Y de la economía, ¿quién se ocupa?
El gobierno tiene ideas y pies de barro en los asuntos económicos, dice Alberto Bonadona en un análisis que deja en evidencia la fragilidad de Bolivia. Un informe del Cedla sobre trabajo y empleo suma otros datos preocupantes. Ambos temas, soslayados por la agenda política. Pags. 3-15
¿Libros fundacionales?
Diabluras ridículas
Recordando a Busch
Homero Carvalho retoma el debate sobre la lista oficial de libros ‘fundacionalesʼ. En La Paz se olvidaron de los autores del oriente. Págs. 19
El Gobierno protesta por el uso de La Diablada en el Miss Universo. Andrés Gómez rebate la reacción, que soslaya un problema mayor . Pág. 18
A 70 años de la muerte trágica de Germán Busch, pocos recuerdan el rol que jugó como Presidente el joven cruceño. Un recordatorio. Pág. 15
Semanario Nacional
• Viernes 21 al viernes 28 de agosto de 2009 • Santa Cruz de la Sierra, Bolivia • Año 7 • Número 323 • Bs 5
EDITORIAL
Voz compartida
En la práctica...
Balance negativo H
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ay datos oficiales que no concuerdan con la realidad. El Gobierno habla de cifras millonarias como resultado de balances positivos en la economía nacional. Superátiv, reservas internacionales y flujo de capitales alimentan esas cifras. El problema se plantea al momento de contrastar las cifras oficiales con otros datos que da la realidad. La pobreza no disminuye, aumenta la concentración de capitales, hay tasas de desempleo más elevadas y mayor precariedad laboral, tal como lo confirman otras cifras tomadas también de fuentes oficiales, pero sometidas al análisis académico al que rehuyen los portavoces del poder central. ¿Quién está tomando en serio estos constrastes? ¿Qué instancia pública es capaz de encararlos? Nadie, ninguna, es la respuesta correcta, muy similar a la acostumbrada opción NS/NR (no sabe/no responde) que figura en las encuestas y sondeos. La agenda política ha copado todos los espacios de debate, análisis y gestión pública, relegando al olvido uno de los temas centrales y de mayor preocupación ciudadana, como es el de la economía. Más aún ahora, con una coyuntura electoral que trastoca prioridades y somete los temas económicos a la demagogia discursiva de quienes, teniendo la obligación de encarar y dar respuesta a los problemas económicos cotidianos, los ignoran o, aún peor, los usan nada más como insumos para adornar sus promesas electorales.
“La agenda política ha copado todos los espacios de debate, análisis y gestión pública, relegando al olvido uno de los temas centrales y de mayor preocupación ciudadana, como es el de la economía. Más aún ahora, con una coyuntura electora... ”. Hay que reconocer que esa es una tara recurrente entre quienes se turnan en el poder desde hace décadas. Así lo comprueba la cifra recogida de un análisis sobre empleo hecho por Enrique Velazco para el Inaset. En los últimos veinte años, dice el economista, Bolivia ha gastado más de quinientos millones de dólares en programas de empleo, sin tener resultados favorables concretos. En otras palabras: el tema del empleo ha servido apenas para alimentar la demagogia gubernamental de quienes se alternan en el poder central, pero no para encarar con seriedad y transparencia la solución a uno de los problemas que más contribuye al estancamiento del desarrollo nacional. Un mal en el que persiste el Gobierno actual, a costa de los que cargan con las consecuencias por la falta de un programa económico nacional y coherente. Ese panorama adverso tiene, por si fuera poco, tendencia a complicarse aún más por factores que están incidiendo de manera directa y con mucha fuerza en la economía nacional. Uno de ellos es el crecimiento de la economía ilícita que genera el circuito del narcotráfico, alimentado en su base por un constante aumento de los cultivos de coca (a decir de los economistas, el único sector en crecimiento), con un impacto directo en la política partidaria y en los poderes del Estado, sobre todo en el Ejecutivo, presidido por el máximo dirigente de las seis federaciones de productores de coca de Chapare. Es lo que los críticos han dado en llamar “narcopolítica”. El otro factor tiene que ver con la apuesta gubernamental por la explotación de recursos naturales no renovables, en desmedro del modelo de desarrollo basado más en la producción e industrialización de sectores económicamente sostenibles. Frente a este panorama, no queda más que asumir un balance negativo que va en desmedro del desarrollo nacional y de la economía de los bolivianos que enfrentan a diario el reto de producir y construir país. Un reto cada vez más difícil de cumplir, no tanto por las limitaciones personales o sectoriales, sino fundamentalmente por las cortapisas que insiste en imponer el poder central. www.semanariouno.org Viernes 21 de agosto de 2009 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
Sin vueltas
¿Alguien estará llevando el control de los gastos en propaganda política que hace el Gobierno central? Entre tantos observatorios, fundaciones y onegés afines que funcionan en el país, ¿alguno de ellos se estará ocupando del asunto? Tengo la impresión que nadie lo está haciendo, porque no escucho una sola voz de alerta sobre el despilfarro gubernamental de los dineros que nos pertenecen a todos los bolivianos. Es de verdad impresionante, aunque debería decir más bien indignante, la cantidad de propaganda política que hace el Gobierno, sus ministros y funcionarios de otras reparticiones centralizadas y descentralizadas. Los sptos gubernamentales copan los espacios publicitarios en canales de televisión, emisoras y publicaciones impresas. Ni se diga en los medios estatales que siguen funcionando como si fueran gubernamentales, y en los que aún manteniendo su carácter de privados ya son oficialistas, como es el caso de ATB. En el caso de la televisión, es sabido que el segundo se cotiza en oro (un decir, claro, porque va en dólares). ¿Cuántos cientos de miles de dólares se embolsillarán por cada tanda publicitaria, copada
Número 1 es elaborado por un grupo de periodistas independientes que han formado una sociedad editorial para publicar este semanario de circulación nacional. Maggy Talavera (directora) Ignacio Talavera Alpire (gerente) Jorge Caero (columnista) Asesor legal Dr. Jerjes Justiniano Atalá Columnistas Winston Estremadoiro (antropólogo) Alcides Parejas Moreno (historiador) Susana Seleme (periodista, cientista política) Patricia Mara (Plataforma de la Mujer) Desde Buenos Aires: Emilio García (abogado y profesor) Modelo gráfico: Fernando Pérez Christensen Diagramación: SemanarioUno
por la propaganda gubernamental? Eso me pregunté la otra noche mientras asistía al programa Buenas y Malas. En un par de tandas publicitarias no ví un solo spot que no fuera del Gobierno. En serio. Claro, imagino que a los medios (por muy enemigos que sean considerados por el MAS y sus adherentes) no les interesa en absoluto hurgar este avispero, porque están llenando sus arcas con los dineros del Estado, malgastados por el Gobierno. Al Gobierno tampoco le importa estar alimentando a su dizque enemigo número uno, conocedor del poder de penetración que tienen dichos medios en la formación o deformación de la opinión pública. Enemigos, dizque. Pensar que la Contraloría o que los responsables de luchar contra la corrupción actuarán de oficio, es soñar demasiado. No lo harán, porque saben que si lo hacen corren el riesgo de ser blanco de la ira del “supremo” que ocupa la silla presidencial. Esperar que lo hagan los observatorios, fundaciones, onegés dizque independientes, también es iluso. Tampoco lo harán, porque alguito les debe gotear de tanta chorrera de plata. No queda más que actuar por cuenta propia. Justicia por mano propia, le llaman.
Colaboran en esta edición Alberto Bonadona (economista) Angel Sandóval Salas (periodista) Gonzalo Valenzuela (periodista) Puka Reyesvilla (Agua de Mote) Homero Carvalho (escritor) Mariana Rodríguez S. (cientista política) Andrés Gómez Vela (periodista) Gary A. Rodríguez (economista / gerente del IBCE) Andrés Solíz Rada (abogado y periodista) Iván Arias Durán (ciudadano) Centro de Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) Fotografías: Elvio Montero, Carlos Hugo Vaca, ABI Correo electrónico: numerouno557@hotmail.com semanarionumerouno@yahoo.es Dirección: Calle San Germán No. 15 Urb. La Madre Recepción/telefax: 350-3585
EN DEBATE
El Loro Colla Preguntita
Si Evo Morales pide un referendo continental por las bases militares estadounidenses en Colombia, ¿por que no pide otro referendo continental para que Chile devuelva el mar a Bolivia, con soberanía territorial y acceso libre a los puertos del Pacífico? Es la pregunta que hace el diputado Walter Javier Arrázola y que repito yo. ¿Será por el Silala?
Por unos milloncitos
En el último junte de Lula y Evo, el primero ofreció carretera y mercado para textiles bolivianos, a cambio de asegurarse la explotación de las reservas de litio que posee Bolivia. ¡Bonito negocio, pero pa' Brasil, no pa' Bolivia!, dice don Andrés Solíz Rada. Joichi el hombre, pero certero: por 23 millones de dólares y una yapita de otros 70, Brasil está a punto de ganar otro Acre...
La ONU, ¿cocalera?
Estoy empezando a dudar de la ONU, ¿lucha en contra o a favor del narcotráfico? Es que en vez de alentar la erradicación de los cultivos excedentarios de la coca, que se sabe alimentan la producción de cocaína, anda desesperada por lograr la legalización de su consumo.Y no duda usar a los niños, a quienes les hará preguntar si sus padres o padastros consumen coca.Ajá.
Lobo en San Pedro
Hay varios, pero uno de los lobitos encerrados en la cárcel de San Pedro se lleva los premios. Hablo del prefecto de Pando que, pese a estar encarcelado desde hace un año, no deja de lado las mañas de todo viejo lobo de mar. Entre barrotes, Leo articuló una estrategia que le permite estar en primera fila en el tejemeneje político. ¿Su más reciente As? Jimena Costa. Evo, ¡temblad!
Numeritos cantan
Mire usted: entre 2006 y 2009, Evo nos ha endeudado con 2.550 millones de dólares, 61% de ese total es comercial y debe ser pagada a corto plazo. Adivine a quiénes les debemos más: a la CAF (51%), al BID (21%) y a Venezuela (10%). ¿Y quiénes son los más favorecidos? ABC (44,4%), YPFB (19%) y el municipio paceño en manos del socio de Evo (9%). ¡Bonita la cosa!
Recordatorio obligado
El miércoles 8 de julio, el fiscal Mario Mariscal apareció muerto en su oficina, junto a una carta póstuma que decía ‘Basta de persecusión, no seré bandera política de nadie, aquí tienen otra víctima...ʼ. Él debía iniciar en Cobija las investigaciones sobre las muertes ocurridas el 11 de septiembre de 2008 en Porvenir.A casi dos meses del trágico hecho, éste sigue sin aclarar.
La frase
“La gente prefiere antenas parabólicas que desperdiciar su plata en un polvo pasajero”. /Anónimo, en El Deber.
El costo político de la agenda económica
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a economía no figura entre las prioridades de autoridades y líderes políticos. Urge reponerla como tema central.
Basta una lectura a los informes especializados en economía para darse cuenta de los problemas que hay en Bolivia y que afectan a las grandes mayorías. Son cifras que hablan de desempleo, de empleo precario, de caída del poder adquisitivo, del alza de los costos de la canasta familiar, de contracción de inversiones, de retroceso en el comercio exterior, del debilitamiento del aparato productivo nacional. La lista es más larga, pero el recuento de la misma no es necesario para dejar constancia de la gravedad que reviste el tema. Una gravedad que, sin embargo, no parece haber calado en las instancias de decisión política que tienen la responsabilidad de revetir el panorama adverso. Y esa realidad no cala hondo en los niveles decisorios por una causa evidente: no es tema de prioridad. ¿Ignorancia, comodidad o acción premeditada? Tal vez las tres juntas. A los gobernantes de turno no les interesa encarar ni debatir los asuntos económicos, porque éstos los llevarán a cuestionar el modelo de políticas públicas y hasta de Estado que defienden de la mano del proyecto político del partido oficialista, el MAS. Y pondrá en evidencia, además, las fallas que están cometiendo en la administración de los recursos públicos. Fallas que salen a luz en los informes que presentamos a continuación, elaborados desde diferentes ópticas y ámbitos especializados. El economista Alberto Bonadona abre el debate con una interrogante: ¿Hacia dónde va la economía boliviana? Una pregunta que trata de responder en un análisis que incorpora a la lectura de las cifras económicas, los datos de la coyuntura política y electoral, además de otros referidos al ámbito internacional y a su influencia en la definición del uso y explotación de los recursos naturales que posee Bolivia en abundancia, como es el de las reservas estratégicas de litio. El Centro de Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) aporta con un análisis a fondo del tema de empleo
en Bolivia, contenido en su Control Ciudadano No. 13. Sustentado en cifras oficiales, el análisis demuestra el deterioro sufrido por la fuerza laboral boliviana debido al subempleo, desempleo y abaratamiento de la misma, para solventar éxitos económicos privados y estatales. A los análisis económico se suman otras voces más políticas, como la del antropólogo Winston Estremadoiro que recuerda las enseñanzas del estadista inglés Winston Churchill; la del abogado y periodista Andrés Solíz Rada, que advierte una nueva pérdida para Bolivia en sus recientes negociaciones con Brasil; y, finalmente, la del diputado Walter Javier Arrázola que denuncia la tendencia hacia la “narcopolítica” que está imponiendo, dice él, el gobierno del MAS.
Cinco miradas desde distintos ángulos sobre un problema central, el de la economía nacional, que pretenden alentar un debate a fondo que obligue a reponer en el escenario nacional una agenda que incorpore de manera efectiva los verdaderos y cotidianos problemas de la gente. Entre otros, el de la falta de empleo digno y sostenible; el de la ausencia de programas de desarrollo integral, también sustentables; y el de la contracción de los mercados interno y externo para la producción nacional. Todos están encadenados, como lo demuestran Bonadona y el Cedla por separados. ¿Serán capaces estas voces de trastocar la agenda nacional, hoy copada por los asuntos y disputas políticas? Depende, en parte, de la cobertura que le den los medios.
www.semanariouno.org Viernes 21 de agosto de 2009 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
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EN DEBATE A fondo
¿Hacia dónde va la economía boliviana?
