Semanario Comunión edición 1199

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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro

La Comunicación, hace la Comunión

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14 de febrero de 2021 No. 1199 Año 23

PONIENDO LUGAR Y FECHA A LA ACCIÓN SALVADORA DE DIOS

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sta semana han comenzado las “Asambleas Decanales” en nuestra Diócesis de Querétaro. Son las visitas y reuniones que el Pastor Diocesano tiene con sus sacerdotes y fieles en cada uno de los doce decanatos que componen nuestra geografía diocesana y que, por la pandemia, tendrán un formato virtual. “Las Asambleas Decanales de Pastoral, son un acontecimiento eclesial fundamental y signo de comunión para consolidar nuestro proceso diocesano de evangelización. Son momentos de gracia donde queremos asumir esta convicción: si la naturaleza del Plan de Pastoral es actualizar el Plan de salvación de Dios en el aquí y ahora, entonces la programación pastoral, es también una oportunidad que Dios Padre misericordioso nos da, para colaborar con Él con humildad, y poner lugar y fecha a su acción salvífica. Recordemos que lo que no se evalúa se devalúa y lo que no se programa se desparrama” nos dice la carta invitación. El objetivo de este ejercicio es presentar tanto una evaluación de la actividad pastoral 2020, así como una planeación del presente 2021, pero más se concentrará en compartir las acciones que cada parroquia ha realizado como respuesta al tiempo de pandemia. Las reuniones de los 12 decanatos tendrán verificativo durante el mes de febrero. Repasemos los decanatos y su día de reunión: Nuestra Señora de los Remedios (08), Santiago Apóstol (09), Santa Ana (10), Nuestra Señora de los Dolores (11), San Junípero Serra (12), San Juan Bautista (16), Santa Rosa de Lima (18), San Miguel Arcángel (19), Santa María Amealco (22), San Pedro Apóstol (23), Nuestra Señora del Pueblito (24) y Santo Niño de la Salud (25). Estamos por iniciar la cuaresma con el solemne ayuno del miéroles de ceniza, que el buen Dios nos conceda, a todos los agentes de pastoral, la conversión personal y pastoral que necesita la Iglesia para seguir señalando el camino de la cuaresma hacia la Pascua, del pecado a la gracia, de la pandemia a la salud y solidaridad. Que el Señor

así nos lo conceda.


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COMUNIÓN

DOMINGO VI ORDINARIO «Jesús se compadeció de él… Pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés»

Mc 1, 40-45

DIRECTORIO

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ras la curación de la suegra de Pedro y a otros muchos enfermos, san Marcos cuenta el primer gran milagro de Jesús: la curación de un leproso.

SEMANARIO COMUNIÓN

Un leproso

Obispo Diocesano Mons. Fidencio López Plaza.

En el AT y en el tiempo de Jesús la lepra no tenía el sentido preciso que hoy tiene. Por lepra se entendían varios tipos de enfermedades de la piel o simples afecciones cutáneas visibles y repugnantes, más o menos contagiosas. Además, la lepra era considerada un castigo de Dios (cf. Nm 12,9s; 2Re 5,27; 2Cr 26,16-21), por tanto, el leproso era tenido como un desdichado, impuro, excluido del acceso a Dios, y era transmisor de impureza. De allí que era necesario que cualquier leproso quedará fuera de la sociedad, temerosa de verse físicamente contagiada y religiosamente excluida de Dios. En el Evangelio de este domingo el leproso que no lleva nombre ni se encuentra en ningún lugar preciso, aparece como un caso extremo, es el prototipo de toda marginación. Nuestro leproso anónimo, en su deseo de salir de su miseria y marginación se acerca a Jesús con una actitud profundamente humilde poniendo su absoluta confianza en Él.

Director responsable Pbro. Lic. Gabriel Álvarez Hernández. Diseño TAG Juan Pablo Castro Alfaro. Vicario de Pastoral Pbro. Lic. Rogelio Olvera Vargas. Comisión Diocesana de Pastoral de Comunicación Pbro. Lic. Gustavo Licón Suárez. Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro, fundado por el señor Obispo, Mons. Mario De Gasperín Gasperín, el 22 de febrero de 1998. Horario de oficina: De 9:00 a.m. a 2:00 p.m. de lunes a viernes. Reforma No. 48. Centro. C.P. 76000 Santiago de Querétaro, Qro.

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¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte? ¿Por qué me diste tan solo un corazón y este tan pequeño? San Felipe Neri.

