C
OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro
La Comunicación, hace la Comunión
N
19 de septiembre de 2021 No. 1230 Año 24
La indiferencia que mata
C
uando una semilla, de frijol, por ejemplo, cae en tierra hace un curioso movimiento. La semilla tiene un lado por el que se rompe y surge la plántula. A veces cae “boca abajo”, pero cuando empieza a desarrollarse también hace un giro o vuelta, tropé en griego. Es un fenómeno que indica el crecimiento, o cambio de dirección, como respuesta a un estímulo del medio ambiente. En este caso, la planta busca la luz mientras que sus raíces crecen hacia abajo buscando la humedad y los nutrientes. ¡La vida busca vivir! Un amigo, doctor por cierto, cuestionaba sobre cuál es nuestra posición y reacción ante las dos acciones de inconstitucionalidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación relacionadas con la despenalización del aborto y el derecho humano a la vida en el código penal de Coahuila y en la constitución de Sinaloa. Le dije que siempre he participado y animado a otros para defender la vida “desde el momento de la concepción hasta el último instante natural de la existencia”. Sin caer en casuísticas, esta es la doctrina de la Iglesia y en el Estado libre y soberano de Querétaro, la vida está “blindada”. Sin embargo, una serie de reflexiones se han dejado venir como cascada: ¿Cómo podemos tutelar derechos de los más diversos si ni siquiera somo capaces de respetar el más importante y el que da origen a los otros como es el de la vida?
“Quien negara la defensa de la persona humana más inocente y débil, a la persona ya concebida, aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral. Nunca se puede legitimar la muerte de un inocente…” dijo San Juan Pablo II un 2 de noviembre de 1982. “El gran destructor de la paz hoy es el crimen del niño inocente no nacido, si una madre puede asesinar a su hijo en su propio seno, ¿Qué impedirá que nos matemos unos a otros?” dijo Santa Teresa de Calcuta en el discurso al recibir el premio nobel de la paz en 1979 y donde añadió: “oremos para tener el valor de ponernos de parte de los niños no nacidos”. El niño que vive en el vientre de la mamá es muy pequeño aún, sin embargo, se alimenta y desarrolla por instinto, responde a los estímulos como el tropé de nuestra pequeña semilla. Busca vivir. Pensaba que había hecho muchas cosas por esta doctrina de la vida, pero si unos cuantos deciden, de un plumazo y con una votación que no representa mis creencias y convicciones, entonces significa que no he hecho lo suficiente.