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Alberto Bonadona Cossío Economista
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a única economía que crece es la de la coca, dice Bonadona en un análisis económico que incorpora los datos de la política nacional. Y anticipa: el litio puede ser la salvación del MAS.
ace un año las reservas internacionales se encontraban en los $US. 7.100 millones, hoy se encuentran en los $US. 7.950 millones. Estos son montos que nunca antes la economía nacional conoció ni tampoco experimentó un crecimiento equivalente de las mismas. Aunque la velocidad con la que ahora crecen, o sea, su tasa de crecimiento es ahora menor a la que alcanzó en 2008, no obstante los efectos de la crisis internacional, son 12% mayores en julio de 2009 respecto a julio de 2008. La economía boliviana, como cualquier otra no está ni puede blindarse frente a los efectos de la crisis internacional. Sin duda, semejante acumulación de reservas sirven y servirán para amortiguar el impacto de una crisis de los mercados internacionales sólo comparable a la experimentada en la década de los años 30. Cumplirán la labor pasiva que les ha asignado el gobierno del MAS sin mayores repercusiones en la producción nacional. Son producto de una buenísima, extraordinaria racha, por cierto fugaz, de los precios de nuestras exportaciones de materias primas: hidrocarburos, minerales y la soya.
Cuadro No. 1 Precios de las principales materias primas de exportación
Al 10 de julio, 2008
Al 10 de julio, 2009
Variación
Petróleo (WTI,US$/bl) Soya (US$ /TM) Oro (US$ /O.T.) Plata (US$ /O.T.) Estaño (US$ /L.F.) Zinc (US$ /L.F.)
141.66 453.90 930.75 18.17 10.51 0.87
59.89 289.30 910.00 12.63 5.64 0.67
(57.72) (36.26) (2.23) (30.49) (46.35) (23.08)
char para impulsar la producción de productos manufacturados, alentar la diversificación de las exportaciones, generar fuentes de empleo y disminuir la pobreza,.salvo que la producción y exportación de litio venga al rescate. Si bien por breves plazos las exportaciones nacionales de materias primas pueden subir por la especulación que predomina hoy y los minerales sirven de refugio financiero, no lograrán una total recuperación sino hasta que la crisis internacional sea superada, situación que todavía se encuentra lejana a pesar de algunos signos de reactivación como son las espectaculares ganancias de algunos grandes bancos.
“El comunitarismo productivo en Bolivia no existe, máximo se presenta en un colectivismo de comercialización porque al momento de producir el campesino originario boliviano es más individualista que cualquier “homo económicus” amante del libre mercado”. Tal cual se refleja en el Cuadro 1, todas las materias primas que exportamos han bajado de precio. Algunas, como el petróleo, que condiciona el precio al cual se vende el gas, ha caído en 58%, el estaño 46%, la soya 36%. Una racha que ya se acabó y no se la supo aprovewww.semanariouno.org Viernes 21 de agosto de 2009 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
Exportaciones y producción
El valor de las exportaciones bolivianas ha caído de $US. 2.771 millones a $US. 1.953 millones en períodos comparables hasta mayo de 2008 frente al presente año. Lo que ha ocurrido con las exportacio-
nes nacionales a Corea del Sur entre enero y abril de este año comparado con lo que Bolivia vendió a ese mismo país en el mismo período el año pasado, refleja de manera muy precisa lo que está ocurriendo con las exportaciones de minerales y la producción de los mismos. En ese periodo del año pasado se exportó a Corea cerca de 120.000 TM. Este año se exportó casi el doble de ese volumen, 93% más. Sin embargo, el valor cayó en 3,2%, o sea que Bolivia produce más y le pagan menos. Se debe tener presente que Corea es el principal comprador de zinc y otros minerales bolivianos y, lo que compra de Bolivia, es seis veces el volumen y nueve veces en valor de lo que compra Japón. Esta situación, en general, se repite en el conjunto de la minería y fue lo que indujo a que el Ministro de Hacienda, Luis Arce, desatinadamente afirmase que Bolivia no tiene porque preocuparse frente a la crisis internacional. Para este ministro no es significativo el valor que se está perdiendo por exportaciones porque, afirma, a pesar de que los precios están cayendo, la producción minera nacional se mantiene. Esta posición es digna de análisis económico. En cualquier texto de principios de economía se explica que si los precios bajan resultado de una disminución de la cantidad demandada de cualquier producto, la cantidad ofertada debe ajustarse en consecuencia. Sin embargo, por lo que
afirma el ministro de marras, esta teoría no tiene porque aplicarse en Bolivia y, por lo tanto, la reducción del valor de nuestras exportaciones no debe preocuparnos porque la caída de los precios se está compensando con aumento de la producción. Este ministro no se inmuta en lo más mínimo por esta realidad que contradice la más elemental de las teorías económicas. Personalmente, lanzo la hipótesis que semejante fenómeno se debe, por un lado, a un aumento de la explotación de los mineros cooperativistas que no han abandonado sus minas y que, para compensar la caída de los precios internacionales de los minerales, deben aumentar su producción y así intentar preservar su ingreso. Por otro lado, tratándose de la producción de la minería mediana, de propiedad pública o privada, no puede ajustarse flexiblemente a las caídas de los precios internacionales y debe operar con los precios que se imponen en estos mercados aunque la productividad descienda. Caída que se ve claramente si medimos la productividad por medio del valor de la producción dividida por la cantidad producida. Sin duda, los privados frente a la permanencia de esta circunstancia pueden despedir obreros. Las empresas públicas no tienen este recurso y deben enfrentar la baja productividad que antes enfrentaban y que ahora se ahonda. El caso que más resalta es sin duda el de Huanuni.
EN DEBATE Minería
y empleo
Lo que acontece en el empleo en el sector minero da una pauta de lo que está aconteciendo en el empleo en general. Lo cierto es que la desocupación está en aumento como lo está la pobreza. La tasa de desempleo, de acuerdo al CEDLA, se encuentra bordeando el 10%. Los datos oficiales apuntan a la mitad de esa cifra. Lo cierto es que en el tema de empleo cualquier estimación para Bolivia puede estar correcta porque ampliamente esa tasa refleja los más variados tipos de ocupación; tanto el empleo formal, aquel que paga a la seguridad social e impuestos, como el que se dedica al contrabando, la venta de ropa usada, el pisa-coca, el traficante de drogas, o está estacionalmente ocupado en algún tipo de zafra. Pero el desocupado, como cualquier ciudadano de este mundo, debe subsistir y al no encontrar una fuente formal de empleo busca una fuente de ingreso en la gigantesca masa de empleo informal que, a la vista de los estudios de empleo, pues ya no está desocupado. Las estimaciones más informadas establecen que un 70% de las familias bolivianas obtienen sus ingresos de actividades informales. Estas son actividades que aunque sirven un propósito, especialmente en ensanchar la intermediación y facilitar la circulación de productos, no aumentan la creación efectiva de la riqueza nacional, al menos de la legalmente aceptada. Si bien es cierto que las construcciones de viviendas se encuentran en permanente aumento desde hace casi un lustro, esto refleja principalmente el crecimiento de nuestras exportaciones, las legales e ilegales. Ahora que las exportaciones legales se ven afectadas sólo queda el incremento de las exportaciones ilegales. No en vano la frontera agrícola que más ha crecido en los tres últimos años es la del cultivo de coca. Ya nadie puede negar esto. La economía de la coca de significar el 0,39% del PIB en 1999 hoy se acerca al 2% del PIB. De acuerdo a la evaluación hecha por la oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Onudd) la coca logró movilizar nada menos que $US. 293 millones el pasado año. Esta actividad agrícola es una fuente de empleo y de ingreso que cada día adquiere mayor vitalidad en toda la economía y que por constituir un flujo permanente en ascenso tiene efectos multiplicadores en el sentido keynesiano. Esto es, contribuye a la aceleración de las actividades que recibe la inversión de sus réditos. Sin embargo, no es la actividad que puede construir la
Según el Cedla, la tasa de desempleo bordea ya el 10%, aunque el Gobierno insiste en sostener que es menos de 5%. La realidad, sin embargo, le da la razón al Cedla y no al Gobierno, tal como se prueban datos estadísticos y se ve en las calles de las principales ciudades del país.
economía nacional. Por el contrario, el crecimiento que ahora exhibe puede “gangsterizarla”. La suerte del gobierno del MAS El actual gobierno es un gobierno con suerte e ideas con pies de barro. El comunitarismo que predica es más una creación de sus ideólogos, que con un idealismo hegeliano o tal vez weberiano, intentan convencernos que en Bolivia la comunidad originaria campesina es la fórmula de salvación productiva para toda la economía nacional. En primer lugar, el comunitarismo productivo en Bolivia no existe, máximo se presenta en un colectivismo de comercialización porque al momento de producir el campesino originario boliviano es más individualista que cualquier “homo económicus” amante del libre mercado. Puede intentarse el ejercicio mental de querer encontrar comunitarismo en las cooperativas mineras. Sin embargo, por su modo de producir son unidades productivas de empresariado precario con un alto grado de explotación de los trabadores, baja productividad, poco uso de maquinaria y equipo. Se evidencia sin mayor esfuerzo mental que están muy alejadas de cualquier tipo de colectivismo o, tal vez, se encuentran algo más cercanas a la cooperación simple que se mostró en los albores del capitalismo del que nos habla Marx en El Capital. Por otra parte, se está impulsando el concepto de nacionalidad dentro de las líneas que se utilizaron en la ex Unión Soviética, la cual no llegó a consolidar su unificación por las grandes disparidades que impulsó entre las diferentes nacionalidades y etnias que formaban parte de esa república. Llegó donde ahora está; desintegrada y con un enorme poder
que ejercen sus fuertes mafias en su economía privatizada. La actual Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia reproduce a su manera lo que se hizo en la ex URSS y por ese sendero nos encaminamos a la desintegración como sociedad boliviana. Con todos sus defectos históricos, Bolivia debe encaminarse a una sola nación, una República, una economía descentralizada sí, pero con visión de un solo país. Todo lo contrario es lo que se está construyendo (o destruyendo).
que la construcción de un automóvil incorpora. La energía para los vehículos debe ser más ecológica y los plásticos más reciclables. El combustible ecológico puede ser el litio del cual Bolivia guarda el 53% de las reservas mundiales. Lo que falta saber es si el Estado Plurinacional logrará conjugar el comunitarismo originario con la globalización. Esta exige una visión muy distinta del mundo de hoy y, particularmente, de un país pobre como Bolivia que no puede prescindir de la internacionaliza-
“La gran facilidad de regalar dinero por medio de bonos, gracias a la explotación del litio que inevitablemente formará parte de la solución a la crisis internacional, puede contribuir a prolongar al MAS en el poder por tiempo indeterminado.” Las reservas internacionales no fluirán por los veinte años o toda la vida que busca el MAS mantenerse en el poder. Lo que se tendrá en un predecible futuro en Bolivia es una economía desbaratada y muchos grupos que casi tribalmente se enfrentarán entre sí. Salvo, y esta es una gran salvedad, que la crisis del capitalismo en su ansiada búsqueda de soluciones a la actual crisis internacional realice transformaciones profundas en el uso de energía y haga del litio boliviano la mercancía de la salvación. La industria del automóvil representa al capitalismo actual mejor que cualquier otra y necesita regenerarse. Para ello debe volverse más ecológica y abandonar los hidrocarburos, tanto como combustible como en el uso de las innumerables variedades de plásticos
ción capitalista. Aquél requiere de una clara concepción que supere el animismo y la concepción mágica que invade todo lo referido a la producción comunitaria y que no alcanza a incorporar procesos de producción efectivamente colectivos que eleven el producto social y lo potencien. Pero la suerte puede otra vez favorecer a este gobierno que, con pocas y débiles ideas económicas no logra orientar el desarrollo productivo del país pero que quizás logre sobrevivir en el populismo que ha entronizado. La gran facilidad de regalar dinero por medio de bonos, gracias a la explotación del litio que inevitablemente formará parte de la solución a la crisis internacional, puede contribuir a prolongar al MAS en el poder por tiempo indeterminado. www.semanariouno.org Viernes 21 de agosto de 2009 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
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EN DEBATE
Rumbo a la narcopolítica en Bolivia
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El trabajo en actividades lícitas está en desventaja, frente a otras actividades ilícitas que tienen gran capacidad de generar ganancias millonarias. Esto sí es cuestión de Estado.
tra voz advierte peligro por la abierta injerencia de la economía de la coca-cocaína en la política nacional.
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Walter Javier Arrázola Mendivil Diputado Nacional
E
n los procesos económicos, a fin de acaparar poder, se utiliza la estrategia de la captura del regulador, esto implica tomar el control del ente regulador y legal para eludir los controles y regulaciones a las que estas empresas deberían estar sometidas dentro de la institucionalidad de un Estado Democrático. La captura del regulador por lo general conlleva al tráfico de influencia, el uso de información privilegiada, barreras de entrada a nuevos competidores, como consecuencias monopolios, privilegios legales o --en su caso-influenciar en el proceso legislativo para crear ventajas “legales” y “legítimas” a su sector; que por lo general esto va acompañado con la corrupción en los estrados judiciales; en fin todo beneficio que pudiera favorecer los intereses del actor dominante o empresa. Hoy nos encontramos ante un nuevo concepto económico y político dentro del narcotráfico, que es la captura del Estado. En Bolivia, la del presidente Evo Morales, se han dado todas las condiciones e incentivos para que el narcotráfico logre capturar democráticamente al Estado Boliviano. El Estado Boliviano se encuentra, o está por serlo, capturado por el narcotráfico.