Jesús se compadeció de él La reacción de Jesús es insólita. Pues cualquier persona frente a un leproso que se acerca, la reacción lógica sería de rechazo y alejamiento para evitar ser contagiado. San Marcos en cambio define la actitud de Jesús con un verbo aplicado solo a Dios «conmoverse» utilizado en la literatura de la época para significar ternura y amor de Dios. Con esto hace ver que toda mentalidad que juzga e impone la marginación no expresa el ser ni la voluntad del Evangelio. El obstáculo que impedía al leproso estar en comunión con Dios y los hombres era una mentalidad que inculcaba la idea de un Dios discriminador, pero Jesús manifiesta que el juicio de valor entre lo que es puro e impuro, entre lo bueno y lo malo que algunas personas hacen no tiene vigencia para Dios. San Marcos mostrará más adelante (cf. 7,14-23) lo que realmente mancha al hombre. Aparece la raíz de la oposición entre una mentalidad que juzga, etiqueta, descarta y margina y la propuesta del Dios que revela Jesús. La mentalidad de la época no tiene piedad de la miseria del hombre por tanto lo margina;

Jesús se conmueve ante ella, y lo acepta, poniendo su bien por encima de un juicio de valor: tú eres puro y tú eres impuro. Es interesante como la aceptación de Jesús no es consecuencia de la limpieza del hombre, sino anterior ella. Por eso cuando el leproso experimenta que Dios lo acepta como es, desaparece la lepra: la lepra/marginación era sólo una etiqueta humana, engañosamente atribuida a Dios.

Pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés. El AT atribuía a Dios las interminables prescripciones sobre la integración de un leproso curado (cf. Lv 14, 1-31), mostrando un Dios meticuloso, exigente y difícil de contentar. Jesús pone en entredicho esta atribución: las prescripciones no son de Dios, sino de Moisés. Para Jesús toda legislación sobre lo puro o lo impuro son preceptos humanos, no divinos. Dios no es el autor de la discriminación ni se puede marginar a nadie en su nombre. Al proclamar estas prescripciones Moisés no reflejó la voluntad de Dios, sino que cedió a la dureza del pueblo y denunció la falta de misericordia (cf.

Mc 10,5). La ley que exigía bastantes condiciones para salir de la marginación (impureza) reflejaba solamente el egoísmo y la dureza de la sociedad. Ir ante el sacerdote era la prueba perenne contra la sociedad que no ayudaba al marginado ni se interesaba por él (cf. Dt 31,26). Esto demuestra que el pueblo sin compasión ni amor al hombre no conocía al verdadero Dios.

Una pregunta para hoy En nuestros esquemas, sociales, culturales, laborales y pastorales. ¿Cuál es nuestra actitud ante quien piensa y vive diferente a nosotros? Es muy común en nuestro tiempo hacer y, sobre todo, asumir juicios de valor fundados en la incomprensión que nace de la resistencia para aceptar a quien es diferente y de la autoreferencialidad. Hoy, como en tiempos de Jesús, existen muchos leprosos etiquetados, marginados y descartados a nombre de una estructura que maquilla nuestro egoísmo e incomprensión. Aprendamos a tener gestos de Misericordia como Jesús que al ver la necesidad de aquel hombre lo miró con compasión y lo reintegró a la vida social.

Amén.


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DÍAS INAGUANTABLES POR: P. Prisciliano Hernández Chávez, CORC

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os fenómenos humanos incuestionables son el dolor, la enfermedad y la muerte. Aparecen en toda persona para recordarle su fragilidad. Le señalan sus límites, entre el ser y la nada, por más ilusiones y fantasías que se sostentegan. El dolor, la enfermedad y la muerte son fenómenos humanos universales. Ante esta pandemia que nos aqueja, parece que genera situaciones interminables y días inaguantables; se vive de ciertas esperanzas por las vacunas y de muchos temores suscitados por tantas versiones encontradas. Al final, somos seres sumamente limitados y con frecuencia el dolor y la muerte, llaman a nuestra puerta. Se han tomado diversas posturas a lo largo del tiempo ante el fenómeno de la muerte. La inactividad que propicie el ‘nirvana’ budista, eliminar el dolor por esa tranquilidad; eliminar en sí todo deseo. La postura epicúrea, gozar y experimentar todo tipo de placer, mientras vivamos, porque ya mañana moriremos. La impasibilidad del alma ante los dolores de la vida, como lo proponían los estóicos. El pesimismo existencialista, porque somos seres para la muerte; no hay un más allá, ni una vida después de esta vida; ya vendrán la desesperación y la angustia. Lo importante es aceptar la existencia auténtica, existencia aherrojada, existencia para la muerte. En nuestros días se habla más bien de depresión que en sí posee diversos significados y alcances: tristeza, melancolía, mal humor o incluso ‘dolor moral’. La tristeza vital o un modo sufriente de vivir. Incapacidad afectiva o desgano para trabajar e incapacidad para realizar las actividades diarias. Ausencia de toda esperanza. Pesimis-

mo contra sí mismo, contra los demás y por las circunstancias. Se manifiesta en definitiva el cansancio de vivir. Esto puede suscitarse o agravarse ante las pérdidas de seres queridos y entrañables, o de bienes materiales. Pueden ser diversas causas, psicogénicas algunas o advenedizas otras por las carencias sufridas. A veces son irracionales. Algunas apuntan a frustraciones existenciales, como lo señala Emile V. Frankl. Cristo sana nuestras heridas. De aquí ha de surgir la conversión para

sufrir y padecer con Cristo de modo que nos lleve a ofrecer el “Evangelio del Dolor” y evangelizar con nuevos bríos y con métodos nuevos. Dichosos los que orientan su dolor y lo ponen bajo el signo de Cristo, porque serán consolados, por el mismo Consuelo, en persona, el Espíritu Santo Consolador. Quien vive su proceso de vida espiritual avanzada, puede pasar las horas inaguantables de la ‘noche oscura del espíritu’ descrita por san Juan de la Cruz, y padecida por muchos místicos

