...diez años deschipando realidades
Semanario Nacional
De Semanario Número 1 a SemanarioUno, 10 años
Tres voces, pero una misma historia fiel al periodismo
Fernando Henrique Cardoso y una charla entre intelectuales
Cambió de nombre, de diseño y de socios, pero el Semanario que nació como Número 1 y hoy es SemanarioUno mantuvo su escencia como promotor del pensamiento crítico.
Gerson Rivero, Osman Patzzi y Miguel Ángel Devia hablan con propiedad de los años recorridos por SemanarioUno, de las crisis vencidas y otras por vencer.
El ex presidente de Brasil reúne a tres intelectuales amigos para hablar de política, de cambios de paradigmas y de un gran sentimiento: el amor. Págs. 18-19
• Viernes 22 al jueves 28 de marzo de 2013 • Santa Cruz de la Sierra, Bolivia • Año 10 • Número 504 • Bs 5
EDITORIAL
Voz compartida
En la práctica...
Diez años de sueños y hechos E
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n julio de 2002 hubo un hecho que provocó un cambio radical en el camino que venía transitando desde 1984 en el ejercicio del periodismo. En ese momento, sentí desilusión, no por causa del oficio, sino al constatar por enémisa vez que en los medios de comunicación, por lo general, primaban más los intereses comerciales que la verdadera vocación periodística. Me dije entonces que no quería volver a ser empleada en un medio cuyo control estuviera en manos de personas extrañas al oficio, a las que poco les importaba la noticia, sus protagonistas y sus difusores. Para lograrlo, sabía que no tenía otro camino que el de la independencia laboral. Nada fácil, pero tampoco imposible. Fue así que después de casi tres meses de llorar mi luto -una parte muy importante había muerto en ese domingo de julio de 2002- decidí arriesgar todo en un proyecto que para muchos era una locura: una publicación semanal con el propósito de alentar y difundir el pensamiento crítico. Mis referentes eran Pulso y Juguete Rabioso, ambos semanarios paceños que hoy ya no están en circulación; además de la extraordinaria revista que fue Debate, de la Cooperativa Cruceña de Cultura, luego Apuntes de mi querido grupo Cabildo y también Reflejos, de la familia Prado Salmón, y de una esporádica pero rica experiencia compartida con Alfonso Cortez y Gabriela Ichaso en la revita Graffitti. Mi locura tuvo eco en mis queridos amigos y colegas de oficio Anna Infantas, Miguel Ángel Souza y Gerson Rivero, así como en mi también amigo y editor de libros, Ricardo Serrano. Pasamos días y noches tejiendo nuestro sueño, hasta que por fin ganó forma como Semanario Número 1. La primera edición salió el lunes 24 de marzo de 2003, y fue como asistir al parto de un esperado hijo. Para entonces, Anna y Miguel Ángel ya no estaban en el proyecto (aunque nunca lograron librarse del todo de su embrujo, como lo demuestra la presencia de ambos hasta hoy, con aportes invalorables que ayudan a garantizar más años de vida para SemanarioUno). Fue extraordinario todo ese primer tiempo. Soñábamos en grande y logramos grandes realizaciones. Pero la realidad no acompañó nuestros sueños, ni llenó nuestros bolsillos. Se vinieron tiempos difíciles que obligaron a Ricardo a dejar la sociedad, a mí a abandonar durante un año al Semanario (tiempo en el que Gerson fue único y solitario paridor de las ediciones semanales) y, años más tarde, a la renuncia del propio Gerson. Todo parecía indicar que no quedaba otro camino que el de resignarse a la muerte prematura de este hijo, que agonizaba por falta de apoyo económico, con todas las secuelas que esa ausencia provocaba: acumulación de deudas, trabajo gratis y dificultades en la circulación. Era como vivir una crónica de una muerte anunciada en nuestro propio Macondo. Pero he ahí que sucedió un milagro. Cuando todo parecía indicar que tendría que resignarme a ver morir y enterrar a este precioso ‘hijo’ que me había dado el placer de hacer periodismo con libertad, apareció un cuarteto de ángeles de la guarda dispuesto a todo para recuperarlo y asegurarle más años de vida. Alfonso Cortez, Annelissie Árrazola, Douglas Villarroel y Álvaro Mier se pusieron la camiseta no solo de Semanario Número 1, sino del periodismo independiente y del pensamiento crítico, y gestaron un exitoso tratamiento de rehabilitación que salvó de la muerte a Semanario Número 1, devolviéndolo a la vida con nuevo ropaje e identidad: SemanarioUno. La esencia era la misma que le dio vida en marzo de 2003: ¡la verdad va primero! Fue un aliciente extraordinario que permitió la susbsistencia de SemanarioUno hasta hoy. Solo que fiel reflejo de lo que ocurre en gran parte de Bolivia, no fue un soplo eterno. Nuevas crisis afectaron a la salud del SemanarioUno, casi todas ellas provocadas por el mismo mal: escaso y mezquino auspicio, de una parte; y de otra, la terca decisión de esta ‘madre’ de no negociar principios y sentires a cambio de dinero sonante y constante. Antes de llegar a ese extremo prefiero ver morir al SemanarioUno y, de mi parte, vender mocochinchi, suelo decir más en serio que en chiste. Un extremo que estuvo a punto de hacerse realidad este 24 de marzo, cuando pensé anunciar el fin de un ciclo que ya cumplió diez años y parió 504 ediciones. Para alegría de muchos, entre ellos el fiel e invalorable colaborador Chino Caero Soto, y pesar de pocos, la muerte ha vuelto a ser vencida. Al menos, es lo que parece gracias a la llegada de nuevos ángeles de la guarda. www.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
Sin vueltas
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unque diga que estoy curada de espanto, debo admitir que hay hechos que siguen sorprendiéndome. Uno de los más recientes es el audio presentado por una senadora opositora, en la que se escucha con claridad la voz de Marcelo Soza, hasta hoy fiscal principal en la investigación del caso Ròzsa. No me impresiona lo dicho por Soza en los más de veinte minutos que dura la grabación, sino la absoluta falta de reacción frente a ésta, tanto de parte del oficialismo (que queda mal parado con las revelaciones de Soza), como de parte de los afectados con el proceso judicial que dura ya casi tres años. Los primeros, reafirmando un cinismo que raya en la violencia, materia prima del terrorismo de Estado al que adhiere con vehemencia el Gobierno de Evo Morales; y los segundos, presa del terror que parece no solo haberlos paralizado, sino también haberles robado el alma, como tanto quería el Vicepresidente desde mucho antes de llegar al Poder. Digo esto tras leer la transcripción del audio, la misma que publicamos en esta edición de Semana-
rioUno. En la misma se comprueba, y por boca del mismísimo fiscal Soza, que el caso Ròzsa no es otra cosa que una maquiavélica tramoya muy bien armada por los aparatos de Inteligencia del Gobierno, sin duda bajo la dirección y asesoramiento de la Inteligencia cubana, aunque muchos insistan en negar este extremo. Que cayeron en la trampa no pocos cruceños, parte de las elites cívico empresariales del principal bloque opositor al MAS, es también evidente, como es fácil deducir al indagar en los antecedentes del caso Ròzsa y luego de conocer la investigación a fondo hecha al respecto por Carlos Valverde. Digo Carlos Valverde de manera específica, porque ningún otro periodista o medio de comunicación -ya no digo fiscal, policía o juez, porque está visto que actúan bajo órdenes y presión del Gobierno- hizo ni está haciendo un seguimiento al caso con la atención que amerita, y que sí se la da Valverde. Lo conocido tras la publicación del audio nos alerta que aun hay mucho por develar, y que pronto, muy pronto, la verdad saldrá a la luz.
Número 1 es elaborado por un grupo de periodistas independientes que han formado una sociedad editorial para publicar este semanario de circulación nacional.
Colaboran en esta edición Gerson Rivero (periodista) Osman Patzzi (periodista) Miguel Ángel Devia (periodista) Enrique García Fernández (filósofo, escritor y político) Carlos Valverde Bravo (periodista investigador)
Maggy Talavera (directora) Ignacio Talavera Alpire (gerente) Jorge Caero (columnista) Diego Jaramillo (reportero) Asesor legal Dr. Jerjes Justiniano Atalá Columnistas Winston Estremadoiro (antropólogo) Alcides Parejas Moreno (historiador) Susana Seleme (periodista, cientista política) Modelo gráfico: Fernando Pérez Christensen Diagramación: SemanarioUno
Fotografías: Diego Jaramillo / Elvio Montero / Internet Foto de portada: Internet Correo electrónico: semanariouno@gmail.com semanariounocartas@gmail.com Facebook: www.facebook.com/semanariouno Twitter: @semanariouno Dirección: Calle San Germán Nº 15 Urb. La Madre Recepción/telefax: 350-3585 Suscripciones: Vicente Talavera Román
HOMENAJE La voz de un fundador
Un sueño realizado
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erson Rivero fue uno de los tres fundadores de Semanario Número 1, hoy SemanarioUno. Y aunque ya no habita esta casa, lo sigue uniendo a ella un sentimiento compartido: el de sostener una trinchera propia para ejercer el periodismo por vocación.
l fin del siglo XX e inicio del XIX no avizoraba nada auspicioso para jóvenes idealistas como yo. ‘Tuto’ Quiroga heredaba la Presidencia tras la muerte de Hugo Banzer y en 2002 le entregaría el mando a Gonzalo Sánchez de Lozada, y se preparaba para en cinco años volver a ocupar el puesto. Los analistas políticos llaman muy acertadamente a este periodo como el ‘pasanaku’ político. Johnny Fernández era reelecto alcalde de Santa Cruz de la Sierra en 1999 y coronaba una década de atraso, caos y corrupción en la ciudad. Los jóvenes periodistas, sobre todo de prensa escrita, veíamos pasar esta rutina cada mañana desde una mesa del café Victory, con vista a la plaza 24 de Septiembre, escenario principal de las movilizaciones. Paro de maestros, marchas de comerciantes, protestas de normalistas y universitarios que terminaban en represión policial. ¿Y todo para qué? Nos preguntábamos. Si ya sabíamos que los partidos políticos tradicionales tenían perfectamente loteado el poder. Y la interrogante se trasladaba a nuestros trabajos. ¿Valía la pena ser periodista para ser un mero informante de la rutina política? Sin duda, el desafío era mostrar que detrás de todo ello había más cosas que valían la pena ser dadas a conocer. Que existían luchas de colectivos sociales invisibilizados, como los LGBT, indígenas, mujeres o chicos de la calle; que había emprendimientos individuales y colectivos valiosos, pero sobre todo, hacía falta desenmascarar al poder, cuestionarlo. Con ese espíritu nació la idea del Semanario Número 1, hoy ya conocido como SemanarioUno. Y no fue casualidad que nació el año del quiebre. Nos dimos cuenta que no eran inquietudes de un grupo reducido de periodistas. Era la necesidad de una sociedad entera. Proyectamos lanzar el semanario en febrero, con un reportaje sobre tierras repartidas a migrantes en San Ignacio de Velasco, por parte de la Iglesia Católica. Era una nota propicia para empezar a tocar un tema de fondo como es el de la redistribución de las tierras en el país, desde el punto
de vistas social, no político. Por detalles técnicos se retrasó la salida hasta el 24 de marzo, pero algo ocurrió que hizo variar la agenda para siempre. Febrero no fue cualquier febrero, fue el ‘Febrero Negro’. Desde el gobierno de Hernán Siles Zuazo, 20 años antes, nunca un presidente estuvo tan debilitado. Se hablaba de que ‘Goni’ podía caer y la política nacional pasó a ocupar el primer lugar en la agenda no solo del semanario, sino de todas y todos los habitantes de Bolivia. Había caído De la Rúa en Argentina, y Fujimori en Perú. La ola también arrastraría a Ecuador y Bolivia. Algo así como la Primavera Árabe, diez años antes. Temíamos las consecuencias, no por simpatía a ‘Goni’, sino porque esta democracia era lo único que conocía mi generación. No sabíamos si estaba bien o mal. Intuíamos que un cambio no vendría mal, pero nadie tenía certeza de qué cosa venía después. En esas circunstancias nace el SemanarioUno y se convierte en un referente, para tratar de explicar lo que iba sucediendo. No porque quienes lo hacían hayan sido ‘iluminados’, sino porque el medio se convirtió en un espacio donde muchas voces se hicieron escuchar. Desde una trinchera muy pequeña se habló por primera vez de la ‘Media Luna’, se plantearon las bases ideológicas de la Autonomía, por ejemplo. En el primer año del semanario, Álvaro García Linera, entonces un solicitado analista político, criticaba a la Iglesia Católica y planteaba su tesis de los movimientos sociales. Sus observaciones al clero las hizo en una entrevista que le hicimos ‘a cuatro manos’ con Maggy Talavera, tras un evento por los 50 años de Cejis, conducido por un amable y sonriso Carlos Romero, que era su director. Lo de los movimientos sociales se lo comentó al corresponsal en La Paz de esos inicios, Franz Chávez. Estamos hablando de 2003. Aun nadie se imaginaba que estos personajes serían tan poderosos 10 años después. Tampoco se imaginaba uno que lo sería Juan Ramón Quintana. Número 1 (nombre ideado por el socio fundador Ricardo Serrano) dio como primicia el exhaustivo estudio
autonomía. Porque así como era una incógnita lo que vendría después de ‘Goni’, también lo era la demanda autonómica. Era un grito que surgió espontáneamente, pero ya había habido voces que lo plantearon primero y no eran escuchadas. El semanario sí lo había hecho. El movimiento Nación Camba tuvo su espacio antes de que cayera Sánchez de Lozada. Asimismo, Juan Carlos Urenda, uno de los principales ideólogos del movimiento autonomista, tuvo a su disposición las páginas del medio para explicar y aclarar con lujo de detalles el planteamiento autonómico. Particularmente, me tocó vivir los primeros cinco años de vida de esta “locura”, como dice Maggy Talavera, que yo prefería llamar un “sueño realizado”. Es todo un logro llegar a 10 años, más en las condiciones actuales, donde se prioriza lo banal, el recurso fácil y donde el análisis no tiene financiamiento si no está condicionado o cooptado.