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Para este fin, en primera instancia, el poder político ha sido capturado por un sector de interés en Bolivia, que son los campesinos cocaleros a los cuales representa el presidente de Bolivia, quien casual y extrañamente es también el presidente de las seis federaciones de productores de coca más grandes que tiene Bolivia. Si vemos los índices del crecimiento de los cultivos de hojas de coca, los índices de aumento de producción de cocaína y pasta base de la cocaína en Bolivia, el mundo y la comunidad internacional deberían estar sorprendidos. Desde que Evo Morales asumió la Presidencia --en 2006-- la producción de hoja de coca creció 20 por ciento y la producción de cocaína se incrementó en 65 por ciento, cifras de crecimiento exponenciales. Además, las detenciones y las sanciones efectivas hacia los carteles o narcotraficantes han sido inversamente proporcionales a los anteriores datos; es decir, han decaído las sanciones judiciales efectivas y las aprehensiones in situ. En Bolivia todavía no se ha industrializado el gas, promesa de campaña del gobierno de Morales, pero si la coca. Los carteles han importado las más avanzadas tecnolo-
gías para su producción, donde no se encuentran grandes fábricas sino micro empresas con gran capacidad de producción. Estadísticamente la generación económica de este sector daría a pensar que se han mejorado las condiciones de vida de los ciudadanos en los lugares donde se cultiva la hoja de coca, puesto que campesinos pobres compran varios microondas y lavadoras industriales, además de autos lujosos (sobre todo 4x4). En realidad los equipos electrodomésticos no son usados para el uso domestico sino para el empresarial del narcotráfico. Hoy los carteles de narcotraficantes que están siendo perseguidos en Perú, Colombia, México o Brasil, tienen un paraíso terrenal y fiscal: el Estado Plurinacional de Bolivia, lugar donde se mueven tranquilamente. Los costos de oportunidades y transacción en Bolivia son mínimos y la persecución Estatal con la correspondiente sanción punitiva de aquellos delitos de igual manera. Existe mucha probabilidad que un gran narcotraficante no sea detenido, quienes si engrosan las filas en las cárceles bolivianas son las famosas “mulas”, que también sirven como medio para desviar la atención de las autoridades policiales quienes detienen e incautan pequeñas cantidades de estupefacientes mientras el grueso de la droga sale libremente por los cielos bolivianos. Existe un privilegio constitucional en Bolivia que incentiva a los narcotraficantes a producir hoja de coca, con la reforma ilegal que consiguió Morales a través del referéndum constitucional aprobado en enero de 2009 –la misma reforma que quiso hacer Mel Zelaya en Honduras. El artículo 384 de la Constitución de Morales dice: “El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; en su es-
tado natural no es estupefaciente. La revalorización, producción, comercialización e industrialización se regirá mediante la ley”. La campaña para la reelección de Evo Morales será financiada, a declaración de él, por las donaciones que harán todos los productores cocaleros de varias libras de hoja de coca por campesino, en las presidenciales a realizarse el 6 de diciembre de este año. Asumiendo que ningún productor estuviera ligado directamente con el narcotráfico, la pregunta que debemos hacernos es: Si el narcotráfico disminuyera, ¿quiénes se verían afectados social y económicamente en Bolivia? ¿Los consumidores? No lo creo, porque el mercado interno es muy pequeño; pero sí los grandes carteles de la droga, por supuesto. Existe un conflicto de intereses entre lo que represente Evo Morales como presidente de un país y como defensor a ultranza del sector que lo hizo presidente. Es decir, indirectamente están protegiendo al narcotráfico (lo otro no podemos aseverarlo con certeza). Si cae la producción de hoja de coca, se cae el narcotráfico, si esto sucede, se cae Evo Morales por no proteger y defender al sector que representa, los campesinos cocaleros. El problema no termina ahí, sino recién comienza. El Chapare, lugar fuerte de Evo Morales y donde se produce la mayor cantidad de hoja de coca --cabe recalcar que esta no es apta para el consumo humano-- empiece a expandir su control político y electoral en el país; o en su caso los carteles de narcotraficantes empiecen a financiar directamente las campañas políticas (si es que ya no la estuvieran haciendo) para tener influencia en el parlamento, municipios y/o gobernaciones. Por ahora, sería solamente al partido de gobierno que defiende al sector que les provee las materias primas, pero luego eso ya
EN DEBATE
no le interesará a los carteles. Evo Morales será descartado por los mismos cocaleros o por los grandes industriales del sector. Cuando se logre completamente la captura del Estado por el narcotráfico, a estas organizaciones criminales, dentro del razonamiento económico, no les interesará financiar a los partidarios o grupos afines a Evo Morales, sino también a la de sus opositores, sean de izquierda o de la derecha. A los carteles solo les interesará capturar al Estado y defender sus intereses corporativos como lo haría cualquier holding internacional. El libre mercado del narcotráfico en Bolivia está en su máxima expresión, no paga impuesto, reduce el control del Estado, no tiene fronteras y, por si fuera poco, se ha transnacionalizado. Al analizar la geopolítica latinoamericana habrá que preguntarse: ¿Qué interesante pueden ser los nexos sin control aéreo entre Bolivia, Venezuela, Ecuador, Cuba y Nicaragua para los carteles? ¿Que se podría estar comerciando tanto dentro del ALBA? O, ¿que estarán llevando como cargas los aviones Hércules venezolanos que constantemente llegan y salen de tierras bolivianas? Parece que la imagen del indígena que ha construido Evo todavía es más fuerte que la realidad que vive Bolivia. No hay que olvidar que Evo Morales hace sólo 6 años reivindicó y se apropió del discurso político del indigenismo. Entonces, solamente representaba a los productores cocaleros. Morales no es más que un mestizo como lo somos muchos latinoamericanos, a quienes la constitución aprobada por su régimen nos ha negado el derecho de la construcción histórica del mestizaje. El proyecto de construcción ascendente del poder, en palabras del vicepresidente de la república de Bolivia, el ex-guerrillero del MRTK Álvaro García Linera, consiste en consolidar derechos de unos ciudadanos a costa de los derechos de otros, de la clase social y política calificada como “indígenas campesinos y originarios” –que en su mayoría están agrupados entorno al proyecto de Morales-- sobre los blancos y mestizos de Bolivia. Hitler no logro constitucionalizar su racismo en la Alemania Nazi, Evo Morales sí. Luís García Meza, dictador de Bolivia cuando el narcotráfico estuvo en su auge, y su ministro Luís Arce Gómez --actualmente recluidos en el penal de San Pedro de Bolivia—no lograron “capturar del Estado”, menos aún el poder total en Bolivia. Evo Morales parece que sí está a punto de lograr ambos objetivos: capturar el Estado y el poder total en Bolivia.
Manos brasileñas en el litio boliviano
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olivia sigue comentiendo el error de dilapidar sus recursos naturales, dice Soliz Rada. Una dura crítica a Evo.
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ula sólo tiene que comparar a Evo con Mandela, para conseguir lo que quiere de Bolivia. Claro que Mandela unificó a su país, en tanto que el nuestro quedó astillado en 36 “naciones”. El cumplido fue lanzado en la visita del Presidente brasileño al Chapare, Cochabamba, donde, una vez más, las discusiones entre La Paz y Brasilia se centraron en el futuro sin evaluar lo pasado. No ocurrió lo mismo en la negociación con el país vecino que tuvo lugar en los inicios del actual gobierno, en la que intervine como Ministro de Hidrocarburos. En la oportunidad, los personeros de la nación vecina presentaron un borrador de acuerdo en el que se proponía mantener los precios y condiciones de la venta de gas, a cambio de algunas becas universitarias y de un estudio para instalar un polo gas-químico binacional, ofrecido desde hace años. En respuesta, después de una rápida reminiscencia a la guerra del Acre y tratados previos, en los que Bolivia perdió 400 mil kilómetros cuadrados, rememoramos que los mega campos que opera Petrobrás en Tarija fueron descubiertos por YPFB, de manera que el ente brasileño recibió enormes utilidades inmediatas, sin amortizar costos exploratorios. Anotamos que el régimen de Sánchez de Lozada (error ya cometido con Argentina) aceptó vender gas húmedo (sin separar los licuables), razón por que Bolivia pierde alrededor de 350 millones (MM) de dólares anuales, o sea 3.500 MM desde que se inició el contrato. Puntualizamos que Brasil se comprometió a instalar con el gas boliviano 49 termoeléctricas: 25 en su territorio y 24 en el nuestro. El incumplimiento a este compromiso fue total. Luego censuramos el acuerdo entre Repsol y Petrobrás para vender gas a San Pablo, de espaldas a YPFB, con lo que se violó el contrato Bolivia-Brasil. Opinamos que no podía seguirse vendiendo gas a la termoeléctrica de Cuiabá a precio de regalo. Lo concreto es que semanas más tarde renuncié al cargo al constatar que el
flamante régimen carecía de decisión para cumplir el decreto de nacionalización de los hidrocarburos. Evo y Lula han preferido otra vez hablar del futuro, lo que implicó admitir la posible participación brasileña en la explotación del litio. La compañía Vale (consorcio Brasil-EEUU) adelantó que invertiría 1.500 millones de dólares en baterías de litio, sumándose a la competencia con Toyota, Mitsubishi, Sumimoto y Bolloré. Si, en forma previa, no creamos la Corporación Boliviana del Litio y no anotamos como nuestro el valor de las reservas del salar de Uyuni en las bolsas de valores, el que supera
es minúscula. Bolivia no debería, por elemental sentido de sobre vivencia, dejar que la potencia emergente controle el litio. Brasilia ya logró que el hierro del Mutún sirva sólo para alimentar sus acerías. Su tuición sobre el gas se mantiene incólume. Su decisión de instalar hidroeléctricas que nos afecta es inamovible. Los financiamientos brasileños son onerosos. Recordemos que Paraguay, después de 30 años de exportar hidroelectricidad a Brasil, le debe 20.000 MM de dólares, acumulados por intereses bancarios. Las constructoras brasileñas son hábiles para financiar campañas electorales. Los partidos tradiciona-
Andrés Soliz Rada Periodista y abogado
“¿Cuándo entederemos que detrás del apoyo al Estado Plurinacional por parte de Insulza, Lula, Sarkozy y Medvèdev está el interés extranjero por liquidarnos? ... Por nuestra dificultad en entenderlo, repetiremos la tragedia de nuestra historia.” los 4.000 MM de MM de dólares, repetiremos la tragedia de nuestra historia. Ningún gobierno ha explicado el por qué no anotamos hasta ahora las reservas de gas y del hierro del Mutún. La apertura por un año del mercado brasileño para textiles, por 21 millones de dólares, a condición de usar materia prima del país vecino,
les y el MAS no han podido negarlo. ¿Cuándo se permitirá que el Estado y empresas nacionales construyan carreteras a precios razonables en lugar de someternos al interés foráneo? ¿Cuándo entenderemos que detrás del apoyo al Estado plurinacional de Insulza, Lula, Sarkozy y Medvédev está el interés extranjero por liquidarnos?
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en debate Barlamentos
Visita a mi tocayo
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l tocayo al que alude Estremadoiro es Winston Churchill, el estadista inglés del que recuerda frases para hablar de la política boliviana y de los dirigentes que la conducen.
Winston Estremadoiro Antropólogo
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l centro cívico de la límpida Toronto, Canadá, es la Nathan Phillips Square. Ostenta un contrapunto de lo viejo –el antiguo edificio del ayuntamiento, ahora convertido en museo- y lo nuevo, dos llamativos rascacielos semicirculares que albergan a la municipalidad. Abrazan a un domo enano que parece un platillo volador y es dedicado a la cultura, que se desparrama en ferias en playa abierta rematada por un estanque –en invierno pista de patinaje sobre hielo y en verano espejo de agua donde flotan plantas floridas.
inglesa y la envió a la batalla”! Contrastaré sus dichos con ocurrencias de políticos, un trastoque de héroes por villanos en la historia y la situación de la democracia en Bolivia. Me inspira un reciente intercambio entre Tuto Quiroga y el Vicepresidente. Pareció jocosa pelea de vivanderas de mercado. El uno se refirió a la coalición gobiernista como “junt’ucha”, saldos diversos de comida recalentada; el otro replicó con la comparación de la oposición con el “k’oñichi”, plato recalentado que se sirve el día después. Quizá fueron certeros en las analogías, pero
“Acarrea éxito repartir dinero bajo la rúbrica de bonos; han reemplazado a las talegas que antaño llevaban los demagogos. Ninguna devuelve la dignidad de un empleo ni saca de pobre a nadie, pero compra votos.” En el remanso para leer o comerse un sándwich de un parque adyacente, piden migajas palomas golosas, gorriones atrevidos y temblorosas pero audaces ardillas. Hacia la calle, en un descampado de césped, reina una estatua de Winston Churchill, de cuerpo entero y en la actitud resuelta –manos al revés en las caderas- postura suya al visitar barrios londinenses destruidos por los bombardeos nazis. En su base granítica están grabadas algunas de sus frases más célebres. ¡Qué elocuencia acompañada de una prosa depurada, de quien dijo John F. Kennedy que “movilizó a la lengua
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me aventuro a decir que sus magras carnes delatan poco afecto a la buena mesa. No me gusta la “junt’ucha”, a veces indigesta como almodrote gobiernista, pero ¿cómo negar que el “k’oñichi” de un asadito a la olla es más rico al día siguiente? Nadie duda de la grandeza del estadista inglés. Su frase “no tengo nada que ofrecer sino sangre, fatigas, sudor y lágrimas” al tomar el timón de la nave de su país de su pusilánime predecesor, Neville Chamberlain, a quien no le enrostró la claudicación de Munich y la entrega de Checoslovaquia a Hitler. Compáren-
lo con el mesiánico que tenemos de Presidente, maestro inmodesto de la presunción de que fue malo todo lo hecho antes de su cuarto de hora; de que hay que atosigar al antecesor con acosos y juicios, como si en el futuro no le pudiera llegar su San Martín. Miren al Churchill del desastre de Dunkerque, en que la soberbia o la desidia enemigas permitieron repatriar bajo fuego casi 350.000 desarmados soldados británicos y franceses. Les devolvió ánimo con su “No flaquearemos ni fracasaremos. Iremos hasta el final. Pelearemos en Francia, pelearemos en mares y océanos, pelearemos con creciente confianza y creciente fortaleza en el aire, defenderemos nuestra isla a cualquier costo, pelearemos en las playas, pelearemos en los campos de aterrizaje, pelearemos en los campos y en las calles, pelearemos en las montañas; nunca nos rendiremos”. Contrástenlo con Boquerón, que hoy el delirio patriotero equipara con epopeyas en las Termópilas, Masada, Numancia, Natal, El Álamo, Camerone: ¿tienen idea de ellas los bolivianos? Ni saben que en La Paz la pérdida del fortín heroico fue distraída con una altisonante celebración de los 400 años de la caída del Imperio Inca. Tampoco que los culpables del “Boquerón abandonado, sin comando ni refuerzos” –como dice la canción-, no fueron penados de acuerdo a la ley militar por maniobras de David Toro, mariscal del corralito de Villamontes y la retirada de Picuiba, luego premiado con la presidencia. Aún más doloroso es evocar a mi profesor de inglés en el Colegio Militar, viejito al que prometíamos portarnos bien
si contaba anécdotas de la guerra. Lo ascendieron a general y reconocieron como héroe cuando ya había muerto o estaba en las últimas: el gran Manuel Marzana. ¿Acaso no hay paralelos distractivos en la “entrada de reivindicación de la Diablada boliviana”, mientras se escurren como ratas la claudicación a Chile en las vertientes de Silala y la incompetencia vergonzosa de modificar el contrato de venta de gas al Brasil? Decía Winston Churchill que “La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”. Ilustra la anomalía política provocada por el desgaste de la democracia representativa en Bolivia y la resurrección del populismo estatal, con el tónico del maletín de petrodólares del caudillo venezolano. A la desazón de los electores por el “consenso de repartijas” en partidos tradicionales, sigue la desilusión de sectores medios con un régimen basado en el “consenso de talegazos”. No hurgaré el avispero de los gastos reservados, más abundantes que nunca, con que se reparten prebendas a troche y moche. A uniformados de bandera tricolor, a jilacatas de poncho rojo y wiphala, a sindicalistas y agitadores de “movimientos sociales”. Además de corrupto, el gobierno actual es divisionista, autoritario y prorroguista. Acotaba mi tocayo inglés una ironía: “El mejor argumento en contra de la democracia es una charla de cinco minutos con el votante medio”. A la empobrecida gente le importa más el fideo o la marraqueta que el futuro de la patria. ¿A quién le quita el sueño la economía, si hay plata abundante por el narcotráfico? Acarrea éxito repartir dinero bajo la rúbrica de bonos; han reemplazado a las talegas que antaño llevaban los demagogos. Ninguna devuelve la dignidad de un empleo ni saca de pobre a nadie, pero compra votos. ¿Qué le importa a Evo Morales que Winston Churchill haya sentenciado que “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”? www.winstonestremadoiro.com winstonest@yahoo.com.mx
EN DEBATE
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olivia sigue siendo uno de los países más desiguales de la región, según el más reciente estudio del Cedla sobre salarios e ingresos laborales. El 20% más rico de los trabajadores concentra el 58,5% de los ingresos. Las mujeres son las más relegadas.
