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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro La Comunicación, hace la Comunión
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1 de mayo de 2022
No. 1262 /Año 25
La devoción a la
Virgen María
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hora que se avecina mayo, mes dedicado a la Virgen María, el librito titulado “Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen” escrito por san Luis María Grignon de Montfort, se convierte en una lectura “obligada” para vivir intensamente este amor filial que la Iglesia ha profesado desde sus inicios. En el libro, que alcanza los doscientos setenta y tres numerales, hay algunos que son particularmente interesantes y enriquecedores. Reconozco, dice el santo, que la Virgen no es más que una simple creatura, comparada con la majestad de Dios, “es menos que un átomo”. Dios no la necesitaba, pero quiso servirse de ella para el momento de la Encarnación de Jesucristo (n. 14). María, por lo tanto, “es relativa a Dios”, existe por Dios y es el eco de Dios, porque “si tú dices María, Ella dice Dios” (n. 225).
Porque si la devoción a la Santísima Virgen apartara las almas de Jesucristo, habría que rechazarla inmediatamente. Por el contrario, continúa san Luis, la necesitamos para encontrarnos con Jesús y para unirnos a Él (n. 62). Se dice que el Tratado estuvo extraviado por unos 130 años porque el demonio no quería que se difundiera. El mismo Grignon de Montfort habla de persecuciones, sufrimientos y la desaparición de la obra, todo ello por revelar la doctrina que explica la función de la Santísima Virgen en el plan divino de la salvación y en la vida del cristiano. Advierte que también atacarán incluso a quienes lo lean y pongan en práctica. Mayo, como cualquier otro mes, ofrece una buena oportunidad para crecer en el amor y devoción a la Virgen María. La lectura de este libro señala un par de cosas más que se abren como una auténtica revelación de los planes divinos para con la humanidad: La Virgen María es la “omnipotencia suplicante” por-
que por ella se alcanza todo lo que se necesita para la salvación y es “Medianera de todas las gracias” porque, simplemente, por ella llega la salvación a toda la humanidad. ¿Alguna vez ha escuchado que María es el camino más corto para llegar a Dios? El santo explica (n. 152) que esta devoción mariana es el camino más “fácil, corto, perfecto y seguro para llegar a la unión con Dios, en la cual consiste la perfección cristiana”. El libro termina con la “Consagración de sí mismo a Jesucristo, sabiduría encarnada por manos de María”. San Juan Pablo II expresó en la encíclica Redemptoris Mater (La Madre del Redentor) que “la consagración a Cristo por manos de María” es uno de los medios más eficaces para vivir con fidelidad y radicalidad el compromiso bautismal. Que en mayo, mes de María, la Iglesia crezca en el amor y devoción a la Virgen María.
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NOMBRAMIENTOS A la familia diocesana que peregrina en la Diócesis de Querétaro: CUM SPE, me apresuro en comunicarles que Su Excia. Rvdma. Mons. FIDENCIO LÓPEZ PLAZA, X Obispo de Querétaro, ha tenido a bien determinar los siguientes nombramientos: Sr. Pbro. Luis Enrique Martínez López Al momento Párroco de la Parroquia de San Francisco de Asís, Xichú, Gto. A.R.
Sr. Pbro. Emmanuel Ramírez Olvera Al momento Vicario Parroquial de la Parroquia de San Pedro, Tolimán, Qro., A.R.
Párroco de la Parroquia de Santa María de Guadalupe del Palmar, Cadereyta de Montes, Qro., A.R.
Párroco de la Parroquia de San Francisco de Asís, Xichú, Gto. A.R.
Tomará posesión del oficio el día 12 de mayo de 2022, a las 18:00 Hrs.
Tomará posesión del oficio el día 09 de mayo de 2022, a las 12:00 Hrs.
Seminario Conciliar de Querétaro. Plaza de los Dolores Av. Hércules Pte. 216 Hércules, 76209 Santiago de Querétaro. INFORMES 556 863 2435 442 551 0800
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DIRECTORIO SEMANARIO COMUNIÓN Obispo Diocesano: Mons. Fidencio López Plaza. Director Responsable: Pbro. Lic. Gabriel Álvarez Hernández. Diseño: TAG Juan Pablo Castro Alfaro. Vicario de Pastoral: Pbro. Lic. Rogelio Olvera Vargas. Comisión Diocesana de Pastoral de Comunicación: Pbro. Lic. Gustavo Licón Suárez Horario de Oficina: de 9:00 a.m. a 2:00 p.m. de lunes a viernes Domicilio: Reforma no. 48, Colonia Centro. C.P. 76000, Santiago de Querétaro, Querétaro, México.
(442) 224-04-96
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ComunionQRO
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Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro, fundado por el señor Obispo Mons. Mario de Gasperín Gasperín, el 22 de febrero de 1998.
