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Rincón de los artistas. Proyecto Saavedra
Caminar por el barrio es una de mis salidas preferidas. Nunca me canso de mirar las mismas fachadas, las mismas esquinas, los mismos árboles, porque siempre los veo distintos, cada día los encuentro diferentes. Un día de caminata observo en una pared un folleto blanco y negro pegado con una cinta de papel que decía: PROYECTO SAAVEDRA. Inmediatamente me lo guardé en mi bolso y apenas llegué a casa miré de qué se trataba. Me encontré con la obra fotográfica de un artista del barrio, Santiago. Por supuesto, le propuse hacerle una entrevista para la revista, él al toque me dijo que sí, y yo al toque pensé en esas preguntas curiosas que con tantas ganas quería hacerle acerca de su proyecto. Y así, todo al toque, como salen las cosas apasionadas que le dan sentido a la vida, salió esta nota que les compartimos para que, al toque, sepan de que se trata PROYECTO SAAVEDRA.
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Sole Gonzalez Alemán
Sole Gonzalez Alemán: ¿Qué te motivó a llevar a cabo un proyecto de fotos sobre Saavedra?
Santiago Pérez Alvarez: Principalmente, siempre me gustó salir a caminar por mi barrio. Me ayudaba a bajar el estrés o la ansiedad, más en la época de finales cuando me estaba por recibir. Particularmente en marzo de este año, cuando ya tenía mi título, decidí salir a caminar, pero esta vez con la cámara. Nunca me voy a olvidar, fue una caminata de 30 minutos en la que me pasó de todo, me encontré un señor que estaba bajando desde Colombia en bicicleta y dormía en la calle con su perro, también me encontré con nenes que vendían jugo de naranja en una esquina, parecía como una película. A raíz de fotografiar todos estos acontecimientos me di cuenta de que con una caminata de 20 o 30 minutos uno puede armar varias historias, en tanto y en cuanto esté dispuesto a buscarlas.
Después de ese día empecé a caminar un promedio de 10 km. por día buscando no solo momentos y personas, sino objetos y cualquier cosa que me llame la atención. Me inspiraron ciertos fotógrafos estadounidenses que mostraban una peculiar forma de exhibir el color y los detalles, pero además hablaban de los distintos tipos de luz durante el día. Es por eso que en la gran mayoría de las fotos de Proyecto Saavedra se puede ver una luz suave con tonalidad anaranjada, clásica del atardecer.
Finalmente, el hecho de crear material fotográfico y combinar el mismo en un ensayo, pudiendo así respetar una misma estética, estilo y un tema en particular, fue el motivo final que me llevó a unir todo el material creando Proyecto Saavedra.
S.G.A: ¿Por qué elegiste la fotografía como medio?
S.P.A: Primero que nada, la fotografía es el único medio que yo domino y con el que me siento cómodo para poder expresar cualquier tipo de sentimiento. La fotografía es arte, es una expresión instantánea de un momento único que jamás en la vida se volverá a repetir. Nosotros, los fotógrafos, tenemos la oportunidad de elegir un momento específico en la vida y mediante un disparo volverlo eterno, inmortal. La fotografía te abre los ojos, logra que prestes atención a los detalles que día a día las personas ignoramos constantemente. Uno con una cámara puede modificar la luz, el movimiento de los objetos y hasta los colores, pudiendo así crear arte. Estas características únicas que tiene la fotografía me parecen una motivación más que suficiente para emplearla como medio para documentar cualquier suceso de la vida del ser humano, de hecho, es para lo que se emplea.
S.G.A: ¿Cómo hacías el día a día de las fotos del barrio?. Es decir, ¿salías y hacías recorridos? ¿Ibas a lugares específicos?
S.P.A: Usaba como herramienta esencial los mapas del celular, de esta manera yo sabía exactamente como está delimitado el barrio de Saavedra, para así no desviarme y terminar documentando escenas que no eran de mi barrio. Dividí al barrio en secciones, zonas de interés, las cuales me encargaba día tras día de recorrer sin dejar una esquina sin ver, como si fuese un tablero de ajedrez. En el barrio hay ciertos monumentos o íconos que son de gran conocimiento que yo sabía que tenía que fotografiar para el ensayo, así que no podía dejar de verlos, aunque igualmente algunos de ellos no fueron incluidos en mi ensayo fotográfico.
S.G.A: ¿Qué sentimientos te unen a Saavedra?
S.P.A: Saavedra es el barrio que me vio crecer, madurar. Me vio crecer profesionalmente, académicamente, me vio alquilar mi primer departamento, pagar mis impuestos. Y hoy en día me está viendo crecer en lo que me apasiona, que es la fotografía. Si bien vivo desde el 2017 en este barrio, la cantidad de cosas que pude lograr es increíble.
S.G.A: ¿Por qué elegiste Saavedra para este proyecto?