Competitividad a costa de fuerza laboral barata R
eafirmando el rasgo estructural característico de un patrón de acumulación que concentra la riqueza y el ingreso, el más reciente estudio del CEDLA sobre salarios e ingresos del trabajo en los principales centros urbanos de Bolivia evidencia que el 2008 esta desigualdad distributiva lleva a que el 20% más rico reciba 14 veces más que el 20% pobre. Esta cifra es más alta en Santa Cruz (30 veces) y La Paz (18), se reduce en Cochabamba y Potosí (12) y es baja en El Alto (4 veces), por la concentración de sus ocupados en los puestos de trabajo menos calificados. El quintil (20%) más rico de la población trabajadora masculina gana hasta 30 veces más que el quintil más pobre. Este segmento se apropia del 58,5% de la masa total de ingresos laborales, frente al 3,8% que retienen los del otro extremo. Si bien no tan pronunciada, esta asimetría también se presenta entre las mujeres, donde la relación desigual es de seis veces entre quienes ganan más y menos (47,1% y 7,7%, respectivamente) (Cuadro 1). Sobre este escenario de desigualdad estructural, se suma la diferencia de género: el estudio muestra que los hombres, que representan el 56,5% de la población ocupada, reciben el 67,8% de la masa global de ingresos del trabajo, en tanto que las mujeres, el restante 43,5% de los ocupados, solamente se apropian del 32,2% de los ingresos; es decir, la masa de ingresos que queda en manos de las mujeres ni siquiera llega a la mitad (47,3%) de la que retienen los hombres. Así, Bolivia aparece como uno de los países con los mayores niveles de desigualdad del ingreso de la región, resultado de una distribución funcional del ingreso que favorece cada vez más al capital y de la creciente diferenciación salarial entre los trabajadores calificados y no calificados.
La calificación sí
Cedla Centro de Estudio para el Desarrollo Laboral y Agrario
marca la diferencia
Pero las desigualdades se extienden más allá. Por ejemplo, tomando como indicador a la mediana del ingreso horario, se tendrá que el nivel del ingreso por hora trabajada (Y/H) para 2008 en las principales ciudades del país marca una profunda brecha de ingresos entre los trabajadores calificados y los no calificados.
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“El nivel de ingreso por hora trabajada en las principales ciudades del país marca una profunda brecha de ingresos entre los trabajadores calificados y los no calificados”. Por eso, quienes ocupan puestos de trabajo que demandan menores calificaciones para su desempeño (trabajadores de los servicios y operarios no calificados), tienen una mediana de Y/H de Bs 3,4; cuatro veces por debajo del que obtienen los más calificados (directivos y gerentes), que alcanzan una mediana de Bs 12,5. Los trabajadores semicalificados (empleados y funcionarios administrativos) están más emparentados con los no calificados, en una posición que podría denominarse intermedia con un ancla hacia abajo (Bs 6,1), mientras se mantienen las brechas en contra de las mujeres. Según actividad económica, tanto en el total así como entre los hombres y las mujeres, los ingresos más bajos se encuentran en la industria manufacturera, donde la mitad de los ocupados obtiene por debajo de Bs 3,9 por hora, situación que se repite en todas las ciudades. A poca distancia se encuentra el comercio, donde la mediana llega solamente a Bs 4,2 la hora, presentándose un
caso extremo en El Alto: Bs 2,6. El persistente aumento en el número de trabajadores independientes que ingresan a esta actividad para trabajar con muy poco capital, evitando caer en el desempleo, explica en gran medida esta situación. A su vez, la construcción y el transporte son sectores conformados por la fuerza laboral menos calificada, generalmente remunerada a destajo y sin ningún beneficio adicional al salario, lo que redunda en los bajos ingresos que obtienen por su trabajo, con una mediana igual a Bs 4,6. En contraste, en todas las ciudades los trabajadores de los servicios (administración pública, servicios sociales y comunales) y otras ramas –sector financiero y servicios prestados a las empresas, principalmente– obtienen las mejores remuneraciones por hora (Bs 7,4). Ser obrero es muy pesado
Según la posición ocupacional los obreros, los trabajadores por cuenta
propia y los/as empleados/as del servicio doméstico son los que tienen las remuneraciones más bajas por hora. De hecho, la dependencia personal de las trabajadoras del hogar respecto de sus empleadores es tan fuerte que se establece una relación casi servil que lleva a la extensión de las jornadas laborales más allá de la horas normativas. Como resultado, la mediana de Y/H de este grupo apenas llega a Bs 3,1. De igual modo, dado el peso de los obreros en la industria manufacturera y la construcción, no resulta sorprendente que constituyan uno de los grupos que percibe el salario por hora más bajo entre la población ocupada (Bs 4,2), similar al que obtienen los trabajadores por cuenta propia, esto se repite para los obreros (Bs 4,4) y las obreras (Bs 2,5). Este es un claro reflejo del predominio y continuidad de las estrategias de competitividad basadas en la reducción de costos laborales antes que en la mejora de la productividad. Así, la temporalidad, la subcontratación a través de terceros, el pago a destajo, su débil o ninguna organización sindical son, entre otros, factores que explican la posición que los obreros/as han pasado a ocupar en la estructura salarial. Hoy representan el 35% de la población ocupada en las ciudades consideradas y, por lo tanto, su bajo nivel de ingresos repercute sobre el rezago general que muestran los salarios en el país. Continúa en la siguiente página
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BOLIVIA en debate VIVA Viene de la página anterior
El Y/H de los trabajadores por cuenta propia se iguala al de los obreros cuando se toma como indicador a la mediana (Bs 4,2), en cambio el promedio se ubica por encima (Bs 7,4) del que obtienen los obreros (Bs 5,2). Comparativamente, los grupos que obtienen los salarios e ingresos por hora muy superiores al promedio general son los profesionales independientes (Bs 12,5). Los empleados tienen una mediana de Y/H que equivale apenas a la mitad (Bs 6,3), es decir, una mejor posición ocupacional entre los asalariados no siempre les garantiza mejores remuneraciones. Subvaloración del trabajo
en el sector privado
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Explorando en el sector empresarial, el estudio encontró que como resultado de las políticas de flexibilidad salarial, en la gestión 2008 la mediana de Y/H apenas se ubicó por encima de la media general. Tanto en las empresas típicamente capitalistas (grandes, medianas y pequeñas) como en las que el dueño interviene en la producción (semiempresarial), la mediana de Y/H es Bs 5, donde queda claro que la remuneración del trabajo –muy por debajo de su valor– y la extensión de las jornadas, además de su inten-
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sificación, siguen siendo los mecanismos privilegiados para mantener o elevar sus niveles de rentabilidad y lograr cierta competitividad en los mercados. A partir de esta lógica empresarial que tiene efectos adversos para su propia reproducción y crecimiento –por la vía del achicamiento del
mercado interno y la vulnerabilidad en su inserción externa– la mediana de Y/H entre sus ocupados equivale a menos del 50% de la que obtienen los trabajadores del sector estatal (Bs 10,4). Claramente, la política salarial actualmente no beneficia a los ocupados en el sector privado, donde la normativa se aplica en un
porcentaje reducido de las empresas. Además, a pesar de su mayor productividad relativa, la subvaloración de la fuerza laboral en el sector empresarial refuerza el rezago salarial y de los ingresos del trabajo en los centros urbanos del país, pues sus efectos se expanden –por la vía del mercado de bienes y servicios– hacia el conjunto de las remuneraciones del trabajo. Se puede plantear, por último, que además de los factores institucionales vinculados con la política salarial o los factores económicos asociados con la productividad, el excedente de fuerza de trabajo y la débil posición negociadora de los trabajadores organizados son factores cruciales a la hora de explicar la evolución de los salarios y su nivel en una determinada coyuntura. Estos factores determinantes se visibilizan cuando el indicador se refiere al ingreso horario, pues la subvaloración del trabajo donde existe trato salarial ha estado acompañada de la ampliación de las jornadas de trabajo; a su vez, el aumento en la jornada laboral promedio respecto a la normativa (una o más horas dependiendo del sector del mercado de trabajo), debe considerarse como el resultado de los bajos salarios, es decir, de la mayor
debate ESTADOBOLIVIA DEen DERECHO VIVA explotación que lleva a la fuerza laboral a prolongar su jornada en forma involuntaria y bajo la presión del aumento en el costo de vida. Concentración en niveles inferiores al promedio
Considerando los salarios e ingresos netos, el ingreso promedio de los trabajadores para el conjunto de ciudades es de Bs 1.427. Sin embargo, casi siete de cada diez tienen un ingreso inferior al promedio. Entre los hombres el promedio es de Bs 1.709, pero seis de cada diez gana por debajo de ese monto; de igual manera, las mujeres tienen un ingreso medio de Bs 1.062, mientras que ocho de cada diez ganan por debajo de ese monto. Santa Cruz se presenta como la
ciudad con ingresos medios más elevados, mientras que El Alto se ubica en el otro extremo, pero estas ciudades tienen en común con las demás un alto porcentaje de trabajadores con remuneraciones que se ubican por debajo del promedio, lo que ratifica el alto grado de dispersión o desigualdad en su comportamiento. Frente a niveles tan desiguales de ingresos, la mediana es un indicador más representativo de lo que gana la población trabajadora. En el conjunto de las ciudades, la mitad gana por debajo de Bs 930, Bs 1200 entre los hombres y Bs 600 entre las mujeres, lo que permite evidenciar el grado al que ha llegado la contención de los salarios y la lenta evolución de los ingresos no salariales, en los centros urbanos del país.
A través de la mediana se muestra también con mayor claridad la brecha de ingresos que separa a los hombres de las mujeres, tanto por razones de desigualdad en el trato salarial como por el acceso diferenciado a las oportunidades de empleo y la segregación ocupacional que afecta a las mujeres. Como ocurre con la dispersión del ingreso, esta característica se repite en todas las ciudades consideradas en el estudio, constituyendo un rasgo estructural de las diferencias asociadas con el género en el mercado de trabajo (Cuadro 2). Las brechas por
educación y género
Con respecto a la relación entre el nivel educativo y las remunera-
ciones del trabajo, la investigación estableció que las diferencias en los ingresos son notables a medida que aumenta la educación de la población ocupada. Los trabajadores sin estudios tienen un ingreso que apenas representa el 37% del promedio general, el paso a la educación primaria y secundaria aumenta este porcentaje al 63% y 86% respectivamente. Sin embargo, es solamente con el tránsito a la educación superior cuando se encuentra una mejora sustantiva de los ingresos hasta superar el promedio en 53% y todavía más cuando se trata de las mujeres más escolarizadas (60%). Ahora bien, con independencia del nivel educativo, existe una brecha grande de ingresos por sexos en todas las ciudades. Así, las muContinúa en la siguiente página
Amigarse Consultoría sobre biodiesel
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La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz, con el apoyo del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, está convocando a profesionales expertos en biodiesel y otros productos enérgeticos, para desarrollar una consultoría que permita conocer el impacto social de los biocombustibles en Bolivia. La convocatoria está dirigida a sociólogos, psicólogos, trabajadores sociales, antropólogos, agrónomos y ramas relacionadas al tema. Los interesadospueden consultar a través de www.cainco.org
Derechos del consumidor en Internet
Muchos consumidores desconocen sus derechos y los posibles riesgos de comprar productos en línea, asegura un estudio del Trading Standards Institute del Reino Unido. Lo dicho por el instituto británico no es novedad entre los consumidores bolivianos que, en su mayoría, desconocen sus derechos, y los pocos que sí los conocen no saben adónde quejarse. Consciente de ello, el Instituto Boliviano de Normas y Calificaciones (Ibnorca) ha decidido intensificar sus campañas de concienciación a través de todos los medios, incluida la Internet.
Financiamiento para energía limpia
La Corporación Andina de Fomento acaba de anunciar una nueva línea de financiamiento para alentar proyectos de Energía Limpia. Su presidente Enrique García dice que financiarán inversiones de hasta 30 millones de dólares, siempre y cuando se compruebe el uso de tecnologías comprobadas, como hidro, solar, eólica, biogas y otras. Los préstamos serán otorgados a largo plazo para proyectos de pequeña y mediana escala que busquen, entre otros objetivos, mayor eficiencia energética, un reto asumido por varios países de Latinoamérica.
La Cámara Forestal de Bolivia, elegida
Los directivos y funcionarios de la Cámara Forestal de Bolivia están chochos. No es para menos. La FAO resolvió designarla como organizadora de la Ronda de Negocios Forestal Mundial, convocada para el 21 de octubre próximo en Buenos Aires, en el marco del XIII Congreso Forestal Mundial que se realiza cada seis años. A la fecha, más de 2.000 organizaciones se han inscrito para participar del encuentro. En la Ronda participarán más de 200 empresarios de 30 países.
Red de Periodistas en RSE
La Red de Periodistas bolivianos especializados en Responsabilidad Social Empresarial marcha viento en popa, gracias al esfuerzo de la Fundación Coborse, al apoyo de Avina y Amigarse. En breve hará noticia.
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en debate Viene de la página anterior
jeres tienen un ingreso promedio que representa solamente el 62,2% del que obtienen los hombres y una mediana de ingresos que equivale a la mitad de la que reciben los hombres. Esta brecha de ingresos se mantiene cuando las mujeres alcanzan la educación superior (67,5%), con algunas variaciones de magnitud dependiendo de las ciudades (Cuadro 3).