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Hermanas catequistas de
María Santísima, O.S.B. POR Hna. Raquel Piña Hernández O.S.B.
¿QUIÉNES SOMOS?
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omos una familia religiosa, fundadas en diciembre 1922, en la Diócesis de Querétaro por la Sierva de Dios M. Eugenia, de la Santísima Trinidad, González Lafon. Con una espiritualidad Benedictina.
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UNA CHISPA QUE INICIA EN 1910 Y SE CONSOLIDA EN 1948, CON LA PRIMERA PROFESIÓN PERPETUA. Carmen de Santa Teresita del Niño Jesús, Delfina de María Santísima, Sierva de Dios M. Eugenia de la Santísima Trinidad, y Ausencia de Ntra. Sra. del Refugio.
¿QUÉ HACEMOS?
a catequesis en toda su amplitud hasta el último rincón del Mundo, para llevar a Jesucristo. En el instituto se ha ido sembrando la espiritualidad a través del apostolado como un don de dios a la iglesia.
Cada religiosa se insertará en la historia y la pastoral en los diferentes niveles: nacional, diocesano, decanal y parroquial, conociendo y asumiendo todo los lineamientos actuales de la catequesis, sin olvidar que el primer medio de evangelización es su testimonio de consagrada. (Constitución Art. 43)
DIRÁ AL FINAL LA SIERVA DE DIOS M. EUGENIA, DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, GONZÁLEZ LAFON. “He hecho cuanto pude y todo lo he entregado a quien pertenece”
“QUE EN TODO SEA DIOS GLORIFICADO”
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urante su estancia en México, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, ha compartido un urgente llamado al multilateralismo internacional, también a la reconciliación de los pueblos y al ejercicio de una política que no fomente la confrontación pues “a largo plazo, es una política perdedora que no construye nada bueno” … En el mismo tenor, el cardenal Parolin afirmó que los pueblos -incluido el mexicano- requieren un camino de reconciliación: “Cuando hablamos del bien común, como finalidad u objetivo de la política, se dice que una buena política al servicio del hombre y la sociedad debe tener como objetivo el bien común. [Por ello] hay que unir fuerzas, no oponerse los unos contra los otros, porque no sale nada bien incluso cuando se pueda pensar que pueda haber resultados inmediatos favorables; pero, a largo plazo, es una política perdedora que no construye nada bueno. Es importante la colaboración de todos, todos pueden
La confrontación es una ‘política perdedora’ a largo plazo y no alcanza el bien común POR NVC Noticias en Sursum Corda, 26 de abril de 2022 aportar… Mi aspiración más grande es que los países de América Latina reconozcan que no se resuelven las desigualdades contraponiéndose los unos a los otros, sino poniéndose todos juntos para afrontar y resolver estos problemas” … Positiva relación bilateral Parolin visitó México para presidir la ordenación episcopal del mexicano Javier Herrera a quien el Papa lo ha nombrado Nuncio para Gabón y la República del Congo; pero también para participar en el Acto Académico “Laicidad abierta y libertad religiosa, una visión contemporánea” en el marco del XXX Aniversario del Restablecimiento de Relaciones Diplomáticas entre el Estado Mexicano y la Santa Sede…
El cardenal Parolin también reflexionó sobre la participación de los creyentes en la política y, especialmente, las libertades fundamentales que las instituciones deben garantizarles: “El tema siempre es muy difícil sobre la intervención de la Iglesia en lo político. Creo que es un tema ‘sacrosanto’ para México. Yo creo que quizá saldrá a colación [en el diálogo con autoridades] el decir que la Iglesia tiene derecho a expresar su punto de vista también sobre la situación socioeconómica y política del país. [Una expresión que] no es en aras de una conflictividad ni de ponerse en contra de nadie, porque no es este el entendimiento de la Iglesia, sino el dar aportes para mejorar la situación”, explicó…
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Este… ¡quiere
ser sacerdote!
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propósito de la visita anual que los seminaristas hacen a nuestras parroquias para orar juntos a fin de que el buen Dios nos conceda vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, aquí presentamos algunos escritos de ellos sobre su experiencia de ser llamados.