Cómo saber qué versión de Android tiene mi celular Por: SEG del Valle

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iempre es bueno saber cuál es la versión del sistema operativo que tienen nuestros dispositivos, pues de ello dependen algunas funcionalidades y la disponibilidad de algunas aplicaciones. Si el sistema operativo de tu celular o tableta es Android y no sabes qué versión tienes instalada, hoy te platico dónde puedes encontrar esta información. Primero debes abrir la aplicación

de configuración o ajustes que viene en tu celular. Si en la parte de arriba del menú tienes un buscador (una lupa pequeña), escribe “Versión de Android” en él. Te debe aparecer ahí una opción con este nombre, si entras en ella te mostrará la versión que tienes instalada (pueden ser hasta tres cifras separadas por puntos, por ejemplo: 9.0. 8.0.0 o 9.5.2)

INTERNAUTA EVANGELIZADOR

Si tu teléfono es un poco más antiguo, y no encuentras el buscador en ajustes, simplemente busca entre los menús una opción que diga “Acerca del teléfono”, “Acerca del dispositivo” o “Información de software” y ahí debes encontrar un apartado que dice “Versión de Android”. Actualmente la versión más nueva de Android es la 11.

¡Que todo sea para la máxima gloria de Dios!

verdaderos, como la Madre Teresa de Calcuta o santa Teresita de Jesús. Lo interesante es que los místicos tienen un equilibrio psicológico extraordinario y viven un gran realismo con su aderezo de buen humor. Ellos son nuestros mejores ejemplos de superar la angustia, como San Francisco de Asís, o aquello de santa Teresa, “Nada te turbe, /nada te espante,/ todo se pasa,/Dios no se muda,/la paciencia/ todo lo alcanza./ Quien a Dios tiene / nada le falta./ Solo Dios basta”.


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El Tiempo de Cuaresma El tiempo de Cuaresma está ordenado a la preparación de la celebración de la Pascua: la liturgia cuaresmal prepara para la celebración del Misterio Pascual a los fieles que recuerdan el Bautismo y hacen penitencia. (NUALC 27) Nos preguntamos: ¿Qué puedo decir del tiempo de Cuaresma? ¿Qué prácticas cuaresmales practico? ¿Cómo iniciamos este santo tiempo?

¿Qué es la Cuaresma? Es uno de los tiempos en que más urgentemente somos invitados a confrontar día tras día nuestra existencia con la Palabra de Dios, para renovarnos de cara a la Pascua. El tiempo de Cuaresma abarca desde el Miércoles de Ceniza hasta la Misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo, exclusive.

Noventa días fuertes Cuaresma y Pascua forman un único movimiento. Cuarenta días de Cuaresma, camino hacia la cruz. Cincuenta días de Pascua, camino hacia la plenitud del Espíritu. Lo más importante de la Cuaresma es… la Pascua. El paso a través de la cruz a la vida nueva. Un paso que hace más de dos mil años dio Cristo Jesús y que ahora nos toca dar a nosotros con Él. La Cuaresma no es un tiempo de angustia. Es una preparación seria, eso sí, pero no triste, a la Pascua. La consigna inicial será la “metanoia”, o sea, el cambio de mentalidad. Para que el hombre viejo, que por desgracia va creciendo muy de prisa en nosotros, vaya cediendo terreno al hombre nuevo. Todo lo que hay de pecado, de antievangelio y de antipascua en nosotros, Dios lo quiere destruir, para que así podamos incorporarnos al camino de Jesús hacia la vida. Cada día seremos invitados por la Palabra de Dios a convertirnos y a asumir el camino de la Pascua, fijos los ojos en Cristo Jesús, el primero que la vivió en serio.

El “sacramento” de la Cuaresma En la Cuaresma es más importante lo que Dios quiere hacer por nosotros que lo que nosotros podamos hacer por Él. Es más central la gracia que la ascética. La cuaresma es un verdadero sacramento (signo eficaz) de la salvación

pascual: Cristo nos quiere comunicar, en este año concreto, su vida pascual.

Cuarenta días de gracia Como los cuarenta días de Moisés en la cumbre del Sinaí, preparando la Alianza; como los cuarenta años de peregrinación del pueblo por el desierto, camino de la tierra prometida; como los cuarenta días de Elías, en marcha hacia el encuentro con Yahvé en el monte Horeb; como los cuarenta días de Jesús en el desierto, antes de dar inicio a su misión mesiánica. En la Pascua de este año, con su preparación y su prolongación, Dios nos quiere comunicar su vida con mayor plenitud.