Gerson Rivero Periodista
“Viví los primeros cinco años de vida de esta locura, como dice Maggy, que yo prefería llamar un sueño realizado. Es todo un logro llegar a 10 años, más en las condiciones actuales, donde se prioriza lo banal, el recurso fácil y donde el análisis no tiene financiamiento si no está condicionado o cooptado” de un desconocido Quintana para la reforma de la Policía. Peregrinó con su investigación, que había sido financiada por el PIEB (Programa de Investigación Estratégica en Bolivia), por varios medios y encontró cabida en el semanario. Esto tuvo una repercusión que sirvió para que otras publicaciones más grandes le den cobertura y de pronto el actual ministro de la Presidencia irrumpa en la escena política nacional. Hubiera sido bueno que aplique su tesis en la vida real. Fue también el SemanarioUno el primero en rescatar el Memorándum de 1904 (que fue reproducido íntegramente), documento de intelectuales cruceños de la época, que sirvió como base ideológica para la demanda de
Estoy convencido que en esos cinco primeros años que viví en Número 1, cambió el mundo, nuestro mundo. Todavía nos cuesta adaptarnos. Creo que estamos en un proceso de aprendizaje, pero ese periodo inicial fue, sin duda, una gran escuela. La gran lección que aprendí, como periodista de profesión y vocación, es que es posible crear su propia trinchera. Una trinchera desde la cual utilice la comunicación o el periodismo, como una herramienta para dar alternativas. Creo que la gente necesita saber que hay otras opciones, otras voces, otras visiones, una pluralidad que nos define como seres humanos. Es mi deseo más ferviente que el SemanarioUno siga siendo esa trinchera por siempre. www.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
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HOMENAJE
La loca de la casa
O M
Osman Patzzi Periodista
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sman Patzzi hecha mano del título de la novela autobiográfica de la periodista española Rosa Montero para hablar de otra periodista, Maggy Talavera, y de las locuras hechas en nombre de una pasión: el periodismo. Y del ‘hijo’ nacido de ésa: SemanarioUno.
aggy Talavera me ha pedido que escriba para esta edición conmemorativa y después de dar muchas vueltas quedé en el mismo sitio; no podría hacerlo en tercera persona. Y si estas líneas están aquí impresas es porque ella, que las tuvo que leer antes en su computadora, no ha podido hacer nada para impedirlo. Porque siempre actuó así, con este y con todos los textos que recibe. Quienes escriben con una regularidad mayor a la mía saben perfectamente que no siempre se tiene tal suerte. Eso ya es una locura. Una locura bella, para ponerlo en sus palabras. Como locura bella son sus hijos, a los que ama locamente y vean, el SemanarioUno, nacido el 24 de marzo de 2003, es el menor de ellos. Comprenderán entonces que haré el máximo esfuerzo para no condicionar el texto sentimentalmente, porque no viene al caso, y aunque
Desde hace diez años, Maggy Talavera dedica alma, corazón y vida al SemanarioUno, un proyecto de periodismo independiente que nació el 24 de marzo de 2003 con el nombre de Semanario Número 1. Gerson Rivero y Ricardo Serrano fueron hacedores también de esta‘ locura’.
“Han pasado diez años para el SemanarioUno y fue necesaria mucha, muchísima imaginación para sobrellevarlos con dignidad. Para que la lucha constante contra la razón prevalezca el deseo incomprendido de seguir publicando, cueste lo que cueste, pese a quien le pese.” esté escrito en primera persona del singular y quizá del plural, ofrece, o intenta, una visión más aproximada a la objetividad, que suena bastante presuntuoso, pero ni modo. Y digo así: Entre los acontecimientos memorables del año 2003 está el lanzamiento del ensayo autobiográfico novelado La loca de la casa, de la española Rosa Montero. Feliz coincidencia para Maggy, que la tiene como a una de sus escritoras favoritas. Esta obra, de la cual apenas tengo unas referencias y que he leído en parte gracias a Internet, me inspira porque trata del oficio de escribir, con pasión, igual como lo hace la directora de este semanario. Santa Teresa de Jesús llamaba la loca de la casa a la imaginación. La imaginación, loca, a ratos fascinante, y a ratos furiosa que habita en el altillo. Ser novelista consiste en convivir con la loca de arriba, indiwww.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
ca Rosa Montero. Han pasado diez años para el SemanarioUno y fue necesaria mucha, muchísima imaginación para sobrellevarlos con dignidad. Para que en la lucha constante contra la razón, prevalezca el deseo incomprendido de seguir publicando, cueste lo que cueste, pese a quien le pese. Esa perseverancia, ese tesón, también tienen que ser locura bella. Esa manía
de celebrar
Herederos de una civilización con ritos y tradiciones de muchas culturas, hemos adoptado con mucho agrado la costumbre de celebrar. Los aniversarios, las fiestas de guardar -que cada vez dejan menos cosas sin guardar-, en fin, festejar porque no sabemos si será nuestra última fiesta y no queremos lamentarnos en el más acá. Curiosamente, en el caso de los
aniversarios de bodas, se estilaba en Europa y concretamente en Alemania, entregar, cada año, regalos a la pareja, usando materiales desde los más frágiles a los más sólidos, para augurar fortaleza en la relación. Al SemanarioUno, por sus diez años, le correspondería uno de aluminio. ¿Mejor le hubiera quedado el de papel, que corresponde al primer año, o el de plata, porque lo que más necesita es plata, aunque está reservado para los 25 años? La respuesta es ninguno. Porque deberíamos acostumbrarnos de a poco a separar la celebración del regalo. Algo muy difícil en estos tiempos, pero especialmente remarcado para este semanario, que no los anda solicitando ni los necesita. Maggy va a celebrar no porque quiera recibir algo a cambio. A ver, solamente para que se vea lo ridículo de la escala que reproducimos sin empacho, los cien años corresponden a las bodas de hueso, pensando quizá en que a esa edad, los que bailan son apenas esqueletos… ¿Por qué plantar un mojón? Esto de plantar un mojón es meramente figurativo. Más ahora que tanto han devaluado esa acción en Santa Cruz. Me refiero a este número, a la edición 505. Y aunque las ediciones conmemorativas tienden a ser pare-
cidas porque hablan de proezas y batallas, de heroínas y de héroes, de la fidelidad de los aliados y del apoyo familiar o de los amigos y las amigas, es necesario hacerlo. El público, los lectores, tienen que conocer las historias personales que se cruzan intencionalmente y que a lo largo de los años construyen lazos indestructibles. Porque deben saber cómo es que unos escriben más que otros, por qué hay determinados enfoques, por qué ya no están tales o cómo es que cuales siguen. Cuando uno, sin detenerse, se vuelca a mirar lo avanzado, es inevitable que las referencias más antiguas se vayan perdiendo en el horizonte y que veamos con mayor claridad solo aquellas que acabamos de pasar. Por eso es necesario publicar una edición conmemorativa y no tendría que incomodarnos que se parezca a otras. Se trata de repasar hechos y hablar de sus protagonistas. Darse el lujo, como yo, de abusar de la primera persona, y de hablar de quienes contribuyen en esta empresa, de los que estuvieron en primera línea y se mantienen y de los que fueron avanzando posiciones, escalando, y lograron hacer que el recambio, el tomar la posta de los que ya no están, no implique decaer en calidad. Entiendo que de eso se trata este mojón, que tiene varias caras, pero está firme en el piso.
HOMENAJE Los fundadores se van, pero están Un proyecto periodístico como SemanarioUno ha tenido que nacer con un convencimiento. Una llama encendida en jóvenes y no tan jóvenes para convertir una pasión en una necesidad y posteriormente en un instrumento de servicio. Han tenido que conjugarse ideales y sueños compartidos, viejas amistades, quién sabe, amores. Han pasado desvelos, frustraciones, cansancio y, por qué no, desencuentros en el grupo, en la familia, pero delante de cada una de estas barreras estaban las ganas de seguir adelante con el proyecto. Ofrecer a Santa Cruz, a Bolivia, una publicación independiente, comprometida con valores universales y abierta como tribuna probadamente democrática. Maggy Talavera, Ricardo Serrano, Gerson Rivero comandaron la iniciativa, se asociaron y buscaron entre sus amigos y conocidos el respaldo para semejante emprendimiento. Curtidos los tres en las lides del buen periodismo, supieron identificar a quienes podrían convertirse en columnistas y periodistas. Las dificultades, especialmente financieras, sacudieron el barco al poco tiempo. Era necesario tomar decisiones administrativas y como buenos amigos que continúan siendo, la sociedad se disolvió y sin que la publicación deje de salir a las calles, lo que nació como semanario Número 1, se convirtió en 2007 en SemanarioUno, a cargo únicamente de Maggy Talavera. Ricardo Serrano es el director de la editorial El País y Gerson Rivero es subdirector del diario El Día. Ambos siguen siendo muy cercanos al semanario. La perseverancia en el error
Soy testigo de lo que cuesta mantener una publicación independiente. Sin un grupo financiero, sin una estructura corporativa como respaldo, es muy difícil subsistir en un modelo de negocio que depende de una imprenta, con insumos cada vez más caros como el papel y la tinta. Los números no cuadran cuando se quiere hacer periodismo por cuenta y riesgo. La publicidad es mezquina con los productos no comerciales, lo cual tiene lógica, una lógica empresarial. El formar un equipo periodístico serio, con periodistas que no son del montón, no sucumbir a la tentación de producir textos por encargo, ni de vender portadas en época electoral, no tienen esa lógica empresarial. Perseverar en el error, dirán los que ven la plata en todo, pero la experiencia demuestra que no es así. Porque finalmente quienes deciden si una publicación se extingue o no son los lectores, a los que no se puede subestimar. De otro modo no se entendería
El espíritu cruceñista
que proyectos periodísticos con más recursos económicos y por decirlo eufemísticamente, “con mayor juego de cintura” no hayan sobrevivido. Sucumbieron porque todos los favores se pagan tarde o temprano y porque cuando se tiene que escribir para agradar a alguien en particular, el lector común lo percibe de inmediato. Y no lo perdona. La directora Esta será para mi la parte más difícil de escribir. Conozco a Maggy Talavera desde mi primer trabajo en el diario El Mundo. Yo era el más joven de los fotógrafos y el encargado del equipo de radiofotos y ella la periodista novata, recién llegada de Brasil, que sorprendía a los periodistas más viejos con su trabajo fresco y lúcido. Compartimos créditos en una ocasión cuando fuimos enviados a hacer un reportaje sobre las colonias menonitas en el sur, allá por 1986. Después me enteré que siempre quiso ser periodista y así se embarcó ilusionada a un país distinto, pero no extraño, a estudiar. Logró su cometido con mucho esfuerzo y volvió a su tierra porque nunca pensó ejercer su profesión en otro lugar. Salimos de El Mundo casi en la misma época y cada uno tomó su rumbo. Años después, siendo corresponsal del desaparecido diario Presencia me criticó en una columna de opinión, sin nombrarme directamente, por haber publicado un cadáver ahorcado en el diario El Deber. Nada escapaba a su ojo crítico. A fines de los 90 asumió la jefatura de Redacción de El Deber, luego la dirección de El Nuevo Día, hasta que comprendió que solamente teniendo un medio propio podría hacer el periodismo que siempre soñó. Y no se equivocó.