Tomado de entre los hombres G. Olvera Mondragón
Buscando el cielo dando la vida B. Balderas Sáenz
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odo aquel que aspire a ser sacerdote ha de tener la conciencia primeramente de su ser de hombre. Ha de darse cuenta de que tiene límites y potencialidades, que tiene una historia, que no es un dios menor o un ángel. Ha de conocerse a sí mismo para saber en dónde se encuentra, quién es, quién le llama y a qué le llama. Ha de formarse, por tanto, cada día en ser verdaderamente hombre. Viviendo no con idealismos, sino encarnado en la realidad tendiendo al cielo prometido, como el Maestro, que verdaderamente es Dios y verdaderamente se ha encarnado en la realidad e historia humana. Teniendo cuenta de esta realidad personal, quien aspira a ser sacerdote sabe que la participación al sacerdocio de Cristo es un llamado de parte de Dios. Es Dios mismo quien le llama y le toma de entre los hombres. No para estar por encima de ellos ni servirse de ellos, sino para servirles a ellos. Quien aspira a ser sacerdote, es porque ha aceptado el llamado de amor que Dios le hace a ser intermediario entre Dios y los hombres. Llamado a ofrecerle dones a Dios y, a la vez, interceder por los hombres ante Dios. El que quiere ser sacerdote y descubre que es llamado a ello, trabaja cada día para configurarse con Cristo, el único sacerdote. Se esfuerza constantemente, aún con sus limitaciones humanas, para dejar que la gracia de Dios le configure con los sentimientos de Cristo y que sea su Espíritu quien le indique cómo pastorear a las ovejas que le han sido encomendadas, para ofrecerles pastos abundantes y ayudarles a vivir de mejor manera su ser de bautizados. En fin, quien quiere ser sacerdote, responde en el amor y la libertad a quien en el amor y libremente le ha llamado. Entrega su vida entera a Dios y se desposa con el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sin olvidar que es hombre, tomando de entre los hombres, para ofrecer dones a Dios en favor de los hombres.
La historia de su comienzo un corazón cautivado al oído un llamado el pensar un poco denso ante el horizonte extenso ya la mente presentía con duda y sin valentía pues no es fácil decidirse la vida parece irse sólo el cielo es garantía. Muchas cosas nos inquietan sólo una es importante dentro de lo relevante los teólogos interpretan y enseguida lo concretan sólo Cristo es el camino y esto es designio divino escuchemos su llamado algo tiene preparado la gloria nuestro destino.
Dios sabe esperar tu respuesta E. Díaz C.
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ecuerdo ese momento cuando tú me hablaste, una y muchas veces, querías que te siguiera, sin embargo, la dudas, el miedo, el querer realizar mi propia voluntad hacían que no pusiera toda mi atención a tu llamado. Fueron tantas voces que me hablaron en tu nombre: sacerdotes, seminaristas, amigos y más personas que veían en mi la posibilidad de ser sacerdote, pero mi respuesta era siempre un “no”. Pasaron los años y esa inquietud estaba ahí, no se había apagado, justamente cuando ya me había decidido por un proyecto concreto en mi vida, resurgieron con mayor fuerza esas voces que por muchos años me habían invitado a entrar al Seminario y, nuevamente, la idea de ser sacerdote me emocionaba, veía que a pesar de las distintas circunstancias que eran adversas ya no me detendría, o al menos estaba dispuesto a vivir una experiencia vocacional de unos días, para poder dar una respuesta.
Dejar de lado lo que quería ser y hacer me costó, dejar mi casa, trabajo, amigo, a mi familia, de hecho, tan solo el pensar cómo darles la noticia a mis papás me hacía temblar de nervios y emoción. Pero, dejar todo eso ha valido la pena, las experiencias que he vivido en el día a día hacen que la respuesta sea un “si”; desde luego, conscientes siempre de las limitantes que tengo, de las fragilidades humanas, que a veces me cuestionan si seré capaz de recibir tal gracia en mis manos. Ante esto, solo agradezco a Dios por haberse fijado en mí, en el interior de mi corazón, en el haberse fijado en mí, sabiendo cómo soy, para transformar mi corazón humano en un corazón sacerdotal. Ahora, a meses de culminar esta maravillosa etapa de formación sacerdotal, mi corazón late de alegría y gratitud, porque Dios al llamarme me ayudó a resolver mis dudas, me capacitó con muchas herramientas con las cuales fui destruyendo inseguridades y miedos, así como construyendo grandes trabajos y logros personales y comunitarios. Dios que me llamó siempre ha estado aquí para que caminemos juntos.
Entregarse siempre amando tal como lo hizo Cristo su padre tenía previsto con la sangre derramando la vida la estaba dando más nunca se despidió iglesia y sacerdocio dio manando de su costado así el ministro ordenado a ejemplo de él nació. El modelo siempre es Cristo y yo frágil como el barro por eso de la cruz me agarro y de la oración me asisto todo es gracia, yo insisto sólo le presto mis manos que es pasto para gusanos lo mismo que es mi lengua y mientras la vida mengua serviré a mis hermanos. Es amor de su corazón de Cristo su sacerdocio a su pasión yo lo asocio entregarse es la razón siendo la cruz el blasón como obediencia cumplida se nos da como comida y eso es el sacerdote haciéndolo sin que se note buscando el cielo dando la vida.