El misterio de la Iglesia en Cuaresma Para la Iglesia es un tiempo propicio para participar en su misterio de camino hacia la Pascua. Es tiempo para vivir la conversión. Convertirse es dejarse mirar y salvar por Cristo. Para cumplir este camino de conversión, la Iglesia se compromete a vivir tres dimensiones de vida evangélica: a. Un camino de fe más consciente. La inspiración bautismal de este tiempo invita a todos los cristianos a revivir con intensidad la dimensión bautismal que nunca debe terminar, un itinerario de escucha constante de la Palabra de Dios, con el cual el cristiano está siempre comprometido en una conversión que jamás se ha realizado del todo.

b. Una escucha más asidua de la Palabra. En este tiempo, la Iglesia quiere dar un espacio más amplio a la Palabra leída y meditada, con el pan cotidiano de la Palabra en la Eucaristía y en la Liturgia de las Horas y con apropiadas celebraciones de catequesis bíblica. c. Una oración más intensa La Iglesia es llamada a una oración más intensa, la oración puede ser lucha (ascesis-purificación), pero puede ser también experiencia de gloria (mística-iluminación). Siempre comunión con Dios.

Trilogía cuaresmal Encontramos la trilogía que los Padres de la Iglesia han ensalzado como expresión característica de la conversión cristiana. La oración nos devuelve la comunión con Dios; la limosna y la caridad nos reconcilian con los hermanos; el ayuno, en cuanto dominio de sí, lucha contra las pasiones y, por la adquisición de una libertad espiritual, nos reconcilia con nosotros mismos.

Dimensión trinitaria En el evangelio de Juan encontramos el camino de Jesús hacia su Pascua que es a su vez la gran vuelta de Jesús al Padre (13,1), en la cual quiere llevar consigo a todos los hombres que son los hijos de Dios dispersos (11,52). Es como un nuevo éxodo y Jesús aparece como el nuevo Moisés que arrastra tras de sí a toda la Iglesia, toda la humanidad, en una grande conversión hacia el Padre.

También el Espíritu Santo es protagonista silencioso del camino de Jesús hacia la Pascua, es el que lo impulsa al desierto, lo lleva a Jerusalén, lo consuela en el huerto de los olivos, hasta dar la vida en virtud de un Espíritu eterno (Hb 9,14).

Antropología del hombre nuevo en Cristo La Cuaresma, nos hace recordar que estamos siempre en camino hacia la Pascua y que este camino exige una constante conversión, purificación e iluminación en relación con Cristo, en cada momento y en cada paso de la vida espiritual. Somos hombres nuevos de la Pascua, pero no del todo, hasta que la experiencia espiritual nos haga constatar que ha sucedido a nivel de nuestra vida una novedad total, realizada por el Espíritu.

Ejemplaridad de María en Cuaresma. María ha acompañado escondida y silenciosamente a su Hijo en el camino hacia Jerusalén, hacia la cruz y la Pascua. Allí se encuentra en la hora del Hijo porque ha caminado con él. Es la Virgen en camino que acompaña al Hijo en el éxodo del gran retorno. Aunque no hay en ella una conversión, una purificación, su vida es crecimiento, peregrinación en la fe, en la esperanza y en el amor. (Cf LG 58). Es modelo de la Iglesia en su divina maternidad y ejemplo de aquel amor generoso que debe guiar la comunidad eclesial en el parto de nuevos hijos (Marialiscultus 19).

Oramos: Concédenos, Señor, una constante disposición a pensar con rectitud y a practicar el bien con mayor diligencia; y puesto que no podemos existir sin ti, haz que vivamos como fieles discípulos tuyos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Preguntas de asimilación: ¿Cuál es la finalidad del tiempo Cuaresmal? ¿Cuándo empieza y cuándo termina?

Compromiso: Somos invitados a una mayor oración y a una escucha más atenta de su Palabra, a recordar nuestro Bautismo y a celebrar también nuestra reconciliación con Dios.


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DIÓCESIS DE QUERÉTARO

RITO BREVE PARA LA IMPOSICIÓN DE LA CENIZA EN LA FAMILIA O EN EL TRABAJO

O. INTRODUCCIÓN Atendiendo la situación de pandemia por el Covid-19, quienes se vean imposibilitados de asistir al templo para llevar a cabo este sacramental, pueden realizarlo de manera personal o en familia, siguiendo este Rito. Hoy, miércoles de Ceniza, comenzamos el camino cuaresmal: un camino que dura cuarenta días y que nos lleva a la alegría de la Pascua del Señor. En este itinerario espiritual no estamos solos, porque la Iglesia nos acompaña y nos sostiene desde el principio con la Palabra de Dios, que encierra un programa de vida espiritual y de compromiso penitencial, y con la gracia de los Sacramentos. 1. RITOS INICIALES V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Oremos, hermanos, para que con este gesto de la imposición de la ceniza erradiquemos el pecado en nosotros, apuremos la gracia y podamos dar testimonio de ser una comunidad parroquial que año con año se renueva a la luz del Evangelio Nos ponemos de rodillas. (Todos oran en silencio por un momento) De manera personal o familiar Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén. LITURGIA DE LA PALABRA Del Evangelio según san Marcos (1, 14-18) Después que Juan fue arrestado,

Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia». Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres». Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron... Palabra de Dios. EXHORTACIÓN Escuchemos la voz del Papa Francisco: En este texto del evangelista Marcos, hay que entender el tiempo como la duración de la historia de la salvación realizada por Dios; por tanto, el tiempo "cumplido" es aquel en el que esta acción salvífica llega a su culmen, a su plena actuación: es el momento histórico en el que Dios ha enviado al Hijo al mundo y su Reino se ha hecho más "cercano" que nunca. Se ha cumplido el tiempo de la salvación porque ha llegado Jesús. Sin embargo, la salvación no es automática; la salvación es un don de amor, y como tal, ofrecido a la libertad humana. Siempre, cuando se habla de amor, se habla de libertad. Un amor sin libertad no es amor. Puede ser interés, puede ser miedo, muchas cosas. Pero el amor siempre es libre. Y, siendo libre, requiere una respuesta libre: requiere nuestra conversión. Es decir, se trata de cambiar de mentalidad. Esta es la conversión: cambiar de mentalidad y cambiar de vida, no seguir más los modelos del mundo, sino el de Dios, que es Jesús, como hizo Jesús y como Él nos enseñó. Es un cambio decisivo de visión y de actitud. De hecho, el pecado —sobre todo el pecado de la mundanidad, que es como el aire, está por todas partes— trajo al mundo una mentalidad que tiende a la afirmación de uno mismo contra los demás, e incluso contra Dios. Esto es curioso: ¿cuál es tu identidad? Muchas veces sentimos que en el espíritu del mundo se expresa la propia identidad con términos "contra". En el espíritu del mundo es difícil expresar la propia identidad con términos positivos y de salvación. Se hace contra los demás y contra Dios. Y a este fin, la mentalidad del mundo, la mentalidad del pecado no duda en usar el engaño y la violencia. Vemos lo que sucede con el engaño y la violencia: codicia, deseo de poder

y no de servicio, guerras, explotación de la gente... Esta es la mentalidad del engaño, que ciertamente tiene su origen en el padre del engaño, el gran mentiroso, el diablo. Él es el padre de la mentira, así lo define Jesús. (Cfr. Ángelus, 17 de enero de 2021).

y humillado. Trata bien a Sión por tu bondad; reconstruye los muros de Jerusalén. Entonces aceptarás los sacrificios rituales —las oblaciones y los holocaustos— y se ofrecerán novillos en tu altar.

4. RECEPCIÓN DE LA CENIZA

6.PADRE NUESTRO

El padre o la madre de familia toman un poco de ceniza bendita y la pone sobre la cabeza de los hijos o personas presentes. Si el rito se hace de manera individual, cada uno se la pone. En ambos casos, mientras se dice: "ARREPIÉNTETE Y CREE EN EL EVANGELIO".

Sintiéndonos hijos, nos dirigimos al Padre común, diciendo: Padre Nuestro...

5. LECTURA DEL SALMO 50 (51) Como compromiso y en acción de gracias, se recita el salmo 50 (51).

8. SALUDO A LA VIRGEN MARÍA Invocamos a María con la oración del Papa Francisco en estos tiempos de pandemia.

¡Ten piedad de mí, oh, Dios, por tu bondad, por tu gran compasión, ¡borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. Por eso, será justa tu sentencia y tu juicio será irreprochable; yo soy culpable desde que nací; pecador me concibió mi madre. Tú amas la sinceridad del corazón y me enseñas la sabiduría en mi interior. Purifícame con el hisopo y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame el gozo y la alegría: que se alegren los huesos quebrantados. Aparta tu vista de mis pecados y borra todas mis culpas. Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga: yo enseñaré tu camino a los impíos y los pecadores volverán a ti. ¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío, ¡y mi lengua anunciará tu justicia! Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen; si ofrezco un holocausto, no lo aceptas: mi sacrificio es un espíritu contrito, tú no desprecias el corazón contrito

7. INVOCACIÓN FINAL El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén

Oh, María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y desesperanza. Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que al pie de la cruz te asociaste al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Oh, Madre amorosa, tú sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás, como lo hiciste en Caná de Galilea. Intercede por nosotros ante tu Hijo Jesús, el Divino Médico, por aquellos que han enfermado, por quienes son más vulnerables y por quienes han muerto. Intercede también por quienes cargan la responsabilidad de proteger la salud y seguridad de los demás y por quienes atienden al enfermo y buscan una cura. Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado con nuestros dolores para conducirnos, a través de la Cruz, a la alegría de la Resurrección. Amén. Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro ¡Oh, Virgen gloriosa y bendita! Amén. Pbro. Israel Arvizu Espino Maestro de las celebraciones litúrgicas en la Diócesis. Sursum Corda.


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Mensaje del Papa en Cuaresma:

Fe, esperanza y caridad para nuestra conversión Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

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n su mensaje para la Cuaresma 2021, el Santo Padre Francisco alienta a los cristianos a prepararse para la celebración de la Pascua, recorriendo un camino de conversión basado en tres puntos clave: La fe, la esperanza y la caridad, expresadas en tres gestos concretos que podemos aplicar en nuestra vida diaria: el ayuno, la oración y la limosna. El Papa Francisco ha dado a conocer hoy su mensaje con motivo de la Cuaresma 2021, que lleva como título «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén...» (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad. Recorriendo el camino cuaresmal, que nos conducirá a las celebraciones pascuales, el Santo Padre invita a los fieles a vivir plenamente este tiempo de conversión, «renovando nuestra fe, saciando nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibiendo con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo».