Desigualdad...
Estabilidad laboral y salarios
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Uno de los mecanismos más utilizados por las empresas para abaratar los costos de la fuerza de trabajo ha sido la flexibilidad contractual, tanto en lo que hace al ajuste del número de trabajadores como en las formas de contratación. Es así como el aumento en la tasa de rotación en el empleo, la inestabilidad e incertidumbre laboral han pasado a ser casi una norma entre los trabajadores asalariados, situación que no ha variado sustantivamente aún con medidas como el D.S. 28699 . Durante 2008, sólo el 51,3% de los trabajadores asalariados en las principales ciudades del país tenía un contrato por tiempo indefinido, el 28% estuvo sujeto a un contrato a plazo fijo y el 20,7% fue trabajador eventual. En algunas ciudades como El Alto y Cochabamba, el porcentaje de asalariados permanentes cayó muy por debajo del 50% y, en otras como La Paz llegó hasta cerca del 60%, siendo aún reducido. Este rasgo, que tiende a convertirse en estructural, tiene una gran influencia en el nivel de los salarios medios. Por lo general, quienes no
“Más de 6 de cada 10 trabajadores no alcanzan a cubrir con sus ingresos el costo de una canasta normativa alimentaria y sólo 1 de cada 10 puede cubrir una canasta básica familiar completa. Entre las mujeres, 8 de cada 10 tienen ingresos por debajo del costo de la canasta normativa alimentaria; y entre los hombre, 6 de cada 10…”. tienen un contrato de trabajo permanente están sujetos a formas de pago a destajo o por obra y no reciben otros beneficios adicionales al salario (bonos, subsidios, primas etc.); asimismo, están excluidos del acceso a las prestaciones sociales de corto y largo plazo lo que supone una disminución adicional de su salario (por efecto de los gastos en salud, maternidad, lactancia, etc.), además de un mayor riesgo de desprotección social en la vejez, ya que solamente el 38% de todos los asalariados aportan para su jubilación. www.semanariouno.org Viernes 21 de agosto de 2009 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
En este escenario y tomando como referencia al conjunto de ocupados en las principales ciudades del país, en 2008 un trabajador eventual ganaba en promedio la mitad de lo que recibía un trabajador permanente y, un trabajador contratado a plazo fijo solamente llegaba a recibir el 70% del salario de aquél. Es decir, a mayor inestabilidad laboral la explotación crece y se verifica que el plus valor que se extrae de los trabajadores temporales o eventuales es extremadamente alto. En resumen, la tendencia sos-
tenida a la reducción de los costos laborales, representa la fuente principal de la plusvalía –acrecentada por la plusvalía extraordinaria que se obtiene de los trabajadores temporales y eventuales–, a la que se suman las otras fuentes que provienen de la extensión de la jornada de trabajo y su intensificación. En términos agregados, la información de la Cuenta de Generación del Ingreso, que permite analizar cómo se reparte la riqueza generada por el capital y el trabajo, resume la situación de los salarios en 2008. La proporción del ingreso que queda en manos de los trabajadores asalariados es relativamente baja y ha disminuido desde 2000, de 35% a 24,6% en 2007. En cambio, la parte de la que se apropia el capital se mantiene en torno al 50% del ingreso disponible, expresando no solamente el grado al que ha llegado el ajuste de los salarios, sino la tendencia a una mayor explotación del trabajo en contextos de elevado crecimiento económico como los que caracterizaron al período 2006-2008.
Brechas de ingreso promedio A nivel global la brecha de ingresos por sexos sigue siendo amplia. Durante el período estudiado las mujeres aumentaron su participación en la fuerza laboral de 39% a 47%. Sin embargo, considerando la masa de ingresos en las ciudades del eje central su participación en el ingreso global apenas aumentó de 26% a 32%, expresando la extrema subvaloración del trabajo de las mujeres en todos los ámbitos de la actividad económica. En efecto, en un marco de persistencia de diferenciales salariales entre mujeres y hombres (63% en el total), la mayor desigualdad se observa entre los obreros (47,5%) y los trabajadores independientes (51,0%). En cambio, siendo todavía importantes, las brechas son menos pronunciadas en el grupo de empleados (66,3%) y de los profesionales independientes (80,6%). La mayor escolaridad de las mujeres se traduce en una menor desigualdad salarial respecto a los hombres entre los empleados y profesionales independientes, en tanto que en el grupo de obreros la discriminación salarial de las mujeres está asociada a la segregación ocupacional en tareas donde son fácilmente sustituibles y, por lo tanto, con menor estabilidad laboral. A su vez, entre las mujeres que trabajan por su cuenta, el menor acceso a recursos complementarios al trabajo (capital, conocimientos, acceso a mercados, etc.), las relega a la realización de actividades que generan muy bajos retornos (comercio al detalle, servicios personales diversos, producción artesanal y otros), desde donde resulta una brecha significativa de ingresos en comparación con los hombres en similar posición. En el sector empresarial la brecha de ingresos es relativamente baja con relación al promedio (75%) debido al peso de las mujeres en ocupaciones de los servicios calificados y niveles medios y su escasa presencia en la esfera de la producción en este sector; lo propio ocurre en el sector semiempresarial donde las titulares de pequeñas unidades económicas –que también participan como trabajadoras directas– equilibran las brechas para el total (76%). En cambio, en el sector estatal la brecha de ingresos tiende a disminuir (82,9%), no sólo por la presencia de las mujeres en cargos directivos y mandos medios, sino también por la vigencia de un escalafón que iguala las remuneraciones de hombres y mujeres según categorías o niveles, en los servicios estatales de salud y educación. En relación con estas tendencias, las brechas más amplias por rubro de actividad se presentan en la manufactura y el comercio (47,1 y 62,4%, respectivamente).
en debate ... de género Brechas de escolaridad En 2001, en el ámbito urbano nacional (La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y Potosí), los hombres alcanzaban 10,3 años de estudio en promedio y las mujeres 9. En 2008 el promedio de escolaridad de los hombres subió a 11,3% y el de las mujeres a 10,3%. Entre los trabajadores asalariados que se ocupan en los sectores estatal, empresarial y semiempresarial, las mujeres superan en 0,7 e incluso en 1,5 años la escolaridad de los hombres, desde que aumentó su presencia en puestos de trabajo de nivel medio y calificados. Brechas en la jornada laboral Considerando las horas promedio se verifica una jornada mensual inferior en 35,7 horas entre las mujeres. Las brechas más pronunciadas están en los grupos de obreros (-42 horas), empleados (-38) y trabajadores independientes (-31 horas). Estas brechas se resumen en la presencia de 2,6 mujeres por cada hombre entre los subempleados por insuficiencia de horas de trabajo. Controlando el efecto de la menor jornada de trabajo de las mujeres, las brechas tienden a cerrarse y se reducen a 82,7%, es decir 19 puntos porcentuales. Entre los trabajadores por cuenta propia (74,1) y los empleados (81,3), las brechas por sexos se cierran en favor de las mujeres, mientras que entre los obreros la brecha continúa siendo elevada (60,0%). Brechas de estabilidad laboral La menor estabilidad en el empleo se ha convertido en un rasgo generalizado en 2008; hombres y mujeres están cada vez más sujetos a formas de contratación eventual, por obra o a plazo fijo (52%). Esta vez la estabilidad en el empleo se define a favor de las mujeres (105 por cada 100 hombres), por el peso de empleadas de servicios sociales del Estado (salud, educación), pues entre obreros, las mujeres aún están expuestas a intensa rotación laboral (90 por cada 100 hombres). Brechas de subempleo El creciente deterioro de la calidad del empleo entre los hombres hace que en 2008 la desigualdad por sexos baje y las condiciones tiendan a asemejarse en un piso más bajo. Usando el indicador de ingreso horario con referencia al costo de una canasta alimentaria, se observa que 113 mujeres por cada 100 hombres trabajan en condiciones de subempleo. En la brecha de precariedad laboral se encuentra un panorama similar. Mientras que más del 65% del total de trabajadores no contaba con un empleo pleno en 2008, 110 mujeres por cada 100 hombres tenía un empleo precario ya sea por inestabilidad laboral, bajos ingresos (por debajo de la canasta alimentaria) o ausencia de prestaciones sociales. Esta brecha aumenta entre los ocupados en sectores familiar y semiempresarial.
Ingresos y
costo de vida
De acuerdo con el estudio, más de seis de cada diez trabajadores no alcanzan a cubrir con sus ingresos el costo de una Canasta Normativa Alimentaria (CNA) y solamente uno de cada diez podría cubrir una canasta básica familiar completa (CBF). Entre las mujeres, ocho de cada diez y entre los hombres seis de cada diez tienen ingresos por debajo del costo de la CNA y sólo el 14% y el 8%, respectivamente, podría cubrir una CBF. En términos monetarios, esta estructura muestra que el 65,3% de los ocupados gana menos de Bs 1.288, el 23,3% gana hasta Bs 2.576 y que sólo el restante 11,4% tiene un ingreso que supera este monto. Con pocas variaciones, la insuficiencia de las remuneraciones con relación al costo de vida se verifica en todas las ciudades, mientras que se encuentran diferencias entre los grupos de la población ocupada. Ingresos y estatus ocupacional
Los trabajadores calificados presentan una mayor diferenciación en sus ingresos de modo que un tercio gana por debajo del costo de una CNA y apenas otro tercio obtiene ingresos suficientes para cubrir el costo de una canasta familiar completa. Si esto ocurre entre los ocupados con mayores niveles de calificación, en el otro extremo, están los trabajadores no calificados; el 77,6% tiene un ingreso menor o igual al costo de una canasta alimentaria y apenas el 5% tiene la posibilidad de cubrirla. Una situación intermedia presenta el grupo de trabajadores semicalificados, donde el 57% percibe ingresos que no alcanzan para cubrir una CNA, en tanto que no más del 12% alcanzaría a cubrir una canasta completa. A partir de esta estructura, se puede concluir que cualquier política dirigida a mejorar los niveles salariales y de ingresos, pasa por mejorar la capacidad productiva y la productividad en el país, con una calificación acorde a la fuerza de trabajo. Ingresos y
actividad económica
Según el estudio, los trabajadores con mejores remuneraciones son los que se encuentran en el gru-
po conformado por las actividades financieras, minería, electricidad, gas, agua y servicios prestados a las empresas que se han agrupado bajo el denominativo de “Otras ramas”. Estos grupos son los que en mayor porcentaje (25%) logran cubrir con sus ingresos el costo de una canasta familiar completa, mientras que, con porcentaje más bajo, 40% no podría cubrir el costo de la CNA. En el otro frente están los trabajadores de la industria manufacturera y el comercio, en ese orden, entre los cuales el 79% y el 71%, respectivamente, ni siquiera tienen ingresos suficientes para cubrir una CNA, en tanto que no más del 10% alcanzaría a sufragar todos los gastos de la CBF. El rezago salarial entre los obreros es de tal magnitud que en 2008 sus ingresos se encuentran por debajo del que perciben los ocupados en las actividades más precarias del comercio minorista. En un nivel intermedio se encuentran los ocupados en la construcción y el transporte; el 55% se encuentra en el tramo de ingresos inferiores al costo de una CNA, mientras que un porcentaje reducido lograría cubrir el costo de la canasta familiar completa. La extensión de las jornadas laborales característica de quienes laboran en estas actividades –sobre todo entre los conductores del transporte público– y la escasez relativa de obreros de la construcción como efecto de la migración externa o hacia actividades más rentables como la minería, son factores que explican que algunos trabajadores presenten un ingreso relativamente más elevado (Cuadro 4). Ingresos y categoría ocupacional
Los trabajadores del hogar, seguidos de los trabajadores por cuenta propia y los obreros, se en-
cuentran en los tramos más bajos de la distribución (menos de una CNA). El bajo reconocimiento social que tiene el trabajo doméstico remunerado –por lo general a cargo de mujeres jóvenes y migrantes de origen rural– se traduce en remuneraciones que se encuentran muy por debajo de su costo de reproducción. El cien por ciento gana por debajo de una canasta alimentaria en todos los contextos geográficos. El grupo de trabajadores por cuenta propia tiene una composición heterogénea, con un peso mayor de población ocupada femenina y con menores niveles de educación, así como un porcentaje mayor de personas que trabajan a tiempo parcial. De ahí resulta que tres de cada cuatro trabajadores por cuenta propia –en todas las ciudades– se encuentra en el tramo de ingresos menor a una canasta alimentaria y apenas uno de cada diez podría alcanzar a cubrir el costo de una canasta completa. La situación de los obreros es muy similar a la que se observa entre los trabajadores por cuenta propia, siete de cada diez reciben un salario menor a una CNA y no más del 3% podría cubrir una canasta completa. Esta estructura permite afirmar que los obreros tienen en común los bajos salarios, tanto los que se sujetan a contratos eventuales –montos iguales o apenas por encima del salario mínimo nacional– como los permanentes, sumando incluso el ingreso por concepto de horas extraordinarias. Por último, los grupos con mejores ingresos son los profesionales independientes, ya que el 40% alcanzaría a cubrir el costo de una canasta familiar completa y solamente el 22% no lograría cubrir la canasta alimentaria.
