LOS HUEVOS DE GONGOLONA Dice el INBIO en su página web: “Gongolana: Tinamus major (Gmelin 1789). (Congolona, gallina de monte, gongolona, perdiz, tinamú grande) Vive en el interior de los bosques tropicales húmedos y muy húmedos. Pone los huevos directamente en la hojarasca del suelo, generalmente ubicada en la base del tronco, al lado de las gambas o de otro refugio. La nidada consta de 3 a 5 huevos, raramente más. Son brillantes, de color azul turquesa o azul verdusco. Se reproducen de diciembre a agosto. Es considerada una especie bajo amenaza de extinción, debido a la pérdida de su hábitat por la deforestación y la cacería indiscriminada, pues su carne y sus huevos son apreciados para el consumo humana. Está protegida y regulada por la Ley de Conservación de la Vida Silvestre No 7313, La Ley Orgánica del Ambiente No 7554 y el decreto No 26435-MINAE. Es una especie residente común (donde queda bosque) en las bajuras y piedemontes de toda la vertiente del Caribe hasta los 1.000 a 1.500 m de altura;…” Gran parte de la Cordillera Volcánica Central constituye hábitat de esta gallina de monte. Por supuesto que el Volcán Platanar y en general el Parque Nacional Juan Castro Blanco. Cuando estudié en la primaria en los años sesenta, nos enseñaban con criterio “Vallecentralista” –o más bien “mesetero”, ya que para entonces al Valle Central se le conocía equivocadamente como Meseta Central, que la Cordillera Central la componían cuatro volcanes: Poás, Barva, Irazú y Turrialba. Hoy mi nieto mayor “mesetero” de Barva de Heredia a sus 12 años sabe con toda claridad, que la Cordillera Volcánica Central se inicia por el noroeste, en el
Volcán Platanar. El Volcán Platanar, se ubica en un enorme macizo volcánico que incluye otras cumbres: la más alta, -el cerro Porvenir- (en nuestra infancia en Ciudad Quesada era conocido como El Congo), los Cerros de El Avión, la fila Chocosuela, Palmira, el Volcán Viejo y otros. En el pie de monte del macizo en su parte más septentrional está la población de Venecia y Aguas Zarcas y Ciudad Quesada, son otras poblaciones que se asientan a sus faldas norte y noroeste. Entre el Parque Nacional Juan Castro Blanco y la Sierra de Tilarán, se ubica el Valle del San Carlos, a partir del cual este río sale a las llanuras del mismo nombre. La sierra de Tilarán, es la que vemos frente a nuestros ojos, cuando desde Ciudad Quesada miramos al oeste y al noroeste, con el Volcán Platanar a nuestras espaldas. Es toda esa fila montañosa azul, que incluye al Cerro Chato y que finaliza con el Volcán Arenal. Curiosamente la mayor parte de lo que nuestra vista observa de esta Sierra, desde Ciudad Quesada no es Sancarleña, ni Tilaranense como su nombre. Pertenece al Cantón de San Ramón, con la excepción de La Tigra y entero eso sí –el Volcán Arenal- que es cien por ciento Sancarleño. De Esparza, Montes de Oro (Miramar) y de Tilarán, son la vertiente Pacífica de La Sierra, la que no alcanzamos a ver desde San Carlos. El Parque Nacional Juan Castro Blanco, bien apodado como Parque del Agua, es fuente de la mayor parte del caudal del segundo río más caudaloso del país: el Río San Carlos (el primer río caudaloso del país es el Grande de Térraba). En este parque y en la Sierra de Tilarán nacen todos los ríos que conforman el San