Caminando hacia nuestra conversión “La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante”.

La fe nos llama a acoger la Verdad y a ser testigos “Es por ello que en este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo, significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación. Esta Verdad no es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello. Esta Verdad es Cristo mismo que, asumiendo plenamente nuestra humanidad, se hizo Camino —exigente pero abierto a todos— que lleva a la plenitud de la Vida”. En este sentido, el Papa Francisco subraya que el ayuno vivido como experiencia de privación (para quienes lo viven con sencillez de corazón), “lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento”, porque ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que la abarrota, “incluso de la saturación de información -verdadera o falsa- y de productos de consumo”, para permitir que Dios habite en nosotros.

La esperanza como “agua viva” en el camino “La samaritana, a quien Jesús pide que le dé de beber junto al pozo, no comprende cuando Él le dice que podría ofrecerle un «agua viva» (Jn 4,10). Al principio, naturalmente, ella piensa en el agua material, mientras que Jesús se refiere al Espíritu Santo, aquel que Él dará en abundancia en el Misterio pascual y que infunde en nosotros la esperanza que no defrauda. Al anunciar su pasión y muerte Jesús ya anuncia la esperanza, cuando dice: «Y al tercer día resucitará» (Mt 20,19)” “Jesús nos habla del futuro que la misericordia del Padre ha abierto

de par en par”, continúa Francisco: “Esperar con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina con nuestros errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que crucifica al Amor”. El Papa también hace hincapié en las grandes dificultades que atravesamos como humanidad, especialmente en este tiempo de pandemia, “en el que todo parece frágil e incierto” y donde “hablar de esperanza podría parecer una provocación”. “El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación, mientras que nosotros a menudo la maltratamos (cf. Carta enc. Laudato si’, 32-33;43-44). Es esperanza en la reconciliación, a la que san Pablo nos exhorta con pasión: «Os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20). Al recibir el perdón, en el Sacramento que está en el corazón de nuestro proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón: al haberlo acogido nosotros, podemos ofrecerlo”.

Sentir que Dios “hace nuevas todas las cosas” Por tanto, para Francisco, vivir una Cuaresma con esperanza significa sentir que, en Jesucristo, “somos testigos del tiempo nuevo” en el que Dios “hace nuevas todas las cosas”. Pero... ¿Dónde encontrar esa esperanza? Precisamente “en el recogimiento y el silencio de la oración”, que es donde -dice el Pontífice- se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: “Por esto es fundamental recogerse en oración (cf. Mt 6,6) y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura”.

Caridad vivida tras las huellas de Cristo Como último punto de su mensaje, centrándose siempre en el proceso de conversión al que estamos llamados a vivir como cristianos en esta Cuaresma, el Papa destaca la caridad, “vivida tras las huellas de Cristo, mostrando

atención y compasión por cada persona”, ya que se trata de la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza. “La caridad se alegra de ver que el otro crece. Por este motivo, sufre cuando el otro está angustiado: solo, enfermo, sin hogar, despreciado, en situación de necesidad… La caridad es el impulso del corazón que nos hace salir de nosotros mismos y que suscita el vínculo de la cooperación y de la comunión. La caridad es don que da sentido a nuestra vida y gracias a este consideramos a quien se ve privado de lo necesario como un miembro de nuestra familia, amigo, hermano. Lo poco que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca, sino que se transforma en una reserva de vida y de felicidad”

Ayuda a los necesitados en esta pandemia “Y así sucede con nuestra limosna, ya sea grande o pequeña, si la damos con gozo y sencillez”, añade el Sucesor de Pedro indicando que vivir una Cuaresma de caridad “quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de COVID-19”. El mensaje del Papa está firmado en Roma, San Juan de Letrán, el 11 de noviembre de 2020, memoria de san Martín de Tours.


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e acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: “Si quieres, puedes purificarme”. Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. En seguida la lepra desapareció y quedó purificado. Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: “No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio”. Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes. Palabra del Señor

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14 de febrero de 2021 Mc 1, 40-45

6° DOMINGO ORDINARIO CICLO B Pbro. José Luis Salinas Ledesma

¿Quién se le acercó a Jesús, en qué actitud y qué petición le hizo? v. 40 ¿Cuál fue la respuesta de Jesús? v. 41 ¿Cuándo desapareció la lepra? v. 42 ¿Qué fue lo que le prohibió Jesús y qué le mandó? v. 43-44 ¿Qué hizo el leproso al quedar limpio? v. 45a ¿Después de este hecho qué pasaba con Jesús? v. 45b

EXPLICACIÓN DEL TEXTO

El leproso, consciente de su enfermedad y sabiendo las consecuencias que le traía, se presenta ante Jesús con una actitud de súplica y con el gesto de arrodillarse, reconociendo su poder, le hace una petición directa: “Si quieres, puedes curarme”. Esta petición muestra que Jesús tiene el poder para curar y más aún que es el único que puede curarlo por el hecho de que el leproso pone toda la confianza en Él. Este milagro ilustra el poder que tiene Jesús para salvar incluso a los que estaban excluidos de la comunidad israelita por la Ley de Moisés. Ante la petición, Jesús siente compasión y extiende su mano, lo toca y