“Santa Cruz se presenta como la ciudad con ingresos medios más elevados, mientras que El Alto está en el otro extremo, pero ambas tienen en común con las demás ciudades un alto porcentaje de trabajadores con salarios que se ubican por debajo del promedio. En conjunto, la mitad gana menos de Bs 930: Bs 1.200 los hombres y Bs 600 las mujeres.” Ingresos y sectores
del mercado de trabajo
Un primer aspecto a destacar es la estructura altamente diferenciada de ingresos que se presenta en el sector estatal, en comparación con el sector empresarial, donde los mejores niveles corresponden a los trabajadores estatales. Un segundo aspecto remarcable es que, a pesar de los difeContinúa en la siguiente página
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en debate Viene de la página anterior
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renciales de productividad que los separa, las estructuras salariales en los sectores empresarial y semiempresarial se habrían igualado con el tiempo hacia abajo, lo que se observa en todas las ciudades. Es decir, que desde la perspectiva de los ingresos, el sector privado está cada vez menos segmentado, las subvaloración del trabajo y las formas de explotación, características de la semiempresa, se habrían extendido al sector empresarial . En efecto, entre la población ocupada en el sector estatal, cerca del 20% tiene un ingreso suficiente para cubrir la canasta familiar completa y solamente el 34,9% se concentra en el tramo equivalente a menos de una CNA, con una estructura similar en todas las ciudades. En cambio, en los sectores empresarial (60%) y semiempresarial (64,7%) los ocupados están concentrados en el tramo por debajo del costo de una CNA, y una proporción menor al 15%, en ambos, lograría cubrir con su ingreso una canasta completa. A su vez, la estructura de ingresos en el sector familiar muestra que, dado el continuo crecimiento en el número de sus ocupados, todos tienden a ganar menos en promedio de manera que en 2008, la mayoría se concentraba en el tramo de ingresos menor a una CNA, con algunas diferencias por ciudades (entre el 66% y el 83%). Es decir que los ingresos de este grupo se encuentran incluso por debajo de los que se obtienen en el sector semiempresarial. Este es un rasgo nuevo que, con mayor razón, lleva a la necesidad de distinguir segmentos al interior del llamado sector informal urbano . Por último, y como ya se ha referido, la peor situación en términos de ingresos –y ciertamente otras condiciones laborales– se encuentra entre los trabajadores del servicio doméstico vinculados laboralmente con unidades domésticas u hogares. Evolución del
salario mínimo
La ofensiva de las políticas neoliberales contra el trabajo ha colocado al salario como una variable central de ajuste para posibilitar, entre otros objetivos, la recuperación y mantenimiento de los niveles de rentabilidad, la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) y la estabilidad de precios. Esta transferencia de costos desde el capital y el Estado hacia el trabajo se anunciaba como un sacrificio temporal de los trabajadores, pero se convirtió en una constante que llevó a un rezago salarial sin precedentes y contribuyó a elevar la precariedad laboral de la mayor parte de los trabajadores en Bolivia, tendencia que se mantiene hasta el presente.
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Los trabajadores por cuenta propia perciben menos ingresos. Es el caso de albañiles, plomeros, electricistas, etc., cuyos salarios no llegan a cubrir el costo de la canasta familiar.
la crisis económica internacional ha comenzado a exteriorizarse, amenazando con irradiar rápidamente sus efectos sobre la economía de la región y de Bolivia. Entre sus primeras manifestaciones, con resultados inmediatos en el deterioro de los ingresos laborales, ha sido el alza de los precios de los alimentos, la caída por la demanda de la oferta exportable del país y el consiguiente aumento del desempleo abierto. Las orientaciones
de la política salarial
“EdfdfdfB”.
De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Belgrano, Argentina en 2008, el salario mínimo con paridad de poder adquisitivo en Bolivia ($us 63) se encontraba cinco veces por debajo del que regía en Argentina, que era más de cuatro veces menor al de Chile y casi tres veces inferior al de Brasil. Entre 2000 y 2008 el SMN real apenas creció en 1,6%, lo que difícilmente puede considerarse como un aumento; se puede decir que con dificultad mantuvo su poder adquisitivo equivalente a menos de la mitad (47,3%) del costo de una canasta alimentaria. Con todo, la determinación del SMN continúa siendo una de las piezas clave para la contención salarial en el país, prueba de ello es que el Salario Mínimo Real (SMR) en el 2008 todavía se ubica por debajo del nivel de 2002 (Cuadro 5). En la medida en que el salario mínimo es un referente para la fijación de los salarios de la fuerza laboral menos calificada y, específicamente, para quienes se sujetan a contratos eventuales o con duración definida –un elevado porcentaje de los trabajadores de las empresas de todo tamaño– su monto y evolución inciden en el comportamiento general de los salarios. La influencia del SMN en la evolución del salario medio urbano se verifica con la información disponible para 2005. Una comparación
regional realizada en la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) reporta que, como sucede con el SMN, Bolivia –junto a Ecuador– presenta el salario promedio urbano más bajo de la región: 3,5 veces inferior al de Argentina; 2,4 al de Chile, 1,5 al de Brasil y 1,4 al de Perú (CEPAL, 2006). Finalmente, comparando el salario mínimo con el salario/ingreso promedio en el período 2000 - 2007, se encuentra una relación mediabaja descendente desde 2002, donde el SMR representa apenas cerca del 40% del salario/ingreso promedio, lo que significa que su papel como referente de las remuneraciones no es igual para las diferentes categorías de trabajadores. Por lo visto, se puede concluir que el comportamiento de los salarios y, por extensión de otros ingresos del trabajo en el país, tiene una lógica que responde básicamente a los intereses del capital antes que a la necesidad de asegurar la reproducción del trabajador y de la clase trabajadora como tal. Numerosos indicadores han permitido mostrar cómo el nivel de los salarios e ingresos del trabajo y su desigualdad se constituyen en una de las cuestiones centrales de la problemática del trabajo en el país y los desafíos inmediatos que esto comporta para la gestión de las políticas públicas, en un contexto en el que
Desde 1985, la política salarial estuvo orientada a: i) lograr que la evolución de los salarios sea compatible con el mantenimiento de la estabilidad de precios; ii) instituir la libre determinación del salario entre partes y; iii) favorecer las inversiones privadas con destino a las exportaciones. Como ya se dijo, esta fue una política de deterioro salarial aplicada sistemáticamente como mecanismo de abaratamiento de costos para permitir la competitividad de las empresas y atraer la inversión extranjera, a fin de crear condiciones necesarias para dinamizar el crecimiento económico, la mejora de la productividad y la rentabilidad empresarial. Además, fue una política de deterioro salarial que no afectó en forma homogénea a los trabajadores, sino principalmente a quienes se ubican en los escalones medio y bajo de la estructura salarial: obreros (industria, construcción, minería), trabajadores de los servicios tradicionales, de los servicios sociales y los servicios comunales del Estado (educación, salud y servicios básicos). La orientación exportadora de la economía y la flexibilización del mercado de trabajo también influyeron en la evolución de los salarios. Esta última, basada en medidas de libre contratación, permitió: i) que las empresas ajustaran el nivel del empleo en función de las variaciones de la demanda, lo que creó un excedente de fuerza de trabajo en la magnitud suficiente como para incidir en el deterioro salarial; y ii) fragmentó a los trabajadores y debilitó a sus organizaciones sindicales en sus luchas por mejoras salariales y otros derechos laborales. Así, el abaratamiento de los costos salariales, directos e indirectos, y la extensión de las jornadas laborales, sin una remuneración equivalente, se convirtieron en la estrategia privilegiada del capital para mantener sus niveles de rentabilidad, más que las inversiones con destino a la mejora de la productividad. En el sector estatal, los salarios se mantuvieron bajos con la aplicación de medidas de austeridad fiscal, en particular para los ocupados en los servicios de educación y salud.
Finalmente, la lenta evolución de la masa salarial en el país, tanto por el rezago de las remuneraciones como por la escasa generación de nuevos empleos, tuvo un impacto negativo sobre el nivel y la evolución de los ingresos de los trabajadores independientes, que dependen en gran medida de lo que ocurre en la esfera del trabajo asalariado. En definitiva, los saldos observados en materia salarial y de ingresos hacia 2008 son el resultado de una política económica y salarial que durante casi cuarto siglo privilegió los intereses del capital y los equilibrios macroeconómicos, en desmedro de las condiciones de vida de los trabajadores. La política
salarial vigente
En la coyuntura, la política salarial sigue siendo una pieza clave de la política económica general y de la política fiscal específicamente, por lo cual el Estado juega un rol central en la fijación del salario mínimo y en la definición de topes de referencia para el incremento salarial. En cambio, todavía tiene un alcance limitado en cuanto a la determinación de los salarios –y su incremento– en el sector privado, donde la política establece el acuerdo patronal y laboral a nivel de empresa. En su campaña electoral, el presidente Evo Morales ofreció mejoras sustantivas en el salario mínimo y en los sueldos de los maestros y trabajadores del sector salud, lo que motivó enormes expectativas sobre su política salarial. En los hechos, sólo se hicieron aumentos anuales al salario mínimo –de aplicación obligatoria en el sector público y privado–, se aumentó el salario básico en educación y salud y se estableció la base de referencia para su incremento anual. Complementariamente, a partir de 2007 se estableció la base del incremento del salario básico en el sector privado, a través de un porcentaje de referencia para la negociación entre partes. El estudio ha demostrado que los aumentos del SMN han sido insuficientes, al menos para mantener su poder adquisitivo en el tiempo. Desde 2006 se hicieron aumentos mínimos con relación al alza del costo de vida (5% y 10% en los años 2007 y 2008, respectivamente), de manera que en este último año, el SMN ya había tenido una caída real por segundo año consecutivo. Si bien la política salarial con relación al sector privado intenta marcar una diferencia con las anteriores gestiones de gobierno, al definir un porcentaje base para el incremento salarial desde 2007 y someterlo al acuerdo entre las partes, no abandona la política que privilegia el interés patronal, lo que reduce su papel en la perspectiva de la mejora de los salarios en este sector.
Excedente de fuerza
de trabajo y salarios
El excedente de fuerza de trabajo –expresado en el grado de subutilización global de la mano de obra – es significativamente elevado en las principales ciudades del país. Tomando como referente a las ciudades del eje central y Potosí, el índice de subutilización global llega al 52% de la Población Económicamente Activa (PEA). Es decir que teóricamente, más de la mitad de la fuerza laboral quedaría desocupada si todos los trabajadores tuvieran un empleo adecuado. En esta medida puede decirse que existe una alta correlación entre la dimensión del excedente de fuerza de trabajo y el nivel de los salarios; éste tiene tal magnitud que exacerba la competencia por los escasos puestos de trabajo disponibles, creando las condiciones para deprimir los salarios y afectar negativamente el comportamiento general de los ingresos del trabajo. En un contexto donde la mayor parte de las empresas opera con bajos niveles de productividad, el excedente de fuerza de trabajo permite, también, mantener umbrales de competitividad o, en su caso, mejorar la rentabilidad, mediante el empleo de un mayor volumen de trabajadores con bajos salarios. En esta medida la generación de empleos tiene lugar a expensas de su calidad, siendo los salarios, la variable más afectada, tanto en momentos de recesión como de recuperación económica. Acción sindical y salarios
La fragmentación y atomización de la acción colectiva que siguió a las políticas y estrategias de flexibilización laboral, se expresan en la coyuntura en el mayor debilitamiento del poder de negociación de los sindicatos y en la escasa capacidad –y en muchos casos voluntad política– de las organizaciones matrices para articular, conducir y representar sus luchas económicas por mejores salarios y otras condiciones de trabajo frente al Estado y al sector privado. Esta tendencia imparable se refleja en una menor afiliación sindical, la misma que contribuye a resquebrajar los pocos espacios de acción colectiva dirigidos a transformar las condiciones en las cuáles se desarrolla la relación salarial. Son estas condiciones que inciden, también, en la persistencia de bajos salarios e ingresos en nuestra sociedad, no solamente entre quienes ocupan las posiciones ocupacionales más precarias, sino como un rasgo generalizado de la lógica de funcionamiento de la economía nacional.
Busch,
en debate
el dictador suicida
U
n recordadorio sobre el rol que jugó un joven militar cruceño en la política nacional, haciendo historia.
E
l 23 de agosto se cumplen 70 años de la trágica muerte del presidente Germán Busch. La vida y muerte de este joven militar nacido en Santa Cruz han sido motivo de muchos relatos, e incluso se han escrito dos libros, El dictador suicida, de Augusto Céspedes y Memorias de Gustavo Adolfo Otero. A pesar del paso del tiempo, historiadores que no habían nacido cuando Busch se suicidó a los 33 años de edad en su domicilio del barrio de Miraflores en La Paz, polemizan sobre la vida de este ilustre ciudadano. Céspedes recuerda a Busch como un símbolo dinámico y flamígero: “Destino de flecha incandescente o destino de granada que estalla en lo alto, ilumina la noche y de inmediato es devorada por la noche misma”. Por su parte Otero escribe en su libro: “Este presidente no era nada más que una pantera eléctrica, una fiera encadenada. Céspedes tipificando si misión como turbulenta y redentora, Otero comparándolo con Nerón y Calígula, coinciden que lo que hizo, en tan pocos años, bastan para su inmortalidad. Busch se destacó en la Guerra del Chaco, donde fue considerado el militar más valiente del ejército boliviano, asustaba a los paraguayos con sus hazañas e ingenio, y logró un rápido ascenso, ya que cuando le correspondía ser capitán, fue ascendido a teniente coronel. Al volver de la contienda chaqueña, lamentablemente, fue parte de la violencia y la esterilidad, características de otros regímenes militares. Cuando derrocó de la presidencia a su mentor, el coronel Toro, justificó su acción manifestando que había descuidado el potenciamiento del ejército. Busch asumió la presidencia apoyado por la Legión de ex combatientes de la Guerra del Chaco que lo urgió a jurar y encabezar un gobierno de renovación. Lo anecdótico del juramento, hecho el 14 julio de 1937,
fue que se realizó en la sala de actos públicos del Colegio Ayacucho. Tenía solamente 31 años de edad. Durante su mandato protagonizó dos hechos que, sin duda alguna, enturbiaron la pasión que despertaba en el pueblo. Uno fue cuando insistió en fusilar al empresario Mauricio Hochschild, por no acatar y más bien cuestionar públicamente un decreto relacionado con la venta de minerales. Después de una prolongada discusión del Gabinete, en el que había pro y contra sobre el pedido del presidente, se determinó cancelar la ejecución. Entre los que se opusieron tenazmente estaban el vicepresidente Enrique Baldivieso y el ministro Dionisio Foianini, otro patriota cruceño, con el que fundó YPFB durante su Gobierno. El otro fue cuando en palacio agredió físicamente al escritor Alcides Arguedas, a raíz de un artículo en el que criticaba al presidente. Arguedas tenía más de 60 años cuando sufrió la agresión de la que Busch, según la historia, se arrepintió de inmediato al comprender que había cometido un grave error. El Gobierno de Busch fue la primera brisa fresca que cruzó por los sombríos corredores del Palacio Quemado, y como tal no pudo permanecer aprisionado ni impregnarse de su ambiente de mentiras. Buscó él mismo, o el destino, su liberación con la muerte prematura, y esa muerte salvó esa figura que estuvo a punto de ser corrompida por la secante adulación, la astucia y el odio de la Rosca, que era como se denominaba en esos tiempos a la oligarquía minero feudal. Busch, durante ese periodo corto, fue llevado como un péndulo, entre los operadores de Patiño-Hochschild y algunas figuras nuevas que habían quedado como saldo de un ensayo de renovación. Busch fue el relámpago lejano que pronosticó la tormenta revolucionaria que se avecinaba en Bolivia.