S.P.A: Más allá de los sentimientos que comentaba que me unen a este barrio, Saavedra es uno de los barrios más lindos de Buenos Aires y no lo digo por ser vecino. Saavedra tiene de todo, plazas y parques, obras arquitectónicas, hasta una laguna con patos y gansos en el medio de un parque! Es muy agradable para la vista y le da una tranquilidad inmensa a la persona que camina por sus calles. Y por sobre todo los vecinos, al menos con los que yo tengo relación, son muy buenas personas.
S.G.A: ¿Qué foto sentís que representa mejor esos "momentos cotidianos" del barrio?
S.P.A: Una de las fotos que más refleja la cotidianidad del barrio es la foto en la que se ve a un nene andando en monopatín en la cancha de básquet “La Copita”. Siempre cuando uno va a cualquier plaza o parque va a ver a un nene siendo feliz, haciendo lo que a él le gusta. Creo que esa foto refleja eso, la felicidad de los niños de Saavedra. Pero en realidad, el ensayo entero es un reflejo de la cotidianidad del barrio de Saavedra. Todas las escenas que yo retraté son momentos que uno va a encontrar siempre en el barrio. Autos antiguos estacionados, las plazas y los parques durante la tarde, llenas de hojas por el otoño o pájaros. Como también los retratos a los vecinos, personas auténticas que fueron retratadas por mí en un día simple, siendo ellos mismos. Todo en mi ensayo es genuino, tradicional y cotidiano.
S.G.A: ¿Qué repercusión tuviste de la gente?
S.P.A: A los vecinos pareció gustarles mucho, me llegaron buenos comentarios en redes sociales acerca del trabajo y mi familia está muy orgullosa de mí. Es una gran satisfacción para mí ya que como aclaré siempre, este no fue un proyecto con fines económicos ni lucrativos, sino una forma de devolverle a este barrio lo que me viene dando a mi desde hace algunos años. Encuentro más satisfacción y felicidad en el hecho de estar un día caminando por la calle y que un vecino me reconozca y me de la mano, felicitándome por mi trabajo, que el dinero en sí.
S.G.A: ¿Este proyecto continúa con alguna otra producción?
S.P.A: Me gustaría que en un futuro no muy lejano, cuando tenga más experiencia, poder retratar al barrio nuevamente, pero con una cámara análoga, formato que estoy aprendiendo a usar, además de la digital. Pero también les puedo decir que Saavedra no será el único barrio porteño retratado desde mi punto de vista, dentro de poco se enterarán...
Instagram: @santiagoperezalvarez www.santiagoperezalvarez.com
¿Dónde empieza tu historia con el Canto?
La historia del canto comienza con la historia misma del hombre y se va desarrollando en paralelo. Utilizado como un modo de expresión, de comunicación y hasta de sanación por todas las culturas antiguas y actuales. Desde los hombres de las cavernas fue usado para comunicarse entre ellos o con otras tribus, más adelante en otras tribus tribales además se utilizó de modo chamánico, en Egipto y en la región de la Mesopotamia se utilizó para las ceremonias rituales y en las gestas militares, en las culturas más modernas como la griega y romana también se utilizó para celebrar las victorias e invocar a los Dioses para que fuesen favorables. Más adelante, su uso fue más ligado al orden litúrgico, al ser utilizado Por Maxicanto
en monasterios y templos a partir de la aparición de la polifonía (la superposición de voces), en occidente llamado Canto Gregoriano. Pero al tratarse de nuestro instrumento natural (la laringe), su uso no solo se circunscribió a lo religioso o ritual, sino también a una mera forma de expresión, de disfrute, de describir la realidad y nunca distinguió castas sociales ni credos. Más cerca ya, en nuestras tierras queridas, fuimos influenciados por lo europeo que trajeron los conquistadores hasta la época colonial, como así también por lo africano traído por los (más rítmico, por ejemplo) y los de nuestros pueblos originarios, vastamente ricos y diversos entre sí. Por mi parte, mi historia data desde que tengo memoria y desde que me apareció ese berretín, hacer aullar a los perros del barrio con mis alaridos juveniles; animarme a subir a algunos escenarios solidario, munido de más caradurez que experiencia subiendos; pasando por esas reuniones donde hice mis primeras armas para deleite de mis abuelas (para las que el nene es mejor que el mismísimo Caruso); para luego tomar cartas en el asunto, al iniciar estudios serios y tener la suerte de contar con la generosidad de maestros, colegas y amigos, los cuales hicieron que mi historia sea linda de contar, de esas que cuando muchas veces dudamos del camino, volteamos y encontramos fuerzas para seguir con felicidad. Y yo te pregunto a vos: ¿Cuál es tu historia con el canto? ¿Empezó hace mucho? ¿Se está por escribir? Como sea, siempre es un lindo momento para hacer historia: la nuestra, que va a ser única, con cosas que nos gusten, que nos hagan felices, que cuando miremos atrás se nos piante un lagrimón, pero de alegría.
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