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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro
La Comunicación, hace la Comunión
No. 1160 Año 23 | 17 de mayo de 2020
¿Cómo regresaremos? V
emos “la luz al final del túnel” cuando se habla de posibles fechas para restablecer la “nueva normalidad”. Con ilusión, con ansia, esperamos el reencuentro, sobre todo en los templos, para celebrar la fe de forma presencial, directa, sin dispositivos electrónicos.
La pandemia ha sido una dura prueba para nuestra fe. Pienso que algunos ya no regresaremos puesto que en condiciones normales buscábamos pretextos para no cumplir con nuestros deberes religiosos, el que cerraran los templos nos ahorró las excusas. Pienso en los otros, los más, los que nos sentimos tristes como en la época cristera cuando vimos impotentes cómo iban emitiendo comunicados las autoridades religiosas, civiles y de salud donde nos pedían recibir la comunión en la mano, el saludarnos a distancia evitando el contacto físico y, en una decisión que contemplamos azorados, el que no podíamos reunirnos en el templo para la santa Misa a la que algunos asistíamos de forma diaria. Contemplé con angustia la cancelación, por parte de familias, del bautismo planeado e incluso dos bodas en las que tenían todo listo, aún el salón de fiestas que les canceló el contrato por la obligación de la sana distancia y el distanciamiento social impuesto para nuestro bien por ley. ¿Cómo regresaremos? Acabo de leer dos noticias: La primera es que los obispos de Inglaterra y Gales han expresado su decepción después de que el Gobierno señaló que las iglesias en el Reino Unido deberán permanecer cerradas hasta al menos el 4 de julio. La segunda es que los obispos suizos exigen a su gobierno que permita los servicios religiosos con público. En una carta al gobierno suizo, el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Basilea, Félix Gmür, exige que los servicios religiosos puedan celebrarse de nuevo a partir del día de la Ascensión o a más tardar en Pentecostés. En México, en las parroquias de nuestra diócesis queretana, mi familia y mis amigos tenemos la esperanza de encontrarnos mejores, más sólidos en la fe y en la solidaridad. Si pasamos esta prueba significa que podemos hacer cosas más grandes de las que pensábamos.
Y usted ¿cómo piensa “regresar”?