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A PESAR DE TODO, HAY ESPERANZA Por: Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel | Fuente: Catholic.net
Mirar Son horripilantes las escenas de destrucción en Ucrania por la invasión de Rusia, sobre todo tantas muertes inhumanas e injustas, millones de ucranianos desplazados dentro y fuera del país. Sin embargo, son admirables los abundantísimos ejemplos de solidaridad hacia ellos, no sólo de los países contiguos, sino de muchos lugares en Europa y en nuestra América. El Papa ha hecho hasta lo imposible por que se detenga esta masacre. A México han llegado cientos buscando refugio aquí o en el país del Norte. Nuestra Cáritas promovió una colecta, y quien más quien menos, hemos aportado algo, además de nuestras intensas oraciones. Aumentan en forma exponencial asaltos, secuestros, desapariciones, asesinatos, extorsiones, divisiones
Discernir El Papa Francisco, en su Mensaje Pascual de este año, resaltó: “Jesús, el Crucificado, ha resucitado. Se presenta ante aquellos que lloran por él, encerrados en sus casas, llenos de miedo y angustia. Se pone en medio de ellos y les dice: «¡La paz esté con ustedes!». Les muestra las llagas de sus manos y de sus pies, y la herida de su costado. No es un fantasma, es Él, el mismo Jesús que murió en la cruz y estuvo en el sepulcro. Ante las miradas incrédulas de los discípulos, Él repite: «¡La paz esté con ustedes!». También nuestras miradas son incrédulas en esta Pascua de guerra. Nos cuesta creer que Jesús verdaderamente haya resucitado, que verdaderamente haya vencido a la muerte. ¿Será tal vez una ilusión, un fruto de nuestra imaginación? No, no es una ilusión. Hoy más que nunca resuena el anuncio pascual tan querido para el Oriente cristiano: «¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha
políticas, violencia e inseguridad. Nuestro gobierno está rebasado por grupos criminales. Con ellos, no funciona el axioma de abrazos, no balazos, porque sólo les importa el dinero y ampliar sus territorios. Como carecen de cimientos familiares en el aprecio al trabajo honrado, al resresucitado!». Hoy más que nunca tenemos necesidad de Él, al final de una Cuaresma que parece no querer terminar. Hemos pasado dos años de pandemia, que han dejado marcas profundas. Parecía que había llegado el momento de salir juntos del túnel, tomados de la mano, reuniendo fuerzas y recursos. Y en cambio, estamos demostrando que no tenemos todavía el espíritu de Jesús, tenemos aún en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo. Necesitamos al Crucificado Resucitado para creer en la victoria del amor, para esperar en la reconciliación. Hoy más que nunca lo necesitamos a Él, para que poniéndose en medio de nosotros nos vuelva a decir: «¡La paz esté con ustedes!». Sólo Él puede hacerlo. Sólo Él tiene hoy el derecho de anunciarnos la paz. Sólo Jesús, porque lleva las heridas, nuestras heridas. Mirando sus llagas gloriosas, nuestros ojos incrédulos se abren, nuestros corazones endurecidos se liberan y dejan entrar el
peto social, no entienden lenguajes civilizados y cristianos. Sin embargo, abundan mucho más los pequeños y grandes signos de fraternidad, como el conmovedor detalle de un campesino pobre de mi pueblo, que en la mañana del domingo de Pascua, mientras estábamos desayunando en familia, nos trajo unos duraznos y unas habas de su propia cosecha, y eso que su terreno de cultivo es pequeño. Le agradecimos de corazón y aceptó desayunar con nosotros. Más tarde, me visitó una abuelita muy pobre, con un palo como bastón, para platicarme sus penas, pero sólo me pidió oraciones por ella y por dos de sus nietos que, dijo, andan por malos caminos. No se fue con las manos vacías. Son frecuentes las quejas de que, en la Semana Santa, muchos se van de vacaciones y se olvidan de Dios. En otros lugares, sobre todo en Euro-
anuncio pascual: «¡La paz esté con ustedes!». ¡Dejemos entrar la paz de Cristo en nuestras vidas, en nuestras casas y en nuestros países! Ante los signos persistentes de la guerra, como en las muchas y dolorosas derrotas de la vida, Cristo,
Actuar Acepta a Jesús en tu corazón, y tendrás paz. Con El, te convertirás en constructor de paz, en tu familia, en tu comunidad y en todas partes. Si en tu corazón sólo hay odios, resentimien-
pa, se afirma que disminuyen más y más los creyentes, tanto católicos como evangélicos. En nuestro propio país, los datos estadísticos van en la misma línea, aunque no en forma tan dramática. Sin, embargo, en mi pueblito, una comunidad rural, muchísima gente participó tanto en las celebraciones litúrgicas, como en las escenificaciones populares. Hubo muchas comuniones y confesiones, porque el párroco ofreció varias oportunidades para acercarse al sacramento de la confesión. Y lo que sucede en mi parroquia natal, sucede en muchísimas otras partes. La transmisión de los ritos por los medios electrónicos ha alimentado a muchas personas, dato que no es de menospreciar. Los pobres no se olvidan de Dios, no sólo por sus necesidades materiales, sino porque tienen el corazón menos apegado a lo temporal y pasajero.