Un poco de ese periodismo soñado tiene que ver con el sabor y el aroma del SemanarioUno. Es cruceñista a rabiar. Se empeña en proclamarlo a los cuatro vientos. No para demostrar que en Santa Cruz hay una oferta que no se limita a la farándula, para que lo vean los de adentro y los de afuera, no por un afán chauvinista ni de presunción, ni porque se tenga que demostrar nada a nadie, sino porque aquí hay valores que están escondidos o poco explotados y gente que necesita un medio alternativo para expresarse. Si tal es el fondo, la forma tiene que ver con el lenguaje que emplea, y el modo de caracterizar a sus secciones permanentes. La estructura es simple: un tema central, artículos relacionados, actualidad, coyuntura y contexto, conceptos que el periodismo cotidiano no tiene espacio para desarrollarse, víctimas de la tiranía de la pauta publicitaria. No está el draconiano número de caracteres establecido, ni la imagen que debe ocupar el 40 por ciento de la página. Una flexibilidad que no implica desorden ni diseño caótico, sino la posibilidad de escribir lo que sea necesario para poder entregar un producto terminado, una voz compartida, un espacio de discusión entre diversos. Como cuando se encontraron la funcionaria municipal y la profesional crítica, o cuando el debate político se calentó porque se le dio oportunidad de expresión a quien no la tenía en otros medios. El SemanarioUno es cruceño, boliviano y universal. En ese orden. Tiene el sabor criollo que se disfruta en píldoras y platos fuertes con artículos de fondo que se sazonan con ironía fina. Cruceñazo. El contexto de 2003 Para que se entienda mejor mi letanía, quisiera compartir muy brevemente el entorno de la época que vio nacer al SemanarioUno; Lula se estrenaba como presidente en Brasil y sorprendía, igual que Kirchner en Argentina; el transbordador Columbia se desintegraba al ingresar a la atmósfera, e Irak soportaba el embate aliado dirigido por Estados Unidos. En México se producía la última peta Volkswagen y en Porto Alegre, donde estudió Maggy, se desarrollaba el tercer foro social mundial. En Internet se lanzó la red Linkedin y también la ahora decadente Hi5. Caen las bolsas de Nueva York por el conflicto con Irak, Francia reelige a Francois Mitterrand, Perú condena a Vladimiro Montesinos y Argentina conmemora, cada 24 de marzo, el Día de la Memoria, la Verdad y la
Voces de aliento ¡Felicidades querida Maggy! Miguel Ángel Cuéllar Contreras
10 años es una década, ¡pero parecen 100, felicidades! Juan Marcelo Castro Melgar
Dejando huellas imborrables, ¡felicidades! Fanny Jimenez Torrez
Queridísima Maggy, un trabajo hormiga que has hecho con verdadera vocación. ¡Salud! María José Parejas
Maggy, querida, muchas felicidades. Conociéndote, 10 años seguramente es el nuevo comienzo. Adelante y bendiciones. Jorge Miranda Morales
Maggy, felicidades por los 10 años, pero sobre todo, felicidades por el periodismo que hacés. Mónica Salvatierra
Felicidades a una persona emprendedora. Joel Gutiérrez Gutiérrez
Felicidades por estos 10 valiosos años de mucho trabajo por su tierra Rosalía Zenteno Caballero
¡Felicidades, sigamos construyendo! Patricia Chávez Zalles
Maggy, congratulaciones. Diez años es mucho tiempo, ¡fuerza! Ciro Antonio Miranda Ricaldi
¡No nos vas a salir con que vas a cambiar el formato! Ni más chico, ni más grande, así está bien. ¡Muchas felicidades! Cualquiera hace UN semanario, por eso digo UN… vos lo venís haciendo ¡diez años! ¡Mucha dosis! José Ernesto Lijerón Rojas
¡Felicidades, valiente y tesonera labor! José Roberto Reyes Gutiérrez
Muchas felicidades por este trabajo tan profesional y espectacular que realiza por el bien de esta sociedad. Alva Dhurlley Guzmán Suárez
¡Sólo vos, Mágica! Te admiro en todo sentido, querida Maggy: ¡gracias por ser mi amiga! Seguimos apoyando tus valentías, ¡qué carajos! Rafael Chávez Alba
Quiero que todos tengamos SemanarioUno en Puerto Quijarro, ¡urgente! Neira Buddelmann Gómez
Felicidades al SemanarioUno, ¡gran trabajo Maggy! Fátima Molina
Gran trabajo y 10 años de perseverancia y constancia, Maggy. ¡Felicidades al SemanarioUno! Ely Eklund Velasco
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HOMENAJE Viene de la página anterior
Justicia. Todo eso ocurría mientras en Bolivia el poder político se transformaba rápida y violentamente y los bolivianos veíamos cómo se caía a pedazos una estructura que se mantuvo desde la recuperación de la democracia en 1982. Todo estaba cambiando, el periodismo tenía que estar a la altura. ¿Lo estuvo? El Otro Amarillo Este es mi charque, pero necesito venderlo porque explica muy bien el sentido y la importancia que para otros representa SemanarioUno. Porque aunque mezquinamente no se lo quiera ver, esta publicación está abierta para cualquier iniciativa, sin
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de una edición conmemorativa, y para no insistir con lo del mojón, no es otro que marcar una nueva etapa, un empezar de nuevo. Claro, no nos interesa hacer un recordatorio para que se vea lo buenos que fuimos. Lo mucho que luchamos. Nada de eso. El SemanarioUno no necesita un recordatorio porque no está muerto ni se está despidiendo. Esta edición marca una nueva etapa, ojalá menos tortuosa en lo financiero, porque Santa Cruz necesita, más que Maggy, una tribuna independiente, falible seguramente, pero siempre dispuesta a mejorar, a enmendar, a luchar para que se oigan todas las voces, para que aprendamos a ser tolerantes con la crítica y crezcamos con el debate. Sin este semanario, probablemente los últimos diez
“Esta edición marca una nueva etapa, ojalá menos tortuosa en lo financiero, porque Santa Cruz necesita, más que Maggy, una tribuna independiente, falible seguramente, pero siempre dispuesta a mejorar, a enmendar, a luchar para que aprendamos a ser tolerantes con la crítica...” condiciones previas ni cálculos. Es una escuela porque forma periodistas, porque apoya a los más jóvenes, a los que necesitan esa primera oportunidad. Fue esta publicación la que permitió que circule masivamente el número cero de El Otro Amarillo, mi semanario de sátira y humor político. Eso fue el 6 de junio de 2008. Cuando El Otro Amarillo ya no se pudo imprimir, por las mismas razones que zarandearon y zarandean a SemanarioUno, hubo el espacio para editar en sus páginas y mantener una columna. Lo mismo ocurre con otras iniciativas, seguro de mejor calidad, que siempre tienen cabida. Es una casa grande. Sin semanario, ¿que hubiera pasado, que pasará? Las palabras finales. El propósito
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años hubieran transcurrido igual. Pero probablemente no. Quizá se hizo o se logró algo que no sabemos que se hubiera logrado sin él. Nunca lo sabremos, pero la certeza mayor es que en los próximos diez o más años, necesitamos, todos, tener más posibilidades de expresarnos. Al menos yo lo necesito y no me acompleja proclamarlo, porque mientras escribía esto me interrumpió uno de los acreedores, un hombre al que se le debe dinero por la distribución a suscriptores, es decir por hacer llegar nuestra voz a otros y no por haber comprado un vestido caro o un auto, o un viaje. El peso económico que debería soportar la publicidad no comprometida es para pagar eso. Queda claro que la lógica nuestra es distinta a la empresarial. Más que lógica, es una locura, una locura bella.
Semanario Uno ¡vamos por otros diez años! Carlos Valverde Periodista
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iez años: 120 meses, 3.650 días, sin excluir sábados, domingos, feriados o fiestas de guardar… ese es el tiempo en el que Maggy Talavera decidió ponerse el SemanarioUno al hombro para hacer lo que entiende que debe hacer. Son muchos días de trabajo porque… seguramente el día que sale a la calle es día de “alivio”, aunque no de descanso porque el oficio y la responsabilidad de hacer el número que viene no dan descanso. Claro… todos sabemos que nadie obligó a Maggy Talavera a meterse a semejante desafío, con lo yesca que es… es cierto, pero, nadie le prohibió hacerlo tampoco y si le prohíben es peor porque Maggy es buena haciendo lo que hace y además es muy tozuda y caprichosa, de manera tal que debemos hacer es apreciar su trabajo; criticarlo tal vez en cuanto al fondo de los temas, pero, es imposible pasarlo por alto. Este semanario es lectura obligada cada semana (o cuando sale) y de él sacamos insumos para entender mucho más lo que pasa, para contradecirnos a nosotros mismos o para reforzar una opinión o una idea. Un semanario de artículos largos y de análisis es una opción de lectura frente al inmediatismo de la radio, la TV o los propios periódicos, un semanario es un asunto de voluntad, es una necesidad de aprender, de aclarar, es un placer de leer… debe ser por esas razones que cada vez espero con más ganas el SemanarioUno; ¡porque me hace bien! ¡Vamos por 10 años más, querida Maggy!
Voces de aliento ¡Felicitaciones Maggy! Lauren Montenegro Montes de Oca
Muchas felicidades Maggy, que siempre tengas todo lo que necesites para continuar con tu labor. Roy Vélez
Mil Felicidades Maggy, ¡que sigan los años y los éxitos por siempre! Claudia Mercado
¡Muchas felicidades, Maggy, por estos diez años de este importante SemanarioUno! María Luisa Castro
¡Felicidades Maggy! Vesna Marinkovic
Felicidades querida Maggy, y muchos éxitos más; que Dios y la Virgen te bendigan Ivonne Belmonte
Salud, salud para continuar en esta batalla, casi sin fin. Admirable Maggy, ¡felicidades! María Del Rosario Ribera
¡Muchas felicidades! Carlos Hugo Morales
¡Bravo Maggy! ¡Valiente! ¡Muchas felicidades! José Antonio Prado
¡Muchas felicidades Maggy! ¡Sigue adelante! Marcela Pérez L.
¡Mil felicidades... siga adelante! Oscar Rios Del Carpio
Felicidades, éxitos para los próximos cincuenta años. Mario Durán Chuquimia
¡Muchas felicidades! ¡A seguir adelante, que nos hacen faltan escenarios de crítica y debate! Vicky Rivero
Gracias Maggy por regalarnos 10 años del SemanarioUno. ¡Qué vengan muchos más! Anne Arrázola
HOMENAJE
Diez años en
Voces de aliento
construcción M
¡Felicidades Maggy! Jorge Antonio Stratis Antelo
¡Felicidades Maggy, un abrazo grande! Carolina Bessolo Jáuregui
iguel Ángel Devia tenía 18 años cuando alimentó con savia joven las primeras ediciones del Semanario Número 1. Hoy, diez años más tarde y lejos de Bolivia, lo recuerda con afecto.
