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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro La Comunicación, hace la Comunión
No. 1269 /Año 25
N
19 de junio de 2022
U
na vez tuve padre y ahora soy padre. Este fin de semana, el domingo 19, celebramos la figura paterna de nuestra familia. Todo México festeja esta tradición, aunque es verdad que festejamos mucho y por todo y que también las muestras de afecto no son equiparables con el día de la madre porque, me parece, las de los progenitores varones son menores. A un sacerdote también se le llama “padre”, porque engendra a los nuevos hijos de Dios en la pila bautismal. Esto me hace pensar en la gran responsabilidad que este título conlleva.
Ante la pregunta ¿Qué es Ser Padre? Alejandro Ojeda Pérez responde que “ser padre es mucho más que tener un hijo” haciéndonos una bella sucesión de reflexiones sobre el tema y que aquí transcribimos: “Ser padre es reencontrarte con el niño que fuiste, y revivir la inocencia pura y limpia del Ser humano; es apreciar lo que tus padres han hecho por ti; es aprender que toda evolución que merezca la pena se hace lenta y continuamente; es comprender que el amor es mucho más de lo que se puede expresar con palabras; es sacrificar mucho sin importar lo que pierdes, porque ganas siempre; es lanzarte al vacío y nacer en la caída mucho más fuerte, y con alas. Ser padre es una ofrenda de lo más valioso que tenemos, el tiempo, a alguien que es más importante que todo lo demás; es sentirte vulnerable, tener miedo, y confirmar que ya no importa el obstáculo porque no tienes más opción que hacerlo bien, y en ese momento descubrir que ya puedes con todo lo que venga; es mirar a los ojos a la vida y sonreírle, y aprender que el mundo es un espejo que refleja lo que tú le das; es la entrega incondicional que condiciona el resto de tu vida llenándola de color, es la cadena que libera tu mente y tu alma.
Ser padre
Ser padre es creerte maestro y aprender más que nunca, es matricularte en la más prestigiosa universidad, donde se olvida lo superfluo y el mundo se reduce a al instante en que te mira; es esperar una cosa y encontrarte otra, y entender que la vida puede sorprenderte superando tus expectativas y cualquier cosa que llegaras a imaginar; es el camino que no tiene mapa, el sendero sin retorno que te transforma, la aventura que sabes con certeza te cambiará, el mágico punto de partida del resto de tu existencia. Ser padre es, en definitiva, un regalo personal que solo puedes comprender cuando lo abres, sorprendente por lo irrepetible, fascinante por lo indescriptible, porque ser padre es el amor viviendo en ti”.
Papá, muchas felicidades, que Dios te santifique en este extraordinario y hermoso ministerio.