Benedicto XVI, señalaba en uno de sus mensajes dirigidos a los jóvenes del mundo (en el 2008) que “aunque las carencias afectivas o desilusiones sentimentales pueden hacernos pensar que amar es una utopía..., el amor es posible”, y que el objetivo de su mensaje es “contribuir a revivir en cada uno, que son el futuro y la esperanza de la humanidad, la fe en el amor verdadero, fiel y fuerte”. Así, en el plano práctico, el Papa anima a los jóvenes a “manifestar el amor de Dios” en tres ámbitos de la vida cotidiana. El primero es en la misma Iglesia, “que es nuestra familia espiritual”. En el segundo se dirige a los que están “prometidos”, y les invita a descubrir el proyecto de amor en el Matrimonio y la familia, “libres del prejuicio difundido de que el cristianismo, con sus mandamientos y prohibiciones, ponga obstáculos a la alegría del amor e impida en particular disfrutar plenamente aquella felicidad que el hombre y la mujer buscan en el recíproco amor”. El Santo Padre reconoce que “aprender a amarse como pareja es un camino maravilloso, aunque necesita un aprendizaje laborioso”, y recuerda que el noviazgo, como tiempo de espera y preparación al Matrimonio, debe vivirse en “la castidad de los gestos y de las palabras”. Tampoco olvida, en este apartado dedicado a la vocación, a aquellos a quien Dios llama al sacerdocio o la vida consagrada, a quienes animó a estar preparados para decir “sí”. En el tercer ámbito, Benedicto XVI sitúa el compromiso en la vida cotidiana, en espe-
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
cial en “la familia, el estudio, el trabajo y el tiempo libre”, donde invita a los jóvenes a desarrollar sus capacidades “no sólo para ser más ‘competitivos’ y ‘productivos’, sino para ser testigos de la caridad”. Y en este contexto, pide al Espíritu Santo que les haga “ingeniosos en la caridad, perseverantes en los compromisos y audaces en las iniciativas” para poder edificar “la civilización del amor”.
¿Quién fue San Valentín?
El Santo cuya festividad es en la fecha conocida como “Día de San Valentín”, fue posiblemente uno de los tres mártires ejecutados en el año 270 d.C., durante el reinado del Emperador Claudio II: • Un médico romano que se hizo sacerdote y que casaba a los soldados, a pesar de que estaba prohibido por el emperador Claudio “El Gótico”, quien lo consideraba incompatible con la carrera de las armas. El emperador ordenó decapitarlo en el 270. Muy venerado en Francia, en la Diócesis de Jumièges. • Un Obispo de la ciudad de Interamna (hoy Terni, Italia), donde se encuentran los restos del cuerpo, conservados en la homónima basílica, y donde el 14 de febrero es la fiesta patronal. • Un mártir de la Provincia romana de África, durante la conquista hecha por los romanos en ese territorio. En el año 1969, en la última reforma de la Iglesia encabezada por el Papa Pablo VI (Reforma Litúrgica), se deliberó cuáles santos tenían categoría universal y para qué otros santos se permitiría el culto, pero no estarían reconocidos como tales, porque la Iglesia no tiene una biografía suficiente para acreditar su existencia. Así, se les calificó de santos, más por tradición que por verificación. Esta fue la situación de San Valentín, razón por la que fue excluido del Santoral.
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros, porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre.
Amén. 3
Nuevos Cardenales para la Iglesia El Papa Benedicto XVI anunció que el 18 de febrero de este año llevará a cabo un Consistorio en el que nombrará a 22 nuevos miembros del Colegio Cardenalicio, todos ellos de diferentes países.
Qué es el Colegio Cardenalicio
La función del Colegio de Cardenales es la de ayudar colegialmente al Papa en el gobierno de la Iglesia. Para ello, se establecen dos tipos de reuniones: el Consistorio ordinario y el Consistorio extraordinario. Si el Consistorio ordinario reúne ciertas solemnidades, se llama público, y se convoca además a otras autoridades, como ciertos Prelados, representantes diplomáticos u otros invitados. El Papa convoca estos Consistorios para hacer alguna consulta sobre cuestiones importantes, o para dar solemnidad especial a algunas celebraciones. En la práctica, hasta el momento, el Colegio Cardenalicio, en sede plena, sólo se reúne para los Consistorios en que se crean nuevos Cardenales, y en los que se aprueba la canonización de nuevos Santos. Al Consistorio extraordinario son llamados todos los Cardenales, y se celebra cuando lo requieren algunas necesidades especiales de la Iglesia, o para asuntos de mayor relevancia, como la elección de un nuevo Papa. La Arquidiócesis de Guadalajara, a lo largo de su historia, ha sido bendecida con cinco Cardenales: -Emmo. Sr. Cardenal José Mariano Garibi Rivera (1889-1972). -Emmo. Sr. Cardenal José Salazar López (1910-1991). -Emmo. Sr. Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo (1926-1993). -Emmo. Sr. Cardenal Juan Sandoval Íñiguez (1933-2012). -Emmo. Sr. Cardenal Francisco Robles Ortega (1949- ).
JUBILEO CIRCULAR 13,14 y 15: Lunes, Martes y Miércoles SAN JOSÉ DE GRACIA SAN ISIDRO, Oriente SANTIAGO APÓSTOL, Tonalá VIRGEN DE GUADALUPE, El Verde LA SANTÍSIMA TRINIDAD, Santa Cecilia SAN FRANCISCO DE ASÍS, Nochistlán SAN NICOLÁS DE IBARRA SAN MARTÍN OBISPO DE TOURS, Cocula SAN PÍO DE PIETRELCINA, Hacienda Santa Fe
16, 17 y 18: Jueves, Viernes y Sábado SAN PEDRITO, Señor de los Milagros NTRA. SRA. DE TALPA NTRA. SRA. DE LA SALUD SAGRADO CORAZÓN, San Martín de las Flores LA CRUZ DE LA RECONCILIACIÓN, Col. Indígena SANTA MÓNICA, La Barca SAN FELIPE DE JESÚS, Ocotlán SAN JUAN, Tecomatlán SAN MARCOS EVANGELISTA, Cocula
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