L
cochinos para la noche que se venía. Siempre es bueno trabajar con una sonrisa y para entonces, algo de eso procurábamos hacer con la esperanza de que se reflejara en un trabajo freso a lo largo de las 24 páginas del semanario. A veces el efecto era curioso: uno decía oiga, mire que en el concejo nos están robando, mire que eso de los militares cosechando macororó en la finca del ministro o cómo le parece que se gastaron mil millones de trillones de billones de bolivianos en hacer una calle que ya estaba hecha y juajuajua mucho lector, soltando carcajada en lugar de indignarse, muertos de risa algunos a pesar de la realidad. Al final, en Bolivia, el que no se ríe del macondismo vive tomando caldito de odio. Es curioso: han pasado diez años y las cosas parecen seguir igual. La misma chola con otra pollera, otro poncho. No hace mucho en Yacuiba una empleada de Migración se molestó porque le reclamé por atender a tramitadores que se saltaban la fila. Me cerró la ventanilla en la cara y nos hizo esperar media hora a que terminara su desayuno. Mi papá me contó que muy lejos de ahí, por El Salar, cerca de la frontera con Chile, un policía detuvo a la caravana turística en que viajaba: tenés que sobornar, les dijo el oficial que en medio del desierto calzaba abarcas. En la terminal de buses de Santa Cruz, una mujer protestaba porque un pasajero reclamó en la Odecu por un alza injustificada en el pasaje: “vamos nomás”, decía. Al final ella recibió también parte del excedente cobrado, pero no ocultaba su odio porque las cosas no se hubieran hecho como al comienzo, a la boliviana. Esas cosas hacían parte del relato del Semanario entonces y aún ahora están: un periodismo ciudadano desde el punto de vista de lo cotidiano enmarcado en los problemas del país, que al final, los más tangibles, los más cercanos, son los del día
Chichi Zambrana
¡Siga adelante Maggy, felicidades! Ricardo Enrique Ortiz Gutiérrez
Nos ponemos a tus ordenes, ¿por dónde empezamos, Maggy? Miguel Ángel Devia Periodista
a cosa era más o menos así: la mayoría de las noches de los miércoles de 2003, Maggy Talavera, Gerson Rivero y yo nos juntábamos en la oficina de la calle Republiquetas –entre la Plazuela Calleja y Café Show, el que sabe sabe- a cerrar lo que en marzo de ese año comenzó como un proyecto de prensa independiente en Santa Cruz: este, el Semanario Número 1. Yo tenía 20 años, en Bolivia gobernaba el matrimonio Sánchez de Lozada-Mesa con el padrinazgo de los siempre diligentes MIR y NFR del capitán Reyes Villa, algunos ministerios mediante, como en preste paceño. Roberto Fernández se disfrazaba de alcalde de Santa Cruz de la Sierra, encumbrado gracias al voto no muy caro del entonces concejal Guido Nayar con la promesa de que después le tocaría a éste último sentarse en la sillita desde la que hoy Percy estira la mano. Decir que Goni y Mesa gobernaban es una concesión del tiempo como esas que uno hace con las ex novias feas y lo de Fernández en Santa Cruz solo parecía alargar una larga lista de desaciertos inaugurada con más ímpetu que inteligencia por su hermano mayor. Mientras tanto, un miércoles tras otro en los parlantes de Rivero –un doctor más peludo que el otro doctor Rivero- sonaba el concierto de regreso de Los Prisioneros en el Estadio Nacional de Santiago. Café y coca cola, mucha coca cola – desconozco si para entonces Rivero, siempre un adelantado, conocía de los usos alternativos revelados por Juan Evo. Algunas noches aparecía por la oficia el grandísimo Ignacio Talavera. Don Nacho. Con un L&M rojo en la mano que apagaba antes de que llegara a la mitad como técnica para fumar menos, el papá de Maggy y nuestro padrino putativo asomaba a la oficina repartiendo palmadas en la espalda y chistes
Muchas felicidades Maggy, un abrazo.
a día, esos que tienen que ver con algo que va más allá de un sistema autonómico o de izar la whiphala en las oficinas públicas, de lo que pueda hacer un Evo o un Rubén, sino de lo que puede hacer cada uno de los bolivianos para construir país, para hacer de éste un lugar amable para vivir. No sé si hay cambios de fondo en los últimos diez años, aun cuando Bolivia ya no sea una república sino un Estado Plurinacional con una nueva constitución y una nueva organización de poderes. Supongo que la pregunta importante es si han cambiado los bolivianos en este tiempo. A mi me bastó con recibir una factura sin tener que pelearla para pensar en que hay futuro. Sin embargo, también cabe la pregunta de si es que se quiere un futuro mejor. Un país mejor. Hace unas semanas leí en este semanario una crónica de la pelotera entre distintos sectores de Santa Cruz por espacios de poder en el debilitadísimo Comité Pro Santa Cruz. Nunca comulgué con la entidad, pero los codazos entre los aspirantes a dirigir la entidad que potenció la carrera política de Rubén Costas me hizo pensar en la obviedad de las motivaciones, en la falacia del discurso político que augura bienestar y sacrificio. Por eso es la sociedad civil la que está llamada a construir Bolivia, si es que realmente quiere vivir en un país mejor. En ese proceso de construcción ha colaborado este semanario desde su fundación. Tomaos nuevos rumbos, Rivero apagó sus parlantes y yo armé mi maleta, pero el semanario permanece gracias al tesón de Maggy y ofrece una voz distinta a la de los medios tradicionales que, para bien o para mal, están ligados a una serie de poderes que les impiden incluir disidencia. Es obvio: de ladrillos de veinte centímetros están construidos los edificios.
Fernando Rivero Ovando
Querida Maggy, te felicito por tan loable labor y quería en estas breves líneas expresarte lo mucho que me encanta el entusiasmo que le pones a tus proyectos. ¡Muchas felicidades a una mujer que dirige con sustancia y a la cual admiro mucho! Debería servir de ejemplo para otros medios de prensa que colocan en primer lugar el sensacionalismo y el mercantilismo, antes que el papel de comunicadores. ¡Muchas felicidades! Karem Infantas Soto
¡Felicidades Maggy a todos por SemanarioUno! ¡Buen aporte y Plus! María Malpartida Saucedo
Querida Maggy, cómo no celebrar con la periodista que me enseñó que escribir es una cuestión de emociones... Brindo por tu esfuerzo, por tu talento, por tu lucha, por nuestra amistad. Anna Infantas
La felicidad consiste en hacer lo que te gusta y esto es lo que te gusta. Es mejor hacer lo que te gusta, sonriendo, que millonaria pero amargada. Cuando no te de satisfacción... pues. a otra cosa mariposa. ¡Besos desde el Norte! Deborah Talavera
Amiga, ¿sabía usted que es una de mis fuentes de inspiración? ¡No se me desanime! Adelante, que hay muchos que la queremos, ¡un abrazo! Amelia Solórzano Subelza Maggy, eres una Periodista como poc@s existen, el amor que tienes a tu profesión y a tu pueblo, y la emoción con que transmites lo que sientes, serán recompensados con la tranquilidad para el SemanarioUno. Un abrazo gigante y ¡muchas felicidades por los 10 años de lucha! Lisete Correa ¡Socia querida! El camino construido es demasiado extenso, la transformación que vienes haciendo es por demás grande y el impacto generado demasiado fuerte. Hoy la sociedad necesita del SemanarioUno en una coyuntura tan especial que vivimos y un año pre electoral al que nos enfrentamos se hace imprescindible. Arriba las manos Maggy, la sociedad te reconoce y necesita. La otra parte que falta más temprano que tarde ¡llegará! Heiver Andrade Franco
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HOMENAJE
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Susana Seleme Antelo Periodista y cientista política
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iez años y 504 ediciones son mucho más que los 19 días y 500 noches de Joaquín Sabina, dice Susana Seleme para destacar la tenacidad de quienes hacen posible que SemanarioUno sobreviva hasta hoy, capeando tempestades de todo tipo.
e une a Maggy Talavera Román una vieja amistad de mucho más que estos 10 años, surgida como un flechazo, no de Cupido, sino de Atenea, diosa de la inteligencia y el saber, aplicados al uso del buen periodismo y otros valores. Es decir, del periodismo informativo con objetividad profesional y el periodismo crítico como análisis de la compleja realidad que vivimos día a día. Ese flechazo se transformó en complicidad de principios por la libertad de expresión y de prensa, siempre zarandeadas por los poderes fácticos que se sienten amenazados ante la prensa libre, cuyo único compromiso es la verdad aquí y en todo tiempo y lugar. Fue una amistad cómplice surgida al calor de valores e ideales comunes por la democracia y la política como servicio a los demás, ella desde el periodismo, y yo, siendo también periodista, desde la política práctica en tiempos democráticos, lejos ya
Periodismo en
tiempos de cólera
“Haber sido testigos vivientes de todos los cambios políticos, económicos, sociales, culturales e institucionales reflejados en el SemanarioUno nos concede el privilegio de ser parte de una ciudadanía comprometida con su ser social, a pesar de esa cólera política e institucional mezquina y miope.” del fundamentalismo ‘armado’, pero siempre subsidiaria del marxismo como instrumento de análisis de la realidad concreta y sus múltiples determinaciones. Cuando Maggy me contó de su proyecto sobre el semanario, me sentí parte muy íntima de él. Se trataba, según me contó, de hacer un semanario con periodismo de análisis, con información abierta y transparente, de pensamiento crítico sin concesiones a poder alguno, que los hay muchos. Y lo hizo para darnos una lección de periodismo con “la verdad va primero”, cuyos destinatarios, sus lectores, son los verdaderos propietarios del derecho a la libre expresión que practica Maggy y que leemos en el SemanarioUno. La aventura que lleva 10 años y 504 números, muchos más contundentes que los 19 días y las 500 noches de Joaquín Sabina de amores y nostalgias. El Semanario está hecho también de mucho amor y de ahí las ganas ubérrimas de Maggy Talavera Román, creadora, alma, inspiración, sostén y coraje del SemanarioUno. www.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
Son dos en uno: inseparables la una del otro. El espíritu combativo, provocador en busca de la verdad hace de la obra de su creación, el SemanarioUno, un valor a seguir y difundir. Desde sus inicios en la calle Republiquetas, nunca sospechamos ni Maggy ni quienes estuvimos con ella todo este tiempo, lo que sería hacer ese periodismo serio de análisis y compromiso en tiempos de cólera política, intolerante a la crítica; en tiempos también de transformaciones políticas y socioeconómicas, a las que observábamos con interés y cautela siempre. La cautela surgía por el sesgo autoritario, demagogo, populista, clientelar y hasta corrupto, que se instaló en el país y en los gobiernos locales desde mediados de los años 90 hasta hoy. Hacer periodismo libre, como nunca desde la recuperación democrática, es una tarea de Titanes, porque la libre expresión y el compromiso por la libertad de prensa se aviene muy mal con los poderes políticos, económicos, de grupos y hasta personales. Ellos, salvo un par de excepciones
que hay que señalar, que debieron dar publicidad a un medio como SemanarioUno, pequeño, hecho casi a mano, a puro pulmón, periodismo de pensamiento libre y crítico, que no practica la genuflexión, le mezquinaron y le mezquinan la publicidad que necesita para sobrevivir. Pero Maggy es una periodista sobreviviente en tiempos de cólera, y ahí está el SemanarioUno. He vivido con ella la angustia de conseguir publicidad para sacar cada número, para pagar la imprenta y sufrir la frustración de postergar la distribución del Semanario por ese mercantilista y perverso motivo. Eso es hacer periodismo en tiempos de cólera, con mucho cabreo compartido por la mezquindad de una sociedad y sus poderes que no pagan publicidad a una revista seria, de análisis, de compromiso político-democrático y denuncia sin concesiones a los abusos de poder nacional y local municipal. El SemanarioUno no cubre la farándula, ni modelos vestidas o desvestidas, ni galas, ni banalidades, que sí recibe publicidad a raudales, pero la inteligencia y el conocimiento no reditúan ganancias. Y así nos va. No se la dieron ni la dan, reitero salvo excepciones, también porque el SemanarioUno puso el dedo en la llaga del sistema de partidos políticos y los políticos corruptos y corruptores; porque hizo suya la batalla en favor de las y los pobres de esta tierra y contra las injusticias de todo talante. Y porque se jugó contra la depredación del medio ambiente y los graves
problemas de una administración municipal secuestrada por poderes políticos y personales ajenos a los intereses de la ciudadanía. O porque tomó partido a favor de las reivindicaciones de género, por el derecho a decidir sobre cuándo y por qué ser madres, al aborto y a la opción sexual; a la lucha contra la discriminación a las mujeres y la violencia de género; porque optó a favor de los indígenas y su lucha por el Tipnis y otros temas candentes. Pero también registró otros tantos amables como la cultura hecha festivales de música barroca, de teatro y otros como expresiones de participación social y popular solidaria. Y a pesar de los tempos de cólera, fue saliendo el Semanario, a veces más tarde que temprano, con la complicidad ya de muchos, para abarcar todos los temas urgentes de una sociedad efervescente y emergente como la de Santa Cruz, en expansión y crecimiento más bien caóticos que planificados, pujante, arrolladora, peligrosa para el centralismo y plagada de retos de toda índole, aun sin solución. Aquí encontramos espacio y cabida quienes amamos, esa es la palabra, la profesión de escribir y hacer periodismo, de observar la realidad y de no quedarnos en la mirada superficial y parcializada de los hechos, sino de ir al fondo de los mismos, buscando la verdad, contra viento y marea. El SemanarioUno es testigo invaluable de nuestro tiempo en estos 10 años y su 504 números. Haber sido testigos vivientes de todos los cambios políticos, económicos, sociales, culturales e institucionales reflejados en el SemanarioUno nos concede el privilegio de ser parte de una ciudadanía comprometida con su ser social, a pesar de esa cólera política e institucional mezquina y miope. Gracias Maggy por la amistad compartida, gracias por la confianza también compartida. Gracias por la lección de hacer periodismo en tiempos de cólera y ser sobreviviente a pesar de ella. Te queremos y queremos a Don Nacho, a Carmiña y tu familia consanguínea y la familia de trabajadores que hace posible el SemanarioUno. ¡Gracias y felicidades!
