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Nuestra Sociedad
Semanario
Octubre de 2013
Pastoral Justicia, Paz y Reconciliación En preparación a la semana de la pastoral social reflexionamos: La pastoral de justicia, paz y reconciliación es expresión de la amorosa solicitud de la iglesia tiene por la persona, en especial la persona que se ve violentada e indefensa delante de un sistema manipulador y corrupto. A nivel comunitario se trata de defender a los pueblos de las injusticias, guerras, odios y venganzas, que se generan por algunos grupos o del exterior por el interésese estatales, nacionales o internacionales.
La pastoral social tiene el deber de formar en la conciencia cívica estricta. La acción política es un punto clave para la transformación de la sociedad. Hoy se entiende que ya no podemos quedarnos contemplando pasivamente y de manera resignada lo que acontece en el mundo, sino que las cosas y los problemas pueden tomar un nuevo cause si cada uno de nosotros político se ve de manera muy negativa, ya sea por los excesos de poder, por las promesas incumplidas, por la falta de justicia pronta y efectiva que se ve por donde puede llegar, ya sea por la corrupción que en muchas dependencias de gobierno existen, ya sea por la indiferencia de parte de las autoridades, para ayudar realmente al necesitado, ya sea por los programas de ayuda que solamente son de tipo populista o partidista. La complejidad del hecho político y la autonomía temporal hacen difícil la relación entre fe y política, y plantea un verdadero desafío a la Pastoral Social que invita al cristianismo a tomar conciencia de su responsabilidad política. La fe introduce en el ámbito político exigencias éticas: dignidad de la persona, respeto a los pobres, defensa de los débiles, condena de los totalitarismos, supremacía de los valores del ser sobre los del dinero, etc. La fe ejerce una función crítica a las concreciones de la praxis política.
En el mundo actual esta dimensión se vuelve necesaria y urgente para defender a las personas y comunidades amenazadas del sistema neoliberal entre otros. Buscando mecanismos de verdadera paz que garantice la justicia y lleven a la reconciliación entre las personas y los pueblos. La espiritualidad de vivir y los derechos humanos se encuentra en la actitud y manera de actuar de Jesús a favor de los pobres, afligidos, desamparados por la ley los perjudicados, los engañados en sus derechos, y los que vivían al margen de la sociedad. La promoción y defensa de los Derechos Humanos, no es únicamente en la resolución del conflicto sino, de promover, defender una cultura donde los ciudadanos y ciudadanas conozcan sus derechos y obligaciones.