vencedor del pecado, del miedo y de la muerte, nos exhorta a no rendirnos frente al mal y a la violencia. ¡Dejémonos vencer por la paz de Cristo! ¡La paz es posible, la paz es necesaria, la paz es la principal responsabilidad de todos!” (17 -IV-2022).
tos, deseos de venganza y opciones por la violencia, Jesús puede sanarte y transformar tu vida. Acércate a El, dale lugar en tu mente y en todo tu ser, y experimentarás una paz y una fuerza que sólo El puede darte. ¡Haz la prueba!
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COMUNIÓN DESDE LA CEM CXII Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano
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Mensaje al Pueblo de Dios Cuautitlán Izcalli, Edo. de México, 28 de abril de 2022
Querido Pueblo de Dios,
1. «La paz esté con ustedes». Sus hermanos obispos, reunidos en la CXII Asamblea Plenaria, les saludamos con el mismo deseo de Paz con que Jesús Resucitado se dirigió a sus discípulos. 2. La presencia de Cristo, el Crucificado–Resucitado, infunde siempre confianza y esperanza: confianza no solo por su asistencia, que nos garantiza el triunfo sobre el pecado y la muerte, sino también por la que ha depositado en nosotros para continuar su obra; y la esperanza de que ninguna realidad, por más difícil, dolorosa o compleja que sea, tiene la última palabra, y nos abre siempre a la posibilidad de que con nuestra existencia, vivida según el Corazón de Cristo, se siembren las semillas del Reino. 3. Con esta convicción, quisiéramos invitarlos a descubrir la esperanza más allá las características propias de nuestra época de cambios, en las cuales, a pesar de que ha venido a menos la primacía del ser humano y de su dignidad, y va surgiendo con gran fuerza una sobrevaloración del individuo por encima de la colectividad, que olvida la construcción del bien común y polariza a la sociedad, nosotros nos atrevemos a afirmar, con nuestra mirada en el Resucitado, que ni la cultura de la muerte, ni la violencia, ni la mentira, ni el mal, tendrán la última palabra. 4. Esta esperanza emerge de las profundas raíces culturales y religiosas que nos dan identidad como pueblo mexicano, fruto maduro del testimonio coherente de muchos discípulos misioneros a lo largo de quinientos años de evangelización, y de la presencia de María de Guadalupe, que nos ha traducido el Evangelio de Jesucristo, con gran ternura y con una voz muy amable: «¿No estoy yo aquí que soy tu madre?». 5. Les reconocemos y agradecemos a ustedes que, como familia de Dios, han dado razón de su esperanza en medio de esta pandemia y sus consecuencias, viviendo con entereza y
confianza en Dios, así como con solidaridad fraterna.
6. Ahora nos corresponde a todos nosotros, pueblo de Dios (pastores y grey), continuar la misión del Resucitado, escuchando la voz del Espíritu, discerniendo lo que Dios nos muestra y nos pide a través de los signos de los tiempos, para encontrar juntos los caminos que hagan posible experimentar «la esperanza que no defrauda». Esperanza que nos impulsa a que, frente a lo que amenaza a la dignidad humana y los valores de la familia, la vida, la libertad de expresión, la democracia, la educación y la hospitalidad solidaria, y en medio de la violencia, la injusticia y la impunidad imperantes, y que afectan sobre todo a los pobres, los migrantes, las mujeres y los más débiles, sigamos luchando por la paz, la justicia, la tolerancia, la solidaridad y el diálogo. 7. Con este propósito nos hemos reunido en esta Asamblea Plenaria los obispos de México. En ella hemos querido renovar nuestro compromiso de actuar un nuevo Pentecostés misionero, proyectado en la Conferencia de Aparecida (2007), que retomamos en
la Asamblea Eclesial Latinoamericana, celebrada en noviembre pasado, y que ahora buscamos concretizar para nuestra Iglesia en México, a través del Encuentro Eclesial. Con este anhelo de Iglesia, nos unimos al Sínodo convocado por el papa Francisco para el año 2023.