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HOMENAJE EDITORIAL
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uperar las quinientas ediciones ha sido todo un logro para SemanarioUno. Una hazaña, dirán muchos al conocer en detalle las vicisitudes enfrentadas por este equipo a lo largo de una década de trabajo. Todo ello posible al tesón del equipo y a los fieles lectores.
Diez años alentando el pensamiento crítico y la pasión por el periodismo
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¿Casualidad o designio del destino? Tal vez un poco de ambas marcaron el nacimiento de Semanario Número 1 en un año marcado por acontecimientos políticos y sociales que trastocaron de manera profunda y definitiva la realidad nacional. Fue el año del violento enfrentamiento entre policías y militares en La Paz, el año del derrocamiento del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y el año, también, de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado que se celebró en Santa Cruz, marcada por los primeros pininos del gobierno de Carlos Mesa. Gerson Rivero, Ricardo Serrano y Maggy Talavera cubrieron todos esos hechos con un entusiasmo solo posible entre padres primerizos. El buen ánimo continuó acompañándolos durante varios años, hasta que los números rojos comenzaron a hacer sentir su peso en las finanzas del Semanario y obligaron a una recomposición de la sociedad, a la que se había sumado ya Ignacio Talavera. Pero ni siquiera esa crisis logró vencer o matar el germen que siguió alentando las ediciones del Semanario, aunque con equipo disminuido. En la persistencia y aguante de las adversidades fueron, y aun son, piezas claves Susana Seleme y Jorge Caero Soto, dos incondicionales colaboradores del Semanario, cuyos aportes sobrepasan con creces a los envíos semanales de artículos de opinión y reportajes. Tanto Susana como don Chino Caero continúan entregando la piel a SemanarioUno, con una predisposición envidiable y digna del mayor de los reconocimientos. Un mérito también atribuido a los lectores que se mantienen fieles al Semanario y a un valioso grupo de amigos que acaban de renovar un compromiso solidario con SemanarioUno. No por hacerle un favor a Maggy Talavera, sino porque creen que Santa Cruz necesita de espacios para la libre circulación de pensamientos. www.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
Arriba, a la izq.: portada de la primera edición de Semanario Número 1. Al centro, portada de una de las ediciones más comentadas de la segunda época de SemanarioUno por su reportaje sobre la crisis municipal cruceña. A la der.: celebrando las 500 ediciones y los años de vida. A la izq.: Gerson RIvero, periodista, y Ricardo Serrano, editor de libros, dos de los tres socios fundadores de Semanario Número 1. Abajo, Carlos Guzmán Vedia, el ganador del primer lugar del concurso de ensasyos promovico sobre la Identidad Cruceña.
Abajo: Pablo Deheza, Maggy Talavera, Alfonso Cortez, Anne Arrázola, María José Parejas, Antonio Dávila y Jessica Olivares sellando una alianza para editar el libro de ensayos.
Arriba: Ignacio Talavera, o don Nacho, como lo llaman con cariño: un ícono en la historia de SemanarioUno.
Elizabeth Molina, Rafael Chávez, Ricardo Serrano, Humberto Vázquez, Carlos Hugo Molina, William Rojas, Maggy Talavera y Hernán Callaú en el stand de SemanarioUno en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra celebrada en 2012, recordando lo hecho por Cabildo y su revista Apuntes y celebrando la persistencia de alentar, desde diferentes espacios, al pensamiento crítico.
HOMENAJE FDSAFDAS
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EDITORIAL
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ESTADO DE DERECHO Barlamentos
La marcha de los Urus y el blablá étnico-populista
Y N
a no se trata solo de los pueblos indígenas del oriente de Bolivia. También los pueblos indígenas del occidente, considerados afines al Gobierno y beneficiaros principales de sus políticas, se declaran ignorados y discriminados por el MAS. Es el caso de los Urus.
o marchan solo los mojeños Trinitarios, Chimanes y Yuracarés del Tipnis, en esta Bolivia donde los pies cansados y llagados caracterizan a tiempos de conseguir, à la Ghandi, reivindicaciones omitidas por siglos. La marcha de los Urus hacia la sede del gobierno centralista es ejemplo de ello. También desnuda contrasentidos del palabrerío étnico-populista tan de moda hoy. Un poco de contexto. Los Urus son de habla puquina, quizá verdaderos herederos de la civilización tiahuanacota, hoy con capital ocupada por aymara asentados sobre las ruinas de su ciudadela. Subsisten en unas cada vez más reducidas ‘regiones de refugio’ –como las llamaba Gonzalo Aguirre Beltrán- en islas artificiales de totora en Puno, y donde el río Desaguadero se desborda y se llama lago Uru-Uru, en las salobres cercanías del lago Poopó. Están constituidos por tres ramas: los Uru-Huruitos, los Uru-Muratos y los Uru-Chipayas. Una rama vive en islas flotantes de totora, en cercanías de tierras peruanas circundantes al Lago Titicaca. No creo que se les haya ocurrido tan curioso hábitat si no fuera por el acoso hostil de dominantes aymara. Pero es pertinente recalcar que el cuantioso flujo de turistas en el vecino país, asegura un incierto pasar vendiendo baratijas artesanales. Da para pensar que la totora, amén de base del suelo renovable que les sirve de lar, también se acullique como la hoja sagrada, quizá por sus cualidades nutritivas y estimulantes, sin que se haya ideado tramitar su despenalización en Viena, tal vez porque no se distrae su proceso a ‘totoraína’ o algún otro sucedáneo de la cocaína. Según datos de Wikipedia, los Uru-Muratos, conocidos también como “hombres del lago”, vivían en cercanías del lago Poopó. En los años 30 del siglo pasado sus tierras y orillas acuáticas fueron invadidas por los aymara. Cambios en el régimen pluviométrico casi hicieron
desaparecer el entorno lacustre del que dependían como únicos pescadores, empeorando su fuente de ingresos y alimentos, y tensionando nexos con las comunidades circundantes. Tal vez sintomático del sesgo aymara-centrista del régimen político actual, no se difunde “Los hombres del lago”, un documental filmado por Aaron I. Naar, con la historia de Puñaca Tintamaría, narrada por Daniel Moricio Choque, un ex jefe de la comunidad. ¿No son pertinentes sus costumbres y problemas de pobreza, la falta de tierras escamoteadas, la ausencia de representación en jerarquías municipales, departamentales y nacionales, la contaminación del Lago Poopó y el impacto del calentamiento global? En 1953 surgió “Vuelve Sebastiana”, cortometraje “cinema verité” de mi recordado amigo Jorge Ruiz, de quien atesoraré la filmografía completa que prometen hacer pública sus herederos, quizá para ver si entre su obra está un documental sobre la sustitución de cultivos de coca, tarea que entonces me quitaba el sueño. El film boliviano sobre los UruChipaya, de Jorge Ruiz y Augusto Roca, con guión de Luis Ramiro Beltrán, fue el primero en recibir un premio internacional. No olvidaré el cabello trenzado de la niña pastora Sebastiana, ni las viviendas circulares de su pueblo empobrecido, desde donde emprende una saga su abuelo para rescatarla del hostil pueblo aymara vecino. La migración de sus mejores personas, y la muerte del anciano rescatador, ¿no se viven a diario entre los indígenas pobres de este angustioso país? La marcha de los Urus hacia La Paz enrostra al régimen de Evo Morales que su Carta Magna, la Constitución de 2009, recita un catecismo falaz de principios ético-morales en los que se apoya la sociedad plural que propugnan. Al “no seas flojo, ni mentiroso, ni ladrón” que habría que indagar si es de las reformas del Virrey Toledo o del despotismo incaico, se suma el blablá de metas
Winston Estremadoiro Antropólogo
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“De la tríada endilgada a la sabiduría andina, quizá la flojera no sea defecto de nuestro incansable Presidente; basta hurgar la propaganda oficial para dudar de lo segundo (no seas mentiroso); del tercero (no seas ladrón), la cáfila de ladrones suma y sigue en la corrupción de este y de anteriores gobiernos.” sociales como el “vivir bien”, la “vida armoniosa”, la “vida buena”, la “tierra sin mal” y el “camino o vida noble”. De la tríada endilgada a la sabiduría andina, quizá la flojera no sea defecto de nuestro incansable Presidente; basta hurgar la propaganda oficial para dudar de lo segundo; del tercero, la cáfila de ladrones suma y sigue en la corrupción de este y de anteriores gobiernos. El “suma qamaña” (vivir bien) parece ser monopolio de prósperos cocaleros, etnocéntricos aymaras y centralismo gobiernista. El “ñandereko” (vida armoniosa) de los guaraníes no destila armonía a los pueblos chaqueños a pesar de la danza de millones de recursos del gas. La “teko kavi” (vida buena), que no sé en cuál de los 36 enclaves étnicos se disfruta, parece restringida a uno que viaja de aquí para allá en avión lujoso y come lo que le gusta sin que le cueste un
chelín. Ciertamente, la “ivi marei” (tierra sin mal) no es posible si compartida por “originarios” mojeños, Chimanes y Yuracarés con cocaleros del Chapare en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure, que eso, no me canso, ganso, quiere decir Tipnis. Y el “qhapac ñan” quechua será camino o vida noble para los adeptos al Gobierno, sean estos juramentados o infiltrados. ¡Déjennos aunque sea la propiedad de campos marginales!, parecen implorar los indígenas Urus en su marcha a la sede de gobierno, quejándose del cerco de los aymara que poco a poco les roban sus tierras. Es que la explotación del hombre por el hombre no es tema cuya descripción es exclusiva de Marx. Ya Hobbes en su “el hombre es lobo para el hombre” lo anticipó, y es racismo al revés culpar solo a los “k’aras” de tan despreciable práctica sobre los indígenas. www.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
ESTADO DE DERECHO
Incontinencias verbales e ignorancias presidenciales
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Susana Seleme Antelo Periodista y cientista política
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l Presidente parece gustar de alimentar las ‘evadas’ que ya dieron hasta para publicar libros. La más reciente de sus ‘evadas’ ocurrió hace poco, frente a los cocaleros, a los que instó a dejar de usar condón para que haya una explosión demográfica.
ntre unas y otras, el presidente Evo Morales siempre deja dudas sobre su condición de estadista. Su verborrea puede producir hilaridad, pero ante todo produce indignación, como cuando insta a los cocaleros a que dejen de usar condones para promover la explosión demográfica, pues Bolivia es un país poco poblado. Esa incitación es una afrenta a las mujeres, es violar el derecho a decidir sobre sus cuerpos y el derecho a convertirse en madres cuando lo decidan, no por mandato político que amenaza a convertirse en política de Estado. Esa convocatoria remacha su visión patriarcal y machista: el hombre centro del universo. De ahí su convicción
¿Tendrá conciencia el Presidente Evo Morales de los exabruptos que suele decir en sus intervenciones públicas? Susana Seleme no lo creo, dada la repetición de declaraciones que suelen ser hirientes para sectores de la población no politizados.
“Además de menoscabar la condición femenina, ¿no sabe el presidente que usar condones previene los embarazos no deseados y los abortos mal practicados que son la tercera causa de mortalidad materna en Bolivia? Él piensa a las mujeres como meras paridoras y reproductoras del género humano.” de pensar a las mujeres como meras paridoras y reproductoras del género humano, sin importar su dignidad, sus anhelos, su presente y futuro, su vida privada. Además de menoscabar la condición femenina ¿no sabe el presi-
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dente que usar condones previene los embarazos no deseados y los abortos mal practicados que son la tercera causa de mortalidad materna en Bolivia? ¿Qué sabe S.E. de las necesidades de mujeres violadas, madres solteras o
abandonadas, maltratadas, sin trabajo, sin acceso a la educación para enfrentar su vida y la de su descendencia? ¿Sabe algo de las consecuencias de tales condiciones sobre hijos e hijas que generan sin remedio la reproducción intergeneracional e intrafamiliar de la pobreza? ¿Sabe Morales que la pobreza se origina en la privación de activos y oportunidades esenciales a los que tienen derecho todos los seres humanos, amén de la inequitativa distribución de la riqueza? Si no lo sabe, tampoco sabrá el presidente que la pobreza puede ser vista desde una doble dimensión: como privación de la posibilidad de satisfacer necesidades básicas y como privación de los medios para satisfacerlas. Esa doble condición determina que las mujeres son más pobres en la medida en que carecen de recursos para buscar las formas más apropiadas de satisfacer sus necesidades, pues una proporción importante de ellas carece de educación, empleo e ingresos propios. En vez de pretender poblar Bolivia de más pobres, el presidente debiera saber -lo debió haber sabido antes de hablar- que una política de población seria exige la planificación del desarrollo mediante una adecuada y agresiva articulación económica. Es decir, generación de empleo productivo, digno y seguro, que garanticen calidad de vida y no el mero eslogan propagandístico “para vivir bien”.