Gonzalo Valenzuela Monroy Periodista
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sin pelos en la lengua
Comentando sobre la bandera y algo más A
Chino Caero Soto chinocaero@ hotmail.com
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l no existir antecedente histórico alguno, ni prueba que nos demuestre con certeza en qué consistía la primera bandera que flameó por los aires en este planeta llamado tierra (cubierto de agua) y, mal que nos pese, ni siquiera se había inventado la máquina fotográfica, ese pequeño aparatito por medio del cual hubiésemos sabido siquiera la forma, el tamaño y color que tuvo la primera bandera. Ante esa cruda realidad, solo nos queda dar crédito a los comentarios de historiadores antiguos que tuvieron la ocurrencia de conservar algunos relatos sobre el asunto. Así por ejemplo, para algunos historiadores la primera bandera que se hizo ondear por los aires de nuestro planeta habría sido habilidad de los fenicios, quienes colocaron en sus embarcaciones -solo Dios sabe con qué intenciones- lo que con el tiempo sería una bandera; en cambio, para otros entendidos fueron los chinos los que primero hicieron flamear una bandera, con la finalidad de diferenciarse unos de los otros. A decir de mi buen amigo Ramón Rocha Monroy, más conocido como el “Ojo de Vidrio”, un estudioso y preocupado historiador de las tradiciones y costumbres culinarias de ese hermoso valle cochabambino, donde su gente “vive para comer y come para vivir”, se cree que los primeros habitantes que tuvieron la ocurrencia de colocar una banderita blanca amarrada a la punta de un palo (cañahueca) en la puerta de sus casas, si no fueron los “punateños”, con toda seguridad que fueron los “chiceños” y lo hicieron con la finalidad de anunciar la venta de ese líquido tan elemental en la vida del buen cochabambino como es la chicha. Con el paso del tiempo llegamos a comprender que cada bandera tiene su historia y cada pueblo ama a su bandera; así, los bolivianos crearon la suya un 17 de Agosto de 1825, a tan solo 11 días de haber nacido la República. Para una mayoría de los bolivianos, el rojo, amarillo y verde merecen el respeto porque representan los colores de nuestra bandera
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Desde que se creo en 1825, la Bandera Nacional ha cambiado de colores y formas en tres oportunidades, al igual que el Escudo boliviano. Una manía muy boliviana, dice Caero.
nacional, esa bandera que se agitó en las candentes arenas del Chaco, oportunidad en la que los paraguayos, con ayuda de los argentinos, nos arrebataron todo el Chaco Boreal. A decir de mi señor padre (QEPD), declarado héroe nacional por su actuación en el Fortín Boquerón (1932), en el combate ningún soldado boliviano se rindió, todos ellos -ante la falta de aguabebieron hasta sus orines, mientras algunos comandantes uniformados estaban a 20 kilómetros de la línea de fuego, disfrutando de bebidas, bien acompañados de mujeres, en cambio los pocos soldados que quedaron vivos salieron en harapos levantando con orgullo la tricolor nacional. Como quiera que nuestro bendito país está conformado por una diversidad de costumbres y tradiciones, debemos ser ante la comunidad internacional uno de los países más folclóricos y chistosos del planeta, irresponsables hasta para cumplir con nuestros compromisos internacionales, devotos de imágenes hasta el extremo, como si tuviéramos el mejor ejército del mundo tenemos generales a montones, tan folklórico, multicultural, carnavalero y diverso es nuestro país, que festejamos el “Día del Mar” sin tener mar, como
si fuéramos un país demasiado culto tenemos más de ciento cincuenta universidades, muchas de ellas solo con fines de lucro, vivimos en un país donde se reparten bonos para conquistar adeptos que lo único que hacen es fomentar la flojera y la ociosidad del hombre boliviano. Se dice que somos el producto de varias culturas, posiblemente debido a eso sean las diferencias, contamos con una diversidad de climas, desde los más fríos hasta los más calurosos, tenemos maravillas para ofrecer a los turistas, pero no sabemos brindar seguridad, peor comodidad, al turista. Quién se iba a imaginar, tenemos dos capitales de la República y, hechos los inteligentes, a una la llamamos “sede de gobierno”. Como si fuéramos una potencial mundial en futbol y que de nosotros dependiera el futuro del futbol mundial, tenemos dos federaciones llamando a la una “Liga del Futbol Profesional Boliviano”, y como si fuéramos uno de los países más estudiosos tenemos dos Seduca, y ninguna de las dos soluciona el problemas de los bachilleres, peor la miserable situación económica del educador. Volviendo al tema de la bandera, no existe en el mundo un país
que tenga dos colores de banderas a excepción de la República de Cochabamba, ciudad en la que sus habitantes, sabiendo que el color de su bandera es celeste, a todo acontecimiento deportivo al que asisten lo hacen vestidos de negro y blanco como si fueran suchas. Conociéndolos, posiblemente lo hacen por joder y llevar la contra. No por nada se conoce a esos ilustres ciudadanos como “los contrabambinos”. Por ejemplo, el 14 de Septiembre marchan cantando “Brilla el sol de Septiembre radiante”. Sin embargo, ese día no sale el sol, es un día nublado y lluvioso. Dicen (por salir del paso): “Algún paceño nos ha cambiado la letra”. Todos mis paisanos cantan a voz en cuello “Viva Cochabamba, mayllapipis”, sin darse cuenta que “mayllar” es lavar, y que lo correcto sería cantar “Viva Cochabamba maypillapis”, que traducido al castellano sería “Viva Cochabamba donde sea”. Ahora que los bolivianos estamos disfrutando del Gobierno del Cambio que tanto queríamos, nadie puede negar que entre nosotros (cambas, collas y chapacos) siempre han existido diferencias y que hoy, gracias a los masistas en el poder, estas diferencias son más notorias. Se dice que con la intención de mejorar la Educación en Bolivia y lograr la unidad del pueblo boliviano, el gobierno a la cabeza de nuestro Divino Evo, por medio de su Ministro de Educación, imprimió más de 3 millones de libretas escolares en 14 idiomas oficiales, como para que nadie se queje y todos queden contentos. Los idiomas oficiales dentro este nuevo Estado son aimara, quechua, guaraní, bésiro, guarayo, moxeno, ignaciano, trinitario, tsimane, chacobo, movima, itinama, cabineño y castellano, seguramente con esas “políticas de cambio” que ha decidido implantar nuestro gobierno, los bolivianos estaremos más chipados que en la Torre de Babel. Nadie puede negar que el señor presidente, además de la primera dama de la nación, continuando con los Ponchos Rojos (talibanes), sienten por la gente que vive en el oriente boliviano (es decir hacia los cambas) un “cariño irresistible”. Desde que se levantan lanzan sus epítetos en contra de los oligarcas, los terratenientes, es un tema de todos los días, para luego decir hipócritamente “nuestros hermanos
cruceños”. Este comportamiento hipócrita de alguna manera perjudica nuestro progreso como nación. Todos los días repiten en sus noticieros “La Paz y nada más”, disfrutando felices de los impuestos que genera Santa Cruz y por eso se oponen a la autonomía. Debido a esa falta de entendimiento entre nosotros es que los bolivianos cambiamos en tres oportunidades los colores de nuestra enseña patria (la primera el 17 de agosto de 1825, la segunda el 26 de julio de 1826 y la que actualmente está en vigencia el 5 de noviembre de 1851). También tuvimos la peregrina idea de cambiar en tres oportunidades nuestro escudo nacional y, últimamente y por tercera vez, y esta vez por decreto, le cambiamos el nombre a la hija predilecta del Libertador (República de Bolívar, luego Bolivia y últimamente Estado Plurinacional Comunitario, multiétnico y folklórico). Con lo que yo no estoy de acuerdo es con la forma en cómo se quiere implantar un nuevo símbolo patrio, es decir, obligar a todos los bolivianos a rendir culto a una sábana de 7 colores llamada whipala, que si bien está aprobada por la Nueva Constitución, tampoco podemos negar que ésta ha sido aprobaba en un cuartel y a espaldas del pueblo, peor la cosa si todos sabemos que esa sábana multicolor la acarrean a dónde van los Movimientos Sociales (S.S.), ya sea para brindar apoyo a su presidente o para ultrajar a quienes no comparten sus ideas (si es que la tienen). Los cochabambinos nunca olvidaremos el ultraje que sufrió la Prefectura de Cochabamba a manos de estos vándalos, cuando en un acto cobarde y queriendo humillar al pueblo quemaron las puertas de su Prefectura y hoy en día, debido a la falta de voluntad y cariño para con la ciudad, como queriendo burlarse del pueblo, le colocaron unas puertas con barandas de fierro como si se tratara de una chichería y no hay quién reclame por este abuso. Por donde se mire y para terminar podemos decir que los caprichos no se pueden imponer, ya nos machucaron con elecciones y referéndums, se instaló una Asamblea Constituyente donde una mayoría de incapaces disfrutó de buenos sueldos y ¿alguien se ha preguntado qué sacamos en beneficio para el pueblo? ¡Nada! ¿Que sacaríamos en bien de la ciudadanía si nuestro Gobernador, sabiendo que en todo el departamento de Santa Cruz existe gran cantidad de habitantes provenientes del interior, entre los que abundan los “talibanes” conocidos también como “los ponchos rojos” (esos ciudadanos que solamente se bañan cuando les pesca una lluvia), mediante una Ordenanza Prefectural obligara a todos a bañarnos dos veces al día como lo hacen los cambas? Creo que sería un abuso y un atentado en contra de sus costumbres.
estado de derecho
D
os miradas comparten una misma preocupación: la falta de articulación de un acuerdo político entre las fuerzas opositoras al Gobierno central. ¿Mezquindad o falta de tino?
El tiempo político N
ada existe en el mundo conocido que no esté sometido a los cambios que el tiempo conlleva en su constante movimiento y que rige todas las actividades humanas. En política, el tiempo es un factor que puede jugar en contra o a favor. En la coyuntura actual, a menos de 4 meses para el 6 de diciembre, la oposición no se ha dado cuenta ni ha considerado que el tiempo es un factor político que ha jugado en su contra hasta hoy. Si los candidatos aun tienen tiempo -poco- para buscar sus compañeros de fórmulas, elaborar listas y presentar programas, la correlación de fuerzas y el tiempo le favorecen al candidato oficialista, Evo Morales, de manera ostensible. Es candidato y a la vez presidente de la República tiene todo el aparato gubernamental y estatal a su favor, dispone de recursos financieros que usa a su libre arbitrio, sin dar cuenta a la ciudadanía, y despliega una propaganda política manipuladora, demagógica y falaz para ‘aplastar’ al adversario. Morales está en campaña desde que asumió la presidencia en enero de 2006 y el tiempo político ha sido un factor a su favor y ha ido en esa dirección. Sin embargo, es ‘vencible’ como todo humano y político.
Ente otros factores, depende en mucho de sus adversarios. Si la oposición sabe quien es el enemigo principal y qué es lo que se juega en la contienda electoral de diciembre -asumo que sabe ambas premisas-, deberá arañarle tiempo político al tiempo transcurrido, que hasta ahora no lo ha hecho. La dispersión que presenta más se debe a consideraciones personalísimas, ni ideológicas ni programáticas, pues los candidatos, todos conocidos, fluctúan desde el centro, algunos más a la derecha y algunos con mayor sensibilidad social hacia la izquierda, que, entre otras cosas, en eso estriba ser de izquierda. Y no importa cuantos candidatos opositores haya, pues el 6 de diciembre sólo se confrontarán dos visiones de país: o la puesta en marcha de la constitución masista, con todas sus aberraciones democráticas, étnico-culturales, jurídicas, políticas y sociales; o la restauración de la República de Bolivia, del Estado Social Democrático y de Derecho moderno, la estricta división de poderes, la salvaguarda de los Derechos Humanos de todos y cada uno de los habitantes iguales ante la ley, la pluralidad política, económica y de ideas, entre otros atributos.
Se pondrá a prueba la capacidad de la oposición de ponerle freno a los desmanes del proyecto político de poder autoritario, antidemocrático y premoderno de Evo Morales Ayma, amén de su reelección indefinida. O tendremos la oportunidad de reconocer y respetar las innumerables diversidades que configuran la nación boliviana, restañar las heridas inflingidas a su tejido social, a su futuro político autónomo moderno y a su desarrollo sustentable, carcomido hoy por el tráfico coca-cocaína y de personas. Las llevadas hasta Pando, en nombre de ‘asentamientos humanos’, son cocaleros del Chapare, otros no cocaleros y los seguros votantes que podrían darle dos senadores al MAS. Luego retornarán a sus catos. Así como dicen tener ‘suficiente musculatura’ para comprar armas y montar ‘sainetes’ terroristas, ya han demostrado que también la tienen para cometer más violaciones a la convivencia democrática. Si el enemigo político principal es Morales Ayma, el objetivo de la oposición debiera ser no solo derrocarlo, sino proponerle a Bolivia algo distinto para hacerle frente que, hasta ahora, no vemos. Ojala que el tiempo político le otorgue a la oposición el tiempo hasta ahora perdido para darle a Bolivia mejores días.
Susana Seleme Antelo Periodista y cientista política
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El Plan ‘Bʼ P
asan los días y se acerca el 07 de septiembre, plazo final para conocer los candidatos a presidente y vicepresidente habilitados para participar en las elecciones generales de diciembre. Hasta esta semana, los candidatos suman trece y cada vez se menciona menos la posibilidad de conformar un frente único de oposición, básicamente para enfrentar al MAS. Las reglas del juego están casi definidas: la movilización de familias a Pando continúa – por lo que su posterior influencia en la votación pandina es un hecho-, la probabilidad de registrar a todos los votantes en el biométrico es casi nula -más aún cuando el tiempo destinado a empadronar a
los electores ha sido mucho más del estimado-, la eliminación del financiamiento para hacer campaña para los partidos políticos y la ventaja lógica con la que cuenta el partido oficialista que se apresta a iniciar su campaña proselitista mientras permanece en funciones de gobierno. Sin embargo, la supervivencia política de los candidatos opositores habilitados para las próximas elecciones dependerá de su visión a futuro y de las acciones estratégicas que tomen en este tiempo preelectoral. La capacidad de llegar a puntos en común, de conformar verdaderos bloques de poder, de pactar, generar acuerdos y alianzas (explícitas o implícitas) tras la con-
formación de la nueva Asamblea Legislativa, puede devolverles a los políticos el protagonismo, la toma de decisiones y la brújula en su función como legisladores. Considerando los estudios de opinión actuales, la agresiva campaña oficialista y su poderosa estructura partidaria les lleva ventajas a los opositores que tratan de sobrevivir con paupérrimas campañas. Es necesario, entonces, que los opositores centren la mirada en el Congreso y su posibilidad real de gravitar como actores indispensables en la próxima gestión para generar además nuevos liderazgos que puedan seriamente hacer frente al oficialismo a mediano o largo plazo.