8. De este modo, laicos, vida consagrada y pastores, nos preparamos para la celebración de los 2000 años de la redención y los 500 años del Acontecimiento guadalupano, guiados por el Plan Global de Pastoral, para seguir configurándonos como una Iglesia más fraterna, solidaria, unida, participativa y misionera. 9. Debemos evitar realizar lecturas unilaterales de los tiempos que vivimos, las cuales abonan a la polarización: los de arriba, los de abajo; los de antes, los de ahora; los buenos, los malos. Frente a tiempos complejos, es necesaria una audacia nueva y la lucidez de los creyentes, fija la mirada en el Príncipe de la Paz (cf. Ef 2, 14). Ahora más que nunca es necesario el compromiso de los «bienaventurados que trabajan por la paz y la justicia» (Mt 5, 9), que ni condenan el pasado sin
más, ni descalifican obsesivamente el presente, sino que disciernen, desde los criterios del Evangelio, todos los acontecimientos.
10. En el Plan Global Pastoral, los obispos mexicanos hemos renovado nuestro compromiso evangélico de servicio preferencial a los más vulnerables de la sociedad, que reconocemos hoy en los rostros de los migrantes, las mujeres, los niños, los jóvenes y los ancianos que sufren, así como en el de los familiares de las personas desaparecidas. Ante estas realidades que tanto nos lastiman, nos comprometemos a ser una Iglesia más sinodal y solidaria, que anuncia y defiende la dignidad humana y colabora en la reconstrucción del tejido social desde el encuentro con Cristo Crucificado y Resucitado. 11. Que Santa María de Guadalupe, que nos ha enseñado que la única fuerza capaz de conquistar el corazón de los hombres es la ternura de Dios, nos ayude a seguir construyendo la «casita sagrada» donde todos encontremos acogida, consuelo y esperanza.
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III DOMINGO DE PASCUA Jn 21, 1-19 CICLO C
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Pbro. José Luis Salinas Ledesma
n aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberiades. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás “El Mellizo”, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. En esto dijo Pedro: “Voy a pescar”. Los otros dijeron: “Vamos contigo”. Salieron juntos y subieron a una barca, pero aquella noche no lograron pescar nada. Al clarear el día, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿Han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. Él les dijo: “Echen la red al lado derecho de la barca y pescarán”. Ellos la echaron, y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla. Entonces, el discípulo a quien Jesús tanto quería le dijo a Pedro: “¡Es el Señor!” Al oír Simón Pedro que era el Señor, se ciñó un vestido, pues estaba desnudo, y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron a la orilla en la barca, tirando de la red llena de peces, pues no era mucha la distancia que los separaba de tierra, tan solo unos cien metros. Al saltar a tierra, vieron unas brasas con peces colocados sobre ellas, y pan. Jesús les dijo: “Traigan ahora algunos de los peces que han pescado”. Simón Pedro subió a la barca y sacó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: “Vengan a comer”. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntar: “¿Quién eres?”, porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y se lo repartió, y lo mismo hizo con los peces. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado de entre los muertos. Después de comer, Jesús preguntó a Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que éstos?” Pedro le contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te amo”. Entonces Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”. Jesús volvió a preguntarle: “Simón, hijo de Juan, ¿Me amas?” Pedro respondió: “Sí, Señor, tu sabes que te amo”. Jesús le dijo: “Cuida mis ovejas”. Por tercera vez insistió Jesús: “Simón, hijo de Juan, ¿Me amas?” Pedro se entristeció, porque Jesús le había preguntado
por tercera vez si le amaba, y le respondió: “Señor, tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo”. Entonces Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras más joven, tú mismo te ceñías el vestido e ibas adonde querías; más, cuando seas viejo, extenderás los brazos y será otro quien te ceñirá y te conducirá a donde no quieras ir”. Jesús dijo esto para indicar la clase de muerte con la que Pedro daría gloria a Dios. Después añadió: “Sígueme”. Palabra del Señor
REPASAR EL TEXTO LEÍDO ¿Cuáles
son los nombres de los discípulos a los que se les aparece Jesús en el lago de Tiberíades? v.2 ¿Cuáles fueron las palabras que Jesús les dijo a los discípulos en la barca? v.6 ¿Quién reconoció a Jesús Resucitado? v.7 ¿Qué hizo Pedro cuando supo que aquel hombre era Jesús? v.7 ¿Quién fue el que se subió a la barca para traer los pescados que Jesús quería para darles de comer? v.11 ¿Jesús Resucitado, cuántas veces le pregunta a Pedro si lo ama y qué contesta Pedro a cada pregunta y qué responde Jesús a Pedro? vv.1517 ¿Qué le anunció Jesús a Pedro después de esas preguntas? vv.18-19 ¿Con qué palabra termina el texto? v.19