Al parecer, S.E. tampoco sabe que la forma más eficaz de romper el ciclo perverso de reproducción de la pobreza, es decir, de madres pobres a hijos pobres, es con educación como posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas y como medio para satisfacerlas. Es decir, con políticas públicas de género a favor de las mujeres que promuevan la educación de la población femenina, en la que recae gran parte de la deuda social, hasta ahora impagable. En realidad poco sabe el presidente, pues el uso de preservativos es una de las más importantes política de Estado aplicada en muchos países y promovida por organismos internacionales, para preservar la salud pública frente a las enfermedades de transmisión sexual, particularmente el VIH/SIDA, entre otras. Y vamos de
mal en peor...
Además de incontinencias verbales y groseras ignorancias presidenciales, el país transita de conflicto en conflicto. Como el de Oruro, a cuyo aeropuerto los adulones del presidente le cambiaron el nombre del piloto pionero de la aviación nacional, Juan Mendoza, por el de Juan Evo Morales Ayma, lo que generó una movilización masiva con bloqueos y huelga de hambre contra de dicho cambio, durante tres semanas, con lenguaje y acciones de violencia creciente. Finalmente ganó
ESTADO DE DERECHO
la presión cívica y popular y ese aeropuerto conservará su antiguo nombre. La pregunta obvia es si los hombres del oficialismo interpretan ese mensaje de rebeldía como un rechazo a políticas de imposición autoritaria, sobre todo cuando la rebelión se gestó en una de las regiones andinas, otrora más afín a Morales y los suyos. En toco caso, no es solo el cambio de un nombre, es la intención de cambiar la historia de Bolivia, o borrarla a cualquier costo, mientras Morales, quien dijo no tener competencia en aquel conflicto, se solaza en el culto a su personalidad. Ya tiene un museo con su nombre, en Orinoca, pueblo del Altiplano donde nació. También quiere tener un aeropuerto, ya no el de Oruro, pero tendrá el de Chimoré, como le han asegurado sus afiliados de la Federación Sindical de Cocaleros del Trópico de Cochabamba, de la cual es presidente hace 17 años. Lo sugestivo de ese aeropuerto, que tendrá carácter internacional, es la cercanía a la zona productora de hojas de coca, teniendo el de Cochabamba a escasos kilómetros 121 Km., lo mismo que el de Santa Cruz de la Sierra, a 224 y ambos también internacionales. ¿Para qué, entonces un aeropuerto en Chimoré? Morales y los cocaleros debieran explicar el sentido y el objetivo del millonario emprendimiento, cuyo valor asciende a $us. 36.6 millones. Amén de museo y aeropuerto ¿qué más querrá el autócrata Morales para satisfacer su narcisismo político? Nada menos que una tercera rereelección, violando la Disposición Transitoria Primera (inciso ii) de la Constitución Política del Estado -cuya aprobación costó tres muertos- que textualmente dice: “Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”. Y van dos como manda la ley: de 2006 a 2010 y de 2010 a 2015. En democracia nadie llega al poder para quedarse, como anunció hace siete años Morales, apenas iniciado su primer mandato en 2006: “No somos inquilinos, llegamos a Palacio para quedarnos” dijo entonces. Sin embargo, nadie se queda hasta la que las velas no ardan ni con “maniobras envolventes”, el ‘vice’ dixit, que no es otra cosa que una mentira disfrazada, ni mandatos políticos contra la autonomía de las mujeres. Morales y los suyos sí son “inquilinos” en el Palacio de Gobierno, como los son todos los gobernantes que respetan la alternabilidad democrática en el ejercicio del poder, como saludable medida frente a tentaciones prorrogables de manera autoritaria y sine die. Creer lo contrario es ir de mal en peor. Decir la verdad, en tiempos de engaño, pensaba Goerge Orwell, se convierte en un acto revolucionario, como lo fue el de Oruro.
El Loro Colla Guardando apariencias
No sé si habrá sido por intercambio de favores, presión política o simple cuidado para guardar las apariencias, pero el Fiscal General decidió solo destituir de su cargo al fiscal Jimy Cuéllar, y no someterlo a proceso por las graves denuncias de extorsión hechas en su contra. Ni siquiera le valió a Guerrerito una denuncia formal por graves fallas cometidas por Cuéllar en el caso BISA.
Waltico y Raulico
En Bolivia ya no se habla de 'los hombres del Presidente', sino de 'los hombres del Vice'. Y no, no lo estoy diciendo en absoluto con carga personal que afecte a la varonil figura de Alvarito. Hablo de Waltico y de Raulico, por citar solo dos pesos pesados, cuyo poder en el Gobierno es proporcional a sus discreciones... ¡no aparecen pa' las fotos! Tanto misterio asusta. Por algo será...
A sus anchas
Desde que Carlos Valverde no va más por Clássica FM con su programa Como somos, poco o nada se sabe de las andanzas de doña Angélica y sus dos peones: Percyto y Huguito. Dizque andan a sus anchas, gastando al trochimochi y celebrando que ya no está el ojo y la voz inquisidores de Carval.Ay, Reyes... algún día padecerá sopapos de la realidad que tarda en llegar, pero llega.
Feliz como una perdiz
Otros que siguen celebrando hasta hoy son los encargados de administrar la BoA inventada por el Gobierno para devorar a AeroSur. Sin competencia seria, la línea aérea del Gobierno está facturando que da calambre... sobre todo en días especiales. Leáse eso de días especiales como reuniones del MAS, viajes de masistas, festividades de masistas... suficiente para copar los vuelos de BoA, sin opción al pataleo.
Sigo esperando
¿Se acuerda del anuncio que hicieron unos voceros de P.A.T. hace tiempo, justo cuando la Red cambió de dueños? Dijeron entonces que "en un par de días después de la compra" revelarían en detalle quiénes eran los nuevos propietarios de la Red que antes perteneció a Abdalah Daher. De eso fue hace ya meses, y nada de aparecer tal detalle. ¿Por qué será?
Qué abusivos
Estoy a punto de enviarle una cartita a Evito para que le brinque de una vez por todas a un sector que abusa a sus anchas de la gente: el de los taxistas, ya sean por cuenta propia o afiliados a radiomóviles. ¡Oiga, cobran lo que les cantan los huevos! Sobre todo en Santa Cruz, donde hace ya tiempo dejó de existir la carrera de 5 bolivianos.
La frase
"El comportamiento errático de Corea del Sur solo anunciará su destrucción final" / Jon Yong Ryong, Corea del Norte
La fauna de los escritores sin compromiso
¡Cuántas veces he deseado trabajar una novela, que como las de Flaubert, se compusiera de panorámicos lienzos…! Mas hoy, entre los ruidos de un edificio social que se desmorona inevitablemente, no es posible pensar en bordados.” / Paul Berman
E
l silencio frente a la inmoralidad tiene que ser duramente censurado. Si se permite hablar, sea de manera verbal o escrita, callar es una opción que no puede justificarse cuando las desdichas nos golpean en la cara. Todo aquél que haya logrado tomar consciencia del bien, cuya defensa resulta indispensable, debe condenar las expresiones de la malicia. Hubo épocas en que, por la bestialidad del régimen, las críticas se respondían con guillotinas, proyectiles o apresamientos. No podemos desconocer que, por desgracia, existen todavía predicadores de una situación tan ominosa como ésa. Sin embargo, entretanto haya un resquicio de libertad, se nos impone una obligación que no corresponde incumplir. Huelga decir que la carga es mayor para quienes, por diferentes motivos, accedieron a un nivel intelectual en el cual las ideas pueden ser expuestas sin demasiadas dificultades. El ejercicio de la reflexión autónoma trae consigo ese deber. Si bien gran parte del siglo XX, principalmente, estuvo signada por el compromiso intelectual, muchos escritores quieren que nuestro tiempo no deje lugar para las preocupaciones de naturaleza política. Una insensatez de tal envergadura tiene que rebatirse sin conmiseración. Yo no exijo la presencia de autores que, como André Malraux, recurran al plomo para defender ideales; esa beligerancia es excepcional. Además, la figura del combatiente con alma literaria fue mancillada por guerrilleros que, sedientos de inmortalidad, redactaban diarios mientras oprimían el gatillo y ejecutaban al correligionario. Empero, es inobjetable que, debido a la gravedad de las circunstancias, podría irrumpir esa urgencia, volviéndose necesario intervenir en el conflicto. Desde luego, ésta es una labor que, por las habilidades requeridas, no podría asumir cualquiera. Lo que no admite ninguna excepción es el deber de respaldar a quien batalle por nuestros principios. Aunque la gestión de los negocios públicos esté protagonizada, en general, por hombres mediocres, bufones
y corruptos, evitar su consideración es un despropósito que no se disculpa. Enorgullecerse de no tener ningún interés en la conducción del Estado, más aún cuando éste se dirige a triturar al individuo, desnuda una convicción que será siempre dañina para nuestra convivencia. No hay guarida que nos salve de la devastación totalitaria; las gracias del ruiseñor alivian los días en el calabozo, pero jamás frenan esa reclusión. Nadie discute que, por la cíclica repetición de sandeces, pueda dominarnos el pesimismo, fundando desconfianzas en torno a cualquier mejoramiento. Es menos frustrante ocuparse de los problemas personales, incluso emotivos, que aventurarse a enfrentar las miserias colectivas. Con todo, dado que ni siquiera la condición literaria puede liberar de una necesidad como coexistir, no parece inteligente conceder irrestrictamente a otros esas potestades. Los ciudadanos están en la obligación de asediar al gobernante, fiscalizando decisiones que, a menudo, implican abusos. El desdén por lo político puede impedir la tranquilidad que se precisa para disfrutar de la ficción, las conmociones líricas y los dramas del vivir, entre otras invenciones. Las extravagancias del genial Oscar Wilde fueron posibles en un ambiente de libertad. El momento en que las convenciones lo perturbaron, evidenciando la urgencia de cambios normativos, quedó claro cuán vulnerable podía ser su purismo. En algún instante, la realidad estremecerá esa torre donde creímos estar seguros. Aun Borges, mortal que encontraba tediosas las actividades conectadas con el uso del poder, atacó al peronismo, soportando después la venganza de un régimen contrario a sus valores. Porque la misma lucidez que aleja de las apreciaciones corrientes, en distintos campos, debe acabar con el indiferentismo. Dar la espalda equivale a facilitar el sometimiento. Por consiguiente, no basta con citarse para leer fogosamente a Rimbaud; es también imprescindible que las reuniones tengan al espíritu subversivo como musa.
Enrique Fernández García Escritor, filósofo y abogado
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MUNDANAS
Vacaciones de fin de año H
Chino Caero Soto chinocaero@ hotmail.com
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T
e aquí el motivo de la ausencia de Chino Caero Soto con sus crónicas en SemanarioUno: vacaciones de fin de año en Punta Cana. Una experiencia que vale la pena compartir, pero no solo esto: también el drama vivido antes del viaje, por la burocracia en Bolivia.
odos dicen que después de trabajar año redondo es bueno para la salud disfrutar de unos días de ocio, debe ser por ese motivo que las empresas acostumbran a conceder a sus trabajadores una vacación colectiva, las más de las veces a fin de año, casi siempre por quince días, tiempo por demás suficiente y prudencial como para que uno se olvide hasta de la suegra. Aprovechando los feriados de carnaval tuve la suerte de salir del país y trasladarme en compañía de mi familia a un lugar tan visitado como es Republica Dominicana, país que se ha convertido últimamente en un lugar de gran atracción turística, que cuenta con numerosos lugares de interés turístico, como por ejemplo Punta Cana, un paraíso tropical, con sus playas tan hermosas; en pocas palabras, un lugar maravilloso
Chino Caero viajó a Punta Cana con su familia, para disfrutar de vacaciones. Pero aun de paseo, su alma de periodista no lo abandonó: siempre estuvo presto a buscar novedades para relatarlas luego. Llevó el chaleco de la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa y, ¡cómo no!, ediciones de SemanarioUno...
