C
OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro
La Comunicación, hace la Comunión
N
25 de abril de 2021 No. 1209 Año 24
Aquí
seguimos
F
inaliza el mes de abril y la pandemia sigue siendo tema de reflexión. Lo primero que se ocurre es la acción de gracias al Dios bueno y grande porque el año 2020 se presentó como un duro reto en el que cada día el país entero actualizaba los datos del cada vez más acelerado crecimiento en el número de contagiados y la alarmante cifra de difuntos que también se incrementaba. Al principio se veía como lejano, pero bien pronto se convirtió en algo más propio cuando la enfermedad tomó rostros y nombres concretos de familiares y amigos. Aquí seguimos y es el motivo de nuestro agradecimiento. Para este momento se está administrando la segunda dosis a los mayores de 60 años y
eso aumenta la esperanza de cosas mejores. Si bien, es cierto que han resultado muchas irregularidades que van desde vacunas “fantasma” (porque no se aplicaron) hasta algunas otras que se han rechazado porque no se conservaron en la temperatura adecuada. El ambiente que se percibe es de relajamiento en cuanto a las medidas de higiene y prevención en el tema del COVID y en muchos grupos pareciera que ya se ha superado esta crisis. Nuestra Diócesis, en las parroquias, templos y capellanías no ha querido bajar la guardia para que puedan, esos espacios, seguir siendo de bajo riesgo por todas las medidas que se han implementado al ingresar a los lugares de culto y en su permanencia en ellos. Las ordenaciones sacerdotales este año,
para beneplácito de muchos fieles, serán en las parroquias respectivas de cada uno de los 7 diáconos. Esta medida persigue el mismo fin de no reunir a demasiadas personas que pudieran convertirse en foco de contagio. El regreso a los templos se va haciendo gradualmente, hay personas que todavía no celebran la misa de forma presencial. La segunda dosis de la vacuna y el cambio al semáforo amarillo son un buen momento para reactivar la vida cristiana asistiendo a la parroquia para celebrar la fe y agradecerle a Dios, que ya pasamos 2020, que ya estamos en abril del 2021 y que aquí seguimos, buscando la voluntad de Dios en este momento preciso de la historia que nos ha tocado vivir.