EXPLICACIÓN DEL TEXTO El capítulo 21 está colocado detrás de una primera conclusión del cuarto evangelio, añade algunos elementos importantes al capítulo precedente: abre de nuevo la perspectiva sobre la Iglesia futura (vv. 1-14), pone el fundamento del primado de Pedro entendido como servicio vicario (vv. 15-19), enfoca la relación entre Pedro y el discípulo amado (vv. 20-23). Los vv. 1-14 hemos de leerlos recordando la vocación de los primeros discípulos (cf. Lc 5,1-11). Los discípulos, cuando Jesús resucitado desaparece de sus ojos, atraviesan un momento de incertidumbre sobre la orientación que debe dar a su futuro. La perspectiva más inmediata es la de volver a la vida de antes, iluminada por la enseñanza de Jesús, al que reconocen vivo. Aquí interviene la tercera aparición (v.14), una apa-
rición que suena para los discípulos como una nueva llamada al seguimiento (v.19), centrada en la continua presencia del Señor, reconocido, no obstante, por la FE (vv. 7.12), y al que encuentran concretamente en el pan partido y compartido de la Eucaristía (v.13). En verdad, los apóstoles no pueden hacer nada sin Él (cf. Jn15,5), no tienen alimento (v.5), mientras que gracias a la obediencia de la FE (v.4b) a su Palabra realizan una pesca superabundante, como el día en que los llamó por primera vez (Lc 5,9). Sin embargo, la red no se rompe: la Iglesia católica debe permanecer indivisa aun cuando recoja multitudes inmensas (v.11). En la comunión de esta comida con Jesús Resucitado, éste rehabilita a Simón Pedro al frente de los discípulos: como tres veces renegó de Cristo, tres veces profesa que le ama. Y también por tres veces -de manera solemne, por consiguiente- le confía Jesús el mandato de alimentar y guiar a su rebaño con espíritu de servicio, en representación del Buen Pastor (vv. 15-17). Como tal, Pedro deberá ofrecer la vida por las ovejas, glorificando a Dios con el martirio: la invitación al seguimiento tiene ahora para Simón Pedro un sabor muy diferente a la que recibió “cuando era más joven”; tiene el sabor del amor (v.17), que le llevará tras las huellas de Jesús (1Pe 2,21), a amar “hasta el final” (Jn 13,1).
MEDITACIÓN DEL TEXTO (Cada uno comparte su reflexión) En el Evangelio de este Domingo Tercero de Pascua encontramos la experiencia de un encuentro que se intercala en nuestros días más ordinarios, en medio de nuestras actividades habituales: se trata del encuentro con el Resucitado. Un encuentro para el que, con frecuencia, no estamos preparados, sino más bien “ciegos”, como los apóstoles en el lago. “Los discípulos no lo reconocieron”; sin embargo, aceptaron el consejo, más tarde dan crédito a la intuición que se comunican de uno a otro y, por último, lo reconocen por
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medio de una certeza interior (no a través de una evidencia sensible). Del mismo modo que hizo Simón Pedro, también nosotros debemos dejarnos interpelar por la Palabra de Jesús Resucitado, que pone al descubierto nuestros pecados, nuestra fragilidad pasada y presente, aunque nos pide un consentimiento de amor. Sólo después de haberle reconocido a Él y habernos reconocido a nosotros mismos bajo su Luz, podremos ofrecérselo, ahora que ya no es obra de una autoilusión y sólo nos queda - ¡aunque lo es todo! - el deseo ardiente de amarlo, como pobres. Ahora es cuando Él nos confía su tesoro: nuestros hermanos; nos hace responsables de dar testimonio ante ellos, un testimonio que nos llevará muy lejos en su seguimiento, quizás a un lugar que – hoy al menos- no querríamos. A la luz de este encuentro con Cristo, siguiendo el eco de aquella pregunta interior –“¿Me amas?”- y de nuestra humilde respuesta, es preciso proseguir el camino con alegre valentía y abrir a muchos el camino de la fe con nuestra confesión transparente del nombre de Jesús, crucificado por nuestros pecados y resucitado por el Padre para la salvación del mundo. No han de faltarnos los sufrimientos, la multiforme persecución, aunque tampoco la alegría de hacerle frente por amor a Jesús. Una alegría que inundará todo el cosmos en el día eterno en una única confesión coral de alabanza al Dios omnipotente, a nuestro Creador, y a Cristo, Cordero inmolado, nuestro Salvador, en el Espíritu Santo, vínculo de amor.
COMPROMISO PERSONAL Y COMUNITARIO Mantener
un espacio diario de intimidad y de oración con Jesús Resucitado, para renovar nuestro discipulado. Pedir por el ministerio que está realizando el Papa sucesor de San Pedro, para que Jesús Resucitado lo bendiga siempre. Practicar algunas de las obras de Misericordia en este tiempo: buscar alguna persona necesitada de ropa o alimento y compartir algo con ellos. Orar por la santificación de los Obispos, Sacerdotes y Seminaristas del mundo entero. Trabajar en el anuncio misionero del Evangelio en la parroquia, donando parte de nuestro tiempo en busca de las ovejas descarriados de nuestra comunidad.