“Lo que nadie se anima a comentar es el calvario que debemos atravesar los ciudadanos de este Estado Plurinacional cuando tenemos la oportunidad de salir del país, es de no creer las trabas que se nos presentan con la finalidad de sacarnos coimas, los requisitos y las colas para adquirir un pasaporte...” desde todo punto de vista, el mismo que es visitado por millones de turistas americanos, canadienses, latinoamericanos y europeos. De Bolivia salen con rumbo a ese destino una buena cantidad de turistas, todos ellos, cuentan con lujo de detalles lo maravilloso e inolvidable que es estar en las playas de Punta Cana, todos se admiran de la transformación y del progreso que está sufriendo ese país (República Dominicana) gracias al turismo, nadie se olvida del trato cordial de su gente para con los turistas, la comodidad y la alimentación que proporciona, además de la infraestructura hotelera que posee, las oportunidades de empleo que generan estas inversiones extranjeras (capitales españoles) son para sorprenderse. Algo que me llamó la atención fue saber que los dominicanos no tienen la más peregrina idea sobre Bolivia, no saben ni siquiera donde está ubicado geográficamente nueswww.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
tro país, con decirles que cuando salíamos de Panamá en un vuelo de Copa Airlines, por los parlantes se anunciaba la salida del vuelo número tanto con destino a la ciudad de Viru Viru… ¿Qué tal? Y eso se repitió cuando estuvimos dentro del avión, el vuelo entre la ciudad de Panamá y ‘la ciudad’ de Viru Viru será de aproximadamente de cuatro horas y veinte minutos, decía la operadora. Lo que nadie se anima a comentar es el calvario que debemos atravesar los ciudadanos de este “Estado Plurinacional” cuando tenemos la oportunidad de salir del país, es de no creer las trabas que se nos presentan con la finalidad de sacarnos “coimas”, los requisitos, las colas para poder adquirir un pasaporte, nos demuestran la ineficiencia de los funcionarios del gobierno, los actos y sistemas de corrupción en Bolivia y sus diversas formas de delincuencia siguen y seguirán funcionando por los siglos de los siglos, porque los organismos
encargados de combatirla siguen viviendo de la extorsión ¿o estarán durmiendo el sueño de los justos? No es que yo quiera decirles que no viajen o que no salgan al exterior, simplemente les relataré las peripecias y el calvario por el que debemos atravesar quienes tenemos deseos de salir fuera de nuestro país con la intención de conocer y disfrutar de algo nuevo y, como es lógico, de paso descansar. Después de leer este mi comentario, les invito a imaginarse lo que les ocurre a quienes se animan a visitar nuestro país ahora que nuestro Divino Evo ha lanzado su slogan que dice “Bolivia te Espera”. Porque uno poniendo cara de cojudo se pregunta, ¿cómo es que esperamos que los turistas nos visiten si hasta ahora las autoridades bolivianas no pueden hacer nada contra la inseguridad ciudadana?, si constantemente los turistas sufren asaltos a manos de “policías falsos”, donde pierden sus cámaras fotográficas, filmadoras y documentos, además de dinero en efectivo, y muy rara vez se da con los autores. Cómo es que esperamos a los turistas, si el rato menos pensado en cualquier parte del territorio nacional de produce un bloqueo de caminos que dura varios días, quedando los pobres turistas sin saber cómo continuar la triste aventura de querer conocer este maravilloso país, volviendo a sus lugares de origen lamentado haber venido a perder su tiempo?
Si corrigiéramos la inseguridad ciudadana que nos tiene aterrorizados a los ciudadanos que vivimos en Bolivia (peor a los turistas), si las autoridades nacionales garantizaran el libre tránsito de la gente, si mejoramos la atención de los bolivianos para con los extranjeros en cuanto a educación y respeto se refiere, si corrigiéramos las trabas burocráticas en las oficinas públicas, con seguridad que los turistas se irían con buenos recuerdos y tal vez con deseos de volver a visitarnos; mientras eso no ocurra, no esperemos que los turistas nos visiten y más bien coloquemos un letrero grande que diga ¡No visite Bolivia… plis! Bueno, quien desea viajar y salir al exterior debe tener su pasaporte y para eso deberá ir a las 4 o 5 de la madrugada a las puertas de Migración, donde luego de acomodarse en la fila (haga frio o calor, así sea un día lluvioso), después de cuatro horas lo empezarán a atender, a nadie le importa que los rayos del sol abrazador lo tengan ya medio “sancochao”, la atención comienza a las 8.30 de acuerdo al turno de llegada (dizque). A esa hora entregan un papelito numerado con el que será atendido, pero muchos que no hicieron cola aparecen más frescos que una lechuga delante de quienes tuvieron la desgracia de no pagar 100 pesos por el puesto y en este negocio existe una mafia de sinvergüenzas que todos los
MUNDANAS días están parados en las puertas de Migración, “trabajando” en combinola con los policías y con el personal que atiende, de seguro que todos deben morder la coima, ¡ay, del que reclame algo!, lo sacan de la fila entre todos y no lo atienden o le buscan una infinidad de requerimientos. Los policías que trabajan allá (no todos seguramente) no se dan cuenta que antes que autoridad son servidores públicos, ellos creen que su palabra es Ley, todavía viven como en los mejores tiempos del MNR, prepotentes, sin una pisca de cultura ni educación, en las puertas de esa institución tuve la desgracia de toparme con un policía G. Chura (seguro que no es cruceño), prepotente, atrevido como él solo, que me prohibió sacar fotos a las personas que estaban haciendo cola en Migración para adornar este comentario, parece que se dio cuenta que en mi chaleco decía “Federación de la Prensa”, y como estos odian a los periodistas que denunciamos casos de corrupción y extorsión, entonces quiso hacerse el policía estricto, este policía tuvo el atrevimiento de decirme que para sacar fotos en la calle debería tener permiso de la Dirección. Si ese es el trato para con un ciudadano en su propio país, ¿se ima-
trar el depósito para continuar al trámite. Al día siguiente, luego de estar dos a tres horas ahí dentro, le sacan fotos y al otro día sale el pasaporte, siempre y cuando presente su “Certificado Internacional de Vacunación contra la fiebre amarilla”, ese certificado tan importante y que parece tan estricto uno lo obtiene por otros 100 pesos (las agencias de viaje se encargan de conseguir). Este certificado dice más o menos así: ”Este certificado solo será válido si la vacuna empleada ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud y el Centro de vacunación ha sido designado por la Administración Sanitaria del territorio en que este situado…”, “El certificado será firmado de puño y letra por un medio (no dice médico) calificado u otra persona autorizada por la administración de la salud nacional, el sello no es aceptable en lugar de esta firma, cualquier enmienda o barradura (no dice borradura) y la omisión de cualquiera de los datos requeridos podrán acarrear la invalidez del presente certificado…” Ante esta triste realidad, el ciudadano se ve obligado a “coimear” porque sabe que si no lo hace debe ir a hacer colas interminables, donde nos atienden sin darse cuenta que es su obligación y no como creen los
“Lo más triste de todo es retornar al país y toparse con funcionarios de aduanas que le vacían las maletas diciendo que están en una ‘lucha frontal contra el contrabando’, queriendo decomisar todo lo que pillan, ” ginan cómo tratan a los extranjeros? No por nada el Reporte de Viajes y Turismo Competitivo 2013 del Foro Económico Mundial (que se hace cada dos años) considera a Bolivia como el país menos amigable para con los turistas, lo que quiere decir que no sabemos tratar a los turistas. ¡Y así esperamos que nos visiten los turistas! Una vez que llega a la ventanilla donde será atendido (luego de dos horas de haber ingresado) y luego de un breve interrogatorio, lo mandan a depositar en una agencia bancaria (la más cercana está a veinte cuadras) 495 bolivianos para adquirir su pasaporte, yo me pregunto: si existen cientos de personas que a diario sacan pasaporte, ¿por qué no se habilita una agencia bancaria dentro de las mismas oficinas? Después de hacer el depósito y si al carnet de identidad no le pillaron alguna fallita, debe volver a Migración nuevamente a hacer cola y mos-
funcionarios que nos están haciendo un favor, muchas personas por evitar esas colas desesperantes (porque tienen el tiempo calculado, por razones de salud, trabajo o estudio) optan por viajar no siempre con los documentos en regla y los problemas le salen peor y ninguna autoridad ve la manera de facilitar o mejorar el desempeño de los funcionarios, ya sea mejorando su sueldo. Ya una vez en el aeropuerto de Viru Viru, a punto de abordar el vuelo, agentes de Narcóticos y del Servicio de Migración (no todos bien uniformados) nos inspeccionan hasta las orejas, como queriendo pillar droga, la revisión se la hace a hombres mujeres y niños o niñas, preguntando por qué lleva dólares (se olvidan que afuera todo se paga y en dólares). Despegamos en un vuelo a su hora y sin novedad, llegamos a Lima, luego de una breve escala llegamos a Santo Domingo, aeropuerto Las Américas. Ya una vez en Santo Domingo, nos trasladaron por una carretera en construcción, pero en perfectas condiciones de señalización, por 240 kilómetros (no obstante de no estar terminada) hasta llegar al hotel Paradisus Punta Cana, un hotel maravilloso donde tuvimos la suerte de alojarnos. Lo más triste de todo es retornar al país y toparse con funcionarios de aduanas que le vacían las maletas diciendo que están en una “lucha frontal contra el contrabando”, queriendo decomisar todo lo que pillan, sin saber que los turistas tienen derecho a mil dólares de mercadería libre, olvidándose además que los verdaderos contrabandistas están en La Ramada y en las ferias de Barrio Lindo, dentro la ciudad, donde se vende de todo y sin extender facturas, duele ver la carretera que une el aeropuerto con la ciudad, sin señalización ni iluminación, además llena de baches, duele volver a encontrase con la ciudad sucia y desordenada, duele volver a ver los vehículos con placas despintadas parándose donde les da la gana y sus conductores sin utilizar los cinturones de seguridad, duele volver a ver nuestros mercados sucios y malolientes, volver a ver los titulares de los periódicos con denuncias de violaciones y asesinatos… Lo único bueno del retorno es encontrase con los seres queridos, con los amigos y compañeros de trabajo, con los clientes y con los amigos con quienes uno por whatsapp ha intercambiado novedades desde la distancia… en fin, nos falta mucho por aprender, pero algún día no muy lejano tengo la esperanza de escuchar a los turistas decir “Visiten Bolivia, no se arrepentirán”. Porque ellos tienen mucho por conocer y nosotros harto para ofrecer.
Abril llega con tres eventos de
arquitectura
L
a segunda versión de la Feria Internacional de la Construcción, Arquitectura y Diseño (Ficad) abrirá este miércoles 3 de abril y con ello se dará inicio a una semana dedicada a la arquitectura. Organizada de manera conjunta entre el Colegio de Arquitectos de Santa Cruz y Fexpocruz, la Ficad 2013 dará paso a cinco días en los que arquitectura, diseño y tecnología convergerán en un mismo espacio: el predio ferial de Fexpocruz. Allí, más de 150 expositores mostrarán productos de más de 15 países sobre un predio de 8.500 metros cuadrados. Los visitantes podrán apreciar productos y servicios de más de 30 rubros, entre arquitectura, diseño, construcción, decoración, bienes raíces, ingeniería, carpintería, equipamiento y otros. En síntesis, en la Ficad 2013 el público tendrá la oportunidad de conocer empresas que brindan productos y servicios para hacer realidad el sueño de la casa propia, desde la compra del terreno, pasando por el diseño de la casa, la construcción, amoblado y decoración de la misma. Sin embargo, la Ficad no llega sola. De manera paralela a la feria se realizarán dos eventos académicos dedicados a la arquitectura. Uno de ellos es el VI Seminario Nacional de Tecnología en Arquitectura (Senta). El seminario contará con la presencia de seis profesionales invitados, quienes llegarán desde Argentina, México y Bolivia. Se trata de María Teresa Egozcue (Argentina), Mónica Pérez Baez (México), Edmundo Gantier (Bolivia), Pablo Cabrera (Bolivia), Miguel Morales Audivert (Bolivia) y Néstor Guzmán (Bolivia). Ellos compartirán sus conocimientos y experiencias en diferentes ámbitos de la arquitectura con los más de 500 universitario y arquitectos registrado. Para completar el trío de actividades, la Exposición Nacional de Proyectos de Estudiantes de Arquitectura permitirá que universitarios de todo el país presenten propuestas arquitectónicos con énfasis en tecnología.. Los tres eventos se desarrollarán del 3 al 7 de abril en un mismo lugar: el campo ferial de Expocruz, en la avenida Roca y Coronado y tercer anillo externo. Miguel Ángel Souza es el contacto para tener más información. Puede hacerlo enviando un mensaje a comunicación@cascz.org o llamando al 750-02786. www.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
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LECTURAS
Conversaciones entre intelectuales
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ernando Hernique Cardoso comparte con sus lectores las reflexiones hechas junto a sus amigos Grecia y Roberto Schwartz, y el ex gobernador paulista José Serra, sobre política, partidos y ciudadanía en el siglo XXI. En la conversación, el pasado estuvo presente.