Jesús ha llevado a su plenitud a la ley, nos enseñó que para tener acceso al reino de Dios se deben observar los mandamientos y vivir la ley del amor. Todo discípulo que sigue a Jesús acoge también su misericordia, que da al pecador acceso a la vida de Dios y da testimonio de ello con su propia vida. Jesús no está de acuerdo con el legalismo imposible de llevar, rechaza la exageración de las leyes rituales y la piedad externa. Por el contrario, nos muestra que la prioridad de la ley que la lleva a su plenitud es enseñar su amor liberador y misericordioso. Proclama que nada de lo que entra en el hombre lo puede manchar, sino lo que sale de su interior. Esta sanación en nosotros la hemos recibido primero por el bautismo, el sacramento de pureza, por el cual Cristo nos hizo creaturas nuevas renacidos del Espíritu Santo; en segundo lugar, Jesús nos purifica por medio del sacramento de la confesión, ahí nos vemos y nos sentimos nosotros mismos necesitados de limpieza, porque nos hemos dejado llenar por nuestra propia cuenta de lepra, hemos dejado que el pecado corrompa nuestro interior.

REPASAR EL TEXTO LEÍDO

En tiempos de Jesús los leprosos eran al igual que en el Antiguo Testamento, catalogados como personas castigadas por Dios. Por ello debían ser expulsadas de en medio de la comunidad incapaces para celebrar el culto. El enfermo de lepra debía llevar la ropa rasgada y desgreñada la cabeza, debían taparse hasta el bigote y caminar gritando: “¡soy impuro, soy impuro!”. La impureza duraba lo mismo que la enfermedad, vivían aislados fuera del campamento. Si llegaba a curarse, el sacerdote lo examinaba y ofrecía sacrificios por su purificación, lo declaraba puro y sólo entonces podía reintegrarse a la comunidad.

estaban imposibilitados por la ley de Moisés.

le dice: “Sí quiero: ¡Sana!”, la manera que nos presenta el evangelista Marcos de hacer las curaciones es por medio del contacto físico (Mc 3,10; 6, 56; 8, 22), por ello en este pasaje nos encontramos que Jesús “toca” al leproso y sana al instante. El evangelista coloca el gesto de tocar de Jesús como signo de sanación y de “salvación”, así lo vemos también en Mc 6, 56: “… colocaron a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la punta de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados”. Jesús le pide al leproso “no decir nada a nadie”. Debemos recordar que Marcos quiere guardar el secreto mesiánico que será revelado hasta la resurrección, por ello siempre prohíbe decir a los que han sido curados, incluso a los demonios que fue Jesús quien los sanó. No quería que dijeran abiertamente que él era el Mesías, por el concepto de “Mesías” que tenía la gente de la época, pues era una idea nacionalista y bélica muy distinta de la que Jesús quería mostrar. Este silencio es una exigencia en todo el evangelio de San Marcos, quiere guardar el secreto mesiánico, esperando que cada persona reconozca personalmente a Jesús. Jesús le dice al leproso: ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés. Esto pone de relieve el gran respeto de Jesús hacia la ley mosaica que regula la vida de todo israelita. Aquel hom-

bre comenzó a divulgar este hecho a todo mundo, esta es una enseñanza catequística de San Marcos: todos los que han sido limpiados por Cristo en el bautismo deben “proclamar” y “difundir la palabra”, es decir, el Evangelio.

MEDITACIÓN DEL TEXTO (Cada uno comparte su reflexión) Jesús recorría toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando a los demonios. Sale de Cafarnaúm y va más allá por toda la región de Galilea, traspasa las fronteras, pero no solo las fronteras territoriales, sino aquellas que dividen a los hombres. Y es que el leproso es el ejemplo vivo del hombre marginado y segregado; la lepra era la mayor muralla social, era una enfermedad incurable humanamente hablando y que solamente Dios podía curar (Nm 12,13). Jesús rompe también la barrera de la ley que le impedía tocar a los leprosos, él se acerca y toca al que es intocable, y en lugar de quedar contaminado comunica su propia pureza divina. No ha venido para ponerse en contra de la ley, ha venido a darle su verdadero sentido que es salvar al hombre, de esta manera el que era segregado ahora queda integrado a la comunidad. Con este milagro del leproso Jesús nos muestra el poder que tiene no sólo para sanar sino también para salvar incluso a los que

En nuestros días somos testigos de que a nivel social siguen existiendo sistemas totalitarios y dictatoriales, que exigen al hombre sumisión y veneración absoluta, y quien no se somete es considerado como enemigo, y es combatido como un delincuente peligroso. Estas son las lepras sociales que rechaza Jesús y de esto también viene a liberarnos, nos viene abrir los ojos para que seamos constructores de sistemas que estén al servicio del hombre y a la novedad perenne de Dios.

