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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro La Comunicación, hace la Comunión
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27 de marzo de 2022
No. 1257 /Año 25
Ante las crisis y pandemias de ayer, hoy y siempre
EL MEJOR SERVICIO AL HERMANO ES LA EVANGELIZACIÓN Primera carta pastoral
E
l señor Obispo, Monseñor Fidencio López Plaza, ha entregado su primera carta pastoral en la primera semana del mes de febrero. Es muy valiosa y no queremos dejar pasar esta oportunidad para invitarlos a leerla y a sacar mucho fruto de ella. En la primera parte que titula “Contemplamos”, habla de las luces, sombras, gritos y silencios que surgen de la actual crisis antropológico-cultural y las pandemias; y que provocan una crisis de identidad cristiana y de sentido personal y social recogiendo siete clamores: El grito de las víctimas originado por la pandemia COVID-19, y sus variantes: ¡Auxilio! ¡No puedo respirar! El grito de las víctimas de la inseguridad, la corrupción y la violencia: ¡Auxilio! ¡Tenemos mucho miedo! El grito de los pobres: ¡Auxilio! ¡Tenemos hambre! El grito de las mujeres: ¡Auxilio! ¡No nos maten! El grito de los adolescentes y jóvenes: ¡Auxilio! ¡No nos juzguen! El grito de los migrantes: ¡Auxilio! ¡Somos sus hermanos! El grito de la tierra: ¡Auxilio! ¡No me destruyas! En cada uno de los apartados toma un signo profético que responde a la situación planteada, en este caso y siguiendo la petición de la Virgen del Tepeyac para construir la casita sagrada, nos apremia a construir la “Casa de la escucha”.
En la segunda parte, “discernimos”, nos habla de siete imperativos y sus respectivos signos o casas que se deben construir en cada parroquia o instancia pastoral: Primer imperativo: “arrepiéntanse y crean en el evangelio” con el signo profético de un centro parroquial para implementar la formación pastoral básica, media, especializada, y superior de discípulos misioneros, en esencia, una casa de pastoral. Segundo imperativo: “vayan y anuncien el evangelio” con el signo profético de una casa de la comunión. Tercer imperativo: “vayan y curen” con su signo profético: consultorio y dispensario
parroquial de medicina de patente y alternativa (casa samaritana). Cuarto imperativo: ante la crisis de hambre y de pobreza: “denles ustedes de comer” con el signo profético de una casa parroquial de la caridad Quinto imperativo: ante la crisis social: “dense fraternalmente la paz”, teniendo como signo profético una casa parroquial para construir la paz. Sexto imperativo: ante la crisis eclesial: “hagan esto en memoria mía”, el signo profético será la promoción y acompañamiento de los “cenáculos de espiritualidad de comunión y misión” (casa de espiritualidad). Y séptimo imperativo: ante la crisis antropológico-cultural: “vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres… después ven y sígueme”, el signo que propone es una casa club que será la casa del joven. Hay todavía una tercera parte, “proponemos”, donde nos invita a caminar “de Guadalupe al redentor” para aprender a mirar a corto, a mediano y a largo plazo. Concluye invocando al Señor san José y la santísima virgen diciendo que ellos nos ayudarán a redescubrir que: la “casita sagrada” es la casa de la escucha, la casa de la pastoral, la casa de la comunión, la casa samaritana, la casa de la caridad, la casa de la paz, la casa de la espiritualidad, la casa de los jóvenes, y la casa común donde vivimos todos. Estos signos (casas), serán generadores y articuladores de otros tantos signos encendiendo luces, irradiando esperanza y confirmándonos en nuestra convicción de que, ante las crisis y las pandemias de ayer, de hoy y de siempre, “el mejor servicio el hermano es la evangelización”. Usted, ¿ya leyó la carta que nos ha regalado nuestro Pastor Diocesano? Platíquenos si ya la están implementando en su parroquia.