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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro
La Comunicación, hace la Comunión
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13 de junio de 2021 No. 1216 Año 24
Todo cambio es bueno…
¿o malo?
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e entrada, los cambios no son buenos o malos, son más bien inevitables y de diversas circunstancias se desprenderá el que sean positivos o no tanto.
Esto porque la sociedad, nuestra patria, nuestra diócesis está en constante cambio. Acaban de pasar las elecciones intermedias en nuestro país, el clima caluroso está matizándose con las lluvias, algunas parroquias han tenido cambio de párroco o de vicario, vienen las ordenaciones diaconales y presbiterales y empujan otros cambios; contemplando la fotografía de hace unos pocos años nos descubrimos los mismo, pero diferentes. Los cambios son muy buenos o muy malos, aunque la calificación más depende de la actitud con que se enfrentan. Para nosotros siempre serán positivos porque se convierten en la oportunidad divina que nos obliga al crecimiento, a desarrollar la estatura que la fe nos proporciona.
Es verdad que algunos cambios espantan, porque la costumbre es moverse en zonas de confort que son bien conocidas, pero todo está en constante movimiento y Dios no admite que su Iglesia peregrina se instale en sus seguridades. Por lo tanto, es importante fluir con el cambio. Algunos ya no tenemos veinte años y entonces aprendemos a administrar nuestros pasos, pero sin dejar de avanzar. Entonces tiene que ver mucho la adaptación de y a personas, tiempos y lugares. ¿Qué grandes cambios descubrimos en nuestra vida como hitos de un proceso en la historia de nuestra salvación? Lugares donde se ha vivido; tiempos de estudio, de profesión, de vida económicamente activa… de pandemia. Sobre todo, se debe procurar un constante encuentro con la persona de Jesús para que la conversión sea así, cristiana y constante como un cambio que más se asemeja a un ensayo para lo que será la definitiva patria celestial.