COMPROMISO PERSONAL Y COMUNITARIO Tomar

conciencia de que necesito a Jesús para limpiar mis lepras. Revisar mi interior y proponerme dejar las lepras de los vicios que más me hacen daño. Comprometerme en mi casa, trabajo, escuela, a trabajar para quitar de ellas las lepras de indiferencia, de rencor de odio y que van carcomiendo la sana relación. Tomar en serio mi crecimiento humano y espiritual buscando los medios que me ayuden a ser mejor. Participar en la tarea evangelizadora de la Iglesia llevando el evangelio en la misión permanente como testigo de la sanación que ha obrado el Señor en mí.

TERMINAR ORANDO EL PADRE NUESTRO


La Comunicación hace la Comunión

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COMUNIÓN

Por: Silvia del Valle

Miércoles de ceniza en familia

E

ste miércoles de ceniza es muy especial ya que es la primera vez que la viviremos en familia y con las restricciones que la pandemia nos ha impuesto.

Esto no quiere decir que la vivamos más superficialmente o que dejemos de vivirlo, solo que ahora es de forma especial y en familia. Esto me lleva a pensar que debemos reflexionar un poco sobre qué es el miércoles de ceniza, qué implica y a qué nos debe llevar como familia y compartirlo con nuestros hijos, por eso aquí te dejo mis 5Tips para vivir este miércoles de ceniza más espiritual y en familia.

1

Comparte en familia lo que es el miércoles de ceniza

Es bueno poner en común lo que es y qué significa el miércoles de ceniza. Para eso podemos preparar una pequeña catequesis familiar ayudándonos de algunos videos, dibujos, juegos didácticos para nuestros hijos pequeños que les dejen claro el punto. Como sabemos, el miércoles de ceniza da inicio a la cuaresma y esto nos provoca un cambio de tiempo litúrgico y también un nuevo tiempo en la vida familiar. Entramos en un periodo de preparación y todo lo que esto conlleva, así que debemos vivir en familia este tiempo litúrgico.

2

@SilviaMdelValle @smflorycanto

Vive el ayuno

Debemos recordar que el miércoles de ceniza y el viernes santo obliga el ayuno a los mayores de edad y hasta los 60 años, siempre que la condición física lo permita. Pero ¿qué es el ayuno? Ayuno es dejar de comer como normalmente lo hacemos y solo hacer una comida fuerte al día, pudiendo tomar un poco de alimento en la mañana y al atardecer. Los niños, los enfermos y los adultos mayores no están obligados a hacer ayuno. El miércoles de ceniza y todos los viernes de la cuaresma debemos hacer abstinencia, esto quiere decir que debemos omitir comer carne y esto aplica de los 14 años en adelante. Es importante educar a nuestros hijos para que vivan estos preceptos que nos marca la Santa Madre Iglesia desde pequeños, ellos también pueden hacer algo para vivirlo. Nuestros pequeños, los enfermos y los adultos mayores pueden abstenerse de hacer algo que les gusta mucho o de comer lo que más les gusta. Este tipo de ofrecimientos o actos de amor también los podemos llamar ayuno y nos ayudan a vivir el espíritu de este día y la cuaresma.

3

Hagan una ceremonia familiar

La Iglesia nos ha compartido algunos subsidios para hacer esta ceremonia en familia, los podemos encontrar en línea. Es cuestión de que las busquemos con tiempo, los imprimamos y tengamos listo a tiempo. Si es necesario podemos preparar material didáctico para que nuestros hijos pequeños comprendan lo que va a pasar y lo puedan vivir en familia

4

De ser posible, consigue ceniza bendecida por un sacerdote

Esto ayuda a tener el signo visible del miércoles de ceniza, pero no es definitivo. Se puede hacer la ceremonia y sólo hacer la señal de la cruz sobre la frente ya sea el papá o la mamá. Esto es porque este año es especial y porque hay indicaciones especiales para evitar riesgos de contagio, sobre todo en lugares donde las condiciones son adversas o donde los casos de contagio son muchos. Es importante que nuestros hijos comprendan que es algo especial y que debemos tratar de vivirlo lo más espiritualmente posible.

5

Comienza a vivir la cuaresma en familia

Debemos recordar que el miércoles de ceniza es el inicio de la cuaresma y que vivirlo nos ayuda a disponernos para vivir una cuaresma espiritual y en familia. Aun estamos a tiempo para prepararnos, para tomar las medidas necesarias e implementar estrategias para vivir la cuaresma en familia. Podemos hacer un calendario de cuaresma donde día a día hagamos un reto que nos ayude a nuestra preparación espiritual, podemos ponernos un propósito especial para trabajar una virtud durante toda la cuaresma. Podemos también prepararle material didáctico para nuestros pequeños, una corona de espinas y que después, con sus buenas obras, le quiten espinas y la llenen de rosas; un capital de gracias, es decir, que vayan poniendo en un cofre una cuenta por cada sacrificio u ofrecimiento de obra buena que hagan, etc.

Aún tenemos unos días para prepararnos y así lograr vivir un miércoles de ceniza y una cuaresma más espiritual y en familia, ofreciendo todo lo que nos toca vivir para nuestra preparación espiritual. https://www.facebook.com/Silvia-Del-Valle-112948550082950/


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