Los “cubita” de Florencia. Marlenne Seravalli. 18 de octubre del 2011
Los “cubita” de Florencia Marlenne Seravalli He aquí, la historia que les prometí de los orígenes de la familia de los Cubita de Florencia y ¿porqué digo que son mis primos? Toda esta pequeña investigación ha sido gracias a la Comisión mis Parientes del Grupo San Carlos: Un Siglo de Historia en Imágenes, que con tanta gentileza me ha ayudado como decimos nosotros a esculcar entre todos los datos que pudieron encontrar en sus fuentes.
Les contaré: Hace muchísimos años, cuando mi familia se fue a vivir a San Carlos, teniendo yo escasamente un añito de edad, mi abuelo materno Arístides Rojas Otárola, nos contaba una historia muy linda en la que nos narraba con palabras entendibles para nuestra corta edad, que nosotros teníamos un familiar en mi adorado San Carlos.
Al pasar de los años y teniendo ya siete años de edad, mi abuelo se fue a vivir a mi casa, porque la vida en San José era bastante dura, y siendo él un ebanista profesional y magnífico, consiguió trabajo como por un año en la Mueblería Víquez, que quedaba frente a la Gasotica en Ciudad Quesada, contiguo a la pensión San Cayetano. Viviendo en nuestra casa un día nos llevó de paseo a Florencia para ir en busca de nuestro primo Antonio Artavia, quien se había casado ya y tenía hasta ese momento ya una catizumba de niños, pues bien recuerdo que eran como en escalerilla, uno de los más grandes era mi querido Luis, por nombre es imposible enumerarlos, pero eran ya como doce, y cada uno de ellos ya tenía su apodo, Pingüino, Pachicha, Lolo, Cuac Cuac, bueno y no recuerdo los demás.
Siempre tuve la inquietud de porqué Antonio no llevaba el apellido Rojas, como mi tío abuelo Arquímides Rojas que era el Padre biológico de Antonio. Era tan difícil de comprender a tan corta edad.
Gracias al grupo San Carlos: Un Siglo de Historia en Imágenes, recuerdo, que empezando a participar activamente en el, subieron una foto de una familia muy numerosa, con verdaderamente una catizumba de niños, y haciéndome gracia, los conté y pude ver que eran doce, entonces sin saber quiénes eran, hice un pequeño comentario de que todo era más barato por docena, al momento alguien comentó que se trataba de la Familia de los Cuba en