Mariana Rodríguez Saucedo Cientista política
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Polémica Andrés Gómez Vela Periodista
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Puka Reyesvilla Agua de Mote
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ivimos endiablados días porque se supone que los seres humanos son criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios y que por tanto están obligados a Amar a Dios por sobre todas las cosas. Sin embargo, este último tiempo han optado por El Diablo, al menos en el gobierno laico. ¿O se habrán enterado que el Diablo es el mismo Dios, nomas que usa ese seudónimo para hacer algunas maldades y esconder su lado malo, como canta Facundo Cabral? ¿O tal vez han leído El Evangelio Según Jesucristo, de Saramago, y se han dejado tentar por Lucifer? “Diablada o muerte” es la consigna que reemplaza al de “Patria o Muerte”. Suena serio, pero raya en la estulticia, pues, sería como creer en el infierno y rezar a San Gabriel y a San Miguel para que los diablos peruanos ardan eternamente en el averno. ¿O creen de verdad que otro Dios es Posible, como escribe José Ignacio López Vigil, pero otro Diablo no es posible, más si es peruano? ¿O se habrán convertido porque si creen en el Diablo, creen en Dios, La Vírgen y todos los Santos, como dice la oración? Ya es hora que se enteren que creer en el infierno es una obligación de fe, establecido en el año 1123 por el concilio de Letran y ratificado recientemente por el Papa Benedicto 16 (Orden de la cúpula de la poderosa Iglesia Católica). Vaya, si el infierno es un invento, el Diablo también, y si no existe infierno, no existe el Príncipe de las Tinieblas. Pero estos días es como si existiera y viviera en el mero Palacio, quienes actúan como posesos, endemoniados seres que cultivan una peligrosa xenofobia hacia los hermanos peruanos. Es como para pensar en un exorcismo. Yo no creo en el
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a narrativa hispanoamericana, en su vertiente histórica –un cuasi género en sí mismo- tiene en la novela sobre el déspota latinoamericano –con mayor o menor apego a los hechos- a su subgénero por excelencia, unas veces con el protagonista identificado –Rodríguez Francia en Yo, el Supremo (Roa Bastos)-, unas veces sugerido por la descripción –Estrada cabrera en El Señor Presidente (Miguel Ángel Asturias)- y otras como una síntesis de varios, personificados en uno sólo –El recurso del método (Carpentier)-. Títulos como La fiesta del Chivo o El otoño del patriarca son caros a los lectores que aprecian esta corriente. Me atrevo a decir que salvo El Supremo, dictador “progre”, las demás figuras protagónicas responden a la estampa del autócrata latinoamericano, ilustrado o no: ultraconservador, mesiánico, matón, corrupto, paranoico y patriotero. Todos eficaces aplica-
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Obra del Diablo
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a Miss Perú hizo de la Diablada su traje tipico y provocó la ira del Gobierno de Evo Morales, que transformó el hecho en una cuestión de Estado. Andrés Gómez lo critica.
Diablo, pero estos días he comenzado a dudar de su ausencia total, porque no es posible que toda la unidad del movimiento indígena que se iba construyendo en el altiplano peruanoboliviano se vaya al diablo por una simple careta. Estoy comenzando a creer que es obra de Belcebú. ¿Acaso no se desarrolló en Puno las cumbre de los pueblos indígenas, a donde el Presidente Evo Morales envió una carta pidiendo a aymaras y quechuas peruanos y bolivianos unirse contra el neoliberalismo satánico que reside en Lima por estos días? ¿Dónde quedó el Abya Yala, o ya la echaron azufre? ¿Cómo puede haber unidad en un gran proyecto histórico, si ahora están blasfemando hermanos contra hermanos por un traje y una careta de Diablo? ¿Qué tal si Hugo Llano Mamani, el puneño aliado de Evo Morales, es un gran bailarín de la diablada? El Ministro de Culturas, Pablo Groux, se ha convertido en el Ángel Caído, pues, cayó en la trampa de la oligarquía peruana, que al ver cómo crecía peligrosamente la unidad indígena en el sur de su país en torno al movimiento indígena boliviano, optó por inocular sutilmente en la agenda de la diplomacia al Diablo, nada más ni nada menos en el Miss
Universo. La derecha peruana logró su objetivo: despertó el chovinismo entre peruanos y bolivianos, quienes ahora organizan sendos bailes y entradas para demostrar que “Satanás” les pertenece y que el otro es el maligno usurpador de culturas. Como efecto de la campaña, muy bien explotado en los medios, un aymara puneño echa maldiciones contra su par aymara boliviano y viceversa. Adiós unidad del movimiento indígena e internacionalista. Es curioso que en el Ministerio de Culturas no se hayan enterado que la cultura es dinámica y no se queda petrificada, pues, cuando un migrante se va del país, lo único que lleva en su mochila es su cultura, sus bailes, sus canciones, sus instrumentos, su comida, y lo reproduce, ya sea tal y como es o con algunos aditamentos, en la tierra prometida. Como somos exportadores de seres humanos, por tanto de cultura, pronto habrá más diablos en España, Alemania, Estados Unidos, y deberíamos sentirnos orgullosos de esos procesos, como se sienten los que nos envían el rock, el hip hop, el rap, etc. Era fácil pedir un informe al embajador de Bolivia en Perú acerca de la abismal diferencia que hay entre Lima y el sur del Perú, que por naturaleza
política y procesos culturales es más próximo a Bolivia. O aún más sencillo todavía, recorrer la frontera, donde las danzas bolivianas andinas como la morenada, el tinku, son practicadas en casi todos los eventos con bandas y trajes de Oruro y de La Paz porque los bailarines son producto de matrimonios binacionales. Mejor dicho, son aymaras y quechuas y punto. Y ahora ¿qué? ¿Cómo reconstruir ese movimiento indígena en torno a proyectos históricos reales? ¿Y los resentimientos que quedan? Ojalá que no sea como el que quedó en torno al Pisco entre peruanos y chilenos ¿Quiénes son los culpables de este endiablado error? ¿No era mejor ofrecer a la Miss Peruana un traje más hermoso bordado en La Paz y agradecer al Perú por exportar la cultura boliviana en lugar de generar xenofobia? ¿No tendrá otras cosas más importantes de qué ocuparse el gobierno en lugar de estar bailando la diablada en la plaza Murillo? Digamos que “la diplomacia de la careta” es obra del Diablo, al final de cuentas para eso sirve el Diablo para echarle la culpa de los errores de algunos ineptos. Dios nos salve de ellos. (*) Representante de los diablos de Aullagas, Colquechaca, Norte de Potosí, cuna de la verdadera Diablada.
Tirano Wiphalas dores del “método” como lo definiera el cubano. En el retrato del tirano sintético carpenteriano, para verlo con ojos bolivianos, se pueden reconocer características de un Melgarejo –el caballo del personaje se llama “Holofernes”, tal cual lo hacía el del militarte boliviano- o de un Barrientos. Un pasaje del Método narra la aversión del régimen hacia la “literatura roja” color asociado al comunismo. Así, se procedía a incinerar obras como La semana roja en Barcelona (opúsculo sobre la muerte del anarquista Ferrer), El caballero de la Casa Roja, El libro rojo, La aurora roja (Pío Baroja), La Virgen Roja (biografía de Louise Mitchel), Rojo y Negro (Stendhal), La letra escarlata (Natha-
niel Hawtorne), “exponentes, todos, de una literatura roja, de propaganda revolucionaria”. No faltó quien sugiriera que La Caperucita Roja corriera la misma suerte. Ahora bien. Intencionalmente he dejado para este punto la controversia acerca de la primera novela sobre el tema. ¿Qué criterio cuenta, la concepción o la publicación? Si el primero, El Señor Presidente (concebida en 1922 pero publicada el 46); si el segundo (esta postura es la dominante), Tirano Banderas, del español Ramón María del Valle-Inclán (1926). "...de aquellas campañas veníale la costumbre de rumiar la coca, por lo que en las comisuras de los labios tenía siempre una salivilla de verde veneno”, se
puede leer en la primera parte. El tipo del personaje ha mutado en el déspota contemporáneo, caudillo elegido en democracia que, ya en ejercicio del poder, se empeña en liquidarla para eternizarse en él. El nuevo modelo de tirano está en busca de su novelista. ¿Dónde está el Valle-Inclán moderno que bien podría titular Tirano Wiphalas a su texto? Por lo general estas obras concluyen con el destierro o la muerte del sátrapa; desgraciadamente, en la versión actualizada terminarían en la desaparición de la república en la que gobernaba el tirano, mientras que éste y sus cómplices acabarían como capos de un cártel de la cocaína. Tal vez por esto nadie se anima a escribirla
Lecturas Tiempo, para leer
Novelas bolivianas
lecturas
fundacionales
H
omero, el de las causas perdidas y otras ni tanto, retoma el debate generado por una lista oficial de lectura que, en una primera instancia, ignoró a los autores del oriente.
El traslado de campesinos y cocaleros desde Chapare a Pando inspira el tema central de la edición 16 de la revista Tiempo. Comparten titulares de portada una entrevista a Jimena Costa sobre temas políticos y un reportaje sobre los jòvenes y el mercado laboral interno. Otros temas de interés copan las más de cincuenta páginas que tiene la revista que edita José Miguel Sánchez.
Diabetes, día a día
Laura Donoso cuenta cómo lidia con la diabetes. Un testimonio que ilumina el camino de miles de personas que padecen la enfermedad y que ya tienen en la revista Diabetes día a día, que dirige el médico Douglas Villarroel, un medio para estar mejor y oportunamente informadas. Diabetes... va por su cuarta edición e incluye en ésta otros artículos de interés, consejos, recetas y testimonios de famosos que, al igual de Laura, conviven con la enfermedad.
Para leer en El Garaje
Los cuentos de Alejandro Dolina, escritor argentino, fue la lectura compartida la semana que concluye por El Garaje con su comunidad de lectores. Una muy buena colección de cuentos que nos llegó por Internet, acompañada de datos sobre el autor y su obra completa. Las publicaciones impresas están en la sede de El Garaje, en la calle Ñuflo de Chávez, entre Potosí y Tarija, que abre sus puertas de lunes a sàbado.
P
or primera vez el Estado boliviano se ha propuesto publicar una colección de literatura a partir una polémica lista de las “diez novelas fundacionales”; una iniciativa generosa que debemos valorar en toda su magnitud. La decisión del Ministerio de Culturas ya ha producido varias discusiones, algunas necesarias y otras sencillamente tontas. Incluso ha generado una votación por Internet acerca de las preferencias novelísticas de los lectores nacionales que, sin embargo, no será tomada en cuenta. Hace unos días el Ministerio de Culturas ha convocado a una reunión en Cochabamba para discutir cuáles serían esas 10 novelas fundacionales, y ha dispuesto 4 mesas: la de editores, la de académicos, la de escritores y la de suplementos y revistas culturales y literarias. En la convocatoria establecen ciertos parámetros para elegir las obras. Algunos de ellos son evidentemente interesados en destacar la línea política del gobierno y otros de carácter general. “¿No es éste el momento de ficción por excelencia?”, preguntan en dicha convocatoria; y yo creo que todo en la vida es susceptible de ser ficción, sencillamente porque la realidad la crea el lenguaje. Por ejemplo: En esa misma línea podríamos preguntarnos: ¿Acaso las dictaduras no fueron grandes momentos para crear ficción? Hay toda una literatura al respecto. Ahora bien, en el documento invitación del encuentro sobre las “Novelas fundacionales de la literatura republicana” el Ministerio de Culturas propone que “novelas fundacionales son aquellas que han producido un sentido que sería el sustento de un imaginario: la nación, la comunidad de origen, la clase, el género, un proyecto de país,
una tradición literaria o cultural, la democracia, la experiencia estética, la vocación educativa, etc”.De manera que “los imaginarios institucionalizan la manera en que cada uno de nosotros interiorizamos la experiencia subjetiva de una colectividad. Esa experiencia construye nuestras identidades sociales y su valoración”. Atendiendo estos criterios y bajo la premisa de que no hay mejor seleccionador que el tiempo y que debemos rendir homenaje a quienes fueron creando ese imaginario, es que me animo a proponer una lista nacional integrada por autores ya fallecidos cuya obra sigue vigente y por tanto pueden considerarse clásicos. Además porque es posible que los que aún vivimos estemos por escribir la obra que nos superará en el tiempo. Así mismo me atrevo a proponer la creación de la Biblioteca Contemporánea de Autores Bolivianos que incluya a lo mejor de los escritores en todos los géneros. Un dato curioso: en la lista que proponen algunos escritores paceños, reunidos la semana pasada en la Feria del Libro de esa ciudad, no figura ningún autor del oriente. En la mesa a la que fui invitado están también otros autores: 2 cruceños, 1 tarijeño, 3 cochabambinos y 8 paceños y como, lamentablemente, el regionalismo ya se ha incrustado como una daga en la literatura, sé que mi voto será inútil, porque la misma relación de inequidad se repite en las otras mesas; pero como me gustan las causas perdidas aquí va mi sugerencia sobre las novelas fundacionales: La isla de Manuel María Caballero, al ser la primera novela boliviana se hace fundacional por sí misma. Juan de la Rosa de Nataniel Aguirre, porque contribuye a crear el imaginario histórico y cívico de la
Guerra de la Independencia que refuerza nuestra identidad nacional. La chaskañawi de Carlos Medinaceli porque es la primera novela boliviana que habla del mestizaje, del encholamiento y de esas cosas que así como ayer, ahora tampoco nadie quiere hablar. Raza de bronce de Alcides Arguedas, novela indigenista que se constituyó en el paradigma de esta corriente latinoamericana. Siringa de Juan B. Coimbra, porque narra en prosa poética la epopeya de la selva y la aventura de la goma elástica en la amazonía boliviana. El otro gallo de Jorge Suárez, porque es una de las novelas cortas más hermosas que he leído. La virgen de la siete calles de Alfredo Flores, porque contribuyó a formar el imaginario cruceño. Réquiem para una rebeldía de José Fellman Velarde, no sé porqué pero me gusta, quizá sea porque es una obra sobre el desencanto en la política. En las tierras de Enin de Luciano Durán Böger, novela de la selva que contribuyó a crear el imaginario colectivo de la época de la goma. Íntimas de Adela Zamudio, porque siempre me gustó su coraje para escribir que la hizo innovar y adelantarse en temas y técnicas.
Homero Carvalho Oliva Escritor
“En la lista de obras fundacionales que proponen algunos escritores paceños, no figura ningún autor del oriente. Lamentablemente, el regionalismo ya se incrustó como una daga en la literatura”.
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