TERMINAR ORANDO EL PADRE NUESTRO
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5Tips
Madre de Dios y madre nuestra Por: Silvia del Valle
@SilviaMdelValle
@smflorycanto
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Nadie ama lo que no conoce, es por esto que debemos leer un poco lo que el magisterio de la Iglesia nos dice sobre la Santísima Virgen María. Existen varios documentos a los que podemos tener acceso ya sea en las librerías católicas o en la página web del Vaticano. Uno de ellos es Redemptoris Mater de San Juan Pablo II que nos habla sobre la mariología. Otro documento muy bueno es Marialis Cultus de Pablo VI sobre el culto y devoción a María Santísima. Si leemos un poco más sobre la Santísima Virgen, es más fácil que la conozcamos mejor y así podamos apreciarla y amarla como a la madre de Dios y madre nuestra también.
Existen muchas advocaciones y a veces nos cuesta trabajo saber a cuál de ellas acudir para pedir ayuda y protección, pero de una cosa estamos seguros, la Virgen Santísima es la misma, es la madre de Dios en todas y cualquiera de sus advocaciones y se pone diferentes vestidos para ir a visitar a sus hijos de cierto lugar en particular. Conociendo sus advocaciones podremos adoptar alguna y acercarnos más y más a ella. Siempre es más fácil que nuestros hijos crezcan con el amor a una advocación en particular, pero también podríamos ir adoptando una cada cierto tiempo para que también y escoger la que más llegue al corazón.
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ayo es el mes de María por lo que es el tiempo perfecto para conocerla un poco más y sobre todo para acercarnos a ella, para ponernos bajo su protección y cuidado. Jesús nos la dejó al pie de la Cruz para que nos cuide y proteja y nosotros lo único que debemos hacer es acudir a ella. Tenemos todo el mes para fomentar nuestro amor por ella. No quiere decir que solo debamos hacerlo en este mes, sino que mayo es un mes dedicado a la Virgen María y sería muy bueno aprovecharlo al máximo. Muchas veces nos cuesta trabajo tener una relación cercana con ella y es aquí donde te quiero compartir mis 5Tips para lograrlo.
Escoge alguna devoción mariana
Existen muchas, el santo Rosario, las tres Aves Marías, el Ángelus y en pascua el Regina Coeli, las novenas y las consagraciones, todas son muy buenas y todas nos acercan a la Madre del Cielo. No importa cuál practiques, lo importante es que nos hagamos el hábito de rezarle a la Virgen Santísima, de todo corazón, ya sea personalmente o en familia. Muchos me preguntan si es mejor rezar en familia y mi respuesta es que sí, ya que así nos encomendamos todos juntos, nuestros hijos crecen con amor a nuestra Madre y lo convierten en un estilo de vida que queda profundamente arraigado en su corazón.
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Aprende un poco más sobre ella
Conoce las virtudes de la virgen y trata de imitarlas
María Santísima es modelo de mujer y de madre, por lo que debemos conocer sus virtudes para después poder imitarlas y educar a nuestros hijos en ellas. Algunas de estas virtudes son: una fe viva, la humildad profunda, la obediencia ciega a Dios, una esperanza infinita, la oración continua, la mortificación por sus hijos, la pureza, la paciencia heroica, una gran dulzura, la sabiduría que le fue compartida de su divino Hijo y una caridad ardiente. Sé que todo esto suena inalcanzable para nosotros, pero es importante que comencemos a trabajar en estas y muchas otras virtudes que María Santísima tiene para asemejarnos poco a poco y cada día más a ella.
Investiga sobre las diferentes advocaciones
Comparte todo esto con tu familia y los que te rodean
Todo esto tiene más sentido si lo compartimos con los que nos rodean, porque cuando amamos a alguien lo queremos gritar a los cuatro vientos; compartamos el amor a la Virgen con los que nos rodean, empezando con nuestros hijos. Podemos hacer material didáctico que ayude a que nuestros hijos pequeños comprendan quién es María Santísima. Para nuestros hijos más grandes podemos buscar libros adecuados a su edad y madurez como son: Las glorias de María de San Alfonso María de Ligorio, el Nicán Mopohua de Antonio Valeriano, María, mujer y madre del Padre Juan Pablo Ledesma LC. entre otros.
Lo importante es que todos tengamos presente a la Virgen en nuestra vida personal y familiar, que nos sintamos sus hijos y recordemos que “un hijo de María jamás se perderá”.
Asamblea Plenaria de los Obispos y el Primer Encuentro Eclesial
INTERNAUTA EVANGELIZADOR
Por: SEG del Valle ¿Te gustaría escuchar lo que se dijo en este gran evento en el que se reúnen los Obispos de todo nuestro país? Puedes hacerlo tanto en Facebook como en YouTube. https://m.facebook.com/diocesisqro/
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