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Fernando Henrique Cardoso Ex Presidente de Brasil / Infobae
espués de los cálidos días del cambio de año, San Pablo se volvió más amena. Las vacaciones escolares, el tránsito menos atormentado, los cines más vacíos y la temperatura agradable invitaban al descanso. Fui a ver una película admirable, Amour (2012), en la que los actores Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant, dirigidos por Michael Haneke, desarrollan la trama de la relación entre una pareja de viejos músicos que lleva una vida confortable, para las normas europeas, aunque sin servicio doméstico y aislada de los familiares. Además de eso, en la vejez se
sión y la discordia, se entiende el lenguaje del otro. La vivencia de las mismas situaciones crea referencias que atiborran la razón. Todavía bajo el impacto de Amour participé en una cena con la pareja de Grecia y Roberto Schwartz (un crítico literario), amigos desde hace más de 50 años. Nos vemos de tiempo en tiempo, manteniendo la amistad aunque estemos separados en el campo político. Por coincidencia, el día señalado para la cena, José Serra (ex gobernador del estado de San Pablo), otro amigo con quien he convivido desde hace más de medio siglo, tenían una cita en mi casa. Mis conversaciones con Serra son
“...se van consumiendo en un mundo que es sólo de ellos, entre buenos recuerdos y la desesperación hasta el último gesto de amor Así son las relaciones humanas: ambiguas, cambiantes, llenas de pasión y odio. Pero en cada generación, aunque sea en la tensión y la discordia, se entiende el lenguaje del otro.” padecen contratiempos. El derrame que sufre la mujer no debilita la ternura del marido. Pero la vida cotidiana es dura: él tiene que cargarla para ir al baño, le tiene que dar de comer en la boca, etcétera. Ante el empeoramiento de la salud de la madre, la hija tiene dificultades para entender y lidiar con la situación, denotando más angustia que afecto y, quizá, cierta preocupación material con lo que pueda quedar. El yerno es insoportable y los nietos no aparecen. Resultado, los dos viejos se van consumiendo en un mundo que es sólo de ellos, entre buenos recuerdos y la desesperación hasta el último gesto de amor. Así son las relaciones humanas: ambiguas, cambiantes, llenas de pasión y de odio. Pero en cada generación, aunque sea en la tenwww.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
largas, durante horas corridas. Y rara vez terminan el mismo día, puesto que no soy noctívago. Serra llegó indispuesto. Imaginé que la conversación estaría limitada. Pero luego, con la franqueza suficiente para saber cada quien lo que piensa el otro, fluyó bien. De repente miré el reloj y advertí: “Dentro de poco llegará Roberto”. Serra se quedó. Al cenar en un restaurante, empezamos la conversación recordando a un amigo común, Albert Hirschman. El gran economista recientemente fallecido tuvo enorme influencia sobre todos nosotros, como persona y como intelectual, lo que hizo amena la conversación. Él era una especie de renacentista contemporáneo, “artesano” de palabras e ideas, que no apreciaba las “grandes teo-
Bajo el impacro de esta película, Amour, Fernando Henrique Cardoso tiene en su casa un encuentro entre amigos que deriva en una conversación más sabrosa que la cena servida la noche de la cita. (El filme está en cartelera en el Cine Palace)
rías” pero que, con sus miniaturas, arrojaba luz sobre la historia y la naturaleza de los conflictos sociales y humanos. Pasado el momento de las convergencias, Roberto me preguntó: “Cuando ustedes (en teoría) eran socialistas, ¿qué querían y en qué creían?” Yo le respondí: “Nuestro objetivo era mayor igualdad y el medio para lograrla era eliminar la apropiación privada de los medios de producción; todo lo demás era secundario, incluso la libertad”. Me dije a mí mismo que había variaciones en la izquierda; los trotskistas hacía mucho denunciaban el terror estalinista, aunque algunos de sus líderes también lo hubieran practicado; la “izquierda democrática”, más liberal, no estaba comprometida con prácticas contra la libertad. Me quedé pensando en qué tenía que ver esa discusión con los días actuales. ¿Quién piensa todavía en el “control colectivo” de
los medios de producción? Solo quizá los nacional- desarrollistas que aman el capitalismo dirigido e identifican el Estado con la colectividad, aunque no por eso sean de izquierda. En otro momento, Roberto, más fiel a las tesis clásicas de la izquierda, comentó: “¿No les parece que incluso sin referencia explícita a las clases sociales y sus luchas, éstas existen y se necesita una teoría que las sitúe en función de la forma contemporánea de acumulación del capital, incluso en China?” Le respondí: “Sí me parece, pero tendría que proponerse una nueva teoría general del capital y de las relaciones de producción, pues la globalización modificó mucho las cosas”. “No parece que la oposición burguesía-proletariado tenga la vigencia que tuvo en el pasado. La disolución del concepto de clases en las ‘categorías de ingreso’, llamadas clases A, B, C,
D, o en esta ‘nueva clase media’ difícilmente se sustenta teóricamente”, agregué. Otra vez, mirando la actualidad, ¿quién de la izquierda, del centro o de la derecha, es decir, en cualquier lugar del espectro político vigente, piensa en estas cuestiones? El gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) es el primero en jactarse de la expansión de las “nuevas clases medias” y en celebrar los éxitos del capitalismo, quedando avergonzado cuando el “pequeño PIB” (producto interno bruto) parece comprometerlo. Pasando de las consideraciones abstractas a terrenos más concretos, Serra criticó duramente la desindustrialización en curso, los desmanes en la administración por la penetración de los intereses políticos y clientelares, en fin, la conducción del PT. A eso, Roberto replicó, como era de esperarse: “Pero ha habido avances sociales innegables”. Y yo agregué que esos empezaron en mi gobierno. “Está bien”, admitió, “pero ganaron más dimensión con el PT. Vean el acceso a las universidades con las cuotas”. Por fin, jaque mate: ¿Y el escándalo de las “mensualidades” (un sistema de compra de votos parlamentarios)? “¡Ah!, pero es la ‘derecha’ la que se regocija con las condenas, aunque sin ellas la justicia se vería comprometida”. Serra, más incisivo, pregunta: “¿Y el PT es de izquierda?” Silencio general. Las categorías en las que estábamos de acuerdo nos impedían clasificar a los partidos actuales en la escala antigua en la que nos formamos. Puede parecer que el desacuerdo era general, pero no. Conversábamos como quien hubiera vivido una misma historia política y cultural. Era un diálogo entre personas de la misma generación, a pesar de los desacuerdos que pudieran existir. ¿El diálogo que tuvimos tendría sentido para las nuevas generaciones? O quizá es que Fernando Gabeira (periodista y ex diputado federal por Río de Janeiro) tiene razón: “Las diferencias contemporáneas son conductuales (ser o no evangélico, aceptar o no el matrimonio gay, ser “verde” o “jurásico”, y así sucesivamente)”. ¿El diálogo cálido, y para nosotros interesante, que nos llevó sin darnos cuenta a retroceder en el tiempo, tendrá algún sentido para las nuevas generaciones? ¿O será que para ellas nosotros somos “los otros”?
Estereotipos en
LECTURAS
pantalla plana
S
eguir la actualidad desde una óptica igualitaria es un verdadero tormento, dice Gabriela Cañas, al comentar el uso y abuso del cuerpo de la mujer para vender de todo. Hasta Louis Vuitton.
U
n hombre me muestra escandalizado sobre una moderna tableta elvídeo publicitario de Louis Vuitton sobre su última colección de ropa. Las modelos, sensuales y semidesnudas, hacen la calle. Son prostitutas en la noche parisina que muestran sus prendas y sus cuerpos con esos gestos de reclamo tan viejos y manidos que buscan encender la libido para atrapar al potencial cliente. Abunda la ropa interior, claro, como en esas pasarelas de moda que incluso las televisiones públicas muestran justo antes del telediario para que la audiencia no se vaya y se quede frente a la pantalla, hipnotizada por la visión de esos cuerpos imposibles, para seguir las noticias, bastante menos sexys. El estereotipo, la sensual exhibición del cuerpo de las mujeres, funciona tan exitosamente que las activistas de Femen, un grupo feminista ucraniano, protesta siempre con el torso desnudo. Se arriesgan a ser tildadas de machistas y, desde luego, a no ser tomadas en serio, pero consideran que esta es la única manera que, hoy por hoy, tienen de salir en los medios. Y es verdad que sus manifestaciones suelen encontrar hueco en la televisión cuando se manifiestan contra la tiranía, la corrupción y, sobre todo, el mercado del sexo. Salen menos cuando son enviadas a prisión. Tiene menos glamur. La mayoría de las mujeres no usan el topless como parte de su trabajo. No son putas ni se desnudan para protestar. Trabajan honradamente —si es que pueden— por salarios que no son para tirar cohetes y muchas han empezado a despuntar en todos los ámbitos. Así que ahora el mal, como un caleidoscopio, ha ampliado el espectro de sus múltiples caras. Antes había solo unas cuantas malas de verdad: la madrastra de Blancanieves —espléndida Maribel Verdú en este papel—, la suegra, Eva incitadora del pecado y poco más. Ahora contamos con muchas más malas remalas que además de perversas son tachadas de incompetentes con total ligereza. Todos los gobiernos tienen alguna; llámese ahora Ana Mato o antes Bibiana Aído. Me pregunto si el nivel de las
ellos. Por eso, la Liga de Campeones de la UEFA utiliza una pieza de Händel adaptada por el compositor Tony Britte, para representarnos a los millonarios futbolistas como dioses del olimpo en plena gesta. ¡Qué curioso, la pieza de Händel se llama Zadok the Priest(Zadok el sacerdote)! Mientras los purpurados se entregaban a los ritos de elección del nuevo papa, en Nueva York, el Vaticano se aliaba con países fundamentalistaspara evitar que la ONU sacase adelante un texto condenatorio de las agresiones contra las mujeres y a favor del acceso a la salud reproductiva. ¿Por qué? Porque a la Iglesia de Roma nunca le ha gustado que se rechacen las tradiciones y los motivos religiosos como excusa para tolerar la
Gabriela Cañas / El País de España
“El estereotipo, la sensual exhibición del cuerpo de las mujeres, funciona tan exitosamente que las activistas de Femen protestan siempre con el torso desnudo. Se arriesgan a ser tildadas de machistas y a no ser tomadas en serio, pero consideran que es la única manera que tienen de salir en los medios.” descalificaciones habría sido tan duro en caso de que esta crisis hubiera pillado por medio a un hombre al frente de la cancillería alemana. La ortodoxia germana en el terreno económico no la inventó Merkel. Hace muchos años cundió la especie de que el cine y la televisión estaban plagados de publicidad subliminal. Temíamos que una película de Disney nos implantara en el cerebro sin saberlo las ganas de consumir una coca-cola. Ahora ya no hay sutilezas. Véase el vídeo de Louis Vuitton y otros similares o véase también el escaso nivel de crítica con el que hemos asistido embelesados al cambio de papado con todos esos fastos de hombres, solo hombres, ataviados con ricos hábitosmedievales y hablando del espíritu santo, ese que solo se comunica con varones. Las mujeres no están invitadas al festín. Dios es masculino. El olimpo es de
violencia de género. Por encima del bienestar de ellas están las creencias que, por cierto, solo los hombres administran en todas las religiones. En Afganistán es costumbre en auge casar forzadamente a las niñas, así que mientras las tropas occidentales se baten en retirada dejando aquello como un erial, ellas caen en la desesperación. La situación es peor que hace una década. En el hospital de Mazar-i-Sharif llegan ahora una media de tres chicas al día que han intentado suicidarse (usan matarratas). Hace diez años llegaban un par de ellas al mes. En India, el 80% de los matrimonios son concertados y en ellos las jóvenes suelen ser mera mercancía, aunque es un sistema que las familias eligen para evitar que sus hijas sean violadas. Seguir la actualidad desde una óptica igualitaria es un verdadero tormento. www.semanariouno.org Viernes 22 de marzo de 2013 Santa Cruz de la Sierra • Bolivia
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